Elizabeth Palacios

Elizabeth Palacios

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Lectura 3 - 6 minutos

Sabemos lo difícil que ha sido ver pasar una tras otra las temporadas vacacionales sin poder hacer grandes planes y ahora que se acerca la semana santa ya se nos acumularía el cuarto periodo vacacional en esta nueva normalidad.

Domingo, 07 Marzo 2021 07:21

¿Por qué las mujeres no viajamos solas?

Lectura 3 - 5 minutos

Hace ya casi siete años que arrancamos este espacio y hoy es un buen día para recordar el motivo por el cual nació Andanzas en femenino.

Domingo, 28 Febrero 2021 07:45

Morelos está cerca

Lectura 3 - 5 minutos

Ayúdanos a que esté seguro

Domingo, 21 Febrero 2021 05:07

Escápate a la Sierra de Huautla

Lectura 2 - 4 minutos

México es como una caja de bombones, tal como diría Forrest Gump, nunca sabes qué te va a tocar, pero seguro será delicioso. Dado su extenso territorio y su ubicación geográfica, nuestro país es famoso por su riqueza natural.

Domingo, 14 Febrero 2021 05:19

Crónica de una decepción anunciada

Lectura 6 - 12 minutos

Hace tiempo un amigo nacido en Tepoztlán me dijo con algo de pena: “mi pueblo es muy bonito, sus montañas son hermosas, su cultura y su energía son maravillosos, el único problema, son los tepoztecos”. ¿Sorprendente? Para mí sí lo era pues mi amigo nació en este municipio morelense, famoso por sus hermosos paisajes y colocado como uno de los destinos más populares por su cercanía a la Ciudad de México, su clima cálido-templado y su herencia cultural.

¿Por qué alguien me hablaría así de sus propios paisanos? Lo cierto es que antecedentes de que los tepoztecos son aguerridos hay muchos, incluso varios han sido noticia como cuando hace ya varios años impidieron que se lucrara con sus tierras para construir un campo de golf que, seguramente, habría dejado a muchas comunidades sin agua, un bien muy preciado por acá. Aquella acción aguerrida muchos la aplaudimos, porque por supuesto que se debe luchar por la defensa de la tierra y los recursos naturales.

Sin embargo, muchos me habían dicho también que por acá debía tener cuidado pues la gente era “de armas tomar”. No tenía idea que muy pronto iba a ser testigo, y víctima indirecta, de dos mujeres que, con prepotencia y violencia, violentarían los derechos de quienes venimos a este pueblo morelenese solo buscando un poco de paz y contacto con la naturaleza.

Las protagonistas de esta historia son Karla R. y Guadalupe N., presuntas responsables de agresiones y allanamiento de morada en contra de una joven familia a la que la primera mujer, les había rentado una casita de su propiedad. Y bueno, yo que vela tengo en este entierro, se estarán preguntando, pues sí la tengo porque resulta que esa casita estaba en un predio donde también yo rentaba una vivienda, que es propiedad de la misma mujer. Así que fui testigo de los atropellos que a continuación describiré, pero además tuve que dejar a una velocidad express ese lugar porque mi familia se sintió completamente intimidada y amenazada tras presenciar los hechos.

De los antecedentes tengo pocos detalles, pues suelo ser una vecina reservada y solo dedicada a mi trabajo y mi familia. Lo único que sabía es que entre la dueña y los arrendatarios existía un malentendido monetario, derivado de gastos que los arrendatarios tuvieron que hacer al llegar con su mudanza y no encontrar la casa que habían alquilado en las condiciones que habían acordado con la propietaria, quien no estuvo ahí para recibirlos pues tenía varios días que ella y su pareja se habían ido de viaje, supuestamente por motivos de trabajo. De eso yo tuve conocimiento pues un par de días antes, me avisaron que tendría nuevos vecinos, de manera temporal pues ellos debían ausentarse algunos meses.

Cuando los nuevos inquilinos llegaron realmente me sentí tranquila, porque son una pareja joven con una bebé adorable y de inmediato tuvimos buena química. Me consta que son personas tranquilas, de bien, que cuidaban la casa, el jardín y la convivencia. Son amantes de los perros igual que yo, así que pronto tuvimos varias cosas en común que hizo que ser vecinos fuera algo agradables.

Pero un día se terminó la paz. La dueña regresó y las diferencias con los inquilinos, que hasta ese momento se habían tratado de dialogar solo por mensajes, se hicieron más grandes. Más tarde me enteraría de que la pareja sentimental de la propietaria les había engañado, prometiendo que además de rentarles la casa, les alquilaría su camioneta. Cuando los inquilinos llegaron a ocupar la vivienda, la camioneta ya ni siquiera existía. El novio de la dueña de la casa la había vendido, algo que me consta porque él mismo me lo dijo antes de irse.

El punto es que los inquilinos le habían transferido un adelanto por el alquiler de ese auto que simplemente decidieron vender, sin avisarles a los que supuestamente lo rentarían. Ahí ya les habían tranzado 2 mil pesos.

Posteriormente la comunicación se fue complicado pues, según confirmé con las versiones de los inquilinos, ellos tuvieron que invertir mucho más de lo acordado en arreglos que la casa necesitaba para ser habitable. Al llegar el mes siguiente, como sería lógico, ellos quisieron descontar esos gastos del pago de la renta y comenzaron los problemas, pero aún a la distancia.

Un mes más tarde, las cosas seguían sin arreglarse y ella apareció para gritarles que se fueran. Discutió con Daniel, el inquilino y firmante del contrato de arrendamiento. Los escuché porque la dueña levantó tanto la voz que yo no podía seguir trabajando, casualmente estaba en una reunión por zoom y de verdad los gritos me obligaron a interrumpir.

Aunque conmigo la relación con la dueña era diferente, lo cierto es que tampoco era una relación cordial. Era más bien una distante, pero respetuosa. También es cierto que yo, quizá por mi inexperiencia o simplemente por tener distintas expectativas, no tuve tantas exigencias, incluso acepté un trato de palabra y sin contrato, algo de lo que hoy me arrepiento. Pero esa tarde fue la primera vez que yo a ella la vi fuera de sí. Nunca pensé que llegará a más.

Mientras ella estuvo de viaje, mi hijo arregló una puerta rustica que nos protegía un poco de perros y caballos intrusos que ensuciaban el terreno, y hasta de ladrones ocasionales que ya me habían desaparecido algunas cosas pequeñas, como luces solares que había puesto en mi lado del jardín. La puerta quedó tan bien que Daniel me sugirió comprar un candado, lo cual me pareció excelente idea porque estaba harta de que los caballos me despertaran a las 6 de la mañana y defecaran todo mi jardín. No tenía idea de que ese candado desataría la locura de la dueña y de su madre.

Cuando la dueña volvió de su viaje, se hospedó con su madre, una mujer mayor pero violenta y vulgar a quien ya había tenido oportunidad de conocer en juntas vecinales. Su personalidad agresiva es innegable y varios vecinos me habían dicho ya que era una mujer prepotente y muy difícil.

Apenas habían pasado un par de días desde que pusimos el candado cuando una tarde la dueña y su mamá me llamaron a gritos para que les abriera. La dueña molesta me dijo que no podíamos poner un candado, algo que realmente me molestó porque pues ¿acaso ella iba a ir a impedir que los caballos se cagaran junto a mi coche? Les abrí por cortesía y la madre tenía una oz. “Vamos a pasar a cortar un poco de hierba”, me dijeron y yo les creí.

Minutos después llegaron dos patrullas e ingresaron al terreno. Yo no tenía idea de que pasaba. Los otros inquilinos no estaban en la casa y después de un rato, como no llegaron, las patrullas y las dos mujeres se fueron. Yo había resguardado el candado pues no era mío y mi obligación era devolverlo a Daniel, pues él lo había comprado.

Al día siguiente vi que lo habían vuelto a poner y entonces Raquel, la esposa de Daniel me pidió que, si venían ellas a buscarlos, les avisara por la ventana y ellos saldrían a hablar con ellas porque tenían problemas y no querían involucrarme. Fue todo.

Unas horas más tarde, mientras yo estaba cocinando muy atareada, nuevamente llegaron Karla y su madre a gritarme que les abriera. Yo estaba ocupada y desde la ventana pregunté si venían a algo conmigo. Su respuesta fue que no, que era con los vecinos. Así que les dije que esperaran, que los llamaría por la ventana pues yo estaba ocupada y no podía salir a abrir.

No tardé ni dos minutos en llamar a Raquel, cuando escuché a la señora Guadalupe gritar “¡tira la reja!” y a patadas tiraron la reja que por días mi hijo estuvo arreglando para que nos protegiera un poco y nos diera privacidad. Cuando entraron, ellas tenían un machete y un martillo y se fueron como unas fieras contra la casa donde Daniel, Raquel, su pequeña bebé y una amiga que les estaba visitando se refugiaron del ataque.

En mi casa retumbaban los martillazos, los gritos y el llanto inconsolable de la bebita. Nosotros nos encerramos y ya ni siquiera pudimos comer del miedo. Escribí a varios vecinos para pedir ayuda, para que llamaran a la policía y vinieran a controlar este ataque violento, pero nadie me hacía caso. Una vecina me pasó el número de la policía, pero me dijo que ella no quería involucrarse pues esas dos mujeres estaban realmente locas y no quería problemas. Más me asusté.

Cuando Karla estaba golpeando con más fuerza y ya había roto varios vidrios, no aguanté más escuchar el llanto de la bebé y salí para tratar de calmarla. Se me ocurrió acercarme y osar tocar su antebrazo para tratar de calmarla, suplicarle que por la bebé tratara de entrar en razón pues seguramente se podrían arreglar de otra manera. Al sentir el roce de mi mano ella me gritó que no la tocara o yo también tendría que irme. Eso para mí fue una amenaza. Con mucha tristeza e impotencia me fui a encerrar a mi casa con mis hijos, mientras lo único que nos quedaba era esperar a que la policía pudiera hacer algo.

Finalmente, a punta de martillazos Karla rompió la cerradura y logró ingresar a la casa que ella misma, con un contrato vigente, había elegido arrendar. Ingresó por la fuerza al hogar que una familia estaba rentando y que, además no se estaba negando a pagar el alquiler, solo necesitaban hacer cuentas y aclarar los gastos que habían hecho en la casa.

La policía tardó bastante en llegar, o no sé si yo perdí la noción del tiempo, pero para mí el lapso fue eterno. Nosotros no podíamos salir por miedo a recibir un mal golpe. Raquel se encerró con la bebé, que no podía calmarse, en la habitación mientras su esposo trataba de sacar a las dos atacantes de la casa. Finalmente la pudo echar, a empujones, en legítima defensa pues las dos mujeres estaban armadas con machete, martillo y ladrillos. Los destrozos ya se podían ver desde mi ventana. Su vajilla rota, la ropa de la bebé enlodada y tirada, botellas que las agresoras les aventaron. Un asunto que habría tenido que resolverse ante un juez cívico pues la discusión original era en torno a una diferencia de dinero, había escalado hasta un tema penal pues estas dos mujeres estaban cometiendo un delito. La policía llegó y las encontró en flagrancia, dentro de una casa que estaba en un régimen de arrendamiento, a la que entraron sin una orden de desalojo y con uso de violencia física y verbal. Se la llevaron, sí, pero para tratar de conciliar, no para que ella pagara por las atrocidades que había cometido. Su madre se fue como si nada a su casa, como si violar los derechos de las personas fuera algo normal para ella. Yo seguía sin poder creer lo que estaba pasando ante mis ojos.

Por la ventana le hice señas a uno de los policías y le pedí que se acercara. Le pregunte ¿y yo qué debo hacer? ¡Tengo miedo! Su respuesta fue todavía más escalofriante: Lo mejor es que busque a donde irse, no es la primera vez que ellas hacen esto y ya nos ha tocado varias veces venir a intervenir.

Esa misma versión después me la confirmaron dos taxistas y hasta un fletero, que ya habían tenido que sacar a otros inquilinos que también sufrieron los ataques de estas personas.

Hoy esto lo estoy escribiendo desde otro lugar, fuera de Morelos, un estado al que tanto quiero y que con esto me ha roto el corazón. No quiero generalizar, por supuesto. Mucha gente en Tepoztlán me trató de la mejor manera, tuve vecinos amables en el barrio, taxistas solidarios, maestros amorosos para mi hijo, pero estas dos mujeres me mostraron la peor cara de un pueblo al que muchos venimos para buscar paz, un pueblo que vive de los turistas y visitantes que hoy por la pandemia se están volviendo avecindados, con lo que apoyamos a la reactivación de su economía.

Irme de Tepoztlán así me dolió, pero la tranquilidad de mi familia está primero. No sé que ha sido de Daniel y Raquel, pero cuento esta historia para que nadie más sea estafado y violentado por estas dos mujeres. Así que, si les ofrecen una casita bonita, de ladrillo rojo y lindos acabados, en un predio donde solo hay dos casitas iguales y que los locales conocen como “Los Aguacates”, no renten ahí, porque sin duda, correrán un gran riesgo. Y espero que las autoridades de Tepoztlán, de seguimiento a este asunto, lo último que supe es que los agraviados pusieron una denuncia. Si usted querido lector alguna vez fue agredido por estas dos mujeres, denuncie. Mi única esperanza es que tarde o temprano, se haga justicia y aporto esta crónica como testimonio de una ciudadana que todavía confía en el Estado de Derecho. 

 

 

 

 

Domingo, 31 Enero 2021 05:58

¿Podremos volver a viajar en 2021?

Lectura 3 - 6 minutos

El año nuevo ya nos dio un primer mes de realidad y nos ha dejado ver que, por más que nos cueste aceptarlo, no parece ser muy distinto al año pasado que todos queríamos dejar en el olvido. 

Domingo, 10 Enero 2021 07:26

Lecciones de una pandemia

Lectura 3 - 6 minutos

Como muchos de ustedes saben, amables lectores frecuentes de esta columna, a mí me encanta viajar y llevo más de dos décadas tratando de hacer todo lo posible por no quedarme en un solo lugar por mucho tiempo.

Domingo, 03 Enero 2021 07:34

Año nuevo ¡caminos nuevos!

Lectura 2 - 3 minutos

Nadie puede negarlo: todos estamos hartos del encierro y el inicio de la vacunación ha despertado una esperanza para el sector turístico en todo el mundo pues podría generar una reapertura escalonada de destinos turísticos que fueron inaccesibles durante el año que recién terminó.

Lectura 2 - 4 minutos

Si por años soñaste viajar a la Gran Manzana para presenciar su famosa celebración de año nuevo en Times Square, hoy, gracias al COVID-19, puedes dar gracias porque la tecnología te permitirá disfrutar de esta celebración desde cualquier rincón del planeta.

Lectura 2 - 4 minutos

Ya lo sé… todos estamos hartos y queremos viajar, pero debemos ser realistas: en todo el mundo la gente está teniendo que volver al confinamiento porque la pandemia no sólo no se ha terminado, sino que está empeorando y hoy, en México, tenemos un grave problema de saturación de hospitales. No seamos necios y quedémonos en casa estas vacaciones también. 

Domingo, 13 Diciembre 2020 07:10

SI VAS A VIAJAR…

Lectura 3 - 5 minutos

HAZLO CON RESPONSABILIDAD

Domingo, 22 Noviembre 2020 05:59

¿MUDARTE A OTRA CIUDAD?

Lectura 3 - 6 minutos

Checa las ciudades más caras para vivir después del covid-19

Domingo, 08 Noviembre 2020 07:41

¿Viajar o no viajar para fin de año?

Lectura 2 - 4 minutos

Esa pregunta nos hemos hecho por meses las personas que ya tuvimos que cancelar nuestras vacaciones tanto en el periodo de primavera como en el verano. Sin embargo, si algo nos ha traído la pandemia del COVID-19 es incertidumbre.

Domingo, 01 Noviembre 2020 07:00

Viaja en corto por El Bajío

Lectura 1 - 2 minutos

Hay noticias que da gusto leer. Cuando la voluntad política se demuestra en acciones para promover el turismo, da alegría, de verdad.

Domingo, 25 Octubre 2020 07:26

Ofrendar a puerta cerrada

Lectura 6 - 11 minutos

El corazón de muchos viajeros está triste pues este año, debido a la pandemia por COVID19 se ha recomendado quedarnos en casa durante una de las fiestas más tradicionales de nuestro hermoso país: el día de muertos.

Domingo, 11 Octubre 2020 05:12

Las aves y las niñas abren sus alas

Lectura 2 - 4 minutos

Este fin de semana se conmemoran dos fechas que me inspiraron para escribir esta columna. El día de hoy, 11 de octubre, en todo el mundo se hace un llamado a la igualdad de oportunidades a través del Día Internacional de la Niña.

Lectura 3 - 5 minutos

Cuando desde agosto las autoridades turísticas de la Ciudad de México anunciaron que estaban analizando realizar el mega desfile de Día de Muertos de manera virtual o quizá en automóviles, supe que la mejor celebración de todo México sería muy diferente este año. Y no lo digo porque me importe el dichoso desfile que ni es auténtico y solo es un gran espectáculo derivado de la filmación de una película en la gran ciudad, sino porque varios pueblos y comunidades tienen puestas sus esperanzas en los turistas que llegan a sus pueblos para ser testigos de las tradiciones que rodean nuestros días de muertos.

Lectura 4 - 8 minutos

Hace ya algunos años que divido mi lugar de residencia entre la Ciudad de México y Morelos por lo que, tras cinco meses de encierro por el confinamiento preventivo y voluntario de mi familia, derivado de la COVID-19 hace un mes que decidimos hacer nuestras maletas y venirnos a refugiar al espacio que tenemos en Tepoztlán.

Domingo, 13 Septiembre 2020 00:46

¿Quieres pasar el otoño en España?

Lectura 4 - 7 minutos

Primero consulta las restricciones de viaje por covid-19

Domingo, 06 Septiembre 2020 00:15

Fiestas patrias en el año del COVID-19

Lectura 2 - 3 minutos

Ya empezó septiembre y, en circunstancias normales, eso significaría que muchos mexicanos se estarían preparando para los festejos de la Independencia, como cada año. Pero este 2020 no ha dejado de sorprendernos y la pandemia por la COVID-19 nos obliga a continuar con medidas de prevención y sana distancia.

Lectura 3 - 5 minutos

México está de moda, sí todavía aun cuando nuestras cifras de contagios por la COVID-19 nos mantienen en alerta y muchos países todavía no recomiendan viajar a nuestro país, lo cierto es que mucha gente quiere venir a disfrutar de todo lo que nuestro país tiene para ofrecer. Pero sobretodo, la gran oportunidad de recuperación de la industria turística la tenemos en nuestras propias manos porque sí, los desplazamientos internos para vacacionar o para recuperarnos emocionalmente después de un largo encierro serán lo más recomendado cuando las restricciones de movilidad se levanten.

Domingo, 09 Agosto 2020 01:44

¿Quieres escapar a un pueblo mágico?

Lectura 3 - 5 minutos

Hazlo con responsabilidad

Domingo, 02 Agosto 2020 04:08

¿Quieres viajar a Europa?

Lectura 3 - 5 minutos

Si eres mexicano, tendrás que esperar

Domingo, 19 Julio 2020 01:17

Viajar con la memoria y el oído

Lectura 3 - 6 minutos

Una de mis mejores amigas es periodista para el noticiero de una estación de radio estatal y resulta que me estaba contando que tiene una jefa que consideró “irrelevante” la historia de un artista que en medio de la pandemia se ha dedicado a llevar alegría y entretenimiento a los vecinos de una unidad habitacional del norte de la Ciudad de México.

Lectura 5 - 9 minutos

Después de más de tres meses confinados, el semáforo naranja en la CDMX le dio a muchas personas la oportunidad de salir a las calles, sin embargo con mucha tristeza pude ver videos en internet de gente haciendo fila afuera de un centro comercial, ¿en serio?, ¿para eso querían salir?

Domingo, 28 Junio 2020 01:50

“Staycation”

Lectura 3 - 5 minutos

o la tendencia de vacacionar cerca de casa

Domingo, 21 Junio 2020 02:21

La playa… ¡por fin se abre!

Lectura 3 - 5 minutos

Tal vez no mañana, por supuesto, ya que no podemos planear un viaje hasta que nuestras ciudades no estén en semáforo al menos amarillo, pero es digno de celebrarse que por fin algunos destinos turísticos mexicanos anunciaron el reinicio de operaciones.

Domingo, 14 Junio 2020 00:47

¿Te gusta soñar en grande?

Lectura 3 - 6 minutos

Pues… ¡Llegó el turismo espacial!

Domingo, 24 Mayo 2020 01:50

¿Extrañas la naturaleza?

Lectura 3 - 6 minutos

Reconéctate con ella desde casa

Lectura 3 - 6 minutos

Si algo nos ha enseñado el confinamiento que pronto comenzará a dejar de torturarnos paulatinamente, dependiendo del lugar del país donde nos ubiquemos, es que las ciudades no ofrecen viviendas dignas a la mayoría de sus habitantes.

Martes, 12 Mayo 2020 08:31

¡Salvemos al mariachi!

Lectura 2 - 4 minutos

Si hay algo que aprecian todos los viajeros que pisan territorio mexicano es nuestra cultura y uno de sus representantes más icónicos es el Mariachi, este conjunto de hombres y mujeres luciendo hermosos trajes de charrería, que con sus guitarras, trompetas y violines nos tocan el alma y nos hacen cantar.

Lectura 3 - 6 minutos

Todos tenemos ganas de que esta pandemia termine y tal vez muchos fantaseamos con todos los viajes que haremos cuando recuperemos la libre movilidad. Sin embargo, el panorama no luce sencillo para la recuperación de la industria turística.

Domingo, 26 Abril 2020 07:52

¿Desesperado por viajar?

Lectura 3 - 6 minutos

#QuédateEnCasa sin perder tu espíritu aventurero

Lectura 2 - 4 minutos

Si algo ha podido enseñarnos esta cuarentena es que los hábitos pesan y los malos hábitos, se sienten más pesados en nuestros hombros. A algunos, esos malos hábitos lamentablemente incluso les están costando la vida.

Muchas de las personas que están muriendo por COVID-19 tenían problemas de salud que habrían podido evitarse con sencillos hábitos de alimentación y ejercicio constante. Pero no, en México la verdadera pandemia parece estar relacionada directamente con problemas de obesidad crónica, la diabetes e hipertensión que de ello deriva, y que por supuesto, es consecuencia de años y años de una inexistente política que pueda garantizarnos el derecho a la alimentación y el derecho a la salud.

Así que no, siendo gordos y pudiendo salir libremente a comer chatarra en cualquier esquina no éramos felices, solo creíamos que lo éramos, era un placer efímero que ocultaba todas nuestras frustraciones, ansiedad y depresión colectiva.

Circulan en redes otras imágenes que pretenden ser graciosas, de gente aventándose en el metro, atiborrado en hora pico, con la leyenda… éramos felices y no lo sabíamos. Pero no. Tampoco éramos felices en ciudades que no cuentan con alternativas para una movilidad sustentable, ni pasando cuatro horas cada día tratando de llegar de la casa al trabajo, porque la desigualdad y el desarrollo no sustentable no nos ha permitido siquiera adquirir una vivienda digna dentro de la ciudad en la que encontramos trabajo y que ahora vemos que aunque nos tiene endeudados con hipotecas impagables, ni siquiera tenemos un balcón para bailar o un jardín en la azotea porque las reglas de nuestro “roof garden” clasemediero no lo permiten.

No éramos felices porque hace años que nos vemos obligados a vivir atorados en un absurdo tránsito vehicular y al mismo tiempo, nos han dicho que es normal desear cambiar el coche que manejamos por uno mejor, o más grande, aunque no seamos siquiera capaces de compartirlo.

¿Éramos felices con los centros comerciales abiertos y visitándolos cada semana? No lo creo, sabiendo que la industria de la moda rápida cuyas tiendas inundan el mall destruye a nuestro planeta casi tanto como la industria del petróleo. Tal vez, creíamos que éramos felices comprando esa ropa, pero ¿lo éramos? Tratando de imitar patrones de belleza ajenos a nuestra realidad, a nuestros cuerpos y a nuestra cultura queríamos sentirnos diferentes. Más jóvenes, más delgados, más aceptados. No, eso tampoco nos hacía felices.

¿Éramos felices antes cuando no nos prohibían abrazar a las personas? No, no lo éramos porque, aunque nadie nos encerrara en casa preferíamos pasar un sábado entero frente al televisor o la computadora viendo series que conviviendo con nuestra familia o llevando a nuestro perro a pasear al bosque, o visitando a nuestros padres viejos o a esos amigos que sabemos que están vivos solo porque hemos leído sus posts de Facebook o porque le dieron like a nuestro último meme. No nos engañemos, el aislamiento social que padecemos no tiene nada que ver con Susana Distancia. Hace mucho que decidimos aislarnos al no conocer ni a nuestro vecino, al no saludar al que pasea al perro en el mismo parque, al ver a nuestras familias solo en navidad y eso porque nos obliga la tradición.

¿Fuimos felices cuando viajamos, pero todo lo vimos a través del lente de nuestra cámara? No, porque ahora necesitamos repasar una y otra vez nuestro Instagram para recordarlo, pero ¿nos dimos tiempo para sentir la arena en los pies, la brisa en la cara, el frío calando los huesos?

Este confinamiento impuesto nos estresa y nos molesta porque sabemos que desde antes habíamos decidido confinarnos a nuestro mundo pequeño, ese que vemos detrás de una pantalla. Que desde antes habíamos pasado varios fines de semana acumulando pines en Pinterest que ponían “en orden” nuestros sueños y aspiraciones de consumo.

Porque desde antes habíamos decidido viajar sin respetar la naturaleza, sin preocuparnos ni interesarnos por las personas que habitan los lugares a los que llegábamos para solo destruirlos. ¿Éramos felices de ir a espacios naturales donde ya no había pájaros? ¿Éramos felices visitando zoológicos y haciéndonos selfies con animales encerrados “para protegerlos”?

Usemos este tiempo de encierro para reflexionar, entender y enmendar todo el daño que nuestro estilo de vida ha hecho porque toda crisis es una oportunidad y en esta, tú decides, en qué la vas a aprovechar.

Lectura 4 - 7 minutos

Les voy a confesar algo: nunca he ido a Cancún. Tampoco a Tulúm ni a la llamada “Rivera Maya”. Me he resistido a visitar lugares que han sido prácticamente diseñados como escenarios de un falso México para mostrar un show a los turistas. Sin embargo, del otro lado de Quintana Roo, hace tres años, descubrí que existe un lado menos falso del caribe mexicano: la Costa Maya.

Domingo, 29 Marzo 2020 08:19

Yo me quedo en casa… ¡pero me asfixio!

Lectura 3 - 5 minutos

Si bien formalmente la sugerencia de permanecer en casa y salir lo menos posible arrancó con la Jornada Nacional de Sana Distancia el pasado 20 de marzo, y que apenas ayer el presidente de México por fin se alineó y dijo que todos debemos quedarnos en casa para aplanar la curva de contagios del COVID-19, lo cierto es que mi familia y yo llevamos encerrados desde el 12 de marzo.

Lectura 2 - 4 minutos

Hoy es 21 de marzo y debería estar haciendo los últimos preparativos para un viaje que había esperado por más de dos años y que finalmente empezaría dentro de seis días.

Lectura 3 - 5 minutos

Por azahares del destino, como diría mi mamá, este fin de semana tuve que hacer un viaje exprés a Querétaro. No me culpen si no me encanta. Me parece una ciudad como muchas que alguna vez fueron joyas coloniales: que guarda su belleza sólo en su primer cuadro y que alrededor está rodeada de desarrollos habitacionales llenos de casas igualitas sin identidad, donde un montón de chilangos buscan huir del caos, aunque con semejante crecimiento, tal parece que lo único que empacamos los capitalinos cuando nos mudamos a otro estado es nuestro típico caos.

Domingo, 01 Marzo 2020 06:40

Bogotá y sus siete maravillas

Lectura 2 - 3 minutos

Como ya les había contado, a finales de este mes por fin podré viajar a Colombia y conocer su capital, una ciudad que me ha despertado la curiosidad desde hace dos años, cuando tuve aquel romance fugaz con cierto escritor colombiano.

Domingo, 16 Febrero 2020 06:40

LOS ALUXES

Lectura 4 - 7 minutos

Historia de un rescate natural

Domingo, 09 Febrero 2020 06:37

10 tips para comprar casa de descanso

Lectura 2 - 4 minutos

Un día eres joven y tu vida cabe en una mochila, no tienes problema en dormir sobre el techo de tu auto o en una pequeña tienda que puedas llevar siempre contigo, y al otro, ya estás pensando que hasta los hoteles te dan flojera.

Domingo, 26 Enero 2020 06:36

Viajar para ayudar

Lectura 3 - 5 minutos

Enero es el mes de las rebajas en vuelos, es muy tentador que te lleguen las alertas de ese viaje soñado con descuento, pero el boleto de avión no es el único gasto en un viaje, sobre todo si es internacional, pero ¿Sabías que hay organizaciones sociales que te pueden dar hospedaje y comida a cambio de trabajo voluntario?

Domingo, 19 Enero 2020 07:20

¡Por fin conoceré Colombia!

Lectura 3 - 6 minutos

Enero… mes de las rebajas y los arrebatos… resulta que soy afortunada y tengo un empleo que me premia por mi buen desempeño anual, pero inteligentemente ese premio nos lo entregan en enero. Así que este año fui de los pocos afortundados en no tener cuesta que subir y, por el contrario, tener un dinero extra para hacer algunos planes.

Domingo, 12 Enero 2020 08:37

¡No eches tu árbol a la basura!

Lectura 3 - 5 minutos

Sí… estamos todos muy preocupados por los incendios en Australia y nuestros ojos se llenan de lágrimas cuando vemos a los koalas o los canguros quemados, pero… si estás compartiendo sus fotos con hashtags como #salvemoslatierra o #prayforAustralia mientras bajas a alcanzar al camión de la basura para suplicarle que se lleve tu pino seco de navidad o peor aún, mientras lo llevas a abandonar a algún terreno olvidado, déjame decirte que algo anda mal.

Domingo, 05 Enero 2020 05:13

Los beneficios de viajar con la familia

Lectura 2 - 4 minutos

¿Has pensado alguna vez en la cantidad de beneficios que hay en viajar con la familia? No pienses que siempre es mejor hacerlo solo, con amigos o en grupos reducidos. Como suele suceder, todo tiene sus pros y sus contras. Veamos algunas de las ventajas.

 

  1. Ritmo pausado

¿Vives en un mundo estresante? ¿Cada día en el trabajo tienes que cumplir con tiempos y limitaciones? Es lógico que durante tus vacaciones desees descansar y bajar el ritmo. Ahí radica este primer beneficio de viajar en familia.

Con niños o adultos mayores, por fuerza tu ritmo de viaje ha de ser más pausado y tranquilo. Esto conlleva un mejor disfrute del tiempo.

 

  1. Buena compañía

Como es lógico, cuando viajas te puedes encontrar muy solo, en especial si los trayectos son de larga duración. El hecho de tener a la familia cerca es un aliciente positivo.

Al viajar con la familia, tus personas de máxima confianza están contigo en todo momento, por lo que todo es más tranquilo y afrontar los problemas que puedan surgir siempre será más fácil teniendo gente cercana de tu lado.

 

  1. Flexibilidad

Otra ventaja que tiene el viajar con la familia es la flexibilidad. Entre todos se ha de llegar a acuerdos para decidir qué planes se hacen en cada etapa.

 

  1. Conciencia tranquila

¿Nunca te ha picado la conciencia por dejar a los niños y marcharte de viaje? ¿Eres de esas personas que están intranquilas si no están cuidando a sus pequeños? ¿Echas de menos a tus hijos al día siguiente de no tenerlos cerca? ¿Hace mucho que no conversas con tus padres o tus hermanos? Pues, haz tu escapada con toda la familia, verás qué fácil es aplacar esas voces de la conciencia.

 

  1. Visitar sitios peculiares

El hecho de viajar con la familia, si hay niños especialmente, te permitirá visitar lugares peculiares que de otra forma nunca hubieses descubierto. Los pequeños son curiosos, les gusta tocar y probarlo todo. Gracias a ello ¿quién sabe? Igual te encuentras capitaneando un barco o en sitios diferentes a todo cuanto esperabas encontrar y ver.

 

  1. Fortalecer lazos

Otro aspecto muy positivo de viajar en la familia se produce al estrechar lazos. Cuando estás fuera de tus lugares de rutina y has salido de la zona de confort, siempre tiendes a unirte más ante la adversidad y lo desconocido. Así pues, este tipo de escapadas te harán sentirte más cercano a los tuyos.

 

  1. Mejora de la comunicación no verbal familiar

Otro aspecto que se verá beneficiado en las escapadas familiares será la comunicación. Piensa que cuando estás de viaje, se van a encontrar las 24 horas todos juntos. Aquí no te puedes escapar en el trabajo o en el bar de la esquina. Así pues, una comunicación fluida surgirá casi sin querer, lo cual les permitirá conocerse mucho mejor.

 

  1. Mejora de la comunicación verbal

El hecho de hablar a gritos nunca ha permitido a nadie que la comunicación mejore. De hecho, aleja posturas y crea enfados y peleas innecesarias.

Sin embargo, al viajar con la familia, la comunicación verbal fluida se hace necesaria e indispensable. Y esta es una excelente forma de mejorar las formas de hablar y entenderse entre los diferentes miembros.

  1. Mejora de la paciencia

En muchos momentos, es fácil perder la paciencia. Un viaje en familia supondrá pruebas que deberán superar entre todos. Así pues, su capacidad para tomar los acontecimientos con calma, tal como vienen, será puesta a prueba una y otra vez.

Un viaje con la familia es una buena oportunidad para poner en práctica esa capacidad de compresión y paciencia.

 

  1. Mejora de su relato familiar

Una vez ha terminado el viaje, queda un relato de familia que siempre los acompañará porque generarán anécdotas y experiencias compartidas que se quedan eternamente.

 

Cuando viajas en familia te das cuenta que pocas cosas son tan importantes como las personas que más te quieren. Esta es la lección más importante que vas a aprender cuando estén solos y únicamente se tengan los unos a los otros, así que aprovéchalo.

El mundo está hecho para disfrutarse, ¿por qué no hacerlo con quienes más nos importan?

 

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Todo empezó un sábado por la mañana. Me levanté de muy buen humor y me fui derechito a la oficina de una aerolínea mexicana para pagar el boleto de avión que haría que mi hermana pueda ir conmigo de vacaciones por primera vez en nuestra etapa adulta. ¡Todo un acontecimiento!

Domingo, 15 Diciembre 2019 05:46

Un viaje de cumpleaños

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“…cumplir años en diciembre es una patada del destino, y mientras más cerca de la navidad peor, porque la tentación de juntar los regalos y que en realidad sólo recibas uno, es tremenda”.

Domingo, 01 Diciembre 2019 08:02

¿Cómo separarte de tu perro en vacaciones?

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Como seguramente muchos de ustedes ya lo están haciendo, yo estoy en los últimos preparativos antes de mis esperadas vacaciones de fin de año, pero una de las cosas que me puse a organizar con más anticipación fue conseguir quién se hiciera cargo de mi perro Robin.

Domingo, 17 Noviembre 2019 09:08

Lo imperdible de San Miguel de Allende

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Pues estamos en el Buen Fin y si estás pensando aprovechar ofertas para viajar, te cuento que hay un destino maravilloso que, por cierto, acaba de ser reconocido en los Reader Awards de la revista Food and Travel como el mejor destino de todo México: San Miguel de Allende.

Domingo, 27 Octubre 2019 07:51

Y tú… ¿viajarías en una Combi?

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“… lo cierto es que todavía habemos muchos soñadores que queremos agarrar simplemente lo mínimo indispensable, meterlo en una casa con ruedas y echar a andar por caminos desconocidos”.

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LA LEYENDA DE LAS MARIPOSAS

La llegada de las mariposas monarca a México coincide con la celebración del Día de Muertos; por esa razón hay una leyenda que cuenta que estas mariposas son en realidad las almas de los fieles difuntos que regresan para celebrar con los vivos; otra versión señala que los muertos viajan en las alas de las mariposas.

Domingo, 13 Octubre 2019 07:24

La fascinación por Frida y Diego

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Como ya varios de ustedes saben, en mis muy escasos tiempos libres, me dedico a dar tours y experiencias para que las personas extranjeras que viajan a nuestro país, puedan conectarse de una manera más íntima con nuestra cultura y nuestra historia, a través de la mirada de una persona local, que por supuesto, soy yo.

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Hace muchísimo tiempo que me volví fan de Sex and The City, la serie que a finales de los noventa llegó a refrescar a la televisión norteamericana por abordar abiertamente la sexualidad de cuatro mujeres neoyorkinas a través de sus relaciones amorosas y sus vínculos con la gran ciudad donde vivían.

Domingo, 29 Septiembre 2019 05:22

Lo imperdible de un Centro Histórico

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Esta semana hice un viaje muy rápido: dos días a Guadalajara para asistir a un congreso. La única vez en mi vida que había estado en la capital jaliciense era apenas un vago recuerdo de 33 años atrás. Sí, yo era una niña así que oficialmente, no conocía Guadalajara.

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Está casi terminando septiembre y la buena noticia es que eso significa que el verano ya es sólo un tímido recuerdo que ha dejado un poso de melancolía en el aire para muchos, pero no para mí.

Domingo, 08 Septiembre 2019 07:41

Los mejores mercados para comer en CDMX

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“… si hay una ciudad mexicana que tiene mercados para todos los gustos es, sin duda, la Ciudad de México”.

Domingo, 01 Septiembre 2019 05:29

Todas las razones me llevan a Colombia

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Ya seeee!!! Todavía no termina oficialmente el verano y yo ya estoy pensando en las vacaciones de invierno, a ver si ahora sí puedo renovar mi pasaporte, treparme a un avión y conocer un nuevo destino.

Domingo, 25 Agosto 2019 05:26

Termina el verano pero no los viajes

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El verano terminó y para las familias comienza la etapa de las clases en México pero para quienes no tienen hijos pequeños, el inicio del otoño puede representar una excelente oportunidad para aventurarse a conocer nuevos destinos y hoy vamos a hablar sobre nuestro continente, aunque hay destinos que pueden ser mucho mejores en nuestro invierno pues no olvidemos que en el Cono Sur, será el apogeo del verano.

Viajar a Latinoamérica, con sus encantos y amenazas, es una experiencia que a la mayoría de los viajeros les gustaría volver a repetir, debido principalmente a que esta parte del mundo ofrece un clima extraordinario a lo largo del año, virtud que permite a los turistas disfrutar a plenitud de todos sus atractivos: sol, mar, nieve, montañas, desiertos, bosques, etc. No obstante, son algunos los meses específicos que siguen siendo los más convenientes para realizar este viaje, dependiendo claro está, de las metas que tengamos como turistas al visitar Latinoamérica.

Por eso tenemos algunas recomendaciones de destinos para los meses que se avecinan:

 

1 Ecuador

Los diversos paisajes de Ecuador, la mezcla de culturas y su hermosa arquitectura colonial, se pueden descubrir en cualquier época del año, gracias a su clima tropical. Sin embargo, la estación seca de junio a noviembre es la más favorable para el senderismo en altitud, y es más agradable estar en el Amazonas entre septiembre y enero. Por tanto, una escapada a las Islas Galápagos no sería mala idea.

 

2 Perú

La temporada turística para conocer la cordillera de los Andes en Perú, los bosques amazónicos y las Ruinas de Machu Picchu, está en pleno apogeo entre abril y octubre. De hecho, la estación seca en las montañas es la más propicia para hacer senderismo. Mientras tanto, en la costa, las playas reciben a los turistas y residentes durante los meses soleados, desde finales de diciembre hasta finales de marzo.

 

3 Bolivia

Los turistas aficionados a la fotografía seguramente preferirán ver inundado el Salar de Uyuni en la temporada de lluvias, entre noviembre y marzo; la época ideal para conseguir ese efecto que les permitirá jugar con los reflejos de los espejos.

 

4 Argentina

Recomendamos la mejor temporada para viajar entre octubre y abril a fin de visitar este país latinoamericano en su mejor momento. Durante el verano, de diciembre a marzo, en la Patagonia, el clima es mucho más indulgente. Las Cataratas de Iguazú por su parte, es mejor visitarlas entre abril y septiembre cuando los meses son más secos.

 

5 Chile

El verano austral que ocurre entre diciembre y marzo, es la mejor temporada de viaje para tener una vista espectacular de la Patagonia chilena. No obstante, Santiago y su región se pueden visitar durante todo el año, así como el increíble desierto de Atacama y la Isla de Pascua.

 

6 Brasil

Brasil es un país de Latinoamérica que se puede visitar en cualquier época del año. Aquí las multitudes son intensas durante el verano de septiembre a marzo, y el viaje seguramente resultará más costoso. En Río y en la región sur, el calor puede ser muy sofocante entre diciembre y febrero.

 

7 Colombia

En Colombia, el clima es bastante uniforme, por encontrarse cerca de Ecuador. Sin embargo, el mejor momento para viajar a este país y practicar el senderismo en la Cordillera de los Andes, descansar en la costa del Pacífico o en la costa del Caribe y hacer ecoturismo en las llanuras del Orinoco, es en la estación seca, de diciembre a marzo.

 

8 Cuba

El mejor momento para descubrir esta hermosa isla tropical, es en invierno y principios de la primavera, de diciembre a abril, sin embargo, las temperaturas comienzan a aumentar bruscamente a partir de marzo. Febrero mientras tanto, es el momento perfecto que combina un clima agradable y un billete de avión barato.

 

9 México

El otoño es la época más recomendada para visitar México. Los meses de octubre y noviembre permiten visitar tanto el Yucatán luego de la temporada de lluvias, como las mesetas desérticas del norte donde las temperaturas no son demasiado abrumadoras. Si el plan es unas vacaciones junto al mar, es mejor esperar a mediados de octubre, cuando finaliza la temporada de huracanes.

 

10 República Dominicana

Esta isla goza de un clima tropical templado por los vientos alisios, un factor que la hace muy apetecible para el turismo. La mejor temporada de viaje para conocer esta isla de ensueño, va de diciembre a finales de abril. Es importante evitar la temporada de huracanes que ocurre entre septiembre y noviembre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 18 Agosto 2019 08:13

Elotes por doquier

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Convertida en una expresión cultural, gastronómica y de identidad de nuestros pueblos y barrios originarios, la Expo Culinaria del Elote y la Tortilla de San Juan Ixtayopan, cumple 26 años ofreciendo 50 variedades de productos derivados del maíz para darle un valor agregado a la cosecha de este pueblo de Tláhuac.

Domingo, 11 Agosto 2019 05:24

El CUPA: una joya arquitectónica cotidiana

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Ya se acerca septiembre y una vez más, mi contrato de arrendamiento está por vencer y de nuevo me veo ante el dilema de quedarme en donde estoy o buscar nuevas alternativas.

Domingo, 04 Agosto 2019 08:36

Un verano en el huerto

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Sabemos que no siempre uno llega al verano con la cartera llena y las maletas listas así que si tú eres de los que aún no han podido salir de vacaciones este verano, no te sientas mal, puedes tener oportunidad de disfrutar algunas actividades en casa y conectarte con la naturaleza incluso si no tienes jardín.

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Este fin de semana descubrí, gracias a una nota que mi amigo Roger Vela hizo para Plumas Atómicas que a mis casi 45 años sí podía volverme fan de una youtuber.

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Si estás ya emocionado porque tus vacaciones de verano comenzaron, debes saber que hay pequeños detalles que hay que cuidar para que este viaje sea tal como lo has imaginado. Se trata de pequeños detalles que todo buen viajero debe tomar en cuenta para disfrutar cada detalle de su experiencia al máximo.

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Si eres amante de los días de lluvia y los climas fríos de bosque, el verano para ti no significa sol, arena y mar sino ¡luciérnagas! Y sí, sabemos que en México un destino famoso por brindarnos un espectáculo natural maravilloso es Nanacamilpa, en el estado de Tlaxcala, pero ¿sabías que también puedes observar luciérnagas en el Estado de México?

Pues sí, resulta que en la Región de Los Volcanes en el Estado de México se espera este año la llegada de aproximadamente 25 mil visitantes procedentes de la Ciudad de México, el Estado de México y Puebla, así como turistas internacionales sólo para ver a las luciérnagas.

Desde hace tres años, Bosque Esmeralda, Rancho del Valle y Ecoturístico Chalma se han preocupado por la conservación de los bosques de pino y encino que hacen de la región fría y subhúmeda, un ecosistema perfecto para la reproducción del coleóptero luminoso.

La Ruta de las Luciérnagas nace como una iniciativa colectiva en 2017, el primer año llegaron aproximadamente 6 mil visitantes, en el 2018 llegaron a 18 mil y este año se calcula que llegarán 25 mil visitantes.

Desde hace 6 años, las comunidades y prestadores de servicios turísticos han invertido en obras de reforestación, mantenimiento, cercado, acomodo de material muerto, brechas contrafuego y la eliminación del uso de pesticidas e insecticidas en las plantaciones de los árboles de navidad.

Desde hace tres años, Bosque Esmeralda, Rancho del Valle y Ecoturístico Chalma se han preocupado por la conservación

"Photinus palaciosi" es la especie endémica del eje Neovolcánico transversal perteneciente a los bosques de Tlaxcala, Puebla y Estado de México. Actualmente los tres sitios de avistamiento realizan actividades de investigación, restauración y educación ambiental.

Estos empresarios del sector turístico reciben el apoyo de la división de Ciencias Forestales de la Universidad de Chapingo y del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México, porque actualmente están haciendo estudios sobre el comportamiento sexual de la luciérnaga, es decir su reproducción y están realizando pruebas para saber qué tan resistente son a cuestiones de enfermedades, de plagas y eso va a permitir saber si se debe decretar como una especie amenazada o en peligro de extinción.

Es importante señalar que el Bosque Esmeralda cuenta con registro de Unidad de Manejo Ambiental para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) denominada “Bosque de Hadas”, la primera en todo el país; en este sitio el turismo se pueden realizar caminatas guiadas por el santuario al interior de una barranca en donde el espectáculo natural de las luciérnagas simulan caminar entre las estrellas y al finalizar la danza de las luciérnagas o cortejo de luz, el turismo podrá descansar en cómodas cabañas y despertar con una vista majestuosa al volcán Iztaccíhuatl.

La temporada del avistamiento de este majestuoso escarabajo, contemplan los meses de mayo, junio, julio y agosto, teniendo como un horario establecido de ingreso a los santuarios de las 18:30 horas para iniciar los recorridos a las 20:15 horas en cualquiera de las tres reservas naturales que brindan el servicio.

Pero si de todos modos quieres ir a Tlaxcala, pues como dije anteriormente el lugar ideal es el bosque de Nanacamilpa, que ha sido bautizado con el nombre de Santuario de Luciérnagas. Millones de estos insectos vuelan por los aires al caer el sol en un luminoso y bellísimo ritual de apareamiento que parece sacada de una película fantástica. Desde hace unos ocho años el sitio ha cobrado fama y cada vez más personas lo visitan.

El Santuario de Luciérnagas se ubica a unas dos horas y media de la Ciudad de México y a 70 minutos de la ciudad de Tlaxcala en auto.

La temporada es de mediados de junio a mediados de agosto, pero julio es el mejor mes para verlas. El espectáculo es completamente natural y requiere de varios factores para el éxito del avistamiento.

Las condiciones ideales para tener un avistamiento en su máximo esplendor es que haya llovido esa tarde y no haya luna.

Debes contemplar que no hay transporte público al santuario, se puede llegar en autobús a Nanacamilpa, y de ahí algunos centros de avistamiento pueden recoger a sus visitantes.

La mejor opción es llegar en transporte privado, el camino es de terracería y el sitio está perfectamente bien indicado en Google Maps.

También pueden contratar algunos tours en Tlaxcala y la Ciudad de México que les incluyen el transporte.

No es necesario que te quedes a dormir, de hecho, no es tan buena idea porque la infraestructura aún no es lo suficientemente robusta. Pero si tienes oportunidad de pernoctar en alguno de los campamentos u hoteles que hay en la zona. Los sitios con mejores instalaciones son Canto del Bosque y Piedra Canteada, ambos con cabañas y recorridos de avistamiento de luciérnagas. En algunos hay opción de acampar y es realmente muy económico, pero debes ir bien preparado para lluvias intensas.

Hay 26 centros de avistamiento autorizados por la Secretaría de Turismo. Es importante que solo acudan a uno de ellos, pues son los que siguen el reglamento tanto de protección del lugar y las luciérnagas, como de protección civil.

El recorrido es nocturno y en completa oscuridad, comienza al crepúsculo y dura aproximadamente una hora, terminando alrededor de las 10 de la noche. Si van por cuenta propia las puertas del Santuario se cierran a las 7:30 pm y se reabren a la 10:00 pm.

Ojo, no se permite el uso de linternas ni de aparatos que emitan luz, como celulares o tenis con luces porque la luz altera el ciclo de reproducción de las luciérnagas, por tanto, tampoco se puede fotografiar a menos que se cuente con equipo profesional. Tampoco pierdan el tiempo llevando a su mascota, no la dejarán pasar.

El recorrido debe hacerse en silencio por lo que si llevas niños debes explicarles muy bien la importancia de guardar silencio y ser muy respetuosos de las reglas y del entorno. Tampoco pienses que harás un picnic pues no se permite ni beber ni comer durante el recorrido.

¿Parecen muchas restricciones? En realidad, es para conservar este maravilloso espectáculo natural así que te aseguro que valdrá la pena ¡Felices Viajes!

 

 

 

 

 

 

 

 

Lectura 3 - 5 minutos

En esta época del año, donde todos están organizando sus vacaciones, aquellos que tienen mascotas deben preocuparse por su bienestar. Si no llevarás a tu peludo contigo, lee el siguiente artículo donde ofrecemos algunos tips para dejar nuestro perro cuando nos vamos de viaje.

¿Cómo dejar nuestro perro en las vacaciones? Esta es una pregunta muy habitual en los dueños de mascotas, porque obviamente quieren lo mejor para ellos. Si no puedes o no deseas llevarle contigo en tus próximas vacaciones, puedes optar por las siguientes alternativas:

  1. Dejar nuestro perro en casa y que alguien se ocupe de él

Se recomienda esta opción cuando los perros son muy sensibles o miedosos y sufren mucho los cambios de ambiente. Es fundamental elegir a alguien de confianza para que se encargue de sus cuidados. Confía en gente como, por ejemplo, un familiar, un amigo o un vecino. Sus tareas serán tan simples como ir todos los días para darle de comer, pasearle y ponerle agua limpia. También es importante que se quede un rato con la mascota jugando o haciéndole mimos para que no se sienta solo y se deprima (algo muy habitual en perros sensibles). De preferencia esta opción es ideal si alguien puede ir a tu casa a cuidarle y que además no lleve a otros animales para no perturbarle.

  1. Dejar a alguien encargado de la casa

Si no tienes a nadie cercano que pueda hacerse cargo del animal, entonces deberás contratar a un cuidador particular. Por supuesto que, en ese caso, ya tendría que ser un paseador que conozca y con el cual tengas la suficiente confianza como para darle las llaves de tu casa. O quizás te convenga dejar a una persona continuamente en el hogar como si fuese un casero (que además de encargarse del perro, te regará las plantas, limpiará un poco y evitará que el lugar quede solo por varios días). Nuevamente lo ideal es que sea una persona a quien el perro conozca y cuya presencia en casa le resulte familiar. También puedes llegar a un acuerdo con tu roomie o con algún amigo muy cercano.

  1. Dejarlo en casa de alguien conocido

Si las vacaciones son extensas (por ejemplo, un mes o más), o si bien tus seres queridos no pueden ir hasta tu casa para cuidar al animal, te recomendamos que los dejes en su vivienda. Quizás ellos tengan otros perros que le puedan hacer compañía al tuyo. Siempre y cuando se lleven bien y no generen problemas. Esto último es muy importante porque tristemente, en mi familia acaba de ocurrir una tragedia por una pelea entre los perros y la de mi familiar resultó con una lesión trágica y la perdimos.

Esta opción es adecuada para los animales que son muy apegados a sus dueños, o a las personas en general. Si sufre demasiado por la separación con su propietario, deberás pensar en esta alternativa. La mejor manera de que se acostumbre es llevarle poco a poco a la que será su casa durante tu ausencia. Por ejemplo, un día contigo, otro día dejarle e ir a buscarle a la noche, luego que duerma allí sin tu presencia, etc.

  1. Dejarlo en una guardería canina

Es la opción ideal para los canes que son muy activos (por ejemplo, los cachorros), o aquellos que se llevan perfecto con otros animales. Los hoteles o guarderías para perros tienen todas las comodidades necesarias. Algunos, incluso cuentan con servicios adicionales como piscina o entrenamiento físico. Debes tener en cuenta que no son muy económicos.

En todo caso, debes estar seguro de que tratan bien a los animales. Confirma que los encargados te envíen fotos o mensajes diarios para avisarte del estado del animal. Puedes llevarle un día o dos antes de irte de vacaciones y analizar cómo se siente.

El mejor lugar para dejar a tu perro cuando te vas de vacaciones depende de las características del animal pero sea cual sea la alternativa que escojas, estos consejos pueden serte útiles para mejorar su estado de ánimo y reducir su estrés

Consejos para mejorar las vacaciones del perro

Podemos considerar que ellos también se toman vacaciones, ya sea de nosotros (si se quedan en casa), o de su ambiente (si van a otro hogar o a una guardería). Entre los principales consejos que pueden mejorar su experiencia cuando no estés destacamos:

  • Que no quede aislado

Recuerda que se trata de una mascota sociable y que necesita estar en contacto con otros seres (humanos o animales). Elige bien a la persona encargada de su cuidado, ya que no es sólo darle de comer o limpiar sus heces.

  • Deja una prenda tuya

Puedes darle cualquier cosa que usas habitualmente y que tiene tu olor para que no se sienta abandonado por ti.

  • Que tenga contacto con sus cosas

Su cama, sus juguetes, su comedero… Todo aquello que forma parte del día a día de la mascota es fundamental para que no se sienta triste.

Disfruta tus vacaciones este verano sin preocuparte por el bienestar de tu lomito adorado y ¡felices viajes!

 

 

 

 

 

 

Lectura 2 - 4 minutos

Hace 14 años yo viví en uno de los lugares más bonitos y menos aprovechados en materia turística de todo el estado de Morelos: Huitzilac. Y es que resulta que aunque tiene un lugar tan espectacular como las Lagunas de Zempoala, zonas hermosas de bosque perfectas para largas caminatas y paseos, la gente ha vivido por varias generaciones de explotar irracionalmente el bosque.

Vender las tierras, talar los árboles, matar el ecosistema. Es lo único que parece ser una actividad económica rentable para los habitantes de este municipio. Sin embargo, hoy en día el planeta nos reclama y ha llegado la hora de que los turistas lleguen ahí, pero no para depredar sino para regenerar el bosque.

El desarrollo regenerativo surge de la frustración originada por el hecho de que el movimiento para un futuro más sostenible no está funcionando, ya que no se han ido dando los resultados esperados.

La sostenibilidad pretende “sostener”, es decir, mantener las cosas tal y como están, o no permitir que se empeoren, para futuras generaciones. Sin embargo, la actividad humana está poniendo tal presión en las funciones naturales de la tierra, que la habilidad de los ecosistemas para poder sostener a generaciones futuras, se está perdiendo. 

Si bien es cierto que el concepto de sostenibilidad ha ido evolucionando con los años, este paradigma sigue poniendo a los humanos fuera o incluso en oposición a la naturaleza, con un enfoque reduccionista que trata de resolver los problemas dentro del mismo marco desde donde se crearon. La sostenibilidad se ha centrado en la minimización del daño y el uso más eficiente de los recursos, pero aunque esto desacelera la degradación, no constituye un cambio de rumbo.

Es imperativo tomar un enfoque distinto a este asunto, un enfoque que provoque un cambio en valores. Justo ahí es donde entra la necesidad de que personas con nuevas ideas enfocadas a la regeneración lleguen a innovar en conceptos que otorguen no sólo esparcimiento o descanso en medio del bosque, sino la oportunidad de aprender a reconectarse con la naturaleza a partir de actividades de regeneración del suelo, de reactivación de la vida comunitaria con un enfoque más que de conservación, de regeneración del medio ambiente-

 

Desarrollo y diseño regenerativo

El desarrollo y diseño regenerativo no es una tendencia nueva. Ya en los años 90, el urbanista británico Ebenzer Howard, después Lewis Mumford y seguido de Patrick Geddes, manifestaron su entendimiento de las ciudades como organismos vivos. Mientras que el arquitecto paisajista John Tillman Lyle, durante el mismo periodo, también hablaba del diseño regenerativo como un proceso dinámico de participación, retroalimentación y cambio constante en el tiempo que no se aplica a proyectos aislados, sino a destinos enteros y paisajes, admitiendo que el diseño regenerativo reconecta el ambientalismo con una dimensión socio-política.

 

Turismo regenerativo y la evolución del turismo sostenible 

El turismo regenerativo no es sencillamente compensar el daño causado; tampoco es solamente crear una experiencia vivencial para el visitante. El turismo regenerativo no rechaza, sino abraza al turismo sostenible y lo mejora desde el núcleo, desde un cambio total de valores.

El cambio climático y la crisis mundial nos lo está diciendo a gritos. Hay que volver a las raíces y trabajar con la tierra, reconectarnos y escuchar.

Partiendo de esta base, a partir de una planificación integral y evolutiva, la experiencia final debe ser transformadora para el visitante y debe crearse de forma que se establezca una capacidad de carga estricta para asegurar la calidad y limitar los impactos; crear una conexión del viajero con el lugar para que se sumerja en el ambiente natural y cultural y generando un cambio profundo en la persona.

Este trabajo profundo llevado a un sector tan importante, puede realizar una transformación muy beneficiosa para todos, incluyendo a los visitantes, las comunidades receptoras, los emprendedores, empresas y por supuesto, el lugar. Ya es tarde para reducir o mantener. El cambio climático y la crisis mundial nos lo está diciendo a gritos. Hay que volver a las raíces y trabajar con la tierra, reconectarnos y escuchar.

 

 

 

 

 

Lectura 4 - 7 minutos

Muchos de los que hoy somos viajeros recordamos como una de nuestras primeras experiencias de viaje aquellos campamentos de verano a los que nuestros padres se aventuraron a enviarnos. Y es que, una de las principales preocupaciones de los padres es saber cuál es la mejor opción para que los hijos disfruten durante las vacaciones escolares. Para algunos padres es un periodo para que los niños jueguen y se diviertan; para otros, una oportunidad para que perfeccionen sus estudios o aprendan nuevas habilidades.

Según los expertos, existe un único destino que permite que los niños jueguen fuera mientras desarrollan nuevas habilidades para toda la vida, y éste se llama campamento. Y en este sentido, los beneficios de los campamentos de verano son muchos.

El director de la Red de Investigación de Comunidades Saludables de la Universidad de Waterloo en Reino Unido, Troy Glover considera que los beneficios son muchos. Desde lecciones de vida más allá del aula, el valor del tiempo de juego, el trabajo en equipo, aprender a apreciar la naturaleza, hasta el desarrollo de la confianza y de las habilidades de liderazgo. “Los cambios tan sustanciales que se producen en el crecimiento personal de los niños dicen mucho acerca de la experiencia de los campamentos de verano”, afirma Troy Glover.

 

Beneficios de los campamentos

Los beneficios de los campamentos de verano son muy amplios. Los niños tienen la oportunidad de convivir con niños de su edad y de disfrutar de momentos inolvidables. Porque el aprendizaje emocional y educacional de esta experiencia repercutirá de forma muy positiva en su crecimiento y desarrollo personal. Aquí os contamos algunos de los principales beneficios de los campamentos, según la Universidad de Waterloo:

 

  1. Amistades y habilidades sociales

El campamento proporciona el entorno ideal para que los niños y niñas asuman riesgos sociales. Obviamente, al principio, entrar en un mundo social desconocido puede resultar aterrador. Pasado el periodo de adaptación aprenden a tratar con gente nueva desarrollando sus habilidades sociales, explorando su independencia y mejorando su autoestima.

Stephen Fine, director de investigación de la Asociación de Campamentos de Ontario, Canadá, asegura que: “el trabajo en equipo, la cooperación y la negociación son inherentes a la experiencia del campamento. Aumentan los niveles de confianza de los niños y su capacidad de enfrentarse a situaciones sociales. Aprenden a tomar sus propias decisiones sin la ayuda de sus padres”.

 

  1. Resiliencia y confianza

Otro de los beneficios de los campamentos se encuentra en el área de la inteligencia emocional. Esta competencia implica acciones como reconocer, comprender y controlar las emociones. Los niños aprenden a relacionarse, a interactuar con otras personas de manera positiva, a empatizar, y a conectarse con los demás.

“La experiencia ayuda a desarrollar la inteligencia emocional de los niños y su capacidad de empatía”, dice Troy Glover. En su opinión, los campamentos alientan a los jóvenes a salir de su zona de confort a través de sus actividades. También “les enseña a enfrentarse al fracaso, a conocer sus limitaciones y descubrir áreas en las que pueden mejorar”.

La diversidad de actividades de los campamentos permite a cada niño su oportunidad de tener éxito, ya que los retos se enfocan como desafíos que puedan superar.

 

  1. Centrarse en el plano físico

Es complicado competir por la atención de los niños con la diversidad de dispositivos, aplicaciones y redes sociales que tienen a su alcance. Un estudio reciente de Statistics Canadá descubrió que sólo el 7% de los jóvenes de entre 6 y 19 años realizan el tiempo recomendado de ejercicio físico que necesitan.

Muchos campamentos, además de prohibir el uso de productos electrónicos, proporcionan una rutina diaria que implica levantarse temprano, hacer actividad física, tener comidas regulares y permanecer largos períodos al aire libre.

En los campamentos, el ejercicio físico está presente y disfrazado de diversión. Los niños aprenden lo que les hace sentir bien y contribuye a su bienestar. Los juegos y las diferentes actividades les permiten adoptar un estilo de vida saludable casi sin darse cuenta.

 

  1. Déficit de naturaleza

A diferencia de otras generaciones, el vínculo con la naturaleza está ausente en la vida de muchos niños. “Pueden ser conscientes de los problemas ambientales, pero rara vez se aventuran a experimentar el mundo natural”, dice Richard Louv autor del libro, El último niño en el bosque.

“Incluso los campamentos urbanos suelen tener una parte exterior”, dice Glover. Los niños necesitan la naturaleza para el desarrollo saludable de sus sentidos, para el aprendizaje y la creatividad. Una razón más para conectarse con aventuras al aire libre y alejados de las pantallas.

 

  1. Valores de liderazgo

La confianza, la creatividad en la toma de decisiones y la comprensión del trabajo en equipo son algunas de las cualidades que comparten muchos líderes. Se necesita práctica para convertirse en un buen líder.

 

Moira MacDougall, directora de estrategias para jóvenes en el YMCA de Toronto, explica cómo en un campamento “a menudo tienes que confiar en tus compañeros de equipo para completar una actividad”. Se forma un vínculo dentro del grupo “y en ese proceso lo que esperas es que el joven aprenda a tener voz en el equipo, o a ser persuasivo”.

“Los niños no van al campamento para ser más conscientes de sí mismos o ser mejores líderes; van porque es divertido. Los resultados positivos son el resultado”, matiza Troy Glover. “Aprenden que todos tenemos un papel que representar para contribuir a una sociedad mejor”.

 

  1. Continuar educando

“No solo cuenta el aprendizaje cognitivo, también el aprendizaje emocional”, dice Tom Potter, profesor asociado de la Universidad de Lakehead en Thunder Bay, Ontario. Aprender es más que libros de texto y exámenes.

Los comentarios guían a los niños en el desempeño de las actividades. “Si van en canoa y lo están haciendo bien se les dice que van en la dirección correcta. Y si la canoa vuelca no pasa nada, todo es parte del juego y del aprendizaje”, afirma Potter. “Los niños estarán tan ocupados divirtiéndose que ni siquiera notarán que están aprendiendo”.

 

  1. Juego libre y activo

Muchos niños hoy en día no disfrutan lo suficiente del juego no estructurado. “El tiempo que los jóvenes pasan en la escuela, en casa o viendo la televisión ha aumentado, y el tiempo de juego activo ha disminuido”, dice Michelle Brownrigg, directora ejecutiva de Active Healthy Kids Canada.

El campamento ofrece a los niños el tiempo de juego que necesitan y fomenta la creatividad y el compromiso social. “Lo que es realmente único es la oportunidad para que los niños exploren actividades creativas sin estar tan dirigidos por los adultos”, afirma Brownrigg.

 

Así que, si está en sus posibilidades regalarle a sus hijos e hijas un viaje a un campamento de Verano, ya sea a Canadá, Estados Unidos o Europa, además de aprender otro idioma y conocer gente de otras nacionalidades, también seguro, les estarán regalando un nuevo par de alas… para dejarlos volar cuando sea el momento.

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 02 Junio 2019 05:42

Las razones más importantes para viajar

Lectura 3 - 6 minutos

¿A quién no le gusta viajar? Comprar los pasajes, hacer las maletas, planificar recorridos y luego lanzarse a la aventura son actividades del agrado de casi todo el mundo. Y, a diferencia de tantas otras cosas que proporcionan placer, viajar no solo carece de contraindicaciones, sino que tiene muchos y variados beneficios para la salud. Así lo han comprobado diversos estudios científicos, tal como se resume a continuación.

 

  1. Menos estrés y mayor bienestar emocional

La reducción del estrés parece el más evidente de los beneficios de viajar. Aunque sea una salida breve y a un destino no muy lejano, dejar atrás la rutina y el ritmo frenético de la vida en la ciudad permite desconectar, dejar atrás las angustias y disfrutar del presente. Pero atención: la actitud es importante, porque también existe el llamado "estrés vacacional", un estado de tensión ocasionado por los preparativos del viaje, las inseguridades y dificultades que este pueda deparar, la sensación de que el tiempo no será suficiente para hacer en el destino todo "lo que hay que hacer", etc.

Así, el remedio puede ser peor que la enfermedad. Muchos estudios refrendan estos datos, como uno realizado por investigadores de Arizona, Estados Unidos, según cuyas conclusiones las mujeres que se toman más vacaciones son menos proclives a estar tensas, cansadas o deprimidas e incluso están más satisfechas en su matrimonio. Es decir, tienen mayor calidad de vida.

 

  1. El cerebro se sentirá agradecido

Hasta hace tiempo se creía que el cerebro, a partir de la edad adulta, ya no se modificaba. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que no es así: las neuronas pueden crear nuevas conexiones, e incluso se pueden formar nuevas neuronas, a lo largo de toda la vida. Hay tres elementos claves para estimular nuestro cerebro: enfrentarlo a la novedad, la variedad y el desafío. Viajar cumple con los tres.

Situaciones tan simples como la necesidad de adaptarse a nuevas sensaciones, paisajes, sonidos, aromas, etc., hacer un mapa mental del lugar en que se está o tener que comunicarse en otro idioma estimulan el cerebro y lo vuelven más plástico y más creativo. Viajar requiere, principalmente, aprender y memorizar todo lo extraño hasta que todo resulte normal y conocido. Esto es un desafío para tu cerebro y es como un entrenamiento acelerado, estos beneficios alcanzan incluso a personas que ya presentan una enfermedad neurológica.

 

  1. Un corazón más fuerte y sano

Un estudio realizado en Estados Unidos determinó que viajar reduce el riesgo de padecer infarto de miocardio, sobre todo para las personas mayores. Las estadísticas indican que en los hombres que viajan con frecuencia las probabilidades de sufrir un ataque al corazón son un 21% más bajas. "Las vacaciones pueden ser buenas para su salud", recomiendan las conclusiones de este trabajo.

Por su parte, una investigación efectuada por científicos de la Universidad de Jyväskylän, Finlandia, también halló una relación entre la movilidad corporal, originada por la "actividad social colectiva" que se da en los viajes, y un menor riesgo de mortalidad. Si bien los trabajos en este sentido se refieren en general a personas mayores, es claro que la actividad física derivada de los viajes es beneficiosa para cualquier persona, sobre todo para aquellas que llevan una rutina cotidiana muy sedentaria.

 

  1. Autoestima sólida

Todo viaje representa una suma de desafíos: desplazarse, habituarse a un sitio desconocido, relacionarse con su gente. Y cuanto más lejano es el destino, mayor el reto, ya que implica entrar en contacto con costumbres exóticas, idiomas desconocidos e, inevitablemente, problemas de diversa índole. Buscar los recursos para resolverlos y poder salir adelante potencia la autoestima como pocas otras cosas pueden hacerlo.

El viaje, además, es una fuente de futuros recuerdos y anécdotas que contar, por no hablar de las posibilidades que brindan en este sentido las redes sociales. Como escribió George Eliot, seudónimo de la escritora británica del siglo XIX Mary Anne Evans, "nuestras andanzas viajan con nosotras y nosotros desde lejos, y lo que hemos sido nos hace lo que somos". Todo esto también contribuye con reforzar la confianza en uno mismo.

 

  1. Mayor amplitud para afrontar los problemas

En su libro Go Away Just For The Health of It (algo así como "Vete lejos solo por lo saludable que es"), publicado en el año 2000, el prestigioso médico canadiense Mel Borins escribió: "Irse lejos contribuye a alejarse de las partes estresantes de la vida. Puede ayudar a mejorar tus perspectivas, a brindar nuevos puntos de vista y permite desarrollar nuevas estrategias de para afrontar los problemas".

De eso se trata: cuando uno conoce otras realidades, toma distancia de su propia vida y puede ver los propios problemas en su verdadera dimensión. A menudo, después de un viaje muchas personas valoran mucho más lo que tienen y dejan de quejarse (o lo hacen menos) por lo que les falta, lo cual les conduce, también, a un mayor bienestar emocional. Y además, para citar a otro clásico del XIX, Gustave Flaubert: "viajar te hace una persona modesta, porque te hace ver el pequeño lugar que ocupas en el mundo".

 

  1. Viajar te hace feliz

El psicólogo Thomas Gilovich, catedrático de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, tiene desde hace años un objeto de estudio: la felicidad. A partir de sus estudios, ha llegado a un conclusión que, de todas formas, mucha gente sabe o intuye: viajar proporciona mayor felicidad que comprar cosas. La razón consiste en que los recuerdos almacenados, la suma de las experiencias, brindan un placer y un bienestar de largo plazo, mucho más tiempo de lo que dura la satisfacción que se siente al comprar algo.

Más aún, no solo el viaje se disfruta más que los bienes materiales, sino que la anticipación de las experiencias que se han de vivir durante el viaje genera una sensación de felicidad mayor que la anticipación de comprar objetos. En palabras de Gilovich, las experiencias mejoran las relaciones sociales, se valoran más en sí mismas y menos en comparación con las de otras personas, y forman parte de la propia identidad de quien las vive.

Así que no esperes más, ¿a dónde será tu próximo viaje?

 

 

 

 

Domingo, 26 Mayo 2019 05:17

¡Ya viene el verano!

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Las vacaciones se acercan y la mayoría de las familias están ya haciendo sus números. Cualquier desplazamiento, por próximo que sea, comporta un gasto extra, así que es necesario analizar a fondo las distintas opciones. Si no tenemos problemas de presupuesto, las posibilidades son infinitas, pero si vamos justos de dinero, habrá que detenerse a pensar.

Pero el hecho de no disponer de un presupuesto enorme no necesariamente significa tener que renunciar al ocio. Se puede ir de vacaciones gastando poco; solo es cuestión de ganas y de seguir algunos consejos.

 

ELEGIR HOSPEDAJE A BUEN PRECIO

El mayor gasto de las vacaciones viene derivado del alojamiento, pero hay opciones económicas si se saben aprovechar las ofertas. Y ahora es buen momento para reservar. Y no estamos hablando de destinos poco atrayentes: en algunas páginas de reservas en línea hay ofertas de hasta un 70% de descuento en destinos como Puerto Vallarta, Cancún o Playa del Carmen.

Para optar a este tipo de descuentos hay que darse prisa. Las promociones no duran demasiado, así que es preciso estar atentos y aprovechar la ocasión. Como ocurre con los viajes en avión, cuanto antes reserven, mejor.

 

CÓDIGOS DESCUENTO Y PAGOS CON TARJETA

El descuento directo sobre la tarifa de un hotel es una forma de ahorro, pero hay otras estrategias comerciales que también permiten reducir el precio de los alojamientos. Nos referimos a los códigos descuento. En Bestday, por ejemplo, se ofrecen cupones descuento de hasta 500 pesos para compras online. Eso sí, el paquete contratado ha de tener un valor superior a 14.000 pesos. El descuento se aplica en compras de solo hotel, paquete hotel más avión y tours.

Otra forma de viajar sin desprenderse de demasiado capital es optar por los pagos aplazados. Las agencias tienen acuerdos de colaboración con numerosas entidades, que permiten abonar los pagos sin intereses en plazos de hasta 18 meses. Es una fórmula de financiación que vale la pena tener en cuenta. Lo único que hay que pensar es que se adquiere un compromiso de devolución. En eso, hay que ser muy responsable: si no hay posibilidad de abonar las cantidades adeudadas, es mejor descartar el proyecto.

 

¿RENTAS VACACIONALES?

Para los que prefieran estar como en casa, la opción más recomendable es rentar de forma temporal una casa o departamento, como en Airbnb o Booking.com. De entrada, los precios pueden resultar más caros que un hotel, pero en realidad no lo son tanto. El hecho de disponer de un departamento permite ahorrar en comidas. Además, comer siempre fuera de casa puede resultar pesado, sobre todo para las familias con niños. Los pequeños tienen muchas veces necesidades nutricionales especiales, que se afrontan con mayor comodidad haciendo la comida en casa.

Las rentas vacacionales también tienen otra ventaja, y es la libertad de horarios. Por eso también se han puesto de moda entre parejas jóvenes, que no quieren estar sujetas a condicionamientos de ningún tipo (horarios de comidas y cenas, limpieza de habitaciones, etc.).

 

AHORRAR EN COMPRAS

Los destinos muy turísticos están rodeados de una inmensa oferta comercial. Hay establecimientos para todos los gustos, pero desde el punto de vista del ahorro, no son los más recomendables. Cualquier producto adquirido en una zona turística va a costar mucho más que en un comercio para la gente local. Por eso es importante localizar los supermercados más populares entre la población autóctona. Aunque tengamos que caminar un poco más, nuestro bolsillo lo agradecerá.

Este consejo es aplicable a cualquier tipo de producto, ya sea alimentación, regalos, ropa o complementos. En la medida de lo posible, hay que huir de las tiendas en zonas turísticas y buscar siempre los establecimientos a los que van a comprar los lugareños.

 

PACKS DE TRANSPORTES + MUSEOS

En determinados destinos vacacionales, el transporte puede llevarse una parte importante del presupuesto. Y no hablamos tan solo de billetes de avión, sino de los transportes urbanos. En ciudades como Londres, por ejemplo, el metro y autobús son carísimos, incluso para los bolsillos de los visitantes europeos. Por eso hay que buscar alguna tarjeta de transporte que permita realizar diversos trayectos con un precio rebajado.

En las grandes ciudades, algunas tarjetas de transporte suelen incluir también descuentos en las entradas a museos. Es importante estudiar muy bien los días que vamos a estar en un destino y los museos que más nos interesa visitar. Si la oferta museística incluida en el pack no es de nuestro agrado, es mejor optar por otro tipo de tarjeta.

 

BUSCAR FOROS DE VIAJES

A la hora de planificar un viaje, internet puede resultarnos de una gran ayuda. Los foros de viajeros aportan una información muy valiosa sobre rutas, e incluyen referencias certeras sobre lugares donde comer o comprar barato. Es muy recomendable visitar estas páginas antes de salir y buscar las entradas más actualizadas, porque siempre se van añadiendo nuevos establecimientos.

 

 

 

 

 

 

 

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El cambio climático es una evidencia, y esta semana hemos visto cómo el fuego ha arrasado con los bosques y generado graves contingencias ambientales. Por eso es importante reiterar que los incendios pueden prevenirse porque si queremos seguir disfrutando estos paseos por la naturaleza, es nuestra responsabilidad cuidarla.

El fuego es implacable y no va a esperar a decisiones gubernamentales ni tiene pensado tomarse vacaciones así que si practicas senderismo, montañismo, ciclismo o cualquier otro deporte vinculado a los bosques, esto seguro te interesa.

Lo primero es enfocarnos en prevenir. Cuando vayamos a la montaña, tanto para hacer senderismo, trekking, montañismo, acampada o simplemente a pasar el día, observa estas recomendaciones generales:

  1. No tirar colillas y cerillos, es más, no las dejes en el monte ni apagadas. Lo mejor sería que no fumases en ambientes de vegetación seca, pero si las ganas son demasiadas, al menos no dejes tu colilla y llévatela contigo, es la mejor garantía de que esté apagada (existen ceniceros portátiles que te pueden ser muy útiles). Además, las colillas tarde o temprano se moverán con la lluvia o viento y terminarán en los ríos, contaminando el agua. Por favor, si puedes mejor evita fumar.
  2. Di No a los fuegos artificiales. Nada de artefactos pirotécnicos, ni tampoco globos de aire caliente. Sí se ven muy bonitos cuando se elevan pero todo lo que sube baja y… provocará incendios.
  3. Sólo haz fuego en zonas habilitadas para ello. Algunos parques naturales tienen asadores o zonas delimitadas para fogatas. Por favor úsalas. Cuando se haya decretado un periodo de prohibición, está totalmente prohibido hacer cualquier tipo de fuego (esto incluye también a esos asadores). Nuestro consejo: NO hagas nunca fuego, llévate la comida cocinada de casa y disfruta del día sin tener que cocinar ¡picnic pues! Ahora que si de plano lo tuyo es la carnita asada porque vienes del norte, pues apaga siempre todos los restos de carbón o leña, para asegurarte de que el fuego y la brasa han quedado completamente extinguidos. Ten a mano agua en abundancia para poder atajar cualquier pequeño contratiempo.
  4. Con o sin temporada de incendios, por favor llévate siempre la basura que hayas generado y deposítala en un contenedor urbano, o mejor aun… ¡no generes basura! Ten esto especialmente presente para los envases de vidrio y las latas, pues pueden provocar incendios.
  5. Nunca enciendas una hoguera por la noche para iluminarte; recuerda que hacer fuego fuera de las áreas habilitadas para ello está prohibido. Las linternas a pilas o batería son estupendas, y los frontales de led dan una luz excepcional.
  6. Cuidado con la vegetación seca. Los elementos que produzcan luz o calor por medio de combustibles inflamables han de apoyarse en una zona libre de vegetación, y si vamos a perderlos de vista debemos apagarlos.

Al margen de estas precauciones deberemos ser especialmente cuidadosos con los vehículos con los que nos desplazamos hasta la zona por donde tenemos pensado caminar:

Si no existe una zona delimitada procura no estacionarte sobre vegetación seca o muerta. La alta temperatura de determinados elementos del vehículo puede iniciar un fuego.

Los caminos y las pistas forestales facilitan el acceso a los medios de extinción y otros vehículos de emergencias. Estaciónate sin interrumpir y no dificultes el paso de otros vehículos.

Deja tu coche siempre en posición de alerta, es decir, en dirección de salida. Si tuvieras que dejar el lugar rápidamente porque comience un incendio, todo será más fácil.

Al mínimo indicio de fuego, avisa. Vale más un aviso de falsa alarma que haber ignorado una señal y que luego el fuego sea incontrolable con las terribles consecuencias que ya conocemos.

Mantén la calma. Evita salir en estampida. Llama al número de emergencias y avisa de la situación siendo lo más preciso posible con respecto a tu posición y a la del fuego, sé también preciso en el número de personas que te acompañan en ese momento, no olvides que lo primero es la vida de las personas.

Permanece en grupo. Hay que evitar que el pánico se apodere y que cada uno salga corriendo en una dirección distinta, esto complicaría mucho las labores de rescate.

Evita salir corriendo hacia zonas sin escape. No huyas precipitadamente. Si la situación ya es complicada de por sí, si emprendes una huida a ciegas puede ser que te lesiones; un esguince o una torcedura en ese momento es lo que menos te conviene. Analiza tu posición con respecto al incendio, y trata de alejarte de él de manera perpendicular y en dirección contraria al viento. Lleva una batería de repuesto para tu móvil cargada al 100… créeme que esté activo el GPS te ayudará en caso necesario.

En tu huida no pases por zonas de matorral, son altamente combustibles y el fuego avanza muy rápido en ese medio. No huyas ascendiendo una colina con el fuego a tus espaldas. El fuego se propaga muy rápido, ten por seguro que llegará antes que tú a la cima y te alcanzará.

Permanecer en barrancas es otra de las cosas que debes evitar. La propagación del fuego en estas zonas es rapidísima. Si te ves rodeado por el fuego, mantén la calma, busca la zona más despejada de vegetación, trata de protegerte tras una roca, cubre tu cuerpo y la cabeza con una prenda. Moja un pañuelo de tela o una camiseta y respira a través de ella haciendo inspiraciones poco profundas y lentas, tomando el aire cerca de tierra y evitando inhalar el humo espeso.

No busques refugio en cuevas o pozos, el oxígeno puede terminarse rápidamente. Si estas cerca del mar o de un río, acércate al agua, y si es necesario métete dentro. No atravieses el fuego, y mucho menos si no eres capaz de ver lo que hay tras él.

Si estás circulando con el coche y no puedes continuar, detente en un lugar protegido, cierra las puertas y ventanas, para la ventilación del coche y enciende las luces de cruce y las de emergencia para que te puedan localizar a través del humo.

Este artículo no busca que entres en pánico, sino que sepas qué hacer si te ves envuelto en un incendio. No lo olvides, la lucha contra el fuego es labor de todos.

 

 

 

 

 

 

 

 

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Hace aproximadamente 15 años yo vivía en Jiutepec y estaba francamente harta del clima caliente de esa zona de Morelos. Un día, en uno de los muchos arrebatos que han caracterizado mi nada convencional estilo de vida, tomé mi coche y me enfilé a la carretera vieja, con rumbo a Tres Marías, para ser exactos, a Los Columpios. Me gustaba mucho ir a ese lugar a pensar y escribir en medio del bosque, claro hace 15 años era un lugar seguro, o al menos yo me sentía segura ahí.

Poco tiempo después contacté a una inmobiliaria que se especializaba en conseguir propiedades en renta y/o venta en las zonas boscosas y frescas de los alrededores de Cuernavaca. En unas cuantas semanas yo había cerrado trato con ellos y planeaba mi mudanza a una casa en medio del bosque, en un lindo fraccionamiento pleno de paz y tranquilidad llamado San José de la Montaña.

No puedo negar que ahí fui muy feliz. Por primera vez tenía espacio para que mi perrita corriera libre, pero también sufrí mi falta de experiencia y de conexión con la naturaleza. Por ejemplo nunca hice nada productivo con el precioso jardín de 300 metros que tenía. Tampoco se me ocurrió captar el agua de lluvia, y ¡vaya que caía agua!, en cambio pagaba un dineral de pipas y leña. Nada, que mi vida en el bosque era linda pero nada sustentable.

Hoy, en pleno 2019 y a mis 44 años de edad estoy pensando en comenzar a prepararme para un retiro temprano. Quiero retirarme como máximo a los 60, aunque lo ideal sería hacerlo a los 55, para poder dedicarme a lo que más me gusta: el turismo sustentable y de impacto social.

Comencé a buscar entonces una propiedad para comprar, no muy cara, y que pueda ser adaptada al estilo de vida sustentable que anhelo, además también estoy empezando a aprender sobre alimentación sustentable y autosuficiente.

Construir o adaptar una casa ecológica y autosuficiente debería ser hoy en día algo que se da por supuesto antes de plantear la construcción de una casa, sin embargo, la construcción autosuficiente aún se considera una inversión cara e inalcanzable.

Si bien construir una casa ecológica y autosuficiente es más caro inicialmente que construir una casa convencional, la realidad es que la inversión inicial se amortiza en un periodo de entre 5 y 10 años ya que el ahorro que conseguimos en una casa desconectada de cualquier suministro es tal que el sobrecoste de construcción extremadamente rápido de amortizar.

El secreto de construir una casa ecológica y autosuficiente es el de reducir consumo antes de generar energía. Esto parece muy obvio, pero es la parte más difícil. Por ejemplo, si queremos reducir el consumo de calefacción (algo muy importante en una zona boscosa y fría) no se trata de pasar frio sino de conseguir calentar la casa mediante el diseño de arquitectura bioclimática que capta la luz solar y almacena el calor en el interior. Por ejemplo, en mi antigua casa de bosque, la de hace 15 años, los que la construyeron jamás pensaron en eso y era absolutamente fría y húmeda. Tache para ellos.

Una vez que tenemos una casa caliente es muy fácil generar la poca energía que nos falta para hacer funcionar la calefacción los días de más frio, o para consumir menos leña si pensamos en que las casas en la zona de Huitzilac suelen tener chimenea.

Como vemos el secreto se haya en aprovechar al máximo los recursos que nos ofrece el entorno en que nos encontramos. Siendo así, si queremos tener un estilo de vida sostenible debemos preguntarnos ¿de qué recursos disponemos en nuestro terreno?

Así, en cualquier ubicación en la que nos encontremos, disponemos de tierra, agua (de lluvia o si tenemos suerte, de un pozo subterráneo), aire o viento y sol.

También podríamos tener árboles de los que obtener leña o biomasa. Pero si nos basamos en un terreno estándar de entre 500 a 1000 m², deberemos considerar que no tendremos madera suficiente a largo plazo para ser autosuficientes.

Así ¿cómo aprovechamos estos recursos para construir una casa ecológica y autosuficiente? Bueno pues podemos aprovechar la tierra del propio terreno. Si bien la tierra es el lugar donde construir una casa ecológica y autosuficiente, la realidad es que, bajo tierra, nuestro planeta almacena una enorme cantidad de energía en forma de calor.

De hecho, tan solo con bajar un par de metros de la superficie, la temperatura se mantiene estable alrededor de los 20 grados.

Esto lo sabían muy bien los habitantes de las zonas cálidas como Tunez o Turquia donde se construían tradicionalmente casas enterradas que protegían del calor en verano y del frio en invierno. Bien, ¿cómo aprovechamos nosotros hoy en día la energía subterránea de la tierra?

Lógicamente la tierra también es importante porque es el lugar donde podemos cultivar alimentos propios.

Es cierto que tener un huerto propio en casa requiere una dedicación durante la mayor parte del año, pero aquéllos que lo han llevado a cabo, destacan la increíble satisfacción de comer alimentos auto-cultivados.

Con la cantidad de pesticidas y químicos que contienen hoy en día los alimentos que ingerimos, siempre es recomendable comprar alimentos ecológicos, sin contaminantes que llegan a nuestro organismo y cultivar los propios alimentos es una forma de comer libre de tóxicos.

Por otro lado, no debemos olvidar que la tierra ha sido y todavía es un material de construcción. De hecho, en nuestro país, las casas tradicionales se han construido en piedra y tierra y ésta tiene un excelente funcionamiento climático.

Construir una casa de tierra, precisa unos muros de un elevado grosor y relativamente pocas aberturas, además es importante protegerlo de la acción directa del agua de lluvia. Por otro lado, se trata de un material con una excelente inercia térmica y que, además, actúa como aislamiento. Es una alternativa digna de pensarse.

El agua también es un elemento que nos ofrece el lugar y será importante pensar en ella a la hora de construir una casa ecológica y autosuficiente. El objetivo que tenemos respeto al agua es por supuesto, recoger toda la que podamos. La primera estrategia para conseguir agua es recoger agua de lluvia y esto puede lograrse a través de la cubierta de la casa de forma que el agua se dirige a un depósito donde después podamos tratarla, pero también existen ya sistemas muy amigables y de bajo costo, como el que ha diseñado Isla Urbana.

Debemos asegurar que podamos tener un depósito lo suficientemente grande para ir acumulando agua a lo largo de todo el año, puesto que podemos encontrarnos con temporadas de meses sin lluvia. Particularmente en la zona de Huitzilac, en el verano cae tanta agua que creo que sería casi suficiente.

Que el depósito sea grande no significa que deba quitarnos espacio de nuestra vivienda o jardín, ya que los depósitos de agua de lluvia para viviendas particulares se suelen construir en profundidad en una parte del terreno con el ancho justo para que pudiéramos bajar si hiciera falta.

A la hora de construir una casa ecológica y autosuficiente preveremos dos depósitos distintos. Uno que será con agua potable para nuestro consumo propio o para cocinar y otro de agua filtrada pero no potable para los electrodomésticos o simplemente para regar.

Si bien el agua de lluvia se puede beber directamente sin necesidad de filtrado, la realidad es que desde que recogemos el agua hasta que la consumimos pueden pasar días o incluso meses durante los cuáles ésta permanece almacenada en el tanque y por este motivo será necesario tratarla para evitar que la pueblen bacterias u otros organismos.

Sobre el agua para aseo personal, debemos entender que, si queremos autoabastecernos con agua de la lluvia, a no ser que vivamos en una zona tropical, no podemos tomar un baño diario puesto que no dispondríamos de suficiente agua para cubrir todo el año. ¿Me juzgarán muy mal si les digo que no sólo no me ducho diario, sino que además no me importa mucho y prefiero no desperdiciar tanta agua?

El agua que recogemos de la lluvia podemos utilizarla para ducharnos, para la lavadora y para lavar los platos. En estos casos no hace falta que el agua sea potable, aunque sí deberá pasar por filtros para eliminar impurezas que puedan haber.

El huerto es algo que también puede aprovechar el agua, sea de forma directa o indirecta. Por un lado, podemos regar el huerto con el agua que recogemos de lluvia, de hecho, el agua de lluvia para riego precisa menor tratamiento que el agua para consumo.

Además, siempre podemos reutilizar las aguas sanitarias que hemos utilizado para ducha o lavamanos y tras un proceso de filtrado biológico en el propio jardín en el que se eliminan restos orgánicos y jabón, reutilizarla para riego. Esto es muy adecuado, cuando disponemos de poca pluviometría en nuestra zona, pero no sería un problema en la zona de Huitzilac según recuerdo.

Un inodoro convencional necesita entre 3 y 6 litros de agua por descarga. Si hacemos un cálculo con la pluviometria de nuestro clima y el agua que necesitamos cada vez que tiramos de la cadena, veremos que los números no dan si queremos ser autosuficientes.

En este caso podríamos plantear el llamado baño seco. Se trata de un baño que no funciona con agua, sino que se sirve de la misma gravedad para conducir las deposiciones a un depósito para su compostaje. ¿Suena desagradable? Pues sí, pero no es sólo un hoyo en la tierra, no, ni una letrina. Hoy en día se ha avanzado mucho en el diseño de baños secos. Creo que podría vivir con eso.

También es posible obtener agua a partir del aire. Existen unos generadores de agua que son capaces de condensar el aire para conseguir agua, igual que pasa una noche fría cuando aparece el rocío.

En Eole Water por ejemplo, comercializan equipos que funcionan exclusivamente con energía solar y eólica condensando agua que se almacena en un depósito. Esto nos lleva a que si queremos construir una casa bioclimática hay que pensar en aprovechar el sol y ahí sí estoy en desventaja pues en las zonas boscosas el sol no entra igual que en las zonas tropicales, sin embargo de todos modos se puede.

La luz es fuente de vida que el sol nos aporta de forma directa y hay que aprovecharla al máximo. Es importante para nuestra casa aprovechar al máximo la luz del sol a través de patios y ventanas, todas las estancias deben recibir luz natural durante el día y será importante orientar las distintas habitaciones de acuerdo a su uso.

Además, el sol nos aporta calor que nos permite reducir el consumo en calefacción. En este sentido, en nuestro clima debemos tener cuidado para que este sol que nos calienta en verano no sea excesivo y necesitemos ventilación.

Reducir el consumo en sistemas de climatización dependerá en gran parte de como proyectemos la arquitectura en relación a la captación solar. Una buena orientación y una buena proporción de aperturas respeto la fachada serán claves para nuestra vivienda.

Trabajar la captación de energía directa a través de ventanas que se almacena en elementos de construcción con inercia térmica y un buen aislamiento que nos ayudará a mantener el calor generado. Por otro lado, de forma indirecta podemos obtener energía a través de paneles fotovoltaicos.

En este caso, hará falta almacenar toda la energía que obtenemos del sol en unas baterías de almacenamiento de electricidad para poder disponer de ella en horas con menos sol o por la noche.

Por otro lado, también existen los paneles solares térmicos que permiten calentar el agua, el agua caliente que se consigue se puede utilizar para calefacción o como agua caliente sanitaria, es decir, para los aseos o la cocina.

Pues sí… me espera mucho trabajo si quiero cumplir mi sueño no sólo de vivir en medio de un bosque, sino de hacerlo de manera autosustentable y minimizando mi impacto al mínimo. Por eso hay que poner manos a la obra pronto. Y ustedes, ¿dónde quisieran construir su casa de retiro?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 05 Mayo 2019 05:33

Redescubrir destinos

Lectura 3 - 5 minutos

No hay vida más difícil que la del viajero porque la satisfacción está lejos de llegar cuando uno pone palomita en un destino. Y es que resulta que los lugares, al estar poblados de gente, son dinámicos y evolucionan, por tanto, no importa cuántas veces vuelvas, siempre habrá algo nuevo por descubrir.

Eso entonces significa que siendo el mundo tan gigante y estando plenamente seguros de que la vida entera no nos va a alcanzar para pisar todos sus rincones hay decisiones importantes que tomar cada vez que organizamos un viaje. Y es que el criterio no puede ser solo si ya hemos estado ahí antes o si es un nuevo destino porque si tu visita fue hace mucho, tal vez al llegar encuentres todo distinto… o tal vez no.

Viajar es como estar echando constantemente monedas al aire y, al menos a mí, hoy en día en la mitad de mis cuarentas, me dan más ganas a veces de redescubrir destinos que de obsesionarme por poner más pines en mi mapa.

Joaquín Sabina dice en alguna de sus canciones, que “al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver” pero yo digo, ¿por qué no?

Esta mañana conversaba con mi sobrina, que lleva varios años viviendo fuera de México. Planeábamos juntas sus vacaciones de verano, que serán acá, en la buena patria. Aunque yo me la pasaba tratando de convencerla de visitar Chiapas, porque sigo convencida de que es el lugar más hermoso de todo México, lo cierto es que empezamos a hablar de la posibilidad de mejor cambiar ese plan por Oaxaca.

La primera vez que estuve ahí fue hace más de 22 años y fue prácticamente una luna de miel. Mi pareja conocía muy bien la ciudad y no la descubrimos juntos, más bien él fue mi guía. Creo que eso influyó en que nunca me apropié del destino. Sentí que la miré a través de sus ojos.

Volví a Oaxaca muchos años después, en 2012 y mi hijo se enfermó por tragón así que tampoco pude disfrutar realmente la ciudad. Siento que hicimos lo típico y que no teníamos ninguna conexión real con la ciudad.

Han pasado seis años y hace ya casi dos que soy host de experiencias gastronómicas en Ciudad de México. Hoy en día, la forma de viajar ha cambiado y ya casi nadie puede decir que conoció un lugar si no compartió momentos de experiencias con personas locales.

Al estar explorando las opciones y las múltiples experiencias de turismo de inmersión que hay hoy en día en Oaxaca me he dado cuenta de que vale la pena volver y redescubrir tan lindo destino.

Si hay algo famoso de Oaxaca es su comida. Los moles, las tlayudas y por supuesto, el chocolate son apenas alguna pequeña muestra de una de las gastronomías más interesantes de nuestro país. Pero en 2019 no basta con ir al mercado y comer o comprar ingredientes para llevar a casa. La tendencia hoy es compartir conocimiento, cocinar con las mujeres oaxaqueñas, aprender a moler el cacao, a tostar los chiles, a elegir los ingredientes con todos los sentidos.

Hace 22 años tampoco sabía apreciar el mezcal. Hoy lo respeto y disfruto. Antes mucha gente iba a las mezcalerías en Oaxaca a emborracharse. Hoy la idea es degustar, tener un guía, aprender de la bebida y su historia.

Además el mundo del hospedaje también se ha transformado. Ya no basta con ir a una posada tradicional cerca del centro, ahora puede uno elegir lo mismo un moderno bungalow diseñado por un gran arquitecto que un loft adaptado en lo que fuera una antigua calera. Hoy mientras menos ordinario sea, mejor será la experiencia.

Quien visita Oaxaca se lleva una visión de México distinta a la que ya conocía. Es una de las ciudades coloniales mexicanas más hermosas de todo el país. Es sinónimo de diversidad y unión, pueblos que conservan tradiciones ancestrales y bellezas naturales.

Su centro histórico es considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y obviamente sigue siendo una parada obligada para tomar un café en sus portales pero lo mejor de Oaxaca no lo vas a encontrar ahí, ni en sus zonas arqueológicas, museos o iglesias. Lo mejor de Oaxaca, de México y de cualquier lugar del mundo lo vas a encontrar en sus cocinas, sus calles, sus plazas y sus salas de estar… porque lo mejor es su gente y la experiencia de conocerla es lo que realmente te hará saber si conociste un destino o simplemente, hiciste check in en un punto más del mapa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 21 Abril 2019 05:09

Bronceado asesino

Lectura 5 - 9 minutos

Aunque muchos viajeros hoy ya es el día del regreso y las largas filas en la carretera para pagar el peaje, para otros tantos que decidieron salir en la semana de pascua, las vacaciones apenas van a comenzar.

No puedo entender cómo es que a tanta gente le guste abarrotar las playas en estos días cuando el calor es altísimo y los rayos del sol queman a todo lo que da, sin embargo, lo cierto es que nos siguen encantando las playas, con sus palmeras borrachas de sol, sus cocos con ginebra y sus hamacas para simplemente no hacer nada.

Pero ¿nos hemos preocupado qué tanto daño provoca este tipo de turismo masivo, invasivo y poco responsable en la vida de los ecosistemas marinos? La semana pasada leí en redes sociales un listado de las playas más contaminadas por materia fecal (sí… popó pues) en México y juro que  me dieron ganas de jamás volver a pararme en ninguna de ellas. Por supuesto están en los lugares más visitados: Acapulco y Cancún.

Y no, no necesariamente significa que los turistas hagan del baño dentro del mar (aunque no se descarta esa posibilidad), sino que la infraestructura es tan inapropiada que los desechos de las construcciones alrededor terminan siendo arronados al mar… sí así de asqueroso como se lee.

Pero bueno, pensarán todos, siempre hay lugares casi vírgenes y paradisiacos que no están en esa lista pero resulta que aunque uno sea uno de esos viajeros que se hace responsable de sus desechos, de su basura y de su impacto ambiental, probablemente tengamos años causando un daño irreversible con algo que usamos como “responsables” de nuestra propia salud: las cremas de protección solar.

Soy de esa generación de mamás que sabían que los niños simplemente no pueden ni asomar la cara a la calles (ya no digamos en la playa) sin estar embadurnados de bloqueador solar del más alto factor de protección. Somos la generación que teme al cáncer y sabemos que casi todo lo que hemos comido o vivido lo puede provocar. Pero… cuidar nuestra piel de esa manera ha sido un error garrafal que ha provocado daños irreversibles a los ecosistemas marinos. Sí, yo también me sentí terriblemente culpable cuando lo supe.

En la actualidad, es necesario utilizar bloqueador solar debido a nuestra exposición constante al sol. Esta condición ya no es temporal, todo el año, en ciudades y costas se requiere proteger nuestra piel para evitar problemas de salud, pero esto ¿daña la salud del planeta?

De acuerdo con la Asociación Nacional de la Industria del Cuidado Personal y del Hogar (CANIPEC), en México, el consumo de cremas solares es estable, aunque cada año se dispara entre un 60 y 70% durante los periodos vacacionales de primavera y verano.

El hueco en la capa de ozono ha ocasionado que asolearnos sea más peligroso. Hay dos tipos de rayos ultravioleta (UV) que atraviesan la atmósfera: UVA y UVB. Según la American Cancer Society: “Aun cuando estos rayos constituyen sólo una pequeña porción de la radiación, son la causa principal de los efectos dañinos del sol en la piel”.

Los rayos UVA, que representan el 95%, pueden dañar nuestro ADN, generan arrugas y causan varios tipos de cáncer de piel. Y los UVB, que sólo representan el 5%, son los responsables de quemaduras, intolerancia al sol, el fotoenvejecimiento, el cambio de pigmento de la epidermis, los golpes de calor y también, cáncer de piel. Su intensidad varía según la hora del día, la estación (en primavera y verano son más intensos), la cercanía al Ecuador, la altitud, la nubosidad y el reflejo en superficies (como la nieve o el asfalto).

Debido a estas condiciones, el gasto a nivel mundial en cremas solares es de casi 9 mil millones de dólares. De acuerdo con una investigación de Constanza Business & Protocol School, los países en los que más creció este consumo, entre 2011 y 2015, son: Rusia 72%, India 58%, Brasil 56%, China 48% y México 32%.

Entonces estamos de acuerdo, todos tenemos motivos de sobra para querer proteger nuestra piel del sol pero… ¿nos hemos preocupado de saber qué contienen esas cremas?

 

La composición de los protectores

Existen dos tipos de protectores eficientes frente a la radiación UV. Los físicos son minerales, al aplicarse actúan como un espejo ante los rayos ultravioleta. Sus componentes principales son: óxido de zinc y dióxido de titanio. Mientras que los químicos, al difuminarlos absorben los rayos para evitar algún tipo de quemadura o enrojecimiento, estos básicamente contienen: octocrileno, metoxicinamato, alquil benzoato, metilparabeno y oxibenzona.

Una investigación realizada por Gabriela Rodríguez Fuentes, académica de la Facultad de Química de la UNAM, en Yucatán, asegura que, los componentes de las cremas solares químicas perturban el apareo de algunos peces, como “el sargento, el cebra, el medaka japonés, la carpa cabezona y la trucha arcoíris, que presentan alteraciones endocrinas y estrés oxidante al exponerse a concentraciones altas de bloqueadores UV […] Los peces confunden esos compuestos con el estrógeno”, esto ocasiona que los machos comiencen a generar hormonas propias de las hembras, afectando el futuro crecimiento de la comunidad.

En el caso de los corales, el bloqueador desprendido de nuestro cuerpo forma capas sobre estos animales marinos, que tapan la luz necesaria para que realicen la fotosíntesis y, por consecuencia, comienzan a perder su color y mueren.

El deterioro a los arrecifes —conformados principalmente por algas y corales, y habitados por muchas otras especies animales—, contribuye a la pérdida de la biodiversidad y genera costas más vulnerables a sufrir el impacto de los huracanes. Para la Doctora en Ciencias Ambientales, Citlalli Becerril, “es una cadena que produce daño tras daño”.

 

Nadando entre químicos

A pesar de los múltiples daños ocasionados al ecosistema marino por las cremas solares, en México, los estudios y las investigaciones son mínimas. Rafael Calderón Contreras, profesor e investigador del Departamento de Ciencias Sociales de la UAM Cuajimalpa, explica que, “vivimos en una negación de los hechos. Mucha gente no sabe lo que sucede en los mares cuando utiliza estos productos”.

La oxibenzona, sustancia presente en los protectores químicos, forma parte de la composición de otros cosméticos como el labial, el rímel, las sombras y hasta el champú, así que mientras nos bañamos también contaminamos el agua residual que, en ocasiones, desemboca en el océano.

Calderón Contreras explica que, las plantas tratadoras de agua pueden separar los metales pesados, pero no la oxibenzona: “prácticamente todo lo que cae en la regadera también puede ir al mar”.

El estudio Toxicopathological Effects of the Sunscreen UV Filter, publicado por la revista Archives of Environmental Contamination and Toxicology, reveló que la oxibenzona es nociva hasta en cantidades mínimas: una gota diluida en un volumen equivalente a seis piscinas olímpicas es suficiente para perjudicar el ecosistema marino.

De acuerdo con la publicación, cada año son liberadas más de 14 mil toneladas de protector solar en áreas de arrecifes de coral, un impacto directo si se toma en cuenta que estos productos pueden llegar a tener hasta un 10% de oxibenzona en su formula.

 

Asolearse y cuidar el ambiente

A diferencia del plástico, la contaminación generada en los océanos por los bloquedores y bronceadores es “invisible”, lo cual, impide crear conciencia.

Calderón dice que, “es necesario leer las etiquetas para saber si contienen oxibenzona. Lo mejor siempre será utilizar productos eco sustentables, con fórmulas con componentes biodegradables”.

Hay algunas soluciones a nuestro alcance. En el mercado, es posible encontrar opciones naturales hechas con semillas de ajonjolí, manteca de karité o aceite de jojoba, cacahuate o almendra. También podemos poner más atención a nuestras costumbres, los dermatólogos recomiendan usar el bloqueador media hora antes de entrar al agua y añadir capas cada dos horas. Gabriela Rodríguez, de la UNAM, afirma que, “aunque la concentración de filtros UV en las cremas solares es alta, aplicarlas apropiadamente podría reducir el impacto en los ecosistemas acuáticos al disminuir su transferencia al agua, y nos protegerían mejor”.

Otras medidas pueden venir del gobierno. El primero en levantar la mano ha sido Hawái. A principios del 2018 prohibió la venta de productos con oxibenzona y octilmetoxicinamato, una ley que entrará en vigor en el 2021. Mientras tanto, empresas como Coppertone han alegado que siguen utilizando químicos porque aún no hay un mejor componente, en Estados Unidos, para proteger a las personas de los rayos UV.

Más allá de las cremas, es necesario utilizar ropa diseñada para cubrir nuestra piel, más sombrero o gorra y lentes obscuros. Y tomar en cuenta la recomendación principal de los médicos: evitar los largos periodos de exposición al sol, en especial de once de la mañana a tres de la tarde.

Así que ya lo saben. Usar trajes de baño de manga larga (sí, esos como de surf), nadar antes de las 11 de la mañana o bien después de las 4 de la tarde; usar sombrero y lentes de sol (pero de los buenos no de los de 3 por 15) y comprar bloqueadores solares con fórmulas biodegradables son las medidas que debemos tomar ya si queremos detener la masacre en nuestros mares. Si les parece mucho esfuerzo, no olviden que hay muchos otros lugares maravillosos para visitar donde nuestro placer no significaría la muerte de millones de peces.

 

 

Domingo, 14 Abril 2019 05:11

Vacaciones sustentables

Lectura 2 - 4 minutos

Empezaron ya las vacaciones y es momento de hacer un alto y considerar la opción de tener viajes con bajo impacto ambiental en esta temporada.

Reutilizar las toallas y saber que con ese gesto estamos ayudando tanto a plantar árboles como a favorecer a agricultores con nombres y apellidos, alojarse en un hotel que forma a sus empleados en la protección de menores, disfrutar de una cena en un restaurante que apuesta por productos de Km Cero, comprar a través de una app a un precio simbólico los restos del bufé de desayuno –evitando el despilfarro– son sólo algunos ejemplos de acciones sostenibles concretas que son una realidad en el sector del viaje.

Y es que los viajeros buscamos, cada vez más, experiencias auténticas y sostenibles, especialmente los que integran la llamada generación millennial –más sensibilizada con estos temas–, y que demandan de manera creciente que las empresas (compañías aéreas, hoteles, agencias de viaje) pongan en marcha acciones que les permitan ser más respetuosos con el medio ambiente y la sociedad. Son conscientes de la necesidad de actuar y perciben el desarrollo sostenible como un desafío crucial.

 

El viajero responsable

La concienciación medioambiental en el sector hotelero no es nueva, pero hoy en día es más bien una búsqueda y exigencia del consumidor.

Un aspecto a tener en cuenta es que los clientes valoran de forma positiva que las medidas se concreten en hechos y que los hoteles demuestren su compromiso con la responsabilidad social y el desarrollo sostenible.

Los hoteles, más allá de saber la huella de carbono de los establecimientos de forma individualizada, tienen que conocer el impacto de su actividad a todos los niveles para introducir esto en su estrategia de branding y comunicación.

El seguimiento del tema de la alimentación es una parte clave de la transformación ‘verde’ de los hoteles, que deberán monitorizar de dónde provienen los alimentos y bebidas que se consumen en sus establecimientos, si son de origen orgánico, si han sido cosechados de manera sostenible, si son naturales, cómo están envasados, etc. El cliente busca productos frescos y locales, y a medida que crece la demanda de estos alimentos, los establecimientos también utilizarán sus jardines o, en el caso de los hoteles urbanos, sus azoteas, para cultivar sus propias hierbas aromáticas y vegetales en jardines verticales o huertos urbanos.

 

Asimismo, conviene implementar amplios programas de reducción de desperdicio de alimentos que comiencen a actuar desde la cocina, dando una segunda vida a los productos.

Los hoteles y destinos tienen algunas tareas por hacer como:

  • Diseñar experiencias naturales. En un mundo cada vez más digital e hiper conectado la necesidad de reconectar con la naturaleza es cada vez más fuerte. Los arquitectos e interioristas deberán desdibujar los límites entre espacios interiores y exteriores en los hoteles. Y los hoteles esforzarse por ofrecer experiencias auténticas y diferentes ligadas a la sostenibilidad.

Los hoteles más proactivos en este campo están educando a sus clientes sobre cómo ser más ecológicos durante su estancia y en su vida diaria, implicándoles e invitándoles a colaborar en sus programas de reutilización de toallas, consumo responsable de agua, gestión de residuos, ahorro de energía, etcétera.

  • Hoteles socialmente responsables. Participación del hotel en acciones benéficas y solidarias –una medida frecuente– y responsabilidad con el empleo, se deben formar a los equipos en la protección de los menores o luchar contra la prostitución.

Si nos importa el turismo, debemos cuidar el planeta, tanto desde los establecimientos hoteleros como desde nuestro papel de viajeros. La demanda de productos turísticos responsables y la implementación de los planes de RSC desde las cadenas hoteleras y otras empresas del sector, son alentadores pero vigilemos entre todos que la senda no se desdibuje.

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 07 Abril 2019 05:50

Que nada detenga tus pasos

Lectura 2 - 4 minutos

Parece que mis extremidades inferiores enfrentan una especie de maldición que las obliga una vez cada determinado número de años, a detener su marcha. O al menos ya ha pasado tres veces en los últimos 15 años.

Estamos en 2019 y por tercera vez estuve en una sala de urgencias esperando que alguien viniera a decirme “necesita una férula” después de haberme tropezado con algún minúsculo y casi invisible obstáculo y haber llegado a alguna clínica con cara de ¿cómo pude ser tan boba?

Al igual que me pasó las otras dos veces, los días de inmovilización me ayudaron a revalorar el privilegio de la movilidad que ignoramos en el día a día y que añoramos cuando de la nada, un accidente te vuelve una persona dependiente hasta para ir al baño.

Como amante de los viajes, me preocuparía que en alguno de los que hago, de pronto ¡zas! Un mal paso y literal terminas arruinado no sólo porque tu viaje se haya detenido, sino porque tal vez olvidaste comprar un seguro de gastos médicos.

Ahora, tener un seguro no nos garantiza que no sufriremos porque no todo tipo de accidentes los cubre la póliza. Así que pon mucho ojo en lo que firmas.

Otra reflexión que tuve mientras estaba inmovilizada es la cantidad de lugares que me habría perdido si no pudiera caminar porque admitámoslo, hay ciudades que parecen haber sido dibujadas y haber escapado de algún lienzo sólo para que tú dejes tus huellas por sus calles y aceras. No imagino mis recorridos por París, Milán, Roma o Lisboa sin la salud de mis dos piernas. Las empinadas subidas para llegar a la catedral de Sacre Coeur en París, o al Castillo de San George en Lisboa jamás las habría podido librar con muletas.

Irónicamente, cuando uno no puede hacer algo parece surgir un deseo irremediable por hacerlo de inmediato. Por ejemplo, yo casi no hago ejercicio y los días que estuve en cama, me entró una tremenda ansiedad por ejercitarme. También me obsesioné con viajar a Taxco (el peor lugar elegido si estás en una rehabilitación por un esguince de rodilla porque sus calles empedradas son una trampa mortal) o a un nuevo destino aún más desafiante para mis frágiles extremidades: Hierve el agua, Oaxaca.

O sea un lugar para recorrer a pie y en una caminata nada ligera se incrustó en mi cabeza y ahora no puedo dejar de pensar en conocerlo. Resulta que Hierve el Agua ha sido reconocido como un probable lugar sagrado de los antiguos zapotecos, que fue situado allí debido, quizás, a sus grandes contrastes naturales, pues está en el corazón de una abrupta sierra que durante el estiaje se caracteriza por su extrema aridez.

En Hierve el Agua se han dado cita numerosos arqueólogos, biólogos y geólogos, por tratarse de un sitio donde se construyó hace más de 2,500 años un complejo sistema de riego del cual aún existen importantes vestigios.

Gracias a estas investigaciones se ha logrado entender la forma de construcción y el funcionamiento de las terrazas y canales que cubren una amplia extensión en torno a la zona del anfiteatro, que es la que recibe visitantes, también se ha determinado que se trata de un antiquísimo sistema de riego, único en su tipo en México, donde los antiguos habitantes desarrollaron una agricultura intensiva orientada al máximo aprovechamiento del agua de los manantiales, en un terreno con pronunciadas pendientes.

Lo cierto es que las fotos que encontré son una maravilla y ahora, esas ganas de conocer el lugar me motivan a recuperar la salud lo antes posible porque no hay nada más importante que jamás permitir que nada detenga nuestras andanzas. ¡Felices viajes!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 24 Marzo 2019 05:27

Escapada a Metepec

Lectura 6 - 12 minutos

Tal como se los sugerí a ustedes la semana pasada, yo me escapé a un pueblo mágico durante el pasado puente que nos regaló don Benito Juárez por su pre-cumple. Lo cierto es que aunque me habría encantado que el pueblo mágico elegido hubiera sido Bacalar porque muero por unos días de descanso frente a esa magnífica laguna de colores, no tenia mucho dinero así que tuve que buscar algo que no implicara pagar costosos boletos (ni de avión ni de autobús) y donde las actividades cotidianas también estuvieran al alcance de mi bolsillo.

Recordé entonces que uno de mis mejores amigos se nos volvió fifí de Metepec y dije ¡Claro! Y es que yo no conocía ese pueblo mágico a pesar de estar tan cerca de la Ciudad de México. Hablé con mi amigo y nos enfilamos en un autobús que apenas nos costó 60 pesos por persona con dirección a Toluca, la capital del Estado de México.

Mi amigo nos recibió en una de las paradas a pie de carretera que está pasando Lerma porque resulta que, por increíble que parezca, no hay un autobús directo hasta el centro de Metepec. Y es que por allá todos tienen auto (punto en contra para el pueblito) pues resulta que el pueblo mágico tradicional es el centro histórico pero alrededor existen desarrollos inmobiliarios modernos donde las clases medias y altas de Toluca y algunos godinez de Santa Fe han llegado a poblar en busca de un poco de paz.

Así, aunque este municipio podría considerarse aledaño a la Ciudad de México, lo cierto es que vivir en Metepec no es igual a vivir en Ecatepec o Chalco. No, acá todo tiene un encanto mucho más exclusivo y, según me cuenta mi amigo, a la alta sociedad toluqueña le gusta vivir por acá.

Tras estacionarnos cerca del centro visitamos la boutique especializada en práctica de yoga que la esposa de mi amigo tiene en el mero centro, en una plaza comercial pequeña y encantadora pues conserva la arquitectura tradicional del pueblo, y donde también hay un restaurante que tiene fama de vender las mejores pizzas de los alrededores.

Después caminamos hacia el zócalo donde nos encontramos un puente lleno de candados, sí, así como el puente de las artes en París, pero este no está sobre un río como el Sena, sino sobre una fuente ¡sí una fuente! Por ahí también está una estatua de una sirena que parece la del Starbucks pero pues no, resulta que antes por esa zona era lacustre y se decía que “había monstruos marinos que embrujaban a los hombres”… o sea la leyenda machista que no podía faltar pues. Pero al llegar a la catedral tuve mi primer encuentro de amor con Metepec: los tamales de ollita. Resulta que la forma tradicional de cocinar tamales por acá es en una ollita de barro, no en una vaporera, así que prácticamente los tamales se cuecen en un caldo y no al vapor lo que hace que el sabor de la salsa se impregne mucho más en la masa y queden más suaves. No pues nos enamoramos de los tamales, sobre todo del de pipián y el de fresa que tenía fruta natural… una delicia.

Nos comíamos los tamales mientras veíamos las impresionantes escaleras de la Iglesia del Calvario, que es mucho más pequeña que la Catedral pero mucho más famosa y visitada. Obviamente no subimos porque éramos felices comiendo tamales en las escalinatas y nadie quiere terminar con un paro respiratorio por tragón. Así que nos quedamos a disfrutar del clima fresco y rico de este lugar.

La impresionante escalinata que conduce a la Iglesia del Calvario recibe a los visitantes con la hermosa vista de la imagen que les ha dado identidad a los artesanos alfareros del pueblo: los árboles de la vida, depositarios de una larga tradición que tiene su origen desde la época prehispánica.

Metepec está asentado sobre una zona lacustre y rodeada de pantanos, en las inmediaciones de los ríos Verdiguel y Lerma, por ello fue hogar de fauna pleistocénica cuyos restos quedaron enterrados, y apenas hace pocas décadas han vuelto a salir a la luz en forma de descubrimientos paleontológicos.

La riqueza natural de la región trajo consigo un florecimiento cultural y artístico, sembrando la semilla de la larga tradición alfarera que ha permeado hasta nuestros días. Al principio, se trataba de piezas utilitarias, como vasijas para transportar y almacenar agua y alimentos, que con el tiempo derivaron en cosas más complejas como figurillas humanas y representaciones de la vida cotidiana.

Bajo la sombra de la cultura teotihuacana, en este Pueblo Mágico se asentaron grupos otomíes y mazatlincas cuyas raíces perduran en la actualidad en comunidades aledañas como San Miguel Totocuitlapilco y San Mateo Cuaxustenco. El Cerro de los Magueyes (de donde toma su nombre Metepec) constituyó así un importante centro ceremonial que los evangelizadores españoles pretendieron convertir en un punto de adoración católica. Y sí, por eso frente a la escultura de la sirena, hay un maguey de acero al que también le han puesto un montó de candados del amor… ojalá más personas entendieran que el amor no son cadenas ni candados pero bueno, ese es otro cantar.

Los barrios que integran este encantador Pueblo Mágico están tapizados de pintorescas construcciones con paredes de colores brillantes y techos de teja roja, que albergan galerías de arte, bares, restaurantes, pulquerías, cafeterías y tiendas de artesanías, entre otras, pero también son el hogar de la fuerte tradición religiosa del lugar. Por ello, Metepec está tapizado de templos, dedicados a los santos que protegen y amparan a los metepequeños.

El primero es el Convento Franciscano de San Juan Bautista, edificado en estilo renacentista durante el siglo XVI. Se trata de una austera obra tipo fortaleza, característica de la orden religiosa que habitó en ella. Está conformado por el templo, la capilla abierta, el portal de peregrinos, los claustros y la huerta. Actualmente, funciona como Museo de Arte Religioso, en el que destaca un retablo proveniente de 1570, y por ello el más antiguo que se conserva en el país.

En las paredes de este museo permanecen restos de pinturas murales, que representan acontecimientos religiosos como la Asunción de María y motivos prehispánicos como los caballeros Águila y Jaguar. En sus salas se muestran también los vestigios arqueológicos y paleontológicos encontrados en la zona, como un colmillo fosilizado de mamut y algunos de los códices que han servido para reconstruir la historia de Mesoamérica.

El segundo recinto en importancia es justo la Iglesia del Calvario, que no visitamos por exceso de tamales en nuestros cuerpecitos, pero que se ha convertido en todo un símbolo del pueblo por su ubicación en las faldas del Cerro de los Magueyes. Desde su portal de madera maciza, se puede apreciar la totalidad de la ciudad de Metepec y más allá, hasta la autopista que conduce a Toluca. También llamado Santuario de la Virgen de los Dolores, este templo de estilo barroco alberga en sus profundidades entierros y vestigios prehispánicos que fueron cubiertos a propósito por los franciscanos.

A los pies de este templo puede apreciarse una representación enorme de “La Tlanchana”, personaje de la imaginería indígena que se aparecía entre las aguas de los manantiales, y que los españoles comparaban con las míticas sirenas. Dicha figura es utilizada frecuentemente como base de los árboles de la vida, representaciones de la esencia de la existencia y de las etapas que atraviesan los seres humanos.

Otros templos que vale mucho la pena visitar son las capillas de la Purísima Concepción y de San Nicolás, así como los templos de San Bartolomé, San Miguel y Santa María Magdalena, sobre todo en las fechas de las fiestas patronales de cada santo.

Me contó mi amigo que en Métepec suele haber un festival cultural muy famoso donde en estas escalinatas donde nuestros tamales hacían digestión, se ofrecen espectáculos culturales diversos gratuitos por lo que me prometí volver.

Algunos puntos del municipio son sitios imperdibles. Por supuesto, el mirador que se levanta en lo alto de la Plaza de los Magueyes, un plácido sitio rodeado de estas peculiares cactáceas por donde se puede pasear y contemplar el tiempo pasar mientras se disfruta una deliciosa nieve o un elote preparado.

A escasos kilómetros, hacia las afueras del pueblo, el Parque Ambiental Bicentenario recibe a todos aquellos que busquen realizar actividades deportivas y ecoturísticas, como senderismo, ciclismo, skate, yoga, básquetbol, futbol, paseos en lancha y campamentos de concientización ambiental, además de una amplia zona donde es posible jugar con las mascotas.

Para adentrarse en la extensa obra alfarera de este Pueblo Mágico, resulta muy interesante visitar el Museo del Barro y el Centro de Desarrollo Artesanal. En el primero, se aloja una colección de más de tres mil piezas galardonadas durante 35 años de concursos nacionales, creadas principalmente por artesanos locales, así como las piezas ganadoras del Concurso Nacional de Alfarería Árbol de la Vida, que se realiza desde 1992. No obstante, la pieza más vistosa de este recinto es un mural de barro elaborado por 82 niños metepequeños de entre 8 y 11 años de edad.

En el Centro de Desarrollo Artesanal, las familias de artesanos encuentran un espacio digno y funcional donde pueden adquirir materias primas, elaborar sus obras y prepararlas para su exhibición y distribución. Este lugar cuenta con una bella y amplia sala de exposiciones, donde los turistas pueden acceder a lo mejor del trabajo artesanal regional.

Cerca del 14 de febrero se lleva a cabo el Festival del Amor, en el que se realiza la lectura de la leyenda de San Valentín y las plazas se llenan de parejas bailando sones y danzones, música de mariachi, rondallas y grupos musicales reconocidos a nivel nacional e internacional.

En el mes de la primavera, Metepec recibe a la estación más bella del año con el ritual prehispánico del Fuego Nuevo, en el que se interpretan danzas aztecas en la explanada de la Iglesia del Calvario por los danzantes del pueblo de Ixtlahuaca, se lee poesía y se narran leyendas prehispánicas.

También, en el segundo fin de semana del mes se celebra el Festival Musical Metepec Canta, en la explanada del Parque Juárez y en los centros nocturnos de la ciudad, en el que se intercalan artistas locales y de renombre para interpretar desde trova hasta rock.

La fiesta religiosa más importante del año es la de San Isidro Labrador, el protector de la siembra, que se festeja en mayo con eventos deportivos y culturales, exposición de artesanías, productos agrícolas e industriales, y el Paseo de los Locos, que implica desfile de yuntas, danzas de sembradores y palenques.

Los últimos meses del año se dedican a la cultura con el Festival de la Quimera, en el que participan artistas, músicos, cineastas, pintores, escritores, intelectuales, talleristas y artesanos de México y del mundo, con la finalidad de mostrar todas las riquezas culturales posibles. En este vibrante festival se pueden disfrutar recitales, conciertos, danzas, teatro, conferencias, muestras pictóricas, y exposición de artesanías tanto del Estado de México como de todo el país.

Por último, del 30 de octubre al 2 de noviembre tiene lugar una impresionante exposición de ofrendas, que se instalan en la Casa de Cultura de Metepec y en las escalinatas del Calvario, cada año con temáticas y materiales diferentes. En ella, diversas escuelas e instituciones presentan sus propias ofrendas, aunque la pieza central corresponde a los restos óseos de un entierro matlatzinca encontrado en el Cerro de los Magueyes.

A un lado de las escalinatas se encuentra un mercado de comida, de aspecto muy sencillo pero que alberga una gran muestra de la riqueza culinaria de la zona, representada por deliciosas aguas de fruta, café de olla, tortas, tacos y antojitos como enchiladas, flautas, sopes, quesadillas y unos deliciosos pambazos de mole verde. También, en los alrededores del centro existe una enorme variedad de bares, cafeterías y restaurantes, como la encantadora El Quintal, la Hacienda Los Olivos y La Cantrina.

Metepec es un pueblo alfarero por excelencia. Quienes visitan este magnífico pueblo mexiquense, por lo general resultan asombrados por las verdaderas obras de arte que realizan los maestros alfareros del lugar. Basta con pasear por pintorescos barrios como Santa Cruz, San Mateo, San Miguel, Coaxustenco y Santiaguito, en algunas de las muchas tiendas de artesanías que allí se localizan, para hallar antojables piezas: soles y lunas, calaveras, candeleros, imágenes sacras, coronas para celebrar el adviento y muchas otras más.

Existen opciones de hospedaje para todos los gustos en este bello Pueblo Mágico. Una de las más interesantes es el Bio Hotel Metepec, lleno de obras de arte debido a que en el pasado fue un taller artesano y casa de una de las familias más reconocidas de Metepec; además, cuenta con numerosas ecotecnologías para provocar el menor impacto ambiental posible. Por su parte, en las Villas La Muralla y en el Gran Hotel Plaza Imperial pueden disfrutarse instalaciones lujosas y amplios espacios de descanso.

Así que ya lo saben, no hay destino que no valga la pena conocer, por muy cerca que esté de nuestras grandes urbes. ¡Felices Viajes!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lectura 3 - 6 minutos

Si el viernes le fue imposible salir de su ciudad y hoy ya está un tanto arrepentido de no haber aprovechado el puente, no se me ponga triste porque todavía hay tiempo de hacer una maleta rápida y lanzarse hacia un escape cercano a la capital del país, o a la capital morelense.

Los pueblos mágicos siempre nos brindan la opción de esos viajes cortos pero que alimentan el alma y nos regalan el placer de relajarnos pues muchos de ellos se encuentran a menos de tres horas de la Ciudad de México en auto. Hoy les voy a contar de 10 opciones cercanas que deben considerar.

Hay que recordar que, los lugares que califican para ser Pueblos Mágicos es debido a la riqueza cultural de la región en la que se ubican, su pasado indígena, la arquitectura del lugar, su legado histórico, así como las tradiciones que se mantienen en estos sitios. Así que sobre todo, son lugares para los amantes de la cultura, la gastronomía, las tradiciones y la historia.

 

  1. Tepotzotlán, Estado de México

Se ubica a poco más de 80 kilómetros de la Ciudad de México, o aproximadamente 1 hora con 30 minutos. Ahí se pueden visitar sitios turísticos como el antiguo Convento de Francisco Javier, echar un vistazo al pasado en el Museo Nacional del Virreinato o recorrer alguna de sus parroquias emblemáticas. En la Plaza de la Cruz encontrarás una cruz de piedra labrada con las imágenes de la pasión de Cristo. Además, Tepotzotlán te sorprenderá con su inigualable gastronomía o sus deliciosas nieves.

 

  1. Malinalco, Estado de México

Su nombre significa “Donde se adora a Malinalxóchitl, la Flor del Malinalli” y se encuentra a 2 horas con 10 minutos de la Ciudad de México, en el sur del Estado de México. Además de poder visitar la Zona Arqueológica de Cuauhtinchán, o sus diversas parroquias, en Malinalco puedes realizar actividades de ecoturismo como recorridos en cuatrimoto, tirolesa, escalar o visitar un temazcal en Semana Santa. Esta es una excelente opción si vives en Cuernavaca porque puedes llegar por Chalma.

 

  1. Huamantla, Tlaxcala

Se encuentra a 2 horas con 10 minutos de la Ciudad de México. Su nombre es de origen náhuatl y significa “Lugar de árboles formados o juntos”. Entre los puntos turísticos más visitados destacan de este Pueblo Mágico destacan: la Parroquia San Luis Obispo de Tolosa, el Museo Nacional del Títere, diversas haciendas pulqueras y el Parque Nacional La Malinche. Si acudes entre julio y agosto podrás ser testigo de la Feria de Huamantla, la máxima fiesta en honor a la Virgen de la Caridad. Durante los últimos días de julio se realizan alfombras florales, serenatas, el festival del globo artesanal, una carrera de burros y otras actividades.

 

  1. Taxco, Guerrero

A 2 horas con 40 minutos al sur de la Ciudad de México, pero a 90 minutos de Cuernavaca, Taxco es un Pueblo Mágico cuyo nombre significa “lugar donde se juega pelota”. La ciudad es reconocida por su trabajo de platería y no puedes perderte atractivos como el Zócalo, el mercado de artesanías o la estatua monumental de Cristo, en el Cerro de Atachi, desde donde tendrás una vista incomparable de Taxco en su totalidad. También puedes recorrer diversas capillas y parroquias, visitar las Grutas de Cacahuamilpa o comprar artesanías en el Tianguis de la Plata durante tus vacaciones de Semana Santa. Pero cuidado, en esta época se pone muy caluroso. Cuida tu hidratación si vas ahí.

 

  1. Bernal, Querétaro

Bernal es un Pueblo Mágico en Querétaro, aproximadamente a 2 horas con 50 minutos de la Ciudad de México. Tiene como característica principal el tercer monolito más grande del mundo, cuya formación data de hace 65 millones de años. Además de visitar la Peña de Bernal, donde podrás escalar, debes visitar la Capilla de las Ánimas y el Museo de la Máscara.

 

  1. Ixtapan de la Sal, Estado de México

Se ubica en el Estado de México, a 1 hora con 50 minutos de la Ciudad de México. El principal atractivo turístico de Ixtapan son sus aguas termales, además de servicios de masaje y fisioterapia. En Ixtapan de la Sal también es posible visitar la Laguna Verde y el pueblo de Malinaltenango. En el Museo Arturo San Román podrás revivir el pasado, mientras que en la plaza principal podrás visitar la Iglesia de la Asunción de María y la Presidencia Municipal.

 

  1. Tecozautla, Hidalgo

Son 2 horas con 50 minutos las que separan a la Ciudad de México de Tecozautla, Pueblo Mágico en Hidalgo. Su nombre significa “lugar donde abunda la tierra amarilla”. En Tecozaulta podrás visitar sitios arqueológicos, como Pañhú, y bellezas naturales, como manantiales y el Cerro del Astillero. El destino más atractivo de Tecozautla es un geiser natural, único en México. Ahí hoy en día hay un balneario con pozas tibias de las que no querrás salir nunca.

 

  1. Tlayacapan, Morelos

Si de plano no queremos ni salir del estado, podemos enfilarnos hacia el noreste de Morelos, a 1 hora con 50 minutos de la Ciudad de México. Tlayacapan significa “lugar sobre la punta de la tierra”. Antiguamente fue habitado por olmecas y xochimilcas. Es atractivo no solamente por su arquitectura y sus capillas, sino también por el clima y la belleza natural de los cerros que rodean a este Pueblo Mágico, donde además se realizan fiestas religiosas llenas de tradición. En Tlayacapan también podrás visitar museos durante Semana Santa o tomar un paseo por el corredor arqueológico.

 

  1. Huauchinango, Puebla

Huauchinango está a 2 horas con 15 minutos de la Ciudad de México. Su nombre significa “muralla de árboles” y es un pueblo famoso por sus diversas flores, las cuales son una parte fundamental de la economía local: jazmines, azaleas, magnolias, tulipanes, begonias, dalias y camelias. No puedes dejar de ir al Cerro de Zempoala, donde puedes practicar rapel. También debes visitar la Presa de Tenango, el Árbol de Tizoc y la Presa Necaxa.

 

  1. Tepoztlán, Morelos

A tan solo 1 hora con 30 minutos de la Ciudad de México, Tepoztlán resulta ideal para un viaje de fin de semana. Su nombre quiere decir “lugar del hacha de cobre” ofrece a la vez una experiencia natural y un vistazo al pasado colonial de México. Entre sus principales atractivos se encuentra la Pirámide del Tepozteco, el Templo de la Natividad, el Museo Carlos Pellicer y el Parque Nacional El Tepozteco, en cuya cima te espera una impresionante vista del pueblo. No dejes de visitar alguno de sus temazcales.

Como pueden ver, por alternativas no paramos en el centro del país así que sólo es cosa de terminarse ese café dominical, y agarrar camino que el fin de semana largo todavía no acaba. ¡Felices Viajes!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 03 Marzo 2019 05:13

Agricultura que construye paz

Lectura 3 - 6 minutos

Esta semana comencé un nuevo trabajo de oficina que me hizo volver a una rutina que tenía olvidada. Levantarme muy temprano, preparar mi comida, salir de casa para enfilarme al transporte público y llegar a una oficina sin ventanas en una de las avenidas más famosas y transitadas de la Ciudad de México.

Fue una gran semana pero me hizo falta contacto con la naturaleza así que por eso el día de ayer fui a visitar uno de los oasis que existen en esta gran urbe: el huerto urbano Tlatelolco.

Lo primero que me dio este lugar al llegar fue una temperatura maravillosa y es que las plantas para eso ayudan, para regular estos terribles golpes de calor que amenazan con darnos una primavera muy ruda.

Lo segundo fue un encuentro no planeado con amigos entrañables como Jordi y su novia que son adorables y tan comprometidos como yo con el emprendimiento social y ambiental. De hecho ellos fueron a vender una deliciosa (en serio, el adjetivo le queda corto) crema de almendras y de cacahuate para untar en el pan que está para chuparse los dedos. Ellos preparan de manera artesanal y con mucho amor este delicioso producto energético y natural, ideal para veganos.

También me encontré con mi hermosa amiga Flor Corona, una chef increíble que ama enseñar a la gente a organizar su forma de comer (y comprar) y tuve la oportunidad de tomar una de sus maravillosas clases.

No sólo nos enseñó a hacer unos súper nutritivos nugetts de pollo, avena y amaranto ideales para niños, también nos preparó una ensalada con hortalizas del huerto y un aderezo de garbanzo con perejil y cilantro que nos hizo chuparnos los dedos.

Mirar alrededor a la gente sentada, los niños jugando y todos conviviendo tan relajados me olvidé de que estaba a escasos 10 minutos caminando de Tepito, uno de los barrios más rudos de la ciudad.

Y es que este huerto no sólo es importante porque se sube a la ola de tendencia de darle mayor importancia a la agricultura urbana, en la que vamos bastante atrasados porque resulta que en otros países han avanzado más.

Casi un 15% de los alimentos que hay en todo el mundo salen de la agricultura urbana. Según la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación), las granjas urbanas ya alimentan a cerca de 700 millones de habitantes en las ciudades, lo que significa una cuarta parte de la población urbana del mundo. Según esta organización, en el año 2030 el 60% de las personas en países desarrollados vivirá en ciudades. Datos, sin duda, reveladores.

Hoy en día son muchos los granjeros urbanos que se esfuerzan cada día por cultivar sus productos orgánicos, cultivar comida justa y revitalizar el suelo urbano. La agricultura urbana no sólo contribuye en mejorar la seguridad alimenticia sino también a la administración ambiental, cultural y educativa de la sociedad.

Pero como les decía, hay beneficios adicionales a la alimentación. Primero, la agricultura urbana ayuda a rellenar espacios que sobran en las ciudades. Los jardines o granjas orgánicas pueden ser construidas en zonas vacías como la parte superior de los edificios, márgenes de ríos o solares desocupados. Espacios que, de no ser aprovechados por esta maravillosa tendencia, serían desaprovechados. Estos jardines pueden utilizar aguas residuales para regar sus cultivos, por lo tanto, también mejorarían el tratamientos de las aguas residuales en la zona. Producen alimentos, puestos de trabajo, y una variedad de beneficios menos cuantificables, muchos de los cuales los mencionamos a continuación:

- Ayuda a unir a las familias y a las comunidades, trabajando hacia un objetivo común que será beneficioso para todos.

- Proporciona enlaces directos a la producción de alimentos.

- Crea un mejor entorno de vida debido al reverdeciendo la ciudad y la hace más productiva.

- Hace que la gente sea más fuerte, dependiendo ellos mismos de su seguridad alimentaria y haciéndolos más independientes y autónomos.

- Crea puestos de trabajo, ingresos y alimentos.

- Ayuda a combatir el hambre.

Beneficios de la agricultura urbana para el medio ambiente:

- “Enverdece” la ciudad

- Ayuda en la gestión de aguas residuales.

- Detiene la erosión y mejora la calidad del suelo.

- Aumenta la distribución de alimentos comprados localmente lo cual reduce la necesidad de transporte y por consiguiente la huella de carbono.

- Facilita la reutilización de residuos para la producción de alimentos.

- Tiene un impacto directo sobre la ecología urbana.

Beneficios de la agricultura urbana para la economía:

- Crea puestos de trabajo y aporta ingresos en espacios que de otro modo serían completamente improductivos.

- Mejora la economía local y evita tener que adquirir productos de territorios lejanos.

- Hace uso de recursos valiosos, como el compost, que de lo contrario se perderían en la ciudad.

 

La agricultura urbana en las ciudades tiene una larga tradición en Asia y Europa. Durante muchos años, esta técnica se ha estado practicando durante muchos años debido a la mala calidad del transporte y a la cercanía de los productos para el consumidor. La agricultura urbana era por aquel entonces una vía de supervivencia, al igual que en la actualidad para muchas personas pobres. Además aporta frescura, variedad y un mayor disfrute estético.

Hoy, después de pasar todo un día en un huerto hermoso, quiero compartir con ustedes para que los reflexionen, algunos datos interesantes de la agricultura urbana

- Hay 200 millones de agricultores urbanos en el mundo que suministran alimentos a 700 millones de personas.

- La agricultura urbana proporciona el 30% del consumo de verduras en Katmandú, el 50% en Karachi y el 85% en Shanghai.

- Un 50% de los hogares urbanos en Asia tienen granja.

- Los animales son importantes también. En Kenia, el 17% de hogares urbanos posee ganado.

- La familia promedio latinoamericana que habita en ciudad pasa de 1 a 1,5 días de trabajo a la semana en su jardín urbano y ahorra entre un 10% y un 30% con sus alimentos.

- Se estima que el 35% del suministro de agua potable se pierde a través de fugas y conexiones ilegales hechas por los agricultores urbanos.

- Las frutas, verduras, carne de cerdo y aves de corral proporcionan entre el 10% y el 40% de las necesidades nutricionales de las familias urbanas en los países en desarrollo.

Y lo más bello… en Ciudad de México, además del Huerto Tlatelolco tenemos el Huerto Roma Verde (ambos en terrenos que quedaron libres tras el derrumbe de edificios en los terremotos de 1985); y dos nuevos en Tepito y Ermita Iztapalapa, dos de las zonas con mayor índice de delincuencia en la ciudad, porque con la agricultura urbana, también se siembra paz.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lectura 4 - 7 minutos

Si tú también te sientes frustrado al ver el time line de tu Instagram lleno de las aventuras viajeras de influencers, bloggers y hasta de tus amigos. Si estás harto de entrar a Pinterest sólo para hacer tableros de todos esos lugares de ensueño que visitarás “algún día” aún cuando sabes que en tu trabajo la palabra vacaciones parece ser un lujo que pertenece sólo a otros pero nunca a ti, déjame contarte que hoy en día no sólo no eres el único que se siente así, sino que otras personas han logrado encontrar la manera de escapar de vez en cuando a sus obligaciones de vida adulta a partir de algo que antes parecía impensable: mezclar el placer con los negocios.

Pues sí, en mi caso el 90% de mis viajes, que han sido hasta hoy por 12 países del mundo, han sido viajes de trabajo que, con un poco de planeación, se han transformado en viajes de placer también. Hoy, a esta actividad se le conoce como “bleisure”, que es la combinación de las palabras “business” (negocios) y “pleasure” (placer) y es algo cada vez más común y, en el caso de la Generación Z, es más prolongado (incluso más que los Millennials), ya que una estancia de cinco días de trabajo ellos pueden extenderla hasta 3.2 días más por placer, revela el estudio “Una mirada al futuro: cómo las generaciones más jóvenes están configurando el futuro de los viajes”, presentado Expedia Group.

Las estadísticas muestran que, en promedio, 60% de los viajes de negocios se convierten en bleisure, especialmente aquellos que duran dos o más noches, revela otro estudio de la misma agencia llamado “Desempacando el bleisure”.

¿Pero cómo se puede disfrutar mejor del bleisure? De entrada, es una especia de viaje 2X1 que requiere cierta organización como elegir el mejor día para volar, buscar tal vez escalas largas que te dejen visitar destinos de tránsito y otros más pero, vamos por partes.

En primer lugar, si eres tú quien agenda las fechas del viaje, programa que tus actividades laborales sean en lunes o viernes, así podrás aprovechar el fin de semana para ti. No olvides que la prioridad de ese viaje es el trabajo, y en torno a éste debes programar todo lo demás.

Si la parte de placer del viaje es previa a tu reunión de negocios, procura permanecer en la misma ciudad para evitar que, ante un inconveniente como perder un vuelo o retrasarte en el traslado de un lugar a otro, debas llegar tarde o, en el peor de los casos, cancelar tus compromisos de negocios.

Algo muy importante: reserva el primer vuelo de la mañana y el último de la noche con el fin de permanecer el mayor tiempo posible en el destino que te interesa conocer. Además, en muchos casos, estos horarios suelen ser más baratos.

Para hospedarte, selecciona un hotel que reúna las facilidades para trabajar sin sacrificar las comodidades para descansar. Opciones como Airbnb pueden ser más económicas, pero es difícil (aunque no imposible) que tengan ambas características.

Si la reservación la hizo quien te invitó a la junta o evento de trabajo, pregunta en el hotel si tienen alguna tarifa especial para ampliar tu estancia. Así evitarás trasladarte de un lugar a otro y ahorrarás tiempo, además de ganar comodidad.

Recuerda que es común reprogramar o cancelar reuniones de trabajo, por lo que si reservas noches de hotel o vuelos pensando en alargar tu viaje, cuida que se permitan las cancelaciones o los cambios de fechas, y de preferencia sin penalización.

Es fundamental ser muy transparente y ético pues aquí no estamos aconsejando que te aproveches de tu empresa para el placer. Los gastos de tu viaje de placer deberás cargarlo a tu cuenta personal y así, podrás administrar bien tu dinero y separarlo de tus viáticos.

Si te conviene para ganar puntos, paga con una sola tarjeta el avión y/o el hotel, pero asegúrate de “reponer” a la cuenta de negocios el equivalente a la parte de placer.

Ten en cuenta que combinar negocios y placer en un solo viaje requiere equipaje un poco más grande, ya que deberás empacar lo necesario para ambas actividades y una estancia más o menos larga.

Antes de empacar, elabora dos listas de lo que necesitarás para ambas partes del viaje y así reducirás el riesgo de olvidar algo, por ejemplo, una corbata, el maquillaje, unos zapatos cómodos para caminar, el bronceador, etc.

Si los viajes de negocios son comunes en tu empresa, redacta políticas para cuando alguien de tu equipo quiera extender su estancia para aplicar el bleisure (que establezcan reglas como que el viaje no se exceda en los gastos, que no interfiera con los días laborales, en qué caso aplica como días de vacaciones, etc.). Así evitarás cualquier tipo de conflicto.

Si compras un seguro de viaje para tu empresa, asegúrate que cubra también la parte de placer con el fin de no llevarte una sorpresa si llegas a requerirlo.

Y lo más importante para que realmente seas un maestro del bleisure: cuando termine la parte de negocios y empiece la de placer, desconéctate del trabajo y disfruta del descanso. De nada sirve estar mandando correos frente a un bello paisaje o tomando llamadas a la hora de disfrutar una comida durante el tiempo que, se supone, es de placer.

Si no tienes oportunidad de contar con tiempo libre suficiente para desconectarte del trabajo, es mejor que, por esa ocasión, no extiendas tu viaje. Ya tendrás oportunidad de viajar más tranquilo.

Si quieres que esos dos o tres días que extenderás tu viaje realmente se transformen en algo placentero, planea tus actividades, levántate temprano y trata de disfrutar al máximo tu estancia en ese destino. Programa actividades que no requieran mucho tiempo o traslados muy largos. Disfruta tu tiempo al máximo; levántate temprano para que rinda más el día y planea tus actividades con anticipación.

En algunos destinos (como aquellos que reciben muchas convenciones durante el año), el bleisure es algo muy común, por lo que hay hoteles, agencias o compañías que ofrecen paquetes que conjuntan negocios y placer. Revisa si en el lugar al que llegas existe esa opción, ya que puede resultarte más económico y obtener beneficios como traslados gratis o descuentos en las entradas para algún evento.

Si definitivamente tienes muy poco tiempo, aprovecha actividades como correr o rentar una bicicleta para recorrer la ciudad. Si los horarios te acomodan, aprovecha servicios como el “turibús” que te darán un paseo rápido por puntos de interés de la ciudad en la que te encuentras.

No olvides tener en tu teléfono todas las aplicaciones necesarias para tu viaje, como la de la aerolínea para ver posibles cambios de itinerario, la de tu hotel para aprovechar beneficios, la de mapas para no perderte, la de la reservación de restaurantes, la del Uber, la de tu banco para cualquier inconveniente, etc.

Y no lo olvides, en tiempos donde el trabajo puede ser realmente una adicción, el bleisure puede ser tu boleto al paraíso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 17 Febrero 2019 05:36

Detengamos el desperdicio de comida

Lectura 3 - 5 minutos

¿Sabías que en México más de 28 millones de personas padecen hambre? En contraste, sabemos que 31 millones de toneladas de alimentos son arrojadas a la basura. Lo mismo comida en mal estado que se ha quedado olvidada en el fondo de una alacena o refrigerador, que comida que sirve pero que nadie ha querido solo por cosas tan banales como su aspecto.

¿Cuántas veces hemos ido al súper mercado sin una lista o sin idea alguna de lo que haremos con todo eso que como autómatas echamos en el carrito? A veces pareciera que tener el refrigerador o la despensa repletos nos brinda un estatus y una sensación de superioridad y poder adictiva.

El consumismo parece desbordarnos y cada semana llegamos a una caja registradora empujando un carrito lleno de alimentos que terminamos despediciando.

Lo cierto es que México, Argentina y Brasil son los tres países líderes de Latinoamérica en el desperdicio de alimentos según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Y tal vez tú pienses que tú no eres parte de este problema porque viajas o comes en la calle así que nunca hay comida en tu alacena o refrigerador pero… ¿te has preguntado cómo manejan la comida en los restaurantes a los que acudes?

Lo cierto es que el 6% de toda la comida que se desperdicia en el mundo proviene de países en América Latina y el Caribe, lo que equivale a 348 mil toneladas de alimentos al día y 127 millones de toneladas al año. Y ese problema es mucho más grave en los restaurantes que en tu propia casa.

47 millones de personas en nuestra región pasan hambre, según el estudio Pérdidas y desperdicios de Alimentos en América Latina y El Caribe. Lo terrible es que de esa cifra, 28 millones habitan sólo en México. Mientras a nivel regional perdemos 15% de los alimentos disponibles para consumo humano, en nuestro país se desperdicia la vergonzosa cifra de 37 por ciento

Además de lo horrible que eso suena en términos sociales y de desigualdad económica, producir alimentos que luego serán desperdiciados genera también un gran impacto ambiental pues al descomponerse, la comida emana metano, uno de los gases más dañinos para la atmósfera y que incrementa el calentamiento global. Así que, a la huella ambiental de su producción y distribución, se le suma la huella de su desperdicio y descomposición.

Sólo con los alimentos que se desperdician en supermercados, mercados callejeros y otros puntos de venta al menudeo en Latinoamérica podrían ser alimentadas 30 millones de personas.

En nuestro país hay productos que se desperdician más que otros, como la guayaba. 57.7% de la producción es desperdiciada. El mango tienen un margen de desperdicio de 54.5%, le siguen el pescado con 54%, el aguacate con 53.9 y el plátano 53.7 por ciento.

¿Por qué se desperdicia tanto? Puede ser por un mal manejo de los alimentos durante la cadena de producción y distribución, pero sobre todo por una falta de conciencia en los consumidores. Olvidamos revisar fechas de caducidad y llenamos de alimentos la despensa como si el tiempo no fuera a pasar jamás, compramos en exceso o por impulso y peor aún, elegimos sólo las frutas y verduras bonitas.

Pero si no nos ponemos a cuestionar los hábitos en nuestra propia casa, ¡menos en restaurantes! Resulta que ellos desperdician, y mucho, pues los estándares de calidad de los mejor posicionados los obliga a comprar de más, con más frecuencia y a servir sólo lo que está impecable, además de que están atados a un menú por largas temporadas por lo que no pueden solo ponerse creativos para cocinar con las sobras porque ¿les parecería una campaña atractiva llegar a un restaurante donde sabes que te están vendiendo las sobras?

Pues resulta que sí, otra vez somos los consumidores los responsables porque si en casa de nuestras abuelas podíamos hacer comidas familiares enteras con sobras o beber agua de mil frutas que estaban a punto de pasarse y todo eso se transformaba en fiesta, ¿por qué un restaurante no podría hacerlo?

Bueno pues el problema es que no hay tampoco indicadores que le permitan al consumidor conocer los hábitos de los restaurantes en el manejo y desperdicio de alimentos. Muy pocos transparentan su política de sustentabilidad pero existen soluciones, como la aplicación Olio, y otras que funcionan muy bien en Europa para que los restaurantes donen la comida que no utilizan, o en México, Francia y Canadá, existe La Tablée des Chefs, asociación sin fines de lucro que se dedica a rescatar comida de los restaurantes y panaderías, además de capacitar a los estudiantes de gastronomía para que tomen conciencia de la magnitud del problema del desperdicio de comida.

Ahora sólo nos falta a los consumidores, tomar las riendas de esta batalla. Sin importar si estamos en el mercado del barrio, el súper o el restaurante de lujo. Nosotros tenemos el poder y debemos consumir de manera responsable. Tenemos el derecho a preguntar sobre cómo manejan los recursos los lugares donde compramos y donde comemos, cuando estamos en casa y cuando viajamos ¿no creen?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 03 Febrero 2019 05:29

El clima y tus viajes

Lectura 3 - 6 minutos

El cambio climático está modificando las costumbres viajeras y turísticas. En los últimos cinco años no se había visto la cantidad de nevadas que hoy hay en Europa en febrero. Mis amigos me han enviado fotografías de nevadas impresionantes lo mismo en los Alpes, lo cual es hasta cierto punto “normal”, que en el corazón de ciudades no muy familiarizadas con la nieve constante como París o Bruselas. Y es que la nieve es una maravilla si te sorprende una mañana al abrir tu ventana con un manto blanco y dura un par de días pero… ¿dos semanas seguidas?

Por supuesto en décadas Estados Unidos no había pasado por momentos tan fríos como los que se vivieron en ciudades como Chicago donde se llegaron a sentir temperaturas hasta de -23° centígrados. Una amiga mía estaba en Philadelphia y envió la captura de pantalla de la app del clima desde su móvil: -11° centígrados pero con una sensación térmica de ¡ -19°! Sin duda, un clima de tundra que muchas personas no hemos sentido jamás en la vida.

¿Cómo afectan estos cambios drásticos, derivados del cambio climático, a la industria turística? Bueno, sin duda alguna las afectaciones son bastantes. Por ejemplo, hubo muchísimos vuelos cancelados o desviados, lo que representa no sólo millones de dólares en pérdidas para las compañías aéreas y para los mismos viajeros que pierden noches de hotel reservadas o tours previamente pagados, también representa mucha más contaminación por los cambios en rutas aéreas intempestivamente.

Por otro lado, los veranos tampoco son lo mismo que antes y otra vez, el ejemplo es Europa porque antes no se veían las olas de calor de más de 40° centígrados y por tanto muchos lugares en ciudades como París o Berlín no cuentan con aire acondicionado. Adaptar los viejos hoteles y restaurantes a las nuevas necesidades metereológicas también representa mucho dinero en inversiones.

Por otro lado, antes los viajeros de lugares como Alemania o Noruega viajaban hacia el sur de Europa, como España, Portugal o Italia para buscar sol pero ahora en sus veranos ya no parece hacerles tanta falta. ¿De qué vivirán entonces estos países sureños si los flujos de turismo cambian?

Lo cierto es que el clima está cambiando y cada vez es más impredecible. En México tenemos en pleno febrero temperaturas primaverales y muy pocos días de frío, mientras que en el verano las lluvias nos tienen asolados. Si no frenamos la contaminación, y si no se hace nada pronto, va a ser demasiado tarde para tomar medidas para desacelerar el calentamiento global, porque va a llegar a tal grado el calentamiento que ya no va a haber punto de retorno y esto va a pasar en las próximas décadas. Se dice que en este siglo la temperatura global de la Tierra va a aumentar de 1 a 6 grados, quizás no parece nada pero los cambios drásticos ya están aquí, a la vuelta de la esquina.

Lo cierto es que hoy Estados Unidos se está congelando literalmente y Australia se está quemando, también literalmente. La ola de frío que experimenta América del Norte al este de las montañas rocosas, con temperaturas similares al Ártico, es real, pero  es solo una parte de esta historia.

Del otro lado del mundo hoy se viven temperaturas cálidas récord desde Australia y hasta el Ártico. ¿Qué tiene que ver el llamado vórtice polar con el calentamiento global?

En cualquier planeta que gire habrá un efecto llamado “vientos dominantes”. A medida que la atmósfera circula alrededor del mundo, el planeta Tierra experimenta típicamente tres tipos distintos de vientos, normalmente confinados a tres zonas diferentes de latitud. De 0° a 30° se dan los vientos alisios que soplan de este a oeste y convergen en el ecuador.

30° a 60° están los vientos del oeste que soplan de oeste a este y se levan hasta el círculo Ártico (o hacia abajo, a la Antártida. Y de 60° a 90° están las células polares que normalmente se limitan a las regiones de latitud más alta en la Tierra. Nuestro planeta tiene una diferencia de temperatura extremadamente grande entre el ecuador y los polos. Esta diferencia es más pequeña en el verano cuando las áreas polares experimentan casi 24 horas de luz solar continua. Gracias a estas severas diferencias , existe una zona persistente de gran escala y baja presión que gira en forma de ciclón en cada polo, de oeste a este, es decir, en el sentido de las manecillas del reloj en el polo sur y en sentido contrario en el polo norte).

Estas dos zonas se conocen como vórtices polares, y cada una de ellas comienza a pocas millas de la atmósfera y se extiende a la estratósfera. Debajo de ellos normalmente hay una gran masa de aire frío y denso rodeando a los polos. Normalmente estos vórtices son estables pues las diferencias de temperatura y presión eran lo suficientemente fuertes como para mantenerlos en su lugar durante todo el año pero cuando los vórtices se debilitan pueden dividirse y migrar hacia fuera de los polos. Cuando ya están extremadamente débiles pueden fragmentarse y una parte del aire de baja presión y baja temperatura comienza a interactuar con el aire de mayor presión y mayor temperatura desde fuera de las regiones polares.

El fenómeno que esta semana ha causado que el vórtice polar se desplace hacia el sur se conoce como calentamiento estratosférico repentino, es decir cuando las capas superiores de la atmósfera aumentan su temperatura en un lapso muy rápido de tiempo.

Así que por raro que te suene, Chicago se está congelando porque la tierra se está calentando y esto pasa gracias a nuestros autos, a las emisiones de carbono que hacen las industrias, y hasta al hecho de que no usemos la energía eficientemente.

La nueva “normalidad” parece ser que Estados Unidos se congele en pleno febrero, Europa reciba más nieve que en los últimos 5 años en unas cuantas semanas y que el ártico no pueda permanecer frío en pleno invierno. ¿Queremos seguir fingiendo que el cambio climático es un mito?

 

Lectura 2 - 4 minutos

Nelson Mandela decía, y con justa razón, que la educación es el arma más poderosa del mundo. Puede ser el motor para reencausar el camino que se ha perdido. El 26 de enero es el día internacional de la educación ambiental, cifrada históricamente en 1975, contextualizada en el seminario que se celebró en Belgrado. En ese lugar se establecieron los principios de la educación ambiental en el marco del programa de Naciones Unidas, bajo la denominada Carta de Belgrado.

¿Cuándo fue que olvidamos que la educación era importante también en el tema ambiental? Porque este mundo parece estar castigado en el tema medioambiental, como ese espacio que parece pertenecer a todos, pero que cuidan unos pocos. Merece ser una materia en nuestros centros educativos pero también en nuestra casa, en la comunidad y hasta en nuestros viajes. Y es que el desarrollo sostenible no es una premisa del pasado, es una exigencia del presente y un compromiso con el futuro que tenemos en un planeta que debe ser preservado, y debe ser reservado de todo tipo de daños a su hábitat más preciado.

Cuando hablamos de las asignaturas del futuro una de ellas tiene que ver con ese escenario en el que vamos a convivir muchos miles de personas. Y el medio ambiente no es un compartimento estanco que no afecta a los que lo respetan el medio ambiente, sino a los que influyen en los malos usos. Y este concepto no debiera ser un hecho controvertido ideológicamente, si no que debiera ser el mayor de los consensos. El planeta deber cuidarse porque es el hábitat de nuestra vida saludable. Resulta duro observar la deforestación en muchas partes del planeta, al ver como la vegetación ha ido desapareciendo ante el vertiginoso empuje de los humanos en su afán de rellenar y ocuparlo todo. Sin tener en cuenta en muchos casos esas fuentes naturales como es el suelo, los ríos, los asentamientos de animales. Todo un conjunto de escenario y paisaje natural que procura darnos la convivencia necesaria.

Por esto es importante la preservación de nuestra naturaleza y que esa educación ambiental no sea la oportunidad de una moda, sino la convicción de que en este Planeta o lo cuidamos entre todos o nos abandonará a nuestra suerte, que no siempre es la mejor de las suertes. Lo comprobamos en las grandes ciudades y en aquellos países en los que la polución ha hecho mella en su salud y en el bienestar colectivo. De hecho, hay determinadas patologías asociadas a esta situación de emergencia en relación a nuestro medio ambiente.

Pero es muy difícil amar, respetar y cuidar algo que no se conoce. A últimas fechas yo me he dedicado al turismo con un enfoque restaurativo, educativo y de impacto social. Con tristeza suelo ver que la mayoría de los prestadores de servicios turísticos, lo mismo un joven que conduce una  trajinera en Tláhuac, que un lanchero en la Rivera Maya o un guía de turistas en Ciudad de México, no toman conciencia del papel que como influencia e inspiración podríamos tener si al momento de mostrar las bellezas de nuestro país también nos comprometiéramos con el diseño de experiencias de viaje que logren hacer conciencia y contribuir un poco a la educación ambiental. Y es que los viajes ilustran y educan ¿o no? Y no sólo si te vuelves un visitante de museos y bibliotecas alrededor del mundo vas a aprender cuando viajas. En cada experiencia, en el aprecio que puedas sentir por las bellezas y el respeto que te inspire el entorno, encontrarás una oportunidad para mejorar tu educación ambiental.

La celebración de este día mundial de la educación ambiental debe servir para ir generando una opinión crítica y proactiva en favor de gestos, actitudes y regulaciones que protejan el escenario medioambiental como la casa común de todos las generaciones presentes y futuras.

Se trata, sin duda, de una lección de vida, de la capacidad del ser humano de respetar el hábitat donde nace, vive y se desarrolla en la armonía de un espacio que no pertenece a uno mismo, sino al equilibro de la propia naturaleza. Que es uno de los enclaves que humaniza e identifica al ser humano en su capacidad de proteger aquello que le va a dar la perdurabilidad de su existencia. O ustedes ¿qué opinan?

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 20 Enero 2019 05:32

El #10yearchallenge viajero

Lectura 2 - 4 minutos

Durante la semana que hoy concluye fuimos testigos de cómo las redes sociales se llenaron de imágenes que comparaban cómo se veían las personas en 2009 y cómo lucen ahora que estamos casi por concluir el primer mes del 2019. Obviamente yo no me quería quedar atrás y me puse a buscar alguna fotografía. Entonces caí en cuenta de que a principios de 2009 todavía no tenía cuenta en Facebook ni usaba un teléfono inteligente para registrar cada comida, cada viaje, cada momento.

Esto me motivó a reflexionar sobre cómo también ha cambiado la manera en la que viajamos en los últimos 10 años.

En septiembre de 2008, cuando mi hijo Diego no había cumplido siquiera 1 año, recibí una beca para asistir a un seminario de periodismo en la ciudad de Montevideo, en Uruguay. De ese viaje tengo muchos momentos gratos para recordar. Conocí a muchos colegas de todo el continente, recorrí una hermosa ciudad en clima lluvioso, visité su famosa rambla y caminé por ahí, también entré al estadio de fútbol más antiguo del mundo, bebí y comí en el mercado del Puerto, donde solían ir Mario Benedetti y Eduardo Galeano pero no tengo una sola fotografía de ese viaje. Recuerdo haber llevado una cámara digital muy básica, misma que años después tuve que vender en una de mis muchas crisis económicas. ¿Dónde descargué esas fotos? Uy pues creo que todavía existía Hi5 y tal vez ahí hayan quedado arrumbados, perdidos en el mundo digital mis memorias viajeras.

Al año siguiente, en 2009, me compré mi primer teléfono con cámara. Las fotos que aún tengo de ese tiempo son horribles. Pixeleadas, sin primeros planos. Simplemente un desastre. En diciembre de 2009 fui de vacaciones familiares a Veracruz y las fotos que encontré las tomé con la misma cámara digital básica que un año antes me acompañó a Uruguay.

A pesar de esto, recuerdo casi cada detalle de esos viajes y , si bien lamento no tener fotografías, lo cierto es que atesoro los momentos en mi memoria como tal vez hoy no lo hago.

Hoy tenemos tantos dispositivos a nuestro alcance que es difícil decidir con cuál tomar la foto, aunque la mayoría de las veces terminamos simplemente sacando nuestro smartphone y haciendo click para de inmediato compartir el momento con el mundo.

Cuando Instagram apareció en mi vida era casi 2012 y eso fue porque ya tenía una blackberry, que aunque tomaba unas fotos horribles, me permitía compartirlas casi de inmediato. Poco después tuve un ipod touch y eso mejoró mi experiencia y aumentó la cantidad de fotos que posteaba. Así llegó mi primer viaje a París y mis primeros experimentos de galería viajera. Lo cierto es que ahora veo esas fotos y realmente podrían ser en cualquier lugar y no necesariamente son un registro de los lugares emblemáticos de París, sino de los momentos emblemáticos que yo viví en aquel viaje.

Así cambió la fotografía de viajes. Ya no se trataba de registrar una visita en un lugar obligado, sino de poner a la vista de todos tu propia mirada, tu sello personal, tu manera de vincularte con el destino que estabas visitando.

De 2012 a la  fecha han pasado 7 años y muchos viajes. Hoy en mi galería de Instagram tengo fotos de Ámsterdam, Río de Janeiro, Madrid, Paris, y por supuesto, de muchos hermosos rincones de México. Hoy abundan los selfies, los filtros y las aplicaciones. Tengo fotos que me recuerdan hasta la temperatura que hacía una fría mañana en la que miraba el río Sena desde la ventana de mi hotel en 2014 y sin embargo, creo que tengo menos recuerdos de los detalles.

Una década. Muchos avances tecnológicos, nuevas formas de relacionarnos con el mundo y al parecer, la gente viaja mucho más que antes, o al menos, lo comparte más pero ¿qué ha pasado con nuestra memoria en estos últimos 10 años? Una reflexión que les dejo sobre la mesa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 13 Enero 2019 05:42

Viaja verde

Lectura 3 - 6 minutos

Hemos escuchado mucho durante los últimos días de la escasez de combustible para transportarnos de un lugar a otro y, como viajeros seguro más de uno se ha preguntado sobre ¿cómo se puede seguir viajando sin contribuir a este problema? La sociedad mexicana tiene una altísima dependencia de los combustibles fósiles y en una crisis de este tipo lo recomendable es tratar de usar vehículos lo menos posible y entonces… ¿qué hacemos los viajeros? ¿nos despedimos de todas las aventuras que soñamos?

No podemos negarlo, viajar hoy en día forma parte de un estilo de vida aspiracional para muchos millenials. Sí, somos parte de una generación de la selfie en los destinos más extraordinarios una postal del éxito que no supieron retratar generaciones anteriores; como los baby boomers, más preocupados por permanecer y escalar dentro de su trabajo que por conocer el mundo. Hoy, decir que se padece el síndrome de Wanderlust no es enunciar una rara enfermedad nueva sino proclamar que uno tiene el deseo irrefrenable de recorrer el globo. La llegada de las aerolíneas low cost al mercado promueve esa avidez por trasladarse. Pero, ¿cómo repercute esta avalancha de viajes en el cambio climático global? ¿cómo podemos viajar pero al mismo tiempo mitigar nuestro impacto ambiental y nuestro consumo de combustibles fósiles?

Al viajar, como en muchas otras actividades, los seres humanos generamos emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas con efecto invernadero responsable del calentamiento global. A la contabilidad de esas emisiones se le llama "Huella de Carbono" y conocerla contribuye a que viajeros, compañías aéreas y hoteles, entre otros, puedan tomar acciones directas para mitigar el impacto ambiental que tienen sus movimientos por el planeta.

El primer paso es transformarnos en viajeros conscientes. En la web se pueden encontrar diferentes calculadoras de CO2, cada una de ellas diseñada según los parámetros y criterios de sus propios países y organizaciones. Los resultados obtenidos permiten individualizar el foco de emisiones para actuar sobre ellas e identificar las posibilidades de reducción.

Tal es el caso de la calculadora de carbono de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que sirve como fuente de información al principal sistema internacional de reservas y emisiones de tickets aéreos, Amadeus. Con esta data, ellos proveen a sus plataformas de distribución de una estimación de las emisiones de CO2 por pasajero y vuelo. Así, los clientes tienen la posibilidad de comparar los efectos ambientales de distintos itinerarios al momento de planificar un viaje o de hacer una reserva.

Muchas de estas calculadoras traducen la información dura de forma figurativa para generar más conciencia ambiental, comunicando por ejemplo cuántos árboles se talaron al realizar un vuelo.

Así, si bien no podemos tener una huella cero porque para ello deberíamos ser ermitaños en una montaña, naturalistas, zero waste y andar desnudos por el bosque, lo cierto es que sí podemos hacer el cálculo del impacto de nuestras decisiones al planear nuestros viajes.

A grandes rasgos y sin necesidad de muchos cálculos, hay que saber que los viajes en avión son los que más CO2 emiten por persona. Sin embargo, si uno tiene que volar sí o sí, hay elecciones más sustentables a considerar: optar por compañías aéreas que utilizan biocombustible renovable, volar de día y hacerlo sin escalas, dado que el despegue y aterrizaje son los momentos en los cuáles el avión consume más combustible.

En el ranking de los medios de transporte más contaminantes siguen las travesías en crucero, ya que si bien se ahorra en quema de combustible el consumo energético a bordo es muy alto. El barco tradicional es una buena alternativa, pero por cuestiones de tiempo en tránsito la mejor opción es el tren. Así que sí, en México una buena política sería recuperar el sistema ferroviario para facilitar el traslado de personas y productos a lo largo y ancho del país. Trenes eléctricos, por supuesto, no de carbón.

Ahora, si viajamos en carretera y ahora en tiempos de escasez de gasolina, lo ideal es hacerlo en transporte público o en auto compartido, puedes utilizar Blablacar y además de conocer gente nueva, verás que todo te sale mucho más barato. También existen compañías de alquiler de vehículos eléctricos o híbridos eficientes en combustible, que informan en su web de la emisión de CO2 por kilómetros cuadrado de cada modelo. Una vez en camino, todas las medidas que se puedan tomar para ahorrar combustible son útiles; entre ellas, planificar bien la ruta y evitar sobre todo el uso del aire acondicionado.

Al llegar a destino lo recomendable es alojarse en hoteles ecoeficientes certificados por algunas de las organizaciones reconocidas por el Consejo Global de Turismo Sostenible (GSTC), como Rainforest. Evitar todas esas pequeñas cosas que le generan un consumo energético extra al hospedaje, desde prescindir del cambio de toallas diario hasta apagar las luces de la habitación al salir, también contribuye a la reducción de emisiones.

A la hora de hacer excursiones conviene moverse a pie o en bicicleta y consumir productos locales, que tienen una huella de carbono menor al no haber sufrido grandes traslados. Por último, cuanto menor volumen de desperdicios uno genere, mejor.

Otra alternativa es compensar la huella de carbono que dejamos cuando viajamos, teniendo un estilo de vida minimalista y de consumo responsable cuando estamos en nuestra ciudad. Esto significa consumir sólo lo necesario, dejar de usar el auto para trayectos cortos o si es posible, mudarnos cerca de nuestro trabajo para hacer nuestros trayectos caminando o en bicicleta, consumir productos locales y sustentables y sobre todo, reducir los empaques de lo que compramos para no generar más basura.

La compensación es un modo práctico de evitar que el problema del cambio climático se acentúe en el mediano plazo, pero la solución de fondo pasa por la reducción rápida de las emisiones de gases de efecto invernadero en cada etapa del viaje.

Así que ahora ya lo sabes, viajar es un estilo de vida pero lo ideal es que incluya también la responsabilidad ambiental y el consumo responsable no sólo ahora que sufrimos porque no hay gasolina, sino siempre porque el planeta ya no tiene mucho tiempo para que seamos irresponsables al momento de decidir.

 

 

 

 

 

 

Domingo, 06 Enero 2019 05:19

¿Puede la comida construir la paz?

Lectura 3 - 5 minutos

Tras la firma de los acuerdos de paz en Colombia una de las principales prioridades es la reconstrucción del tejido social, lograr generar confianza entre antiguas víctimas y victimarios es uno de los retos más desafiantes para quienes se han ‘echado al hombro’ la construcción de paz duradera.

Y a las distintas instancias que están promoviendo la construcción de paz en aquellas tierras se les ocurrió que una herramienta útil para entablar diálogos y procesos de reconciliación en los territorios que más sufrieron las consecuencias del conflicto armado era justo una que ha unido seres humanos desde el principio de los tiempos: un plato de comida.

Fue así como el año que recién terminó, desde la Corporación Centro de Interés Público y Justicia se emprendió un proyecto en cual se pretende empezar a reconstruir esos lazos a través de la comida y su memoria histórica.

El nombre de esta iniciativa es Recetario Gastronómico de la Memoria y se trata de un proyecto que brinda un espacio de encuentro a los actores que vivieron el conflicto que azotó a Colombia en el cual a  través del dialogo se busca reconstruir las relaciones sociales que se perdieron por el trajín de la guerra.

La idea nació a partir de la importancia que tiene la comida en la sociedad, y es que siempre que uno tiene un invitado o celebra una fiesta juega un papel fundamental. Además nadie se sienta a comer con otro para enojarse, así que sabiendo que la comida tiene el poder de generar lazos emocionales, conexiones con nuestra memoria y nuestra infancia, además de fortalecer nuestro arraigo con la tierra y la naturaleza, diseñaron esta iniciativa para acercar a los grupos poblacionales que, durante el conflicto armado, fueron enemigos viviendo en el mismo territorio, a través de la gastronomía.

El municipio de Planadas fue el escogido para iniciar el proyecto dado sus antecedentes de conflicto armado, concretamente el poblado de Tolimá donde además se ha venido trabajando con el resguardo indígena Paez-Nasa del corregimiento de Gaitania, los excombatientes del espacio territorial de la vereda El Oso, militares del batallón 18 y campesinos de la región.

Cada uno de los miembros de estos grupos poblacionales tienen muchas cosas que contar a partir de lo que comían en cada periodo de la guerra, lo que están haciendo con este proyecto es tratar de recuperar esos ejercicios gastronómicos y ponerlos sobre la mesa para generar espacios de diálogos que ayuden a reconstruir tejido social.

Y es que se ha comprobado que si hay un momento en el que estas personas han podido hablar abiertamente y sin temor ha sido alrededor de una mesa, mientras se preparan los platillos.

¿Qué hace falta cuando se quiere arreglar un conflicto? Diálogo y ¿en qué momento es cuando las personas conversan de manera más fluida y conectan mejor? Alrededor de una mesa

Estas conversaciones sostenidas durante los diversos talleres de gastronomía territorial, les ha permitido entender que los unen las mismas raíces, que el territorio representa vida, unión, alimento, fauna y flora que se transforman en cultural. Saber que la guerra les impedía disfrutar al máximo del placer de la comida, les permite reconocerse como víctimas y también como victimarios del conflicto, por haber permitido que la guerra durara tantos años. Les permite, mirar su papel en el conflicto en su justa dimensión.

Usar ingredientes locales que generan arraigos y lazos, evoca a su vez lo más positivo del territorio

Un soldado del Batallón 18 dijo en un programa de radio que yo escuché y, gracias al cual conocí de este proyecto, que un solo plato de comida podía lograr lo que no se logró con años de guerra: hacerles ver que todos tenemos una familia, alguien que nos espera para compartir la mesa. Que todos somos personas y que todos sufrimos de igual manera con los conflictos armados, que en realidad son un gran negocio que beneficia a unos cuantos y que no son los que están en el campo de batalla.

Me conmovió mucho escuchar las anécdotas de cuatro personas que participaron en estos talleres gastronómicos, cada una representando a un grupo social distinto del mismo territorio. Una mujer indígena, un campesino, un soldado profesional y una mujer guerrillera. Al final, lo que escuchaba a través de mi computadora, no era más que las voces unidas de cuatro seres humanos que hoy se ponen a trabajar juntos, que se arremangan la camisa para picar la yuca, el patacón y la cebolla, y que dialogan, se ríen, recuerdan, lloran y se congratulan por estar vivos para contar todo esto tras haber dejado atrás la dolorosa experiencia de la guerra.

Hoy saben que pueden volver a pensar en el otro, sanar las heridas y tejer con el otro y el centro de todo es la alimentación porque permite reconocer el arraigo territorial, el nivel de violencia, de reconciliación y de resiliencia de las comunidades y hacer una cartografía social para identificar los estigmas que uno tenía sobre los otros y viceversa. En el pasado, habría sido imposible ver a esta gente sentada en una misma mesa. Ellos estaban acostumbrados a escuchar el plomo pero hoy quieren vivir en paz, alrededor de la misma olla, que representa a todo un país.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 23 Diciembre 2018 05:28

La chef indígena que me robó el corazón

Lectura 3 - 6 minutos

Tiene la piel morena, los ojos brillantes y la sonrisa amplia y bien plantada. Llega apresurada tras hacer trámites y pagos de nómina. Es diciembre así que cualquier emprendedor pasa por la angustia del pago de salarios y aguinaldos. Pero esta mujer impetuosa, orgullosa de su origen indígena, guarda mucho más dentro de sí y está dispuesta a realizar toda una cruzada porque cada vez más personas compartan su pasión: la gastronomía regional chiapaneca.

Claudia Ruiz Santiz es una mujer única que hace tres años decidió empezar una aventura que hasta ahora sigue siendo una batalla cotidiana: abrir un restaurante enfocado en difundir la riqueza de la gastronomía chiapaneca pero, sobre todo, incluir los platillos e ingredientes de los pueblos originarios en la carta y diseñar platos de autor que mostraran el orgullo que ella misma siente de ser chamula.

El tamal de hoja santa, el pozol de cacao, las tostadas de carne chamula, el mousee de tascalate y el pan de chipilín son sólo algunos ejemplos de lo que los comensales pueden descubrir al visitar Kokono’, ubicado en la calle Diego de Mazariegos, en la hermosa ciudad de San Cristóbal de las Casas. El nombre del lugar significa “epazote” en tsotsil, idioma materno de Claudia, quien nació en la comunidad de San Juan Chamula

Moler, licuar, sazonar y montar es la vida de Claudia pero también dirigir, orgientar, motivar a un equipo de jóvenes cocineros indígenas que parecen danzar alrededor del fogón que este restaurante tiene en su cocina.

“Si tuviera que definirme con una palabra, sería guerrera” me dice Claudia cuando me confiesa que ha habido momentos en los que ha estado tentada a rendirse. Sin embargo, sigue luchando y trabajando cada día porque su restaurante se mantenga a flote, generando empleo para los jóvenes de la región pero también como un semillero para cocineros que revaloren el legado que la gastronomía indígena ha aportado a México.

Claudia tuvo que vencer muchos obstáculos para salir adelante, el primero, dentro de su propia comunidad pues por los usos y costumbres, las mujeres chamulas no tienen muchas alternativas para salir a estudiar o pensar en un futuro que no sea el casarse y tener hijos, destino de la mayoría.

Pero Claudia no sólo tuvo la fortuna de salir a estudiar en la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez, también su trabajo y su dedicación hicieron que a pesar de su timidez y bajo perfil, una luz se encendiera sobre ella y el chef más importante de México, Enrique Olvera, volteara a verla.

Y es que, cuando Claudia terminó su carrera de gastronomía en la Universidad de Ciencias y Artes Chiapas (UNICACH) hizo como trabajo de tesis, un recetario en español y tsotsil. La universidad lo publicó en 2012 pues es el primer trabajo de una alumna que habla sobre la accesibilidad y disponibilidad de alimentos, implementando una estufa ecológica tipo plancha.

Después de un año de arduo aprendizaje, Claudia ya era toda una repostera así que cuando renunció al Pujol, apenas pasó un día cuando recibió otra oferta difícil de rechazar: trabajar en Massimo Bistró, a lado del chef Eduardo García, otro ícono de la gastronomía mexicana contemporánea y muy comprometido con temas de alimentación sustentable y con la filosofía de Slow Food.

En el mundo de la gastronomía no es un secreto que existe una clara discriminación hacia las mujeres así que Claudia tuvo que vencer dos barreras: su origen indígena y su género. “Me topé con discriminación, cuestionaron mi presencia y mis habilidades, pero yo prefería guardar silencio y que mi trabajo hablara por mí. Además de la discriminación también tuve que enfrentarme a la gran ciudad, esa situación despertó en mí otro tipo de habilidades, estaba acostumbrada a vivir sin estrés, sin prisas y tuve que aprender a lidiar con todo lo que implica vivir en México”. Pero para Claudia, la situación más que ser un obstáculo, le dio la oportunidad de empoderarse día a día.

“En Pujol permanecí un año porque esa era mi meta y cuando lo cumplí Eduardo García otro de los Chefs más reconocidos me ofreció incorporarme a Máximo Bistrot. Ahí permanecí por unos meses porque posteriormente y debido a mi interés en la repostería tuve la posibilidad de integrarme a Duo Salado Dulce un restaurante de un Chef suizo y una Chef oaxaqueña. En ese lugar aprendí mucho del tema de chocolatería y panadería. En Duo la pastelería era elaborada con técnicas francesas y suizas, pero lo interesante también era que hacíamos una fusión de técnicas francesas con ingredientes mexicanos”.

Hoy ese chef suizo está en París y Claudia podría estar ahí también pero decidió regresar a casa después de tres años de aventura en la capital mexicana por motivos familiares. Primero trabajó en un hotel y una cafetería como repostera hasta que decidió crear su propio proyecto. Así nació Kokono’.

¿Cómo es Kokono’? Es su restaurante con filosofía Slow Food del que es propietaria y chef ejecutiva, que significa epazote en tsotsil. “Es un nombre que nos identifica a la comunidad, Kokono’ tiene el objetivo de rescatar la gastronomía chiapaneca. Pensé en establecer un punto donde turistas y gente de la región pudieran probar lo que mi estado ofrece. En el restaurante fomentamos ante todo el consumo local y el apoyo al pequeño productor”. La cocina de Claudia es completamente regional, tradicional desde los pueblos indígenas. En la carta hay sopa de chipilín, cochito horneado, atol agrio, tamales autóctonos, carne chamula.

 “Mi filosofía personal encaja totalmente con Slow Food, desde que formo parte de la Alianza de Cociner@s he podido llevar a diferentes lugares mi gastronomía chiapaneca, como lo hago el día de hoy aquí en la ciudad de Puebla. Slow Food me permite además, hablar sobre la importancia de salvaguardar los alimentos, la historia, las tradiciones del lugar de donde soy originaria”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 02 Diciembre 2018 05:33

Viaja con tu mejor amigo

Lectura 4 - 8 minutos

Esta semana apareció en mi time line de Instagram la foto de alguien de mi familia a quien todos queremos mucho. Estaba cumpliendo 12 años de una vida que hasta ahora, ya ha sido en dos países. Estoy hablando de Choco, el fiel compañero canino de mi sobrina que emigró con ella a Francia y que ya lleva seis años paseando por las calles parisinas. Llevarlo no fue sencillo, hubo que tramitar muchos papeles y además comprar una transportadora especial, que fuera aceptada para viajes internacionales, sedarlo una noche antes para que no sufriera en las casi 12 horas de vuelo y preparar todo un expediente que demostrara que era un perro sano.

Yo me pongo a pensar hoy y sería tal vez muy complicado querer viajar así con mi perro pues hace algunos meses que se ha quedado ciego. Pero lo cierto es que ese apego que tiene conmigo ahora que tiene esta discapacidad visual tampoco hace sencillo pensar en largas aventuras con nuestro mejor amigo. Una vez lo dejé con una cuidadora que lo trató muy bien y la encontré a través de ciudamimascota.com donde otras personas amantes de los animales se ofrecen para cuidar a tus perritos en su casa mientras tú vas de viaje. Aquella vez sólo fui a Morelia 4 días, mismos que mi perro no tuvo que pasar en una fría pensión, sino con una persona que lo quiso y lo cuidó como si fuera yo misma.

Pero, ¿soportaríamos estar separados en un viaje largo? Pues mira, si tienes la oportunidad y estás planeando un viaje en el que tu perro esté incluido, estas son algunas de las recomendaciones de destinos que puedo hacerte.

Pero antes te hablaré de los retos, porque que una ciudad sea pet friendly no significa que cualquier perro la va a pasar bien siendo viajero.

Los viajes con perros, sin embargo, pueden ser una odisea si el perro no está bien educado. Ante todo, debemos pensar que estará en un entorno que no es el suyo, que interactuará con personas que no conoce, y que dormirá fuera de casa. Los perros son animales de costumbres y a muchos de ellos esta situación quizá les estrese. Por ello, debemos tener en cuenta el carácter del perro, su capacidad de adaptación a nuevas situaciones y lugares y si está acostumbrado desde pequeño a viajar.
Es bueno que desde cachorros les acostumbremos a hacer aunque sea pequeñas escapadas de fin de semana, que sepan lo que es viajar en coche, por ejemplo, y que no lo vean como una amenaza. Una buena idea es llevar con nosotros cosas que huelan a él y a casa, como su manta, algún juguete y también su bol y su bebedero. Así no se sentirá tan extraño fuera de su hogar.
En caso de tener que llevarle en transportín o jaula, también conviene que el perro sepa lo que es desde pequeño; no es una buena idea meter de pronto a un perro de cuatro o cinco años en una jaula. Se sentirá amenazado.
Pero, ¿qué pasa cuando viajamos en avión? Cada vez es más común llevar a nuestro perro con nosotros y si queremos hacer un viaje largo debemos prepararlo con suficiente antelación por ejemplo, podemos llevarlo en la transportadora en el coche varios meses antes para que se acostumbre al movimiento y a los ruidos, verificar que tenemos toda la documentación en regla,, elegir una transportadora cómodo y adecuado a su tamaño y llevar su manta para los cambios de temperatura del avión, le facilitarán el viaje a él y a ti.
Ahora sí, ¿quieres saber cuáles son las ciudades más amigas de los perros? Echa un vistazo y ¡disfruta!


San Francisco
Una de las mejores ciudades, sin duda, para visitar con tu perro. Restaurantes, bares, tiendas, hoteles... casi todos permiten la entrada (y no sólo los permiten, sino que los acogen como a ti mismo) a tu mejor amigo, hay muchos parques y espacios al aire libre donde pueden correr libremente y, para más señas, allí se celebra el Pet Pride Day, un día para celebrar a las mascotas, lleno de actividades.


París
París tiene una de las tasas más altas de perros por residentes. Los perros están permitidos en dos actividades en las que no esperarías encontrar uno: en la misa de la iglesia de Santa Rita y en los autobuses turísticos. Los cafés y tiendas son absolutamente "dog friendly" y, un plus: los parques cercanos, como el Bois de Boulougne son una delicia para nuestros perros.


Berlín
En Berlín hay hasta "delis" para perros, con comida típica pero hecha específicamente para el mejor amigo del hombre. Puedes pasearte por el centro histórico con tu perro y no habrá problema, y pueden entrar en la mayoría de restaurantes, cafeterías y tiendas, así como quedarse en una gran cantidad de hoteles. Por supuesto, en el transporte público también pueden ir.


Amsterdam
Y si hablamos de apertura y de ambiente "friendly", no podíamos olvidarnos de Amsterdam. Ciudad de bicicletas, canales y grandes parques, es perfecta para visitar con tu mejor amigo. Pueden viajar gratuitamente en el transporte público (excepto en los trenes, donde deberemos pagar), entrar en casi todas partes (a no ser que se indique con una señal que no) y hay muchos parques "off leash", es decir, donde pueden estar sin correa.


Ginebra
Los suizos tienen gran consideración por los derechos de los animales; incluso hay que pasar un test antes de poder adoptar uno. Por extensión sus ciudades tenían que ser "dog friendly". Hay multitud de parques enormes donde poder soltarlos, y es una de las ciudades con más alojamientos donde se permiten perros, por lo que evitarás la odisea de encontrar hotel. No sólo lo permiten, sino que les preparan una cama y un comedero y bebedero para que, como tú, se sientan como en casa.


Barcelona
Al contrario que en el resto de España, donde todavía cuesta más eso de llevar a tu perro contigo a todas partes, en Barcelona tienen permitida la entrada en tiendas y en casi todos los bares. No puedes dejar de visitar el Entredogs Café, donde, además de la oferta culinaria para humanos y perros, organizan charlas, talleres, jornadas pro-adopción…


Nueva York
Los perros no sólo pueden quedarse en hostales u hoteles de menor categoría. En Nueva York, algunos de los grandes hoteles también permiten que los perros se queden allí, así como sus centros comerciales más famosos y muchos cafés y bares. Y también está Central Park, el gran pulmón donde pueden disfrutar tanto humanos como perros.


Seattle
14 parques para soltar a tu perro lo convierten en un muy buen lugar para ellos. Además, pueden subir a los autobuses y puedes alquilar una canoa o un kayak con ellos. También hay servicios de "guardería", pero seguro que no te hará falta... ¡pueden ir a casi todas partes!


Roma
Roma es una ciudad para pasear y disfrutar de sus calles, al margen de museos y monumentos. Tu perro disfrutará de las numerosas plazas y de las fuentes que las salpican, y en los parques también pueden estar sin correa. La mayoría de restaurantes darán una calurosa bienvenida a tu perro y le pondrán un cuenco de agua para refrescarse.


Austin
En la capital del estado de Texas, los perros pueden entrar en muchos de los locales. Además, hay muchos conciertos, verbenas y celebraciones al aire libre, lo que hace que tu perro disfrute de la naturaleza a la vez que tú te sumas a un plan típico de la ciudad.¿Lo mejor? El Dog House Drinkery Dog Park, un bar con un parque para perros donde pueden estar sueltos.


Lisboa
Los portugueses son acogedores y en esta ciudad de luz y mar los perros tenían que tener un hueco. Sus terrazas y calles con cuestas son ideales para disfrutar de largos paseos con ellos. Además, acaban de aprobar la ley que les permite la entrada a todos los bares, cafeterías, etc.


Bruselas
Bruselas, como Amsterdam, es una ciudad muy europea y abierta. Uno de cada diez belgas tiene un perro, y por supuesto su capital tenía que ser "dog friendly". Aunque es obligatorio llevarles con correa, tienen muchos espacios verdes donde pueden correr en libertad, e incluso algunos parques tienen determinadas horas donde poder soltarlos. Y hoteles, restaurantes... cada vez permiten más la entrada a nuestros amigos.


Sydney
Las playas son la principal razón para decir que Sydney es una ciudad "dog friendly". En las más famosas no tienen permitida la entrada, pero sí en muchas otras, como Rowland Reserve. También puedes ir con ellos a casi cualquier pub; no tendrás problemas. Los viajeros más expertos señalan The London como el pub más acogedor para los perros.


Y ahora sí, ¿cuál es el próximo destino para ti y tu mejor amigo? ¡Felices viajes!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 25 Noviembre 2018 05:52

Mi corazón vive en Lamarck

Lectura 3 - 5 minutos

La primera vez que estuve en ese lugar jamás pensé que años más tarde se iba a convertir en el símbolo de mis recuerdos y también de todas mis frustraciones. Pero la verdadera primera vez que estuve allí ni siquiera fue de cuerpo presente. Aquella esquina me cautivó aún antes de pisarla y andarla. La ví en una película y sentía como si yo perteneciera a esa acera en la que la protagonista caminaba acelerada describiendo todo a su paso para regalar su mirada a un invidente y transformar no sólo su día, también su vida.

Lamarck Caulaincourt es el nombre de la estación del metro a la que llegué en mi tercer viaje a París, hace ya casi cinco años. Cuando elegí el hotel donde me hospedaría no sabía que estaría justo a un lado del lugar donde se filmó una de mis escenas favoritas de Amélie, la película que llevó a millones a pisar las calles de Montmartre al menos con los zapatos del deseo.

Nunca sé cómo se llama cada una porque el nombre Lamarck Caulaincourt en realidad es compuesto, es decir, una de las calles que rodean a la estación del metro se llama Lamarck y la otra, Caulaincourt. Una está escalinatas abajo, frente a la estación del metro donde Amélie deja al personaje invidente iluminado por la experiencia que ella le ha regalado en apenas unos minutos y la otra está, escalinatas arriba, justo donde yo salía cada mañana para cruzar la calle y entrar al pequeño bar donde desayunaba un espresso y un croissant. No creo que me importe determinar el nombre de cada calle, para mí esas escalinatas donde exactamente en medio siempre se podrá leer el letrero rojo del metro parisino que hace que aunque pasen los años, esta calle sea icónica del paisaje de Montmartre.

Y es que este es el único letrero rojo que yo recuerdo para una estación de metro parisino. El resto tienen ese color verde viejo, añejado y nostálgico que incluso aquí en la Ciudad de México podemos recordar si vamos a la estación Bellas Artes, cuyo letrero fue justamente un regalo del gobierno francés para nuestra ciudad.

Lamarck Caulaincourt es especial no sólo porque a través de la historia de Amélie despertó mi deseo por París, por estar ahí algún día, sino porque ahí viví momentos especiales siempre. Una y otra vez. Esa esquina me fue construyendo una historia con la ciudad de mis amores.

Por ejemplo, gracias a las fotografías que tomé en aquel viaje donde me hospedé en el hotel Roma Sacre Cœur empezó una amistad que ha traspasado las fronteras, la distancia y el tiempo.

Meses después de que yo estuviera en esas icónicas escalinatas y subiera las fotos de mi viaje a mi cuenta de Instagram, comenzó a seguirme y a conversar conmigo un personaje “trés sympá”, como dicen los franceses. En su cuenta sólo dice que se llama Mr. Joe, y creo que su nombre es Joel pero en realidad nunca me importó. Para mí comenzó a ser simplemente Mr. Joe. Él vivía en París y aunque su aspecto físico no era el de un parisino y más bien era similar al de un norteamericano fanático de las malas hamburguesas, lo cierto es que había nacido en París y, como yo, profesaba un honesto y profundo amor por esta ciudad.

¿Por qué mis fotos le llamaron la atención?, simple. Él estaba entonces eligiendo el apartamento que iba a comprar para mudarse. Y lo compró ahí, a unos pasos de las escalinatas que a mí me habían marcado.

Mr. Joe no me conocía pero podíamos hablar del sabor de los croissants de aquel lugar en cuya barra ambos tomamos café cada mañana, tal vez al mismo tiempo y sin saber que existíamos.

Dos años más tarde, después de muchos likes en instagram, muchas conversaciones e intercambio de fotografías, finalmente Mr. Joe y yo nos conocimos personalmente. Nos citamos no en ese café pues no abría por las noches y era el único momento en el que las apretadas agendas coincidirían. Pero sí en un bar que estaba en contra-esquina, justo a lado de la estación del metro.

Aunque en aquella ocasión ya no estaba hospedada en Montmartre y ni siquiera había ido puesto que aquel era un viaje de trabajo con una agenda apretada, poder conversar en la vida real y no a través de un dispositivo móvil con alguien con quien sin imaginarlo tenías tanto en común me emocionaba, así que me enfilé a la puerta del departamento de mi sobrina, en la región de Courveboie bien envuelta y protegida contra la constante lluvia de primavera que caracteriza el clima parisino y decidida crucé el Sena para llegar al metro y de ahí, moverme por la enmarañada telaraña de sus líneas hasta llegar al punto de partida de aquella amistad y de mi vínculo con París: Lamarck Caulaincourt.

La velada fue agradable, Joe lo era, pero sobre todo, desde entonces supe que siempre esa esquina, de día o de noche, con el bullicio de la hora pico matutina o el frío de la terraza donde no pudimos tomar la cena por culpa de la lluvia, sería el lugar donde yo había enterrado mi corazón y al que siempre, cuando me siento triste o fuera de lugar, voy a querer regresar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 11 Noviembre 2018 05:31

Navega por un bosque en plena CDMX

Lectura 2 - 4 minutos

Tal vez si escuchas la palabra “trajinera” siempre piensas en Xochimilco, fiesta y mucha cerveza. Tal vez piensas en lugares llenos de gente, altos precios y hasta mariachis flotando en pequeñas embarcaciones ofreciéndote música mexicana. Una experiencia para turistas. Sin embargo, en la Ciudad de México se puede pasear en estas embarcaciones tradicionales en un plan mucho más tranquilo y ecológico, incluso visitando un invernadero y aprendiendo sobre agricultura sustentable y no precisamente en Xochimilco sino en Tláhuac.

Hace una semana fui a Mixquic y en el camino vi trajineras y pregunté ¿qué no estamos en Milpa Alta? ¿o esto es Xochimilco? Entonces mis amigos me explicaron que existe otro lugar que se llama Lago de Los Reyes Aztecas y que pertenece a la alcaldía de Tláhuac. Por eso decidimos regresar.

Llegamos a las 10 de la mañana y nos dispusimos a pasear por los bosques de Ahuejotes y disfrutar el recorrido por los canales. Primer punto a favor: el precio por hora de trajinera es 40% menos que en Xochimilco. Estábamos del otro lado del lago y esta parecía ser una excelente alternativa porque no queríamos enfrentar multitudes. Nuestro objetivo era beber delicioso pulque y visitar un pueblo dedicado principalmente a la agricultura, cuyo fuerte es la producción del nopal pero también las hortalizas en las chinampas, igual que en Xochimilco.
Esta es una gran opción si quieres disfrutar de un día familiar. Si no tienes mucho tiempo, puedes pedir un paseo de una hora, ese será solo para recorrer canales cercanos y admirar algunas aves migratorias y locales. Si optas por el paseo de dos horas, podrás visitar un invernadero y comprar plantas y hortalizas frescas, además de que los lugareños te explicarán todo el proceso agrícola de esta práctica prehispánica de permacultura. Si eliges el paseo de tres horas podrás llegar hasta los ojos de agua, es decir, lugares donde brota agua cristalina todavía y hasta el Museo Vivo. El museo se ubica en una chinampa y allí puedes ver fotografías antiguas e incluso todos los artefactos prehispánicos que se han encontrado en los campos de cultivo de la zona.

Si quieres comer hay dos opciones: comprar unas quesadillas para llevarlas en el paseo ahí mismo en el embarcadero o llevar tu propia comida tipo picnic. O también puedes solo llevar botanas y al bajar, disfrutar de la gastronomía local, ya sea en los puestos del embarcadero o en los restaurantes del poblado de Tulyehualco. Si quieres pasar más tiempo y tienes antojo de mole, puedes aventurarte a llegar hasta San Pedro Atocpan, el pueblo donde se fabrica el mejor mole de la ciudad. Lo cierto es que no pasarás hambre.
También puedes pasar un excelente día en familia en el Parque de los Olivos, un mágico lugar donde hace más de 500 años se plantaron los primeros olivos del continente porque ¿sabías que Tulyehualco es un pueblo de productores de aceitunas y aceite de oliva? Admira los olivos centenarios y disfruta de las áreas verdes recreativas. Otra opción es agarrar las bicicletas o los patines y acercarse al Bosque de Tláhuac, donde puedes realizar todo tipo de actividades en familia.
Lo ideal es hacer esta experiencia en automóvil porque los sitios de interés están alejados unos de otros pero si no tienes coche, puedes llegar hasta el metro Tláhuac y de ahí tomar un taxi que te cobrará 35 pesos por llevarte hasta el embarcadero.
En domingo, llega al Lago de los Reyes Aztecas antes de las 4 de la tarde si quieres estar tranquilo, a partir de esa hora el lugar atrae a muchas personas. El ambiente familiar es mucho más apropiado en la mañana.

¿Qué opinas? ¡Lánzate a descubrir la cara rural de la Ciudad de México!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 28 Octubre 2018 05:30

Descubriendo Mixquic

Lectura 5 - 9 minutos

Hoy debo hacer una confesión difícil para una chilanga de hueso colorado como soy yo. Resulta que mis vínculos con la parte rural de la Ciudad de México son muy escasos. Xochimilco es un lugar que me encanta pero es tal vez al único al que me he adentrado por tanto, no conozco prácticamente nada de las alcaldías de Milpa Alta y Tláhuac. En esta última se encuentra un pueblo que todavía no conozco y que la próxima semana pisaré por primera vez justo por algo que le ha dado fama a nivel internacional: su tradición para conmemorar el Día de Muertos.

Estoy hablando de Mixquic. Es un poblado pequeño que, fuera de este festejo pareciera no tener un gran encanto, sin embargo, para el Día de los Difuntos todo cambia y llegan visitantes de todos lados. El centro de todo el festejo es la iglesia y, por supuesto, el cementerio, que está junto a ésta pero llama la atención su sincretismo ya que, dentro de la Casa Cural se encuentra un antiguo templo prehispánico, donde está la piedra Miquiztli —que representa a la Muerte—, un Chac mool y unos aros del juego de pelota, llamados tlachtemalacatl. Esto no debe resultarnos extraño pues es bien sabido que como estrategia evangelizadora, los españoles construyeron los templos católicos sobre los antiguos templos prehispánicos.

Al lado se encuentra el templo de San Andrés, que fue construido en 1537 por los frailes franciscanos. La iglesia se derrumbó unos años después, pero fue reconstruida en 1600.

La festividad de Día de muertos es toda una tradición en Mixquic, que comienza desde septiembre: a finales de mes, los habitantes del lugar acuden al panteón a invitar a sus familiares y amigos que ya fallecieron, para que vengan el 2 de noviembre. Les llevan arreglos de flores y decoran sus tumbas.

En el primer día (31 de octubre) se pone la mesa para el altar de muertos, con un mantel, candeleros negros o blancos y velas. El segundo día (1 de noviembre) suenan las campanas a las 12:00 del día, las cuales anuncian la llegada de las ánimas de los niños y adultos.

En los altares nunca deben de faltar sal (para el alimento y representación de la tierra como elemento de la naturaleza), agua (para la sed), veladoras (para alumbrar el camino), y por último, flor de cempasúchitl para adornar. La ofrenda se complementa con fruta, hojaldras, y en el caso de los niños, las figuritas de los xoloscuincles (perros) que guiarán sus almas por el inframundo. Flores blancas que representan la pureza de los niños y amarillas que iluminan a los adultos para que no se pierdan en el camino.

En el tercer día (2 de noviembre) se realiza la famosa “Alumbrada” en el panteón, donde se rinde homenaje a los muertos que dejaron un recuerdo en este mundo. A partir de las siete de la noche la gente llega a las tumbas decoradas con flores y encienden cirios. El panteón se llena de luz para mostrarle el camino a los muertos. En medio del panteón se encuentra el Templo de San Andrés, el cual cuenta con un retablo y un techo que vale la pena conocer.

Por último el día (3 de noviembre) los vecinos van de casa en casa intercambiando fruta, pan y comida, con lo que se da como concluida la festividad de día de los muertos.

Mixquic es uno de los lugares en México que más poder de convocatoria tiene durante el Día de Muertos. Año con año, este pueblo mágico de la Delegación Tláhuac recibe a sus difuntos con las tradicionales ofrendas y "La Alumbrada".
Todas las casas se impregnan de los olores que desprende la flor de cempasúchil, la frutas, el sahumerio con incienso y las veladoras. Es raro quien no coloca un altar, pues es una costumbre que se hereda de generación en generación.
Se dice que las tradiciones de honrar a los muertos con ofrendas comenzó en la época prehispánica cuando los pobladores de esta zona colocaban agua, sal, rajas de ocote y pescado fresco en las chinampas en donde enterraban a sus difuntos.
El ritual para recibir a las ánimas inicia desde mediados del mes de octubre pues los habitantes de Mixquic hacen una limpieza especial en sus casas: lavan pisos y paredes y le dan brillo a las mesas.
Para el 31 de octubre todo está listo, ya que según sus creencias a las 12 del día es el momento en el que llegan los niños. De acuerdo con la tradición, el agua se coloca porque los muertos recorren un camino muy largo para llegar con sus familiares y con eso mitigan su sed. La sal significa purificación, para que el alma no se corrompa en su viaje de ida y vuelta el año siguiente, y el sahumerio con incienso aleja a los malos espíritus y sirve como guía olfativa para que los fieles difuntos lleguen a sus hogares.
Para el 1 de noviembre la ofrenda se enriquece. A las 12 del día se van los niños y a las 3 de la tarde llegan los adultos. Se riegan los pétalos de la flor de cempasúchil y se coloca el pan de muerto y mucha fruta, principalmente manzana, plátano, naranja y caña.
Mucha gente acostumbra hacer tamales de dulce, de chile y chacualole, que es la calabaza con tejocote, guayaba, caña y piloncillo porque se dice que así lo comían sus abuelos. La verdad tengo la esperanza de probar alguno de estos.
Algo que no puede faltar es el platillo típico de Mixquic: el mixmole (mole de pescado). Anteriormente se preparaba con atlacuetzon, una planta que flotaba en los canales que había en la zona, pero hoy en día la gente la sustituye con acelga y le agrega tomate, epazote, pescado, chile verde o rojo y se guisa con manteca.
El banquete también incluye la bebida favorita del difunto, una de las más populares de la zona es el pulque pero también la cerveza y hasta tequila o brandy.
Otra de las costumbres que aún se conservan en Mixquic es ‘El Campanero’. La noche del 1 de noviembre, las familias salen con los niños para pedir su calavera. El recorrido lo alumbran con una calavera de chilacayote que rascan por dentro para meterle una vela y llevan campanas que en todo momento hacen repicar.
Los grupos de niños y adultos pasan de casa en casa para rezar en las ofrendas . Cuando terminan de orar todos cantan ‘a las ánimas benditas les prenden velas pequeñas, y todos cantan: “campanero mi tamal, no me den de la ofrenda porque me hace mal’ y les dan pan, fruta o tamales.
La fiesta de Día de Muertos termina con la famosa ‘Alumbrada’ que realizan el 2 de noviembre en el Panteón Iglesia de Mixquic.
Si bien yo no he ido a este pueblo y estoy muy emocionada porque por primera vez lo visitaré este año, me puse a investigar y encontré que desde temprana hora, el día de la Alumbrada, la gente sube a limpiar las tumbas, a adornarlas con flor de cempasúchil y a colocar en cada esquina un candelabro con su vela. “Esta tradición tiene dos significados: que se está alumbrando el retorno de los fieles difuntos y la presencia de dios”, según algunos testimonios de pobladores del lugar.
Cada año, las autoridades de la alcaldía de Tláhuac esperan la visita de más de 100 mil personas entre el 1 y el 2 de noviembre. Cabe resaltar que no es para nada fácil llegar a este lugar.

Si ustedes irán en coche (o uber) como lo haré yo, hay que tomar la Avenida Periférico Sur hasta llegar a la Avenida Tláhuac, una vez en Tláhuac dirigirse a Mixquic
Otra alternativa, si el punto de partida es el centro de la Ciudad de México es llegar a la Avenida Taxqueña y seguir todo derecho hasta llegar a la Avenida Tláhuac, una vez en Tláhuac dirigirse a Mixquic
Y si vienes de la zona oriente, hay que tomar la autopista México-Puebla con dirección a la carretera Chalco- Mixquic.

En transporte público también se puede llegar pero prepárate para un largo camino. Desde el paradero norte del metro Taxqueña sale un camión que va directamente a Mixquic. Otra alternativa es tomar la Ruta 44, 56 dirección Tulyehualco. Una vez que está en Tulyehualco, Ruta 50 hacia Mixquic. Hay que señalar que este pueblo, Tulyehualco es famoso por su producción de Amaranto así que seguro la visita valdrá la pena.

Otra manera es llegar desde Xochimilco, concretamente de la estación del tren ligero Francisco Goitia. Ahí se puede tomar la Ruta 20 también con dirección a Tulyehualco y ahí tomar la ruta 50 que te lleva a Mixquic, esta ruta también puede tomarse en Chalco, Estado de México.

Otra alternativa es llegar en metro, a la estación Tláhuac de la línea 12 y de ahí tomar un colectivo que llega hasta Mixquic. También de la estación Santa Martha Acatitla salen.
La próxima semana les prometo una crónica completa de mi primera visita al lado rural de la alcaldía de Tláhuac en día de muertos… manden buenas vibras para mi aventura en Mixquic.

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 21 Octubre 2018 05:42

Sequía anunciada

Lectura 3 - 6 minutos

Empiezo a teclear esta columna justo mientras me refresco y descanso después de pasar la mañana en el mercado de la Merced, en el centro histórico de la Ciudad de México. Aunque es normal que los sábados aquello se ponga muy difícil por la gran cantidad de gente que acude a este mercado a abastecerse de víveres para la semana, este día fue especialmente complicado pues muchos queríamos abordar el metro mientras llevábamos compras poco usuales: enormes botes de plástico.

Familias numerosas que iban hasta con cuatro o más niños acudieron desesperadas a esta zona de la ciudad por su fama de tener precios accesibles en todo. En esta ocasión buscaban pagar un precio justo por algo que la próxima semana será el bien más preciado de una casa: un bote de plástico para almacenar agua.

Quizá para la gente de la zona oriente de la ciudad esto no sea algo nuevo, sin embargo, para quienes vivimos en lugares donde normalmente el agua no escasea (o si pasa no nos damos cuenta pues vivimos en edificios con cisternas, bombas eléctricas potentes o simplemente los que administran nuestros conjuntos modernos se encargan de llamar a las pipas y resolver el problema) el próximo fin de semana se vivirá una situación a la que no estamos acostumbrados y, para la que tampoco estamos preparados.

Yo voy muy seguido al mercado de la Merced pues ofrezco visitas guiadas para turistas extranjeros que quieren conocer la vida cotidiana del comercio de la Ciudad de México, sin embargo, muchos de mis amigos y vecinos, no se asoman por esos rumbos nunca.

Desde hace días vi que los botes de plástico que en el super mercado pueden superar los 500 pesos en precio, en la Merced estaban en 200.

Yo que no tengo tanto espacio para colocarlos, compré dos botes medianos, de aproximadamente 60 litros cada uno, que después podré utilizar como botes de basura para separar mis desechos de manera correcta. Mis botes costaron 90 pesos cada uno. Y justo esos mismos los había visto en el supermercado hace tiempo en 250 cada uno.

El ahorro es considerable, aunque yo valiéntemente me metí al metro con ellos, pero incluso para la gente que tuvo que pagar taxi o resolver cómo trasladar botes más grandes, el esfuerzo valía la pena pues, según me contaban, realmente estaban angustiados de que la promesa de las pipas gratuitas que el gobierno dice que abastecerán a la ciudad no se cumpla.

Después del metro, subí al metrobús para acercarme a hipsterland y una señora me preguntó cuánto me habían costado los botes. Le respondí con honestidad y su cara de asombro era muy grande. Me dijo que ella había visto botes como los míos en 300 pesos y los más grandes en 800 ¡Qué descaro! No puedo entender cómo las cadenas de supermercados tienen el cinismo de subir tanto los precios cuando se ha anunciado por todos los medios posibles que esta ciudad prácticamente parecerá Mordor y que si bien nos va, algunos podremos medio bañarnos en perfume pero mejor vayámonos haciendo a la idea que esto será un fin de semana de muertos más hippie que Woodstock.

Lo cierto es que mientras más me acercaba a mi privilegiado barrio, al que llamo cariñosamente hipsterland, la gente me veía más raro. Yo cargando mis botes para almacenar agua para los días de crisis y en mi colonia, que es una de las más de 400 que será afectada por el corte masivo del servicio de agua, nadie parece estar preocupado. En mi edificio hay cisterna y bomba pero yo preferí prevenir que lamentar porque ¿y si las pipas no fueran suficientes? Vivir sin agua en serio es algo que no resistiría.

Cuando abordé el metro, escuché a dos señoras que llevaban cada una 3 botes de 120 litros cada uno, hablar preocupadas del problema de escasez de agua en la Ciudad de México e irónicamente, eso me permitió mirar el lado bueno de la crisis. Por fin un problema tan grave estaba siendo parte de las conversaciones de millones de personas. En el metro, en el mercado, en la calle, en los medios, en las redes sociales. ¿Será que después de intentar sobrevivir a Mordor los próximos días por fin tomaremos en serio esta problemática?

Esto parece el anuncio de un apocalipsis chilango. El megacorte de agua afectará por igual a 482 colonias sin importar condición social ni privilegio alguno. Obviamente eso será difícil para hoteles, restaurantes y espacios rentados de airbnb y en uno de los fines de semana largos más importantes para el turismo: el de día de muertos. La CDMX se está preparando para el megacorte de agua de noviembre, por lo que además de las 650 pipas de agua, también contempla una serie de medidas para disminuir las afectaciones.
Más de 3 millones de personas serán afectadas… eso se traduce a que más de 3 millones de personas no podrán bañarse, o al menos no todos los días que dure la contingencia.

La Conagua aumentará un 15% el caudal, cinco días previos al corte para que los chilangos podamos llenar felices y contentos nuestros botes nuevos y ese caudal durará los cinco días posteriores al corte para volver a estabilizar la red de abasto.

Lo de las pipas no luce fácil porque los medios han informado que el reparto de pipas se hará a través de los coordinadores vecinales, por lo que no abastecerán agua a un solo domicilio, ya que la carga se distribuirá en la misma calle o calles aledañas.
La cosa estará así: el 31 de octubre se realizará el paro de 100% en el Cutzamala. El día 1 de noviembre faltará el agua en el 50% de la ciudad, pero se prevé que en los hogares, escuelas y hospitales tengan líquido almacenado.
Del 2 al 4 de noviembre: Al ser fin de semana, se buscará que escuelas, hospitales, reclusorios y asilos tengan llenos sus depósitos para el lunes 5.
4 de noviembre: Se restablecerá el servicio en el Cutzamala a las 5:00 am
Del 5 al 7 de noviembre: aunque los tanques de abastecimiento estarán llenos, la ciudad tendrá reservas disminuidas, por lo que el servicio se dará con horarios limitados.
8 de noviembre: se espera que el servicio ya esté estabilizado en la mayor parte de la red.

Así que si están pensando venir a pasar el fin de semana largo a la CDMX y no pueden viajar cargando sus tanques de agua, pues al menos traigan un buen desodorante y varias botellitas de perfume.

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 14 Octubre 2018 05:28

La fiesta del diseño en CDMX

Lectura 3 - 6 minutos

Esta semana la Ciudad de México está de fiesta pues el diseño se ha apoderado de sus múltiples espacios públicos por dos eventos en particular: Design Week México y el Abierto Mexicano de Diseño, ambos liderados por importantes diseñadores. El primero es encabezado por Emilio Cabrera y el segundo, por Ariel Rojo. Pero vamos por partes porque aunque ambos eventos se realizan casi al mismo tiempo, lo cierto es que no son para nada iguales pues están enfocados en distintos públicos.

Design Week Mexico (DWM) trabajó de la mano con el Gobierno de la Ciudad de México para lograr la designación de Capital mundial del diseño, Ciudad de México 2018. Desde su primera edición en 2009, DWM ha potencializado el trabajo de diseñadores, arquitectos y profesionales creativos mexicanos y destacado el resurgimiento de la CDMX como ciudad del Siglo XXI a través de diseño reflexivo, prácticas comerciales colaborativas y compromiso comunitario.

Algo que me ha encantado del 2018 es que justamente al haber sido el año en el que nuestra ciudad fue designada como Capital Mundial del Diseño, hubo muchos eventos relacionados con el tema a lo largo del año. En uno de esos eventos, como les contaba hace algunas semanas, conocí a Charles Montgomery, creador del concepto “Happy City”.

También me encantó encontrar este año en la Feria de las Culturas amigas al diseño sostenible como uno de los protagonistas, y al Design Thinking, una de mis más recientes pasiones (sí, soy una ñoña del diseño como pueden ver).

La programación de WDC CDMX 2018 está enfocada  en profundizar la experiencia de habitar y transformar la ciudad a través de exposiciones y eventos culturales, con un compromiso de enfatizar la necesidad urgente de apuntar hacia el diseño sustentable. El objetivo del programa es promover el diseño y la producción creativa como motores de cambio social, económico y cultural.  Para esto, identificaron algunos de los desafíos urbanos del siglo XXI en seis ejes temáticos: habitante, espacio público, medio ambiente, movilidad, identidad y economía creativa.

Así que si pensabas que cuando hablamos de la CDMX como capital del diseño nos referimos a un evento trendy para encontrar cositas bonitas para tu casa, estás lejos de lo que en realidad ha significado un evento de esta magnitud.

La Organización Mundial del Diseño (WDO por sus siglas en inglés) es una organización internacional no gubernamental que promueve el diseño como una disciplina para mejorar la calidad de vida en las ciudades. WDO está conformada por asociaciones profesionales, sociedades e instituciones educativas con el objetivo común de impulsar la disciplina a nivel internacional para atender las necesidades de las personas y ayudar a mejorar la economía y la interacción social.

WDO inició el programa bienal de WDC en Torino, Italia en 2008. Después siguieron Seúl, Corea del Sur (2010), Helsinki, Finlandia (2012), Ciudad del Cabo, Sudáfrica (2014) y Taipéi, Taiwán (2016). En 2018 como ya lo dijimos, la ciudad designada fue CDMX y para el 2020 se ha elegido a la ciudad francesa de Lille.

Design Week México entonces es el cierre espectacular de todo un año de fiesta alrededor de estos ejes temáticos. Ha habido foros, congresos, conferencias, alianzas con universidades, exposiciones con diseñadores y arquitectos locales, exposiciones en los principales museos y hasta un foro de arquitectura en el Museo Nacional de Antropología.

Este fin de semana por ejemplo, los mejores despachos de diseño industrial y de mobiliario se dieron cita en el Parque Lincoln, en el corazón de Polanco, para exhibir en contenedores, las últimas tendencias en las que México está a la vanguardia internacional. Además, en la Expo Reforma, los jóvenes emprendedores del sector se dieron cita para dar a conocer hacia dónde van las nuevas propuestas del diseño mexicano.

La mayor parte de las actividades de la Design Week México se llevan a cabo en la zona de Polanco, Reforma y Lomas de Chapultepec, mientras que en el área del Centro Histórico de la Ciudad de México se llevan a cabo las actividades del Abierto Mexicano de Diseño, un evento que nació en 2013 también con la finalidad de dar a conocer las propuestas de los jóvenes diseñadores mexicanos, pero en un sentido más amplio, abarcando el diseño gráfico, de moda y las instalaciones artísticas.

El Abierto Mexicano de Diseño tiene en este 2018 su  sexta  edición y  es  un  festival  cuyo  objetivo  es  mostrar  cómo  el  diseño  puede  convertirse  en  una  herramienta  que  responda  a  las  problemáticas  culturales,  sociales,  ambientales,  económicas  y  políticas  que  nos  conciernen  a  todos.  El  tema  localidad  provoca  una  serie  de  reflexiones,  y  propuestas  dándole  dirección  a  la  curaduría  de  esta  edición. En  su  quinta  edición,  celebrada  en  el  2017,  logró  convocar  a  más  de  400  diseñadores  para  mostrar  su  trabajo  y  ser  parte  de  distintas  colaboraciones.  Recibió  a  más  de  un  millón  de  espectadores  en  todas  sus  actividades  en  espacio  público  y  privado.  En  una  edición  histórica  logró  ingresar  a  más  de  60  mil  visitantes  al  Museo  Nacional  de  Arte  (MUNAL),  el  Museo  Franz  Mayer,  el  Palacio  Postal,  el  Palacio  de  la  Autonomía,  el  Museo  de  las  Constituciones,  el  Museo  de  Memoria  y  Tolerancia  y  otros  recintos  que,  año  con  año,  se  han  sumado  a  la  máxima  celebración  del  diseño  en  México.    EJE  CENTRAL  AMD  2018  Este  año,  en  medio  de  un  contexto  de  cambio  político  y  del  nombramiento  de  la  Ciudad  de  México  como  World  Design  Capital  Mexico  City  2018,  el  AMD  asume  su  rol  de  programa  local,  tanto  en  el  contexto  de  la  Ciudad  de  México  como  en  el  del  Centro  Histórico,  y  se  suma  convocando  proyectos  desde  la  práctica  del  diseño  que  generen  un  cambio  cualitativo,  o  que  sean  sinónimo  de  calidad  local.  El  término  local  se  usa  para  designar  el  lugar  delimitado  geográfica,  política,  o  culturalmente,  y puede  referirse  a  una  ciudad  urbanizada  con  cientos  de  miles  de  habitantes  tanto  como  a  un  pequeño  pueblo  ubicado  en  una  zona  rural.  Cualquiera  de  estos  casos  tiene  sus  especificidades,  ya  que  cada  contexto  moldea  las  tradiciones  y  forma  de  vida. Su lema es: “Lo  local  es  lo  nuestro”.

Yo, como buena amante del diseño, me he tratado de partir en mil para asistir a las actividades de ambos festejos porque lo importante es que la ciudad se impregne de soluciones creativas para nuestros grandes desafíos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 07 Octubre 2018 05:36

El éxodo innegable

Lectura 2 - 4 minutos

Esta semana se dieron a conocer los nombres de las personas ganadoras del Premio de Periodismo de la Fundación Gabriel García Márquez, en Colombia. Llamó mi atención especialmente el trabajo colectivo que dos medios, uno colombiano y uno venezolano, hicieron sobre un fenómeno que está impactando seriamente a Sudamérica: el éxodo de venezolanos buscando una mejor calidad de vida en otros países.

El principal destino de la migración venezolana, derivada de la asfixiante crisis económica que se vive en el país gobernado por Nicolás Maduro, es Colombia. Hace pocos días una amiga me contó que la inseguridad en Bogotá se ha incrementado considerablemente debido a la alta cantidad de personas venezolanas que viven en situación de calle en la capital colombiana y que, tristemente, al no encontrar empleo, se ven tentados por las actividades ilícitas como el robo a transeúntes. Allá no se puede sacar el celular, dice mi amiga, porque te lo pueden simplemente arrebatar en cualquier calle.

El trabajo periodístico galardonado lleva el título de “Venezuela a la fuga” y trata de recorrer las rutas más comunes que usan los migrantes venezolanos para salir de su país. La historia más larga que se cuenta en video, es un mini documental que narra la historia de una enfermera que sale con rumbo a Lima. Los periodistas viajaron con ella mientras va relatando los motivos de su viaje, sus expectativas, la vida cotidiana de hambre y carencias que se lleva en Venezuela, además de ir retratando la travesía de más de 40 horas para que ella pudiera primero llegar a Ecuador y luego, de allí trasladarse a Lima, en Perú.

Su sueño era trabajar como enfermera, como profesional de la salud, que es lo que estudió en su país. Al final, el documental nos relata que trabaja en un Call Center y que todavía no ha podido cumplir su sueño de sacar a sus hijos y esposo para que la alcancen en Lima.

Otra historia es la de una pareja de jóvenes cuyo destino final es Buenos Aires, Argentina, que se ha convertido para los venezolanos en lo que Miami fue en su momento para los Cubanos. Y sí, hay similitudes con Cuba, al grado de que los venezolanos que salen con destino a Curazao en lancha ya son conocidos como “los nuevos balseros de Latinoamérica”.

Pasé todo un día viendo videos, leyendo crónicas, mirando infografías y cifras con datos alarmantes de esta migración masiva generada por una crisis humanitaria que está llevando al colapso a Venezuela y metiendo en aprietos a los países receptores de migrantes. La mayoría son migrantes calificados, profesionales, gente con estudios y competencias que en cualquier lado deberían ser suficientes para garantizarles una vida digna, sin embargo, que el fenómeno sea masivo y que no existan políticas públicas enfocadas a dejar de criminalizar la migración, hace que estas personas hoy en día tengan que vivir en las calles de Bogotá, o ejerciendo la prostitución en pequeños pueblos del Caribe colombiano, o trabajando en puestos menores en ciudades como Lima, Santiago, Buenos Aires o Quito.

¿Por qué se van? La respuesta siempre es la misma: por comida. Venezuela, un país que en tiempos remotos fue de los más ricos de la región por su ya sabido poder petrolero, hoy está mirando como sus hijos se van en masa, y cómo los que quedan -niños y ancianos- no tienen más remedio que seguir padeciendo hambre, escasez de medicinas, racionamiento de la energía eléctrica y angustia por el incremento de la violencia, particularmente en las ciudades.

Viajar a Venezuela, algo que podría ayudar a la gente, se ha vuelto también algo peligroso, pues ante la inverosímil inflación venezolana, cualquiera puede arriesgarse a coger un arma para robar a alguien por arrebatarle unos cuantos dólares.

Ver y leer todo esto sobre Venezuela me hizo recordar que no, no siempre hacer una maleta es sinónimo de alegría y excitación por conocer nuevos destinos y vivir nuevas aventuras. Las maletas que los venezolanos hacen, esas en las que cabe su vida entera, son las más tristes que haya visto hace mucho tiempo.

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 30 Septiembre 2018 05:29

Escapadas necesarias

Lectura 3 - 5 minutos

Estoy convencida de que muchas veces, las mujeres hemos sido educadas para abandonarnos. Nos volcamos en el cuidado de los otros y olvidamos a tal grado nuestras necesidades, que nos acostumbramos al cansancio y al dolor que sin darnos cuenta éste conlleva.

El turismo del bienestar ha tomado una fuerza impresionante en los últimos años y esta semana justamente descubrí el motivo. No tenía idea de lo verdaderamente reparador que puede ser dedicar un día entero a atender todo eso que has ido olvidando de tu cuerpo y tu energía y que, nos guste o no, tarde o temprano se fue convirtiendo en dolencias y hasta enfermedades que pueden ser muy serias.

Hace dos semanas perdí mi empleo principal. La crisis que sufre la industria de los medios finalmente dio justo en el blanco y tiró a matar una flecha que no me había dado cuenta el daño tan profundo que había hecho en mí. Por fortuna, muchos amigos y amigas acudieron a preguntar cómo podían ayudarme a pasar el trago amargo. Soy realmente muy afortunada al contar con gente tan generosa.

Todos ayudaron con lo que han podido y con lo que su particular personalidad les ha permitido también pero una persona, que curiosamente no es precisamente una amiga cercana sino más bien una muy honesta admiradora de mi trabajo, me dio un regalo realmente importante: un masaje relajante.

Si he tenido un reto en la vida siempre ha sido el poder pedir y aceptar ayuda. Como señalé arriba, las mujeres hemos sido educadas para cuidar de los demás, pero tristemente nunca para pensar en cuidar de nosotras mismas.

Esta vez decidí aceptar con humildad y agradecimiento la ayuda que poco a poco iba fluyendo, en medio de la montaña rusa de emociones que acompañaba el inicio de mi proceso de duelo.

Y justo esa fue la primera palabra que surgió en mi conversación con Susana, la terapeuta con la que amablemente mi amiga Carolina me mandó como un regalo amoroso y una enorme muestra de sororidad que agradezco infinitamente.

Por supuesto, en cualquier otro momento habría sido incapaz de regalarme una terapia de relajación, a pesar de saber que mi cuerpo ya tenía meses resintiendo el alto nivel de estrés. Tristemente, uno decide desatender lo importante para ir avanzando en lo que se considera urgente, en mi caso un trabajo que al final resultó ser un amante ingrato que un día sólo me abrió la puerta para dejarme ir.

Afortunadamente, en medio de todas las muestras de apoyo y solidaridad que recibí, apareció Carolina para regalarme un masaje relajante con Susana.

Llegar al lugar donde Susana me atendió, rodeada de plantas y frescura, ya fue algo que rompió con mi rutina de las últimas dos semanas que ha sido un cúmulo de vaivenes entre la tristeza, la angustia, el coraje y la soledad. Y todas esas emociones negativas habían sido la punta del iceberg de nudos y contracturas que tenían un clarísimo y terrible origen: el estrés.

Empezó por mi espalda y el dolor afloró desde el día uno, bajó por toda mi columna y la cosa no se puso mejor. Ni les cuento los hombros, creo que eso de cargar con la responsabilidad de dirigir un equipo y llevar tantos meses preocupada de que ellos no perdieran el empleo me llevó no sólo a perder el mío, también a tener un peso real y no sólo imaginario sobre mi espalda y hombros.

Cuando las manos de Susana fueron bajando hacia mis gluteos, muslos y pantorrillas, el dolor me iba revelando también años de tensión sexual atrapada y deseos reprimidos. No es un secreto que tengo un crush no correspondido hace mucho tiempo y la tensión de mis músculos en esa zona también parecía tener mucho que decirme al respecto.

Pero la parte preocupante fue cuando mi terapeuta me pidió voltearme boca arriba y comenzó a dar masaje en mis brazos, evidentes conductores del torrente sanguíneo. Mis arterias estaban tensas y duras, particularmente en brazo, pecho y axila del costado izquierdo. Fue imposible no pensar que estaba al borde de un infarto.

¿Hasta dónde es uno capaz de sodomizar esta cultura del estrés laboral? ¿Hasta cuándo vamos a dejar silenciados estos avisos naturales de nuestro cuerpo?

Fue inevitable sentirme culpable porque en todos estos años como viajera jamás me había realmente dado la oportunidad de regalarme una escapada de sanación. Ahora entendía por qué el turismo de bienestar está en auge y además porqué es caro, pues realmente su valor curativo supera en mucho a su precio.

Yo no tuve que ir lejos de mi ciudad para recibir este maravilloso regalo que sigo agradeciendo a mi amiga Carolina, y estoy segura que incluso ni siquiera es necesario ir de viaje para podernos acercar a los beneficios de los masajes relajantes y curativos, de la medicina alternativa y las terapias que atienden nuestra salud emocional. Les invito a comprobarlo en carne propia, sobre todo si como yo, están pasando por una etapa de duelo profundo. Amigas, no olviden que para seguir con nuestras andanzas femeninas, debemos cuidarnos nosotras mismas y no solo vivir para cuidar de los demás.

 

Domingo, 23 Septiembre 2018 05:45

Viajar como estilo de vida

Lectura 2 - 3 minutos

Ser viajero es un estilo de vida. Suena fácil pero no lo es. No se trata de haber ido una vez a algún sitio o de conocer cientos de lugares en el mundo. Se trata de aprender a habitar los lugares que visitamos, a integrarnos y mimetizarnos con el entorno, la comida, los aromas y los hábitos de quienes le dan vida a cada pueblo, bosque, costa o ciudad que pisemos.

Un turista es esa persona que viaja cuando tiene posibilidades (vacaciones, dinero, condiciones, etc.) y que tal vez se transforma momentáneamente, durante una semana o dos, pero en esencia, su vida sigue intacta cuando vuelve a la rutina de su lugar de origen.

Un viajero en cambio, es aquella persona que tiene un espíritu tan flexible que sabe cómo mimetizarse en cada destino que decide explorar. Como diría mi madre: a la tierra que fueres, haz lo que vieres.

Yo me considero una viajera incluso cuando no estoy viajando. ¿Cómo es eso? Bueno pues déjenme explicarlo con manzanas.

Para mí viajar es un estilo de vida que, incluso en mi ciudad natal, puede determinar las decisiones que tomo cada día. Lo que yo considero que uno debe llevar, junto al pasaporte y la mochila, es el espíritu curioso incansable y ese en nuestra vida cotidiana tampoco debe descansar.

Así, aunque vivo en la zona Roma Condesa, en la Ciudad de México hace ya 11 años, cada que camino por sus parques, o abren un nuevo café o llega un evento al vecindario, yo salgo a las calles a disfrutarlo como si estuviera viajando, con el mismo entusiasmo y la misma energía.

Lo mismo me pasa con la comida. En cada mercado de la ciudad uno puede descubrir sabores distintos y sentir que está viajando por los múltiples rincones de México, incluso si no se ha movido de su propio vecindario.

Otra manera de viajar es a través de la gastronomía, por tanto, si se tiene la oportunidad de vivir en una ciudad tan cosmopolita como la CDMX, un día se puede visitar Tailandia, otro Indonesia, la India, China, Líbano, España, Francia, Portugal o Argentina. Uno puede ir a cualquier sitio con el paladar.

¡No te deprimas si no saliste de vacaciones en este verano! Pues si vives experiencias únicas a través de tus sentidos siempre podrás tener el estilo de vida de un viajero. Lo mismo a través de la comida que con la música, el baile, los museos, el deporte o las actividades culturales.

Abre tu mente y disfruta todas las nuevas experiencias que te ofrezca tu entorno, lo mismo si estás de viaje que si estás en tu ciudad natal.

Cada sabor, cada coctel, cada cerveza, mezcal, tequila o pulque puede ser una experiencia en sí misma. No te pierdas de esto haciendo siempre lo mismo, innova y descubre, ese es el espíritu viajero y ese vive en ti, incluso si no has podido salir aún de tu ciudad.

 

Domingo, 26 Agosto 2018 05:31

Educando los bolsillos de un viajero

Lectura 3 - 6 minutos

Últimamente he andado bien distraída, como en las nubes y es que… ¡no he podido viajar! Y la verdad ya traigo un síndrome de abstinencia de vuelos que está afectando el resto de mi vida. Pero ¿por qué no he podido viajar? Pues porque no tengo dinero. Así de simple. Así de cruel. Por eso hoy les voy a hablar un poco sobre la educación financiera que a mí y a todos nos falta para poder cumplir nuestros sueños viajeros.

Estoy segura que te pasa con frecuencia, como a muchos de nosotros, que faltan aun casi una semana para fin de mes y tu cartera ya está vacía. Y es que mucho se ha criticado a las y los jóvenes que parece que nos urge gastarnos el dinero como si nos quemara las manos en cuanto llega pero lo cierto es que tal vez jamás hemos recibido en México una educación financiera adecuada.

Tampoco se trata de echarle la culpa a nadie y sólo tirarnos a llorar o a lamentarnos por no haber nacido en cuna de oro pues nunca es tarde para aprender aunque sería mucho más fácil y benéfico, tanto en el presente como en el futuro, si la educación financiera fuera parte de una política pública para fomentar el desarrollo humano y económico.

Y es que, de acuerdo con la OCDE, la educación financiera “es el proceso mediante el cual los individuos adquieren una mejor comprensión de los conceptos y productos financieros y desarrollan las habilidades necesarias para tomar decisiones informadas, evaluar riesgos y oportunidades financieras, y mejorar su bienestar

Entonces ¿por qué nos importa tan poco?

Un estudio de la consultora Price Waterhouse Coopers reveló que 54% de las y los millennials expresaron preocupación cuando se les preguntó sobre su habilidad para manejar su deuda; 53% de ellos dijo tener tarjetas de crédito sobregiradas y 50% no podría atender ningún imprevisto porque carece de ahorros o de algún seguro.

No olvidemos que las nuevas generaciones aprendieron esta información negativa en casa, considerando que 90.4% de los mexicanos dicen haber recibido educación para el ahorro de parte de sus padres. Tal parece que ahí hay un foco rojo… tal vez es momento de generar espacios y políticas para formalizar la educación financiera no? Porque evidentemente las “soluciones” que nos enseñan en casa como la alcancía o el colchón o ahora los hipsters maison jars con etiquetas, no harán crecer nuestro dinero.

Y es que resulta increíble que hoy, en plena época de las criptomonedas y los pagos en línea, los mexicanos sigan prefiriendo traer efectivo en la cartera, pagar en abonos, participar en tandas y meter sus ahorros bajo el colchón.

La consecuencia que nos duele aceptar es que las y los jóvenes llegamos a la vida laboral sin saber prácticamente nada en temas como ahorro, inversión o endeudamiento, entonces ¿qué es lo único que sabemos sobre el dinero? ¡pues gastar! y es que sólo nos quedamos con la información que recibimos de familiares y amigos o de los golpes que nos va dando en la vida.

Los expertos en finanzas opinan que en México también se necesita crear contenido sobre educación financiera que sean digerible para más personas, ahora aprovechando que todo se puede consumir a través de internet.

Otra triste verdad es que el mundo de las finanzas y sus extensiones están llenos de prejuicios y desconocimiento.

México sigue manifestando tasas muy altas en materia de sub-bancarización. Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), casi el 56% por ciento de la ciudadanía con cuenta con ningún tipo de cuenta bancaria (en parte por la importancia de la economía informal); solamente el 25 % de las y los adultos cuenta con algún tipo de seguro, el 41% con una cuenta de ahorro y se estima que el 60% de los préstamos provienen de amigos y familiares.

Pero ¿por qué no somos fans los mexicanos de los bancos? Pues porque nos cobran mucho por todo. Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros, México ocupa el tercer lugar entre 10 países latinoamericanos en materia de cobros de comisiones por parte de instituciones financieras, lo que podría mantener un cierto desincentivo para las personas usuarias de servicios financieros

En la actualidad, en nuestro país los actores financieros carecen de obligación en materia de educación financiera. El Estado tampoco está proveyendo las herramientas eficientes en la materia. La poca información existente y difundida tímidamente está enfocada a una población adulta o mayor pero ¿y los jóvenes? ¿Los niños?

Con el fin de desplegar más capacidades desde la ciudadanía, valdría la pena reflexionar alrededor de una contribución o de un incentivo fiscal de las propias instituciones financieras para el financiamiento de estrategias de educación financiera, conjuntamente con el Estado desde una visión de corresponsabilidad social

Sin duda, vale la pena promover la educación financiera para detonar comportamientos inversionistas, también resulta fundamental elaborar campañas de sensibilización al riesgo de los créditos porque no podemos seguir siendo una generación que vive de prestado.

La OCDE y el G20 han adoptado líneas estratégicas rectoras para el desarrollo de la educación financiera en los países miembros a lo largo de la vida de las y los ciudadanos, reconociendo contundentemente sus beneficios. Incluso, en algunos de estos países la educación financiera forma parte obligatoria de los programas de la educación pública desde la adolescencia.

La educación financiera contribuye a que un país cuente con una ciudadanía no solamente resiliente frente a los riesgos y retos económicos, sino también informada y proactiva económicamente, que fortalezca las capacidades del propio Estado

La educación financiera también beneficia al desarrollo humano, al Estado y a su estabilidad socioeconómica: siempre y cuando se genere confianza en instituciones financieras fortalecidas, transparentes, profesionales, respetuosas del Estado de Derecho

Mientras no exista en nuestro país un mecanismo oficial para la educación financiera, lo mejor es hacer conciencia de la necesidad que existe de conocer más a fondo esos temas e informarse al respecto para tomar mejores decisiones y así poder hacer ese viaje que tanto soñamos, de lo contrario nos quedaremos solo suspirando y viendo a otras personas cumplir sus metas y muriendo de envidia por sus vacaciones en Instagram Stories.

 

 

 

Domingo, 19 Agosto 2018 05:28

Vivir sin plástico

Lectura 3 - 5 minutos

El bello mes de agosto siempre me ha marcado por sus intensas lluvias vespertinas. Y es que yo nací en este mes, el 23 para ser exactos. Fui una niña que a temprana edad decidió dejar de tener fiestas infantiles pues estaba harta de que siempre lloviera. No podía aspirar a una fiesta en algún jardín porque siempre llovía, aunque no puedo quejarme, el año pasado festejé con muchos amigos en un picnic en pleno bosque de Chapultepec y la naturaleza fue tan bella conmigo que no llovió.

Cada vez que llueve esta ciudad se nos vuelve un caos. En serio, bastan 10 minutos para que las calles se inunden, el tráfico se vuelva una pesadilla y se hagan encharcamientos tan grandes que cualquier esquina puede ser digno escenario de aquel chapuzón que un camión le dio a Bridget Jones cuando iba a proponerle matrimonio a Mark Darcy.

Pero ¿sabemos que ese caos empieza en nuestras propias casas y cocinas? Pues sí, resulta que muchas veces la lluvia se junta de tal manera en las calles porque tenemos un enemigo que bien que sabemos que existe pero nos negamos a reconocer que somos adictos a él: la basura. Y la peor quizá, es el plástico. Por ejemplo, un popote tiene una vida útil (si es que ese calificativo aplica) de algunos minutos pero tarda años en degradarse. Las bolsas de plástico que nos dan en el supermercado o incluso esas que nos ponen hasta por partida doble o triple cuando vamos a comprar lo que sea en cualquier establecimiento.

¿Se han dado cuenta de que en México darte “doble bolsa” es como sinónimo de buena atención al cliente?

Hace mucho que yo comencé a decir “sin bolsa por favor”, lo mismo con los popotes. Sin embargo a veces parece que la vida te pone difícil la labor de reducir el consumo de plástico.

Por ejemplo, la semana pasada mis compañeros de trabajo y yo usamos una aplicación desarrollada por Greenpeace para medir nuestro consumo personal de plástico y, aunque mi número no fue el más alto, lo cierto es que aún me provoca vergüenza.

El experimento me reveló que uso más de 400 objetos de plástico y particularmente tres categorías son las culpables: envases de cremas, shampoo, limpiadores y jabones por un lado; cotonetes para limpiar mis pequeñas orejitas y algunos empaques y envoltorios que nos dan ya en la comida que compramos a diario.

No pude evitar sentir vergüenza y angustia por saber que mi consumo sigue siendo alto, a pesar de que ya he hecho cambios significativos en mi estilo de vida. Por ello, decidimos publicar en un video nuestra experiencia y gracias a eso, varios amigos y conocidos comenzaron a tomar conciencia y también a compartir consejos que ellos ya implementan para bajarle al uso de este material tan dañino para el medio ambiente pero lamentablemente tan práctico y común en nuestras vidas.

Mi amiga Fernanda, por ejemplo, me dijo que en una tienda muy trendy de origen japonés ella había encontrado cotonetes con palito de bambú. Fui a buscarlos pero no los hallé, aunque en su lugar pude adquirir unos con palito de papel que resultaron excelente alternativa porque confieso que sí me gusta limpiar mis orejitas después de cada ducha.

Otra amiga emprendedora nos regaló unas telas para envolver nuestros alimentos que comenzamos a probar esta semana. La tarde del viernes hice un panqué de elote y también unos muffins. Como muchos saben, este tipo de pan es bastante delicado pues el elote se fermenta con facilidad si no se guarda o refrigera de manera adecuada. ¿Qué mejor que un alimento delicado para probar si las Apitelas eran efectivas? ¡Ah! Porque se llaman “apitelas” pues están relacionadas con la apicultura. Y es que el chiste de esas telas es que están cubiertas con cera de abeja y aceite de coco para garantizar que se sellan de forma hermética cuando cubrimos nuestros alimentos y así considerarlas un verdadero reemplazo de los plásticos autoadherentes que muchas veces usamos para cubrir los alimentos antes de guardarlos.

Decidí cubrir el panqué en el molde y meterlo al refrigerador. Sin una cobertura realmente hermética, el pan en refrigeración se pone duro, hasta yo que no soy precisamente el ama de casa modelo lo sé.

Bueno la segunda prueba fue envolver con otra apitela unos muffins de elote que también hice. Esos no los metí a refrigeración y también, cuando el pan no se pone en bolsa de plástico y se deja en la de papel, suele endurecerse. El riesgo además sin refrigeración era la fermentación del maíz.

El resultado fue muy positivo pues al día siguiente ambos experimentos salieron perfecto y nuestros panes, tanto el del refrigerador como los que permanecieron a temperatura ambiente estaban deliciosos y frescos como si estuvieran recién horneados. ¡Punto para las telas!

Como realmente el video tuvo mucho impacto, otros amigos nos compartieron incluso un directorio de pequeños comercios que ya han erradicado el plástico de sus productos.

Estoy decidida a erradicar el plástico de mi vida y a tener un consumo responsable para generar menos basura pues, mi ciudad puede ser muy hermosa y si nos ocupamos de producir menos basura evitaremos esas molestas inundaciones y además, impediremos que millones de toneladas de plástico terminen en ríos y mares. Y tú, ¿te animas a vivir sin plástico?

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 12 Agosto 2018 05:47

Que nunca nos quiten las fuentes

Lectura 3 - 5 minutos

Hace unos días, mi estado de ánimo no era el mejor. Tuve una semana por demás estresante y además mis hijos no han estado en casa por lo que me sentía un poco sola. Y de plano, en una búsqueda un tanto frustrante de inspiración, salí a la calle y sin darme cuenta comenzó a salir agua de mis ojos. Entonces, se cruzó frente a mí una fuente. Nada ostentoso, nada espectacular, solo una fuente más de las muchas que hay en esta hermosa Ciudad de México.

Sólo mirar el agua me relajó y me hizo relajar ese nudo que estaba sintiendo en el pecho. El sonido del agua y el movimiento de los chorros que no parecen ir a ninguna parte de esa sencillísima fuente me dio la paz que andaba buscando sin saberlo.

Fui editora de una revista de arquitectura por más de tres años y jamás me pregunté ¿Por qué hay fuentes en las ciudades? Esta es una pregunta que no se suele plantear pero ayer me la hice. Un arquitecto te diría que la función original de las fuentes en los espacios urbanos eran la provisión de agua potable.

Pero ¿eso sigue siendo válido en el mundo moderno? Lo cierto es que en las grandes ciudades, las fuentes son elementos ornamentales pero ¿tienen una función? Pues sí, resulta que el hecho de que el espacio público cuente con estos aparentes “ornamentos” vuelve rico el lugar pues siempre se agradece un área de descanso donde la gente se relaje y ¿para qué? pues para favorecer la comunicación entre las personas, lo mismo con otras personas que consigo mismas, como me pasó a mí ayer..

Así es como la arquitectura no se cansa de demostrarnos en lo cotidiano que su principal razón de ser no es meramente funcional, decorativa, habitacional o urbanística, pues en su conjunto, desde una perspectiva integral, la arquitectura cumple sobre todo una función social.

O ¿acaso hay un momento más feliz que cuando los niños y jóvenes se divierten mojándose en el Monumento a la Revolución? Vamos que hasta alguien triste puede olvidar sus penas sólo con mirar a la gente jugar y reír una tarde cualquiera.

Otra que yo disfruto mucho es la fuente de La Diana pues es un símbolo de la capital que adorna Paseo de la Reforma. Fue inaugurada en 1942 y sus creadores, el arquitecto Vicente Mendoza Quezaday el escultor, Juan Fernando Olaguíbel le otorgaron el nombre de La flechadora de las estrellas del norte. La fuente representa a Diana, la diosa romana de la caza y de la Luna, una belleza para una feminista como yo.

Otra bellísima es la Fuente de Tláloc Cárcamo de Dolores, que sí fue una obra hidráulica que distribuía el agua del Sistema Lerma a la Ciudad de México, construida por el arquitecto Ricardo Rivas en 1951. En este lugar, Diego Rivera realizó un mural dentro del cárcamo titulado “El agua, el origen de la vida” y una fuente de Tláloc que vistosamente adorna su explanada. Actualmente, se destina únicamente para mostrar la obra de Rivera y pertenece al Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental.

Y justo hace unos días que visité lo que era el viejo hotel Virreyes y que ahora es un famoso hostal y espacio de coworking, noté que esa complicada zona de tráfico también tiene un pequeño espacio de paz en la fuente del Salto del Agua, una pequeña construcción de la que brota un chorro de agua que se ubica en pleno eje central. La escultura, marca el lugar donde terminaba uno de los acueductos más importantes de la CDMX en la época virreinal. La estructura original data de 1779, pero en los años 60 fue sustituida por la réplica actual hecha por el escultor Guillermo Ortiz. Es una de las más antiguas de la capital y adorna una de las vías principales de la CDMX.

Otra ciudad famosa por sus bellas fuentes es Roma, donde obviamente no puede faltar una visita a la Fuente de Trevi, donde ya es muy famosa la tradición de pedir tres deseos tras arrojar tres monedas dando la espalda a la fuente.

Muy cerca de Roma está Tivoli, donde la fuente más famosa es La Fontana dell’Ovato o Fuente Oval, también llamada Fontana di Tivoli, se encuentra en la Villa d’Este, Tivoli, Italia, y fue declarada en 2011 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y cuyos jardines están considerados uno de los más bellos del planeta. Recuerdo bien haber estado allí correteando a mi hijo que ahora tiene 21 años y entonces apenas comenzaba a caminar. Buenos tiempos aquellos.

Así que ya lo saben, ya sea en el extranjero o en México, opciones hay muchas, si un día andan medio tristes o estresados, o de plano sienten que van a tener un ataque de ansiedad, busquen la fuente más cercana y recuperen la paz con el simple hecho de mirar el agua correr y escuchar su relajante sonido. Es gratis.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lectura 6 - 12 minutos

A menos de tres horas del aeropuerto de Palenque, Chiapas, una familia me regala algo invaluable: la oportunidad de ser parte de su vida cotidiana en uno de los escenarios más bellos de México.

En el lado norte de la Selva Lacandona, a dos horas y media de Palenque, se encuentra Top Che, el campamento familiar donde he decidido pasar unos días de desintoxicación urbana. Este es un lugar mágico y autentico, dónde además de la posibilidad de realizar caminatas y algunos deportes de aventura, lo más atractivo para una viajera mochilera como yo ha sido la invitación a convivir con esta acogedora comunidad indígena para olvidarme de lo cotidiano.

Top Che está dirigido por la familia de Enrique Chankin Paniagua mientras que el centro de alimentos Chankin lo dirige su hija, Katalina Nuk. El resto de la familia se hace cargo del mantenimiento y limpieza de las cabañas privadas montadas sobre palafitos para evitar inundaciones si el río crece en época de lluvias.

Llegué con un grupo de amigos y colegas cuando la noche estaba cayendo sobre la profundidad de la selva, justo el mejor momento para convivir con esta familia pues es cuando don Enrique convive con los comensales y nos permite adentrarnos en su mundo y su historia.

Desde hace 23 años que pisé por vez primera la Selva Lacandona, pensar en ella siempre ha sido sinónimo de majestuosidad. Pocas cosas son pequeñas aquí pues incluso lo que tiene una medida diminuta, adquiere grandes dimensiones cuando pensamos en su papel en el ecosistema que se sostiene a nuestro alrededor con más precisión que un reloj suizo: la del ciclo de la vida.

Todo el estado de Chiapas es sinónimo de grandeza, pues lo mismo cuenta con imponentes vestigios arqueológicos que con una amplia gastronomía  —huella tangible de la vasta cultura que marca y da identidad a la región Maya-Lacandona— o con sus altísimas ceibas, ese árbol que es sagrado para la cultura maya y que crece a la orilla de cada uno de sus caudalosos ríos.

Pero si de la Selva Lacandona se trata, no todo es belleza natural o arqueológica pues, además de sus gigantes hojas elegantes, sus enormes hormigas chicatanas —que más tarde lucirán deliciosas y bien tostadas en una tortilla bañada en salsa de chipilín para darnos una calidad de proteína envidiable— o sus coloridos escarabajos e insectos, aquí son cruciales los detalles, pequeñas cosas que hacen único a este lugar de México.

Muchas cosas aquí son un regalo de la naturaleza, como el rocío posado en las flores y las hojas cada mañana; el discreto ruido de fondo del crujir de las hojas a cada paso que se da; el sonido agua del riachuelo que corre junto a la ventana de mi cabaña  y que es la mejor manera de despertar sin prisa alguna para apreciar el concierto a mil voces de las aves que saludan al sol como si con ello le ayudaran a levantarse para iniciar un día más.

Pero están los otros detalles, los que construyen casi siempre sin querer, los hombres y las mujeres que habitan esta selva mexicana.

Uno de esos detalles es la sonrisa de Juanita y el rubor de sus mejillas cuando me cuenta en la cocina de su suegra cómo fue que se enamoró de su esposo Enrique, un joven lacandón que a sus ojos, es el más guapo del mundo, tanto que la hizo dejar su vida citadina en la capital de Oaxaca para venir a adentrarse en la selva chiapaneca y romper cualquier barrera cultural imaginaria. Hoy en día, aunque el aspecto y los rasgos de Juanita son distintos al del resto de los habitantes de la comunidad, ella se siente tan lacandona como cualquiera que haya nacido aquí, bajo el cobijo de las ceibas. Cinco años han pasado desde que esta comprometida mujer llegó a implementar proyectos productivos con los mayas-lacandones y, desde que conoció a Enrique. No fue un amor a primera vista, aunque sí se atraían. Ha sido, según me cuenta mientras echamos las tortillas, un amor sólido, no pueril, sino de esos que se labran con la convicción de ser para toda la vida. Y es que aquí, como tal vez antes pasaba en otros lados en tiempos remotos, el compromiso y la familia son cosa seria.

Juanita ha pasado ahora a ser parte de la familia que encabeza don Enrique Chan Kin, padre de su esposo. Él a su vez está casado con doña Elizabeth, una mujer de una larga, lacia y blanquísima cabellera que sonríe discretamente mientras su esposo nos cuenta, junto a una fogata que hemos encendido en medio del campamento, cómo “se la robó” hace ya cuarenta años. Así marcaba la tradición. Robarse a la mujer, para luego, casarse y formar una familia, la base de la sociedad lacandona.

Lo que en cualquier otro contexto podría parecer inadmisible, estando aquí toma otra dimensión. Le pregunto a doña Eli si ella estaba de acuerdo y me dice con voz muy baja y suave que él le gustaba, que así son las cosas por acá, mientras él la mira aún con una ternura y un respeto envidiables. También nos cuenta que antes se acostumbraba que los lacandones tuvieran varias mujeres y que procrearan hijos con todas ellas, pero la monogamia entonces ha llegado aquí como un proceso paulatino, no como una imposición, más bien es como algo que ya “traen los jóvenes”, cuenta don Enrique. Él dice no querer tener más familias. Una está bien. Con esta mujer y esta familia es feliz.

 Como muchas otras familias de la comunidad de Lacanjá Chansayab, la de don Enrique Chan kin Paniagua se dedica al turismo sustentable. Hace años que dejaron de talar la selva para sembrar pues ahora todo está más controlado y ellos han tomado conciencia de lo relevante que es conservar su entorno. Ahora reciben un pago, un subsidio gubernamental, que les permite no sólo conservar la selva que presta servicios ambientales para todas las personas del planeta, también pueden acceder a créditos, capacitación y apoyos para emprender en el sector del ecoturismo. Ya hace más de 10 años que comenzaron a capacitarse y hoy en día todos aquí se dedican a eso. Unos son guías de rafting en el río Lacantún, otros enseñan a las personas sobre las plantas medicinales que se pueden encontrar en la selva, las mujeres preparan los alimentos que se ofrecen a los visitantes con la misma dedicación que cocinan para toda la familia pues aquí todos comemos lo mismo, y lo hacemos juntos, todos sentados alrededor de una mesa larga de madera, sobre largas bancas de troncos labrados, mientras conversamos.

Aunque todos en la comunidad viven sobre todo del turismo, aún se siembra la milpa, el frijol, la calabaza y el chile dentro de las zonas permitidas y bien delimitadas para la agricultura. Es prácticamente para el autoconsumo aunque también venden lo que les sobra en los mercados de Frontera Corozal, Ocosingo o Palenque.

Despertar aquí es como un viaje al pasado. Es mi segundo día aquí. Son apenas las siete de la mañana pero la luz que se cuela por entre el tupido dosel de la selva me invita a salir a caminar y saludar a la naturaleza y, literalmente, lo haré hoy pues mis anfitriones han preparado un ritual de saludo a los cuatro elementos.

Con el humo del copal saludamos a los cuatro puntos cardinales agradeciendo a la naturaleza también por cada uno de sus cuatro elementos. Quien dirige este ritual tradicional Lacandón se llama Oj y es un adolescente de apenas 13 años pero su edad no es un impedimento para enseñarnos que en esta cultura el respeto a la majestuosidad de la madre naturaleza es lo más importante y lo que mantiene en pie a la comunidad.

Oj estudia en la Telesecundaria de la comunidad vecina y está consciente de que las y los jóvenes de su edad deben continuar con sus rituales tradicionales para mantener su cultura originaria pues, con la llegada de diversas religiones —sobre todo evangélica— a la región, se ha perdido mucho de la identidad de esta etnia. Es por esto que él decidió, de manera voluntaria, ayudar a su padre a mostrar este ritual de saludo y compartirlo con los visitantes que llegan de distintas regiones de México y el mundo.

Para muchos visitantes puede ser difícil diferenciar el género entre un niño y una niña maya lacandona, pero Oj me cuenta que la clave no debía buscarla ni en el cabello, pues ambos géneros lo usan largo, lacio y suelto, ni en los rasgos, pues los rostros de niños y niñas son muy similares, sino en las túnicas que usan como vestimenta tradicional. Las de las mujeres y niñas, llevan diseños floreados, mientras que las de los hombres son las de manta blanca que muchos hemos visto en fotos, museos y documentales.

No todos en la comunidad usan la vestimenta tradicional. Entre los más jóvenes, o quienes se dedican a otras actividades como el comercio o el transporte público, la túnica ha sido dejada de lado y también, por la influencia cultural que traen quienes han emigrado a los Estados Unidos y regresado, o que han ido a trabajar a las zonas urbanas, poco a poco la importancia de llevar el cabello largo y usar la túnica se ha ido perdiendo.

Por ello, la experiencia de venir a convivir con estas familias se vuelve transformadora no sólo para quienes llegan de fuera, como yo, también lo es para quienes aquí nacieron y que, al ver lo mucho que respetamos su cultura, sus trajes y su apariencia tradicional los visitantes, vuelven a conectar con su identidad maya-lacandona y con esos deseos de transmitir el orgullo por las raíces prehispánicas que aquí, están más vivas que en ninguna otra parte de México.

Hace ya más de dos décadas que pisé la Selva Lacandona por primera vez y la experiencia de viaje se ha transformado radicalmente. Mientras hace 20 años llegar aquí representaba el primer logro pues había épocas del año en las que sólo se podía entrar en avioneta. Las lluvias hacían crecer tanto los ríos que se llevaban los puentes consigo. Hoy en día no necesitamos más de 3 horas de viaje en carreteras bien pavimentadas para llegar desde Palenque hasta esta comunidad, que forma parte ya del municipio de Ocosingo, uno de los bastiones zapatistas del levantamiento armado de 1994.

Otra cosa que ha cambiado mucho es la comunicación y la conectividad pues, mientras en el pasado venir aquí significaba literalmente aislarte del mundo exterior, ahora casi todos los campamentos cuentan con acceso a internet, aunque por ser señal satelital, suele ser un servicio caro al que se tiene acceso restringido. La familia Chan Kin optó por tener ese uso limitado sólo al área del comedor, así que prácticamente sólo durante las comidas es que la gente aprovecha para enviar saludos o revisar sus correos electrónicos, medio por el cual los mismos dueños del campamento también reciben casi todas sus reservaciones.

Venir aquí, además de ser un escape del estrés urbano para quienes como yo, somos seres de asfalto, es también una oportunidad para descubrir que sí se puede vivir de manera sostenible. Recorro las calles sin pavimentar de la comunidad y mientras me interno en los senderos de la selva, veo que todo el alumbrado público ya se alimenta de páneles solares, aunque las casas aún siguen conectadas a la red de la CFE, lo cierto es que aquí ya ha arrancado la transición hacia la energía renovable y poco a poco se espera que todos los campamentos generen su propia energía. De momento, a falta de drenaje sanitario, tanto las viviendas como los campamentos utilizan fosas sépticas sin embargo ya se está estudiando la posibilidad de construir biodigestores para reducir el impacto ambiental y la contaminación generada por la actividad turística en la zona.

Cae la noche una vez más y, tras haber visitado Bonampak y Yaxchilan, dos de las zonas arqueológicas más impresionantes por estar inmersas en la selva, vuelvo al campamento para disfrutar nuevamente de una cena casera, reír con las anécdotas de Juanita y don Enrique y después, simplemente deleitarme con los sonidos de las cigarras, los animales nocturnos y el río que no detiene su caudal. Si algún día puedes venir, estoy segura que cuando te estés meciendo en la hamaca de tu cabaña, al menos por unos minutos sentirás, igual que yo lo viví, que esta es la prueba que la naturaleza nos regala de que sí, la vida puede ser simple y al serlo, también se puede volver perfecta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo, 22 Julio 2018 05:29

Lucha Libre: patrimonio de la CDMX

Lectura 4 - 7 minutos

Ayer hubo una ceremonia especial en el  Palacio de Gobierno de la Ciudad de México pues Ramón Amieva, mandatario capitalino, y El Fantasma, presidente de la Comisión de Lucha Libre en la capital, firmaron el decreto en donde se declaró a la Lucha Libre como Patrimonio Cultural de la Ciudad de México.

Muchos luchadores fueron invitados a esta conmemoración que reconoce a este deporte espectáculo como parte de la cultura chilanga, pero no sólo ellos forman parte de este mundo. Historiadores, narradores, cronistas, diseñadores de máscaras, entrenadores y sobre todo, las personas aficionadas a esta práctica deportiva forman parte de una ya arraigada tradición que da identidad a quienes nacimos en la capital mexicana.

Y es que a las arenas de la capital del país, llegan aficionados de toda la República e incluso del extranjero. De hecho en la plataforma de Airbnb una de las experiencias más exitosas es la de hacer tu propia máscara de luchador y luego acudir a una función a la legendaria Arena México, ubicada en la colonia Doctores.

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas y hace unos años, por encargo de mi editor londinense, investigué un poco más de este mundo para un reportaje que fue publicado en la BBC.

Resulta que descubrí que ser luchador puede parecer divertido pero en el fondo, estas personas no cuentan con seguridad social alguna y por ello es bien importante que en la ceremonia el jefe de gobierno se haya comprometido a impulsar la integración de estos deportistas y sus familias en programas de salud, de empleo, de desarrollo económico y de asistencia social pues, de hecho sí viven con muchas carencias.

Hace tres años que yo conocía a Súper Astro quien como cualquier otro luchador mexicano, no se quita la máscara ni revela su verdadero nombre.

Cuando me recibió en su tortería tenía 58 años y me contó que todavía competía de vez en cuando, pero su ocupación principal es administrar su local, famoso por vender tortas enormes, cuyo tamaño obedece a la demanda de sus clientes, en su mayoría luchadores también, que necesitan comer mucha proteína y a un precio accesible. Su torta estrella pesa 2.5 kilos de distintas carnes. Una verdadera bomba con la que muy pocos pueden. Esta torta única se llama Súper Astro Especial, de 41 centímetros de largo, rellena de carne de res, jamón, tocino, salchicha, queso, omelette, cebolla, tomate y aguacate.

Puede que no me lo crean pero este trabajo de tortero, Súper Astro lo lleva adelante utilizando su máscara plateada y negra. El restaurante es pequeño pero en cada rincón hay un homenaje a la lucha libre, el popular deporte mexicano. Cuadros y pinturas de Súper Astro y otros héroes enmascarados adornan las paredes.

No sólo la torta estelar es grande, en el lugar se especializan en vender porciones gigantes para satisfacer las necesidades calóricas de los numerosos luchadores que se encuentran entre sus clientes habituales.

Y es que no siempre pueden pagar una buena comida, ni mucho menos suplementos alimenticios si bien los mejores luchadores mexicanos ganan alrededor de 30 mil pesos en los principales eventos semanales, lo cierto es que a la mayoría se le paga mucho menos.

Súper Astro abrió el negocio en 1986 porque, pese a la popularidad de la lucha libre en el país, a los luchadores se les pagaba muy poco.

Dice que se dio cuenta de que había demanda de un local que sirviera comida en grandes cantidades y a precios bajos. Y al mismo tiempo, el restaurante le daría una fuente más confiable de ingresos.

Casi 30 años después, los luchadores todavía reciben ingresos modestos, sobre todo en comparación con las estrellas de la empresa estadounidense World Wrestling Entertainment (WWE).

Mientras sus luchadores pueden embolsarse fácilmente 2 millones de dólares al año, los mejores luchadores mexicanos ganan alrededor de 1600 dólares en los principales eventos semanales, y a la mayoría se le paga mucho menos.

A pesar de las continuas quejas de los luchadores de que los promotores se quedan con demasiado dinero, simplemente no hay muchos recursos en torno a la industria.

Aunque la lucha libre tiene una base de seguidores leales, su popularidad en México no es como la del fútbol, el béisbol y el boxeo.

Los dos o tres mayores eventos de lucha libre del año pueden atraer a multitudes de 17,000 personas. Pero a la mayoría de las peleas semanales, donde las entradas tienen un costo de alrededor de 300 pesos, van entre 1,000 y 3,000 espectadores.

Numerosas peleas son transmitidas por televisión, pero una de las principales organizaciones de lucha libre, Lucha Libre AAA, de propiedad familiar, sigue haciendo la mayor parte de su dinero por la venta de entradas y el patrocinio.

Su facturación anual es de aproximadamente 20 millones de dólares, muy poco si se le compara con los 500 millones que factura la WWE.

Sin embargo, a pesar de las presiones sobre la lucha libre, las pequeñas empresas que forman su columna vertebral, como los creadores de las máscaras y la propia AAA, mantienen grandes ambiciones para que el negocio prospere.

 

LA MÁSCARA Y SU HISTORIA

La lucha libre se hizo popular en México en la década de 1930. El uso de máscaras comenzó casi al mismo tiempo, cuando un luchador irlandés que vivía en México, conocido como "Ciclón McKey", quiso convertirse en el primer luchador enmascarado.

El "Ciclón McKey" empezó usando una máscara de piel de cabra hecha para él por un zapatero llamado Antonio Martínez.

A pesar de que no le gustó el primer diseño, el irlandés comenzó a pedirle más, y rápidamente otros luchadores lo imitaron y pidieron a Martínez sus propias máscaras.

Víctor Martínez atiende uno de los principales negocios de venta de máscaras profesionales.

El negocio se llama ahora Martínez Deportes, y está dirigido por el hijo del difunto Martínez, Víctor.

Es uno de los pocos fabricantes de máscaras tradicionales de lucha libre en el país.

Produce 450 por semana, a partir de diseños que requieren 17 mediciones de la cara del luchador, y cuestan 1500 pesos, las versiones más asequibles.

Están hechas de fibras sintéticas o artificiales para hacerlas más ligeras y respirables.

A pesar de la disponibilidad de máscaras chinas mucho más baratas, su dueño sigue considerando a Deportes Martínez como un buen negocio.

Esta tienda suministra a la mayoría de los alrededor de 250 luchadores profesionales que hay en México, y en los últimos años creó un sitio web para vender a los fanáticos de la lucha en todo el mundo.

"Mi padre era un perfeccionista y me dejó ese legado. Es mi responsabilidad mantener su prestigio", asegura Martínez.

"Hoy en día las máscaras siguen siendo uno de los elementos clave que dan vida a la lucha libre. Las imitaciones chinas parecen de aficionado, nunca tienen la calidad de una máscara profesional, la calidad no es la misma", añade.

Con o sin máscara, aún con el riesgo de perder la cabellera, la lucha libre sigue y hoy, con la declaratoria como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México, esperemos que tenga una larga vida y todos podamos seguir disfrutando del deporte de las piruetas en el aire.

 

 

 

 

 

 

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