Se avecinan tiempos complicados. El año 2018 es un año donde se realizarán elecciones federales y muchas estatales en nuestro país. En este inicio del proceso electoral hemos observado que el agua y el aceite se asocian sin afinar los puntos álgidos en cuanto a las visiones del futuro. Las agrupaciones políticas en nuestro país parecen no tener las intenciones de construir una visión de país, sino solamente ponen atención en los mecanismos que pretenden asegurar la captura de votos por clientelismo; sus estrategias conducidas para obtener votos no difieren mucho de las estrategias seguidas en otros países y que han terminado con gobiernos discriminatorios que promueven el enriquecimiento de unos cuantos.
Así esta situación parece no ser privativa de nuestro país, sino parece ser una característica de la sociedad en la que estamos viviendo.
Ante estos hechos, me pregunto: ¿estamos las personas condenadas a no poder definir una estrategia basada en el conocimiento que permita construir, con una visión de largo plazo, un futuro donde se compartan los beneficios, las obligaciones, los costos sin comprometer la viabilidad del desarrollo de otras sociedades y especies animales o vegetales?
Mi visión optimista de la vida me orilla a contestar que no a esta pregunta, y me conduce a proponer estrategias para construir ese futuro donde el bienestar social impere, en lugar del beneficio para unos cuantos como hasta ahora ha sido.
En este sentido en estos textos retomaré algunos temas de discusión para abonar a las posibles soluciones.
Primeramente, notemos que el Paso exprés en Cuernavaca fue reabierto, después de haber reparado el famoso socavón, y que hubo ligeras modificaciones. Hoy se permite el uso de los carriles centrales a la población que viaje entre los extremos norte y sur, esta opción era una de las múltiples sugerencias que se habían propuesto. Sin embargo, se hizo evidente que hay segmentos del paso exprés que no cumplen con los mínimos requisitos de seguridad y se han cancelado carriles en algunos tramos. Los cuernavacenses tenemos la posibilidad hoy de discutir y con ello definir una verdadera solución modificando la funcionalidad de esta vía de comunicación. Considero podemos proponer verdaderas alternativas que modifiquen el actual modo de operación mediante una discusión amplia con actores sociales, científicos y gubernamentales.
Antes de dar soluciones específicas comentemos sobre el futuro del transporte. En los últimos años hemos recibido las noticias de la experimentación con vehículos autónomos. Sí parece que los automóviles, finalmente, serán autónomos y en un futuro posiblemente carecerán de conductores. Una posibilidad es la implementación de sistemas de vehículos autónomos compartidos (seguramente eléctricos) que hagan servicio puerta a puerta fomentando el transporte individual. Sin embargo debemos reconocer que hoy el transporte de las personas se realiza mayoritariamente mediante el transporte público y la tendencia en la ciudades es el fomento al uso de metros o sistemas de autobuses rápidos (bus rapid transport, BRT). Con estas alternativas habría que discutir sobre la importancia de fomentar también el sistema de transporte individualizado basado en vehículos autónomos eléctricos dotados de inteligencia artificial y con uso de la robótica. Cada vez más podemos ver diferentes opciones técnicas como la propuesta de vehículos que giran el eje de las llantas para poderse estacionar sin la típica maniobra de usar la reversa, sino que solamente cambiando la dirección del giro de las llantas tomen el espacio mínimo requerido para su perfecta colocación. Mientras un vehículo autónomo está parado puede recargar sus baterías y mediante el sistema responder rápidamente a su siguiente servicio. Aunque estas últimas alternativas tienen ventajas sobre el actual sistema en el futuro su implementación requerirá de la construcción de nuevas vías para los vehículos y propiciará seguros congestionamientos.
Estos son ejemplos de los temas que debemos discutir. Las bondades y limitaciones de los actuales sistemas de transporte. Seguramente la combinación adecuada de BRT o metros con alternativas simples de movilidad de estos sistemas masivos a los destinos finales serán opciones para la mayoría de los lugares. Un punto importante a considerar es que cada día la edad promedio de las personas aumenta y así será por algunas décadas más, dada la distribución etaria de la población, y esto implica que el transporte masivo también contemple sus necesidades. El diseño de conexiones amigables para todas las diferentes capacidades es importante. Además podemos considerar el transporte mediante bicicletas con asistencia eléctrica o motos en los tramos finales.
Para construir verdaderas soluciones necesitamos contar con datos y podemos empezar a trabajar propiciando que los datos de hoy sean libres. Por ejemplo, los actuales sistemas de ayuda a los conductores (Waze, Maps de Google, etc.) generan una inmensidad de datos que esperan ser analizados; aquí hay tareas para las instituciones de educación e investigación en colaboración con empresas para analizarlos (minarlos) y ofrecer alternativas con base en conocimiento.
El transporte público puede también personalizarse, esto parece contradictorio, pero como ejemplo podemos mencionar a Jetty, una compañía de transporte público personalizado que opera en la Ciudad de México, ofreciendo transporte mediante una aplicación con rutas generadas con base en la demanda optimizando los recorridos.
Lo anterior invita a reflexionar sobre las posibilidades de solución de la compleja problemática, que puede cambiar rápidamente, es posible que en 20 años los avances tecnológicos posibiliten otras soluciones. Quizá debamos discutir estas posibles soluciones en lugar de discutir sobre alternativas en las elecciones, desde mi perspectiva debemos enfocarnos más en construir lo posible con adversario que en destruir su visión.