Jesús Antonio del Río Portilla

Jesús Antonio del Río Portilla

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Miércoles, 27 Enero 2021 05:37

Evaluación del riesgo en innovación

Lectura 3 - 5 minutos

En estos días las conversaciones sobre COVID-19 o la crisis económica provocada por esta enfermedad abundan. Los artículos de opinión o los videos en las redes sociales abordan principalmente estos temas. Sin embargo, hoy quiero llamar la atención a un artículo que apareció recientemente en la revista “Technology in Society” que reporta los hallazgos de dos científicas mexicanas [1] sobre un tema de vital importancia para la transferencia tecnológica en nuestro entorno y por lo tanto para el desarrollo de la innovación a largo plazo.

Considero que la innovación tanto tecnológica como social son dos aspectos que permitirán que la generación de conocimiento conduzca construir el beneficio social.

Primero debo hacer notar que la innovación basada en la ciencia es el producto de esfuerzos colaborativos entre personal científico, de ingeniería, de administración y de inversionistas que llevan un conocimiento nuevo al usuario mediante la transferencia de tecnología.

Es esencial mencionar que este camino está plagado de desafíos e incertezas; por lo tanto, definir estrategias que aumenten el éxito para que los proyectos de alta tecnología lleguen al público usuario es una actividad necesaria y desafiante.

En este artículo, las doctoras Karla Cedano y Araceli Hernández Granados nos ilustran sobre cómo evaluar el riesgo y disminuirlo en los esfuerzos de transferencia tecnológica. Quiero hacer notar que ellas observaron que, en nuestro país, uno de los mayores desafíos que enfrentan las instituciones de investigación es el desarrollo de transferencias exitosas de alta tecnología para hacer evidente que la innovación basada en la ciencia rinde beneficios a la sociedad.

Esto ha conducido a que las universidades (públicas o privadas) y las instituciones de investigación construyan Oficinas de Transferencia de Tecnología en busca de tender puentes con la industria y los inversionistas.

Ellas señalan que estos esfuerzos son compartidos con muchos otros países y que no han sido efectivos del todo, ya que la percepción de la incerteza es diferente en el sector científico y en el empresarial.

En otros escritos he dicho que el manejo del riesgo por parte de la comunidad académica es mucho más amplio que en la comunidad empresarial y ellas modulan esta afirmación estableciendo que la comunidad científica está acostumbrada a trabajar con altos niveles de incertidumbre; pero las empresas e inversionistas no pueden medir el riesgo bajo incertidumbre, necesitan identificar riesgos, planificar su gestión y posible eliminación.

Adicionalmente, quiero destacar que en nuestro país no contamos con suficiente talento capacitado tanto en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas y con aptitudes amplias e innovadoras en Negocios, Gestión y Comunicación.

Esta situación, afirman las científicas, incrementa la barrera para la colaboración Academia Industria.

Así en este tenor, en el artículo que menciono, las doctoras Cedano y Hernández Granados descubrieron que ciertos análisis basados en inteligencia tecnológica brindan información estratégica que, una vez que se ha traducido en conocimientos prácticos, son valiosos para la identificación, medición y mitigación de riesgos de proyectos de alta tecnología.

Desde mi punto de vista, el principal logro de su trabajo es haber construido una herramienta integrada que puede ayudar en la traducción de los hallazgos científicos en un ambiente de incertidumbre a otro donde se pueda identificar, medir y mitigar estas incertidumbres.

Esta herramienta simple es útil para calcular una puntuación de riesgo para proyectos de tecnología en las primeras etapas de desarrollo.

Para identificar y gestionar los riesgos asociados al proyecto consideran se debe capacitar a la persona líder del proyecto, que debe estar bien informada y conocer de los aspectos de innovación y con ello alimentar la herramienta para reducir la incertidumbre definiendo posibles nuevas estrategias cuando se observan incertidumbres.

Dicha persona, con la información adecuada y con un liderazgo efectivo, puede capturar la visión del equipo y representarla con la herramienta, estableciendo diferentes valores para las escalas de niveles de riesgo, según el contexto. de cada proyecto o conjunto de proyectos y así proveer información útil para inversionistas. Los invito a leer el artículo [1].

En estas épocas de crisis de salud, económicas y sociales que vivimos debemos también construir conocimiento para contender con aspectos a largo plazo.

En mi opinión, el desarrollo para evaluación del riesgo en las innovaciones basadas en ciencia que desarrollaron las científicas mexicanas apunta en la dirección correcta, al proporcionarnos una herramienta útil y original en el contexto internacional y pensada para la realidad actual de nuestro país.

 

[1] https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0160791X20313208

 

 

Lectura 2 - 4 minutos

El manejo de la COVID-19, la desaparición de los organismos autónomos, los obstáculos a las energías renovables, la ley de humanidades, ciencia y tecnología, la turba que tomó el Capitolio en Washington... vaya que no paramos por temas polémicos de los que deseamos comentar y dar opiniones. Este año 2021 comienza a tambor batiente con tremendas problemáticas que deben ser abordadas con miras tanto en la inmediatez como a largo plazo.

Ya están pasando los días donde las frases de buenos deseos abundan para pasar a la realidad de discutir e implantar acciones para contender con los problemas que nos afectan y que nos están cambiando la forma en que vivimos o viviremos o vivirán las generaciones futuras. Para mí, el solo hecho de mencionar algunos de esos temas me han dejado con mi optimismo abrumado y cabizbajo.

Para nada es fácil ofrecer acciones cuando estamos observando que el manejo de la pandemia ha causado más de una centena de miles de “lamentables defunciones”, como dice el encargado de establecer los lineamientos de nuestras acciones, ya que las propuestas inadecuadas y la necedad de no seguir las recomendaciones basadas en conocimiento han conducido a que nuestro país sufra un lacerante número de defunciones. Al revisar las gráficas de los casos infectados en los primeros meses de la pandemia observamos que nos separamos rápidamente de la tasa de doblamiento de casos, lo que supondría que las primeras medidas fueron efectivas y a tiempo.

Indico esto ya que la misma separación de esa terrible tasa no se observó en otros países sino hasta algún tiempo después. Sin embargo, posteriormente, al no recomendar medidas obvias ni apoyar directamente a todos los sectores de la sociedad, establecer el semáforo epidemiológico del COVID-19 y no respetarlo, se cayó en una situación profundamente lamentable que lesiona a la sociedad en su conjunto.

Hoy en día en el mundo la situación es difícil, pero en nuestro país está a un tris de ser catastrófica.

Ayer se anunció con bombo y platillo que llegaron 400 mil vacunas, pero eso implica que solamente 200 mil personas podrán ser inmunizadas, recordemos que en nuestro país vivimos más de 120 millones de personas. Faltan muchísimas vacunas si queremos tener inmunidad para la población o esperar más de un año en esta angustiante situación.

En otro tema, en el mundo la transición energética hacia las fuentes renovables está en proceso y en las regiones del mundo donde basan sus decisiones en el conocimiento se está acelerando. En cambio, en nuestro país se busca reservar a una compañía del Estado la posibilidad de generación. Desde mi punto de vista, esta visión parecía adecuada hace 50 años, pero hoy en día con la posibilidad de la electrificación de los usos de la energía y con las opciones de generar en la forma en que se usa y en el lugar, es decir, la diversidad de opciones de fuentes distribuidas de energía, lo idóneo es fortalecer un sistema de transmisión y distribución inteligente. Este sistema debe tener capacidades de predicción y acción, tanto local como regional, que permita, así, asegurar calidad de energía para todos los usos acoplados a las fuentes renovables variables. De hecho, en el ámbito mundial, la generación de electricidad mediante fuentes renovables está ganando el suministro de electricidad. Sin embargo, todavía existe un sector que requiere nuestra atención en todo el orbe y es el transporte.

En nuestro país no debemos quedarnos atrás, como está pasando en otros sectores.

En este terreno debemos promover un transporte público basado en la electromovilidad para distancias largas y un transporte no motorizado para distancias pequeñas.

En estos sentidos la infraestructura actual para el transporte motorizado individual puede transformarse en un transporte sustentable considerando esas dos alternativas: electromovilidad y movilidad no motorizada.

Estos son sintéticos comentarios para la amplia y complicada problemática que enfrentamos hoy en día. El año 2021 comienza con desafíos mayúsculos para todas las personas. Sin embargo, estoy confiado en que el conocimiento y las decisiones que emanen de él pueden brindar opciones de solución adaptables para cada entorno.  

 

Lectura 3 - 5 minutos

Considero que el principal logro de la comunidad científica durante el año 2020 fueron los desarrollos de las diferentes vacunas en contra del SARS-COV2 y con ello empezar a vislumbrar la contención de la enfermedad de COVID-19.

En estos momentos, de inicio de un nuevo año, es tradicional reflexionar sobre los avances y los deseos para este año que comienza. Así es como en esta primera semana del año estamos observando como en diferentes partes del mundo hay personas siendo vacunadas y abriendo realmente las expectativas de un control de esta enfermedad que nos ha modificado muy rápidamente la forma de relacionarnos y de entender la economía.

Claramente, el desarrollo de la ciencia es la principal razón para contar con esta vacuna y con ello se enfatiza que precisamente la construcción de conocimiento nos posibilita contender con situaciones inesperadas que afectan a pequeñas o grandes porciones de la población.

La inmediata respuesta de la comunidad científica al estudiar, describir y desarrollar herramientas tanto de los aspectos biológicos del SARS-COV2 como médicos y para entender los efectos del COVID-19 en el ambiente y sus implicaciones sociales son ejemplos de lo que el conocimiento científico puede brindarnos. 

La generación de conocimiento no solo se enfoca en resolver los problemas urgentes, sino que busca entender y dar posibles soluciones a la problemática del largo plazo que enfrentamos. Recordemos que aunque la mayoría de las personas que hoy vivimos en este planeta habremos muerto en un siglo, es nuestro deseo que las personas que vivan en esos momentos disfruten de bienestar social. Con esta premisa es que la comunidad científica plantea sus objetivos.

En las últimas semanas del año pasado encontré un artículo en la revista Nature [1] que comenta sobre los temas que la comunidad científica plantea para enfatizar en el 2021.

Para mi es significativo que no sea el problema del COVID-19 el primer tópico, sino que lo sea el cambio climático, donde dado que la Unión Europea y China han enfocado sus esfuerzos hacia la reducción de los gases de efecto invernadero y planean objetivos de ser sociedades carbón neutral para las décadas del 2050-2060, se espera que el gobierno de Joe Biden retome estos objetivos e impulse las actividades científicas de ese país en el mismo camino.

De hecho, y desde mi perspectiva por la presión del equipo del candidato electo de EE. UU., el discurso de la SENER en nuestro país tibiamente y con amplias deficiencias ha empezado a mencionar a las fuentes renovables, aspecto que debemos impulsar decididamente desde los sectores de la sociedad mexicana.

La mención de que el cambio climático regresa a las esferas de los tomadores de decisiones en el ámbito internacional es esperanzador para la vida como la conocemos en este planeta. Los siguientes tópicos están alineados con la crisis de salud que estamos sufriendo hoy.

El cuarto punto, que menciona la revista Nature, se refiere al acceso abierto a las publicaciones científicas. Desde mi perspectiva es un punto crucial y que debemos atender y fomentar con miras a garantizar su impacto positivo. Sin embargo, debe quedar claro que de nada servirá en nuestra sociedad si no enfatizamos la enseñanza de la ciencia en todos los niveles educativos.

De esta manera, también las actividades de divulgación científica se tornan esenciales para fomentar la apropiación del conocimiento científico y su posterior uso por amplios sectores de la población.  

De nada servirá a la población en general el acceso abierto de los hallazgos científicos si solamente pueden ser entendidos por una pequeña porción de ella; las actividades de divulgación y de difusión de estos hallazgos se tornan imprescindibles.

Después se mencionan a dos aspectos de investigación en temas de salud, sobre células madre y Alzheimer, para transitar a tópicos de la ciencia en el espacio con miras a Marte y a poderosos telescopios que redundarán en mejoras tecnológicas que disfrutarán las personas en el mediano plazo. Recordemos que las tecnologías que hoy demandan los estudios sofisticados en cualquier rama científica son las tecnologías que estarán disponibles para la población en el futuro. La telefonía celular es un ejemplo.

En estos momentos donde la esperanza de retornar a una vida con mayor contacto físico entre las personas proviene del conocimiento científico en su más amplio sentido, debemos reflexionar y promover que este conocimiento sea apropiado por sectores muy amplios de la población para que verdaderamente se puedan tomar decisiones basadas en ese conocimiento y en el futuro se pueda contender con menor dificultad a los retos que plantea la vida o que causamos en este planeta.

 

[1] https://www.nature.com/articles/d41586-020-03651-0

 

Miércoles, 25 Noviembre 2020 05:29

Energías limpias, alternas o renovables

Lectura 3 - 5 minutos

¿Qué tipo de fuentes de energía debemos promover? ¿Las energías limpias o las alternas o las renovables o las sustentables? ¿Todos estos términos son sinónimos? Estas son algunas de las preguntas que frecuentemente me plantean en conversaciones diferentes personas. En el ámbito de la energía, todos estos tipos de fuentes de energía son diferentes y su conceptualización implica el conocimiento de algunos detalles que pueden ser importantes al momento de analizar propuestas que ayuden a disminuir nuestros impactos en el entorno natural o social.

Imaginemos que estamos viajando en un velero, es decir estamos utilizando la energía del viento y en un momento de calma chicha, arrancamos un motor de diésel para llegar a nuestro destino. En este caso la energía eólica es la convencional y el diésel es la fuente alterna de energía. Es decir la peculiaridad de energía alterna con otros tipos es que sea una opción diferente a la energía que normalmente se usa para una actividad. Es decir, el nombre de energía alterna o no convencional no es apropiado para referirnos a una fuente de energía que tenga características ambientales o sociales diferente a los combustibles fósiles.

En el mundo, las fuentes de energías limpias se refieren en conjunto a las fuentes renovables y a la energía nuclear. Esta es la forma en la que se designa a las fuentes que no emiten gases de efecto invernadero. En las leyes mexicanas se adiciona un tipo de energía eficiente, por ejemplo la cogeneración con gas natural a esta definición de energía limpia. Es decir, en nuestra legislación cuando nos referimos a energía limpia se consideran a las termoeléctricas que usan gas natural en forma eficiente. Desde mi punto de vista, estas termoeléctricas sí emiten menos gases de efecto invernadero que una de combustóleo, pero no son verdaderamente limpias, ya que la emisión de gases de efecto invernadero tiene un impacto al aumentar el contenido de CO2 en la atmósfera.

Es claro que si bien la energía nuclear no emite gases durante la generación, sí produce desechos radioactivos que pueden tener una vida media de varios miles de años.

Las fuentes renovables de energía son aquellas que se usan a una tasa menor de la que se generan. Por ejemplo, la energía solar que podemos usar y mientras el Sol exista podemos hacer uso de ella. Lo mismo podemos decir del viento. La energía geotérmica que proviene del interior de la Tierra puede ser también renovable siempre y cuando la utilicemos a una tasa menor de la que se pueda recuperar el reservorio geotérmico. La misma situación podemos decir de los biocombustibles. Por ejemplo, el uso de la leña puede ser renovable mientras no atentemos contra el bosque.

En general las fuentes de energía solar, eólica, geotermia, biocombustibles, hidráulica y oceánica son típicos ejemplos de fuentes de energía renovables.

A pesar de que las fuentes renovables no emiten gases de efecto invernadero o tienen una emisión neta cero y por ello ayudan a combatir el cambio climático, pueden no ser sustentables. Me parece que debemos aclarar esta frase, ya que muchas personas consideran que energías renovables son sinónimos de energías sustentables.

Las energías sustentables deben contemplar aspectos de los cuatro pilares de la sustentabilidad: la dimensión Natural, la Económica, la Social y la Organizacional, recordando que cualquier actividad humana para ser sustentable requiere de contemplar estas dimensiones y responder si las acciones afectan o impactan negativamente en estos rubros. Analicemos un ejemplo: la energía eólica ha sido criticada por fea o por provocar disrupción social en poblaciones donde se instala. Claramente, estas dos críticas tienen que ver con aspectos sociales u organizacionales que se ven afectados por la introducción de aerogeneradores en diferentes lugares con diferentes costumbres organizacionales y de percepción del paisaje. Sin embargo, estas críticas no son inherentes a la tecnología eólica. Por lo tanto, si su implementación contempla la equidad entre las personas y sus gustos, esta fuente renovables puede ser sustentable. También en muchas ocasiones me han comentado que las celdas solares no son adecuadas, ya que contaminarán cuando dejen de usarse. Efectivamente, toda actividad humana tiene un posible impacto negativo en el entorno, pero tengo que comentar que lo mismo pasa con los generadores actuales o los motores o nuestros celulares, con alguna ropa o con diversos utensilios o con productos de un solo uso, etc. Sin embargo, me gustaría comentar que en el caso de las celdas solares, ya se están desarrollando procedimientos para un mantenimiento mayor a los módulos fotovoltaicos que les permitirán un segundo uso por otros 20 años más.

Adicionalmente, dado que la comunidad científica se ha percatado de este tipo de impactos negativos de las posibles tecnologías, ahora hay una corriente muy importante de desarrollo de conocimiento que buscan tecnologías con menores impactos negativos, por ejemplo la química verde, el diseño de materiales sustentables, etc.

Todavía hay espacio para que la juventud construya conocimiento y desarrolle tecnologías que busquen la sustentabilidad. Mientras, prefiero fomentar el uso de las fuentes renovables de energía que facilitan la definición de estrategias sustentables en lugar de confundir a las audiencias con energías limpias y alternas que nos pueden desviar en la construcción de la sustentabilidad.

 

 

 

Lectura 3 - 5 minutos

La combinación de energía solar, eólica y baterías es una alternativa tecnológicamente posible y económicamente viable, que podría alcanzar el anhelo de generar energía eléctrica 100 por ciento sin emitir gases de efecto invernadero para el año 2030, en la mayoría de las regiones pobladas del planeta [1].

Sí, la frase es correcta y tan pronto como para el año 2030. Esta afirmación es producto de la discusión de un grupo de personas expertas conocidas como RethinkX.

Este estudio coordinado por Adam Dorr y Tony Seba indica que la adopción de la combinación de energía solar, eólica y baterías (SEB) está creciendo exponencialmente en el mundo y que la disrupción tecnológica hacia estas fuentes distribuidas de energía es inevitable porque para 2030 ellas ofrecerán la energía eléctrica más barata en la mayoría de las regiones del mundo.

RethinkX es un grupo de reflexión (think tank) independiente que analiza y realiza prospección sobre la velocidad y escala de disrupciones conducidas por la tecnología y sus implicaciones sociales. Este grupo conjuga esfuerzos para producir análisis imparciales orientados por los datos e información disponible.

En este contexto de datos, la visión de futuro que construye RethinkX, indica que las opciones de generar electricidad con carbón, gas natural y nuclear se verán desplazadas durante la década que comienza y que no se admiten razonamientos para justificar inversiones adicionales a nivel mundial en estas tecnologías que hoy imperan.

Al leer este reporte encontramos conclusiones interesantes que son obtenidas con datos reales y confirmados. Entre estas implicaciones claves se mencionan que 1) (la que ya mencioné y más importante) un sistema eléctrico basado en 100% de SEB es económica y tecnológicamente viable. 2) la cantidad de energía almacenada requerida en el futuro en baterías es menor de lo que en este momento se estima. 3) Un sistema eléctrico basado en SEB es más barato en áreas populosas. 4) Este esfuerzo demandará millones de empleos tanto en las partes de instalación de sistemas fotovoltaicos como en el mantenimiento de turbinas eólicas y sistemas de baterías. 5) Con esta transición a SEB conducirá a una reducción de al menos 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero. 6) La electrificación del transporte carretero es factible y conducirá a una reducción de la demanda de combustibles fósiles para el transporte del orden de 60%. 7) La generación de electricidad con estas fuentes renovables y baterías es una solución y no un problema. 8) La posible superabundancia de electricidad que puede ser alimentada con SEB a la red conduce a una transformación del mercado eléctrico, bajando los costos a precios por debajo de la generación con combustibles fósiles de hoy. 9) Los escenarios que asumen que la generación con SEB no puede ser mayor al 90% están equivocados porque ellos fallan en reconocer el valor adicional de la generación limpia. 10) Los beneficios adicionales que tiene la generación con SEB puede conducir a una inversión que aporte más del 100% de la energía requerida, bajando los costos y transformando aspectos sociales y económicos. 11) El crecimiento exponencial del sistema 100% de electricidad generada con SEB es actualmente posible y puede empezar de inmediato. 12) El sistema eléctrico debe ser analizado con base en el futuro más que en los costos actuales. 13) El cambio tecnológico hacia SEB es inevitables y no depende de subsidios, impuestos al carbón y otras intervenciones en el mercado. 14) Se debe pensar en un sistema SEB eficiente desde el punto de vista económico más que en términos tecnológicos. 15) El costo marginal casi cero que tienen la generación eléctrica con SEB implica que no deben ser desperdiciada. 16) El cambio disruptivo hacia la generación con SEB implica también un cambio profundo en la forma de transporte hacia su electrificación. 17) El cambio a las SEB implica también un cambio en el sector agroalimentario, al potenciar la generación local.

 Aunque algunas conclusiones me parecen más enfocadas hacia privilegiar el desarrollo económico que las dimensiones sociales y organizacionales de la sustentabilidad, considero muy importante que las conozcamos y que analicemos estas visiones de mediano plazo que han sido construidas con datos y tendencias actuales.

De lo más importante es que no se posterga el uso masivo de la generación eléctrica con renovables, sino que se observa la posibilidad de adoptarlas en el mediano plazo.

En este mismo sentido el triunfo de Joe Biden en las elecciones presidenciales en Estados Unidos de América apunta a que habrá un impulso creciente hacia las fuentes renovables de energía, aspecto que debe ser retomado en la redefinición de la política de nuestro país y retomar lo planteado en las promesas de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador, donde se contemplaba la adopción de fuentes renovables.

Desde mi perspectiva, estos análisis y redefiniciones en el mundo fomentan el optimismo para que la juventud redoble esfuerzos y construya un mundo con bienestar social, al ver la posibilidad de encontrar empleo de calidad que propicie un mundo en armonía. Para mi es claro, que el sector de las renovables estará contribuyendo sustancialmente a este anhelo.

 

[1] https://www.rethinkx.com/energy

 

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En nuestro querido pero vapuleado país, en las últimas semanas… digo en los últimos meses... mejor dicho en los últimos años, hemos observado como se promueve el uso de los combustibles fósiles en lugar de fomentar el uso de las fuentes renovables de energía. 

Cualquier persona puede revisar mis comentarios en estas páginas donde he escrito en muy diversas ocasiones sobre la ausencia de una política energética clara de apoyo a las renovables.

Desde la llamada reforma energética, que fue concebida en los momentos de máximos precios del petróleo, donde se auguraba que esos precios posibilitarían la inversión extranjera para sacar más rápido el petróleo del subsuelo y venderlo para tener ingresos a las arcas nacionales. Digo a las arcas nacionales, no para el beneficio social de nuestro país. Esa reforma energética sin querer benefició la inversión en fuentes renovables que cada día son más baratas en comparación con la energía que proviene de los combustibles fósiles. Recordemos que al usar estos combustibles modificamos la composición de la atmósfera provocando un cambio climático que, a su vez, está propiciando que los eventos extremos en la atmósfera aparezcan más frecuentemente y con mayor intensidad. Debe quedar claro que si la atmósfera se calienta habrá más energía disponible y, por lo tanto, los huracanes y ciclones se manifestarán más violentamente. La energía disponible favorece las mayores velocidades de viento; así como el agua evaporada es mayor y, por ende, la precipitación pluvial aumenta. Esta es una muy sencilla forma de explicar lo que nos espera ante este cambio climático antropogénico. 

Después de esta desviación explicativa de los efectos del cambio climático, regresemos a la política energética: en el año 2018 en las propuestas de campaña de los tres principales candidatos se observaba que Andrés Manuel López Obrador mencionaba a las fuentes renovables en su escrito político, mientras que los otros dos candidatos mencionaban a las energías limpias. La diferencia está en la ley mexicana que define como energías limpias: las renovables, la nuclear y la cogeneración eficiente. Esta última normalmente se realiza con gas natural en ciclos combinados, pero no deja de emitir gases de efecto invernaderos causantes del cambio climático. Por lo tanto, yo prefiero hablar de renovables para ser claro y específico.

Así, con esa propuesta de plan de gobierno de AMLO se esperaba un apoyo a las fuentes renovables; pero para mi sorpresa, la política energética se ha centrado en buscar una mayor extracción de petróleo -por cierto, no se han cumplido las metas en este rubro- y en la construcción de una refinería, además de aferrarse a la entronización de las empresas productivas del Estado en el sector energético, cuando ahora las fuentes renovables de energía apuntan hacia una verdadera democratización de la generación con su inclinación hacia la generación distribuida.

Cuando en otras latitudes se fomenta la generación distribuida para evitar pérdidas por la transmisión, en nuestro país se desea regresar a un centralismo en la generación que ya mostró su incompetencia para evitar que más del 40 por ciento de la población mexicana esté por debajo de la línea de pobreza.

En estos momentos la empresa productiva del Estado en el ámbito de la electricidad está perdiendo la oportunidad de ponerse a la vanguardia en cuanto a la tecnología inteligente para manejo de la red de Transmisión y Distribución y se aferra a retornar a un dominio centralista de la generación, donde perdió su oportunidad de ser innovadora hace varias décadas, yendo en dirección opuesta al beneficio social.

Por otro lado, las estadísticas internacionales indican que en el sector energético las fuentes de empleo están en las renovables, principalmente en la solar. Además, señalan tanto IRENA como IEA, las dos agencias internacionales en el ámbito energético, que los empleos en las fuentes renovables son de calidad en comparación con los empleos en las fuentes de combustibles fósiles. Es decir, si preparamos a personas en el sector de las renovables su salario será mejor que en el sector de combustibles fósiles.

Por estas razones y muchas otras sobre las que hemos escrito muy diferentes personas a lo largo de estos años, invito a la población en general a reflexionar y actuar en consecuencia. El uso de las fuentes renovables, solar, eólica, biocombustibles, no solamente son viables, sino en muchos casos más baratas. Además, no aumentan el contenido de gases de efecto invernadero en la atmósfera y demandan empleos de calidad.

Si la política energética no fomenta a las renovables nosotros como población pensante sí podemos hacer el cambio y usarlas.

Necesitamos un sector energético que verdaderamente promueva el bienestar social y no solo el de unos cuantos. 

 

Miércoles, 21 Octubre 2020 05:36

Una estrategia completa

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Hoy podemos decir que para la mayoría de la población mexicana el problema sigue siendo la pobreza en la que vive, en segundo plano, las consecuencias de la crisis provocada por el COVID-19 y para la comunidad científica la cancelación de la construcción de las soluciones basadas en el conocimiento de estas problemáticas que venimos arrastrando por décadas, sino por centurias.

Antes de pasar a las mayoritarias, déjenme comentar que la lucha del sector científico no es solamente en contra del desconocimiento, sino en contra de la cancelación de proyectos multianuales que pudieran ofrecer soluciones. El gobierno actual ha culpado al sector científico cuando, como lo he mencionado en diversas ocasiones, somos un sector muy minoritario al que no le han permitido percolar con sus aportaciones en la construcción de alternativas y formación de la población para que tome decisiones basadas en el conocimiento. Hoy en día el sector científico no lucha por privilegios, demanda financiamiento para poder trabajar y construir conocimiento. Los últimos reductos de posibilidades de financiamiento, los fideicomisos del sector científico, parecen que con una visión miope se cancelarán y con ello el sistema científico del país pudiera ser podado de tajo sin la sabiduría de arbolista que quita lo malo y deja lo bueno. Mucha tinta ya se ha vertido dando explicaciones que justifican la existencia de algunos fideicomisos de vital importancia (científicos, culturales, de atención a desastres, etc.) pero que los oídos sordos de los diputados no quisieron entender y que posiblemente los senadores usen iguales orejeras para desoír. Estoy convencido que las personas dedicadas a la ciencia seguiremos luchando por construir conocimiento que en algún momento esta sociedad pueda utilizar para construir bienestar social.

Déjenme pasar al tema urgentísimo, la crisis de COVID-19. Parece que en nuestro país, la estrategia ha sido abandonar a la población a su suerte en la búsqueda del sustento del día a día.

Insisto, podemos aprender de las acciones tomadas en otros países.

Para ser justo en mis apreciaciones tengo que decir que me pareció que lo que el gobierno mexicano hacía durante el primer mes y medio de la pandemia en nuestro país era razonable y apuntaba a lo necesario.

Esto, dado que las acciones que han tenido éxito en otros lugares consisten en Prevenir, Detectar, Contener y Tratar. Estas estrategias fueron ya reportadas hace algunos meses [1] y hoy en día podemos ver que han dado fruto donde se han aplicado. Primeramente, la acción de prevenir incluye la generación de datos confiables y metodologías de análisis que se difunden para facilitar la comprensión del problema a la población en general. Detectar, sí, detectar eficiente y oportunamente los casos de COVID-19, ofreciendo las pruebas necesarias a la población abierta. La importancia de Contener la enfermedad y evitar la transmisión en los mismos centros hospitalarios es otro de los factores que disminuyen la mortandad de las personas infectadas. Finalmente, el tratamiento con la disponibilidad de camas, las unidades de cuidados intensivos, medicamentos, etc.

Si analizamos estos cuatro elementos de una estrategia de acción, podemos observar que en nuestro país se adoptó parcialmente el primero, al establecer los días martes en la tarde para dar información; pero esta información no fue suficiente y no se construyó la confianza en la metodología, ya que era muy limitado el número de pruebas para la virulencia y camuflaje de la enfermedad.

Así se menospreció la segunda acción: detectar. La parte de contender la enfermedad, tampoco fue abordada con prontitud y el personal médico se contagió y en los propios hospitales se contagiaban las personas.

Finalmente, y como lo mencionamos la semana pasada, el gobierno mexicano seleccionó el porcentaje de camas disponibles como su indicador. Sin embargo, al no tomar las otras medidas la estrategia no ha dado buenos resultados y ha tenido muchos desenlaces fatales.

Desgraciadamente es evidente la diferencia entre las fatalidades de una sociedad que adopta las cuatro estrategias y a pesar de recibir un segundo brote puede garantizar la salud de su población sufriendo un poco más de 116 muertes por millón de habitantes, a otra sociedad, como nuestro país, donde lamentamos la muerte de más de 650 personas por millón de habitantes (ambos países con más de 200 días de manifestar el primer caso confirmado). Estas diferencias no solo pueden atribuirse a las condiciones de salud previa de la población, sino a que no se siguieron concienzudamente las estrategias que ya habían mostrado resultados y que, en nuestro caso, teníamos la ventaja de ir aprendiendo del otro país por una ventaja simple de manifestar el primer caso algunas semanas después.

Ante esta situación, en la que no se ha implantado la estrategia completa, nosotros la población, insisto, al salir a realizar las actividades necesarias usemos cubrebocas y adoptemos las medidas de sana distancia.

 

 

[1] https://ourworldindata.org/covid-exemplar-germany

 

 

Miércoles, 14 Octubre 2020 05:34

Camas disponibles y otras desviaciones

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La pandemia de COVID-19 continúa cobrando víctimas y necesitamos redoblar esfuerzos y revisar las estrategias que hemos seguido para contender con ella.

En nuestro país se ha considerado el indicador del porcentaje de camas disponibles para pacientes graves de COVID-19 como un objetivo dentro de la estrategia.

Es cierto que este porcentaje es importante, pero me parece que no es el indicador con el que debiéramos medir el éxito de la estrategia contra esta pandemia. Para conocer si este indicador es adecuado debemos preguntarnos: ¿para qué es necesario tener camas disponibles? La respuesta obvia es para atender a los enfermos graves y evitar que mueran.

Así es, efectivamente, el indicador más duro para evaluar la estrategia es el número de personas que mueren por causas atribuibles a la pandemia.

Con estos antecedentes, es claro que la estrategia del gobierno federal contra el COVID-19 ha mantenido el porcentaje de camas disponibles dentro de parámetros aceptables, pero más claro es que el número de muertes no es para nada razonable. Aquí no hay que dar excusas. Argumentos como la situación previa de la salud de la población puede dar explicaciones, pero no resultados. Hoy buscamos tener resultados más que explicaciones.

Estas últimas nos sirven precisamente para diseñar estrategias y obtener resultados mediante la construcción de conocimiento ante lo desconocido.

La situación del país, marcado por una desigualdad entre la población que tiene acceso a bienestar y una mayoría que no lo tiene, implica que debemos tener estrategias para, además de contender contra el COVID-19, disminuir estas desigualdades.

Estas son algunas de las características de la problemática que enfrentan los gobiernos de todos los niveles en el país.

Para mí, es claro que a principios de año, el indicador camas disponibles era importante, ya que la infraestructura del sistema de salud no era la adecuada.

Hay que reconocer que ningún país tenía esa infraestructura lista, pero ese enfoque era necesario para los primeros momentos. Después, y quizás antes, la estrategia de prevención era y es muy importante.

Por esta razón, todavía me parece inexplicable que la estrategia del gobierno federal no use la recomendación clara y contundente del adecuado uso del cubrebocas. Por supuesto que se esperaría que se actuara con el ejemplo.

En estas fechas, mediados de octubre, los conteos de casos confirmados están creciendo y en algunos lugares presentan máximos históricos.

Por ejemplo, en la Ciudad de México los casos confirmados en la semana previa son más de 12 mil, número que no se había alcanzado en toda la pandemia. En otros estados la situación es similar y el número de casos confirmados han vuelto a ser similares a los del mes de agosto.

Esta situación se observa en Morelos, donde los casos confirmados han pasado de cien a casi trescientos en una semana.

Recordemos que estos números son los mínimos, ya que es posible que haya más casos. Lo que se avanzó en julio y agosto lo hemos perdido con la reapertura en septiembre.

Ante esta situación, reitero la recomendación: que nosotros como población responsable nos cuidemos y cuidemos a las otras personas usando adecuadamente el cubrebocas. La necesidad de apertura de las actividades económicas debe ser asumida por nosotros, la población en conjunto, con la responsabilidad de minimizar los riesgos de contagio.

Por otro lado, y en otro tema, la política de no invertir lo suficiente en ciencia y tecnología por parte del gobierno federal ha sido una tradición en nuestro país; por supuesto que no debemos enorgullecernos de ella.

Lamentablemente el gobierno actual también ha continuado esta política igual o peor que los anteriores. La comunidad científica ha luchado siempre para que se destine un monto de inversión adecuado a este rubro, sin embargo, nunca hemos alcanzado la inversión del 1 por ciento del PIB en ciencia, tecnología e innovación.

Esta misma comunidad ha afirmado en muchísimas ocasiones que la inversión debe ser a largo plazo y que la presupuestación anual no es adecuada para permitir que el conocimiento científico realmente contribuya en forma impactante al bienestar social.

Esta forma de ver la situación no está siendo compartida por la dirección del Conacyt, situación que puede limitar o hacer retroceder el desarrollo de la ciencia y la tecnología en el país y, por ende, impedir que el conocimiento científico promueva el bienestar social. Es labor del poder legislativo revisar las políticas de asignación de recursos o de cambios en las formas de garantizar recursos a largo plazo.

Hoy es momento que se deje el nominalismo. Es claro que la realidad no se transforma por solo decirlo.

La implantación de proyectos sin la correspondiente evaluación económica, ambiental y social para entender los posibles impactos positivos o negativos de estos proyectos para nada es adecuada.

Para conseguir este conocimiento se requiere de personas capacitadas que generen conocimiento y lo puedan aplicar y con ello evaluar y prever las situaciones futuras.

Mientras, trabajemos para construir o evitar que se destruyan los avances logrados. Por supuesto, modificar lo que se ha hecho equivocadamente y, en lo inmediato y cotidiano, no olvidemos usar adecuadamente el cubrebocas.

 

 

Lectura 3 - 5 minutos

Estamos viviendo una crisis de salud, económica y social mundial sin precedentes. El COVID-19 nos ha obligado a modificar rápidamente muchas conductas que hemos estado realizando sin cuestionar por varias décadas y algunas por centurias.

Ante esta situación, el sector científico se ha volcado para escudriñar, desde muy diversas perspectivas (aspectos médicos, epidemiológicos, farmacéuticos, ambientales, sociales, económicos, musicales y muchos otros) las múltiples facetas de esta crisis.

Los esfuerzos por desarrollar terapias o vacunas han llamado la atención de los medios y también los estudios sobre la conducta de las personas bajo condiciones diferentes han sido importantes.

De hecho, en mi opinión, todas las perspectivas de análisis son esenciales para poder definir estrategias para contender con la crisis. Puedo estar de acuerdo con muchas personas que piensan que el COVID-19 solo aceleró la llegada de esta crisis que nos obliga a reflexionar sobre la forma en que estamos viviendo y considero oportuno analizar desde múltiples perspectivas la situación.

En estas opiniones ya he planteado algunas, pero hoy quiero comentar desde el punto de vista económico la dinámica de las cadenas de producción y las condiciones laborales. Dado que la crisis de COVID-19 sacudió tremenda y profundamente a la economía y nos mandó a una proporción muy grande de la población a no trabajar o a trabajar desde casa modificando nuestros hábitos de consumo y de requerimientos cotidianos. Verdaderamente, este tipo de sacudidas se asemejan a un terremoto y dejará efectos tanto de corto como de largo plazo en la mayoría de las actividades humanas.

Comentaré brevemente un trabajo publicado en la revista “Oxford Review of Economic Policy” [1] donde se presenta un estudio cuantitativo de esta sacudida a la sociedad que hoy vivimos. Lo que me parece esencial de este estudio es que usa datos para alimentar modelos económicos de no equilibrio en una red de múltiples niveles que describen las interacciones de las diferentes cadenas de producción analizando los cambios en la producción al mismo tiempo que en la demanda. Recordemos que a principios de la etapa de emergencia se redujo sustancialmente la actividad de las empresas e industrias, cambiando el sistema de proveeduría de productos y servicios; adicionalmente, nuestras actividades cotidianas también cambiaron y modificaron nuestra demanda de productos y servicios.

Los niveles de ocupación de la población también cambiaron. Esta situación de parálisis no se había imaginado y por lo tanto no se había explorado en el ámbito académico.

Este tipo de situaciones son verdaderamente retadoras para los científicos de todas las disciplinas. Sin embargo, con una perspectiva de modelado de redes y de interacciones acopladas aunado a la disponibilidad de datos, se pueden obtener predicciones de primera aproximación que son indicativas e ilustrativas.

Entre los hallazgos de este trabajo podemos mencionar que la pérdida del empleo no se distribuirá de igual manera en la población e impactará mayormente en los trabajos con menor remuneración. Es decir, la crisis dejará un mayor impacto negativo en los que menos ganan en comparación con los empleos mejor remunerados. Además, los empleos con mejor retribución son los que pudieron continuarse a distancia.

El impacto directo en los indicadores macroeconómicos se espera sea mayor al 20 por ciento en economías como las de Estados Unidos.

Por ello se deben establecer estrategias para la reactivación, sin poner en riesgo la salud de la población, como lo son políticas agresivas en el ámbito fiscal para la preservación de la solvencia de los negocios, además de establecer programas que atiendan las necesidades de los más pobres.

Por supuesto, aquí no puedo abundar, pero invito a la audiencia a leer el trabajo o ver la videoconferencia dónde se explica parte de sus principales resultados [2] y estar informados. Estoy seguro de que las conclusiones pueden ser útiles para tratar de entender la situación que estamos sufriendo.

Lamentablemente para nuestro país, este análisis requirió de datos que no están tradicionalmente disponibles en nuestros entornos. Digo lamentablemente, ya que un estudio similar para México implicaría disponer de esos datos. Los modelos utilizados fueron codificados en programas computacionales de acceso abierto y, por lo tanto, podrían ser utilizados si los datos que requieren estuvieran al alcance.

Empecemos a construir los datos para que en el futuro contemos con ellos y podamos entender mejor las futuras situaciones.

Sin embargo, quiero comentar que las enseñanzas de estos trabajos pueden ser trasladadas a nuestro particular entorno con la intervención de personal capacitado.

Las acciones son complejas, y el contender con la crisis no parece admitir estrategias que menosprecien alguna parte del complejo entramado de nuestra sociedad actual.

El mirar con perspectiva sistémica a nuestra sociedad invita a colaboraciones multidisciplinarias que establezcan verdaderos diálogos en pos de un entendimiento de la situación.

Si un grupo personas dedicadas a la ciencia y la tecnología encontrarán la vacuna o un fármaco que nos ayudara a sobrepasar el COVID-19, todavía quedaría resarcir las profundas diferencias en las dimensiones sociales, económicas, ambientales y organizacionales que ha acrecentado esta crisis.

La tarea no es menor ni debe ser ninguneada. Enfrentamos y enfrentaremos una severísima crisis que requiere un trabajo colectivo de todas las personas que habitamos cada región... cada país... del planeta entero, si es que deseamos construir y participar del bienestar social.

 

[1] https://doi.org/10.1093/oxrep/graa033

[2] https://youtu.be/5wtNm6ETuLQ

 

 

Jueves, 17 Septiembre 2020 05:16

Cubrebocas y era digital

Lectura 3 - 6 minutos

El masivo uso del cubrebocas por la población podría servir para disminuir tanto la tasa de transmisión como la gravedad del COVID-19. Esta frase es alentadora y la encontramos en el artículo que se publicó la semana pasada en la revista “The New England Journal of Medicine” [1]. La explicación que se argumenta en el artículo está basada en los resultados de diversos estudios realizados en diferentes partes del mundo, donde se muestra que el uso del cubrebocas disminuye la tasa de contagios y aumenta la proporción de infectados asintomáticos. Esto último, se refiere a que si en una población el cubrebocas es mayoritariamente adoptado del total de enfermos de COVID-19 una proporción mayor manifiestan síntomas leves o son asintomáticos y la proporción de casos letales disminuye.


Considero importante conocer la argumentación de este artículo para llegar a estas conclusiones y así decidir nuestro proceder basado en conocimiento.
Primero, la trasmisión del virus SARS-CoV-2, además de ser por contacto, es por vía aérea, es decir, por las minúsculas gotas que arroja una persona contagiada (con síntomas o sin ellos) al aire cuando respiramos, tosemos o estornudamos: Estas gotitas pueden contener miles o millones de partículas virales que podemos inhalar sin darnos cuenta en ambientes donde estén dispersas, principalmente en recintos cerrados sin ventilación. Por esta razón, el uso del cubrebocas disminuye el número de gotitas que arrojamos al aire cuando respiramos o tosemos y con ellos disminuye la transmisión; de manera similar, también disminuye la cantidad de gotitas con partículas virales que podemos aspirar.


Segundo, la severidad de una infección viral se asocia normalmente a la carga viral, es decir, al número de virus con el que se nos infecta. En la mayoría de las enfermedades producidas por virus, si entra una cantidad muy grande de partículas virales a nuestro cuerpo la probabilidad de tener una infección grave o severa aumenta.
Al usar cubrebocas, disminuye el número de gotitas con partículas virales que aspiramos y por ende solo pueden entrar una porción pequeña de ellas. De esta manera, el pequeño número de virus que entra sirve como una inoculación y nuestro cuerpo puede contender con ellos y activar nuestro sistema inmune para controlar a los virus invasores. La inoculación como medida de contención de enfermedades virales ha sido usada en el pasado, principalmente antes de contar con una vacuna. Situación muy parecida a la actual en el COVID-19.


Por lo tanto, el uso de cubrebocas nos ayuda a mitigar la transmisión y gravedad de la enfermedad.
Si bien debemos promover ampliamente el uso de los cubrebocas como una acción inmediata y de efecto en nuestro entorno cercano.


En otro orden de ideas, la crisis provocada por el COVID-19, como lo mencionamos la semana pasada, también aumenta las desigualdades en nuestro entorno y en especial en aspectos educativos y tenemos que tomar medidas para transitar a una forma de educación diferente.


Hoy nuevamente quiero llamar la atención sobre aspectos digitales, de acceso a información y a Internet. En particular, desde mi perspectiva debemos enfatizar la propuesta de la Comisión Económica para la América Latina (CEPAL) de contar con una canasta básica digital en toda América Latina. En el informe especial num. 7, llama a todos los países miembros a universalizar el acceso a las tecnologías digitales para enfrentar los efectos del COVID-19. Esta recomendación surge después de analizar los cambios producidos por esta pandemia en los aspectos de las actividades económicas, educacionales, de salud, sociales y de entretenimiento. En este análisis encuentra que la brecha de acceso a los recursos digitales profundiza las desigualdades en la región. Señala que la población infantil entre los 5 y los 12 años junto con las personas mayores de 65 años son los grupos con menor conectividad. Es decir, la población que debe recibir una educación se ve seriamente afectada por su falta de acceso a los servicios digitales.


Un aspecto que debemos contemplar, de acuerdo con el análisis de la CEPAL, es la funcionalidad según las velocidades de descarga de los servicios de banda ancha que están disponibles y accesibles para toda la población. El análisis indica que un ancho de banda menor al 5.5 Mbp/s permite funcionalidades sencillas como correo electrónico, video básico y transmisión de audio y video, pero no permite el teletrabajo ni la educación en línea. Un servicio con una velocidad de 18.5 Mbp/s permite simultáneamente dos funciones básicas y una de alta demanda, digamos permite el teletrabajo y la educación en línea; pero de solo una persona. Un servicio con más de 25 Mbp/s permitirá este tipo de funciones de alta demanda de manera simultánea. Esta guía permitirá a algunas personas seleccionar el tipo de servicio y alerta a toda la sociedad de la disponibilidad de acceso que debemos promover para toda la población.
El documento considera que estamos viviendo un cambio estructural y las nuevas actividades recaerán cada vez más en canales en línea. En particular, la educación en línea, los servicios de salud digital (consultas y diagnósticos remotos) compras en línea, entretenimiento en línea. Para ello se requiere de flexibilidad, cercanía del servicio y capacidad de reacción. Las soluciones no están totalmente disponibles ni optimizadas para ello se requiere investigación y desarrollo y creación o adecuación a las capacidades de las regiones.


El documento de la CEPAL concluye con líneas de acción en las que debemos reflexionar y adecuar a nuestros entornos. En particular enfatiza que debemos repensar el modelo de gobernanza digital para promover la igualdad considerando procesos de transformación incluyentes, facilitando la interacción mediante múltiples canales y al fomentar la diversidad.
Ante la situación que nos plantea la crisis del COVID-19, tenemos un amplio espectro de acciones para implantar, modificar y construir. Estas son dos ejemplos: el primero, muy sencillo, USAR CUBREBOCAS, el segundo, dado que estamos entrando a la era digital, promover una canasta básica digital para toda la población.

[1] https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMp2026913
[2] https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45938/4/S2000550_es.pdf

 

Miércoles, 09 Septiembre 2020 05:36

Las diferencias y la educación hoy

Lectura 2 - 4 minutos

Las clases en los niveles elementales y de educación media han comenzado y podemos observar que las desigualdades en nuestra sociedad se están incrementando. Los indicadores de acceso a Internet o de acceso a teléfonos inteligentes no son suficientes para evaluar las posibilidades para recibir educación en línea. Por ejemplo, en nuestro entorno cercano el acceso a un teléfono inteligente puede estar cercano al 100% de la población universitaria, pero no así el acceso a conexión a Internet de banda ancha.  Es más, el acceso no es suficiente, ya que la calidad del servicio en los temas de educación a distancia juegan un papel primordial.

Quiero abundar en estas frases y sustentarlas con los datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019, que se publicó en febrero de este año [1]. Los resultados de esta encuesta, realizada por el INEGI en colaboración con la SCT y el IFT, muestran que menos del 45% de los hogares cuentan con una computadora, es decir la mayoría de los hogares no cuenta con una computadora. Si bien el acceso a la Internet lo tiene un 70% de la población, la mayoría de este acceso es mediante un teléfono inteligente quedando solamente el 33% con una computadora portátil y 29% mediante una computadora de escritorio (hay personas que tienen más de un dispositivo). De hecho, con respecto a los datos del 2015, los teléfonos celulares inteligentes han aumentado en un 3% y las computadoras han disminuido en un 8%. Otro dato alarmante es que la proporción de usuarios que solamente dispusieron de un celular inteligente creció en 23% del 2015 al 2019. De la población infantil (6-11 años) solamente el 60% tiene acceso a Internet, es decir, el 40% no tiene forma de participar de una educación a distancia interactiva con las limitaciones correspondientes. Estas diferencias se amplían cuando se analizan por separado los ámbitos urbanos y rural.

Cuando digo que el 93 % de la población tiene acceso a Internet por medio de un celular, deseo enfatizar que evidentemente este acceso no es apto para la educación a distancia. En este punto no me refiero a la posibilidad de usar este dispositivo, sino para ser más concreto y específico, me refiero al uso de datos. Una hora de videoconferencia por medio de alguna plataforma (Zoom, Webex, Meet, Teams, por mencionar las más conocidas) utiliza entre 1.2 y 2.1 Gb de datos. La mayoría de los planes para datos en la telefonía celular ofrecen menos de 10 Gb, es decir, no más de diez horas de videoconferencia. Esto no alcanza ni para una semana de clases en los niveles elementales. Por supuesto, tampoco para otros niveles.

Estoy hablando de la población estudiantil, pero seguramente también puede ser el caso de la población docente, que no solo requiere una licencia de estas plataformas, sino que también necesitan de un plan de datos para impartir los cursos.

Estos son solamente unos aspectos, pero las desigualdades se observan en múltiples facetas. Un hogar con dos miembros en edad escolar, pero con una sola computadora, tiene que compartir el equipo y no puede realizarse fácilmente más de una conexión a la vez.

Seguramente usted ya está agregando algún otro aspecto que esta crisis en salud que está produciendo el COVID-19 agrega a la crisis económica, cultural, social y, de lo que hoy abordamos, educativa.

Por estas razones, las personas que tenemos el privilegio de formar parte de la actividad docente y de contar con posibilidades para laborar desde casa debemos continuar haciéndolo, pero debemos considerar en nuestra forma de dar clase las capacidades de la comunidad estudiantil a la que instruimos. Por otro lado, tanto las madres como los padres que tengan el privilegio de contar con los medios para que los miembros de su familia puedan continuar con clases a distancia, deben considerar las posibilidades del personal docente -que pueden no ser las mismas- y aportar parte de tiempo para fortalecer el proceso educativo.

Con estas líneas, quiero llamar la atención sobre que hoy más que nunca tenemos que poner atención en las condiciones que tenemos y promover actitudes que fomenten el bienestar social con aportes de acuerdo a nuestras capacidades y tener en cuenta las capacidades de las otras personas. La comprensión de las diferentes condiciones con las que enfrentamos esta crisis puede ser de gran utilidad para salir de ella construyendo una sociedad con mayores posibilidades para gozar de ese anhelado bienestar social.   

 

[1] https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2020/OtrTemEcon/ENDUTIH_2019.pdf

 

 

Miércoles, 02 Septiembre 2020 05:43

Democracia, centralismo y transición energética

Lectura 3 - 5 minutos

La crisis de salud y económica que estamos padeciendo nos ha mostrado que tenemos que replantearnos la forma de vida que estamos llevando. Esta forma de utilizar los recursos naturales lo más rápido posible para obtener los mayores beneficios económicos en el menor tiempo posible y sin construir el bienestar social nos ha conducido a una estructura totalmente desigual e injusta. Con el actual modelo económico las desigualdades son lacerantes y una proporción muy grande de la población no obtiene ni los mínimos satisfactores, cuando otra proporción extremadamente pequeña de la población vive en la opulencia, malgastando y desperdiciando los recursos a las que otras personas no tienen acceso.

Por otro lado, en estos textos he planteado en diversas ocasiones que la descentralización de la generación de energía usando las fuentes renovables posibilita la democratización de la energía y por ende facilita la construcción del bienestar social y no solo del beneficio a unas cuantas personas. En este contexto, un colega periodista, Juan Mayorga, me llamó la atención sobre un artículo que analiza en un plano de dos dimensiones esta dicotomía. En este trabajo Ryan Thombs [1], pone en un eje el tipo de propiedad de la fuente: monopolista o democrática y en el otro eje el tipo de planta de generación: centralista o distribuida. Con esta forma esquemática analiza las opciones en cuatro cuadrantes: (1) descentralismo energético libertario, (2) centralismo energético tecnocrático, (3) centralismo energético democrático y (4) descentralismo energético democrático. El esquema descentralismo energético libertario, consiste en tecnologías de energía distribuida que pertenecen y son operadas principalmente por empresas privadas que maximizan las ganancias con una modesta supervisión y regulación gubernamental. El segundo (centralismo energético tecnocrático) consiste en un sistema energético donde el control está centralizado independientemente de que sean de propiedad estatal, privada o una combinación de ambas; las decisiones relacionadas con el sistema se toman centralmente basadas en aspectos tecnócratas. La tercera (centralismo energético democrático), aunque la toma de decisiones en este esquema es democrática, lo esencial es que las tecnologías los sistemas son centralizados. Finalmente el cuarto esquema contempla la toma de decisiones en forma democrática y añade la operabilidad descentralizada de las fuentes de energía, es decir, se contempla la generación distribuida, las tecnologías de red y la cercanía entre la generación y el uso de la energía. Para mi resulta muy interesante y novedosa la forma de presentar las opciones, Thomb indica que las cuatro alternativas no son equivalentes en términos de potencia, equidad e impacto ecológico.

El artículo fue publicado a principios del año pasado cuando todavía no existía la pandemia del COVID-19, sin embargo, su análisis concluye en que actualmente, la mayoría de las sociedades reflejan el descentralismo energético libertario o el centralismo energético tecnocrático, que la propia pandemia nos ha invitado a cuestionar. Bajo el análisis de Thombs, se observa que es poco probable una transición justa bajo estos esquemas dada la naturaleza explotadora y al consumo insostenible de recursos que imperan en ellos. Así, Thomb considera que para cualquier transición justa es fundamental democratizar las relaciones sociales, incluidas aquellas del sistema energético. Por otro lado, enfatiza que la escala del sistema energético desempeñará un papel fundamental en la configuración y el refuerzo de las relaciones sociales en el futuro energético. En particular, señala que merece una seria consideración por parte de activistas sociales y legisladores la configuración de la propiedad social de la generación de energía. Por lo tanto, sugiere crear e implantar instrumentos de política que sean multiescalares, como los que caracterizan al esquema democrático descentralizado, y contemplar las escalas desde edificios, barrios, ciudades, regiones, etc. Aunque advierte que la centralización o descentralización completas tendrá limitaciones tanto sociales como ecológicas, por lo que un futuro justo y sostenible probablemente será una amalgama de esquemas contemplando las diferencias de las comunidades, recursos, tecnologías y estructuras de gobernanza y todos ellos interconectados.

Ante este análisis, desde mi perspectiva, planteo utilizar la herramienta, muy útil en el ámbito de la efectividad, de proponer hacer un análisis usando un tercer eje, el del bienestar social, donde podamos realizar una estructuración de las bondades y de las limitaciones de cada esquema en la construcción de ese bienestar social.

Claramente el análisis deberá realizarse en el marco de las cuatro dimensiones de la sustentabilidad: economía, naturaleza, sociedad y el ámbito organizacional. Todas estas dimensiones se enmarcan en el trabajo de Thomb y merecen ser revisadas a la luz del eje del bienestar social. Aquí enfatizo la palabra social ya que los actuales esquemas, descentralismo energético libertario o centralismo energético tecnocrático, han propiciado el bienestar de unas cuantas personas.

La acertada coexistencia o combinación de estos esquemas para construir un sistema energético justo depende claramente de los entornos naturales y sociales de las diferentes regiones, por lo tanto, a la luz de ese trabajo, proponer un esquema único es un error conceptual evidente.

La problemática actual del sistema energético y las herencias centralistas y antidemocráticas que padecemos de los combustibles fósiles deben ser revisadas y utilizar las bondades democratizadoras y descentralizadores que nos otorgan las fuentes renovables.

[1] https://doi.org/10.1016/j.erss.2019.02.020

 

Miércoles, 12 Agosto 2020 05:13

Evitemos la quema de combustóleo

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En estos momentos muchas personas estamos descorazonadas al percibir que la política energética actual no nos conduce al bienestar social. Algunos leímos en el plan propuesto por Andrés Manuel López Obrador (2018) en la materia energética mencionaba a las fuentes renovables como una alternativa para transformar el país y compartimos esa visión. Muchas personas estamos convencidas que la transición a las fuentes renovables de energía es una de las acciones que permitirá a la mayoría de la población mexicana alcanzar el bienestar que merecemos.

En estas líneas he insistido en que los recursos petroleros no fueron aprovechados para construir una sociedad que comparta los beneficios de esos recursos naturales no renovables y solamente fueron aprovechados por una minoría. Hoy no solo enfrentamos el agotamiento de esos recursos y observamos el inexorable declive de su extracción. Con esta situación somos testigos de una disminución de los recursos económicos que nos aportaron a principios de este siglo. Precisamente en la primera década de este siglo los precios del petróleo indicaban que la venta de este recurso natural podría impulsar la economía, pero claramente no fue así y esos recursos no fueron bien invertidos.

Ahora al finalizar la segunda década, tenemos un país donde más del 40 por ciento de la población vive por debajo de la línea de pobreza. Los precios el año pasado marcaron mínimos en este siglo y nuestro país se negó a disminuir la cuota de explotación con el pretexto de no ver disminuidos sus ingresos, aunque, desde mi punto de vista, lo hizo para cumplir una promesa de campaña de aumentar la extracción de petróleo, cosa que no ha sucedido y continúa disminuyendo.

La problemática no es sencilla, pero me gustaría enfatizar algunos puntos que se han mencionado sobre la situación del ámbito petrolero.

Seguramente, hemos visto que los precios del crudo mexicano son bajos comparados con los precios del petróleo de otras regiones.

En estos días el precio de la mezcla mexicana es del orden de los 40 USD/barril mientras que el Brent está en 45 USD/barril. Esta diferencia de precios se debe a que nuestro petróleo es más denso y contiene mayor cantidad de azufre que otros tipos de petróleo, lo que incrementa el costo de refinación y aumenta la contaminación al quemarlo.

En particular, para poder refinar nuestro petróleo se requiere contar con refinerías que tengan implantada la tecnología para procesarlo. Hoy en día las refinerías mexicanas generan una gran cantidad de residuos que llamamos combustóleo y que contiene los residuos de azufre que son altamente contaminantes. Una salida de esos residuos es quemarlo en termoeléctricas, aunque claramente no es un combustible amigable con el entorno. Otra alternativa que tenía nuestro país era su venta como combustible para la industria naviera; sin embargo, a partir de este año la Organización Marítima Internacional acordó reducir el máximo contenido de azufre del combustóleo que se permite quemar en las embarcaciones con trayectos internacionales a menos del 0.5 % y el combustóleo mexicano contiene más de seis veces esa cantidad de azufre.

Así, vimos canceladas las posibles salidas de ese residuo de la refinación en nuestro país. Claramente, este es un problema para PEMEX, al no poder darle salida a los residuos (al combustóleo) y tratar de cumplir las metas de refinación de petróleo para producir las gasolinas que usamos en el transporte. La propuesta de los tres actores principales del sector energético (SENER, PEMEX y CFE) es quemar el combustóleo en las termoeléctricas y producir la electricidad que el país requiere. Sin embargo, una mala noticia, aunque el combustóleo es un residuo, la generación de electricidad es más cara con combustóleo que con gas natural y ya no se diga en comparación con las generaciones fotovoltaicas o eólicas. Efectivamente, las llamadas energías limpias generan electricidad más barata que la generada con el contaminante combustóleo. Para conseguir que la generación de electricidad con combustóleo sea competitiva en comparación con las renovables, se han incrementado los precios para la transmisión de electricidad.

Recordemos que la CFE es la dueña del sistema de transmisión y distribución del fluido eléctrico en el país y que toda planta de generación le entrega la energía a la CFE para que ella la transporte y distribuya, claro, con un pago por el transporte, así que los actores acordaron incrementar el costo por el transporte a las empresas generadoras y asunto arreglado: las plantas de combustóleo, que son mayoritariamente de CFE, son competitivas.

Desde mi perspectiva, estamos errando la estrategia. Debemos apoyar la generación con energías renovables y transitar aceleradamente hacia energías sustentables. Se deben promover acciones de eficiencia energética en todos los sectores (industriales, empresariales, servicios, educativo, gubernamental, social, etc.) y promover la instalación de sistemas distribuidos de generación con renovables, al mismo tiempo que modernizar el sistema de transmisión y distribución y convertirlo en un sistema verdaderamente inteligente que aporte servicios de valor agregado que pueda ser cobrado y que redunde en una mejora en la calidad de la electricidad entregada a la población.

En estas acciones se debe contemplar la electrificación del transporte y de muchos otros usos de energía.

Siempre debemos perseguir los usos de diferentes formas mirando hacia la sustentabilidad y por ende al bienestar social.

 

Miércoles, 05 Agosto 2020 05:24

Ciencia arbitrada por jóvenes

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En la búsqueda de revistas para compartir los resultados de nuestras investigaciones me encontré una revista de acceso libre llamada “Frontiers for young minds”  (FfYM), ante este título, mi curiosidad se despertó e inmediatamente me sumergí en su páginas. Quería saber de qué se trataba. Lo que encontré me agradó y considero muy interesante. En las siguientes líneas explicaré de que se trata e invito a la comunidad científica mexicana a unirse a este muy interesante y prometedor esfuerzo.

Antes tenemos que mencionar que esta revista es parte de una iniciativa diferente de comunicar los resultados de la investigación científica mediante una plataforma digital de ciencia abierta conjuntada con una publicación de acceso libre de los artículos aprobados. Es decir, esta editorial desea construir sobre la ciencia exitosa y hacerla aún más poderosa asegurando que esté abiertamente disponible para que la sociedad genere más conocimiento y tengamos salud y prosperidad en nuestra sociedad.

Para ello, construyó una plataforma tecnológica propia de Ciencia Abierta (Open Science) que incluye una plataforma colaborativa de revisión por pares y un asistente de revisión de inteligencia artificial, entre otras bondades. 

Lo que a mi me ha parecido más interesante es que en lugar de que el proceso de crítica a los trabajos sea mediante un proceso doble ciego, en Frontiers el proceso consta de dos partes, primero una fase de revisión independiente y luego otra abierta con intercambio de ideas entre las personas que revisan y las que realizaron el trabajo de investigación. Los nombres de las personas que intervienen en la autoría, edición y revisión se publican en el artículo final. Con ello se reconoce el trabajo que la comunidad científica realiza en todas las etapas del juzgamiento la comunicación y verificación de los resultados de la investigación. De esta manera se construyen documentos con una mayor amplitud en su poder comunicativo.

Regresemos a FfYM. Esta revista propone a profesionales de la ciencia a escribir artículos relatando sus hallazgos de vanguardia en un lenguaje accesible para el público joven y a la juventud le propone participar en el proceso de arbitraje proporcionando comentarios que permitan mejorar la comprensión de los artículos antes de su publicación. De esta manera pretende construir un pensamiento crítico en la juventud, al mostrarles formas de analizar y criticar ideas y revisar documentos científicos mediante su participación en el proceso de arbitraje.

Sí, lo que me parece más innovador e importante es que son jóvenes participando en el proceso de revisión y sus opiniones son las que influyen en la forma final del documento a difundir.

A decir de los objetivos de FfYM, se busca conectar mentes curiosas con las personas expertas en diferentes áreas para que información de primera mano las motive a hacer preguntas informadas y críticas sobre la ciencia real a lo largo de sus vidas.

Al trabajar y solicitar que las personas que participan en la redacción de los artículos sean profesionales de la ciencia  se aseguran de que el contenido sea de la más alta calidad. Al trabajar directamente con jóvenes, ayudan a fomentar la curiosidad tanto dentro como fuera del aula e involucran a la próxima generación tanto en el trabajo científico como en la toma de decisiones basadas en la crítica al conocimiento.

FfYM considera que la mejor manera de hacer que los descubrimientos científicos de vanguardia estén disponibles para el público más joven es permitir que precisamente la juventud y personal científico trabajen juntos para crear artículos que sean precisos y emocionantes.

En estos momentos, FfYM ofrece una colección de artículos científicos de forma gratuita, escritos por personal científico, diseñados para audiencias más jóvenes con el aporte precisamente de la juventud.

Los invito a visitar el sitio.

En particular, me han parecido muy interesantes, amenos y divertidos algunos de los artículos que he leído en FfYM.

El sitio está disponible en inglés y hebreo.

Considero que la comunidad hispanohablante podría unirse para establecer una versión en el idioma que se habla en Iberoamérica. No propongo una traducción, la idea, en la que con gusto participo es que se invite a profesionales de la ciencia de habla hispana a comunicar sus hallazgos en este idioma y a que la juventud iberoamericana participe en el proceso de arbitraje y conjuntamente construya documentos de valía y se forme en el proceso.

En el ámbito científico iberoamericano tenemos ya una importante tradición en actividades de comunicación de la ciencia. Conjuntemos esfuerzos, estoy seguro de que el esfuerzo para tener ciencia para la infancia editada por jóvenes vale la pena.

(FfYM) https://kids.frontiersin.org/

 

Miércoles, 29 Julio 2020 04:26

Ciclismo en la población adulta mayor

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Ante la emergencia sanitaria que ha desatado el COVID19 en la ciudad de México se han impulsado algunas medidas para promover la movilidad usando bicicletas, dado que representa una disminución de la cercanía física con otras personas, a diferencia de lo que sucede en el transporte colectivo, como metro, autobús o ruta. Esta alternativa de movilidad ha alcanzado popularidad por ser barata y aportar beneficios adicionales a las personas que se ven involucradas. En algunas ciudades estudiantiles de Europa o Estados Unidos, las bicicletas son una verdadera alternativa para la movilidad. En la ciudad de México existe un movimiento ciclista importante que está abogando por una movilidad sustentables. Sí, efectivamente la movilidad mediante la bicicleta es una verdadera alternativa sustentable que no solamente tiene beneficios al no emitir gases de efecto invernadero, sino que tiene beneficios para la salud física. Esta alternativa inteligente de movilidad debe ser apoyada con medidas de protección y de concienciación de la población en general, pero especialmente de los conductores de vehículos automotores, que se consideran dueños de las calles.

El uso de la bicicleta en ciudades pequeñas o medianas todavía es más adecuado. En la ciudad de Cuernavaca tenemos al “Movimiento bicicletero de Cuernavaca” con una larga trayectoria promoviendo el uso de la bicicleta. Lo mismo hace el grupo de Intrépidas de Cuernavaca, que además lucha por otras formas de equidad y tiene una escuela de ciclistas.

En estas líneas, en septiembre del año pasado, comentaba las bondades del uso de la bicicleta y que los accidentes en la población adulta mayor tienen una menor frecuencia que en la juventud. Es decir, enfatizaba que la seguridad en esta modalidad de transporte no se veía afectada por la edad del ciclista.

Hoy quiero compartir un hallazgo reciente sobre los efectos del ciclismo sobre la función cognitiva, la salud mental y el bienestar en adultos mayores. Sí, leyeron bien sobre la población adulta. Esto implica que incluso la población adulta mayor puede participar en las actividades ciclistas y tener una mejora tanto en su salud como en su percepción de sí misma, y más notoriamente en su función cognitiva al practicar su movilidad independiente y ejercitarse. Quiero compartir que este estudio fue realizado en Inglaterra en una población con un rango de edad de 50 a 83 años. Los ciclistas utilizaban bicicletas convencionales y otras con motor eléctrico para proporcionar asistencia en el pedaleo. Los detalles del estudio pueden ser consultados en la revista PloS ONE (https://doi.org/10.1371/journal.pone.0211779) y el sitio del proyecto más amplio en  www.cycleboom.org.

En este estudio se midió la función cognitiva y el bienestar tanto antes como después del período de intervención. La población se dividió en tres grupos: 1) sin participar en rodadas, 2) ejercicio de ciclismo en exteriores, y 3) ejercicio de ciclismo en exteriores con bicicleta eléctrica. De los hallazgos más importantes puedo mencionar que ambos grupos de ciclismo mejoraron en precisión cognitiva después de la intervención en comparación con los participantes en el grupo control sin actividad ciclista. Los participantes en la modalidad asistida eléctricamente también mejoraron en la velocidad de procesamiento cognitivo después de la intervención en comparación con los participantes del grupo control sin ciclismo. Finalmente, los participantes en modalidad asistida eléctricamente mejoraron en su puntaje de salud mental después de la intervención en comparación con los controles sin ciclismo e incluso superaron a los ciclistas sin asistencia. En opinión de los autores, y que comparto, esto sugiere que puede haber un impacto del ejercicio en el exterior sobre la función cognitiva y la salud mental. Es importante destacar que se encontraron efectos similares (a veces mayores) para el grupo de bicicletas eléctricas en comparación con los ciclistas de pedales. Esto sugiere que no es solo el componente de actividad física del ciclismo el que está teniendo influencia y que hay que analizar con mayor cuidado algunos otros aspectos. Tanto las bicicletas de pedales como las bicicletas eléctricas pueden permitir una mayor actividad física, alerta al circular y muestran un mayor compromiso con el ambiente por parte de las personas participantes.

El hecho de que la población ciclista que usó bicicletas eléctricas también mostrara beneficios, me parece de lo más relevante para ciudades como Cuernavaca, donde las pendientes en las calles puede ser una dificultad adicional para los adultos mayores que no han mantenido una experiencia ciclista a lo largo de su vida. Por supuesto, que las bicicletas eléctricas son una opción más que adecuada para la promoción de ciclismo en estas condiciones, pero que requieren la adecuación de la infraestructura vial para brindar trayectos seguros.

Por supuesto que la realización de un experimento similar en el contexto morelense sería adecuado y puedo conjeturar que el resultado sería similar al realizado en Inglaterra. Este tipo de estudios puede promover la adecuación de calles en el entorno morelense para la movilidad ciclista y propiciar una movilidad sustentable que promueva la salud de las personas en la adultez mayor. La mayoría del territorio morelense podría ser escenario para paseos ciclistas en fines de semana y para la movilidad sustentable cotidiana.

Los beneficios a la salud y al medio ambiente son evidentes y, por lo tanto, el esfuerzo que realicen las autoridades en los diferentes municipios redundará en una mayor convivencia sana de la población. Manifiesto que estoy listo para colaborar con la comunidad ciclista morelense o de cualquier otro estado para contribuir y construir alternativas seguras para el ciclismo.

 

 

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La semana pasada un joven muy querido me compartió la información de que el COVID-19 ataca más ferozmente a los que menos tienen. Para sustentar este hecho, me mostraba la estadística en nuestro país de que las personas con menores posibilidades de educación escolar mueren más que las que tuvieron la oportunidad de acceder a una mayor escolaridad. Me comentaba indignado que del orden del 13 por ciento de  las muertes por COVID-19 en nuestro país eran de personas con educación superior y que por lo tanto, el resto de las personas que han muerto no habían tenido la oportunidad de alcanzar esa escolaridad. Le explicaba que esta diferencia todavía es más lacerante cuando observamos que el 20 por ciento de la población mexicana alcanza a terminar la educación superior. Es decir, de la proporción de personas con escolaridad de educación superior mueren menos que de las personas que no alcanzaron este nivel de escolaridad. Además recordemos que a mayor escolaridad los ingresos son mayores. Esto indica que muy lamentablemente la muerte por COVID-19 sucede en un mayor porcentaje en los segmentos de la población que menos tienen.

En este mismo tenor, el lunes leí un artículo de Jeffrey D. Sachs[1] sobre cómo las inequidades socavan la cohesión social, erosionan la confianza pública y profundizan la polarización política. Esta situación de desconfianza y de división afecta negativamente la capacidad de los gobiernos para responder a las crisis y, en particular, dificulta contender eficazmente contra un problema global como el COVID-19.

En su opinión, esto explica por qué Estados Unidos, Brasil y México, hoy, representan casi la mitad de las muertes reportadas en el mundo desde el comienzo de la pandemia. Sin embargo, Sachs hace notar que la inequidad no es determinante para los desenlaces fatales y menciona el caso de China, donde la desigualdad es importante, y contuvo la epidemia con rigurosas políticas de control y pruebas masivas logrando controlar más eficazmente la epidemia. Claramente, esta política del gobierno central chino y de las correspondientes autoridades locales contrasta con las erráticas y deficientes medidas que se implementan en nuestro país, donde se manipulan los datos para mostrar avances que no son claros. En estas líneas hemos reconocido los avances, pero también indicamos las posibles malinterpretaciones de los datos abiertos de la Secretaria de Salud del gobierno federal mexicano. Esto no solo sucede en México, en estos momentos, somos testigos de que en muchos países lo que sucede muestra los enormes costos de la desigualdad masiva: gobernanza inepta, desconfianza social y una enorme población de personas vulnerables incapaces de protegerse de los daños que nos afectan.

Aquí tengo que señalar otro punto que muestra la desconfianza social. En Facebook y otras redes sociales circulan infinidad de noticias falsas y para contrarrestarlas el esfuerzo de la comunidad que las detecta es mayúsculo, en particular la comunidad científica dedica esfuerzo a luchar contra las noticias falsas. En las mismas redes circulan estas aclaraciones evidenciando la falsedad de esas noticias. Déjenme mencionar un ejemplo: circulan videos que argumentan que los termómetros de no contacto pueden dañarnos. Sí, esos que pueden ser usados en los mercados, supermercados o las oficinas o las industria, en muchos lugares para detectar fiebre. Enfatizo, es totalmente falso que puedan hacernos daño. En el laboratorio que tenemos en el IER-UNAM trabajamos con cámaras de infrarrojo que pueden medir la temperatura de objetos o personas sin tener un contacto directo con lo que miden y son muy similares a esos termómetros de infrarrojo. Estos aparatos, las cámaras y los termómetros, lo que hacen es detectar la ondas electromagnéticas que emitimos todos los cuerpos vivos e inanimados por el hecho de presentar una temperatura. Es decir, estos aparatos no emiten sino que reciben lo que enviamos al ambiente en cada momento. Una de las leyes de la naturaleza nos dice que todo cuerpo con una temperatura arriba del cero absoluto emite ondas electromagnéticas (para satisfacer las inquietudes sugiero buscar en línea Ley de Wien, Ley de Planck y Ley de Stefan-Boltzmann). Por lo tanto, concluyo que ese termómetro no emite solo detecta, es como nuestros ojos al captar la luz que emiten o reflejan los objetos y vemos, y por lo tanto, no nos hace algo y no puede causarnos daños. Por esta razón, me pregunto: ¿qué gana o qué beneficio obtiene la persona que alimenta la desconfianza elaborando esos videos, escritos, infografías, etc.? La verdad, no entiendo el proceder de los generadores de desconfianza y noticias falsas, pero son evidencia de una sociedad sin conocimiento y con profundas desconfianzas que llevan a creer en esas noticias falsas.

Regresando a la epidemia de COVID-19, es alarmante que las inequidades generen mayores desigualdades y los que menos tienen más sufren. De aquí, nuevamente, invito a la corresponsabilidad de todas las personas, y más de las que sí podemos, #QuédateEnCasa, que es la mejor opción, difundamos el #UsarBienElCubrebocas, y enfaticemos que el #MeCuidoParaCuidarte. Los que hemos tenido privilegios debemos cuidar de quienes no los han tenido y promover que los tengan. A eso se le llama buscar el bienestar social.

[1] https://www.project-syndicate.org/commentary/inequality-fuels-covid19-mortality-by-jeffrey-d-sachs-2020-06

 

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Ante los avisos contradictorios o no específicos de las diferentes autoridades en los diferentes órdenes de gobierno la ciudadanía puede tener más incertidumbres que certezas para definir su proceder y contender con la epidemia del COVID19. Me parece que debo aclarar la afirmación anterior. La forma de pasar de una Jornada Nacional de Sana Distancia a un sistema de semáforo donde la responsabilidad pasa del nivel federal al estatal no permeó a la población. Así, si en alguna región del país estamos en semáforo rojo, es claro que solo debe haber actividades económicas esenciales y todas las demás deben estar suspendidas. Sin embargo, a falta de definición en el nivel estatal, algunos municipios pueden optar por reaperturas responsabilizando a la población, como en el caso de Cuautla y Cuernavaca.

En estos lugares, las autoridades locales transfieren la responsabilidad del cuidado de los contagios a la población. En particular, el presidente municipal de Cuernavaca anunció que se pretende una reapertura gradual, segura y responsable de las actividades socioeconómicas en la ciudad. Específicamente, anunció que a partir de lunes se abrían los mercados, comercios, talleres y sin contacto con usuarios, que este miércoles podrían abrir los cines y teatros, así como otros giros relacionados con alimentos, hoteles y centros comerciales. Aunque reitera que es una apertura gradual, no aprecio en los comunicados el detalle de las medidas de gradualidad. Tampoco puedo visualizar la amplia difusión de las medidas de protección que la población de la ciudad debe adoptar.

En mi opinión, los datos con los que contamos actualmente no justifican una reapertura en este momento. Como se puede ver en la figura anexa a este documento donde se grafican los casos nuevos en los últimos 7 días contra los casos confirmados estamos nuevamente en una fase de crecimiento exponencial. Este tipo de gráficas indican observacionalmente la evolución de la epidemia. La gráfica no es el resultado de un modelo epidemiológico, sino solamente es la presentación de los datos y la calidad de la información que nos brinda la gráfica depende solamente de la calidad de los datos. Así, sin cuestionar la calidad de los datos abiertos de la Secretaría de Salud federal, que pueden estar subrepresentando la epidemia, pero de ninguna forma podemos decir que la sobreestima, analicemos la gráfica.

Primero, quiero comentar que este tipo de análisis ya lo he detallado en las opiniones vertidas en estos textos en abril y mayo; en ellas explicaba y comparaba la información del país con otros países y enfatizaba que mientras la curva sea creciente la epidemia crece, pero cuando aparece un gancho claramente se está observando una etapa de disminución de la epidemia. En este tipo de gráficas no basta un aplanamiento, es necesario un descenso. Por esta razón, puedo decir que al final del mes de mayo se observaba una disminución en la epidemia en Cuernavaca, sin embargo, todavía no era definitivo ese comportamiento hacia la de extinción de la epidemia.

En la gráfica observamos también que la semana pasada hubo un comportamiento hacia la disminución, pero en los últimos dos días el cambio muestra un crecimiento significativo e indica que estamos regresando a fases de crecimiento exponencial que no mostrábamos desde el mes de abril.

Esta situación puede deberse a que la mayoría de la población ya no puede continuar en aislamiento físico. Este es un llamado a la conciencia de toda la sociedad. En mi opinión, en este momento es cuando la comunicación efectiva y contundente sobre los cuidados a seguir para disminuir al máximo los riesgos de contagio debe darse en todas las formas posibles.

Desde mi punto de vista, la apertura en este momento no es adecuada, pero puedo entender que la situación económica de sectores amplios de la población no permita continuar con el aislamiento físico. Así que, insisto, este momento es cuando debemos enfatizar las medidas de prevención del contagio diferentes al aislamiento. Aunque la medida más efectiva es el #QuédateEnCasa, debemos difundir el #UsarBienElCubrebocas, muchas personas lo usan mal y no tienen el cuidado de mantenerlo adecuadamente, #MantenerSanaDistancia, evitar lo lugares concurridos, en lo posible evitar las reuniones grupales y fomentar en todo momento, el #MeCuidoParaCuidarte, usar cubrebocas o caretas no es una actitud de desconfianza, sino una actitud de ‘no te voy a contagiar’.

Las autoridades en los diferentes niveles han apelado a la corresponsabilidad de la ciudadanía. Es el momento de mostrarla y difundir las mejores acciones para evitar los contagios.

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Los ductos de petróleo o gas deberían ser usado para recrearnos con música. Esta frase desconcierta, pero expliquémosla. En estos días de #QuédateEnCasa he tenido la oportunidad de trabajar desde casa dando clases, teniendo reuniones por videoconferencia, haciendo llamadas y disminuyendo los tiempos de trayectos de casa al instituto. Así que me ha permitido hacer algo de exploración en los amplios contenidos de la Internet y me encontré una video que presenta la diversión de un músico tocando su saxofón en la boca de un tubo de un gaseoducto (al final de este texto está la liga para que lo disfruten)[1]. La verdad disfruté mucho los cuatro minutos de música. Richard C, el saxofonista, como buen músico conoce de física y los fenómenos de las ondas sonoras, aprovecha el retraso del eco en una forma para generar un diálogo entre él y el ducto, algo que se aprecia y goza, Me imaginé a diferentes artistas musicales haciendo propuestas de acuerdo a su estilo en un futuro donde las fuentes renovables de energía nos provean de la energía para el bienestar social y los ductos se queden para disfrute de las personas en lugar de conducir los hidrocarburos que aportan la energía que hoy usamos, pero que envenenan el ambiente.

Estoy de acuerdo con el lector, que inmediatamente pensará, pero si en México parece que vamos en camino contrario hacia acelerar el uso de las fuentes renovables de energía. Hoy enfrentamos la declaración del director de la CFE de que las fuentes renovables son caras porque son intermitentes, nada más falso, las fuentes renovables son más baratas, aunque variables. La diferencia es que en el ámbito de la ingeniería las variaciones pueden ser modeladas, anticipadas y, por lo tanto, contempladas para atender la demanda de energía. Por ejemplo, la energía solar varía en el tiempo, pero con modelos de predicción del clima se puede conocer con su posible variación, de esta manera las variaciones se anticipan, lo intermitente no es anticipable y las renovables son variables en ese sentido.

Por otro lado, la construcción de una refinería que no va a funcionar más de 20 años, podría ser sustituida por miles de sistemas fotovoltaicos que provean de energía a miles de casas o pequeños negocios e incrementen el bienestar de miles de personas, en lugar de alimentar de combustibles a la insaciable demanda de energía del estilo consumista irracional actual.

Esta demanda irracional de la energía puede ser mostrada dado que hoy en día el país que más energía per cápita usa es Estados Unidos (E.E.U.U.) y cuando consideramos la productividad energética de ese país es menor a la productividad energética de diferentes países europeos. Para ser más claros, con la energía equivalente a un barril de petróleo E.E.U.U. produce cerca 8 USD mientras que Alemania y Gran Bretaña producen 11 y 14 USD con la misma cantidad de energía. Es más, la sociedad mexicana, hasta hace dos años, producía cerca de los 11 USD con el mismo barril de petróleo. En síntesis, podemos decir que en promedio somos, los mexicanos, menos gastadores de energía que los E.E.U.U.

Sin embargo, no debemos echar las campanas al vuelo, ya que esto es en promedio y sabemos que el problema real en nuestro país es la pésima distribución de la riqueza que tenemos.

En considerar a la desigualdad como un lastre de la sociedad mexicana coincidimos con el actual gobierno. La desigualdad es que es un hecho que debemos combatir y los esfuerzos, no solo del gobierno, sino de la sociedad mexicana deben conducir a disminuir estas lacerantes diferencias.

Hoy ante la crisis ocasionada por el COVID-19, los sectores del gobierno actual que consideran a las fuentes renovables como una herramienta para combatir la pobreza de los que menos tienen deben salir y promover su uso. Amplios sectores de la sociedad se les unirán y fomentando la colaboración, que es algo que buena falta nos hace, podemos transformar realmente a nuestra sociedad. Esta fue la invitación que hicieron tanto Federico Vázquez como Camilo Arancibia en esta columna para en conjunto tocar una misma melodía en aras del bienestar social desde el sector ambiental y el científico del actual gobierno. Espero que estos llamados sean escuchados.

Con esto regreso al saxofonista que usa el eco del ducto para desde lo artístico usar la física y generar emociones que nos complacen. Así con afán colaborativo en lugar de establecer barreras podemos realmente transformar este país y encaminarnos al bienestar social.

[1] Lo prometido la liga es https://geekologie.com/2020/06/saxaphone-player-playing-into-the-open-e.php

 

Miércoles, 03 Junio 2020 05:25

Pensar para un regreso sustentable

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A pesar de que en la mayoría del territorio nacional estamos todavía en una fase preocupante de la epidemia COVID-19, debemos empezar a planear el regreso a las actividades. Tuvimos más de dos meses para reflexionar sobre las cosas que hacemos y seleccionar cuáles son más importantes que otras, apreciamos las diferencias en las posibilidades que nos ofrece la forma de vivir para diferentes personas.

Desde mi punto de vista, la forma en la que vivimos no es adecuada para promover el bienestar social y debemos realizar cambios para transitar hacia la sustentabilidad. Tengo que recordar que en estas líneas cuando escribo sustentabilidad me refiero a un anhelo social donde se producirán bienes y servicios a partir de recursos a un ritmo en el cual no los agotemos y los cambios que produzcamos en el entorno puedan ser procesados de manera natural en un tiempo que no exceda por mucho la vida útil del producto o servicio. Para conseguir este reto es necesario contemplar aspectos sociales, económicos, naturales y organizacionales simultáneamente y con igualdad de relevancia.

Desde esta perspectiva, en varias ocasiones he manifestado que la actual forma en la que vivimos implica el agotamiento de los recursos naturales y genera una tremenda desigualdad en la distribución de la riqueza que evita el bienestar social. En particular, he insistido en que la forma actual de nuestro proceder busca obtener beneficios lo más rápidamente posible y que una perspectiva que contemple los beneficios en el largo plazo podría ser más adecuada.

En el ámbito de las ciencias físicas e ingenierías es muy claro el concepto de potencia, que implica una división entre el tiempo y, por ende, para incrementar esta potencia se debe considerar tiempos cortos.

En cambio el concepto de eficiencia no considera el tiempo explícitamente y, por lo tanto, puede ser más adecuado para analizar los beneficios en el largo plazo.

Déjenme tratar de explicar con un ejemplo sencillo: Consideremos que llegamos a una región costera donde abundan las sardinas y que son de fácil extracción. Podemos llegar con maquinaria suficiente para extraer todas las sardinas y enlatarlas y venderlas de inmediato, con ello obtendrías ganancias de inmediato. Esto sería actuar buscando maximizar la potencia. Sin embargo, podemos tener otro comportamiento, llegar con maquinaria y estudiar el entorno para definir una tasa de extracción de la sardina de tal manera que le demos la oportunidad de reproducirse y mantener el negocio por muchos años, digamos generaciones humanas. Claramente este último comportamiento requeriría de mayor inversión inicial, ya que implica generar conocimiento y diseñar estrategias para el largo plazo, pero evidentemente con una visión de décadas se obtendrían mayores beneficios, la eficiencia sería mayor, aunque la potencia no sería muy alta. Por supuesto que al definir estrategias en el largo plazo, abriría la oportunidad de generar otros productos o servicios que pudieran aportar beneficios adicionales tanto económicos, como sociales, ambientales y organizacionales. Esto último se acerca más a la sustentabilidad. 

Con esta visión, hoy insisto en que una de las acciones que podemos implementar para la reactivación en estos días dentro de la epidemia del COVID-19 es el uso de las fuentes renovables de energía. Claramente, el fomento a las renovables no es suficientes y debemos implementar otras actitudes, como consumo local, reciclado, reuso,  economía circular, etc.

Debo recordar que aunque la entrega de potencia de las fuentes renovables variables de energía no es una de sus virtudes, si lo es la generación sin emisiones de gases de efecto invernadero. Es más, recordemos que los costos de estas fuentes renovables se han abaratado dramáticamente en la última década.

A pesar del COVID-19 en el ámbito internacional la generación de electricidad con renovables creció en este año. El costo de la electricidad generada con las fuentes solares disminuyó en un 47 por ciento en el caso de la termosolar y en 82 por ciento en el caso de fotovoltaicos entre 2010 y 2019. 

En nuestro país, los amparos para las pruebas de interconexión han sido otorgados y esperemos se puedan poner en marcha las plantas y en caso de haber malos manejos sean atendidos por las autoridades competentes. Mientras, es importante que la CFE implante decididamente un plan de modernización de la red de transmisión y distribución para que constituyan una verdadera red inteligente para fomentar las renovables. Esta red debe contar con dispositivos inteligentes que actúen en los diferentes nodos o micronodos de la red y que posean las características de ser “plug and play”, contar con auto-detección de fallas, la adaptabilidad, la autonomía y la cooperatividad, es decir una verdadera red inteligente descentralizada, pero con control autoorganizante. Esto último facilitaría la tarea del CENACE y posibilitará el uso creciente de fuentes renovables variables.

Esto último desde el ámbito macro del sistema energético; pero desde el punto de vista individual, nosotros tenemos muchas cosas que reflexionar y actuar en consecuencia. Algunas preguntas: ¿Cuánta energía uso en mi vida cotidiana? comparar la energía que uso en el traslado a los diferentes lugares, ¿si voy en avión, si voy en autobús, si voy en auto, si voy en taxi, si voy en transporte público, si voy en bicicleta, si voy caminando? ¿es necesario ir a la reunión o la puedo tener por teléfono o videoconferencia? ¿qué es más sustentable, ir al supermercado o comprar en la tiendas del barrio? ¿comprar la ropa hecha en otro país o comprar ropa hecha en la ciudad donde vivo?

Recordemos que hace algunas décadas no sabíamos que al usar los combustibles fósiles para obtener una inmensa cantidad de energía en un tiempo muy corto íbamos a cambiar la composición de la atmósfera. Hoy en día lo sabemos. Hoy estamos ante la posibilidad de conjuntar los conocimientos científicos con los tradicionales y encontrar las estrategias para construir bienestar social en todos nuestros entornos, pero para ello necesitamos colaborar con las otras personas.  Utilicemos nuestros conocimientos para definir estrategias en este regreso que impliquen la construcción de un bienestar de todas las personas y otros seres vivos en nuestros entornos.

 

 

Miércoles, 08 Abril 2020 05:06

¿Cómo vamos con el #QuedateEnCasa?

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La enfermedad COVID-19 ha producido cambios en el mundo y, por supuesto, en nuestro país también. La población con acceso a la Internet por medio de sus celulares ha estado atenta a las noticias en torno a la enfermedad. Los memes no han dejado de circular, las invitaciones conscientes a #QuedateEnCasa, a guardar #SuSanaDistancia y a tomar medidas de higiene más estrictas que las normales, pero también las noticias falsas han salido a relucir. Las crisis como esta provocan las mejores acciones por parte de las personas, pero también despiertan en algunas las pasiones más bajas.

Así, puedo decir que en ámbito en donde me desenvuelvo, la comunidad científica, ha desatado una actividad ferviente en torno a estudiar, describir, modelar, contrarrestar los síntomas, entender la causas y por supuesto proponer tratamientos para la cura o la prevención, mediante vacunas, de la COVID-19.

Aquí voy a comentar sobre el manejo de datos, aspecto vital para una población que no es hábil en el manejo de las matemáticas y, lamentablemente, este es el caso de la población mexicana. De hecho hace algunos años (en el 2012) titulé un texto como “Salud, política y matemáticas” [1] donde explicaba esta situación. Así, cuando el Dr. Héctor López Gatell menciona que el número de enfermos crece de una manera exponencial, solamente parte de la población en nuestro país lo comprende en su totalidad.

Los científicos, como yo, que no laboramos cotidianamente con asuntos de salud y conocemos algo de matemáticas podemos contribuir precisamente en aspectos de manejo de los datos para entenderlos y poder analizar la situación a la que enfrentemos.

Veamos, una gráfica de datos como la que presenta el Dr. López Gatell mostrando el número de enfermos acumulados al día 5 de abril, ver gráfica 1, lo único que dice es que el crecimiento aumenta cada día. Alguna persona quisquillosa y observadora diría: hay algunos ligeros variaciones de lo que podríamos suponer una línea suave. En cambio, la mayoría de la comunidad científica está entrenada para manejar los datos y tratar de entenderlos.

Así podemos ver los esfuerzos de Luis Mochán (@wlmb) o de Héctor Cortés (@trblnyx) en graficar los datos en diferentes formas. En particular, en estos días encontré una página para jugar con la interpretación de los datos [2]. En ella se grafican los datos históricos de la enfermedad de muy diferentes países incluyendo México.

Lo más significativo de esta gráfica es que se puede observar cambios de comportamiento en los datos que cada día tenemos. Lo que se grafica en esta página no es el número acumulado de enfermos o de muertes cada día, sino que se hace una transformación de los datos y se grafica el número promedio de enfermos registrados los últimos 7 días contra el total acumulado de los enfermos. Este tipo de gráficas para nuestro país las han mantenido al día tanto Luis Mochán en Twiteer como Héctor Cortés[3].

Analicemos los datos que se han presentado hasta el día domingo 5 de abril mediante la gráfica 2, que acompaña este texto. En ella, usando la técnica descrita arriba, vemos que la escala es logarítmica, lo que indica que cada división aumenta en diez veces. Esta gráfica comienza en 100 y termina en 10 mil en cada eje, a la mitad de la gráfica se observa la cantidad mil. Los datos que en esa gráfica se presentan son esencialmente los mismos que normalmente nos presentan para México (MX), Estados Unidos (US), España (ES), Japón (JP) y Suecia (SE), pero realizando con ellos algunos cálculos. Cada punto contiene el dato reportado cada día; pero se realizan los promedios de los últimos incrementos en los enfermos confirmados para graficarlos en función de los datos totales de cada día. Primeramente, vemos que todos los datos crecen y presentan un comportamiento ascendente. Además podemos ver dos comportamientos diferentes, al menos hasta estos momentos. Apreciamos que los datos correspondientes a Estados Unidos y España siguen una trayectoria que implica un mayor número de contagios en promedio que los otros países. En particular, vemos que la línea correspondiente a Japón (país reconocido por un adecuado manejo de la pandemia) parece correr en forma paralela a la línea de Estados Unidos y España, pero con menor número de contagios para el mismo número de enfermos confirmados. Enfatizo que esto es lo que queremos al implantar una #SanaDistancia: tener menos contagios aunque haya enfermos. Observamos, por otro lado, la línea de SE que primeramente corría con en forma muy similar a España y Estados Unidos; sin embargo, cerca de los mil enfermos confirmados empieza a moverse hacia la curva similar a la de Japón. Me permito comentar que la curva de México parece transitar también hacia esa línea que han señalado Japón y SE. Esto último parece ser una buena noticia, pero debemos seguir con los consejos de #SuSanaDistancia.

La sociedad mexicana parece que ha entendido que la #SanaDistancia es una respuesta adecuada para jalar la curva de contagios de la COVID-19; sin embargo no debemos bajar la guardia, pues todavía los casos van en aumento.

Desde mi perspectiva, la transformación de los datos para observar el comportamiento de los fenómenos naturales es una de las bondades de los profesionales de la ciencia y con estas gráficas podemos hacerlo. Hoy espero haber sido claro, parece que la estrategia de #QuedarnosEnCasa funciona, pero apenas empieza.

Vamos razonablemente. De acuerdo con modelos mexicanos, tenemos solamente el 20% de las personas en aislamiento [4]; podemos hacer más #QuedémonosEnCasa.

Otro punto esencial es que debemos empezar a diseñar las estrategias para la recuperación económica ante la crisis que enfrentaremos. No puedo abundar en este texto; pero debemos diseñar estrategias pensando en la sustentabilidad enfatizando sus cuatro aspectos: economía, naturaleza, sociedad e institucional, pero eso será otro tema.

 

 

 

[1] http://delrioantonio.blogspot.com/2012/05/salud-politica-y-matematicas.html

[2] https://aatishb.com/covidtrends/

[3] https://sites.google.com/ier.unam.mx/hdcg/covid19-ppm

[4] https://mexicovid19.github.io/Mexico/

 

Miércoles, 04 Marzo 2020 05:14

El momento de escucharlas

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Me he resistido en los últimos tiempos a escribir sobre el principal tema que nos afecta en estos momentos: la violencia hacia las mujeres. Primero, porque considero totalmente válidos los reclamos de ellas en una sociedad que las ha violentado y violenta de una forma cotidiana. Segundo, porque al hablar de ello desde la perspectiva de un varón lo hago desde una perspectiva de privilegio y mi opinión está sesgada por esta situación. Sin embargo, hoy quiero hablarle a ellos; sí, a los varones desde la perspectiva de privilegio que hemos usurpado y que nos ha dado ventaja sin merecerla, por el solo hecho de haber nacido varón.

Este es un momento para escucharlas y poner nuestro mejor esfuerzo para entenderlas y sentir sus reclamos. Esta escucha no debe ser para guardarla en un cajón del olvido, sino para actuar y aceptar que, desde la perspectiva del privilegiado, nos hemos beneficiado del hecho de menospreciarlas y con ello, desde lo egoísta que podemos ser, hemos desperdiciado sus ideas y sus posibles acciones.

Reconocer que la doble o triple jornada de ellas nos permite descansar a costa del trabajo de otra, y reclamar el papel de proveedor cuando ellas contribuyen de manera similar o incluso mayor. Esto no es un problema de nuestra época, es una visión de siglos con la que hemos construido esa desigualdad; la carga y menosprecio hacia las mujeres es ancestral.

Hoy quiero hablarle a los varones y decirles que hemos desperdiciado el talento de ellas en infinidad de aspectos que seguramente nos permitirían construir una sociedad diferente, una sociedad que pretenda el bienestar de todas las personas. El hecho de que con nuestro comportamiento cotidiano discriminemos a la mitad de la población humana es verdaderamente una afrenta contra el bienestar de la población, este comportamiento colectivo de los varones abona solamente al bienestar individual de los varones; pero limita el alcanzar el bienestar social. Estoy aquí hablando de un aspecto; pero existen otros mucho más violentos, los comportamientos machistas abundan en nuestro cotidiano actuar. Por ejemplo, comparar los asesinatos y decir que la violencia es igual para hombres y mujeres es no reconocer que un feminicidio es un acto que mata a una persona por el hecho de ser mujer.

Estoy cierto que hay diferencias entre los varones y las mujeres; pero esas diferencias que no nos hacen mejores ni peores y no justifican un trato violentatorio o minusvaloratorio. Estas diferencias son similares a las que hay entre personas delgadas o robustas o morenas o güeras, son diferencias inherentes y son parte de nuestra diversidad enriqueciendo las posibilidades de aportar diferenciada y significativamente al bienestar de la población.

Como varones debemos escucharlas, apreciar sus observaciones, tomarlas en cuenta de igual forma que si las dijera un varón. Recordemos, no están reclamando trato condescendiente, nos están diciendo que nuestros oídos son sordos y sus acciones no son percibidas, parecen que no existen. Esto último es uno de los principales reclamos de #UnDíaSinNosotras.

No argumentemos que hay mujeres que propician ese comportamiento machista. Nosotros debemos reconocer nuestra condición y evitar el menosprecio hacia ellas.

Las mujeres con este día #UnDíaSinNosotras nos están diciendo véanos, observen todo lo que hacemos, valoren nuestras contribuciones, simplemente considérenos como personas.

Algunos aspectos prácticos: escuchémoslas en forma similar que a otros varones, sus ideas merecen ser valoradas en igualdad de circunstancias; no les digamos piropos, ellas no los necesitan escuchar de desconocidos y sin pedirlos; observemos nuestras miradas para no incomodarlas; compartamos las tareas de cuidados de personas en edades infantiles o de mayoría de edad, compartamos las tareas en el hogar; recordemos que el NO es no y no insistamos; no provoquemos ni aprovechemos situaciones donde ellas estén vulnerables. Recordemos en todas las situaciones anteriores ellas nunca provocan nuestro comportamiento, somos nosotros los que actuamos y en caso de que violentemos es bajo  nuestra propia decisión. Cualquier argumento como: así me enseñaron o me provocó, es solamente un pretexto no válido y para nada justifica nuestro comportamiento. Reflexionemos, acerca de las ideas que circulan en las redes, sobre que un varón no viola, lo hace un violador; un varón no maltrata, lo hace un maltratador; un varón no humilla, lo hace un cobarde; un varón no acosa, lo hace un acosador; un varón no menosprecia a una mujer, lo hace un machista.

Por otro lado, debemos reflexionar en cómo todos estos y otros comportamientos afectan a nuestra personalidad como varones y también nos atan a estereotipos nocivos para nuestro desarrollo. Esta última parte de las reflexiones nos aportarán conocimiento sobre cómo el comportamiento violentatorio, no solo afecta negativamente a las mujeres, sino también lo hace en forma nociva para los varones. Frases como “los hombres no lloran”, “los hombres no son débiles”, “los hombres mandan”, etc. son frases que nos obligan a tener comportamientos estereotipados y nos dañan emocionalmente a los varones. Sí, los varones también tenemos emociones al igual que las mujeres. Por ejemplo, cuando los varones vemos a un bebé sonriendo también nos dan ganas de jugar con esa personita que nos despierta ternura.

Por otro lado, cuidemos nuestro lenguaje, en sí el lenguaje no es sexista; pero el uso y la intención que hacemos de él puede serlo.

Este día 9 de marzo, usemos el paro de las mujeres para reflexionar sobre los reclamos de ellas y aprovechémoslo para entender lo que nos están diciendo y actuemos en consecuencia. Sinceramente, desde mi perspectiva, si ellas son valoradas y no violentadas, como justamente lo demandan, los beneficios serán para todas las personas que habitamos este planeta.

 

Miércoles, 19 Febrero 2020 05:28

La electromovilidad: una transición inevitable

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Uno de los problemas que las personas que ocupan las presidencias municipales deben abordar en nuestros días es el sistema de transporte en las ciudades que tienen a su cargo. A esta problemática no escapa ninguna ciudad o municipio y en toda la República Mexicana la demanda de un transporte seguro, limpio y de calidad es un denominador común. Ya hemos abordado el tema desde hace más de diez años y en diferentes momentos hemos tocado este punto de diversas formas. Retomo el tema ya que este día lunes llegaron a mis manos dos revistas “Guía Mejor Gestión Pública” y “Eficiencia Energética” que abordan la problemática del transporte. La primera una revista dedicada a las presidencias municipales y editada por “Alcaldes de México”, la segunda editada por el Fideicomiso para el ahorro de la Energía Eléctrica (FIDE). El artículo de David Ramírez Vera en Guía Mejor Gestión Pública nos habla sobre el “Mejor transporte para incrementar la calidad de vida” [1] y nos narra las diferencias estrategias implementadas que van desde el fomento a la educación vial, uso de tecnología digital, programa de movilidad no motorizada, y restricción de zonas a transportes de carga. Estas estrategias se suman a los llamados sistemas de autobuses de transporte rápido (BRT) que existen en otras ciudades.
Sin embargo, en el mundo el verdadero cambio en el transporte es hacia la electromovilidad para transformar el transporte en uno de calidad y no contaminante. Como lo hemos señalado en diferentes ocasiones, las estrategias de corto plazo que no impulsan un cambio tecnológico hacia un transporte sin emisiones locales (como el Hoy No Circula) son nocivas y en el largo plazo no funcionan, generando costos adicionales para la población y deteriorando la calidad de vida en las ciudades.
En este sentido el número especial de la revista del FIDE comparte información con mayor riqueza técnica y es más útil para definir políticas de largo plazo que consideren la eficiencia energética en la movilidad. Es importante hacer mención que la planeación, en conjunto con el tratamiento de datos masivos sobre las necesidades de movilización de las personas es uno de los puntos a considerar en la logística 4.0. De acuerdo con Miguel Asai y José A. Valdés, la llamada logística 4.0 se basa en la automatización de la producción y el uso de la electrónica que persigue la comunicación directa entre las instalaciones, las unidades de transporte y las personas, para operar conjuntamente todas las partes en un sistema de transporte eficiente. Así, desde mi perspectiva, para lograr esta interoperabilidad, la electrificación del transporte parece una transición inevitable. Es más quiero resaltar que en ese número de la revista del FIDE, el artículo de Francisco Bojórquez y Javier Hernández, muestra de una forma sencilla cómo el motor eléctrico presenta un mayor torque y una mayor potencia en términos de las revoluciones por minuto que un motor de diésel. Con esto, se puede afirmar que el motor eléctrico es unas cuatro veces más eficiente que el de diésel o el de gasolina. En términos monetarios, en este momento, mis cálculos indican que el costo del kilómetro recorrido en un auto eléctrico es menor al 60% del costo del kilómetro recorrido en un auto de gasolina; por supuesto el costo en el caso eléctrico está mostrando una tendencia a la baja con caída más rápida que en el caso de los combustibles fósiles, que también tecnológicamente se están haciendo más eficientes. En nuestro país se están realizando desarrollos tecnológicos para alcanzar la electromovilidad, tanto la UNAM, IPN, Instituto Tecnológico de México, el INEEL, entre otras instituciones de investigación y desarrollo son muestras de estos esfuerzos; además de algunas empresas mexicanas que están promoviendo productos con tecnología mexicana.
Sin embargo, debemos remarcar lo que anotamos hace algunos años que el actual sector de la industria automotriz está respondiendo en forma lenta a la electrificación del automóvil y las cadenas de valor de este sector empresarial debieran irse transformando en proveedores de partes para vehículos eléctricos. Lo mismo podemos decir de las propuestas de los sistemas de transporte público en las ciudades. En algunas ciudades, como por ejemplo Cuernavaca, podríamos saltarnos los BRT con motores de combustión interna, aunque sean eficientes, e instalar sistemas eléctricos; ya sean de baterías o trolebuses. Por supuesto, que desde mi perspectiva, las nuevas iniciativas de transporte ferroviario en el sur sureste de nuestro país debieran ser de trenes eléctricos, con lo que se minimizarían las emisiones a lo largo de la vía y las personas que habitan las comunidades por donde pasarán estos trenes podrían generar la energía eléctrica con fuentes renovables y recibir un pago directo. María Elena Lárraga señala, en su artículo, que México cuenta con una diversidad de recursos en fuentes renovables de energía que posibilita la reducción acelerada y efectiva las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del transporte al transitar a la electromovilidad.
En nuestro país se genera información, de diferente calidad y con diferentes fines, pero debemos acostumbrarnos a obtenerla y analizarla. Con esto quiero invitar a los lectores y en particular a las personas que tienen a su cargo la definición de políticas públicas en transporte a informarse al leer la información que están generando los Alcaldes de México [1] en términos generales de gestión pública y, en particular, la del FIDE [2] sobre temas energéticos y, por supuesto que, con esta información tomar decisiones basadas en el conocimiento.

[1] https://www.alcaldesdemexico.com/sitio-guia-mejor-gestion-publica/guia-mejor-gestion-publica-2019/
[2] http://www.fide.org.mx/wp-content/uploads/Revistas/eficiencia_energetica_24.pdf

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El sector energético en el mundo está cambiando de un sistema centralizado y jerárquico a uno descentralizado y con esquemas organizacionales, de negocios y de autonomía que recuerdan a la red de redes, la Internet. Para entender este cambio considero importante leer el documento de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) sobre la organización del sistema energético en la era de las energías renovables[1]. El siglo pasado fue movilizado por las fuentes de energía fósiles, este siglo apunta a ser el de la transición al uso masivo de las fuentes renovables de energía. En nuestra opinión, la actual política energética mexicana (y de algunos otros países) no está considerando lo inminente de esta transición y busca aferrarse a los combustibles fósiles, por ser una opción conocida; sin embargo, las bondades de las renovables son evidentes en el contexto local y global. En este sentido IRENA establece que [1]: “Para garantizar que la transición energética sea lo suficientemente profunda y rápida, las estructuras de los sistemas de energía deben ser modificadas para que se fomenten el uso máximo y óptimo de las fuentes y tecnologías de energía renovable. Simplemente ajustarlos no será suficiente para apoyar la transición. Se necesita un cambio de paradigma que implique el rediseño de las estructuras del sistema de energía, haciéndolas adecuadas para un sistema de energía basado en renovables.” Para lograr este cambio de paradigma es necesario que en la concepción de la estructura del sistema energético se considere que el uso de la energía se enmarca en un contexto económico, dentro de una sociedad y en un entorno natural obligando, a que, para el buen diseño de este sistema, sea necesario contemplar todas las dimensiones de la sustentabilidad. No podemos considerar al sistema energético aislado o enmarcarlo solo en la dimensión económica, sino que se requiere armonizarlo en el contexto social y ambiental mediante instituciones y normativas sólidas y confiables.

En diversas partes del mundo, principalmente en Europa y California, se implementaron mecanismos de apoyo a la generación de energía mediante renovables cuando no eran competitiva en costos con los combustibles fósiles. Esta situación ha cambiado, ahora las fuentes renovables son totalmente competitivas, incluso más baratas, y no presentan las llamadas externalidades (inherentes de los hidrocarburos, como la emisión de gases de efecto invernadero). Hoy en día estos mecanismos resultan ineficientes y se comportan como barreras. De hecho, la política energética mexicana considera la variabilidad de las renovables como una limitación en lugar de verla como una razón para innovar y utilizar las diversas formas de almacenamiento de energía, que cada día son más competitivas.

En una forma sencilla, el precio en el mundo de la energía eléctrica mayorista se establece cuando la demanda coincide con la oferta.

De esta manera la presencia de generadores renovables de bajos precios reducen los volúmenes de energía demandados a generadores con costos marginales más altos, como las plantas de combustibles fósiles.

En este sentido, las termoeléctricas de ciclo combinado, basadas en gas natural, tienen una ventaja sobre las de carbón o nucleares, al presentar mayor flexibilidad y poder responder en caso necesario para satisfacer la demanda. Es decir, el sector energético al electrificarse puede ofertar una mayor flexibilidad en la oferta para empatar con una demanda energética flexible que use generación distribuida con renovables.

En este punto quiero enfatizar que el reporte de IRENA pone como ejemplo los bajos precios que se alcanzaron en las subastas mexicanas de electricidad de los años 2016 y 2017. Estas subastas que hoy en día han sido suspendidas.

Bajo la premisa de primero los pobres, es necesario que la estructura del sistema energético sea bien diseñada. En particular, se debe considerar que los precios de la electricidad se alinearían con los costos y, que un sistema energético que permita la generación distribuida fomentará un valor social adicional que conduzca a construir el bienestar social, al minimizar los subsidios liberando recursos para los fines sociales.

Así, los esfuerzos para redefinir la estructura del sistema de energía deben apuntar al equilibrio entre competencia y regulación en el marco de contextos regionales.

En el sector energético mexicano es necesario aumentar la participación y la gobernanza, reduciendo las desigualdades, liberando el potencial de la generación distribuida y alineando la competitividad con los enfoques regulatorios y los objetivos sociales.

Claramente, este cambio de paradigma en el sistema de energía no es tarea para un gobierno, sino que requiere de la participación activa de los otros actores de la sociedad, desde las empresas hasta las comunidades organizadas y las personas en particular. En el futuro energético se observa que desde el nivel individual, pasando por pequeñas comunidades u organizaciones hasta grandes colectivos o empresas, existe la posibilidad de generar y almacenar la energía necesaria para realizar las actividades de todas las personas.

Asumamos la responsabilidad y optemos por el uso de las fuentes renovables de energía; las personas y demás seres vivos del futuro sabrán que hicimos lo que teníamos que hacer.

 

[1] https://www.irena.org/publications/2020/Jan/IRENA-Power-system-structures

 

Miércoles, 29 Enero 2020 05:31

¿Los anticonformistas son iguales?

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Una intención de la mayoría de las personas es ser diferentes y poseer características únicas. Esta actitud nos lleva a que muchos seamos anticonformistas o revolucionarios. Por otro lado, la aceptación que tengamos por parte de nuestro grupo social nos conduce a comportamientos similares a los que ese grupo tiene. Así, la mayoría de nosotros presenta comportamientos conformistas o anticonformistas; es decir, siguiendo la corriente principal o en contra de la mayoría, dependiendo de condiciones y reacciones específicas que, percibimos, producirá nuestra conducta.

Las personas que tenemos más tiempo viviendo en este planeta hemos observado que los comportamientos anticonformistas parecen convertirse en estereotipos con el paso del tiempo y una forma diferente de anticonformismo surge, pero recuerda a alguna otra conducta en el pasado.

El entendimiento de estas dinámicas del comportamiento de las personas es una tarea pendiente para las ciencias. Desde mi punto de vista, los depósitos de acceso libre de artículos científicos (por ejemplo http://arxiv.org) nos brindan la oportunidad de conocer trabajos que describen nuestra realidad y la variedad de temas y objetos de estudio no dejan de sorprendernos, inclusive a los profesionales de las ciencias.

Dada mi formación como físico, en esta ocasión deseo comentar cómo la física y las matemáticas pueden aportar metodologías y conceptos para ayudar a describir y entender los procesos sociales de comportamientos conformistas o anticonformistas. En 2014 Jonathan Touboul utilizó un modelo simple de agentes para analizar lo que llamó el “Efecto hipster o cuándo los anticonformistas lucen iguales” (The hipster effect: When anticonformists all look the same [1]) y en febrero del año pasado agregó algunos resultados.

En ese estudio, Touboul analizó el papel de la conducta opositora a la mayoría y los retrasos en la dinámica emergente en una población compuesta por individuos convencionales y anticonformistas. Su análisis utilizó un modelo estadístico simple de agentes con reglas de interacción para representar el comportamiento de las personas, algunas las definió como seguidoras de las mayoría (conformistas) y a otros como contrarios a la mayoría (anticonformistas). Los agentes son entes matemáticos que se pueden representar fácilmente en sistemas computacionales y mediante programas computacionales es posible simular su conducta en computadoras. Las reglas de interacción de estos agentes consideran (i) la presencia de individuos convencionales y anticonformistas y (ii) retrasos en la transmisión de información. Así, en este simple modelo, cada agente (persona) puede estar en uno de dos estados, y puede cambiar de estado en algunas condiciones de acuerdo a su comportamiento pasado. En particular, estudió si el comportamiento anticonformista se sincronizaba, es decir, si el comportamiento anticonformista empezaba a ocurrir al mismo tiempo en los agentes y encontró oscilaciones sincronizadas inducidas por las interacciones retardadas. Encontró que cuando los hipsters son demasiado lentos para detectar las tendencias, siempre tomarán la misma decisión, y al darse cuenta de esto demasiado tarde, cambiarán, todos juntos a otro estado en el que lucen iguales.

En general, observó en todos los casos una tarea difícil para los hipsters, que es evitar la sincronización y seguir oponiéndose a la mayoría de manera consistente. Por ejemplo, si la mayoría de las personas se afeitan la barba, entonces la mayoría de los hipsters querrán dejarse crecer la barba, y si esta tendencia se propaga a la mayoría de la población presentarán el comportamiento de rasurarse, ocasionando un comportamiento sincronizado. Este comportamiento de sincronización puede deberse a la característica de considerar solamente dos opciones, pero parece ser que la diversidad solamente retrasará la sincronización. Es decir, si uno puede dejarse el pelo largo o pelo corto o raparse, esa diversidad de opciones permitiría a los hipsters ser tan diferentes como se desee; pero llegará el momento de la sincronización con alguna de las opciones. En otras palabras, las personas anticonformistas tampoco pueden existir plácidamente siendo anticonformistas en un mundo diverso.

Este estudio y los modelos simples introducidos abren así el camino a una mejor comprensión de la sincronización y las correlaciones en los modelos estadísticos que pueden ser una simplificación de sistemas complejos. Con este ejemplo se ilustra claramente, cómo los sistemas simples son invaluables para obtener información sobre sistemas más complejos y pueden proporcionar acceso a comportamientos universales que presentan modelos complejos; por ejemplo, en la sincronización de neuronas en el sistema nervioso, o aplicaciones financieras mediante las cuales los especuladores pueden obtener ganancias al tomar decisiones en oposición a la mayoría, entre otros muchos ejemplos.

Desde mi punto vista, hoy en día tenemos acceso a una diversidad de información que nos permite conocer y comprender nuestro entorno de manera diferente a como lo haríamos sin el conocimiento. También la aplicación de modelos propios de disciplinas científicas a otras disciplinas puede ofertar diversidad y complementariedad en las visiones de la realidad. Hago la invitación para consultar la información científica disponible en acceso libre para que nos conformemos opiniones con mayor conocimiento.

 

P.D. La comunidad científica y tecnológica cumple 10 años compartiendo su opinión en La Unión de Morelos.

 

[1]https://arxiv.org/abs/1410.8001

 

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En el ámbito internacional, las expectativas en el contexto energético es que las fuentes renovables sobrepasarán a las fósiles en los próximos años.
Para citar ejemplos podemos mencionar el caso de Estados Unidos, donde las energías solar y eólica están creciendo tan rápidamente y por primera vez este país obtendrá más energía renovable que del carbón para el año 2021, según las proyecciones del Instituto de Análisis Económico y Financiero de la Energía [1]. Esta situación se observa a pesar de la promesa del presidente Trump de salvar a la industria del carbón, que va en declive. Para documentar este hecho podemos citar la quiebra de la compañía minera privada más grande del EEUU, Murray Energy, hace tres meses.
Quiero enfatizar estos hechos e invitar a la reflexión sobre el hecho de que existe en México una presión para que instalemos más plantas generadoras de electricidad que usen gas natural o carbón, cuando los grandes inversionistas ya no las ven como una inversión para el futuro. Así, hoy en día las compañías eléctricas estadounidenses están retirando rápidamente las viejas plantas de carbón y reemplazándolas con parques eólicos y solares. Notemos que no las están reemplazando por plantas de ciclo combinado, sino por fuentes renovables de energía.
Otro ejemplo es el de Alemania, que se ha comprometido en obtener un nivel de penetración de energía renovable del 80 por ciento para el año 2050 [2]. Observemos que su meta es con energías renovables que descartan la inversión en energía nuclear.
Estos ambiciosos objetivos energéticos para cambiar las acciones que nos han conducido al deterioro ambiental y a una tremenda desigualdad social requieren de una gran flexibilidad del sistema energético, en particular para la electrificación de la demanda de energía.
Esta flexibilización en la demanda, como ya hemos mencionado, no es gratuita y requiere de inversión y soluciones innovadoras.
Una de las acciones que posibilitan flexibilizar la demanda es precisamente la instalación y conceptualización de sistemas de almacenamiento y así lograr una alta penetración de energía renovable. Uno de los principales inconvenientes que hay en el sector energético es el costo “adicional” de estos sistemas de almacenamiento; sin embargo se requiere de un estudio más profundo de los costos reales de operación, la capacidad de almacenamiento y el nivel de penetración renovable en conjunto con la valoración de los costos ambientales y sociales de la implementación de estos sistemas.
Para motivar la necesidad de estos análisis de los costos de los sistemas de almacenamiento, déjenme mencionar que los precios de las baterías han pasado de los $1,100 USD por kWh en 2010 a $156 USD/kWh (en 2019) es decir, los precios han sufrido una caída del orden del 87 por ciento.
Con esta tendencia, la estimación de Bloomberg para el precio del almacenamiento para dentro de cuatro años (2023) es en promedio de $100 USD/kWh [3]. Es más, este estudio prevé que para 2030 el costo de almacenamiento en baterías caerá hasta los $61 USD/kWh.
Estas reducciones en los precios se pueden lograr dado que las investigaciones en nuevos materiales para los cátodos, ánodos y empaquetamiento de las baterías tienden a mejorar el desempeño, la durabilidad y la sustentabilidad en general.
Sí, efectivamente, hoy en día los científicos no solamente se preocupan por desarrollar materiales más eficientes o con mejores propiedades para obtener las máximas ganancias; sino que también enfocan sus estudios hacia la fabricación amigable con el ambiente y, en su caso del reciclaje de ellos en la concepción de los dispositivos finales, como las baterías.
Todos estos cambios en las formas con las que podemos suministrar la energía, y más precisamente, en la forma en la que los usuarios podemos satisfacer nuestras necesidades energéticas, implica una mayor independencia y poder de decisión en las personas. Esta nueva forma de generación distribuida de energía está empezando a ser vislumbrada por las empresas o los gobiernos y las sociedades en los entornos acostumbrados a invertir con miras a producir productos con alto valor de intercambio. Nuestro sector empresarial requiere poner atención en estos tópicos para no perder competitividad en un entorno donde la forma de obtener energía está cambiando a pasos acelerados y cada vez es más barata obtenerla sin producir gases de efecto invernadero.
Es más, nuestro sector social también tiene la oportunidad de adoptar las fuentes de energía renovables para obtener independencia y ofrecer productos o servicios con alto valor de intercambio en lugares y situaciones donde el suministro de energía era complicado, pero ahora con cócteles de energías renovables es factible proveer de la energía necesaria para que las comunidades decidan su futuro.
En mi opinión, estamos en las vísperas de un cambio en que la energía puede ser generada, almacenada y, por lo tanto, utilizada; pero debemos construir conocimiento para ello y no dejar que otros nos lo vendan.
Deseo que en nuestro país tomemos las medidas necesarias para que con ayuda de la selección de las energías renovables mitiguemos el cambio climático y democraticemos el acceso a la energía limpia para construir bienestar social.

[1] https://edition.cnn.com/2019/11/26/business/renewable-energy-coal/index.html

[2] https://arxiv.org/pdf/1912.03476.pdf

[3] https://about.bnef.com/blog/battery-pack-prices-fall-as-market-ramps-up-with-market-average-at-156-kwh-in-2019/

 

 

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En estos momentos en que los jóvenes están reclamando, entre otras cosas, que tomemos acciones concretas para contender con el uso de combustibles fósiles y modifiquemos la tendencia hacia un cambio climático que pudiera ser catastrófico. Es importante enfatizar las acciones que podemos implementar en nuestros entornos. La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) ha emitido algunas recomendaciones para actuar en los entornos industrial, comercial y residencial. Es decir en todos los entornos en los que nos desenvolvemos (el gubernamental y de servicios tienen características similares al comercial).
Como ya mencioné anteriormente, la adecuación de nuestro sistema energético al uso masivo de las fuentes de energías renovables requiere de flexibilidad, tanto en la generación como en el uso (demanda) de la energía; y es, precisamente, en la adecuación flexible de la demanda donde los usuarios podemos incidir en forma directa y contribuir de manera firme a la transición energética. Estas acciones son independientes de las políticas gubernamentales a favor o no de las energías renovables variables (VRE); pero que los empresarios o la población en general puede implementar.
Lo primero que debemos reconocer es que la única forma de flexibilizar nuestra demanda es por medio de tecnología controlable.
En el sector industrial, hoy se usa parte de la demanda de combustibles fósiles para calentamiento de fluidos en diversos procesos. Para flexibilizar esta demanda de calor pueden considerarse dispositivos como bombas de calor o calderas eléctricas que también podrían combinarse con almacenamiento solar-térmico para proporcionar flexibilidad adicional (por ejemplo, un sistema compuesto por una bomba de calor y calentamiento solar con almacenamiento térmico contender con el exceso de VRE durante un período específico o almacenar energía térmica y usarla en una etapa posterior para cubrir la demanda de calor cuando la generación de VRE sea baja o los precios de la electricidad sean altos).
En el sector comercial o de oficinas, debido a que los actuales edificios requieren sistemas de calefacción o refrigeración para mantener una temperatura ambiente confortable es necesario implementar estrategias bioclimáticas apoyadas por bombas de calor, posiblemente junto con el almacenamiento térmico y así proporcionar flexibilidad del lado de la demanda al sistema al evitar el uso de energía y en caso necesario almacenarla cuando los precios de la electricidad son bajos, para usarla en una etapa posterior. Es muy importante mencionar que en las regiones tropicales de nuestro país el desarrollo de estrategias bioclimáticas es una de las tareas más relevantes que redundarán en beneficios económicos, ambientales y sociales de mayor alcance y que no han sido consideradas en los países desarrollados, dejando la tareas innovativas para nosotros.
Otro de los aspectos que en estos momentos empiezan a ser redituables en la conversión de potencia en gas combustible. En particular, la conversión de energía solar o eólica en hidrógeno o metano para combustión es una de las estrategias para facilitar la transición energética y aumentar la flexibilidad. IRENA ha identificado al hidrógeno, producido con energía renovable, como el posible eslabón perdido de la transición energética que podría ayudar a descarbonizar profundamente los sectores industrial, comercial y residencial. Hoy en día en el mundo, la cantidad de hidrógeno producido con energía renovable es muy baja (solo el 4% de la producción de hidrógeno, principalmente como subproducto), pero se espera que aumente a 3 EJ para 2030 y a 19 EJ para 2050, lo que representa más de la mitad de la demanda de hidrógeno (29 EJ). Esta producción de hidrógeno a partir de energía renovable se logra mediante electrolizadores que son dispositivos que usan electricidad para separar los elementos que componen el agua y obtener gases de hidrógeno y oxígeno. Los electrolizadores pueden proporcionar flexibilidad a la demanda al ajustar la producción de hidrógeno para seguir los perfiles de generación de energía eólica y solar en períodos de alta disponibilidad de recursos y también pueden proporcionar servicios de equilibrio de la red.
Aunque no parezca los vehículos eléctricos (EV) pueden ayudar en la flexibilización de la demanda. En el caso de cargar con sistemas fotovoltaicos estos EV en edificios comerciales y lugares públicos, debido a que esta carga ocurriría cuando hay energía disponible podrían ayudar a integrar una mayor cantidad de generación de energía solar fotovoltaica en el sistema, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono y el costo total de generación de energía proporcionando flexibilidad del lado de la demanda [2].
Para enfatizar la necesidad de modificar nuestra demanda de energía para adecuarla a la oferta en fuentes renovables, quiero comentar que el organismo de control de electricidad en Texas (Electricity Reliability Council of Texas) tiene cerca de 20 años fomentando la flexibilización de la demanda de energía en el sector industrial. Notemos que Texas es uno de los principales proveedor de gas natural para nuestro país.
De esta manera, invito al sector empresarial mexicano a visualizar la flexibilización de su demanda energética como una medida para actuar contra el cambio climático, que redundará en beneficios sociales y ambientales; pero sobre todo en beneficios económicos para ellos.


[1] https://irena.org/publications/2019/Dec/Demand-side-flexibility-for-power-sector-transformation
[2] https://doi.org/10.1016/j.energy.2018.08.196

 

Jueves, 26 Diciembre 2019 09:08

Nuestro papel en la transición energética

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Los usuarios de la energía ahora tenemos la posibilidad de generar energía con fuentes renovables en el lugar donde se requiere, minimizando los costos…”

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En estos textos he comentado en varias ocasiones que la toma de decisiones debe basarse en el conocimiento científico y que estas acciones seguramente ayudarán a resolver la problemática que enfrentamos. Sin embargo, es importante mencionar que el conocimiento científico tiene asociada incertidumbre en las afirmaciones y, aunque los científicos las reconocemos, muchas veces hablamos como si no existieran o todo fuera totalmente inexacto.
Este último comportamiento, el de hablar cotidianamente con aseveraciones totalitarias, puede conducir a malinterpretaciones de la población en general. Esta situación es más sensible en temas donde puede haber debate mientras se construye el conocimiento, como por ejemplo el Cambio Climático Antropogénico.
Recientemente, aparecieron dos artículos abordando la problemática de la confianza en los datos científicos sobre el cambio climático en la revista Nature Climate Change [1,2] y su influencia en la aceptación de las afirmaciones científicas sobre el tema en la población. Aunque estos estudios fueron realizados en forma independiente y en dos poblaciones diferentes (Alemania y Estados Unidos) sus conclusiones son de llamar la atención para la población mundial y para los científicos en general.
Uno de ellos, el publicado en el pasado mes de Octubre[1] comenta que la confianza en el conocimiento que tiene la población puede ser muy relevante para la toma de decisiones en áreas de alta incertidumbre.
En particular para el área del cambio climático, donde existe información científicamente correcta junto con la información errónea en el discurso público y los medios de comunicación.
En ese trabajo se encontró que la confianza de los ciudadanos en sus conocimientos sobre el cambio climático fue solo alrededor de la mitad de lo que podría basarse en la precisión de sus conocimientos. Además, su confianza sobre la precisión del conocimiento que manifestaron fue menor para el área de cambio climático en comparación con la confianza que tienen en el conocimiento de ciencias en general.
Los resultados de este trabajo sugieren que la confianza de los ciudadanos en su conocimiento sobre el cambio climático es innecesariamente confusa dado su conocimiento real sobre ellos. En mi opinión, esto puede deberse a la cantidad de malinformación que está siendo difundida con lenguaje pseudo científico en los medios masivos de comunicación o en las redes sociales.
En el otro estudio[2] publicado en este mes se manifiesta la necesidad de presentar los resultados científicos asociados a la certeza con que son generados. Es decir, que es importante hacer conocer al público en general que los resultados tienen incertidumbre y que deben aprender a manejar estas incertezas del conocimiento científico para tomar decisiones.
Así, en el tema del cambio climático, donde las predicciones no pueden hacerse con total certeza, reconocer la incertidumbre puede aumentar la confianza en los científicos y la aceptación pública de sus mensajes. Este estudio rechaza la afirmación de que expresar incertidumbre disminuye la persuasión. El público lego a menudo opera bajo el supuesto de que reconocer la incertidumbre reconoce la debilidad. Sin embargo, las personas en general parecen reconocer que la certeza completa en las predicciones futuras no es posible, especialmente en el contexto del calentamiento global.
Así, si los científicos que admiten abiertamente las limitaciones inherentes a sus predicciones pueden reforzar su credibilidad y, como resultado, pueden aumentar el uso apropiado de los hallazgos científicos por parte de no expertos. Por esta razón, la comunicación óptima sobre el cambio climático puede implicar presentar incertidumbre, que tiene límites predecibles, sin abrumar al público con la discusión de factores que involucran incertidumbre irreducible.
Con este texto quiero enfatizar dos puntos: 1) Para los científicos, que tenemos que hablar al público en general manifestando la certeza que tenemos en nuestros hallazgos sin enfatizar en la imposibilidad del conocimiento total. 2) A las personas no especialistas (científicos en otras áreas o personas en general), recordarles que los conocimientos científicos tienen incertidumbres y que debemos aprender a manejar esos diferentes grados de certeza en el conocimiento científico para tener confianza en lo que conocemos y tomar decisiones más apegadas a estos conocimientos.
La ciencia construye constantemente conocimiento que puede hacer que cambiemos las decisiones que tomamos con anterioridad basadas en conocimientos previos.

[1] https://doi.org/10.1038/s41558-019-0563-0
[2] https://doi.org/10.1038/s41558-019-0587-5

 

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Muchas veces me he preguntado por qué no actuamos para cambiar la situación del cambio climático a la que nos enfrentamos. Me refiero a que claramente estamos observando, sin actuar, situaciones que son consecuencias de este cambio climático antropogénico. Por ejemplo, la inundación de la ciudad de Venecia y la aparición de huracanes más violentos que azotan las islas caribeñas.  Quizá nos parezcan lejanas ya que las mencionadas suceden realmente lejos de nuestros entornos cotidianos, pero dado que ahora la información fluye muy rápidamente deberíamos estar preocupados y ocupados en actuar para evitar este cambio que no augura una vida más placentera, en el futuro, para la mayoría de la población.

Estaba rumiando estas ideas cuando noté un artículo en la revista Nature Energy[1], este pasado lunes 18 de noviembre, detallando algunas de las características de las personas que han instalado sistemas fotovoltaicos en sus casas. Me llamó la atención una de las posibles conclusiones de trabajo en el sentido que es probable que los hogares que tienen instalada energía solar en la azotea sean habitados por personas con diversos orígenes políticos, pero que sean mucho más propensos a ser políticamente activos. Este estudio fue realizado por académicos de la Universidad de California. Los científicos analizaron los registros históricos de votación e imágenes satelitales para comparar el comportamiento de los votantes con las propiedades donde se han instalado sistemas solares. Se tomaron en cuenta varios factores demográficos para garantizar que el estudio pudiera identificar con precisión las posibles correlaciones entre los resultados de diversas votaciones y la propiedad de sistemas fotovoltaicos en los techos de las casas.

Los científicos encontraron que mientras los propietarios de sistemas fotovoltaicos en los techos eran ligeramente más progresistas en sus ideas políticas, y generalmente tendían a votar por los demócratas, esta tendencia era muy pequeña, pero no era un indicador determinante de cómo las personas votaban.

Los datos refieren que, en las localidades analizadas, se encontró que el 34% de las personas que instalaban sistemas fotovoltaicas eran demócratas; mientras que en el grupo control era del 31%. En cambio, el 20% se declaraba republicano mientras que el 22% lo era en el grupo control. Claramente estas pequeñas diferencias no pueden ser concluyentes. Sin embargo, lo más relevante era que los sistemas fotovoltaicos eran instalados independientemente de la orientación política. Así, la investigación mostró que los propietarios de los sistemas solares en la azotea votaban indistintamente por los partidos demócratas o republicanos a tasas casi idénticas a la población general de la zona analizada. Por lo tanto, los investigadores concluyeron que no había correlaciones entre la instalación fotovoltaica y la afiliación a un partido. Dado que los científicos tampoco encontraron correlación ideológica en los que instalaron primero o después los sistemas fotovoltaicos, se puede concluir que el momento de la adopción de la tecnología solar no es un indicador de la afiliación política.

Si bien la adopción de una tecnología renovable, como la energía solar, no parece estar correlacionada con  una afiliación política particular, la investigación sí encontró que los propietarios de sistemas solares eran sustancialmente más activos políticamente que sus vecinos, y eran significativamente más propensos a haber votado en elecciones anteriores.

Esta conclusión fue sustentada al encontrar que los propietarios de la energía solar en la azotea votaron con mayor frecuencia en las elecciones federales y municipales que en los grupos control. Además también se encontró que eran más activos durante las elecciones "primarias" en las que se eligió a un candidato particular del partido por los votantes (recordemos que en Estados Unidos, hay elecciones para elegir al candidato de un partido y a estas elecciones se les llama primarias).

Este estudio, aunque realizado en Estados Unidos y para el entorno específico de California, parece indicar que precisamente las personas con mayor iniciativa y participación son las que primero seleccionan tecnología renovable.

Con este estudio reafirmo que nosotros como sociedad activa podemos propiciar el cambio hacia un mundo sustentable, pero tenemos que actuar ya y no esperar a que otros lo hagan por nosotros.

 

 

 

 

 

[1] https://www.nature.com/articles/s41560-019-0498-8

 

Miércoles, 13 Noviembre 2019 05:10

Indicadores para “primero los pobres”

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Vivimos en un país donde el número de pobres es alarmante. En 2016 teníamos al 43 por ciento de la población mexicana viviendo por debajo de la línea de pobreza. Para 2018 este porcentaje casi no cambió y se reportó casi el 42 por ciento para este indicador[1].
Con estos hechos, claramente, una frase de “primero los pobres” fue uno de los argumentos que convenció a la mayoría de la población por votar por el Lic. Andrés Manuel López Obrador. Así, hoy estamos viviendo los cambios en la política económica que pretende beneficiar a las personas que menos satisfactores económicos tienen. Sin embargo, tenemos que decir que no se han definido bien los indicadores que sirvan para monitorizar estas políticas.
Por supuesto, sobra decir que las anteriores políticas no consiguieron propiciar el bienestar social.
Una de los aspectos que mi quehacer en la ciencia me ha enseñado es que debemos medir para poder decidir si alguna propuesta va por buen camino o simplemente será una ocurrencia.
En varias ocasiones se ha mencionado que los indicadores del crecimiento no son adecuados para medir el bienestar social, y en eso coincido, sino lo que debe ser considerado es el desarrollo; sin embargo, no se ha mencionado cuáles son los indicadores que hay que usar.
En este sentido, la economía política nos ha quedado a deber al concentrarse en solamente evaluar factores macroeconómicos; pero el pensamiento de las personas cambia y una muestra es el otorgamiento del premio Nobel de Economía 2019 a tres personas: Michael Kremer, Abhijit Banerjee y Esther Duflo, quienes realizaron investigaciones para entender las políticas económicas que pretenden combatir la pobreza mediante experimentos y análisis de datos.
En las últimas décadas, su nuevo enfoque basado en experimentos ha transformado la economía del desarrollo.
Los galardonados con el premio Nobel 2019 han introducido un nuevo enfoque para obtener respuestas confiables sobre las mejores formas de combatir la pobreza mundial. Su forma de ver las cosas implica dividir este tema en preguntas más pequeñas y manejables, por ejemplo, las intervenciones más efectivas para mejorar los resultados educativos o la salud infantil.
Desde mi perspectiva, es medir indicadores en el micronivel, en el nivel de pequeñas comunidades, en lugar de basar el análisis solamente en indicadores globales como el producto interno bruto de los países.
De lo más destacado de los premiados son las simples y precisas formas de diseñar preguntas y acciones que se responden mejor a través de experimentos cuidadosamente diseñados.
Así, por ejemplo puedo mencionar que en el año 2011 [2] los galardonados presentaron un estudio donde mostraron que al simplemente realizar encuestas sobre propuestas de comportamientos posteriores afecta el comportamiento. En ese trabajo se presentan tres estudios de campo de salud y dos de microcréditos, los economistas seleccionaron aleatoriamente a personas para ser encuestadas sobre temas de salud en el hogar, para posteriormente medir el uso de alguna estrategia relacionada con la encuesta.
Los resultados mostraron que en los experimentos de salud, las personas que habían sido encuestadas aumentaron el uso de productos para el tratamiento del agua. Las encuestas sobre diarrea condujeron a uso de productos para mejorar la calidad del agua para beber.
En mi opinión, estas investigaciones muestran que la información, aunque no sea impartida en el formato tradicional, tiende a producir decisiones basadas en el conocimiento.
Otro aspecto importante, en mi opinión, es el hecho que los estudios de estos economistas han mostrado que simplemente proporcionar más recursos a las escuelas no tiene impacto definitivo en la calidad de la escuela. Proporcionar más libros de texto por estudiante no mejora los puntajes promedio en los exámenes, pero sí mejora los puntajes de los estudiantes más capaces.
Otro de los aspectos a resaltar del trabajo de Barnerjee y Duflo es que consideran muy importante la participación de las personas beneficiadas con los programas de política en la evaluación de los mismos[3]. Es decir, la participación de los beneficiarios tanto en la oferta como en el monitoreo de los servicios públicos es cada vez más esencial para mejorar la eficiencia de estos servicios.
Por ejemplo, la intervención que capacitó a voluntarios para enseñar a los niños a leer tuvo un gran impacto en la actividad fuera de las escuelas públicas y no en el desempeño estrictamente escolar. Los jóvenes locales que se ofrecieron como voluntarios para capacitarse y ser instructores en campamentos de lectura encontraron cohesión y diversión social. Mientras que los niños que asistieron a estos campamentos de lectura mejoraron sustancialmente sus habilidades de lectura al mismo tiempo encontraron esta estrategia como satisfactoria. Estos resultados sugieren que aunque los ciudadanos pueden enfrentar limitaciones para participar en la mejora del sistema de educación pública, incluso cuando se preocupan por la educación y están dispuestos a hacer algo para mejorarla, al involucrarlos en las actividades y en las propias iniciativas pueden tener efectos positivos no esperados para la comunidad.
En síntesis, la definición de indicadores es de vital importancia en la evaluación de políticas públicas, la participación de los involucrados ayuda al éxito de las mismas y la información propicia la toma de mejores decisiones.
Estos aspectos (indicadores, participación de los involucrados e información) no han sido incorporados a la política actual y que considero deben incluidos para poder monitorizar las políticas de “primero los pobres”.
Finamente, debe mencionar que Esther Duflo es la segunda mujer galardonada con el premio Nobel de economía, la primera fue Elinor Östrom quien también se preocupó por el manejo de los bienes comunes administrados en forma participativa.

[1] Datos Banco Mundial. La tasa de pobreza nacional es el porcentaje de personas que vive debajo de la línea de pobreza nacional.
[2] https://www.pnas.org/content/108/5/1821.short
[3] https://elibrary.worldbank.org/doi/abs/10.1596/1813-9450-4584

 

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Recientemente hemos escuchado algunas falacias en cuanto al costo de las fuentes renovables de energía. Es un hecho que la generación de energía es más barata mediante energía solar fotovoltaica y eólica que la generada con combustibles fósiles. Esta situación no solo es real en nuestro país, sino que es un hecho en todo el mundo. Sin embargo, tenemos que reconocer que hay algunas preocupaciones que atender para conseguir una transición hacia la sustentabilidad, en particular en este texto veremos dos: la entrega de potencia y la variabilidad de las fuentes renovables de energía.

Déjenme explicar la diferencia entre energía entregada y potencia con un ejemplo sencillo. Consideremos el hecho de que necesitamos subir una carga de 200 kg a la azotea de un edificio y que contamos con el sistema de poleas (polipasto) necesario ya colgado en la parte superior de la azotea. Tenemos algunas opciones, una es solicitar la ayuda de unas diez personas para que tiren de la cadena o de la cuerda para subir la carga, la otra es usar un motor o grúa para que tire de la cadena y suba la carga. En ambas situaciones la energía necesaria para subir la carga es la misma; sin embargo, la primera estrategia requerirá de más tiempo y por ello de menos potencia y la segunda lo hará más rápido demandando una mayor potencia. Efectivamente, la potencia tiene que ver con el tiempo en que se entrega la energía. Es así como las fuentes renovables de energía entregan la energía necesaria, pero no se pueden comprometer a entregar la potencia requerida por algunas demandas. Esta situación se debe en gran medida a la variabilidad de las fuentes renovables, ya que dependen de la intensidad de la radiación solar o de la velocidad del viento en el momento.

No solamente la potencia les preocupa a la Comisión Federal de Electricidad en cuanto al uso de las fuentes renovables; también, como ya mencionamos, la variabilidad de las fuentes renovables y el incremento de la generación distribuida han sido vistos como desventajas. La generación distribuida de energía es la que podemos generar en el sitio donde se requiere, por ejemplo al instalar sistemas fotovoltaicos en los techos de las casas, oficinas, empresas, escuelas, hospitales, es decir: prácticamente en cualquier edificación en nuestro país e interconectarla a la red de distribución de energía eléctrica. Dada la variabilidad de la energía solar y la eólica, la CFE está preocupada porque requiere tener un sistema de distribución con alta tecnología que pueda contender con esta variabilidad y ofrecer un servicio de calidad.

Ante esta situación y el inminente cambio tecnológico que en el mundo está sucediendo, al pasar de los combustibles fósiles a las fuentes renovables, se requiere de acciones inmediatas por parte de todos los sectores de la población. Nuestro país no puede quedarse atrás y nosotros necesitamos tomar acciones proactivas hacia el cambio en lugar de argumentar pretextos que retrasen la incorporación de México al escenario sustentable.

La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) está enfocando sus estudios hacia la definición de diferentes acciones para promover esta transición. IRENA ha sugerido que para esta transición hacia las fuentes renovables se requiere la participación e intensa coordinación de todas las instituciones gubernamentales de cada región, no solo del sector energético, ya que la transición energética tiene implicaciones económicas sociales y quizá culturales.

Para ejemplificar esta última sugerencia, déjenme comentar que la misma IRENA comenta que el transporte del futuro será eléctrico y que los sistemas de potencia deben hacer máximo uso de las fuentes de energía renovables y que para ello se requerirá de sistemas inteligentes de cargas para los vehículos eléctricos y con ello flexibilizar el uso de energía solar y eólica. Estas afirmaciones implicarán cambios no solo en el transporte, sino en las formas económicas de hacerlo, la organización social para implantar los sistemas de cargas y requerirá de una nueva cultura sobre el uso de la energía en el transporte y en otros sectores que en este momento no están ligados.

La tarea es ardua; pero debemos encontrar las sinergias entre los diferentes actores, en lugar de buscar pretextos para retrasar la transición a las renovables y condenar a esta generación a sufrir un entorno contaminado y los eventos extremos causados por el cambio climático.

P.D. Solo por un detalle, esta es la contribución número 500 de “Y sin embargo”.

 

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Estoy convencido, como muchas otras personas, de que la inversión en ciencia, tecnología e innovación contribuye positivamente hacia la construcción del conocimiento requerido para alcanzar el bienestar social. Por esta razón, reitero el llamado que diversos sectores de la población, y particularmente el sector científico, hacen para incrementar los recursos federales destinados a las actividades científicas y de educación superior, además, de que es importante enfatizar que tanto las actividades que generan y aplican el conocimiento como las de formación de talento son de largo plazo y requieren de períodos cercanos a las generaciones de las personas para brindar frutos.

Es más, son necesarios decenas de décadas para consolidar la conformación de instituciones académicas con prestigio que puedan mostrar impacto social.

Así tenemos ejemplos en Europa y Norte América, donde las universidades como las conocemos ya tienen centurias.

En México nuestras instituciones científicas y de educación superior se conformaron, en su institucionalidad actual, hace algunas décadas y, debido a este proceso de maduración, lamentablemente todavía pueden ser destruidas en unos cuantos años si no se les otorga el financiamiento adecuado.

De hecho ya está en la Cámara de Diputados la propuesta del ejecutivo sobre el presupuesto. En este Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2020 por parte del ejecutivo federal el monto solicitado para la labores científicas en el ramo 38 correspondiente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología es de 25,658,798,449 pesos de un total de 6,096,335,800,000 en el presupuesto de la federación, es decir, el 0.42% del gasto total federal se solicita sea asignado a ciencia, tecnología e innovación. Consideramos que el gobierno federal puede hacer todavía un mayor esfuerzo para garantizar la adecuada evolución del sector científico tecnológico del país.

Esta solicitud se basa en que en el año 2018 el porcentaje era de 0.51% y en el año 2019 es de 0.42%. Sí, el presupuesto al CONACyT disminuyó en este sexenio.

Consideramos que un pequeño aumento podría causar diferencias significativas para la consolidación de la construcción de las soluciones a la problemática actual y futura basadas en conocimiento.

Además, debemos recordar que a finales del 2018 el Lic. Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, se comprometió a no disminuir el presupuesto a ciencia y tecnología ante un número importante de científicos en el Palacio de Minería en la Ciudad de México, promesa que, aunque no se cumplió en 2019, se podría cumplir en el 2020.

Por supuesto, el financiamiento a ciencia y tecnología sin un aumento sustancial al sector de la educación superior limitaría los alcances, ya que la construcción de conocimiento se hace a la par de la formación de talento.

Desde mi punto de vista, es más importante consolidar o modificar el rumbo de las instituciones a crear nuevas opciones que tardarán décadas en consolidarse.

El sistema actual de universidades públicas forma talento crítico capaz de generar, diseñar y construir soluciones a la problemática nacional.

Por supuesto, reconocemos que los sectores científico y de educación superior deben estar sujetos a evaluación y medidas de transparencia en el uso de los recursos y mostrar responsabilidad en la rendición de cuentas a la sociedad.

En estas actividades de evaluación, transparencia y rendición de cuentas se ha trabajado en los últimos años en algunas instituciones y en otras se ha quedado a deber; es imperioso que se apliquen las sanciones donde haya que hacerlo y aumentar el financiamiento donde se ha mostrado honestidad, efectividad académica y de manejo de recursos con la finalidad de potenciar los desempeños y los impactos positivos en el entorno de estas instituciones generadoras de conocimiento y formadoras de talento.

Una idea sencilla es que la Secretaría de Hacienda considere transferir las plazas del programa de cátedras del CONACyT a las instituciones donde actualmente están comisionadas las cátedras.

Este programa ya lleva varios años y los proyectos han sido evaluados y la mayoría ha dado buenos resultados, por lo tanto, considero que la opción no solamente es dar becas para preparación en los niveles de maestría y doctorado, sino también abrir lugares de trabajo para personal altamente capacitado, como las actuales cátedras.

Actualmente, el sector empresarial ha quedado a deber en este tema y su inversión para la contratación de talento altamente especializado es una de las tareas pendientes.

Esto último permitirá transitar a una economía basada en productos de alto valor agregado.

Por estas razones, considero que la Cámara de Diputados debe reflexionar en estas líneas y modificar el presupuesto incrementando (al menos arriba del 0.5% del presupuesto total de la Federación) los rubros que permitan una inversión adecuada en los sectores científicos y de educación superior para construir los talentos y los conocimientos que sirvan de base para conseguir el bienestar social en nuestro país.

Miércoles, 11 Septiembre 2019 05:39

Apuntes para promover el uso de la bicicleta

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La plasticidad de las personas nos ha permitido adaptarnos a múltiples actividades que las tecnologías nos ofrecen. No hace muchos años muchas personas con edades arriba de los sesenta años manifestaban su rechazo al uso de los llamados teléfonos inteligentes. Era común escuchar: Esa tecnología no es para mí… con un teléfono simple me basta… a eso no le voy a entender y muchas otras frases que anticipaban un rechazo hacia la tecnología de los teléfonos inteligentes. Hoy en día vemos en muchos lugares a estas personas de edad avanzada usar estos dispositivos para comunicarse cotidianamente con sus familiares y amistades. De hecho, podemos decir, que el concepto de teléfono inteligente ha pasado a la historia y las opciones de “inteligencia” son, hoy, parte indispensable de estos dispositivos. Con este ejemplo de adaptación de las personas quiero introducir otro que quizá sea más polémico y que puede ayudarnos a definir una movilidad diferente para las personas en los próximos años.

En el pasado mes de agosto fue publicado un artículo en la revista PLoSONE que analiza la seguridad de los ciclistas y, como el resultado más importante, encuentra que las personas mayores de cincuenta años son menos propensas a sufrir accidentes que la juventud ciclista [1]. Por supuesto que este resultado parece diferente a lo esperado.

Un punto en particular que nos indica que el resultado de este estudio puede ser útil para nuestro país es que este fue realizado en países Latinoamericanos: Colombia y Argentina. Los investigadores analizaron los datos de 911 ciclistas de esos países. Para este estudio dividieron la muestra en jóvenes (menores a 26 años), adultos ( entre 26-50 años) y mayores (mayores a 50 años). En particular, a los científicos les interesó el hecho de que tanto en Colombia como en Argentina se ha experimentado un crecimiento sustancial del ciclismo urbano durante los últimos años. Ellos elaboraron un cuestionario y los participantes respondieron a preguntas sobre comportamientos en bicicleta, salud mental y seguridad en bicicleta.

En esta encuesta, las personas adultas mayores reportaron tasas más bajas de conductas de riesgo y accidentes de tránsito y, por otro lado, una mayor percepción de riesgo y un mejor conocimiento de las normas de tránsito que los otros dos grupos de ciclistas: adultos y jóvenes. Se descubrió que los comportamientos y los accidentes de ciclismo están significativamente relacionados con los indicadores de salud mental. En mi opinión, es también interesante que los indicadores de salud mental son más altos en la población ciclista de mayor edad. Si bien el resultado de los ciclistas adultos no tiene comparativamente un mayor riesgo para las lesiones y muertes en bicicleta, su nivel de riesgo sigue siendo alto. Además, definitivamente se requieren más acciones y medidas para promover la civilidad entre las personas que conducen tanto bicicletas como vehículos motorizados para reducir los riesgos de comportamiento y de la inconveniencia de la infraestructura vial que afectan la seguridad del ciclismo.

Otro punto a resaltar, de acuerdo con el estudio, es que la introducción sistemática de dispositivos electrónicos (por ejemplo, teléfonos celulares, navegadores GPS, auriculares) ha aumentado sustancialmente la probabilidad de que los ciclistas se distraigan y, posteriormente, sufran incidentes de tráfico que van desde incidentes hasta accidentes fatales. Regreso al comentario del inicio de este texto, las personas adultas cada vez más usan los dispositivos electrónicos. Aunque algunos estudios recientes se han centrado en el problema del uso de dispositivos electrónicos de los ciclistas jóvenes, la creciente naturalización de los dispositivos electrónicos en la vida cotidiana también está afectando la dinámica de transporte de los ciclistas que pertenecen a todos los segmentos de edad. Por lo tanto, vale la pena discutir el papel de las distracciones en los accidentes de tránsito que involucran a ciclistas.

Con estos comentarios quiero enfatizar que la movilidad en bicicleta de la población de mayor edad parece ser una opción real y que los prejuicios deben ser evitados y revisados mediante estudios científicos.

Me parece claro que en la CDMX se está promoviendo la movilidad en bicicleta y que se requieren estudios como el que aquí comento para este entorno específico. Dado que vivo en Cuernavaca, una ciudad con una topografía ligeramente complicada para la movilidad en bicicleta, recomiendo realizar estudios similares, así como habilitar la infraestructura para que la población ciclista crezca y, por supuesto, generar una la cultura cívica para que las diferentes formas de movilidad coexistan en una verdadera ciudad sustentable.  Solo apunto, ya existen las bicicletas eléctricas que facilitan la movilidad en entornos como el de Cuernavaca. Ahora toca a los planeadores de la vialidad facilitar la transición para una movilidad sustentable.

 

[1] https://doi.org/10.1371/journal.pone.0221864

 

Miércoles, 21 Agosto 2019 05:28

Urge la electromovilidad

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Ya en varias ocasiones he comentado que para contender contra el cambio climático debemos transitar en forma urgente a la electromovilidad en nuestro país; sin embargo algunas personas inmediatamente me responden que no es adecuada la electromovilidad, ya que la energía eléctrica, hoy en México, es generada con hidrocarburos y, por lo tanto, también contribuye a la emisión CO2.

Miércoles, 31 Julio 2019 05:42

Sobre la autonomía de las universidades

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Este año la UNAM festeja los 90 años de la autonomía universitaria. Por supuesto que esta celebración tiene motivos para destacarse en todos los rincones del país. Es más, hoy en día es de vital importancia que todas las personas conozcamos las ventajas de tener instituciones educativas de nivel superior autónomas.

Déjenme comentar brevemente algunas ideas sobre la autonomía universitaria en el contexto actual en nuestro país.

En las últimas décadas hemos observado una trayectoria a convertir los servicios en general en mercancía. En muchas ciudades de nuestro país, hemos visto como el servicio del agua potable se concesiona; lo misma pasa con el servicio de recolección de desechos sólidos urbanos (basura) y otros. Es decir, estos servicios que en principio son parte de los beneficios que deben ser producto del contrato social que todas las personas concebimos al vivir en sociedad, ahora son concesionados y por lo tanto, se perciben como mercancía por la que hay que pagar un precio adicional. 

Por supuesto que los verdaderos empresarios están buscando nichos de oportunidad donde puedan invertir y obtener ganancias. Sin embargo, debemos contemplar que no siempre la liberación a ultranza de todo lo que puede ser considerado mercancía es adecuado para promover un bienestar social.

Las recientes crisis económicas nos han enseñado que una regulación sobre los negocios es necesaria para promover el beneficio de todas las personas y no solamente de unas cuantas.

Aunque no parezca, en nuestro país hemos empezado a transitar a una comercialización de la educación y en especial de la educación superior.

Esta tendencia la encontramos en el ámbito internacional, que considera a la educación superior como una mercancía, donde los empresarios o inversionistas pueden obtener lucro de la impartición de este nivel de educación.

Debo manifestar que no estoy en contra de estos empresarios, lo que si considero muy importante es que la sociedad, a través del gobierno, brinde opciones educativas de calidad desde el ámbito público. Por lo tanto, la sociedad por conducto del gobierno debe financiar una educación superior de calidad. De hecho, el financiamiento público de la educación es una tarea irrenunciable de todo gobierno que promueva el bienestar social.

En el contexto internacional los nichos de negocios en el rubro de la educación superior son uno de los más prometedores. Los capitales ven el mercado de la educación superior como un nicho muy prometedor para la inversión y otorgamiento de créditos a los estudiantes con réditos interesantes, como un negocio redituable.

Estas formas de conceptualizar a la educación superior es muy diferente a la tradición educativa latinoamericana y en particular a la mexicana.

En el contexto latinoamericano, basta mencionar que desde mediados del siglo antepasado las universidades en Uruguay y Argentina luchaban por su autonomía educativa,  presupuestaria, de gestión y de investigación.

Así, en estos dos países encontramos los primeros ejemplos de universidades autónomas que otorgaron, y hoy otorgan, la posibilidad de movilidad social a un amplio sector de la población, y además, construyendo la posibilidad de que la sociedad tome decisiones con base en el conocimiento.

De hecho, este lunes, la UNAM otorgó el reconocimiento Autonomía Universitaria 2019 a la Universidad de la República de Uruguay y a la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, precisamente por su papel pionero en la defensa de la esta autonomía en el continente desde el siglo XIX.

Por supuesto que la autonomía no implica la ausencia en la rendición de cuentas.

De hecho, las universidades autónomas con la posibilidad de elegir su propia forma gobierno y de selección de autoridades deben ser un ejemplo en la transparencia del manejo de los recursos que les son otorgados.

En mi opinión, deben ser castigadas las acciones, que bajo el pretexto de la autonomía universitaria, incurran en faltas a la normatividad, ya que no solamente incumplen con las leyes, sino que traicionan la confianza de la sociedad en ellas.

Acciones como la llamada “estafa maestra” deben ser investigadas y en caso de mostrarse el incumplimiento de la ley deben castigadas.

Hoy en día en nuestro país debemos estar orgullosos porque la UNAM ocupa un lugar distinguido entre las universidades latinoamericanas en la mayoría de los “rankings” internacionales.

Esta universidad pública caracterizada por ser una de las universidades de masas más grandes del mundo y que es una de las mejores en Latinoamérica.

Además es un ejemplo de diversidad y, a pesar de su tamaño, muestra amplia tolerancia hacia las diversas formas de pensar; pero preservando el rigor académico ante todo.

Afortunadamente, la UNAM no es el único ejemplo de un buen ejercicio de la autonomía y podemos encontrar a lo largo del país otras universidades que hacen un buen uso de esta autonomía y construyen conocimiento.

Seguramente, algunos lectores me podrán preguntar  ¿en qué beneficia esta autonomía a una persona que vive en las Barrancas del Cobre en Chihuahua o en el centro de la Selva Lacandona en Chiapas? Por supuesto que mi respuesta honesta sería: individualmente en poco; pero en el contexto social, la autonomía universitaria es de gran utilidad, ya que forma personas y genera conocimiento que permitirán construir estrategias que redunden en el beneficio social de las poblaciones más vulnerables y cambie las condiciones adversas para el desarrollo de las diversas comunidades con base en los deseos de esas comunidades.

Es decir, el impacto en la solución de los problemas es una tarea de todas las personas y no solo de las instituciones.

La verdadera riqueza en el ejercicio de la autonomía de las instituciones está en la promoción de la diversidad y la construcción de consensos y visiones colectivas.

Con esto, rechazo rotundamente las visiones totalitarias que intentan eliminar la diversidad y la participación ciudadana en la toma de decisiones.

Festejemos la autonomía de las universidades, en particular de la UNAM, que son el producto de la lucha social latinoamericana, y mexicana, ante los embates del colonialismo, el imperialismo o el neoliberalismo o las visiones de la luz del mundo.

Las universidades autónomas fomentan la diversidad y construyen con base en el conocimiento soluciones de la problemática apuntando hacia el bienestar social. Todo depende de las personas que participamos en ellas y que tenemos el compromiso de actuar en consecuencias con la confianza que la sociedad deposita en nosotros.

 

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En  estos días podemos observar en muchas ciudades de nuestro país la construcción de edificios de varios pisos. En particular en Cuernavaca vemos que el paisaje cambia con la construcción de estos edificios de más de cuatro pisos. Aunque no solamente se modifica el paisaje, sino que suceden cambios que pueden poner entre dicho la sustentabilidad de las ciudades.

Claramente muchas personas pueden pensar que es más adecuado aumentar el número de habitaciones o de oficinas por cada metro cuadrado de la superficie construida, en lugar de tener una casa habitación en el terreno, ya que al construir un edificio de varios pisos se tienen varias casas habitación o departamentos.

Esta forma de pensar considera que las afectaciones al suelo natural son menores si la extensión de las edificaciones son menores, como es el caso de los edificios en lugar de las casas individuales.

Sin embargo, es importante considerar que la demanda de agua, de energía, de transporte y de otros servicios es la misma para las construcciones individuales que para cada una de los departamentos en los edificios.

Es decir, la necesidad de agua, energía, transporte, etc. se cuantifica, generalmente, por persona y, por lo tanto, al aumentar la densidad de la población en cada metro cuadrado se aumenta, casi en la misma proporción, la demanda de servicios.

De esta manera, no podemos concluir sin un análisis cuidadoso que es preferible construir edificios a construir casas.

También hemos observado, a lo largo de los años, la transformación de tierraS cultivables en grandes conglomerados de casas habitación alrededor de las ciudades, como lo hemos visto en los municipios al sur de Cuernavaca. Generalmente estos fraccionamientos pueden proveerse de agua de pozos dentro de los terrenos mismos y pueden contemplar plantas de tratamiento de aguas, aspectos que parecen deseables.

Sin embargo, estos fraccionamientos, generalmente no contemplan los servicios de acceso y transporte y a lo largo del tiempo se incrementan los tiempos de traslado de estos fraccionamientos a los centros de trabajo, que generalmente están en las zonas céntricas de las ciudades, como hemos observado al este y al sur de Cuernavaca.

Es importante hacer notar que generalmente estos conglomerados de casas pueden ser realmente ciudades dormitorio que obligan a desarrollar infraestructura de movilidad, ya sea a construir o ampliar las calles o avenidas de acceso o a implantar esquemas de transporte público como trenes o sistemas rápidos mediante autobuses.

Además, generalmente los constructores no contemplan el desarrollo de edificios de servicios, como las escuelas, las clínicas, los cines, las tiendas, los parques etc.

Como bien sabe todo urbanista, la construcción de estos fraccionamientos debe contemplar el desarrollo de la infraestructura que brinde calidad de vida a la población que los ocupará.

Claramente el aumento de la población en las ciudades, ya sea por el incremento propio de la población o por la migración, requiere del desarrollo de nuevas infraestructuras o de la modificación de la existente.

Las dos opciones que hemos planteado en los párrafos anteriores tienen ventajas y desventajas y para resolver el dilema tenemos que contemplar múltiples aspectos.

En nuestro país, los permisos de construcción de edificios o de fraccionamientos están a cargo de las presidencias municipales, que deben tener un plan de ordenamiento territorial que contemple precisamente las características de uso de suelo.

En mi opinión, estos planes deben elaborarse con una amplia consulta y con un sustento en el conocimiento de la región, ya que deben considerar los servicios de energía, agua, manejo de residuos, transporte, servicios ambientales y el aporte de los satisfactores de las personas que los ocuparán.

Tengo la impresión de que la mayoría de los gobiernos municipales no están tomando seriamente su papel y otorgan permisos de construcción de edificios o de fraccionamientos sin considerar todos los aspectos necesarios para cuidar la sustentabilidad de las edificaciones.

Es tarea de nosotros demandar que se elaboren adecuadamente los planes de ordenamiento territorial y que se respeten, al mismo tiempo que el desarrollo de la infraestructura, como las vías de acceso, los tendidos eléctricos, el drenaje, las escuelas, los parques, etc. sea el adecuado para las actividades que se realizarán en las edificaciones.

Estas edificaciones pueden ser oficinas, casas habitación, hospitales, lugares de esparcimiento, zonas industriales, aeropuertos, trenes, etc.

La tarea no es sencilla, pero hoy sabemos que para trazar el camino hacia la sustentabilidad tenemos que incorporar el conocimiento en la toma de decisiones, y como ciudadanos debemos demandar que los permisos de construcción estén basados en el conocimiento.

Con esto último quiero enfatizar que la opinión de las personas que usarán o verán modificado su entorno con las edificaciones debe también ser contemplada en el otorgamiento de estos permisos.

La necesidad de contar con la planeación con miras en el largo plazo es urgente en nuestra realidad.

 

 

 

Miércoles, 10 Julio 2019 05:33

Acciones que parecen buenas, pero...

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Quiero establecer un diálogo con ustedes que leen éstas líneas y que deseamos tener un México con bienestar social, y plantear mis dudas o mis observaciones.

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En el mundo a lo largo del último siglo hemos observado que las democracias o las dictaduras han existido con diferentes tintes. Hemos visto dictaduras de ultra derecha o de izquierda en todos los continentes; también hemos observado democracias de derecha o de izquierda en diferentes países. Hemos tenido noticias de países donde la población en elecciones democráticas ha optado por la alternancia en los tintes de los gobernantes.

Desde mi punto de vista, las alternancias pueden ser benéficas para la sociedad, ya que experimentamos en carne propia las diferencias de estilo.

A pesar de estos vaivenes en los estilos de gobernar, lo que podemos observar es que los países con un mejor desempeño en los indicadores de bienestar social son aquellos que han planificado con miras en el largo plazo. De esta manera, en esos países los gobernantes en turno solamente deciden en la priorización las acciones acordadas; pero mantienen el rumbo hacia los objetivos del largo plazo.

En nuestro país, los gobiernos han sido tradicionalmente de derecha o centro derecha promoviendo el bienestar de unos cuantos y creando desigualdades.

Ante esto, las personas nos hemos opuesto con base en organización construyendo instituciones que llamamos de la sociedad civil a políticas que favorecen la explotación desmedida de los recursos o las personas.

Estas instituciones, con autonomía basada en la participación de las personas, han obligado a los gobernantes de diferente orientación a modificar las políticas que atentan contra el bienestar social. Por supuesto que también las organizaciones de la sociedad civil pueden ser cooptadas por personas sin escrúpulos que se enriquecen o atentan contra la población o segmentos específicos de la población (infantes, mujeres en situación de violencia, migrantes, etc.) pero existen instituciones que han funcionado adecuadamente para evitar que las malas acciones de gobierno sean todavía más dañinas.

También estas organizaciones han sido la voz de muchas personas en muy diferentes situaciones denunciando actos de corrupción o medidas en contra de nuestro entorno o de abuso de poder.

En otras ocasiones, encontramos que algunas organizaciones son creadas para evitar el pago de las contribuciones que toda persona física o moral debe hacer para poder vivir en sociedad, situación que debemos evitar.

Con estas palabras quiero comentar que, como seguramente ya anticipan ustedes, las organizaciones tienen las mismas bondades o defectos que las personas. Sin embargo, la organización de las personas en estas asociaciones es algo que todo gobierno debe fomentar, cuidando, como en todo, que los recursos sean ejercidos con pulcritud y para los fines altruistas de la asociación.

En muchos ámbitos de la sociedad estas asociaciones de la sociedad civil pueden proveer un punto de vista experto y diferente al de los gobernantes o de las empresas ante proyectos específicos.

Un buen gobernante o un buen empresario siempre está atento de la opinión de este tipo de organizaciones para modificar sus planes y contender con las preocupaciones genuinas de estos grupos organizados. En este sentido, la opinión de organizaciones científicas es de vital valía para un gobierno que pretende construir el bienestar social en el largo plazo.

Por esta razón, en la mayoría de los países con mayor bienestar social financian a las Academias de Ciencias, Ingeniería, Medicina, Artes y Humanidades, en el entendido que en ellas están agrupadas las personas con mayores conocimientos en muy diversos campos de las actividades humanas.

Por supuesto, que este financiamiento es a cambio de obtener opiniones calificadas sobre muy diversos tópicos, problemas, proyectos o iniciativas.

En nuestro país, el financiamiento a estas asociaciones ha padecido lo mismo que el financiamiento a la ciencia, ha sido reducido.

Tengo que admitir que en algunos momentos y en determinadas organizaciones profesionales, estos financiamientos fueron utilizados para sufragar algunos gastos superfluos, pero en la mayoría de los momentos el dinero fue invertido en acciones que beneficiaron realmente a la población.

De hecho, las propias comunidades profesionales enmendaron el camino y cambiaron de dirigentes para retornar el ejercicio adecuado de sus recursos.

En particular, en Morelos el ejercicio de los presupuestos a estas asociaciones ha sido dedicado a promover la comunicación de la ciencia y el fomento a las actividades científicas en la población juvenil del estado.

Regreso al tema de que las opiniones diversas y calificadas de científicos previamente discutidas entre especialistas son un verdadero tesoro para los estadistas y generadores de planes y acciones encaminadas a construir el bienestar social.

En particular, para el órgano rector de la política científica la diversidad de opiniones basadas precisamente en la discusión amplia y con argumentos es un invaluable consejo a buscar, obtener y valorar.

Tengo que decir que hoy, en el estado de Morelos, el gobierno actual no busca obtener estas opiniones y, desde mi punto de vista, debería acercarse a las Academias de Ciencias, Ingeniería y Humanidades que ya existen para, con base en conocimiento, planear para el futuro y no solamente actuar con fines corto-plazistas.

En el ámbito nacional, en mi opinión, el actual Conacyt debe promover la participación activa en la toma de decisiones de la comunidad científica organizada y evitar que por decisiones unipersonales solamente una visión sea considerada en la definición de la política científica.

Las discusiones y argumentaciones basadas en conocimiento son las que verdaderamente pueden construir planes en el largo plazo y proveer de sólidas definiciones de política pública. Lo dictatorial, inmediato y sesgado fenece, no resiste el escrutinio de la historia. Las dictaduras han caído, las democracias parecen subsistir incluso a vaivenes o “trumpicones”.

 

 

Miércoles, 26 Junio 2019 05:46

Construyendo caminos hacia la sustentabilidad

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Desde mediados de la semana pasada tuve la oportunidad de estar colaborando con colegas de la Universidad de las Villas en Santa Clara, Cuba. Con ellos estuvimos compartiendo las experiencias que generamos en el Centro Mexicano de Innovación en Energía Solar, proyecto que está cercano a su finalización y con el que en la comunidad solar aprendimos a colaborar y compartir conocimiento, entre otros muchos beneficios que obtuvimos.

Estos beneficios para la comunidad solar nos acercaron más que nunca a impactar positivamente en la sociedad. Entre otros aprendizajes encontramos que necesitamos colaborar con el sector empresarial y social para llevar a los usuarios nuestras invenciones o conocimientos.

Durante mi viaje por la isla de Cuba vinieron a mi mente recuerdos de otras tierras de nuestra Latino América o de nuestro país, donde el sistema ecológico ha sido perturbado fuertemente y la búsqueda de la sustentabilidad es apremiante.

Estos paisajes tanto naturales como citadinos me trajeron a la mente las lecturas de los libros de Jared Diamond, en particular el libro de “Colapso”. En este libro Diamond discute diversas hipótesis sobre los colapsos de diferentes sociedades humanas a lo largo de la historia.

La verdad es que los viajes ilustran y las vivencias que he tenido la oportunidad de sufrir, compartir y gozar me han dado la posibilidad de comprender más ampliamente lo que Diamond comparte como reflexiones que debemos valorar, cuestionar y, por supuesto, complementar o desmentir según sea el caso: Las sociedades colapsan cuando su crecimiento va más allá de lo que sus recursos permiten.

Uno de los efectos es la deforestación y la erosión de la tierra con el consecuente agotamiento de los nutrientes en la tierra y la disminución de las cosechas para alimentar a la población. Esto hace que haya un incremento de las luchas internas en la sociedad por la escasez de recursos y finalmente, los gobernantes no pudieron resolver los problemas de la sociedad, se enfocaron en los problemas del corto plazo enriqueciéndose, y explotando a la población en general.

Es claro que las sociedades que colapsaron no disponían de los conocimientos que hoy tenemos y que con el afán de generar un bienestar no se percataban que agotaban los recursos y con ello provocaban un colapso. Hoy, dados los conocimientos científicos que hemos generado, reconocemos que los recursos son finitos y que nuestras acciones pueden cambiar las condiciones de nuestro entorno cercano y lejano, de hecho las condiciones del planeta en su totalidad.

Para mí es claro que los conocimientos tradicionales son limitados y han producido el bienestar social que hoy han alcanzado las poblaciones que los generaron mediante el empirismo propio de las personas; que la ciencia ha generado una vasta gama de conocimientos que pueden incrementar este bienestar, pero que también pueden acelerar el agotamiento de los recursos en el largo plazo.

Por estas razones, considero importante amalgamar estos dos tipos de conocimiento para promover soluciones a los problemas con visión local considerando el ambiente natural, los comportamientos sociales, el intercambio de bienes inter y extra localidad y construir las normas y organizaciones que rijan las relaciones entre estos diversos aspectos; pero primordialmente con una visión de largo plazo para contemplar la eficiencia en lugar de la búsqueda de la obtención rápida de beneficios individuales.

Este tipo de consideraciones son las que permearon en el CeMIE-Sol y la Red Temática de Energía Solar que, me parece, han contribuido a construir una comunidad colaborativa con visión de largo plazo que llamó la atención tanto del gobierno, como de colegas universitarios cubanos para que compartiéramos con ellos las experiencias y pudieran construir sus propias soluciones basadas en nuestras experiencias.

Termino diciendo que nos da gusto que en otras regiones se reconozcan los esfuerzos que realizamos los mexicanos para construir caminos hacia la sustentabilidad. Reitero que estamos listos para colaborar con otros mexicanos y en general con otras personas para contribuir al bienestar social.

Miércoles, 12 Junio 2019 05:30

La automatización y el mercado laboral

Lectura 3 - 5 minutos

¿Qué trabajo le podemos recomendar a la juventud? Seguramente, el lector podrá hacer alguna recomendación, a las personas jóvenes o adolescentes que están estudiando o pretenden encontrar algún trabajo en estos días en nuestro país. Es claro que no todas las personas tenemos que estudiar una profesión universitaria, ya que podemos encontrar trabajos muy dignos que no necesariamente requieren una preparación universitaria, aunque ésta formación siempre ayuda. Por ejemplo pensemos en el trabajo que atiende a bebés o personas adultas, estas actividades parecieran tener siempre vigencia y pareciera que nuestra sociedad debiera, dada su importancia, recompensar con una mejor retribución monetaria estas dos actividades, para muchos esta pudiera ser una recomendación juiciosa.

Estoy seguro, que muchos de nosotros, cuando éramos jóvenes, no pensamos en llegar a la edad adulta con un solo trabajo; pero algunos hemos tenido la fortuna de hacerlo. Durante este tiempo hemos presenciado la desaparición de algunos trabajos; por ejemplo operadores/operadoras de teléfono. Quizá tenga que explicar aquí lo que era una operadora de teléfonos, dado que la juventud de hoy no ha hecho uso de operadora (aquí tengo que aclarar que nunca conocí a un operador). La profesión de contestar una llamada de un teléfono para conectar manualmente con la línea de otro teléfono, era una profesión abrumadoramente ocupada por mujeres. En el inicio de la telefonía, uno descolgaba el teléfono y del otro lado contestaba una operadora, uno le pedía hablar con otro teléfono, le daba el número y ella manualmente enchufaba nuestra línea con la otra para poder hablar. Por supuesto, la automatización hizo que este trabajo desapareciera. Aquí tengo que enfatizar que muchas labores que hace medio siglo se hacían personalmente, hoy se hacen automáticamente o por robots. Es más, en algunos lugares la atención a clientes, como en los bancos, la atención es fundamentalmente realizada por autómatas.

Con estos antecedentes, para la juventud es necesario conocer cuáles son los trabajos que se pudieran automatizar. Por ejemplo, cuando yo era pequeño, los choferes de automóviles no parecía ser una de las profesiones automatizables, hasta los supersónicos (caricatura de los años 60 del siglo pasado) conducían sus naves espaciales; sin embargo, hoy en día hay un esfuerzo para automatizar la conducción de vehículos usando inteligencia artificial.

Así este martes llamó mi atención un trabajo publicado en uno de los depósitos de acceso libre más connotados en los ámbitos de la física, matemáticas, economía y computación de artículos científicos, que versaba precisamente sobre automatización y sus consecuencias para la movilidad laboral [1]. En este artículo mediante un modelo matemático, consistente en una red de ocupaciones donde se mueven agentes computacionales, se describe la dinámica de las personas entre diferentes puestos de trabajo para posteriormente encontrar los cambios entre las diferentes ocupaciones debido a los efectos de la automatización.

Aunque no parezca, este artículo es un ejemplo de lo que llamamos econofísica, de la que he hablado anteriormente; pero se acerca mucho a la sociofísica dado que aborda también un problema social: el desempleo. En ese trabajo se destaca que hay diversos empleos que son propensos a la automatización y por lo tanto tenderán a desaparecer; aunque, por otro lado), las nuevas tecnologías crean nuevos trabajos y para propiciar el bienestar social es crucial entender las transiciones entre estas ocupaciones. El artículo usa una base de datos empíricos de los Estados Unidos y con estos datos se construyó una red de movilidad ocupacional, donde los nodos son ocupaciones y las aristas de la red representan la probabilidad de transitar de un trabajo a otro, de un nodo a otro. Para estudiar los efectos de la automatización se construyó un modelo de mercado laboral. El artículo enfatiza la importancia de dirigir los planes de readiestramiento o capacitación de las personas hacia las ocupaciones con menores posibilidades de automatización.  Así, con este modelo se encontraron resultados contraintuitivos en los que, debido a la estructura de la red, los trabajadores en ciertas ocupaciones altamente automatizadas pueden beneficiarse de la automatización, mientras que los trabajadores en ciertas ocupaciones con un bajo nivel de automatización pueden sufrir consecuencias adversas.

Por ejemplo, los asistentes de estadística son más vulnerables a la automatización que las personas dedicadas al cuidado infantil. Sin embargo, dado que un asistente estadístico puede hacer una transición a las ocupaciones con la creciente demanda como el análisis de datos, los autores sugieren que es más probable que disminuya la tasa de desempleo a largo plazo para los estadísticos. En contraste, dado que muchas ocupaciones con menor demanda de preparación, pero automatizables, pueden hacer una transición a cuidadores infantiles, es más probable que aumente el desempleo a largo plazo entre las personas de cuidados infantiles. Por lo tanto, los esfuerzos de apoyo y reentrenamiento podrían dirigirse mejor a los trabajadores de cuidado infantil.

Con este ejemplo, vemos como es necesario tener datos para construir estos modelos, los datos utilizados son para el mercado laboral de los Estados Unidos y no tenemos los correspondientes para nuestro país, necesitamos más científicos de datos, entre otros muchos.

Insisto, debemos consolidar el sector científico mexicano para entender nuestro entorno poder brindar soluciones que promuevan el bienestar social. 

 

[1] https://arxiv.org/abs/1906.04086

 

Miércoles, 05 Junio 2019 05:27

Estoy triste y desanimado

Lectura 3 - 6 minutos

Desesperanzado estoy... veo nubarrones en el futuro de México… veo un futuro incierto, en nuestro país en muchos aspectos, especialmente para las fuentes renovables de energía y para la generación de conocimiento. Estoy convencido que el uso de las energías solar, eólica, geotérmica, etcétera, y la actividad científica apuntan hacia construir el bienestar social. Sin embargo, en esta nueva administración del presidente López Obrador cada vez me cuesta más trabajo ser optimista y visualizar que sus actos apuntan hacia la construcción de ese anhelado bienestar social.

Para justificar mi desánimo, déjenme comentar que en el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico 2019-2033 (PRODESEN) [1] durante los primeros cuatro años la Comisión Federal de Electricidad no invertirá en fuentes renovables de energía. Para ello debemos ver la Tabla 7.2 de PRODESEN, es lamentable que aunque el licenciado López Obrador dice que quiere renovar a la CFE y restaurarla como una empresa que promueva el desarrollo, la condena a ir en la retaguardia de la generación eléctrica usando combustibles fósiles en lugar de optar por las fuentes renovables de energía que, hoy en día, son más baratas. Además, la dependencia del gas natural para la generación de electricidad pone en riesgo la seguridad energética del país. Este PRODESEN me explica la conservadora meta de 35.8% de energía renovable para fin de sexenio establecida en el Plan Nacional de Desarrollo, cuando la tecnología está disponible para plantear una meta de al menos 40% para 2024. Además, ahora sabemos las fuentes renovables de energía, por su carácter distribuido, aumentan el empleo de calidad, aspecto necesario en nuestro entorno.

Por otro lado, mi optimismo se ve disminuido cuando veo la reducción real del presupuesto a las actividades científicas y las reglas suicidas aplicadas a los Centros Públicos de Investigación y a instituciones de prestigio académico como el Centro de Estudios Avanzados del IPN (CINVESTAV) y el Centro de Estudios y Docencia Económica, por mencionar algunos. Quiero comentar que en nuestro país existe un sector científico profesional, pero pequeño. El hecho de que sea pequeño implica que no puede tener el impacto necesario para generar un beneficio generalizado y, por ende, todavía requiere de inversión. Como ya lo he mencionado, en este milenio la inversión en ciencia y tecnología ha sido menor a la mitad recomendada para promover un verdadero bienestar social, así tenemos un atraso para construir nuestro futuro. Algunos sectores de este gobierno se han manifestado con reclamos hacia el sector científico culpándolos de no resolver problemas nacionales. El responsabilizar al sector científico por el limitado impacto en los entornos más desfavorecidos es irracional y muestra una falta de análisis y entendimiento de la realidad. Los científicos están encargados de generar conocimiento, pero el uso de ese conocimiento es responsabilidad de la sociedad en conjunto. Es más, el sector empresarial puede influir de manera sustancial en el uso de ese conocimiento nuevo al invertir en la generación de productos, bienes y servicios de alto valor, en lugar de basar sus ganancias en el pago de bajos salarios. En este sentido, yo esperaría que las personas que nos dedicamos a la ciencia como actividad profesional defendiéramos esta perspectiva y lucháramos por dedicar más inversión a esta actividad, para que más personas con enfoque incluyente atendieran la necesidad de construir soluciones a la problemática actual.

Déjenme especificar lo complicado del problema y explicar cómo a veces menospreciamos la actividad científica. En muchas poblaciones en nuestro país se cocina con estufas de leña. Los efectos para la salud de las personas que cocinan debe evitarse, al mismo tiempo que la eficiencia energética no es adecuada. Hay hoy en día propuestas eficientes de leña y algunas han sido propuestas por mexicanos; pero todavía su uso no se ha extendido y quizá las limitaciones sean que los tecnólogos no entendamos la diversidad cultural de estas poblaciones. Aquí quiero apuntar que las propuestas de uso de estufas solares suenan muy interesantes y tenemos muchas variantes para ello. Es más, en el IER-UNAM hemos patentado varias de ellas; pero no han sido adoptadas en la generalidad. En el entorno de las asociaciones sociales y colegas del ámbito social nos reclaman a los ingenieros o físicos que hagamos dispositivos con materiales locales y que las personas de estas comunidades los puedan construir. La verdad es que dar soluciones a problemas que llevan cientos de años no son fáciles o, en su defecto, ya las mismas personas las hubieran obtenido. Las personas que viven en estas poblaciones son las que más experiencia tienen en el manejo de materiales y conocen a profundidad los guisos que prefieren y si no han modificado su forma de procesarlos, es porque no es técnicamente fácil. Las comunidades son inteligentes y ellas han construido a lo largo del tiempo tecnologías y procesos que funcionan, aunque no necesariamente conocen sus desventajas. Estas últimas las hemos conocido precisamente gracias al conocimiento científico. Basta observar que obtener energía del Sol, hoy es factible, pero por cientos o miles de años no fue así. El bienestar social en las comunidades desfavorecidas de nuestro país implica la solución de problemas ancestrales que requieren el concurso de nuevas tecnologías amalgamadas con el conocimiento tradicional, procesos que no son simples y que requiere de personas con entrenamiento científico (en el sentido más amplio: exactas, naturales sociales, etcétera) y capaces de dialogar con las comunidades para dar soluciones aceptables y reclamadas para ellas.

Para contar con un sector científico informado y formado en la frontera del conocimiento necesitamos invertir o dejaremos que las soluciones las elaboren otros que quizá no deseen contemplar la diversidad de nuestro país.

Hoy estoy triste y desanimado, pero ofrezco mi trabajo para promover la generación de conocimiento y el uso de fuentes renovables de energía, estoy convencido que estas actividades promueven el bienestar social.

 

[1] https://www.gob.mx/sener/documentos/prodesen-2019-2033

 

Miércoles, 15 Mayo 2019 05:16

La ciencia en el PND 2019-2024

Lectura 3 - 6 minutos

La publicación del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 (PND) [1] hace dos semanas levantó polémica, ya que mientras algunas personas consideran que establece una nueva forma de gobernar y plantear lo deseado en términos humanistas, otras consideran que deja mucho que desear y no establece claramente las estrategias.

Es cierto que la primera parte del PND solo se hace mención en un párrafo a la ciencia y de este párrafo los científicos podemos quedar desilusionados por la poca importancia que se le da a las ciencias en esta nueva administración. Sin embargo, en la segunda parte del PND como principio rector en el punto 4 se menciona el impulso a la investigación, la ciencia y la educación con el objetivo de impulsar el bienestar social. Este principio rector seguramente es compartido por muchas personas. También en la segunda parte del PND se establecen los cinco criterios que la administración pretende seguir, y en el número 2 se menciona que el uso de las tecnologías de información y comunicación  (TIC) se promoverá para que la transparencia y la rendición de cuentas sea simple, eficiente y expedita. Desde mi punto de vista, el que la nueva administración se base en las TIC para fomentar la transparencia y la rendición de cuentas es necesario.

Por otro lado, en lo referente a las relaciones con otros países, se señala que la cooperación mexicana debe articularse para encauzar conocimientos, tecnología para contribuir a generar las condiciones de bienestar y prosperidad para reducir la migración. Por supuesto, que la aplicación de los conocimientos y tecnología con fines de fomentar el bienestar social es una de las tareas de las ciencias y tecnologías.

En el PND se reconoce que la baja calidad de la educación limita la adquisición de conocimiento y la formación de habilidades para mejorar las oportunidades laborales, mayores ingresos y una mejor calidad de vida. Además se reconoce que el desafío consiste en la formación de la juventud para la adaptación a los cambios tecnológicos globales y a las nuevas exigencia del sector industrial o empresarial y al auge del aprendizaje mediante plataformas virtuales. En esta parte, concuerdo con las necesidades de adaptación; y me hubiera gustado que se enfatizara que pasaríamos de ser un país maquilador a un país que generara productos y servicios de alto valor agregado basado en el conocimiento. 

El PND enfatiza que el conocimiento tradicional debe ser incorporado al buscar las soluciones a problemáticas socioambientales incorporando además la innovación tecnológica. Desde mi punto de vista, es necesario amalgamar este conocimiento tradicional con el científico tecnológico para conseguir un verdadero desarrollo sustentable y propiciar el bienestar social.

Estoy totalmente de acuerdo cuando el PND manifiesta que es necesario fomentar el proceso de asimilación de la ciencia y la tecnología como parte de la cultura de los mexicanos y que la construcción de ciudadanía se realiza desde los ámbitos del arte, cultura, ciencia y tecnología entre otros aspectos.

Sin embargo, el indicador del logro de este objetivo queda totalmente limitado al presentarlo  como la cercanía a un evento cultural de las personas; esta forma de medir, me desilusionó totalmente. En cuanto a aspectos económicos se facilitará el intercambio de conocimiento y la transferencia de tecnología bajo un marco de protección de la propiedad industrial.

Después de leer estos comentarios queda claro que hay diversos puntos donde las ciencias y el conocimiento generado por estas actividades son una de las base para construir el bienestar social y que es más que solamente las cinco líneas que se pueden leer en la primera parte del PND. Sin embargo, quedan muchas lagunas y la comunidad científica y el sector empresarial el año pasado le presentamos al Lic. López Obrador un documento (“Hacia la consolidación y desarrollo de políticas públicas en ciencia, tecnología e innovación”[2]) que busca apoyar y participar con base en el conocimiento a la definición de las políticas de ciencia, tecnología e innovación que contempla todos los aspectos de ciencia que se plantean en el PND; pero no a la viceversa.

Por lo tanto, desde mi perspectiva es necesario que se implementen las estrategias esquematizadas en el documento[2], que enfatizo fue elaborado por consenso, y reforcemos el papel del conocimiento en la generación de las soluciones a la compleja problemática que enfrentamos en nuestros días. 

Finalmente, en el PND se presenta una matriz de vinculación entre sus objetivos del PND y los Objetivos del Desarrollo Sostenible. Esta parte es de lo más ilustrativa y, desde mi perspectiva, ha pasado desapercibida en otros análisis.

Al presentar las vinculaciones e interacciones entre los objetivos del PND y de los ODS se muestra que existe un sector en la presente administración que sí contempla el largo plazo y los retos planteados por la comunidad nacional e internacional en cuanto a la pobreza, la energía, la equidad, la justicia, el agua, la biodiversidad, etc. y las formas complementarias e interdependientes de los problemas de nuestros días.

En este tenor, les comento que la semana pasada escuché a las legisladoras María Solís y Beatriz Paredes, presidentas de las Comisiones de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores, respectivamente (es de destacarse que las legisladoras son de partidos diferentes; pero ambas con la misma propuesta), manifestarse en torno a la necesidad de incrementar el presupuesto a Ciencia, Tecnología e Innovación y alcanzar el 1% del PIB que establece la legislación actual.

Mi postura personal ha sido siempre destacar las coincidencias para construir soluciones y he encontrado aspectos que puedo compartir en el PND y con los cuales podemos trabajar para en conjunto promover el bienestar social.

[1] http://gaceta.diputados.gob.mx/PDF/64/2019/abr/20190430-XVIII-1.pdf

[2] http://www.dgcs.unam.mx/CTI-180822.pdf

Miércoles, 08 Mayo 2019 05:23

Sobre los aspectos energéticos del PND

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La semana pasada fue entregado el Plan Nacional de Desarrollo (PND) por el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Cámara de Diputados. Este documento era esperado por un sector de la población mexicana con el objeto de analizar las estrategias que el presidente plantea para transformar la realidad de nuestro país. El documento consta de dos grandes apartados, uno donde reitera las ofertas de transformación que planteó en su campaña electoral del año pasado y el segundo con detalle de algunos indicadores para dar seguimiento al PND.

En este texto, presentaré algunas de mis opiniones este documento y, en particular, el día de hoy tocaré temas de carácter energético.

Al tema de energía en la primera parte del documento se le dedica un poco más de una página de las 63 que tiene esta parte. En esta página, se manifiesta nuevamente la visión de López Obrador, sobre la necesidad de rescatar a la CFE y PEMEX como las empresas emblemáticas que fueron en la segunda mitad el siglo XX. Desde mi perspectiva, puedo compartir que la riqueza petrolera fue extraída del subsuelo mexicano sin propiciar verdadero bienestar social, es más, que cuando hubo mayor ingreso económico, a principios de este milenio, no se usó adecuadamente para disminuir las diferencias económicas en la población mexicana. En uno de sus párrafos establece que: “La nueva política del Estado mexicano impulsará el desarrollo sostenible mediante la incorporación de poblaciones y comunidades a la producción de energía con fuentes renovables… La transición energética dará pie a impulsar el surgimiento de un sector social en ese ramo, así como para alentar la reindustrialización del país.”

Después de leer este párrafo mi estado de ánimo subió y me hizo pensar que, si bien el discurso ha sido dirigido en un principio hacia el restablecimiento de los hidrocarburos como fuente energética, estas frases apuntan hacia un desarrollo sustentable basado en fuentes renovables de energía utilizada en forma distribuida por poblaciones o comunidades. Desde mi perspectiva, estas frases indican una posible estrategia hacia un futuro sustentable.

Como mencioné anteriormente, el PND tiene dos secciones, y la segunda sección se dedica a plantear objetivos e indicadores para monitorizar las políticas y estrategias planteadas. En esta segunda parte en el eje transversal “Territorio y desarrollo sostenible” comenta que: “En los casos que resulte aplicable, la determinación de las opciones de política pública deberá favorecer el uso de tecnologías bajas en carbono y fuentes de generación de energía renovable”. En esta última oración me preocupa que se implique que no en todos los casos es aplicable la tecnología baja en carbono o de fuentes renovables; cuando desde mi perspectiva, siempre existe la opción baja en carbono y renovable. Además que hoy en día puede ser más barata esta última opción.

En cuanto a los ejes generales podemos decir que en el eje 3. “Desarrollo Económico” se esbozan las estrategias del sector energético. En este eje general el objetivo es: “Incrementar la productividad y promover un uso eficiente y responsable de los recursos para contribuir a un crecimiento económico equilibrado que garantice un desarrollo igualitario, incluyente, sostenible y a lo largo de todo el territorio.” Dentro de este eje, el objetivo específico 3.5 se refiere a: “Establecer una política energética soberana, sostenible, baja en emisiones y eficiente para garantizar la accesibilidad, calidad y seguridad energética.” Aquí quiero hacer notar que entenderé la palabra sostenible como sinónimo de sustentable y, al hacerlo así, comparto totalmente este objetivo. En el desarrollo de este objetivo me preocupa la insistencia en mantener como pilares de la economía a PEMEX y CFE cuando quizá existen otras múltiples opciones para construir nuevos pilares. Es más, las siguientes ocho estrategias planteadas para conseguir este objetivo específico me parecen muy adecuadas y con gusto trabajo para conseguirlas.

Sin embargo, tengo que mencionar que uno de los indicadores, el 3.5.1: Participación de la generación eléctrica con energías limpias, con línea base de 25.6% (2018) y alcanzar el 35.8% en el 2024 me desilusiona. Primero porque en todo el texto se menciona energías renovables y en el indicador se usa el concepto de energía limpia, que ya hemos criticado varias veces. Recordemos que energías limpias en nuestro país incluye a la cogeneración eficiente que generalmente es con gas natural y que también emite gases de efecto invernadero en cambio las fuentes renovables no emiten estos gases. Segundo, porque el compromiso es igual al que estableció el anterior gobierno y, yo en particular, esperaba un mayor compromiso por parte de la administración del Lic. López Obrador con la sustentabilidad y por ende con el bienestar de las personas. Un compromiso de conseguir el 40% de la generación con renovables al 2024 hubiera sido deseable y además, sabemos que es alcanzable.

Por supuesto que este es un análisis somero del PND y solamente en aspectos energéticos, es deseable que leamos el PND y lo analicemos para poder tener ciertas certezas de lo que podemos esperar de la administración de López Obrador.

 

 

Lectura 3 - 5 minutos

El pasado 21 de marzo la secretaria de Energía, la ingeniera Rocío Nahle, comentó que México es pionero en la generación de energía limpia. Desde mi opinión, las acciones iniciales en temas energéticos y lenguaje no coincide con esta afirmación. Primero tengo que aclarar nuevamente que en campaña, el licenciado Andrés Manuel López Obrador era el único candidato que usaba el concepto de energías renovables, en lugar del de energías limpias. Ya en esta columna he comentado varias veces que la Ley de Transición Energética define a las energías limpias como las energías renovables, la energía nuclear y a las energías que generen electricidad eficientemente, como las plantas termoeléctricas de ciclo combinado (que normalmente queman gas natural). Recordemos que las energías renovables son aquellas que se usan a una tasa menor de la que se producen y no emiten gases de efecto invernadero que cambian la composición de la atmósfera; por lo tanto, este tipo de fuentes renovables son las únicas que verdaderamente evitan el cambio climático antropogénico. Así, el uso del concepto de energías limpias es un retroceso hacia las políticas de anteriores sexenios. En el mundo cuando se habla de energía limpia solamente se considera a las renovables y la energía nuclear. En cambio el coordinador de Energía Renovable de la SENER, Luis Abelardo González, ha mencionado que para fin de este sexenio la generación de electricidad será del 40% con energías renovables. Este último compromiso me parece totalmente adecuado y accesible en nuestras condiciones, solamente requerimos definir estrategias para seguirlas desde este momento y muchas personas estamos listas para colaborar.

Debo comentar, que en otros lugares el viraje hacia las fuentes renovables está siendo contundente. Por ejemplo, Noruega, país petrolero, que aunque ha conseguido que su petróleo verdaderamente mejore la calidad de vida de sus habitantes, está optando por un impulso sin precedentes hacia las renovables. Las inversiones de los ingresos petroleros en ese país están siendo invertidos en instalaciones de renovables, tanto eólicas como solares. Es sorprendente como Noruega, un país situado en una región del mundo donde el recurso solar no es tan abundante y con variaciones anuales mucho más pronunciadas que en nuestro país, está invirtiendo en esta fuente renovable. Lo mismo podemos decir de otros países petroleros de la región del Golfo Pérsico, incluso Alemania tiene una política muy agresiva de promoción de las renovables. En particular, Alemania está impulsando la generación distribuida en una forma que produce derramas económicas directas a la población.

¿Qué nos hace falta en México para virar decididamente a las fuentes renovables? Primero reconocer, que el petróleo fue una riqueza que no se difundió a la gran población en nuestro país y que cada vez tenemos menos petróleo para vender o quemar. Si bien reconocemos que una parte muy importante de nuestros ingresos es por la exportación de este recurso natural, también debemos aceptar que si lo usamos como energético, estamos cambiando la composición de la atmósfera y con ello estamos incrementando las posibilidades de eventos metereológicos extremos que causan daños principalmente a nuestra población más vulnerable. Segundo, que las energías renovables tienen la característica de que están distribuidas en el territorio nacional y que posibilitan que cada persona genere, al menos una buena parte, de la energía que utiliza. Precisamente esta posibilidad abre la puerta a una verdadera democratización de la energía propiciando su accesibilidad y sin contaminar.

Por esta razón, estoy totalmente de acuerdo cuando Luis Abelardo González comenta que debemos propiciar desarrollos para el almacenamiento de energía de las fuentes renovables y su interconexión a la red de CFE. Con estas medidas estaremos atacando la variabilidad de las fuentes renovables. Para mí, es muy importante que se promueva la creación de empresas instaladoras certificadas de sistemas pequeños para que las personas podamos generar electricidad en nuestras casas, oficinas, negocios, industrias, etcétera. Les recuerdo, un sencillo ejemplo, que un consultorio dental requiere del orden de 32 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos para generar la energía que usa, este ejemplo puede ser utilizado para estimar lo que se requiere en cada lugar.

De empezar como campañas de promoción de instalación de fuentes renovables, podríamos iniciar una disminución en el uso del petróleo y podríamos vender más barriles y obtener los mismos ingresos que antes; y al mismo tiempo tener una atmósfera cercana mucho más limpia. Las ventas petroleras no tienen porqué estar asociadas al uso del petróleo como energético. Tampoco la energía barata está asociada a que extraigamos el petróleo de nuestro subsuelo. Hoy en día la energía eólica o energía solar son más baratas y no tienen el problema de emitir en el lugar de generación, por lo tanto optar por estas últimas fuentes de energía en conjunto con la posibilidad de generación distribuida dará la oportunidad de que nuestra población tenga acceso a energéticos limpios y baratos.

Dado que tenemos un recurso natural no renovable como el petróleo, propongo que lo extraigamos, lo vendamos o lo transformemos; pero no lo quememos. 

 

 

Lectura 3 - 5 minutos

Las noticias sobre el futuro energético de nuestro país de la última semana son contradictorias o lo aparentan. Primero, el coordinador de Energías Renovables de la SENER propuso, durante los foros organizados por la SENER en Campeche, Tabasco y Tamaulipas para definir el Plan Nacional de Desarrollo, que el gobierno mexicano elevaría el compromiso de 35% a 40% en el uso de las fuentes renovables de energía para fin del sexenio (2024). Por supuesto, que esta noticia va en la dirección hacia propiciar la sustentabilidad y el bienestar social en nuestro país. Sin embargo, no se mencionan las estrategias para lograr este objetivo. Por supuesto, que hay una amplia y diversa comunidad de empresas, organizaciones civiles y académicos que estamos listos para colaborar y conseguir estos objetivos. Segundo, la semana pasada se anuncia que la CFE comprará del orden de un millón de toneladas de carbón para producir electricidad. Unos días después de esta noticia, la CFE comenta que a pesar de estas compras, no está optando por la carbonización de la energía del país; pero enfatiza que está “diversificando” la matriz energética con el uso de carbón y gas natural. Es importante mencionar que no se está diversificando, claramente se está optando por combustibles fósiles que emiten gases de efecto invernadero y cambian la composición de la atmósfera y son causantes del cambio climático antropogénico que estamos sufriendo. Todas las termoeléctricas (alimentadas con carbón, combustóleo o gas natural) emiten gases de efecto invernadero; si bien es cierto que las termoeléctricas de ciclo combinado son más eficientes, también emiten CO2. En cambio las fuentes renovables de energía no lo hacen. Las termosolares, las centrales fotovoltaicas, los aerogeneradores, o las geotérmicas, son plantas generadoras de electricidad que en su operación no emiten gases que cambian la composición de la atmósfera. Los biocombustibles producidos con desechos orgánicos (biogás, bioetanol, biodiesel) son energéticos con emisiones neutras, es decir, emiten lo que la naturaleza puede reincorporar a la masa vegetal y durante los ciclos biológicos no cambian la composición de gases en la atmósfera.

Por estas razones, me parece contradictorio lo que se anuncia en dos entidades encargadas de aspectos energéticos en nuestro país. Estoy de acuerdo, y como ya lo mencioné, estoy listo para colaborar en las acciones para hacer que la matriz energética en el país sea compuesta principalmente por fuentes renovables. 

Desde mi perspectiva, los desarrollos tecnológicos actuales, en cuanto a las fuentes renovables de energías, están contribuyendo a la democratización de la energía al posibilitar que las personas podamos generar la energía que necesitamos en los sitios donde se requiere. En forma análoga a como los celulares democratizaron la comunicación y la información en las personas, ahora la posibilidad de generar energía en casa abre las opciones a que las personas generemos la energía que necesitamos para realizar nuestras actividades cotidianas y con ella fabriquemos o generemos productos y servicios de alto valor de intercambio.

En este tenor, el doctor Constantino Macías García, del Instituto de Ecología de la UNAM, me hizo notar, esta semana, una de las acciones que se está implantando en Alemania por las personas pequeñas en sus escuelas, al ser parte activa en la administración de la energía que se usa[1]. Sí leyeron bien, las niñas y los niños alemanes están involucrándose en la transformación energética en sus escuelas, se encargan de monitorizar el uso de la calefacción y de la electricidad y con ello toman conciencia del uso adecuado de la energía; así la Alemania está formando a su población para el futuro. Lo mismo podríamos hacer en México.

La versatilidad en la generación de energía que tenemos hoy en día, asegura que algún tipo de fuente renovable de energía es más barata que los combustibles fósiles en cada región de nuestro país. Al permitir que la población infantil tome acciones con conocimiento sobre las ventajas y desventajas del uso de las diferentes fuentes de energía, la estamos informando y entrenando para que en el futuro ella tome las decisiones sobre las fuentes de energía.

Con esto quiero enfatizar que dada la tecnología, hoy podemos ejercer el derecho a generar la energía mediante fuentes renovables que necesitamos para las diferentes actividades, sean productivas, sociales o de esparcimiento. Esta posibilidad abre opciones para democratizar la energía, al tener acceso a la energía renovable por todas las personas.

Termino comentando que la transición energética no requiere de apoyos infinitos por parte del sector gubernamental y que la democratización de la energía es una transición que está a nuestro alcance y en nuestras posibilidades de acción. Tomemos el ejemplo de la niñez alemana y hagamos esto en nuestra casa, escuela, oficina, empresa, etcétera, actuemos, no esperemos, para darnos la oportunidad de caminar hacia la sustentabilidad.

[1]https://www.dw.com/en/berlin-students-take-on-the-energy-planning-of-their-schools/av-48108245

 

Miércoles, 20 Marzo 2019 05:25

Edificios grandes y parques públicos

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Hace algunos meses escribía que tenemos miedos y esperanzas en la nueva administración federal que recientemente cumplió 100 días. Ahora tengo que decir que los miedos y las esperanzas continúan. En cambio, a lo lejos, he notado las acciones acertadas de la administración de la Ciudad de México (CDMX), en este texto quiero enfatizar algunas aspectos que debemos retomar en otras ciudades, por supuesto incluyendo Cuernavaca.

En la CDMX se está revisando con cuidado los permisos otorgados para construir edificaciones grandes y, en especial, el cumplimiento de lo otorgado con miras a construir una ciudad sustentable. Además, se está promoviendo el uso de las energías renovables en la ciudad; en particular, el uso de la energía solar. Quiero aquí recordar que en el mes de enero comentaba sobre la pertinencia de construir edificaciones, que parecen ser más baratas; pero que al revisar los temas de servicios de agua, electricidad, vialidades y espacio verdes no lo son; así que es necesario analizar, con mucho cuidado, todos los aspectos para que las edificaciones grandes sean sustentables.

En las ciudades pequeñas como Cuernavaca, existe la estrategia de aumentar la densidad de población con la creencia de que al hacer este aumento, los servicios disminuyen y se incrementa el uso del espacio. Sin embargo, no es suficiente este hecho, sino que al construir edificaciones grandes debemos aumentar los servicios tanto de agua potable como de tratamiento de aguas residuales, el abasto de energía eléctrica, el manejo adecuado de los residuos sólidos, la movilidad de mayor número de personas y vehículos, etcétera. Los aspectos a estudiar son realmente variados, ya que las edificaciones grandes crean problemáticas diversas en cada ciudad con soluciones no triviales y que para dar con algunas posibles estrategias viables se requiere de análisis multidisciplinarios; así que no podemos hacer recomendaciones específicas de aplicación general que contemplen la diversidad de situaciones.

En este pequeño texto, me arriesgaré a hacer una pequeña recomendación general que debe ser adecuada a cada situación en forma específica.

A la par de aumentar la densificación poblacional con la autorización para construir edificaciones grandes, debemos aumentar los espacios de convivencia de la población. Específicamente debemos construir parques y áreas verdes, donde las personas podamos convivir entre nosotros y disfrutar un contacto directo con especies animales y vegetales. Considero que la mayoría de nosotros hemos disfrutado de algún tiempo en un parque, escuchando el canto de las aves, admirando el revolotear de las mariposas, la majestuosidad de algunos árboles o la belleza de pequeñas o grandes flores. Estos momentos disfrutables los pudimos haber tenido en algún parque o haber sido más afortunados y gozado de ellos en la naturaleza lejana de las ciudades, en ambos casos, me parece que todas las personas valoramos estos momentos y aumentan el sentido de pertenencia y contribuyen a consolidar el tejido social.

En este sentido, quiero enfatizar que en Cuernavaca existen muy pocos espacios de este tipo para el número de personas que habitamos la ciudad y deberíamos propiciar que se adecuen más espacios con este fin.

También tengo que reconocer que el Parque Ecológico Chapultepec de Cuernavaca es una maravilla que ha sido mantenida desde hace varios años y que tanto la administración anterior como esta nueva han tomado acciones para preservarlo y actualmente parece funcional. Desde luego, que al igual que muchas personas que lo disfrutamos periódicamente, me gustaría que mejoraran sus servicios tanto ambientales como educativos y de convivencia con la naturaleza y otras personas. Las propuestas de mejora no pueden hacerse con base en ocurrencias; sino que requieren de la participación de expertos en cuestiones ecológicas, también de personas conocedoras del uso del tiempo libre, de aspectos comerciales y hasta de energías renovables. Me parece que el lector estará de acuerdo con las primeras tres ramas del conocimiento; y para enfatizar la última quiero comentar que, en especial, el Parque Ecológico Chapultepec tiene sistemas fotovoltaicos, captadores solares, bombas de agua movidas por bicicletas y tiene, al final de la barranca, una miniplanta hidráulica para producir electricidad, que no ha trabajado cabalmente. Así, este parque puede ser emblemático y mostrar las bondades del uso de las diferentes energías renovables que hoy en día son más baratas que los combustibles fósiles y no emiten gases a la atmósfera, acercándonos hacia la sustentabilidad.

Este parque es visitado los fines de semana por miles de personas morelenses en grupos familiares, de jóvenes o individualmente y ya los visitantes de otras ciudades también lo reconocen como un atractivo natural de Cuernavaca.

Por lo anterior, además de recomendar que el gobierno de la ciudad de Cuernavaca revise con mayor cuidado los permisos que otorga para la construcción de grandes edificios para evitar alejarnos más de la sustentabilidad y preste, junto con el gobierno estatal, mayor atención a este parque y algunos otros en esta ciudad.

Por supuesto, ofrezco mi trabajo y conocimiento para construir ciudades que atiendan estas problemáticas.

Miércoles, 20 Febrero 2019 05:20

La autonomía garante de la diversidad

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En estos días en el ámbito nacional se ha discutido sobre la autonomía de algunas instituciones. Si bien se ha argumentado que algunas instituciones autónomas obedecen a intereses grupales en lugar de velar por el bienestar social, considero que de ser cierto, el error está en la composición de estas instituciones en lugar de cuestionar su existencia.

Nuevamente llamo la atención sobre el trabajo de Donella Meadows, Thinking in Systems, donde alerta sobre la resistencia política que puede haber en un sistema, cuando diversos actores impulsan al sistema en diferentes direcciones para satisfacer objetivos diferentes. Para contrarrestar esta resistencia, lo que propone es atraer a todos los actores para usar la energía de cada uno de ellos y buscar la satisfacción de todos ellos mediante la definición de objetivos más amplios y más importantes en el largo plazo. De esta manera, cada uno de los actores puede impulsar sus propios objetivos, pero en forma conjunta con los otros actores. Desde mi punto de vista, esta es una clara visión sistémica de la compleja problemática que hoy sufrimos en nuestro país. Si bien el discurso oficial de hoy es de inclusión, en la práctica debe enfatizarse. En particular, es importante promover la consideración de actores diferentes en los objetivos de largo plazo, para implantar políticas que desde el corto plazo estén alineadas con un futuro, donde el bienestar social impere, en lugar de definir trayectorias rígidas.

Con esta visión general, ahora déjenme transitar al problema de la autonomía de las instituciones de educación superior. Primero, considero importante mencionar que las universidades tienen, principalmente, los objetivos de preparar los talentos y generar los conocimientos para alcanzar un bienestar social. Ya este lunes el doctor Juan Ramón de la Fuente expuso con detalle, las motivaciones y bondades que hace casi un siglo se argumentaron para dar la autonomía a las universidades, y que, desde mi perspectiva, siguen siendo vigentes. Además aclaró las características que tiene la autonomía en las universidades y la responsabilidad social que conlleva esta autonomía, así como el compromiso con la rendición de cuentas. Hoy en día en nuestro país tenemos un sistema educativo público en el nivel superior muy diverso. Contamos con el Instituto Tecnológico Nacional de México con decenas de entidades en todo el país, Universidades Politécnicas y Universidades Tecnológicas que presentan la característica de depender de las autoridades políticas de cada región o del nivel federal. Por otro lado, también están las diferentes universidades autónomas que precisamente ofrecen una forma diferente de educación e investigación para propiciar el bienestar social. Con una visión reduccionista, esta diversidad de opciones para la educación superior pudiera parecer caótica; sin embargo, en el tema de la educación superior en una sociedad debe responder de manera diversa para poder construir y contender con la diversidad que se requiere en la actualidad. Además, la forma de organización de las universidades autónomas obedece, generalmente, a estructuras multinivel para la toma de decisiones con el objeto de garantizar la buena administración de los recursos y talentos.

Desde una visión sistémica, podemos recordar lo mencionado por Elinor Ostrom en Understanding Institutional Diversity, donde menciona la importancia de contar con sistemas de gobernanza policéntricos para fomentar la capacidad adaptativa de los sistemas sociales. Ella define que sistema policéntrico se refiere a aquellos sistemas donde las personas son capaces de organizarse no sólo bajo un esquema de una autoridad sino de múltiples autoridades en diferentes escalas. Cada uno de estos niveles ejerce considerable independencia para hacer y seguir reglas dentro del dominio de su autoridad. En las universidades autónomas se tienen consejos internos, asesores, técnicos, académicos o universitarios, o asambleas y todas estas autoridades en sus respectivos ámbitos tienen representación de la comunidad universitaria respectiva. Esta organización, que ya de por sí es policéntrica, es compleja y obedece a características específicas de cada comunidad y entorno. La gama de este tipo de estructuras es amplia y, desde mi punto de vista, perfectible, pero está funcionando en la mayoría de los casos.

Esta diversidad en las universidades garantiza a la sociedad una capacidad de respuesta y adaptación ante diferentes problemáticas que un sistema de educación superior sin diversidad no puede ofertar.

Así, desde la perspectiva de los sistemas complejos, nuestra sociedad requiere tener diversidad en las instituciones que preparan talentos y generan conocimiento y al garantizar la posibilidad de autonomía de estas instituciones en la Constitución, es la única forma efectiva de tener la adaptabilidad requerida por nuestra sociedad para transitar hacia el bienestar social.

 

 

 

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La semana pasada se difundió la noticia sobre una propuesta para modificar la Ley de Ciencia y Tecnología. Esta propuesta contiene cambios en la estructura del sector científico tecnológico que debemos analizar con cuidado. En estas líneas brevemente expondré algunas ideas para analizar la propuesta y evidentemente dejaré otras para el futuro.

Primeramente, debemos reconocer que la ciencia se enmarca en actividades participativas de las personas que se dedican a ella y que no se construye con base en verdades absolutas, sino en acuerdos entre las personas que se dedican a ella basadas en información verificada. Además, es común que existan diferentes corrientes de pensamiento, que a lo largo del tiempo convergen en un mayor y profundo entendimiento de los fenómenos naturales o sociales en los que estamos inmersos. La diversidad de opinión es uno de los baluartes de la comunidad científica.

Por otro lado, siguiendo la argumentación de Donella Meadows, en “Thinking in Systems” y de Elinor Ostrom en “Understanding Institutional Diversity”: los sistemas e instituciones deben ser evaluados con base en su desempeño y de ser posible por agentes externos. En este sentido el sector científico también debe estar sujeto a las evaluaciones externas y a contemplar diversidad de opiniones en su seno.

Otro aspecto importante, es que en la mayoría de las sociedades actuales, los científicos se han agrupado en organizaciones que conforman núcleos asesores para los gobiernos y, que basados precisamente en la diversidad de opiniones y de información verificada, orientan las decisiones hacia soluciones científico-técnicas que son priorizadas por la política del gobierno en turno. Dado estas acciones, los gobiernos financian las actividades de estas organizaciones científicas para mantenerlas activas y prestas a colaborar. Este financiamiento debe ser otorgado aunque en ocasiones las academias alerten sobre la posible implementación de políticas que no concuerden con la visión gubernamental en turno.

Recordemos, que uno de los sectores más críticos de toda sociedad siempre es el científico, ya que está entrenado para encontrar aspectos no contundentes en las afirmaciones de otras personas y con ello proponer formas que sean más incluyentes o más precisas en el entendimiento de los fenómenos naturales o sociales.

Desde mi punto de vista, toda modificación a la Ley de Ciencia y Tecnología debe contemplar los puntos señalados arriba y comento que la propuesta no parece incluirlos. Al proponer que el Consejo Nacional de Humanidades Ciencias y Tecnología es el único actor que define la política en este sector y que tiene las facultades de inhibir actividades en algunos tópicos, es totalmente anticientífico. Además, me parece que al dejar a una sola persona tomar de decisiones de una variedad muy amplia de temas, que humanamente son imposibles de comprender a cabalidad, no es deseable. Si se plantea tener órganos consultores, la pregunta es ¿por qué no los existentes? ¿Acaso se desconfía de ellos?, me parece que la suspicacia es extrema. Las organizaciones científicas actuales, las Academias de Ciencias, Ingeniería, Medicina, etcétera, son organizaciones caracterizadas por su diversidad y actitud crítica hacia cualquier propuesta. Esta forma de responder críticamente ante cualquier propuesta, es una de las características del sector científico que los tomadores de decisión deben aquilatar en sobremanera y usarla para evitar tomar decisiones equivocadas.

Basado, precisamente en las propuestas sistémicas de Meadows y Ostrom, las evaluaciones en el ámbito académico deben tener una componente externo. En este sentido el nuevo CONAHCyT, debe tener precisamente evaluadores y consultores externos que critiquen y aplaudan las políticas que defina. En el ámbito científico y de las humanidades la diversidad no sólo es tolerada sino se fomenta con la certeza de poder construir entendimientos y apreciaciones más sólidas e incluyentes de los fenómenos naturales y sociales.

Por estas razones, me preocupa la propuesta de eliminar al Consejo Consultivo de Ciencias (organismo unipersonal) y al Foro Consultivo Científico Tecnológico (asociación de instituciones) como elementos de acompañamiento y vigilancia desde la comunidad científica hacia las actividades del CONHACyT. Para mí es claro que se pueden incluir otras organizaciones desde las raíces de la sociedad; pero eliminar las que pudieran presentar una oposición con base en conocimiento y experiencia me parece una actitud no promotora de la participación de la comunidad científica en la toma de decisiones. También desde mi punto de vista, muchos científicos y humanistas votaron en 2018 por un cambio en el sentido de propiciar mayor participación, para nada en el sentido de la toma de decisiones verticales arguyendo una verdad absoluta. También votaron por un mayor financiamiento a las actividades científicas, humanistas y culturales, aspecto que no se ha cumplido hasta el momento.

En todos los ámbitos científicos y humanistas, el intercambio de ideas con los que piensan diferente se fomenta con el afán de construir, es muy lamentable que esta propuesta de cambio haya sido presentada por un partido, sin haberla discutida con el sector científico tecnológico.

Éstas y otras partes preocupantes de la propuesta, espero hayan sido presentadas causadas por algún error, como ha pasado recientemente en aspectos de financiamiento a las universidades.

Estoy seguro que la mayoría de las personas que participaron en las elecciones del 2018 no votarían por un sistema dictatorial, y, en cambio, sí lo hicieron por la construcción de una sociedad donde el bienestar social aparezca y la diversidad de opiniones sea considerada en forma participativa. La diversidad es fundamental en la construcción del conocimiento y debemos fomentarla en todos los ámbitos de nuestra vida.

 

Miércoles, 06 Febrero 2019 05:13

Un vistazo desde el espacio

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El día de hoy quiero ser especulativo y pensar en la forma en que nos vería alguna civilización extraterrestre. Supongamos que esta civilización hubiera observado el planeta Tierra desde hace algunos milenios y hubiera tenido la oportunidad de observar en detalle el comportamiento de las diferentes especies que habitamos este planeta. Por supuesto, que esta breve descripción tendrá un sesgo y lenguaje profundamente antropocéntrico; pero con esta advertencia prosigamos.

Hace algunos seis mil años, esta civilización extraterrestre se habría percatado de que en este planeta evolucionaban muy diversas especies, desde miniaturas como los insectos hasta mamíferos, que tenían masas varios órdenes de magnitud mayor que los insectos y por eso usaban más recursos, y que la distribución de estas especies obedecía a patrones relacionados con su situación en el planeta, con excepción de una especie que pululaba por todo el planeta y se desarrollaba en cualquier región. Los miembros de esta especie presentaban una masa de las más altas entre las especies y una proclividad a conformar grupos con comportamiento sincronizado. Si bien tenían un comportamiento territorial y preferían permanecer en una región, como muchas otras especies, su movilidad y adaptabilidad en largos períodos de tiempo les permitía avanzar y desarrollarse en situaciones ambientales diferentes.

Hace unos dos mil años las observaciones hubieran sido parecidas a estas: El planeta Tierra está cubierto grandemente por la especie que mostraba mayor adaptabilidad. En ese entonces conformaba grandes conglomerados que habían modificado el lugar donde habitaban. Donde se desarrollaban especies vegetales y animales diversos, ahora se propiciaba el desarrollo de especies que servían de alimento o aumentaban la velocidad de crecimiento de la especie mayoritaria. Aunque el número de individuos de esa especie no era el mayor en el planeta (había algunos insectos o especies acuáticas que los superaban en número) en cuanto a los recursos del planeta que usaban sí eran los de mayor consumo. Usaban materiales y los transformaban, mediante la energía que libera la combustión, usaban la energía que provee el flujo de fluidos (aire y agua) para mover pequeñas máquinas o vehículos que aumentaban grandemente su movilidad.

Las observaciones de hoy en día serían como: Ese planeta azul está infestado por la especie devastadora. Esta especie ha desplazado a todas las otras especies en muchísimos lugares y usa grandes extensiones de tierra para promover su desarrollo a costa del desenvolvimiento de otras especies. Ha descubierto la forma de extraer grandes cantidades de energía de capas internas del planeta y con ello ha modificado la delgadísima capa gaseosa que rodea al planeta. Estas variaciones en la composición de la capa gaseosa ha provocado mayores fluctuaciones en los flujos de masa y temperatura dentro de ella. Con las habilidades de modificación que esta especie tiene sobre los recursos naturales, ha creado materiales desconocidos para las otras especies que permanecen en los entornos, sin ser modificados por tiempos mayores a la vida promedio de los individuos de esa especie fundamentalmente transformadora del entorno y, por ello, estos nuevos materiales no forman parte de los ciclos naturales del planeta. Estos materiales (que no se encontraban disponibles en el planeta con anterioridad) parecen entorpecer el desarrollo de otras especies. Con el uso de enormes cantidades de energía (que sobrepasan grandemente la usada por el resto de las otras especies) para su propio desarrollo, ha empezado a modificar las condiciones físicas y químicas de la delgada capa gaseosa y de la capa líquida que rodea el planeta y con ello disminuido los rangos adecuados de estas variables para el desarrollo de la mayoría de las especies en el planeta. En menos de 200 años, ha modificado sustancialmente estas variables y parece tener una enorme capacidad modificadora de todo el planeta similar solamente a las que tienen las colisiones con objetos extraterrestres, como los meteoritos, o las erupciones volcánicas que han aparecido en épocas anteriores a la aparición de esa especie transformadora en el planeta Tierra.

Esta situación podría ser la que describieran estos seres extraterrestres en la traducción a un lenguaje antropocéntrico. La idea de analizar cómo se vería el comportamiento de las personas desde el espacio me fue sugerida por Eleonora Isunza, que codirige Cinema Planeta con Gustavo Ballesté, quien además me invitó a la XI edición de este festival, donde se abordarán las problemáticas ambientales con una perspectiva desde el espacio, parece una idea interesante que abre vistazos no tradicionales de esta problemática. En este año que se celebra el 50 aniversario del primer alunizaje tripulado, parece ser emblemático el festival. Les anticipo que este año Cinema Planeta se celebrará a finales del mes de mayo.

Quiero cerrar este pequeño texto invitando a reflexionar sobre los temas ambientales en una perspectiva local, sin perder la vista en aspectos globales y de largo plazo. Aunque no parezca los análisis en escalas o periodos de tiempo cortos, nuestras acciones modifican enormemente los entornos debido a las cantidades y tiempos de duración de esas modificaciones, causando nuevas situaciones que no pueden ser resueltas por las especies que habitan esos entornos y, entonces, las modificaciones son mayúsculas y con impactos para nuestra propia especie.

 

 

Miércoles, 30 Enero 2019 05:06

Edificios grandes o pequeños

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Estoy seguro que cada día observamos que en las ciudades se construyen nuevos edificios y hay una tendencia a que éstos sean cada vez más altos. Se han preguntado; ¿la construcción de estos edificios es adecuada? Esta pregunta me surge por múltiples razones. En primer lugar puedo observar esta situación en Cuernavaca, donde vivo, y en la Ciudad de México, que frecuento; pero esta situación me parece que es una constante en la mayoría de las ciudades del mundo.

En muchas ciudades del mundo se construyen edificios con la finalidad de obtener mayores beneficios en el mismo terreno y con ello se infiere que al construir edificios altos y aumentar la densidad de habitaciones u oficinas, se está procurando una mayor eficiencia en el uso de los recursos. A primera vista, esta afirmación parece adecuada; pero al analizarla con mayor detalle, podremos encontrar que no necesariamente el construir edificios altos o grandes implica una mayor eficiencia.

Veamos el caso del suministro de agua, claramente, un edificio alto requiere una mayor cantidad de agua para su correcto funcionamiento. Los requerimientos para dotar de agua potable a las personas que habitan o laboran en el edificio, implicará la instalación de tuberías y sistemas de bombeo. Lo primero, el sistema de tuberías pudiera ser menos caro que el sistema para proveer de agua a varios edificios más pequeños; sin embargo, el sistema de bombeo presenta un comportamiento que se dispara con la altura del edificio. Es decir, existe un tamaño óptimo para el cual el costo de la instalación de agua, es el menos caro por número de usuarios. Además es claro que el agua debe ser obtenida de algún lugar cercano, y si no está disponible en las cercanías, el costo se incrementa.

Otro aspecto a considerar es el sistema de acceso a los pisos superiores, es decir, los elevadores. Por supuesto, que si tenemos una edificación con tres pisos un sistema de rampas pudiera ser suficiente; con lo cual no se requeriría de energía adicional para operar los elevadores. Sin embargo, edificios mayores a los cuatro pisos sí requieren de los elevadores y, por lo tanto, la energía necesaria para su funcionamiento se incrementa. Aspectos similares se pueden mencionar para la iluminación en edificios muy anchos donde la iluminación natural, por ventanas, no sea posible.

También, el aspecto energético puede tomarse en consideración. En el entorno mundial se está observando que en el futuro cercano, la generación distribuida de energía (con fuentes renovables) es una de las principales herramientas para desacelerar y finalmente contender con el cambio climático. En este sentido es claro que sea por energía solar, eólica, biocombustibles, etcétera, la generación local tiene un límite y, por lo tanto, el suministro de energía es limitado y como consecuencia la generación local de energía limitará el tamaño de los edificios. Para ser más claro, déjenme explicar con un ejemplo: En estas líneas he comentado que en la mayoría del territorio mexicano, un sistema fotovoltaico compuesto por 16 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos, es suficiente para generar la electricidad de una casa con un consumo eléctrico alto. Supongamos que el área de planta de esa casa es de 80 metros cuadrados (160 metros cuadrados construidos en dos plantas), por lo tanto, en sus techos se podría generar la energía hasta para cinco casas, es decir un edificio de diez pisos. Esto equivale al menos a 25 metros de altura. Ahora bien, este edificio daría sombra, de tal forma que en su entorno no se podría construir otra edificación con una altura menor a una distancia menor a los 25 metros. Con esta última restricción se trataría de evitar los sombreamientos. Situación similar se observaría en el caso de usar generadores eólicos de eje horizontal, donde también tenemos desvío de los vientos.

Aquí menciono solamente algunos aspectos, pero la energía, el agua, el manejo de los residuos sólidos o líquidos, de la infraestructura para la movilidad, entre otras consideraciones, son las que deben ser contempladas para definir el tamaño de las edificaciones en las ciudades.

Hace medio siglo no se sabía que el uso de los recursos naturales debe realizarse con medida o se ocasiona su agotamiento, o se modifica el entorno, de tal manera que se provocan cambios globales, como el cambio climático antropogénico que estamos padeciendo. El conocimiento científico nos aporta ahora información para poder tomar decisiones.

Con este pequeño texto quiero llamar la atención a los tomadores de decisiones en el ámbito de planeación, para considerar los diversos aspectos en la definición de los tamaños de las edificaciones para conseguir espacios urbanos, suburbanos o rurales verdaderamente sustentables. Hoy en todo el país y en el mundo estamos ante una verdadera encrucijada y solamente considerar los costos en el corto plazo, implica que no estamos pensando en la sustentabilidad que mira hacia la equidad entre las personas que vivimos hoy o vivirán en el futuro.

 

 

Miércoles, 23 Enero 2019 05:02

Visualizando el futuro: transporte eléctrico

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La atención de los problemas urgentes como el combate al robo de combustibles es una de las acciones que está implementado el gobierno mexicano y que no necesariamente son la solución de la problemática de sustentabilidad que enfrenta el país y en general el mundo. En este sentido es que desde otros sectores debemos apuntar a la solución de problemas de raíz y visualizar estrategias que en el largo plazo conlleven a un bienestar social.

Por esta razón, en este texto insistiré en la electrificación del transporte, como una estrategia que plantea solución a diversos problemas que nos aquejan.

Primeramente, la electrificación del transporte público ataca directamente a la producción de gases de efecto invernadero en forma distribuida, es decir, los autobuses impulsados por motores de combustión interna emiten gases que contribuyen directamente al cambio climático y como estos autobuses circulan por las ciudades o las carreteras sus emisiones se distribuyen ampliamente. También estos autobuses son ruidosos y contribuyen a que las ciudades o los lugares cercanos a las carreteras sean lugares donde el ruido de motor sea una constante. Además, los motores de combustión interna disipan mucha energía y calientan el entorno, propiciando el fenómeno conocido como isla de calor en las ciudades. Para sentir este fenómeno basta con acercarse a un autobús en la parte cercana al motor. Desde mi perspectiva, las actuales iniciativas de implantar sistemas de autobuses en carriles confinados puede transformarse en líneas de autobuses eléctricos. Existen dos alternativas en este sentido, primero la de usar autobuses con baterías y otra que funciona muy bien en carriles confinados como lo es el trolebús, un autobús eléctrico que equipado con antenas conectadas a dos cables con energía eléctrica no requiere baterías.

En el contexto de transporte interurbano podemos mencionar como ejemplo a la compañía estadounidense Proterra Inc. que ha puesto en el mercado un autobús eléctrico, con cero emisiones de gases de efecto invernadero durante su operación y que consigue una impresionante autonomía de más de mil kilómetros con una única carga de sus baterías. Entre las ventajas que tiene este tipo de autobuses es que no requiere cambios de aceite, ni darle mantenimiento al sistema de inyección de combustible o al motor de combustión, ni al sistema de enfriamiento, ni requiere filtros catalíticos y, por lo tanto, menos partes para mantenimiento. Estas ventajas pueden ser mejor aquilatadas por los dueños de la líneas de autobuses; y los beneficios a la sociedad ya fueron descritos.

En el ámbito del transporte en las ciudades, podemos observar los autobuses totalmente eléctricos que se han adquirido recientemente (diciembre 2018) en la ciudad de Barcelona. Estos son autobuses articulados que tienen una capacidad de más de 100 pasajeros y pueden cargarse parcialmente con pantógrafo en paradas de 4 y 5 minutos con cargas totales en la noche. En mi opinión este tipo de transporte es ideal para las ciudades con más de dos millones de habitantes en nuestro país, donde ya funcionan sistemas rápidos de autobuses.

En el ámbito internacional la electrificación del transporte es un hecho. Recordemos que ya en el año 2013 la reunión de ministerios de energía y la Agencia Internacional de Energía propusieron una iniciativa para impulsar el uso de vehículos eléctricos para la movilidad. Los países que han decido apoyar esta iniciativa son: Alemania, China, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Holanda, India, Italia, Japón, Portugal, Suecia y Sudáfrica y pretende alcanzar los 20 millones de vehículos eléctricos rodando para el año 2020. En nuestro país estamos solamente 5 años atrás de esta iniciativa y podemos implementar políticas que cambien el actual proceder.

También el sector de la industria automotriz en nuestro país debe tomar cartas en el asunto para no perder las oportunidades que hoy explota. Es claro que dadas las políticas actuales en Europa y China, la demanda de automóviles eléctricos en el mundo se incrementará con la consiguiente disminución de los automóviles con motores de combustión interna y, hasta donde conozco, el sector de la industria automotriz mexicana no ha empezado la transición hacia la producción de las autopartes que se requieren en los autos o autobuses eléctricos; ya que muchas de las autopartes actuales no tienen cabida en los autos eléctricos. Sería muy desafortunado que nuestra industria automotriz perdiera sus nichos de mercados por no cambiar hacia la opción eléctrica.

Insisto, debemos propiciar la electrificación del transporte que de hecho ayudaría a eliminar de raíz el uso del combustible y por lo tanto el robo del mismo.

 

Miércoles, 16 Enero 2019 05:16

Urge la electrificación del transporte

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Sinceramente, no entiendo por qué no se ha electrificado el transporte en nuestro país; en particular el transporte público. Las ventajas de un transporte urbano eléctrico son evidentes: menor contaminación en los trayectos, son menos ruidosos, menos olorosos, etcétera. Se imaginan autobuses eléctricos o trolebuses circulando en los carriles confinados de los sistemas de transporte rápido de las ciudades, sí de los metrobuses. Ya en esta sección he comentado que el antiguo director del metrobús de la Ciudad de México me comentó que este sistema no contaba con autobuses eléctricos porque eran más caros; y a mi pregunta sobre los trolebuses me comentó que también eran más caros por el tendido de los cables. Sin embargo, considero que los costos de la contaminación, el ruido y el transporte del combustible son mayores a los iniciales del costo de los autobuses eléctricos o del cableado para la alimentación eléctrica en el caso de los trolebuses.

Comienzo discutiendo el transporte público, pero cuestionamientos similares se aplicarían para el transporte individual o familiar: el automóvil. ¿Por qué no empezamos a usar masivamente los autos eléctricos? Claramente, en la zona metropolitana de la Ciudad de México y en algunas ciudades cercanas como Cuernavaca el incremento en el uso de autos híbridos es evidente. Sin embargo, el uso de los puramente eléctricos no ha sido tan bien acogido.

También en el caso de los autos eléctricos el principal argumento para evitar su uso es el costo inicial. Antes que nada quiero dejar claro que el costo del kilómetro recorrido en auto eléctrico, es menor al costo de ese kilómetro en un auto convencional bien afinado. Incluso con la nueva tarifa doméstica de alto consumo (DAC) donde el kWh cuesta entre $4.99 y $5.47 (dependiendo de la región geográfica en el país) el precio del kilómetro recorrido en auto eléctrico es cercano al peso por kilómetro. Para comparar calculemos lo que le cuesta a usted lector recorrer un kilómetro con su auto, 1) llene el tanque de gasolina de su auto, 2) anote el kilometraje y recorra un día o una semana y vaya otra vez a la gasolinera a cargar y 3) anote el kilometraje para conocer la distancia recorrida y 4) anote lo que pagó por llenarlo. Haga las siguientes operaciones: divida lo que pagó por llenar nuevamente el tanque 4) por la diferencia entre los kilómetros recorridos (reste 3) a 2. Estoy seguro que ese resultado es mayor a 1.5. Como ya mencioné, en la mayoría de los autos eléctricos este precio por kilómetro es del orden de 1. Es decir, al usar un auto de gasolina se está pagando más dinero por su uso, además de estar contaminando tanto el aire que respiramos, como generando mayor ruido y calentando el entorno de los carros.

Los cálculos anteriores, aunados al desabasto de gasolina que hemos sufrido en los últimos días, nos orillan a repensar en la electrificación del transporte.

Por supuesto, que el uso de transporte eléctrico aumentaría la demanda de electricidad en el país; pero esta electricidad se podría generar con fuentes renovables y, además, aprovechar las posibilidades de la generación distribuida. Es decir, la electricidad que podemos generar en casa, oficina, escuela, empresa o industria con fuentes renovables, especialmente la solar fotovoltaica que además de no contaminar en el sitio, es ya más barata que la electricidad que nos vende CFE en la tarifa DAC.

Por si lo anterior no fuera suficiente, un argumento adicional tiene que ver con el hecho de que un sistema de transporte electrificado disminuye grandemente las posibilidades de existencia de fenómeno huachicolero; la electricidad no se puede almacenar en tambos o cisternas.

Como lo he mencionado ya en múltiples ocasiones, la llamada reforma energética nos dio la posibilidad de generar nuestra propia energía para satisfacer nuestras necesidades. Hoy podemos aprovecharla para generar electricidad y utilizar vehículos eléctricos, sean autos, motocicletas o bicicletas; además de promover la implantación de sistemas rápidos de transporte urbanos, como los metrobuses, que sean eléctricos.

Estas propuestas requieren de una inversión mayor en el inicio, pero los beneficios son en el largo plazo para toda la población. Se imaginan que en la década de los ochentas en la Ciudad de México se hubiera fomentado el uso del auto eléctrico, hoy estaríamos disfrutando nuevamente de la región más transparente. En las diversas ciudades pequeñas como Cuernavaca, es el momento de fomentar el transporte eléctrico para que en algunos años podamos conseguir sus plenos beneficios. 

Miércoles, 09 Enero 2019 05:54

Sobre la seguridad vial

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Durante las pasadas vacaciones decembrinas los viajantes en las carreteras del país pudieron observar, que en algunos tramos los señalamientos no son lo adecuado que debieran o que las indicaciones para poder seleccionar las rutas no tienen la anticipación necesaria. Esta situación se puede observar con mayor claridad en el libramiento de Cuernavaca.

Para los que vivimos en Cuernavaca o quienes transitan de la Ciudad de México hacia Acapulco por carretera, a finales del año pasado observamos un cambio en el libramiento de Cuernavaca, al ver como retiraban parte de los muros que dividían los carriles centrales de los laterales. Esta acción se debió gracias a la presión que desde la inauguración de este libramiento hicimos gran parte de la sociedad cuernavacense, cuando señalamos que el muro divisorio era, además de inoperante, totalmente inseguro; pero que la cerrazón de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) federal, de aquel entonces, no quiso tomar en consideración. Recuerdo claramente como en esta misma sección de opinión, señalé, al igual que muchas otras personas en diferentes medios, que además de lo inoperante de esta división, el libramiento carecía de señalamientos de seguridad adecuados.

Hoy debo reconocer que se ha retirado parte de esta división, donde es posible; pero que la observación de que este segmento carretero no cuenta con los señalamientos adecuados para su uso vial ni de seguridad necesarios permanece vigente.

Se podría actuar y, además de incluir los señalamientos de ruta con la debida anticipación, considero que se podrían analizar las propuestas que indican que este libramiento debe ser reconfigurado para tener un máximo de cuatro carriles con un acotamiento adecuado. Desde mi punto de vista, estas propuestas son muy pertinentes. Además, es muy importante señalar que esta reconfiguración solamente requiere de señalamientos sobre la cinta asfáltica, es decir, pintar adecuadamente los carriles y señalar el acotamiento; es más, podría haber paraderos para posibles averías y evitar que los vehículos obstruyan el flujo en los carriles adecuadamente configurados o que se implementara un transporte público que circulara por el libramiento con paraderos adecuados. Con esto, quiero enfatizar que el costo de esta reconfiguración sería mínimo, ya que solamente requiere de trabajo de escritorio y de instalación de señalamiento sin modificación de la infraestructura actual; pero estas ligeras modificaciones deberían hacerse respetando las normas internacionales para las dimensiones de los carriles.

Conozco que activistas cuernavacenses han estudiado las diferentes propuestas para hacer menos inadecuado este libramiento y con ello hacerlo más adecuado para la población de la ciudad y para los viajeros que lo usan para movilizarse hacia el sur del Estado de Morelos o de Guerrero. En forma similar la comunidad científica de Morelos se ha manifestado en diferentes formas y está dispuesta a colaborar para conseguir un libramiento funcional y seguro para todas las personas.

Sirva este pequeño texto para llamar la atención de los tomadores de decisión a buscar la asesoría de los científicos o de personas diversas que han invertido parte de su tiempo y esfuerzo en encontrar soluciones sencillas a la problemática de vialidad e inseguridad que hoy todavía tiene este segmento de la autopista México-Acapulco. Estoy seguro que la disponibilidad de los científicos e ingenieros en estos temas, o en otros, es un hecho que los tomadores de decisión podrían usar con mayor frecuencia en nuestro país y así construir mejores soluciones.

 

 

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En estos días he leído y oído diversos comentarios sobre que debemos seleccionar entre las ciencias e ingenierías o las humanidades; que las universidades tal y como las conocemos desaparecerán para sucumbir en una versión mercantilista. Estas frases así, descontextualizadas, pueden dar origen a discusiones estériles y sin conclusiones posibles.

En cuanto a la primera frase, desde mi perspectiva es una falsa dicotomía y que no tenemos que optar por una o por otra. En mi opinión, tanto las ciencias e ingenierías como las humanidades son actividades que las personas podemos cultivar y disfrutar por igual. Hoy más que en las épocas pasadas, la información tanto científica como tecnológica abre posibilidades muy interesantes para las ciencias sociales e humanidades y su futuro desarrollo y divulgación; y, al mismo tiempo, las posibilidades de conocer desde cualquier punto del planeta diferentes culturas y apreciar obras filosóficas o artísticas, tanto plásticas, literatura como puestas escénicas, para citar algunos ejemplos, a larga distancia influye en la demanda de nuevos conocimientos científicos y tecnológicos. Aquí quiero mencionar un hecho que he resaltado anteriormente como consecuencia de mis visitas a Haití: durante los siglos XIX y XX Francia becaba a los haitianos para que realizaran estudios en ciencias sociales y humanidades en Francia y evitaba otorgar becas en ciencias e ingenierías.

Como resultado, esta sociedad caribeña no ha podido desarrollar la tecnología para resolver los intrincados problemas socioambientales que ahora lo sumen en la profunda pobreza. Así, la interacción, en nuestros días, entre lo que llamamos ciencia y tecnología y ciencias sociales y humanidades es, por lo menos, multifacética y muy intrincada.

La segunda frase algunas personas la atribuyen a las intenciones de ideología neoliberal por promover las carreras que generen opciones de trabajo en este mundo tecnificado y se menciona que las carreras de ciencias e ingeniería son preferidas por las personas en las universidades, despreciando las carreras de humanidades.

Sin embargo, lo que hemos visto es que la tendencia neoliberal en México ha disminuido dramáticamente el apoyo a ciencias y tecnología y nunca ha cumplido su promesa de invertir el 1% del PIB en este sector. Además esa frase está llena de prejuicios y presupone que las personas con carreras científicas o tecnológicas van o tener una mayor posibilidad de empleo bien remunerado. Hoy en día, los artistas y humanistas tienen la posibilidad de llegar al gran público en todo el planeta, con lo que pueden optar por difundir su obra de una forma más eficiente.

Por esta razón, desde mi punto de vista la afirmación sobre que las universidades están conducidas a no contemplar las carreras humanistas es falsa. Es más, un hecho es que el número de estudiantes en las carreras científicas ha disminuido en las últimas décadas en todo el planeta; y esta situación lo que ha propiciado es que no tengamos las suficientes soluciones técnico-sociales a los problemas actuales que sufrimos. Quizá la verdadera preocupación a la que debemos atender es que la mayoría de la población pudiera acceder a educación de calidad. Sin embargo, sí debemos comprender que los capitales, los fondos de  inversión, los accionistas sin nombre, etcétera, están buscando nuevas formas de obtener más rápidamente beneficios, y la educación superior en general está visualizándose claramente como una forma de negocio y aspiran a sacar del mercado al mayor competidor, el sector gubernamental.

Por razones de brevedad del texto, aquí solamente escribiré que estas formas de negocios deben ser reguladas por la sociedad en general y considerar que la inversión en educación es un bien que conviene a todas las personas.

Mientras más ampliamente conocedoras son las personas de una sociedad, las decisiones que tomen tendrán mayores fundamentos y contemplarán mayor número de posibilidades y perspectivas diferentes con mayores posibilidades de apuntar hacia un bienestar social.

Con este texto, quiero contribuir para convencer al lector que no existe el dilema entre ciencias y humanidades, sino que son expresiones de actividades humanas y, por otro lado, que más que propugnar por la enseñanza de las humanidades en las universidades, debemos enfatizar en que la educación en todos los niveles es una inversión social y como tal debe estar regulada la participación del sector privado. Por supuesto, siempre privilegiando la inversión desde las arcas gubernamentales, que son la fuente de financiamiento para las iniciativas sociales y así, en particular, financiar la educación superior en todas las áreas o dimensiones de nuestra humanidad. Por estas razones, considero que la inversión en educación superior es una de las acciones imprescindibles de cualquier sociedad.

Finalmente, ¡feliz año 2019 para todas las personas en este planeta!

 

 

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La generación de conocimiento básico impacta más allá de donde pensamos. Con esta idea comentaba la semana pasada la necesidad de invertir en ciencia y educación superior para conseguir un bienestar social de largo aliento. En esta ocasión quiero comentar cómo métodos de la física cuántica pueden ser usados para orientar a los gobiernos a seleccionar los indicadores que pueden monitorizar el camino a la sustentabilidad.

Espero con la frase anterior no haber asustado a los lectores, primero a los científicos que pudieran también ser escépticos ante esta frase y tal vez los lectores no científicos, por considerar que la física cuántica está lejos de su entendimiento.

Quiero aclarar que ambos conjuntos están equivocados. A continuación trataré de explicar un artículo que presenta una metodología para seleccionar los indicadores que pueden monitorizar las políticas públicas tendientes a construir la sustentabilidad.

Primero déjenme explicar que la selección de los indicadores que puedan realizar este acto es de importancia para todas las personas que serán afectadas por la implementación de esas políticas públicas.

Como ejemplo, el gobierno puede seleccionar becar a los jóvenes para que se capaciten y puedan conseguir mejores empleos al brindar una mano de obra calificada a las empresas; además puede invertir para que las empresas contraten a jóvenes con talentos potenciados por la educación superior de calidad. Este tipo de políticas pueden ser bien vistas por algunas personas, pero no por otras.  La verdad es que no debemos dejarnos llevar por si son bien vistas o no, lo que requerimos son indicadores que puedan evaluar su efectividad; pero en todas las dimensiones: económicas, sociales, ambientales e institucionales. Así que la primera interrogante, para los gobernantes que proponen esas políticas y también para las personas que las sufrimos, es seleccionar esos indicadores que evalúen la política. Digamos que los indicadores directos pueden ser el porcentaje de la población con educación superior. Otro pudiera ser el porcentaje de personas ocupadas en empleos con salario de especialista; o  las exportaciones de productos elaborados.

Quizá algunos empiecen a dudar de este último, pero las interacciones entre las múltiples vertientes del bienestar social no son evidentes y dependen de muchos factores, por ejemplo, de los recursos naturales del lugar, las costumbres de las personas y el grado de confiabilidad en las instituciones. Así, las capacidades de las personas de diferentes lugares con recursos naturales diferentes requieren de capacitaciones diferentes para producir productos con valor de intercambio (exportables) que les propicien bienestar social.

Tengo que comentar que la ONU ha definido más de un centenar de estos indicadores y algunos gobiernos comprometidos con el diseño de caminos hacia la sustentabilidad han seleccionado otros tantos.

Así que un presidente municipal o un gobernador o un presidente tiene muy diversas opciones para seleccionar indicadores. Podríamos irnos por el camino sencillo y decir: “usemos todos los indicadores que ya han sido definidos”, pero la medición y el posterior seguimiento de estos indicadores requiere de financiamiento y en la mayoría de las ciudades, estados o países el dinero es escaso.

Por supuesto, ya llegamos al punto donde empezamos a sufrir por la propuesta de los presupuestos. La población generalmente está más preocupada por el bienestar individual e inmediato; sin embargo, la planeación y bienestar social en el largo plazo es una de las preocupaciones que debe tener el buen gobernante.

En fin, no me detendré en esta discusión, solamente concluiré que debemos reducir el número de indicadores que monitorizaremos para evaluar las políticas públicas, pero que este conjunto de indicadores debe ser suficiente para verdaderamente evidenciar si las políticas implantadas son las adecuadas.

En este mes publicamos un artículo de investigación en una revista de acceso abierto que aborda precisamente la selección de indicadores que puedan monitorizar el camino a la sustentabilidad en diferentes regiones de acuerdo a sus características ambientales, económicas, organizacionales y sociales.

Este artículo [1] muestra cómo la selección de estos indicadores puede hacerse con la misma metodología para ciudades tan diferentes como Thronjeim, Noruega (solo 11 indicadores); Mascota, Jalisco (solo 16 indicadores) o Cuernavaca, Morelos (solo 16 indicadores). La selección de estos indicadores se basa en un modelo inspirado en la interacción que manifiestan los átomos o moléculas en materiales magnéticos (modelo de spin) y contempla los mecanismos de competencia entre especies biológicas durante la evolución.

Con este sencillo ejemplo quiero llamar la atención a la población en general para que considere la inversión en ciencia, sea física, matemáticas, biología o cualquier otra rama de la llamada ciencia básica, como una de las posibilidades para realmente incrementar su bienestar social.

Sin el entendimiento en los fundamentos de la física no se podría haber diseñado este método de selección de indicadores que pueden monitorizar las políticas públicas. Invito a los lectores interesados a leer los artículos o comunicarse conmigo para poder colaborar y definir los indicadores de diferentes regiones.

[1] https://10.1371/journal.pone.0135250 y https://doi.org/10.1371/journal.pone.0208718

 

Miércoles, 19 Diciembre 2018 05:04

La ciencia impacta más allá de donde pensamos

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Una de las afirmaciones que más quisiera convencer a los lectores de su valía y veracidad es: “La ciencia impacta más allá de donde pensamos”. Desde mi perspectiva, la ignorancia de las posibilidades que da el conocimiento, entendido como una construcción de las personas, para resolver la diversidad de problemas que enfrentamos es una de las limitaciones importantes para resolver esta problemática. Para mí, es claro que la inversión en ciencia y tecnología, precisamente abona en la construcción del conocimiento necesario.

En estas mismas líneas del pensamiento, las instituciones que se encargan de construir este conocimiento son, tradicionalmente, las universidades o centros de investigación. Considero que en nuestros tiempos las personas con un entrenamiento mínimo también pueden construir conocimiento y, en este sentido, la ciencia ciudadana es una de las facetas del quehacer científico que posibilita una mayor usabilidad del conocimiento. Sin embargo, la ciencia ciudadana requiere de apoyo del sistema científico profesional.

Por estas razones, me sorprendió negativamente la propuesta del ejecutivo para presupuesto federal que contienen una reducción en los rubros para las universidades públicas y el órgano encargado de coordinar e impulsar las actividades científicas en el país, actual Consejo Nacional de Ciencia y Tenología (Conacyt). Ya se han analizado algunos puntos y la doctora Brenda Valderrama realizó un interesante análisis del presupuesto[1]. También podemos encontrar desplegados por las instituciones de educación superior en los medios masivos de comunicación, por ejemplo el de la UNAM [2], donde se manifiesta la preocupación de la anunciada disminución en estos presupuestos a la educación e investigación científica.

Tanto la construcción de conocimiento como la formación de talento, son actividades humanas que demandan inversión con un retorno valioso en el largo plazo. No son como las inversiones en el mundo de las finanzas, donde los dividendos se obtienen en períodos de horas o de días. Las actividades científicas o de formación de personas requieren de períodos cercanos a las generaciones de las personas y la conformación de instituciones con tradición. Así podemos observar las tradiciones ya casi milenarias de las universidades europeas o centenarias en el caso de las estadounidenses. En México la tradición no es tan extendida y lamentablemente estas instituciones o tradiciones científicas pueden destruirse en muy corto tiempo.

Con la disminución del presupuesto a estas actividades, en nuestro país, corremos el riesgo de desarticular estas instituciones que nos han permitido contar con un sistema científico profesional que conoce la forma de generar conocimiento útil y de frontera en el ámbito internacional. El sistema de universidades públicas también conoce las formas de formar talento crítico y útil a la sociedad mexicana. Por supuesto, que estos sistemas pueden ser sujetos a evaluación y con ello mejorar su desempeño; aunque no me parece que recortando su presupuesto, sin haber recibido una retroalimentación sobre su desempeño, pueda conducir a una mayor contribución a la sociedad en general. Es importante mencionar que el presupuesto ha mantenido una tendencia a la baja en esta década y el presupuesto para el año 2019 es el menor en los últimos seis años. Para tener los datos concretos el presupuesto para el año 2010 fue de $21 mil 865 millones de pesos de ese año, en 2013 el presupuesto fue de $30 mil 941 millones; en el año 2015 encontramos el máximo de la década con $38 mil 636 millones y la propuesta para el año 2019 es de $24 mil 664 millones, inclusive menor al del 2018. Claramente esta disminución está condenando a la dependencia científica y tecnológica a las generaciones futuras. Desde mi perspectiva, al no invertir en educación superior y ciencia, estamos coartando las posibilidades de que la juventud actual obtengan ingresos mayores basados en el conocimiento y tecnología generados por ella y la condenamos a buscar empleos mal remunerados. Al mismo tiempo limitamos a las empresas e industrias a contratar personas con capacidades mermadas y a buscar soluciones tecnológicas fuera del país.

Estos datos en los rubros de ciencia y educación superior del presupuesto 2019 de la Federación contrasta con un incremento de casi diez veces del presupuesto para energía; y más cuando se pretende construir refinerías que no podrán tener una vida mayor a los 40 años. Sí, menos de una generación. Las personas jóvenes de hoy con alrededor de 20 años, verán como esas refinerías se convierten en edificios inútiles. Recordemos que en la mayoría del mundo se está contemplando seriamente la electrificación de la movilidad, dentro de 40 años la gasolina será objeto del pasado. Otro aspecto contrastante, es que el presupuesto para comunicación del Poder Ejecutivo, el gasto en propaganda, se observa casi duplicado con respecto al 2018.

Considero los diputados deben reflexionar en estas líneas y modificar el presupuesto evitando propuestas que parecen buenas; pero son malas en el largo plazo. Quizá en un período de seis años parezcan adecuadas; pero nosotros no vivimos seis años, sino casi diez veces ese tiempo.

Por estas razones, ya que estoy convencido de que la ciencia impacta más allá de donde pensamos, me uno a los llamados #NoAlRecorteCienciaMx  y #NoAlRecorteEducaciónMx

 

[1] http://reivindicandoapluton.blogspot.com/2018/12/lo-que-nos-depara-el-2019-presupuesto.html

[2] http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2018_839bis.html

 

 

 

Miércoles, 07 Noviembre 2018 05:24

Miquixtli en Cuernavaca

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En varias ocasiones me he referido a la importancia de crear actividades culturales para construir armonía en la población. Hoy quiero enfatizar la celebración de las festividades del Día de Muertos en Morelos. Con la celebración de Miquixtli en Cuernavaca las personas que asistimos al centro de la ciudad entre los días 1 al 4 de noviembre, pudimos convivir y apreciar parte de nuestra cultura relacionada con los recuerdos de nuestros muertos.

En este año pude disfrutar en dos días de las artesanías y de eventos artísticos tanto callejeros como profesionales.

Primero me quiero referir a los callejeros que a lo largo de la calle Miguel Hidalgo, en el centro de Cuernavaca, que va del Jardín Borda a un costado de la Plaza de Armas, se instalaron y con diferentes propuestas artísticas o musicales nos deleitaban. En nuestro caminar, disfrutamos de dúos tocando charangos y cantando con disfraces alegóricos a las catrinas o de interpretaciones de obras clásicas que invitaban a detener el caminar sólo por el placer de escuchar y disfrutar.  Estos músicos se instalaron en las cercanías de los cafés en la calle Hidalgo o de la Casona Spencer y entretenían al caminante o amenizaban el mismo ambiente de los comensales. En particular, la coincidencia de nuestro andar en el tiempo y el espacio, nos permitió escuchar tres excelentes propuestas musicales que disfrutamos ampliamente.

Estas invitaciones de calidad musical excepcional se unían a otras, para compartir con otros andantes, de puestas en escena de obras coreográficas con áreas importantes para la mejora; pero que permitían el contacto remoto y efímero entre las personas que paseábamos por el lugar, al observar los pretenciosos movimientos evocadores de emociones.

En uno de los extremos de la calle Hidalgo, se encuentra el Jardín Borda, donde las tradicionales ofrendas de las diferentes regiones del Estado podrían ser admiradas. También en este jardín se instalaron los puestos de artesanos, desde los tradicionales hasta los artesanos de la tercera edad que ofertaban sus productos y los paseantes comprábamos para usar y disfrutar después.

En mi opinión, las ofrendas diseñadas y realizadas por varias escuelas de la ciudad de Cuernavaca, que se exhibieron en la Casona Spencer, también mostraron la calidad de todos los años anteriores. Paseando entre ellas, pudimos evocar momentos de otros tiempos y apreciar otras manifestaciones teatrales con artistas locales de excelente calidad.

Para finalizar, la calle Hidalgo en la Plaza de Armas se instaló otro sitio para artesanos o puestos de artesanías. Estos puestos adicionales a los que cotidianamente están en el lado sur del Palacio de Cortés o Museo Cuauhnáhuac, también permitían ser espectadores del trabajo de los mexicanos.

Además de estas formas, digamos espontáneas, de interpretaciones artísticas o de comercio en zonas no destinadas para ello; se presentaron en lugares diseñados para estos fines, como la fuente Magna o en la Sala Manuel M. Ponce del Jardín Borda, diferentes eventos teatrales o musicales. Ahí se presentó uno de mis grupos vocales favoritos “Vocal Axolote Ensamble” y que recomiendo ampliamente escucharlos, son un grupo muy talentoso de jóvenes con excepcionales voces.

Claramente, estos esfuerzos de los artesanos, artistas, comerciantes y de las autoridades locales y estatales, durante ya varios sexenios, han fomentado la creación de una identidad entorno a Miquixtli en la ciudad de Cuernavaca que las personas disfrutamos y asociamos con la cultura propia de Morelos. Por supuesto, que a lo largo del tiempo, hay variantes tanto en la forma de organizar como en la selección de los artistas; pero lo importante es preservar la tradición.

En estos momentos de franca incertidumbre por cambios anunciados, pero con amplias esperanzas la preservación de actividades colectivas enfocadas a la ciudadanía, fomentan la cohesión social que tanta falta nos hace en estos momentos, donde también las divisiones parecen ahondarse.

Esperemos que las actividades orientadas a las personas como Miquixtli o la Semana de la Ciencia se preserven y las autoridades actuales las continúen.

Miércoles, 17 Octubre 2018 05:46

Visión al 2050 en energías renovables

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En estos días los comentarios son sobre la transformación de nuestro país que están a la orden del día, en la mayoría de los medios de comunicación las palabras sobre la cuarta transformación son cotidianas. Así que hablemos de transformación aquí también.

La semana pasada en estos comentarios, tocamos las contribuciones que dieron origen a los premios Nobel de este año en economía, enfatizando que los galardonados hicieron contribuciones que involucran los aspectos limitantes del cambio climático y el empuje de la innovación tecnológica en los ámbitos del análisis macroeconómico. Hoy quiero continuar comentando uno de los aspectos que mencioné tangencialmente la semana pasada: La urgente necesidad de cambiar nuestro comportamiento, respecto al uso de la energía para conseguir contender con el cambio climático antropogénico.

Para ello quiero seguir la líneas que planteó hace algunos meses la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), en la propuesta de mapa de ruta para las energías renovables con miras al 2050[1].

En este estudio se concluye que las tendencias actuales de las emisiones, apuntan a que no se cumplirá el objetivo de mantener el incremento de la temperatura en menos de 2°C con respecto a la temperatura de la época preindustrial, a menos que cambiemos estas tendencias. Por lo tanto tenemos que hacer algo.

En ese estudio, se enfatiza que los planes gubernamentales siguen muy lejos de satisfacer las necesidades de reducción de las emisiones. Claramente, no es cuestión de encontrar más yacimientos de petróleo, sino de la necesidad de no quemarlo, dado que existen otras fuentes de energía.

Con las políticas actuales, el mundo agotaría en menos de 20 años su “presupuesto de carbono” (CO2). Es decir, mientras que los combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural y el carbón sigan siendo predominantes en el conjunto de las fuentes de energía, las consecuencias de un cambio climático global serán catastróficas.

Para contender con esta tendencia, IRENA propone actuar en seis ámbitos:

  1. Aprovechar las potentes sinergias entre la eficiencia energética y las energías renovables.

El efecto de estrategias dirigidas a utilizar la eficiencia energética y las fuentes renovables de energía pueden satisfacer rentablemente la mayoría de las necesidades de descarbonización relacionadas con la energía para 2050.

  1. Planificar un sector eléctrico en el que una elevada proporción de la energía sea renovable. Modificar los aspectos normativos del sector eléctrico para contemplar a la energía solar y eólica como las columnas vertebrales de las redes eléctricas. Esto implica una planificación del sector eléctrico enfocado hacia la generación distribuida.
  2. Aumentar el uso de la electricidad en el transporte, los edificios y la industria. Deben construirse las normas de ordenación urbana y construcción para hacer posible una descarbonización exhaustiva y rentable de los sectores de transporte, doméstico e industrial mediante electricidad. También es muy importante considerar la bioenergía moderna, la energía solar térmica y la geotermia, como parte fundamental de la mezcla de fuentes renovables de acuerdo con el entorno del uso específico de la energía.
  3. Fomentar la innovación en todo el sistema. Las iniciativas de innovación deben abarcar todo el ciclo de vida de una tecnología, incluyendo las fases de demostración, implantación y comercialización. Esta innovación debe considerar los enfoques de gestión de los sistemas energéticos y de los mercados, así como los modelos de negocio y concienciación de los usuarios. Para conseguir las innovaciones que necesita la transición energética, los gobiernos nacionales, los actores internacionales, el sector privado y el social deberán actuar de forma intensiva, enfocada y coordinada.
  4. Armonizar las estructuras socioeconómicas y la inversión con la transición hacia las renovables. Cuanto más rápido se materialice la transición energética, menores serán los costos de adaptación al cambio climático y el trastorno socioeconómico. El sistema financiero debe armonizarse con mayores requisitos de sustentabilidad y transición energética. Es indispensable que los costos económicos reflejen debidamente los costos ambientales y sociales del uso de combustibles fósiles y con ello contribuyan a eliminar obstáculos para acelerar la implantación de soluciones basadas en las renovables. Es fundamental proponer estrategias que fomenten las inversiones distribuidas (eficiencia energética y generación distribuida), muchas de ellas pueden ser sociales.
  5. Velar porque los costos y beneficios de la transición se repartan de forma equitativa. El alcance de la transición necesaria es tal que sólo se podrá conseguir por medio de un proceso colaborativo en el que se involucre toda la sociedad. Recordemos que la energía se puede ver como un bien común y su uso debe ser pagado en forma equitativa por todos los miembros de la comunidad. El acceso universal a la energía es un componente esencial de una transición justa y equitativa. Se debe promover un sistema de contabilidad social que visualice las contribuciones a la transición y las obligaciones que conlleva para ciudadanos, comunidades, países y regiones. Hay que avanzar en la definición y establecimiento de un contexto equitativo para compartir los costos de la transición, al tiempo que se promueven y facilitan estructuras que permitan un reparto equitativo de sus beneficios.

Por supuesto, que estas líneas son solamente el resumen de la propuesta, pero considero importante mencionarlas y apoyarlas. Hoy que en nuestro país se están definiendo las políticas para los próximos años que afectarán por el resto de nuestras vidas; es imperioso tener una visión de largo plazo que seguramente evidenciará que el único futuro está basado en las energías renovables.

Enfatizo: Hay que cuidar al petróleo, no lo quememos. Un México basado en energías renovables en el 2050 es posible, hagámoslo, recordemos que ese futuro no está lejos para la mayoría de las personas que habitan este planeta.

[1] http://irena.org/publications/2018/Apr/Global-Energy-Transition-A-Roadmap-to-2050

 

 

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Aunque decidí titular este comentario mencionando el desarrollo económico, estoy pensando en el bienestar social. Sin embargo, la nota es el Premio Noble de Economía y este premio se otorgó en la economía. Si bien es cierto que fue en la macroeconomía. Quiero comentar que en la jerga de los versados en economía, al hablar de desarrollo económico se está invocando a frases cargadas de ideología que evitan la discusión y los acuerdos, cuando otros invocamos el desarrollo sustentable y algunos más radicales evitan la palabra desarrollo. Pero no me voy a detener en estas sutilezas, sino trataré de explicar en términos cotidianos la importancia de que la Academia Sueca haya decidido otorgar el Premio Nobel de Economía a: William D. Nordhaus (Yale University) por la integración del concepto de cambio climático con una perspectiva de largo plazo en el análisis macroeconómico; y Paul M. Romer (NYU Stern School of Business) por integrar la innovación tecnológica en el análisis macroeconómico con una perspectiva de largo plazo. En síntesis la Academia Sueca premia a dos destacados economistas por realizar trabajo con miras en el largo plazo y con dos aspectos fundamentales de nuestros días: el cambio climático y la innovación tecnológica.
En palabras de la Academia Sueca[1]: William D. Nordhaus y Paul M. Romer han diseñado métodos para abordar algunas de las preguntas más básicas y apremiantes de nuestro tiempo, acerca de cómo creamos un crecimiento económico sostenido y sustentable en el largo plazo. A continuación la propia academia abunda en la información, aclarando que han ampliado significativamente el alcance del análisis económico, al construir modelos que explican cómo la economía de mercado interactúa con la naturaleza y el conocimiento.
Por supuesto, estamos de acuerdo con la importancia de estos tópicos. De hecho en estos comentarios hemos abordado varias veces la necesidad de enfocar los estudios en las interacciones entre los ámbitos económicos, ambientales, sociales y organizacionales de la sustentabilidad. Los lectores no nos dejarán mentir, al recordar nuestras frases dirigidas a estudios en el largo plazo para contender con las contradicciones entre estos ámbitos que debemos dirimir para conseguir la sustentabilidad.
Paul Romer modeló cómo las decisiones económicas determinaban la creación de la tecnología y no sólo la tecnología era el motor de la economía. Consideró los efectos en ambos sentidos y para ello necesitó una visión de largo plazo. De esta manera, sus modelos han generado nuevas investigaciones sobre las regulaciones y políticas que fomentan nuevas ideas y bienestar en el largo plazo. Para nosotros, lo importante es contemplar que las políticas definidas para fomentar la innovación tecnológica tiene repercusiones en el bienestar de las personas, sí se analizan en el largo plazo.
Entre tanto, William Nordhaus se convirtió en la primera persona en crear un modelo de evaluación integrado de la economía y el ambiente, es decir un modelo cuantitativo que describe la interacción global entre la economía y el clima. Su modelo considera teorías y resultados empíricos de la física, la química y la economía. El modelo de Nordhaus ahora está ampliamente difundido y se utiliza para simular cómo la economía y el clima coevolucionan. Sus herramientas nos permiten simular cómo la economía y el clima co-evolucionan bajo supuestos alternativos sobre el funcionamiento de la naturaleza y la economía de mercado, incluidas las políticas. Nuevamente su modelo se utiliza para examinar las consecuencias de las intervenciones de política climática, por ejemplo, los impuestos al carbono en el desarrollo económico y se está ampliando para considerar el bienestar social.
Es importante mencionar que en las primeras entrevistas después de conocerse la noticia de otorgamiento del Premio Nobel [2], Romer enfatizó que sí es posible atender las medidas urgentes, como la señaladas por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas, para no incrementar más de 1.5 grados la temperatura en el futuro cercano. Esto debido a que las personas tienen una gran capacidad para resolver los problemas; pero que se debe evitar apreciar como catastrófico e irresoluble la problemática de cambio climático, ya que sí tiene solución. Nordhaus señaló que debemos pensar en el largo plazo y lo global para poder contender con este cambio climático antopogénico. En otras palabras, recordar que nada está lejos y que todo tiempo nos llega.
Quiero recordar que en estos comentarios, he mencionado varias veces a otra persona ganadora del premio Nobel de Economía en 2009, Elinor Ostrom, quien con sus contribuciones en el entendimiento de la gobernanza de lo común, también nos brinda herramientas para construir un bienestar social.
Los invito a leer y difundir estos logros científicos en el área de la economía que apuntan más bien a una generación multidisciplinaria de conocimiento, donde debemos enfocarnos más a la compresión de las ideas que a la definición de conceptos o vocablos propios de las jergas disciplinarias.
Finalizo, comentando que las ciencias sociales y económicas deben redoblar los esfuerzos, al igual que las exactas y naturales, para que las personas que tomamos las decisiones votando, tengamos conocimiento adecuado para elegir a otras personas que puedan con conocimiento resolver nuestros graves problemas locales y globales en el largo plazo.

[1]https://www.nobelprize.org/prizes/economics/2018/press-release/
[2] https://www.theguardian.com/world/2018/oct/08/two-us-economists-win-nobel-prize-for-work-on-climate-and-growth-william-nordhaus-paul-romer

 

Miércoles, 03 Octubre 2018 05:35

De magnos edificios

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Se han preguntado ¿cuál el tamaño máximo que puede alcanzar un edificio? Esta pregunta surge dado que cada año o más frecuentemente podemos ver, leer o escuchar que se está construyendo un edificio más grande. Recuerdo mi niñez cuando se decía que la Torre Latinoamericana en la Ciudad de México era la más alta del país. Por supuesto, que en esa época al pasar a su lado la veía enorme, aunque la verdad es que también los edificios de Tlatelolco me parecían muy grandes. En las películas de aquellas épocas el Empire State era un edificio emblemático por su altura.  La misma idea surgió al construir el Hotel de México en el entonces Distrito Federal. Así podemos ir contando en diferentes latitudes, cómo los edificios han sido construidos para mostrar que se puede hacer uno más grande.

Esta desmedida ambición por construir edificios altos, puede ser una característica de las personas que buscan dejar algo para la posteridad. Esta ambición data desde los palacios chinos o las pirámides de Egipto o las pirámides de los antiguos mexicanos. Como ejemplo citemos la pirámide del Sol y la Luna en Teotihuacán o la pirámide de Cholula o las construcciones en Chichen Itza y Uxmal. Me restrinjo a nuestro entorno cercano; pero en cada civilización encontramos algún ejemplo.

Desde mi perspectiva, la idea de construir edificios, puentes, centrales eléctricas, presas, trenes, aeropuertos cada vez más grandes parecería un reto interesante; pero hoy en día con los avances que tenemos en el conocimiento de las consecuencias de nuestras acciones, merece detenernos a reflexionar sobre la pertinencia de abordar este desafío. Claramente, el reto de construir algo más grande es tentador y merece estudiarlo, dado que ahora que conocemos los impactos de lo que construimos, debemos reflexionar sobre las consecuencias de poder vencer este desafío.

Primeramente, la construcción de una edificación tiene un fin y debemos preguntarnos si ese fin requiere del tamaño planificado para satisfacer la necesidad planteada. El edificio ¿alojará oficinas, escuelas, empresas, industrias? Claramente, su destino definirá la necesidad de construirlo y su tamaño. La definición de su tamaño implica que pudiera cumplir con sus objetivos en cuanto a funcionalidad y debemos también considerar la forma en la que satisfacerá esos objetivos.

Hoy en día en la mayoría de las ciudades cuando se planea una edificación, se demanda a la compañía encargada de la electricidad el suministro de la energía para el funcionamiento de la edificación. Lo mismo sucede con la demanda de agua, gas o desalojo de las aguas residuales o de los residuos sólidos originados por su funcionamiento. Sin embargo, considero que hoy estamos en una posición de cambiar esta forma de proceder y, en este pequeño escrito, quiero llamar la atención para poder cambiar la manera en la que las personas simulamos resolver los problemas que ocasiona nuestro vivir.

Desde mi perspectiva, el hecho que hoy sabemos que el uso de las gasolinas, los envases de plástico y muchas otras cosas de nuestra vida cotidiana causa problemas en el corto y largo plazo, implica que debemos tener conciencia de que nuestros actos afectan positiva o negativamente el bienestar de otras personas que comparten nuestro tiempo o que vivirán en el futuro, implica que debemos reflexionar antes de actuar.

Las construcciones majestuosas implican una demanda de servicios igualmente majestuosa y debemos preguntarnos cuál sería el límite a esa demanda.

En el caso de los edificios, podría ser que el tamaño fuera limitado por la disponibilidad de los recursos para su funcionamiento. Déjenme ilustrarlo con la energía.

El tamaño de un edificio pudiera estar limitado en su altura por la disponibilidad de la energía que pudiera ser generada en su techo. Es decir, las autoridades, o más bien los ciudadanos podríamos exigir que las autoridades limitaran el tamaño de los edificios de acuerdo a la energía que demanden para su funcionamiento. En la Ciudad de México podríamos decir que por cada metro cuadrado se podría generar 0.5 kwh al día de energía y así determinar, de acuerdo al uso del edificio su altura. Por ejemplo, un consultorio dental debería ser construido con una superficie mínima de 32 metros cuadrados, para que un sistema fotovoltaico con esa superficie pudiera proveerlo de su energía. Una casa habitación podría necesitar del orden de 16 metros cuadrados para satisfacer su demanda de energía con paneles fotovoltaicos.    

Toda la argumentación anterior para poder afirmar que es muy importante que desde nuestro cotidiano actuar, reflexionemos en los impactos que tendrán nuestras pequeñas acciones y limitemos los posibles daños a nuestro entorno o a nuestros semejantes.

Hoy más que nunca quisiera que los políticos que hoy están tomando sus posiciones en diferentes lugares del país, pudieran evitar construir obras faraónicas que efímeramente serán recordadas como obras que alimentaron sus egos; pero que no resolvieron los problemas que nos aquejan en el largo plazo.

 

Miércoles, 26 Septiembre 2018 05:17

La inversión en ciencia, una acción postergada

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La semana pasada estuve en Buenos Aires, Argentina, en una reunión del Centro Latinoamericano de Física (CLAF), organismo de la UNESCO que tiene como objetivo, potenciar la colaboración en el ámbito de la ciencia entre los países y las personas de los países de la región. Esta reunión fue hospedada por la reunión de la Asociación de Física Argentina (AFA), donde se hizo un homenaje a los creadores del CLAF: Juan José Giambiagi (Argentina), José Leite Lopes (Brasil) y Marcos Moshinsky (México). En la asamblea del CLAF se leyó un comunicado de la AFA, donde manifiesta preocupación por la disminución del presupuesto para apoyar las actividades científicas en Argentina. En este documento, se plantea que la forma de construir un verdadero beneficio social pasa por la generación de conocimiento.

Como podemos apreciar, la situación de abandono de la ciencia en los países Latinoamericanos por parte de los gobiernos y del sector industrial o empresarial es una situación compartida. Con esta forma de actuar, las sociedades latinoamericanas renuncian a su capacidad de generar productos o servicios con alto valor agregado y asumen, sin cuestionar, un rol de proveedores de productos sin procesar y servicios de bajo valor agregado. Esta situación enfatiza la necesidad de basar una productividad en mano de obra barata, con la consecuente pobreza económica de su población, al no recibir suficiente remuneración por un trabajo o producto sin alto valor de intercambio.

Es importante mencionar que en otras regiones en el mundo, la inversión en ciencia y tecnología por parte de los gobiernos y de las empresas (privadas o sociales) asegura la generación de productos y servicios de alto valor agregado, con la consecuencia de ofrecer empleos bien remunerados a la población que le son suficientes para alcanzar un relativo beneficio social.

Es importante enfatizar la visión de Gambiagi, Leite Lopes y Moshinsky, al proponer una institución que fomenta la colaboración como medida para generar conocimiento en la región Latinoamericana y que fue establecida hace unos 55 años. Sin embargo, tenemos que decir que en la región existe una colaboración que no es suficiente y que estamos más atentos a lo que sucede en Europa, en los Estados Unidos o en el Canadá, que en compartir las contadas instalaciones para generar conocimiento científico en la región. Aunque existen interesantes esfuerzos realizados por Brasil hace unos 20 años, al aportar más de 10 veces lo que otros países para mantener el CLAF, o las actuales ofertas de becas, por parte de nuestro CONACyT, para que personas latinoamericanas puedan estudiar un posgrado en México.

La oferta de becas por parte de México es consonante con la forma en que nuestro país considera a la educación superior como un derecho y no como un servicio. Considero importante detenerme en este punto. La concepción de la educación superior, que han mantenido las universidades públicas mexicanas, como un derecho de las personas y, por lo tanto, como parte del compromiso que forma el contrato social por el que vivimos en comunidad, contrasta con la visión de considerar a la educación superior como un servicio que debe ser brindado por el sector privado. Estas dos visiones, están confrontándose en nuestros países. Si bien, en México, el sistema de educación superior pública ha crecido; pero se ha dirigido fundamentalmente a formar personas con competencias, en concordancia con el actual sistema empresarial o industrial basado en mano de obra barata; en lugar de propiciar la formación de talento para la generación de conocimiento desde lo local que conduzca a alternativas para construir empresas o industrias, basadas en ese conocimiento, para que la población pueda intercambiar productos o servicios de alto valor agregado. Por supuesto que esto último, debe realizarse bajo un esquema de sustentabilidad y generar progreso económico y bienestar social.

Hoy en nuestro país con tantas esperanzas y tantos miedos ante el inminente cambio en el gobierno, muchos deseamos que el apoyo a las actividades científicas sea considerado prioritario aunque, de entrada, se nos ha dicho que permanecerá igual. Hecho que, desde mi perspectiva, es equivalente a condenar el futuro de varias generaciones a una vida basada en salarios bajos y pobreza económica.

La perspectiva en el estado de Morelos no ha podido ser aquilatada, ya que no se han dado a conocer los detalles de la política científica y mucho menos se han compartido los retos planteados por el gobierno entrante para el sector científico morelense. Si se comparten los retos se puede construir conjuntamente políticas que conlleven el uso de conocimiento para la toma de decisiones y la generación del tan anhelado bienestar social.

Claramente, el menosprecio a la ciencia en la región Latinoamericana es un mal compartido por los gobiernos; pero las personas no podemos cruzarnos de brazos y resignarnos al retraso en la construcción del camino que la ciencia abre para todas las personas de nuestro entorno local, nacional o continental. Exijamos a las autoridades, que fueron electas por nuestros votos un giro en el timón y que brinden un verdadero o contundente apoyo financiero a las actividades de ciencia y tecnología, no posterguemos la inversión en ciencia, recordemos que el financiamiento a las ciencias no es un gasto, es una inversión para esta y las futuras generaciones.

 

Miércoles, 22 Agosto 2018 05:34

Innovación en el sistema energético

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El pasado mes de mayo la Agencia Internacional de Energía (IRENA) dio a conocer su reporte sobre innovación para transformar el sistema energético global. Debo comentar que IRENA es el organismo internacional que promueve con mayor ahínco el uso de las fuentes renovables de energía y, desde mi punto de vista, tiene excelentes reportes que son materia para tomar decisiones de política pública o de selección de nichos de oportunidad para inversionistas y organizaciones civiles en busca de soluciones sustentables.

Entre los hallazgos de este estudio de IRENA, podemos encontrar que la evidencia indiscutible del inicio de un cambio en el sistema energético global, conducido por las necesidades de conseguir que la energía sea accesible, segura y contienda con el cambio climático. Este cambio es posible debido a que actualmente las fuentes renovables son competitivas en el costo y a que están emergiendo tecnologías innovadoras tanto en política como en el mercado.

Señala, el reporte, que las innovación tecnológica ha sido y será un aspecto importante para facilitar el proceso de cambio; sin embargo estas innovaciones requieren ser conducidas con mayor esfuerzo hacia los retos que representa la integración de la generación con renovables al sistema eléctrico; además de integrar adecuadamente este tipo de generación con los usos finales en el transporte, industria y edificaciones.

Desde mi punto de vista, uno de los aspectos más importantes para nuestras comunidades y en general para nuestro país, es el hecho de que los aspectos a innovar requieren ir más allá de las cuestiones tecnológicas o de demostración. Hoy requerimos que la innovación basada en conocimiento transforme las formas tradicionales de hacer negocios, políticas públicas, procesos de adopción y, por supuesto, de los mercados mismos de la energía.

El reporte enfatiza que los gobiernos deben fomentar la innovación en todas las etapas para conseguir que las renovables lleguen a los usuarios finales. Los programas de fomento deben ser cuidadosamente priorizados y no deben dejarse exclusivamente a las leyes del mercado. En particular, que la innovación debe contener sus tres diferentes formas la de empujar (push), la de madurar (nuture) y la de facilitar (facilite).

Claramente el reporte señala que la inversión del sector público en energías renovables, necesita ser fomentada, sostenida e incrementada. La inversión del sector privado requiere de un pensamiento nuevo y de acción coordinada con el sector público y social.

Los aspectos cruciales para la integración de las fuentes renovables, requieren de innovación en la operación de los sistemas energéticos y la electrificación del sector de usuarios finales. Los sectores industriales y de transporte requieren especial atención. Ya que el primero, en el ámbito internacional es el causante del 17% de las emisiones de CO2; mientras que el segundo es responsable del 11% de las emisiones actuales. En particular, respecto al sector de transporte señala que se requiere poner atención en el transporte de carga y en el aéreo.

De este reporte de carácter mundial, dedicado especialmente a los hacedores de políticas, podemos retomar acciones en nuestras localidades. En el ámbito nacional debemos cuidar los recursos fósiles y evitar venderlos o quemarlos. Los hidrocarburos son y deberán ser utilizados en la fabricación de materiales de uso diferente a los naturales, en lugar de ser quemados para obtener energía. Las tecnologías que hoy existen, posibilitan que la energía que usemos provenga de fuentes renovables, reservando los hidrocarburos para otros fines diferentes a los energéticos. En el ámbito estatal, en Morelos tenemos el recurso solar disponible en más del 90% de territorio. Con un promedio superior a 5 kWh diarios de energía solar, las posibilidades de generación distribuida en Morelos son verdaderamente alentadoras. Es decir, los gobiernos estatales y municipales deben fomentar el uso de la energía solar en cada edificación, sea residencial, industrial o de servicios. Hoy es posible generar la energía eléctrica en cada edificación o usar los captadores solares para calentar agua o fluidos en usos térmicos a precios competitivos y evitando la emisión de gases de efecto invernadero.

En estos días de definiciones específicas de las políticas públicas por las autoridades electas en todos los niveles, los tomadores de decisiones deberían asesorarse para, con base en conocimiento, establecer estas políticas y sus respectivos indicadores. Desde mi perspectiva, la definición de los indicadores posibilitará una verdadera evaluación, en el futuro cercano del desempeño de estos gobernantes por parte de la ciudadanía y son parte fundamental del establecimiento de las políticas.

Reiteramos, nuestro compromiso por trabajar en la dirección de construir un futuro sustentable, donde propiciemos un balance entre los aspectos sociales, económicos, ambientales y organizaciones que conlleven al bienestar social.

[1] IRENA (2018), Innovation priorities to transform the energy system, International Renewable Energy Agency, Abu Dhabi. ISBN 978-92-9260-065-5

 

 

Miércoles, 15 Agosto 2018 05:35

Turismo social, una propuesta desde la ciencia

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En estos días llegó a mis manos un ejemplar de la revista Ciencia y Desarrollo editada desde hace 44 años por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Con ella recordé precisamente los primeros números y la primera suscripción que pagué con el salario que obtuve por haber impartido clases de regularización a compañeros de primer grado cuando estudiaba la secundaria. Recuerdo muy claramente los cuentos de Arthur Clarke y de Isaac Asimov. El dinero que invertí en la suscripción anual fue una de las mejores inversiones de mi vida. La lectura de los artículos de esos números fueron elementos que motivaron mi decisión de estudiar física.

En esta ocasión me sorprendió gratamente la lectura de artículos con un verdadero énfasis en la llamada ciencia útil. En el número de abril y mayo del 2018 que cayó en mis manos pude leer seis artículos sobre el tema de Turismo Social. Estos artículos están enfocados a la península de Yucatán y su lectura me permitió reflexionar sobre los caminos que debemos propiciar para conseguir el bienestar social.

En el primer artículo “Las comunidades: Agentes turísticos clave para salvaguardar el patrimonio cultural” [1] se comenta que: “el sector turístico ha experimentado profundos cambios motivados por la rápida modificación de su entorno social y económico. Las nuevas demandas de los viajeros y turistas, así como el diseño de estrategias para potenciar un turismo sostenible y responsable, han dado lugar a la elaboración de estudios y modelos de gestión turística, como el turismo sostenible o el turismo comunitario”. Con estos hallazgos se detecta que las comunidades están dispuestas a abrir su patrimonio cultural, para un uso turístico a cambio de obtener beneficios económicos bajo acuerdos institucionales que también respeten sus formas de vida. La conciliación de los intereses de las comunidades y de los turistas es una tarea de las instituciones actuales y futuras, para garantizar la sostenibilidad de la actividad turística y la sustentabilidad de las poblaciones y el entorno natural y cultural.

Otro de los estudios plantea que es necesario “Conocer para cuidar: Una forma de valorar el patrimonio en localidades de Mérida, Yucatán”[2]. En este artículo se plantea una metodología encaminada a detectar los recursos patrimoniales y garantizar las mejores actuaciones para generar productos turísticos de una forma sustentable. Esta metodología en forma simplificada se puede resumir en 5 pasos: 1. Realizar el inventario de los recursos turísticos con la participación de las personas de la localidad; 2. Determinar el perfil de visitante que actualmente o en el futuro se desea; 3. Evaluar el potencial turístico con miras a obtener retribuciones económicas evitando los desequilibrios entre las dimensiones naturales, económicas, sociales y organizacionales; 4. Planificación territorial turística participativa para diseñar el producto turístico en el largo plazo; y 5. Finalmente se diseña el producto turístico con alto valor agregado y miras en el largo plazo.

En esta ocasión quiero comentar un tercer artículo “Turismo alternativo en la Península de Yucatán”, el que comenta la necesidad de realizar una evaluación de la aptitud natural del territorio como primer paso para generar información de las características naturales del territorio. Esto permitirá planear las formas óptimas de su uso para el turismo alternativo. Para ello es muy importante integrar las dimensiones de la sustentabilidad: Naturaleza, Economía, Sociedad y Organizaciones con el objetivo de generar las capacidades técnicas y organizacionales locales necesarias para traducir la riqueza natural en un bienestar social para las comunidades. El artículo termina comentando que es importante “Reconocer la aptitud natural de la Península de Yucatán para ecoturismo, el turismo de aventura y el turismo rural es, por lo tanto, fundamental para iniciar un proceso estratégico de planificación territorial, orientado a generar productos turísticos innovadores y competitivos que contribuyan a impulsar el desarrollo sustentable de las comunidades rurales”.

El sabor de boca que me dejó la lectura de este número de Ciencia y Desarrollo fue muy agradable. Desde mi perspectiva es un claro ejemplo de la construcción de acciones sociales, derivadas del conocimiento científico amalgamado con el conocimiento tradicional para propiciar el bienestar social. Acciones como las desarrolladas por el grupo de científicos, trabajando en la península de Yucatán con las personas de las comunidades, deben ser un ejemplo que imitemos en el resto del país. A la vez éste es un claro ejemplo de que la ciencia (natural, exacta o social) es aplicable y útil para resolver la compleja problemática que hoy enfrentamos.

[1] Pérez González et al. http://cienciaydesarrollo.mx/index.php?p=articulo&id=335

[2] García Gómez et al. http://cienciaydesarrollo.mx/index.php?p=articulo&id=337

[3] Ayala Arcipreste y Arteaga Aguilar http://cienciaydesarrollo.mx/index.php?p=articulo&id=338

 

 

Miércoles, 01 Agosto 2018 05:22

Sin popote, por favor

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Hace algunas semanas que se ha lanzado una propaganda para evitar el uso de popotes plásticos como una alternativa para disminuir la contaminación plástica que estamos ocasionando. Por supuesto, que me parece un esfuerzo que debe apoyarse; pero lo considero insuficiente. Claramente, al no usar los popotes disminuimos la contaminación; pero el resultado es mínimo.

Una alternativa mayúscula sería reciclar todos los artefactos de plástico que utilizamos; pero esta alternativa no es realmente viable. El problema radica en que la mayoría de los plásticos son muy baratos y con ellos podemos transportar fácilmente objetos, líquidos o productos. Los costos asociados a estas bolsas o estos envases son mínimos y no compiten con los reusables. La opción de reciclaje es importante; pero no es fácil reciclar los plásticos. Una de las dificultades reside en que hay diversos tipos de plásticos y aunque la mayoría de los productos están clasificados, no siempre el reciclado puede ser completo.

En particular, los símbolos triangulares con números que encontramos en la mayoría de los plásticos indican el tipo de plástico y con ello la temperatura y proceso de reciclamiento. En general se identifican siete tipos de ellos y con ello sabemos que una planta recicladora de plásticos completa debe implementar los siete procesos. Claramente, esta situación incrementa la inversión necesaria para establecer una industria recicladora de plásticos. Además, debemos considerar que los costos de transporte de estos plásticos ya usados, se incluye generalmente en la parte del reciclado, incrementando con ello su costo. Si verdaderamente el primer usuario le transmite el costo del reciclado a quien desea reciclarlo y no paga por hacer uso de ese plástico que contaminará el entorno de todos nosotros. De esta manera, los costos del primer uso de plásticos desechables, no se asocian con estos primeros usuarios sino con los que desean remediar el problema.

Esta última situación dificulta el reciclado, sería diferente si todo usuario de plásticos pagara por el proceso de reciclamiento, esto debe ser incluido en el primer uso.

Sin embargo, debemos ser claros y no pensar solamente en el proceso de remediación de la contaminación. Desde mi perspectiva, lo más importante es evitar esa contaminación. Así, que evitar el uso de plásticos desechables, es una de las acciones realmente efectivas para evitar la contaminación plástica que estamos sufriendo.

El verdadero problema es que los productos desechables de plástico -como las bolsas de supermercado, que usamos durante un promedio de 12 minutos, pero puede persistir en el medio ambiente durante medio milenio- son un abuso de las posibilidades tecnológicas que hemos desarrollado. Para mí es claro que durante la mitad del siglo pasado, cuando se desarrolló la tecnología para producir plásticos, no se vislumbraban las posibilidades de ocasionar daños a los ecosistemas con ellos. Hoy estamos en un punto donde se debe considerar que la producción masiva de plástico desechable, debería haberse evitado en lugar de promoverse.

Con esta problemática encontré en el blog de la revista electrónica Scientific American un artículo escrito por Matt Wilkinson [1], donde reflexiona y propone tres acciones para asumir la responsabilidad del uso de los plásticos.

Primero: asumir que las personas somos los responsables del desastre ecológico global causado por los plásticos.  Nuestro gran problema con el plástico, es el resultado de un marco legal que no contempla asociar los costos de los productos a quienes realmente los usan. Además de que reciclar también es muy difícil en la mayoría de Estados Unidos y carece de los incentivos adecuados para que funcione bien.

Segundo: Promover discusiones sobre el tema con los miembros de su familia y amigos para tomar conciencia de nuestras decisiones al usar o no plásticos desechables, como los popotes. Solicitar a nuestros legisladores locales y federales para que respalden las leyes que implanten costos reales a bolsas de plástico y, con ello, se genere mayor responsabilidad sobre su uso y se promueva la reutilización y el reciclaje.

Tercero: Pensar en grande y en lugar de proponer acciones para reducir en una pequeña fracción el problema de los plásticos desechables, promover cambios en el estilo de vida para asegurarse de que casi todo se reutilice, recicle o composte.

Una mejor alternativa sería promover el modelo de economía circular, donde los desechos se minimizan al planificar cómo los productos pueden reutilizarse o reciclarse desde su mismo diseño y fabricación.

Aunque no es una solución definitiva, empecemos ya; y digamos “sin popote por favor”, “sin bolsa por favor”, “traigo mi recipiente”, etcétera. Esto será un comienzo para evitar seguir contaminando nuestro entorno para las próximas centurias.

[1] https://blogs.scientificamerican.com/observations/more-recycling-wont-solve-plastic-pollution/

 

Miércoles, 25 Julio 2018 05:51

Sobre los parques de Cuernavaca

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En toda comunidad los espacios para la convivencia son de vital importancia. En estos textos he mencionado diversas ciudades con excelentes espacios para convivir. La ciudad de México tiene muchos de ellos distribuidos en diferentes regiones, aunque en otras su carencia es notoria. En esta ocasión quiero llamar la atención sobre uno de los espacios que tenemos en Cuernavaca y donde disfruto en cuanto puedo de una caminata relajante y enriquecedora.

Quiero enfatizar que desde mi punto de vista, las plazas comerciales no son lugares adecuados para convivir. Estas plazas que recuerdan a los “malls” del vecino país del norte, son lugares que no fomentan la convivencia y nos alejan de percibir la naturaleza que hemos relegado por el desarrollo urbano que hemos propiciado. Por otra parte, estas plazas fomentan la frustración, en las personas que no reciben lo suficiente por su trabajo para adquirir los productos que se ofertan en estas tiendas.

En cambio lugares como Chapultepec o el parque de Aragón en la Ciudad de México fomentan la convivencia entre las personas y la naturaleza en su mínima expresión son uno de los ejemplos que muchos conocemos.

En Cuernavaca contamos que muy pocos parques y uno de ellos es realmente emblemático porque está situado en una bellísima cañada con ahuehuetes centenarios. Me refiero al Chapultepec de Cuernavaca. Este lugar lo he disfrutado en diferentes formas, desde que me mudé a Cuernavaca hace casi 30 años. Primeramente, lo disfruté con mis hijos pequeños, llevándolos a conocer algunos pequeños animales; después lo he disfrutado al ejercitarme por las mañanas y hoy los disfruto caminando y percibiendo los diferentes usos que se le da, dependiendo de la edad de los visitantes. Así en un día normal podemos observar como antes de las 8 de la mañana, ya hay personas que disfrutan de ejercitarse al correr, trotar o caminar entre la vegetación y el murmullo del correr de las aguas del arrollo que circula por la cañada. En esta época del año, alrededor de las 10 podemos observar a centenares de niños y jóvenes ingresando al parque para convivir con su franja etaria y con la vegetación del lugar. A esa misma hora podemos observar también el ingreso de familias con niños menores que miran con alegría el mismo entorno natural.

Desde mi punto de vista, las condiciones en las que se ha mantenido el lugar han sido suficientes para que sea disfrutable; pero podría mejorarse. El año pasado escribía por estos espacios que se estaba adecuando la pista para trotar; hecho que se realizó y quedó bien en la mayoría de los tramos. Hoy podemos observar que se están rehabilitando las zonas que no quedaron perfectas; pero el mantenimiento ha continuado y considero está dentro de lo aceptable. Ante el cambio de administración en el entorno estatal, me permito recomendar que se continúe con el mantenimiento y la mejora de este parque; pero que se evite su privatización, como se intentó en los primeros sexenios de este milenio.

Existe otro parque, el conocido como Alameda Luis Donaldo Colosio, donde también van familias a pasar un rato; pero no tiene la belleza natural que se ha conseguido a lo largo de décadas en el parque Chapultepec de Cuernavaca.

Es más, se tiene la oportunidad de que además de los aspectos naturales del parque Chapultepec, pueda convertirse en un verdadero ejemplo del uso de ecotécnias o de fuentes renovables de energía; pero para ello se requiere de proponer un buen plan y de contar con los recursos financieros para conseguirlo. Hoy podemos ver una casa que muestra estos aspectos hacia la sustentabilidad; pero no de forma funcional. Es más existe una mini planta hidráulica, al final del pequeño lago, que no ha podido funcionar por un diseño no adecuado. El parque está sufriendo las malas decisiones de sexenios anteriores; pero hoy la sociedad cuernavacense se merece al menos continuar disfrutando de este parque.

Por supuesto que si se desea contribuir con algún otro espacio para los cuernavacenses, sería importante realizar un plan de revitalización del Parque Ocampo. He estado en ese parque y realmente lo disfrutan muchas familias; pero se requiere impulsar mayor número de actividades en forma continua para que sea retomado por la sociedad y que el sentimiento de inseguridad que en ocasiones se percibe desaparezca. Es un parque menor; pero con posibilidades interesantes que con una inversión moderada podría revitalizar a artistas locales en todas sus facetas. Otro pequeño parque es el de Acapantzingo, donde se encuentra el Museo de Ciencias, en ese lugar ya existen actividades; pero pueden aumentarse y esperar a que en algunos años los árboles maduren mucho más y sea un verdadero lugar para disfrutar de la primavera.

Tenemos al menos estos parques en la zona metropolitana de Cuernavaca, algunos con vocaciones científicas y ambientales o recinto de biblioteca; pero hace falta uno con vacación artística, este podría ser el nicho de oportunidad para el Ocampo.

Por supuesto, que para que estos parques cumplan completamente su función de integración social, se requieren actividades en todos los matices de las actividades de las personas. Sin embargo, provocar inicialmente una vocación específica, puede facilitar la consolidación de todos ellos como la tiene el Jardín Borda.

 

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Después de las elecciones del pasado 1 de julio, en nuestro país se han abierto expectativas de cambio con respecto a los últimos 18 años. Estas esperanzas son muchas, ya que la desigualdad en la que vivimos, ha sumido en la pobreza a la mayoría de la población en nuestro país. La bonanza que pudo haber ocasionado un precio del barril del petróleo por arriba de los 100 dólares durante el sexenio de Vicente Fox, se esfumó y solamente produjo que los que tenían más consiguieran más.

La guerra sin estrategia que se emprendió durante el sexenio de Felipe Calderón y que se continuó en el de Enrique Peña Nieto, ha causado centenas de miles de muertes y una corrupción que ha permeado muchísimos sectores de nuestra sociedad.

Lo anterior y muchas otras lamentables situaciones, han ocasionado que la mayoría de los electores participaran en las elecciones de este mes y que la mayoría de los que sufragaran lo hicieran por Andrés Manuel López Obrador con la esperanza de propiciar y ser parte de un cambio real en la forma de repartir la riqueza.

Tenemos que ser claros, en nuestro país los indicadores macroeconómicos han sido mantenidos y en algunos casos incrementado durante este milenio; pero los indicadores que reflejan el bienestar social han caído dramáticamente y ahora son verdaderamente de un país subdesarrollado.

La apuesta de implementar estrategias para propiciar el beneficio social ha sido comprendida como una alternativa real a la solución de la inseguridad, además, la propuesta de combatir a la corrupción parecen parte de la última opción, antes de provocar un estallido social del que nadie parece estar convencido sea conveniente.

Esta situación, ha provocado que se revivan los miedos heredados por la población sometida a la propaganda anticomunista del siglo pasado. En esta época he oído muchísimos comentarios sobre López Obrador, muy similares a aquellos que se podían leer en la revista Selecciones desorientando a la población sobre ficticias acciones de los comunistas.

La mayoría de las personas de hoy no leyeron esos enajenantes mensajes; pero sí escuchan los actuales. Una proporción pequeña, pero influyente de nuestra población, se identifica con el lema de todos podemos ser ricos rápidamente; aunque para ello sea necesario seguir incrementando las ganancias de unos cuantos, a costa de los que solamente tienen su fuerza de trabajo para conseguir sus satisfactores.

Parece más adecuado concebir que si a los vecinos les va bien y a los que viven en otra ciudad también, y si los ciudadanos de otros países tienen sus necesidades satisfechas, entonces la distribución de la riqueza será menos desigual y propiciará un mayor bienestar social con la consecuente seguridad social.

Hoy, en este mundo globalizado, se puede conseguir si propiciamos que la mayoría de la población genere servicios o productos con valor de intercambio que puedan aportar lo suficiente para satisfacer sus necesidades.

Uno de los aspectos necesarios para conseguir estos productos o servicios es el conocimiento y, ya sabemos, que la ciencia es la herramienta para generar conocimiento. Así la innovación basada en ciencia, en conocimiento, es una de las actividades que debemos propiciar en nuestro país. También los científicos tenemos esperanzas y miedos para este período.

Sabemos que para poder realizar innovación basada en conocimiento, primero tenemos que generar conocimiento de frontera; algunos llaman a esta actividad ciencia básica y la distinguen de la ciencia aplicada. El sector industrial y empresarial en nuestro país ha tratado de priorizar la llamada ciencia aplicada.

Desde mi punto de vista, es una división artificial, dado que toda la ciencia es aplicable y, en ese sentido, debemos cultivar todas las facetas de la ciencia para incrementar la posibilidad de generar esos productos o servicios con alto valor de intercambio.

Por esta razón, me parece adecuada la propuesta de incentivar más las labores de científicas en nuestro país. Estoy seguro que si se logra cumplir con la meta de una inversión del 1% en actividades científicas, se podrá promover toda la ciencia aplicable (básica, aplicada y desarrollo tecnológico) y generar innovación basada en conocimiento. Esto último requiere de la participación de los diferentes sectores: científico, industrial, sociedad civil y gobierno.

Como todo establecimiento de políticas públicas es necesario evaluar su desempeño, por lo tanto, es importante desarrollar herramientas de evaluación para conocer los impactos que esta actividad científica tendrá para la población mexicana. En este sentido, no basta con contar los artículos científicos, la formación de personal altamente capacitado o los comentarios recibidos en la literatura científica; sino que además deberá ser incluida la opinión de la sociedad que participa o usa esta generación de este conocimiento. El pasado día 4 de julio apareció un artículo en la revista Nature, mencionando una herramienta enfocada a explorar la opinión de la sociedad respecto a proyectos científicos [1]. Este artículo propone que mediante rúbricas se pueden evaluar diferentes impactos del conocimiento científico desarrollado y apoyado, estas rúbricas permiten sistematizar la opinión tanto de científicos de otras áreas como de personas no científicas; pero que pueden ser beneficiarias de ese conocimiento nuevo.

Considero, estamos ante la posibilidad de concretar las esperanzas y sobrepasar los miedos para construir un México que propicie el beneficio social de largo plazo. El camino no será fácil, no considero pueda ser realizado en seis años; pero si todos contribuimos, podemos iniciar un verdadero cambio que genere ese bienestar social que merecemos.

[1] https://www.nature.com/magazine-assets/d41586-018-05581-4/d41586-018-05581-4.pdf

 

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Hace 12 años durante la jornada electoral, después de ir a votar, esperé ansioso la hora del cierre de casillas y fui de observador a mi casilla para presenciar el conteo. Cuando terminó, presencie el vaciado de los resultados en la cartulina y su colocación en un lugar visible, me dirigí a mi casa y me dediqué a consultar la información del PREP. Durante varias horas, observé como la votación que en un principio favorecía a Andrés Manuel López Obrador, se iba convirtiendo en el triunfo de Felipe Calderón Hinojosa. Según comenté posteriormente con Luis Mochán, eso mismo le pasaba a él. El doctor Mochán tuvo a bien escribir un programa en computadora para empezar a analizar la información que vertía cada 10 minutos el PREP y a pesar de todos sus intentos no pudo mostrar que hubiera fraude. Lo que sí pudo concluir, es que los mexicanos no sabemos contar e incluso en el conteo de las boletas existe un error y que es del orden del 1%. Como bien recordamos, en el 2012 la diferencia entre AMLO y Calderón fue menor a ese porcentaje. Por lo tanto, en aquella ocasión, algunos considerábamos importante implantar una segunda vuelta en las elecciones para subsanar esos errores. Los científicos conocemos que muchas veces los errores en las mediciones pueden llevar a resultados diferentes, cosa que pudo haber pasado en esas elecciones también.

Hace seis años, me convertí en un verificador de actas y durante varias horas estuve revisando las fotografías que enviaban diferentes personas en una plataforma desarrollada, entre otros, por Víctor Romero.

Tanto el doctor Romero como el doctor Mochán son científicos dedicados a la física, quienes decidieron dedicar parte de su tiempo a investigar si se efectuaba algún fraude en el conteo de las boletas electorales. En el 2012 también tuvimos que concluir que no hubo fraude en el momento del conteo. Los resultados de las cartulinas enviados por fotografía, coincidían con los reportados en el PREP; quizá se desarrollen estrategias de compra de votos o alguna otra artimaña, pero no en el conteo de las boletas en las casillas.

El pasado domingo la situación fue totalmente diferente: después de ir a votar, me dediqué a leer y esperar al cierre de las casillas. No salí a presenciar el conteo de mi casilla, me sentía confiado en el sistema electoral mexicano. Al cierre de las casillas, alrededor de las 18 horas. me dediqué a oír la información de TV Azteca, al mismo tiempo que escuchaba por internet a Carmen Aristegui. A las 20 horas escuché el anuncio del cierre de casillas y el informe de Lorenzo Córdoba sobre la jornada electoral que fue mayoritariamente celebrada con civilidad.

A los pocos minutos, sinceramente me agradó escuchar que José Antonio Meade se preparaba para dar un mensaje y mucho más me alegré al escucharlo mencionar que las tendencias no lo favorecían y que los datos, disponibles para él, indicaban que AMLO tenía una ventaja incuestionable. Posteriormente, escuché diversas encuestas realizadas por diferentes compañías; pero éstas últimas fueron irrelevantes, ya uno de los contendientes había reconocido su derrota. Como todos saben, a los pocos minutos Ricardo Anaya hizo lo propio y reconoció el triunfo de López Obrador. Así, para sorpresa de muchos, los que no fueron seleccionados por la mayoría de los que participaron en las votaciones, reconocían este hecho.

Es claro que estos acontecimientos son una muestra de civilidad, pero que en esencia es  totalmente diferente a las situaciones del pasado, dado que los márgenes en la diferencia de los votos a favor o en contra en las elecciones del 2018, son totalmente diferentes comparados con las elecciones del 2006 o del 2012. En este año más del 50% de los votantes seleccionó a Andrés Manuel como su futuro presidente, mayoría totalmente indiscutible en comparación con cualquier votación en este milenio en nuestro país.

Por primera vez, en la historia tendremos un gobierno de la llamada izquierda que pretenderá distribuir de una forma más equitativa la riqueza en nuestro país. Claramente los gobiernos del PRI y del PAN han conseguido que los parámetros macro-económicos sean estables; pero debemos reconocer que han fracasado rotundamente en propiciar el bienestar social en nuestro país. Hoy, por ejemplo, tenemos un producto interno bruto per cápita dentro del rango de país desarrollado, pero indicadores lacerantes en términos de desigualdades, por ejemplo un GINI en la medianía del total de países.

En mi opinión, requerimos trabajar conjuntamente para definir y propiciar un futuro de nuestra sociedad que se sustente el respeto al ambiente, que propicie la equidad, que logremos que todas las personas con su trabajo genere productos o servicios con valor de intercambio que le permita disfrutar de un bienestar social.

 

 

Miércoles, 27 Junio 2018 05:24

Fútbol en tiempo de elecciones

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En estos días podemos observar comportamientos diferentes en nuestra sociedad. Ante la televisión durante los juegos de fútbol en el mundial de Rusia 2018, vemos reunidos bajo una causa común a muchísimas personas: impulsando a los 11 jugadores para que consigan el triunfo. Este artículo precisamente sale a la luz unas horas antes del partido de México contra Suecia, cuyo resultado definirá si el equipo mexicano pasa a la siguiente ronda. Quizás algún lector, al ver estas líneas, ya conozca el resultado; pero algún otro madrugador no lo sabrá y todavía tendrá la incertidumbre de si el equipo mexicano logra pasar a los cuartos de final. Durante estas últimas dos semanas la atención sobre la copa del mundo del fútbol ha sido fomentada por la televisión y expectación está en el ambiente.

También con ese tipo de zozobras estamos en este día la mayoría del país, pero en cuestiones de política; ya que no sabemos quiénes ocuparán la Presidencia de la república, las sillas en las Cámaras de Senadores o de diputados. En algunos estados la incertidumbre incluye los puestos de los diputados locales, los gobernadores y los presidentes municipales.

Sin embargo, estos dos tipos de zozobras son totalmente diferentes en muchísimos sentidos. Claramente, en uno de ellos somos totalmente espectadores y solamente podemos restringirnos a comentar con los cercanos o escuchar las interminables y escolásticas discusiones de los comentaristas en la TV, que enajenan a diestra y siniestra, menospreciando la inteligencia de los que escuchamos. Desde mi punto de vista, algunos medios de comunicación provocan que las personas estén informadas de banalidades y no fomentan la información de conocimiento útil. Estoy seguro que la mayoría de los lectores coincidirá conmigo cuando escribo que la información detallada sobre aspectos de la Copa el Mundo no aporta utilidad para el bienestar social; pero sí es una información que permite socializar.

En cambio en lo referente a las elecciones de nuestros representantes para los Poderes Ejecutivo y el Legislativo, sí pudimos haber participado y, de hecho, debimos haber participado provocando un mayor impacto. Debemos reconocer que como sociedad no lo hemos hecho bien y no hemos conseguido generar opciones que aglutinen a las mayorías en todos los niveles de gobierno. También estoy cierto de que ustedes coincidirán con la afirmación de que: necesitamos divulgar con mayor eficacia el conocimiento útil para resolver las complejas situaciones que enfrentamos hoy, en lugar de propagar información enajenante. Este conocimiento útil requiere mucho mayor detalle de la localidad. Quiero enfatizar que son diversas las situaciones que enfrentamos y no podemos intentar aplicar una solución a la diversidad y particularidad de cada región y, por lo tanto, de cada problemática.

Si bien considero debemos prepararnos mejor para las próximas elecciones, promoviendo equipos de trabajo con habilidades probadas para entender la situación y proponer soluciones con indicadores de desempeño; este fin de semana debemos participar en la elección de las personas que conducirán, de alguna forma, nuestro futuro cercano.

Algunas de las opciones para los puestos de elección invitan a no asistir a votar; pero considero realmente importante que sí lo hagamos. Desde mi punto de vista, en casi la totalidad de las casilla habrá algún candidato que requiera de nuestro voto para convertirse en un actor que beneficie nuestro entorno.

Por lo anterior, a la vez que mantengo las esperanzas de que el equipo mexicano que participa en la Copa del Mundo de fútbol obtenga triunfos; invito a que participemos activa y responsablemente en la jornada electoral del domingo 1 de julio. A la vez que recomiendo ir preparando las opciones, desde múltiples perspectivas, para proponer soluciones a la compleja situación que enfrentamos en todos los rincones del país para el futuro cercano y lejano.

 

Miércoles, 30 Mayo 2018 05:43

Cosas buenas, pero no tan buenas

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Hace algunos años comenté que la construcción de zonas habitacionales con apoyo de la banca o del Infonavit podrían parecer un hecho que deberíamos propiciar; pero dado los esquemas financieros con los que se fomenta la vivienda, no parece ser lo más indicado para combatir la pobreza en el país.

Déjenme aclarar con detalle lo dicho anteriormente. Veamos la situación en su conjunto. Las compañías constructoras reciben un crédito para construir edificaciones en las zonas habitacionales, lejos de las zonas actuales sin los servicios adecuados. Este crédito tiene un período de pago de unos dos años. En este período el constructor desarrolla la unidad habitacional y la vende a las personas, recobrando el crédito con una ganancia adicional en tan sólo dos años. En cambio las personas que compran la casa-habitación se quedan con una deuda para unos 20 años. Este esquema lo que en realidad fomenta, es el incremento del capital de las empresas constructoras, a costa de las personas que compran la casa habitación. Lo que genera la necesidad del crédito, es que el salario de la mayoría de las personas es realmente muy pequeño y no alcanza para sufragar los costos de la vida.

Esta situación no es solamente sufrida por las personas que adquieren casas; también sucede con aquellos que tienen un pequeño negocio y adquieren una franquicia para instalarla en una plaza comercial, donde la situación es similar. Los créditos de unos cuantos meses son para los grandes constructores; pero los que se quedan pagando los locales, son los pequeños comerciantes franquiciados que asumen todos los riesgos subsecuentes. Estos riesgos pueden contemplar la pérdida de los ingresos y por lo tanto el dejar de pagar los créditos.

Además, esta situación puede llevar a riesgos mayúsculos, cuando los pequeños franquiciados o los propietarios de las casas habitación no pueden pagar, ellos pierden todo, inclusive el bien inmueble; pero además la banca, que otorgó el crédito, se queda con propiedades que no puede vender, tiene pérdidas que implicarán un rescate que tendremos que pagar todos. Esto es una caricatura de lo que puede llegar a generar las llamadas burbujas inmobiliarias. Quizá una posible solución es aumentar los salarios.

Pero, los salarios no pueden subir si la productividad de las personas no aumenta. Esta situación en nuestro país se debe, en gran medida, a que los empresarios y los industriales basaron sus negocios en la mano de obra barata; en lugar de promover la generación de productos y servicios de alto valor agregado soportados por una mano de obra calificada.

Si aceptamos estas argumentaciones, tendremos que concluir que para salir de esta situación, deberíamos basar la producción de bienes y servicios en un alto valor agregado para que la mayoría de la población recibiera una retribución que satisficiera sus necesidades. Para esto, sería necesario contar con una población con formación técnica adecuada y por supuesto con una muy buena componente social y humanista que corresponda a su capacidad técnica. Recordemos que para propiciar el bienestar social, es necesario contar con una sociedad formada en aspectos cívicos. Estoy seguro que una sociedad preparada en estos aspectos buscará que sus gobernantes tengan la capacidad para resolver problemas y no sean improvisados que no auguran un buen desempeño; ya que éstos últimos no podrán comprender las complejas soluciones que corresponden a la problemática actual y pueden sucumbir en la propuesta de aparentes soluciones triviales que solamente incrementen la disparidad en la distribución de la riqueza.

Insisto: hoy en día tenemos que conseguir una sociedad con capacidades probadas en aspectos técnicos, sociales y civiles con el conocimiento para abordar la problemática compleja que hoy enfrentamos.

Los ejemplos que mencioné, de aspectos que parecen adecuados y que originan marginación y una carga económica desigual, que solamente provoca mayor desigualdad, deben ser estudiados con detalle y resueltos por modelos económico-sociales que hoy en día no han sido probados. Como ya señalé con anterioridad (miércoles 11 de abril), requerimos un cambio de estructuras que privilegien la retribución con base en el desempeño y no con base en aspectos fortuitos. Además es importante definir reglas económicas que promuevan el bienestar social más que generen distribuciones extremadamente inequitativas como las que hoy tenemos, donde una muy pequeña porción de la población tiene la mayor parte de la riqueza generada por todas las personas.

Estas reglas pueden empezar con la definición adecuada del número máximo de casas habitación o de locales comerciales que debe haber en cada población con base en los recursos disponibles y la población del lugar. Es decir definir las condiciones de sustentabilidad. Para esto requerimos estudios y una sociedad con conocimiento para que no promovamos soluciones que parecen buenas, pero no lo sean tanto.

 

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La semana pasada participé en la inauguración del Día Internacional de la Luz en la sede de la UNESCO en París. Quiero destacar que la presencia mexicana fue notoria y fue una de las más nutridas y diversas. Además para enmarcar el día 16 de mayo, que de ahora en adelante se celebrará el Día Internacional de la Luz, se celebró la jornada México-Francesa “Luces y Sombras”, donde participamos mexicanos de diferentes instituciones.

De los aspectos más relevantes fue la exposición Luces y Sombras es que fue solicitada por otros países, para ser montada en lugares diferentes a la sede de la UNESCO y merecerá otro comentario.

En las jornadas, platicamos sobre la luz desde diferentes perspectivas. La biológica donde el doctor Alfonso Valiente, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, nos comentó sobre los efectos de la luz en la región de Tehuacán, Puebla. Esta región caracterizada por su paisaje desértico, es una de las más biodiversas del país con una muy amplia muestra de especies endémicas (las especies endémicas son animales o plantas que sólo se desarrollan en una región específica y que no se pueden encontrar en otros lugares). En estos ecosistemas algunas plantas se desarrollan a la sombra de otras; además estas plantas tienen polinizadores específicos, digamos los murciélagos. Por esta razón, lo complejo del ecosistema lo hace resiliente ante cambios naturales, pero tremendamente sensible a los cambios dramáticos propiciados por las actividades de desmesurada explotación de las personas.

En otra charla, el doctor Ambrosio Velasco del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM nos contaba la historia de la interpretación de la luz y sombras en el pensamiento occidental, del que formamos parte la mayoría de los mexicanos. El doctor Velasco enfatizó particularmente la belleza y lucidez de pensamiento filosófico de Juana de Asbaje, posteriormente conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, en su poema Primero sueño, donde nos menciona la complejidad de la relación del conocimiento y juega con elementos de la luz y la noche, el conocimiento y la ignorancia.

En estas mismas jornadas franco-mexicanas, el doctor Héctor A. Solano Lamphar comentó la necesidad de evaluar los efectos de la luz en el comportamiento de las personas. En esta charla nos presentó una herramienta para realizar investigación basada en el concepto de ciencia ciudadana. La aplicación SkyMe para teléfonos celulares inteligentes que permite tomar una foto en una situación específica y enviarla junto con una valoración del estado de ánimo en el que nos encontramos en ese momento. Esta investigación seguramente aportará conocimiento sobre la iluminación que debemos tener en los diferentes entornos donde nos desenvolvemos. Por ejemplo, parece que no debemos tener la misma iluminación en las recámaras que en los lugares de trabajo. Es más, cuando sea necesario trabajar en las recámaras, debemos hacerlo con iluminación que nos ayude a ser más productivos y al irnos a descansar cambiar de foco o de tonalidad para empezar a relajarnos. Esto que parece ciencia ficción, ya es posible con la ayuda de los leds, que pueden ser ser sintonizados en diferentes tonalidades.

Mientras unos hablaban de cómo la luz genera situaciones artísticas y dinámicas las doctora. Silvia Torres nos comentaba de la contribución de la astronomía al desarrollo de las teorías científicas; pero nos llamó la atención especialmente a una situación preocupante: la contaminación lumínica. Aunque no parezca hoy tenemos también contaminación lumínica, los que somos mayores recordamos los cielos estrellados; donde podíamos ver miles de estrellas o nuestras salidas al campo donde podíamos apreciar realmente cielos totalmente estrellados; pero en la actualidad, las ciudades en las noches son una fuente de luz que opaca a las estrellas y, por supuesto, en las ciudades es muy difíciles apreciar los cielos estrellados de antaño. Es más, en las cercanías de las ciudades tampoco es posible apreciar las constelaciones o la Vía Láctea con su impresionantes cantidad de estrellas. Todas ellas maravillas naturales que con la contaminación lumínica, provocamos que los niños o los jóvenes desconozcan la infinitud de los objetos celestes. Además esta contaminación lumínica puede tener daños en la salud de las plantas y los animales que viven en las cercanías de las ciudades. Cuando me refiero a las cercanías en las ciudades, quiero señalar que son amplias regiones, por ejemplo la contaminación lumínica de la Ciudad de México afecta el cielo de Cuernavaca. Así que lo hace la Ciudad de México en cuanto a su iluminación afecta otras ciudades, nada está lejos. La doctora Torres nos comentaba que ya está en el Congreso de la Unión una propuesta de ley para garantizar los cielos oscuros. Debemos estar atentos para conseguir que efectivamente se promulgue y se respeten los aspectos señalados por nuestros científicos de la astronomía

Por supuesto, yo intenté llamar la atención a la problemática que está padeciendo la conversión de energía de la solar a la eléctrica, donde parece urgente romper el paradigma de la generación centralizada de energía y optar por una generación distribuida que promueva el bienestar social. Pasar del las centrales de generación eléctrica a una corresponsabilidad basada en la generación eléctrica en cada lugar.

El principal aspecto que observamos, durante este evento, fue señalado por la doctora Ana María Cetto del Instituto de Física de la UNAM, que fue una de las principales organizadoras de todo el evento en la UNESCO y de las jornadas franco-mexicanas, de que los científicos mexicanos presentamos aspectos no solamente científico-técnicos sino de interacción con la sociedad. Es decir, los científicos mexicanos estamos intentando romper las barreras de la llamada torre de marfil. Esta constante en la perspectiva de lo presentado destacó y debe ser utilizada por el resto de la sociedad mexicana que puede aprovechar esta vocación de los científicos mexicanos hacia la sociedad. Pero claramente, los científicos no podemos solos y para ellos necesitamos trabajar en colaboración con todos los actores de la sociedad.  Como un ejemplo, los empresarios dedicados a la iluminación pueden empezar a desarrollar tecnología de punta, basada en el conocimiento científico obtenido en nuestro entorno cercano. Sirva esto como una invitación a colaborar.

 

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En estos días se pueden apreciar en muchas ciudades mexicanas construcciones de departamentos en lugares donde antes había casas unifamiliares. Por un lado, la densificación de la población puede ser benéfica en el sentido de bajar algunos costos inmediatos. Además de que el costo del terreno donde se construyen estos edificios de departamentos es menor que el costo del terreno para el mismo número de casas habitación unifamiliares en la misma zona. Este simple hecho puede parecer adecuado: disminuir los costos de los terrenos, en este sentido podríamos mencionar otros beneficios. Por ejemplo, ya anteriormente he comentado que con solo 16 m² de sistemas fotovoltaicos se puede proveer de la energía eléctrica para una casa habitación de alto consumo en la mayor parte del territorio mexicano. De esta forma, podríamos calcular el número de pisos que podría tener un edificio de departamentos donde cada uno tuviera 160 m² y que con sistemas fotovoltaicos en el techo de edificio pudieran ser alimentados de energía.

Con este tipo de cálculos podríamos empezar a definir el tamaño de las edificaciones de acuerdo a su uso y a la disponibilidad de recursos. Esto último es muy importante, ya que los recursos naturales son diferentes en diferentes regiones. Por ejemplo, la disponibilidad de agua varía de poblado en poblado. Así, mientras en Cuernavaca existe una disponibilidad limitada de agua, en algunas regiones del sureste mexicano la disponibilidad de agua parece ser mucho mayor. Lo mismo sucedería con la energía, donde en lugares nubosos como Orizaba o Córdoba, Veracruz, aumenta el área para que una casa sea autosuficiente en energía con sistemas fotovoltaicos. Sin embargo, al complementarla con otras fuentes de energía como la eólica o los combustibles a partir de desechos orgánicos pudiera cambiar las posibilidades de albergar a un mayor número de habitantes por metro cuadrado.

En esta planeación de los tamaños de las edificaciones no solo deben contabilizarse aspectos netamente económicos, sino que debemos contemplar aspectos naturales y de esparcimiento. Recordemos que las zonas verdes, algunas veces llamadas reservas ecológicas, pueden aportar no solo zonas de recreación, sino que también aportan zonas de recarga de los mantos freáticos, zonas donde el aire disminuye su contenido de CO2, etc.

Por supuesto, que si consideramos estos tipos de aspectos y los medimos en el corto plazo pudieran parecer no importantes; pero en el largo plazo, en una visión de varias generaciones, por supuesto que son de lo más relevantes.

El camino que la Ciudad de México tomó en los últimos años de aumentar su densidad poblacional en amplias zonas parece para nada ser sustentable en el largo plazo. La creación de grandes centros comerciales donde la gente va a pasear y sustituye sus antiguos paseos en los parques o en bosque de Chapultepec o de Aragón o de la Marquesa, etc., augura un mayor descontento social. Lo mismo podemos comentar de diferentes paseos en Cuernavaca, los cuernavacenses con mayor edad recuerdan sus diferentes paseos por las cañadas o por guayabos, etc. Todos estos paseos propician un contacto con la naturaleza que hoy casi no tenemos. En cambio, los paseos en las plazas comerciales, desde mi punto de vista, aumentan el descontento social al mostrar lo que no se puede adquirir con los minúsculos salarios que hoy tienen los mexicanos. Esto se observa en que ocupamos uno de los primeros lugares en salarios bajos en el mundo.

Sirva este texto para analizar con puntos de vista diferentes las propuestas que hacen diversos candidatos a los puestos de elección en estos días en nuestro país.

 

 

Miércoles, 09 Mayo 2018 05:30

Planear para el futuro

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En estas épocas de elecciones es un momento para tomar decisiones que nos afectarán no solamente tres o seis años, sino posiblemente el resto de nuestras vidas. Mientras los candidatos pueden proponer estrategias que deberán ser cubiertas en estos cortos periodos de tiempo, las personas debemos pensar en el largo plazo en el momento de tomar decisiones.

La mayoría de las personas planeamos, cuando lo hacemos, con una mira de corto plazo; esta forma de proceder condiciona la solución de problemas complejos que ha sido causado por el comportamiento, a lo largo del tiempo, de diversas generaciones. Con una visión de corto plazo los problemas pudieran parecer solucionarse; pero en el largo plazo los problemas continuarán o incluso se agravarán.

Por ejemplo, para generar empleos se puede solicitar la inversión de una minera y explotar los yacimientos por unos 20 años, generando con ello empleos para la población. Tendremos esos empleos por solamente 20 años, cuando hoy en día el empleo de una generación se demanda por unos 45 años. Si aunque no parezca, hoy en día, el periodo de trabajo de una persona comienza alrededor de los 20 años y termina alrededor de los 65. Por supuesto, hace unas cinco décadas este periodo de tiempo se calculaba en unos 30 años. Con este dato podemos inferir que si hemos sido beneficiados por el conocimiento y nuestra esperanza de vida ha aumentado.  Regresemos al ejemplo, para una verdadera generación de empleos que promueva el beneficio social, debemos contemplar horizontes temporales de al menos tres generaciones. Así, para resolver el problema del empleo, deberemos pensar en generarlos por más de un siglo para que se beneficien al menos tres generaciones de personas. Con este horizonte estaríamos garantizando el empleo de los nietos, que a su vez podrán mantener a sus hijos al menos a la edad de poder obtener frutos con su trabajo.

Con estas ideas en mente, resulta totalmente inadecuada la planeación en torno a seis y menos tres años. Mientras que la planeación en el corto tiempo se puede realizar con las personas que piensan similarmente, la planeación en el largo plazo requiere de involucrar al mayor número de actores conocedores.

Por esta razón, hace algunos meses comentaba que deberías aprender a planear con el que piensa diferente, es decir, la planeación en concordancia con el enemigo puede lograrse con miras en largo plazo. Con ese enfoque se requiere cambiar la estructura de pensamiento y las verdaderas soluciones a los problemas que nos aquejan emergerán. Las diferencias se manifiestan más plenamente en el corto plazo donde los intereses pueden ser divergentes.

Lo que planteo puede ser complicado, ya que, en un país con más de la mitad de su población por debajo de la línea de pobreza que está pensando más en cómo obtener el alimento de mañana que en un futuro incierto, la planeación en el largo plazo parece no ser prioridad. Sin embargo, por más que la situación hoy en día apunta a tener gobernantes que no reconozcan que el conocimiento es lo que puede redundar en la soluciones a largo plazo; debemos redoblar esfuerzos e iniciar la discusión desde hoy, si desde antes de elegir a nuestros próximos gobernantes, para planear y construir las estructuras organizativas para definir las soluciones basadas tanto en conocimiento científico como tradicional en cada región del país y proponerlas en las elecciones del 2021 y 2024.

Como sociedad debemos planear para el futuro para poder conseguir el beneficio social.

 

 

 

 

Miércoles, 11 Abril 2018 05:40

El interjuego entre talento, azar y éxito

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El lunes estaba leyendo el Tweeter y llamó mi atención una referencia a una nota de la BBC Mundo que invitaba a la lectura de su texto mediante la frase “La poderosa y (a menudo) invisible razón por la que gente con poco talento tiene éxito en la vida”[1]. Estoy convencido que parte del éxito de las personas radica en sus habilidades o talentos, por eso decidí guardar el tuit y tomarme tiempo para leerlo con calma. Al leer la nota de Tiffanie Wen encontré interesantes reflexiones producto de simulaciones computacionales, que me recuerdan las simulaciones de muchas partículas que hacemos en física para reproducir los fenómenos en gases, líquidos o sólidos.
Regresando al tema de la relación entre el talento y el éxito, en muchas ocasiones cuando una persona joven desea verse en el futuro como una persona exitosa se le aconseja prepararse para acrecentar sus talentos; pero este consejo ¿le asegura el éxito? La experiencia cotidiana nos indica que no siempre es así; comúnmente observamos que algunas personas con pocas habilidades reciben muchos beneficios y sus recompensas son mucho mayores a otras con mayores talentos. Aunque por supuesto que estas personas exitosas tratan de atribuir su situación a sus habilidades. Un estudio muestra que cuando se invita a reflexionar si hubo causas externas para el éxito (es decir un evento fortuito) en la mayoría de las ocasiones se encuentra. Esta afirmación proviene de estudios de Robert Frank (autor del libro “Success and Luck”). Ante esta situación leí con atención el artículo de Wen y me percaté que comentaba los resultados de una simulación por agentes reportada en uno de los archivos más grande de artículos científicos y de acceso libre http://arxiv.org realizada por un grupo de físicos y economistas italianos. Esta simulación se reportó en febrero de este año y es un típico ejemplo de lo que ahora se conoce como sociofísica o econofísica, donde mediante la definición de algunas reglas sencillas en un juego se simula el comportamiento de un sistema complejo, como el éxito en una sociedad. El juego consiste en definir un conjunto de personas que tienen talentos y habilidades repartidos en una forma normalmente distribuida. Es decir pocas personas tienen muchos talentos o habilidades, pocas personas tienen pocos talentos o habilidades y muchas personas tienen medianos talentos y habilidades. Parece que así es nuestra sociedad donde la mayoría de las personas tienen talentos y habilidades normales. En este juego computacional la realidad se simula mediante los agentes que representan personas con talentos y habilidades repartidas normalmente (para los matemáticos con una distribución gaussiana) que van caminando por la vida inicialmente con una riqueza distribuida equitativamente y repentinamente enfrentan un evento que puede ser afortunado o lamentable. Si es afortunado su riqueza aumenta y si es desafortunado disminuye en ambos casos proporcionalmente a la riqueza que tenían en el paso de tiempo anterior. Con esta sencillas reglas, Pluchino, Rapisarda y Biondo [2] científicos de la Universidad de Catania en Italia, llegan a la conclusión que al final de una vida de trabajo, digamos unos 40 años, una proporción pequeña de la población posee mucha riqueza; en concreto el 20% de la población tiene el 80% de la riqueza. Situación muy parecida a la actual distribución de la riqueza, solo que en nuestro país la desproporción es aún mayor. Otro de los hallazgos interesantes es que el conjunto de personas con mayor riqueza no es el conjunto de personas con mayor talento, sino que personas con mediano talento son las que mayoritariamente tienen más riqueza. La conclusión de este trabajo es que al fomentar políticas que recompensen a los que más éxito han tenido se incrementa la desigualdad. Hoy en día la mayoría de las estrategias de fomento a la innovación o a la investigación están basadas en impulsar a los de mayor éxito; sin embargo este estudio implica que se deben revisar estas políticas para considerar el azar e impulsar a los más talentosos para obtener el beneficio social.
Desde mi punto de vista en este caso la desigualdad fue causada por la forma de conceder aleatoriamente más beneficios proporcionales a la riqueza, que ya se tiene con anterioridad, en lugar de obtener beneficios proporcionalmente al talento, este último tiene una distribución normal. Por lo tanto, definamos estrategias para potenciar el talento y esfuerzo de la gente para que obtenga beneficios correspondientes a su esfuerzo.
Con esta discusión quiero plantear las bondades que se tienen al realizar estudios sobre las situaciones sociales mediante la simulación computacional y en general de cualquier fenómeno natural o social para entenderlo y en consecuencia proponer alternativas para contrarrestar situaciones que no sean deseables. Los estudios científicos, por más teóricos que parezcan, aportan conocimiento para tomar decisiones, usemos este conocimiento para propiciar el beneficio social.

[1] http://www.bbc.com/mundo/vert-cap-43555080
[2] https://arxiv.org/pdf/1802.07068v2.pdf

 

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Desde hace ya casi un año se ha mencionado que hay problemas de contaminación del agua en algunos pozos en Cuernavaca. Este lunes leí con atención una nota donde el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SAPAC) afirma que son falsas las noticias que se propagan en el mundo de las redes sociales donde se menciona que se cerrarán algunas válvulas de la red de distribución del agua potable. En la nota que aparece en el periódico La Unión de Morelos, no se menciona alguna información técnica sobre este hecho solamente se dice que la “información” proviene de un comunicado de prensa. En esta nota de María Esther L. Martínez se dice que “es ‘completamente falsa’ la información de que en toda la ciudad se iniciará un supuesto cierre de válvulas en las redes que distribuyen el agua potable. Al respecto, el comunicado indicó que "esta información no tiene otro objetivo más que el de alarmar a la población y desestabilizar el trabajo que realiza día a día este organismo operador, y que se suma a otras acciones negativas como el cierre de válvulas y robo de coladeras de alcantarillas".

A mi me sorprendió el tono de reclamación del comunicado y quise leerlo con cuidado.

El llegar a la página en la Internet de SAPAC me agradó la estructura con una idea clara y un compromiso de transparencia manifiesto. También resultó agradable ver una sección sobre la cultura del agua, donde podemos encontrar información del programa de formación de cultura del manejo del agua. Hasta aquí todo iba, digamos bien. Comparto el compromiso por poner a disposición información y más a los niños en cuanto al manejo de los recursos naturales.

Me dispuse a buscar los comunicados para leer lo que SAPAC había informado oficialmente y con el ánimo de enterarme de los problemas que este organismo da a conocer a la ciudadanía. La verdad es que encontré los comunicados ordenados en una sección de información bajo el rubro de boletines. Ahí pude leer fácilmente los boletines de prensa del año 2016 y hasta los de noviembre de 2017; pero no están disponibles (al menos hasta el día lunes 2 de abril de 2018) los boletines más recientes, no hay boletines ni comunicados en el 2018.

Es, precisamente, en los boletines de febrero y marzo de este año donde esperaba encontrar la información que me permitiera conocer del problema para que yo pudiera justificar la frase de que “la información falsa que circula en las redes solo pretende alarmar a la población”. Verdaderamente, visité el sitio de SAPAC con la esperanza de encontrar boletines de calidad que dieran información sustentada en aspectos técnicos que tranquilizaran a cualquier curioso como yo. La verdad es que la calidad de la información deja que desear. La mayoría de los boletines fueron para promover la persona a cargo de la presidencia municipal de Cuernavaca o al director de la propia SAPAC; aunque debo reconocer que en los boletines se mencionaba continuamente los programas de fomento a la cultura del agua en el sector educativo.

Los comunicados, que son documentos diferentes a los boletines, señalan aspectos que parecen urgentes, donde se mencionaba que había reuniones. Por ejemplo, en agosto del 2017 (comunicado 002-013) se menciona que hay reuniones para informar a los ayudantes municipales y tranquilizar a la gente. En diversos boletines de ese mes se menciona que: se está realizando un proceso biológico (sin mencionar nunca cuál) para combatir la presencia de hidrocarburos en los pozos; en particular se indica que: “Desde  el  momento  que  se  nos  notificó  la  presencia  de  posible gasolina  en  el  agua,  estamos abocados  a  atender  este  tema,  y  de  manera  permanente  se  ha  estado  trabajando,  y  Pemex  ya está coadyuvando". En septiembre se puede leer, en el boletín 002-124, “El director general del Sapac José Pérez Torres, informó que la COPRISEM entregó al Sapac los resultados practicados  por un  laboratorio  que posee  la  certificación  de  la  Entidad  Mexicana  de Acreditación (EMA), el cual confirma que el agua de los la (sic) Noria en la que se ubican dos pozos (Noria 1 y Noria 2) se encuentra en condiciones adecuadas para ser distribuida en la población. Más adelante se dice que “Para salvaguardar la salud de los habitantes, Pérez Torres, instruyó al personal de laboratorio de este Organismo mantener los muestreos correspondientes, así como el proceso de cloración para garantizar la confiabilidad del agua.” Sin embargo, no se menciona que tipo de sustancias fueron encontradas y menos se dice que acciones fueron las que llevaron a cabo para disminuir la presencia de hidrocarburos en los pozos. Hasta donde conozco no siempre es adecuado clorar el agua si se encuentran algunas moléculas orgánicas asociadas a los combustibles que se transportan en los ductos de PEMEX.

Esta situación de información extremadamente escueta y sin sustento técnico es la que propicia que en las redes circule información que pudiera ser falsa. Ya en otras ocasiones he mencionado que el manejo inadecuado de la información en las redes puede tener fines extremamente irresponsables. Sin embargo, en este caso y desde mi punto de vista, es urgente que los organismos operadores de servicios municipales, como el agua, del manejo de los residuos sólidos entre otros, aporten información de calidad a la ciudadanía para que estemos informados y segundo que tomemos las medidas necesarias en eventos catastróficos como los que sufrimos al tener pozos contaminados con hidrocarburos.

 

 

Miércoles, 21 Marzo 2018 05:39

Agua contaminada por hidrocarburos

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Hace dos semanas la doctora Karla Cedano nos comentó sobre la contaminación del agua suministrada por SAPAC a su colonia en Cuernavaca. Se encontró que el agua que llega a su domicilio está contaminada con gasolina. ¿Cómo puede suceder esto?

Tenemos que recordar que los habitantes del norte de Cuernavaca, particularmente, en las cercanías del campus Chamilpa de la UAEM frecuentemente perciben olor a gasolina en el ambiente. Protección Civil del Estado atiende los llamados y, generalmente, reporta que hubo alguna fuga en los ductos de hidrocarburos. Por supuesto estas fugas de gasolina en parte se evaporan provocando ese olor a gasolina; pero parte del líquido se infiltra en el subsuelo y puede llegar al manto freático y contaminar el agua que usamos en la ciudad.

Estas fugas de gasolina en los ductos son provocadas por la ordeña y consecuente robo de gasolina. Este problema no sólo afecta a Pemex, sino que como ya vimos puede contaminar el agua que usamos en Cuernavaca. Situaciones similares se manifestaran, tarde o temprano, en las otras regiones del país donde ocurren los robos de combustible.

Es urgente que los organismos encargados del agua potable en los municipios estén monitorizando la calidad de agua y analizando las posibles trayectorias de los fluidos de hidrocarburos en el subsuelo. De no hacerlo, estarán siendo omisos y pueden ser cuestionados por la ciudadanía. Estos hechos no pueden ser ocultados, deben tomarse las acciones pertinentes para resolverlos; además de informar oportunamente a los ciudadanos de los problemas que están sufriendo. El truco, atribuido a la avestruz, de esconder su cabeza en el suelo para no ver los peligros, en el caso de la contaminación de los mantos acuíferos tampoco funciona.

Desde mi perspectiva, el robo de gasolina de los ductos provocando derrames, debe ser perseguido y sancionado como un delito agravado por los posibles daños a la salud de la población. Claramente, este es un problema que muestra la amplitud de la complicidad que permea nuestra sociedad; el delito va desde aquellos que perforan los ductos, transportan los hidrocarburos, los empresarios que venden esos hidrocarburos robados o los usuarios finales que también los compran, pasando por vigilantes omisos. Todos ellos deben saber que sus actos los pueden afectar a ellos mismos al provocar contaminación en su entorno.

Tanto las autoridades encargadas de vigilar el orden en la región, como aquellas que administran el agua, deben tomar con prontitud las denuncias y prever las consecuencias de estos actos delictivos para evitar daños adicionales al mero robo de combustibles. Por supuesto que los derrames contaminan el suelo y lo inutilizan para el desarrollo de la flora y fauna de la región y de su uso por las personas. Aunado a esto la posible contaminación de los mantos acuíferos, es otro hecho con graves consecuencias para porciones grandes de la población aguas abajo. Notemos que si bien los derrames de los hidrocarburos se reportan normalmente en la zona de Chamilpa u Ocotepec y donde se reporta la contaminación del agua en el pozo Jacarandas tiene una distancia de al menos 7 kilómetros, esto implica que los derrames de hidrocarburos pueden llegar lejos y no solamente tienen afectación en la zona cercana a la fuga.

Es probable que el organismo que administra nuestro recurso del agua no cuente con modelos que puedan predecir las trayectorias de estos derrames; pero debemos construirlos. Esto podría ser un verdadero proyecto para ser financiado con los Fondos Mixtos CONACyT municipio de Cuernavaca; pero esto lo tiene que promover, alguien que conozca de las ventajas de generar conocimiento para resolver los problemas con base en información científica.

Para todas las personas que vivimos en Cuernavaca, el conocimiento tradicional indica que el recurso del agua es limitado en esta zona y que si se contaminan algunos pozos, el desabasto aumentará y los daños a la salud serán importantes. Por otro lado, también hemos observado que se han autorizado la construcción de diferentes edificios de oficinas o habitacionales que todavía incrementan el estrés hídrico en el que vivimos. Seguramente los modelos del organismo administrador del agua no contemplan la dinámica de la recarga, sino que solamente contarán con tablas construidas con anterioridad sin los últimos avances en el conocimiento del transporte de agua en los suelos.

Si bien he mencionado este problema en Cuernavaca, la situación de falta de uso de información científica en la toma de decisiones es una constante en nuestro país. Desde mi punto de vista, necesitamos incorporar los conocimientos científicos para normar la vida en nuestro entorno. Pensemos en esta necesidad al momento de elegir a los que gobiernan nuestras ciudades y actuemos en consecuencia en las próximas elecciones.

 

Miércoles, 21 Febrero 2018 05:22

¿Cuestan los derechos?

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Esta semana estuve platicando con un científico cubano y me comentó una serie de hechos que yo también había observado sobre la valoración de lo que no cuesta. Me comentaba que para él había sido muy importante informar a los estudiantes y colegas de la Universidad de la Habana, los montos de dinero asociados a la formación de los estudiantes y a los proyectos de investigación. Esta información permitía hacer conciencia sobre la necesidad de  rendirle cuentas a quien aporta el dinero para la educación. En todas las sociedades las personas son las que aportan dinero para sostener los derechos.

Aquí es muy importante hacer mención que ambos coincidíamos en que la educación superior es un derecho de las personas y por lo tanto debemos buscar que se oferte a todas ellas.

Considero que muchos de nosotros podemos estar de acuerdo que existen derechos para todas las personas como la educación, la libertad, la vida, etcétera y, al mismo tiempo, otorgamos la obligación de garantizarlos y satisfacerlos a los gobiernos. De hecho estos derechos de las personas se establecen, por lo regular, en las constituciones de los países o en el ámbito internacional en Declaración Universal de Derechos Humanos. Sin embargo, esta situación invita a pensar que no cuesta las acciones que conlleven a garantizarlos y satisfacerlos. De aquí la necesidad que señalábamos en esa conversación sobre la necesidad de hacerlos patentes.

Déjenme transcribir específicamente el artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos”.

Estoy totalmente de acuerdo en que estos son uno de los derechos mínimos que deben tener las personas; pero claramente los costos deben ser contemplados. Cuando hablo de costos implico: el pago del salario de las personas que enseñan en las escuelas, las que limpian, las que administran, la construcción de las mismas escuelas, los materiales didácticos, los gises, los plumones, los libros en la biblioteca, los videos, los programas de cómputo, etcétera. Cuando se dice que la educación debe ser gratuita, se indica que la educación debe ser provista por el contrato o pacto social que hemos tácitamente aceptado como sociedad y, por lo tanto, el gobierno debería proveernos de una educación de calidad.

De esta manera el costo o pago de la educación es incluida normalmente en ese pacto social, tácitamente establecido al vivir en sociedad. Cuando somos conscientes, consideramos que con el pago de impuestos contribuimos suficientemente para que este tipo de servicios se otorguen y con alta calidad. Sin embargo, como no cuantificamos bien los costos, no podemos determinar con exactitud si el pago de impuestos es suficiente.

El hecho real es que nuestras contribuciones no son suficientes, ya que nos quejamos de la mala calidad de la educación y muchos piensan en resolverla contratando de manera particular este derecho. Mientras algunos luchamos por tener una educación pública de calidad, pero para ello se requiere presupuesto.

Continuamente mencionamos que el gobierno debe destinar mayor presupuesto a la educación, a la investigación y a una infinidad de rubros más; pero ¿cuánto cuesta?, ¿es suficiente con lo que contribuimos? Seguro en estos momentos un pensamiento defensivo surge en la mente de muchos lectores “la corrupción” como un “pero” en este análisis. Por supuesto que comparto esta suspicacia; sin embargo, para avanzar en la idea que deseo compartir, por un momento asumamos que resolvemos el problema de la corrupción. De ser así, es probable que podamos enunciar otro “pero” y coincidir en que la tasa de impuestos es alta en México, esto pudiera ser cierto, pero no es un problema de si la tasa es alta. Aquí la pregunta concreta es ¿el gobierno tiene el suficiente recurso para garantizar y satisfacer los derechos de las personas que habitan en nuestro país? Desde mi punto de vista no; pero para ir al fondo del problema debemos preguntarnos ¿las personas reciben lo suficiente como producto de su trabajo para satisfacer sus necesidades? Y con esta pregunta la siguiente ¿las personas en México reciben lo suficiente para satisfacer sus necesidades y derechos? Por supuesto que no lo recibe la mayoría. Desgraciadamente, una porción mayor al 50% en nuestro país vive bajo la línea de pobreza, es decir, una mayoría de la población no recibe lo suficiente por su trabajo para poder satisfacer sus necesidades elementales y por consiguiente que tampoco pueden contribuir a pagar el costo total para garantizar y satisfacer los derechos de toda la población, incluso los suyos.

Así, primeramente necesitamos que la retribución por el trabajo de las personas les alcance para cubrir sus necesidades primarias y pagar esos derechos universales. Entonces es necesario conseguir que toda la población cuente con la suficiente retribución para cubrir sus necesidades y derechos. Parece ser imperioso un aumento de salarios.

Si estamos de acuerdo con estos razonamientos, cómo podemos tener actitudes que impliquen el regateo cuando compramos algún producto o servicio a otro. Cómo justificar la negociación voraz en un pacto mercantil, quizá deberíamos aprender a valorar nuestra contribución a la sociedad y exigir la retribución justa. Parece ser que estas ideas están detrás del llamado comercio justo. De esta manera, la voracidad y el querer ganar en una negociación puede conducir a solicitar una contribución mayor para el voraz y en el largo plazo esta persona voraz necesite pagar más para cubrir sus necesidades de seguridad, por ejemplo. Esto se basa en el hecho de que si una persona, o empresa, recibe un desproporcionado beneficio, se le exigirá una mayor contribución para el pago de las necesidades y derechos fundamentales de los otros, a quienes “ganó” en la negociación del salario o del “negocio”.

Con esta reflexión llamo la atención a reconocer y enseñar que todo cuesta, que lo justo es luchar por recibir un mejor salario con base en el esfuerzo para entregar productos o servicios de calidad para que todas las personas contribuyamos y gocemos de los derechos universales.

 

 

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Una pregunta recurrente en mis conversaciones es sobre el precio de la energía renovable o los autos eléctricos o híbridos.

Reiteradamente tengo que comentar que las energías renovables ya son más baratas que la energía que proviene de los combustibles fósiles. Las subastas eléctricas en nuestro país han mostrado como el precio de la energía fotovoltaica o eólica es más barata que el gas natural. Es más, si la electricidad no estuviera subsidiada en nuestro país a todos nos convendría instalar sistemas fotovoltaicos y con ellos podríamos generar parte o toda la energía que usamos.

En cuanto a los automóviles, por supuesto que los autos eléctricos tienen muchísimas ventajas sobre los automóviles de gasolina o en general de combustión interna. Ya en varias ocasiones en esta columna he comentado que los autos eléctricos tienen ventajas que no son evidentes; pero que incrementan dramáticamente la calidad de vida de las personas alrededor de ellos. Por ejemplo, un auto eléctrico no emite gases contaminantes; si bien los gases pueden ser emitidos en el lugar donde se genera la electricidad, estos gases pueden ser capturados en ese lugar con mayor facilidad que en cada uno de los vehículos que andan en las calles. Otra ventaja, es el menor ruido de los autos eléctricos comparado con los de gasolina. El motor eléctrico es generalmente silencioso y como no hay explosiones en su interior el ruido es mucho menor. Además cuando el vehículo no se mueve el motor puede estar apagado; hecho que no sucede en la mayoría de los autos de gasolina, donde el motor está andando aunque el vehículo esté parado y calienta su entorno. Así podría repetir algunas otras ventajas; pero a continuación, me gustaría comentar sobre una alternativa que podemos explorar de transporte eléctrico en poblaciones pequeñas y de especial interés en nuestro país.

Hoy quiero llamar su atención al trabajo realizado por el recién ingeniero José Luis Perea Arenas en su tesis de ingeniería en energías renovables en el IER-UNAM [1]. El trabajo realizado lleva por título “Hacia un transporte sustentable en Pueblos Mágicos: integración fotovoltaica y mototaxi eléctrico” y en él se plantea un sencillo análisis de las características de los mototaxis en diferentes poblaciones, en particular en Xoxocotla, Morelos donde la solución de mototaxi es ampliamente utilizada. Con la determinación de las características de las motocicletas empleadas en ellos, se procede a analizar las opciones que hay de motocicletas eléctricas y el ingeniero Perea encuentra que es posible satisfacer las necesidades con una motocicleta eléctrica. Lo más interesante es que los dos escenarios que analiza, uno donde las motocicletas se conectan directamente a la red eléctrica o un esquema con abastecimiento fotovoltaico, son económicamente más redituables en un lapso de tres años en comparación con las actuales motocicletas de gasolina. Además comenta que si analizara la propuesta con un mayor tiempo, las ventajas económicas de los mototaxis eléctricos aumentarían.

Las posibilidades de incrementar la afluencia de turistas a los pueblos mágicos propiciando el uso de energías renovables para aumentar los ingresos de las personas y considerando aspectos sociales como la mejora de la calidad del aire y de la disminución de ruido en las calles, son de los aspectos benéficos que resalta este estudio. En mi opinión, estos resultados merecen la promoción por parte de las Secretarías de Turismo de los diferentes niveles de gobierno al uso de los vehículos eléctricos para aumentar los ingresos de las personas en los pueblos mágicos; al mismo tiempo que propician una mejor calidad en la estancia en esos lugares de los turistas.

En este sencillo análisis no se incluyó los beneficios que pudieran aportar los vehículos eléctricos a la estabilidad de la red eléctrica. Sí, aunque no parezca, ya existen estudios que indican que la energía almacenada en las baterías de los vehículos puede ayudar a disminuir el precio de la energía [2]. Este último estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature Energy, indica que, además de la disminución de la contaminación por el uso de vehículos eléctricos, su interconexión a la red eléctrica pudiera redituar en la disminución del costo de la electricidad y por lo tanto el beneficio social, ambiental y económico para la sociedad se multiplicaría.

Desde mi punto de vista estamos observando la caída de diferentes mitos en el ámbito energético y ahora podemos concluir, al menos, dos hechos totalmente diferentes a las creencias del pasado: 1) las energías renovables son más baratas que la energía que proviene de los combustibles fósiles y 2) los autos eléctricos impulsarán la caída del precio de la electricidad.

Usemos esta información y procedamos a tomar decisiones.

[1] Perea J.L. “Hacia un transporte sustentable en Pueblos Mágicos: integración fotovoltaica y mototaxi eléctrico”, tesis de Ingeniería en Energía Renovables, IER-UNAM (2018).

[2] Wolinetz, M., Axsen, J., Peters, J., y Crawford, C. "Simulating the value of electric-vehicle–grid integration using a behaviourally realistic model" Nature Energy 3, 132–139 (2018).

Miércoles, 07 Febrero 2018 00:09

Por un México con 100% de energía renovable

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El uso masivo e intensivo de la energía en los últimos siglos ha provocado un desarrollo sin comparación en la historia de la humanidad. La comprensión de los fenómenos electromagnéticos posibilitó el desarrollo de la tecnología que ha facilitado el uso de la electricidad en forma masiva y sus múltiples aplicaciones. Así los descubrimientos empíricos de Micheal Faraday y Andre Marie Ampere entre otros físicos y la formalización de estos descubrimientos, realizada por James Clerk Maxwell, en la electrodinámica han dado el sustento para la forma y estilo de vida que tenemos. Hoy en día en la mayoría de los hogares en el mundo se usa la electricidad y las telecomunicaciones que son producto del entendimiento profundo de los fenómenos electromagnéticos.

Sin embargo, la cantidad de energía utilizada en los usos de esta energía solamente se pudo generar con la acelerada explotación de los hidrocarburos. Es decir, el uso masivo del petróleo, gas y carbón mineral, tanto en aplicaciones directas en motores de combustión como en las plantas termoeléctricas, posibilitó precisamente el desarrollo vertiginoso de los últimos siglos.

Estos dos hechos, desde mi punto de vista, han cambiado la forma en la que una gran parte de la población en el mundo vive y esta forma de vida es muy diferente a la que las personas tenían normalmente hace unos tres siglos.

A pesar de los logros evidentes para incrementar el bienestar de muchas personas, debemos reconocer que para una proporción grande de la gente esto no ha sido tan beneficioso. Por ejemplo, en México más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. Además, el uso indiscriminado de los hidrocarburos ha propiciado cambios sustanciales en la composición de la atmósfera y ha producido un cambio climático antropogénico que somete a un reto mayúsculo a las actuales formas de vida en el planeta y amenaza su subsistencia.

En la actualidad el reto implica mantener el bienestar de las personas sin menoscabo del bienestar de otras personas o especies en el planeta. Para tratar de conseguir este objetivo es que muchas personas proponemos perseguir el paradigma de la sustentabilidad. Desde esta perspectiva podemos conseguir un verdadero bienestar social, no sólo de las personas individualmente, sino de la sociedad y el entorno físico y biótico en la que están inmersas.

Para esto se requiere generar la energía necesaria en una forma diferente y las fuentes renovables de energía son la opción que nos puede garantizar la energía necesaria. Adicionalmente, en el futuro cercano las fuentes renovables de energía, como la solar, eólica, oceánica, geotermia y algunos biocombustibles producidos con residuos orgánicos, pueden brindar la energía para regiones donde la pobreza impere.

En este sentido podemos encontrar un interesante estudio realizado por científicos Indios y Finlandeses sobre la región de Asia Meridional e India [1]. Esta región, como nuestro país, alberga a un gran número de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza. Este artículo analiza la posibilidad de cumplir con el objetivo 7 del desarrollo sustentable: proporcionar electricidad asequible, universalmente accesible, confiable y con bajo o cero carbono. Los científicos realizaron una simulación de un sistema de energía 100% renovable de costo óptimo para la región y con miras en el año 2030. Uno de los aspectos importantes de esta simulación es que se realizó con una resolución horaria y para ello la región se dividió en 16 subregiones. Los resultados obtenidos indican que un costo nivelado de electricidad del sistema disminuye de 71,6 €/MWh en un sistema descentralizado a 67,2 €/MWh para un escenario conectado a la red centralizada. Con esto el estudio muestra que un sistema de energía 100% renovable podría ser una realidad en la región de Asia Meridional e India con los supuestos de costos utilizados en esta investigación y que puede ser más competitivo en costos que las alternativas de captura y almacenamiento de carbono fósil y nuclear.

Hay algunos aspectos a resaltar de este estudio, primero se realizó en una región que comparte aspectos geográficos y ecológicos análogos a buena parte de nuestro país; segundo, el nivel de pobreza en la región también se comparte con la parte sur de nuestro México y tercero la abundancia de los recursos bióticos y los sistemas ecológicos tienen similitudes con los nuestros. Por lo anterior, considero que los resultados más importantes pueden ser considerados como cercanos a nuestra realidad.

De esta manera insisto, podemos proponer planes y desarrollar acciones para conseguir un México encaminado hacia la sustentabilidad con un 100% de energías renovables en un futuro cercano, digamos… 2030.

 

[1] Gulagi A, Choudhary P, Bogdanov D, Breyer C (2017) Electricity system based on 100% renewable energy for India and SAARC. PLoS ONE 12(7): e0180611. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0180611

 

Miércoles, 31 Enero 2018 06:09

La basura como una expresión de evasión

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Miércoles, 20 Diciembre 2017 06:24

Construir lo posible con el adversario

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Miércoles, 29 Noviembre 2017 06:24

Necesitamos compartir información en la Internet

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Miércoles, 22 Noviembre 2017 06:14

Los retos de las edificaciones sustentables

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Miércoles, 08 Noviembre 2017 05:55

Después de los sismos, las oportunidades

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Miércoles, 02 Agosto 2017 06:07

Los científicos morelenses divulgan

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Miércoles, 26 Julio 2017 05:27

Ideas simples en un problemático entorno

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Miércoles, 19 Julio 2017 06:18

Elementos para la movilidad sustentable

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Miércoles, 05 Julio 2017 06:08

Parque Ecológico Chapultepec en Cuernavaca

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Cada día me convenzo más que tenemos que estamos en una encrucijada múltiple que debemos resolver colaborativamente. Como comenté la semana pasada, del 13 al 16 de junio se celebró en Mérida, Yucatán, la Cumbre Internacional de Estudiantes en Energía  (SES2017) y a ella asistieron más de 500 representantes de más de 80 países. Todos ellos mostraron una verdadera actitud de colaboración para propiciar sinergias desde cada lugar del mundo.

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Este día martes 13 de junio se inauguró la cumbre internacional de estudiantes en energía (SES 2017) en la ciudad de Mérida, Yucatán. Esta cumbre es organizada principalmente por estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que ganaron la sede dentro de un concurso internacional, donde participaron universidades de todos los continentes. Para la comunidad del Instituto de Energías Renovables de la UNAM es muy importante este evento, ya que en él participa una porción importante de nuestros estudiantes de licenciatura. Recordemos que en el IER la proporción de estudiantes de licenciatura es la más pequeña de los estudiantes. Tenemos más estudiantes de posgrado que de la LIER. Además son los más jóvenes.

Miércoles, 07 Junio 2017 05:54

Paradigma de las energías sustentables

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Al estar preparando una plática quedé muy sorprendido por encontrar la situación de pobreza extrema que estamos padeciendo en México. De acuerdo con los datos que se pueden acceder en el portal del Banco Mundial, en nuestro país hay más del 50% de la población por debajo de la línea de pobreza. Mi sorpresa fue mayúscula cuando comparé esta proporción en otros países, por ejemplo Brasil reporta menos del 10% de su población en esta deprimente situación, Perú menos del 25% y Venezuela menos del 40%. Realmente esto es lacerante y más cuando sabemos que nuestro país está dentro de los 20 países con mejor economía. La economía de nuestro país es casi el 2% de la economía del mundo, claramente por arriba de Perú y Venezuela.

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Este lunes leí la noticia de los incentivos fiscales para las Zonas Económicas Especiales (ZEE) que se están implementando en ciertas regiones en el sur del país. Antes de discutir las bondades y las desventajas de estos incentivos, debemos reconocer que nuestro país tiene profundas diferencias y que mientras en el Bajío y en el norte la productividad ha crecido 47 veces en 20 años, en la zona sur es menor a diez veces. También debemos reconocer que las dificultades de un desarrollo sustentable parecen ser mayores en el sur que en el norte. En el centro sur del país la biodiversidad es mayor y también la diversidad cultural y la densidad de población es mayor. Esta situación implica que la conjunción de los factores naturales, económicos, sociales y organizacionales de la brújula de la sustentabilidad [1] resulta mucho más complicada.

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La semana pasada comentamos de las deficiencias en la implementación del paso exprés de Cuernavaca. Este lunes Luis Mochán del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM también contribuyó con un cuidadoso análisis y resaltó que este paso incumple con algunas reglas de las vialidades en nuestro país.

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Durante varios años hemos sufrido en la ciudad de Cuernavaca las obras para la modificación del libramiento que pasa por ella y comunica a la Ciudad de México con Acapulco. Ahora que casi está terminado, vemos que la planeación de la obra no contempló aspectos muy importantes. Ya en artículos anteriores hemos mencionado que la obra puede disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y el tiempo que los automovilistas invierten en el trayecto; sin embargo, notamos serias deficiencias en la implementación. En mi opinión muchas de estas deficiencias son compartidas por infraestructuras construidas a lo largo de la República Mexicana. Esta situación hace que su desempeño se vea disminuido y muchas de ellas son verdaderamente simples de atender.

Miércoles, 29 Marzo 2017 05:38

Desplazados por los incendios

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Este pasado viernes al llegar al atardecer a casa, escuché una algarabía inusual en los árboles cercanos. Era de llamar la atención escuchar el piar de muchas aves. Por supuesto no tengo formación de ornitólogo y no puedo identificar a las aves por su sonido. Lo que sí era claro, para mí, es que no eran los sonidos a los que estoy acostumbrado. Es más en el amanecer escuché muy diversos cantos de aves que me despertaron, ya que no los había escuchado por mis rumbos. Es decir el viernes y sábado habían llegado aves diferentes a las cotidianas a la zona entre Cuernavaca y Ocotepec. Hecho que me despertó mi curiosidad y me invitó a pensar por un rato por qué habían tantas aves y no de las cotidianas.

Miércoles, 15 Marzo 2017 05:04

Los autos eléctricos y energías renovables

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En abril de hace dos años comenté que los autos eléctricos son una opción real para contar con un transporte que disminuya la emisión de gases de efecto invernadero y aminore los efectos de la isla de calor en las ciudades.

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Ante los embates racistas que estamos sufriendo los mexicanos, tanto aquí en nuestro país como en los mismos Estados Unidos debemos tomar acciones para promover la generación de productos de calidad.

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Una pregunta frecuente entre las que me hacen cuando platicamos sobre las posibilidades de tener una casa sustentable es ¿qué cosas debemos hacer? ¿es caro? Por supuesto estas preguntas se extienden al hablar de temas como edificios sustentables.

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Este primer mes del año 2017 ha presentado convulsiones sociales en nuestro país, inició con las protestas por el cambio en el precio de las gasolinas y concluye con una verdadera crisis en las relaciones México Estados Unidos. Nuestra sociedad, tanto en México como en el mundo, está presentando síntomas muy graves de un egoísmo que de no combatirlo, conducirá a comportamientos intolerantes, racistas y profundamente autoritarios.

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