Antonella Ladino

Antonella Ladino

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Rondines han inhibido atracos; detectan puntos vulnerables en Cuernavaca  

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Conductor de plataforma afirma que después de las 12 de la noche la mayoría de los viajes son de personas en estado de ebriedad.

Eder Gómez, quien trabaja como conductor de Didi, señaló que por la inseguridad realiza sus últimos viajes hasta las ocho de la noche, porque cuando trabajaba de madrugada tuvo malas experiencias, como el hecho de que algunos clientes en estado de ebriedad se negaran a pagar por el viaje.

Hace dos años se registró en la plataforma porque en ese tiempo le dijeron que los ingresos económicos alcanzaban hasta para ahorrar dinero, pero en los últimos meses la clientela disminuyó hasta en un 50 por ciento, por lo que con mucho esfuerzo logra reunir el dinero para comprar el combustible y solventar los gastos de su casa. 

Por la crisis económica, dijo, tuvo que solicitar dinero prestado con sus familiares porque también tiene una deuda en una agencia de autos, donde compró a crédito su vehículo para poder trabajar en esta plataforma.

En cuanto a su trabajo, contó que por la inseguridad ha rechazado la solicitud de viaje de clientes que viven en colonias como Antonio Barona, la Carolina y Alta Vista en Cuernavaca porque sus compañeros conductores han registrado hasta tres asaltos y robos de vehículos cada semana.

“Varios compañeros han comentado que en esas colonias los han bajado de su carro, a mí no me ha tocado nada de eso, pero por mi seguridad evito esas zonas y también dejé de trabajar en la madrugada porque tuve clientes que pidieron el servicio en estado de ebriedad y se negaron a pagar”. 

El entrevistado refirió que a pesar de la emergencia sanitaria, los clientes de transporte por medio de las plataformas se incrementan de viernes a domingo porque los jóvenes acuden a bares o reuniones entre amigos donde, afirmó, ha observado que no cumplen con las medidas de higiene básicas, como la sana distancia y el uso del cubrebocas. 

“Después de las 12 de la noche casi todos los viajes son de gente alcoholizada, a pesar de la pandemia hay muchas fiestas sobre todo los fines de semana. He visto que hay muchas personas en los bares; la gente sin cubrebocas y amontonados”.

 

 

 

 

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Trabajaba en la representación de obras en escuelas, pero por la pandemia se registró como conductora de Didi .

Andrea Villafuerte dice que desde hace 20 años trabaja en una empresa familiar que lleva obras de teatro a escuelas públicas y particulares de nivel secundaria y preparatoria, pero ahora -por la emergencia sanitaria y con la suspensión de clases presenciales- el trabajo disminuyó, por lo que se registró como conductora de Didi de manera temporal para obtener un ingreso.

la entrevistada explicó que la empresa familiar denominada “Producciones Rico” trabaja desde hace más de 20 años con escuelas públicas y privadas para llevar obras de teatro con temas relacionados a la violencia intrafamiliar o el aborto, pero de momento están suspendidas las actividades, para evitar aglomeraciones.

Mientras mejora la situación de la pandemia, Andrea trabaja como chofer de Didi, aunque, señaló que en este empleo también ha batallado porque hay clientela pero las tarifas que puede cobrar son muy bajas.

Afirmó además que en los últimos meses se ha incrementado la violencia y, de acuerdo con sus compañeros conductores, los asaltos ocurren a plena luz del día.

“Hace unas semanas fui víctima de un intento de asalto en la avenida Río Mayo, una de las que se supone tienen vigilancia. Ese día me bajé del carro por unos minutos y cuando regresé ya tenía un vidrio roto”.

Por lo anterior y para evitar ser víctima de la delincuencia trabaja hasta las seis de la tarde. De igual manera, antes de tomar el servicio analiza que los clientes no suban al vehículo con el rostro cubierto, es decir, que lleven puesto gorras y lentes porque, considera que con esos accesorios sus intenciones son otras.

 

 

 

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Por la inseguridad evita colonias de municipios como Temixco y Emiliano Zapata.

Hace casi dos meses, Ernesto se registró en la plataforma de Didi, para trabajar como conductor en un esfuerzo por reducirle la carga económica a su mamá, quien la apoya con todos los gastos de la escuela, pues actualmente cursa el octavo semestre de la licenciatura en Química Industrial en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).

Ernesto contó que decidió trabajar como conductor de Didi, un servicio de transporte que se ofrece por medio de una aplicación de teléfono, porque el horario flexible le permite generar ingresos económicos y continuar con sus estudios de licenciatura.

“Este trabajo me gustó porque puedo seguir con mis estudios, no los quiero dejar porque ya estoy en octavo semestre y en comparación con otros empleos donde hay horarios establecidos, aquí (como conductor de Didi) puedo trabajar las horas y días que pueda”.

Explicó que labora entre seis y siete horas diario porque sus clases son en línea. Por ejemplo, lunes y martes toma clases en la mañana, miércoles por la tarde y jueves y viernes varía según la disponibilidad de los docentes. 

Sus ingresos diarios son de entre 200 y 300 pesos libres de combustible y de la comisión que pide la plataforma a los socios conductores.

Al día realiza entre 15 y 17 viajes, pero por la inseguridad rechaza las solicitudes de clientes que viven en municipios como Emiliano Zapata y Temixco, porque sus compañeros le dijeron que a diario hay asaltos y robos de vehículos.

 

 

Miércoles, 17 Marzo 2021 05:13

Se contagió mientras trabajaba

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Batallan taxistas contra competencia de Uber y Didi.

Fausto Albarrán afirmó que en los 50 años que lleva trabajando como chofer de taxi es la primera vez que por una emergencia sanitaria se ve obligado a descansar, por casi un mes, porque durante su jornada laboral se contagió con el covid-19.

Desde que llegó la pandemia, dijo, compró su cubrebocas y una botella de gel antibacterial para ofrecerlo a sus clientes como una forma de evitar un contagio. Sin embargo, hace poco más de dos meses, mientras realizaba un recorrido por las calles de Cuernavaca en busca de pasaje, empezó con el primer síntoma, que fue una sensación de frío.

“Yo me contagié hace dos meses y medio. Por eso tuve que dejar de trabajar casi un mes, porque mi esposa también se enfermó. Creo que para nosotros fue algo ligero. Empecé con un frío tremendo como a la una de la tarde, pero afortunadamente salimos rápido de la enfermedad, porque he visto otros casos de jóvenes que no la cuentan”.

En lo que respecta a su trabajo, afirmó que además de crisis económica a la que se enfrentan por la contingencia sanitaria, los taxistas también se ven afectados en sus ingresos por la competencia del servicio de transporte que se ofrece por medio de aplicaciones de teléfono, como Uber y Didi, pues al manejar tarifas más reducidas les quitan clientes a los trabajadores del volante.

El entrevistado señaló que sus ingresos diarios son de alrededor de 400 pesos, de los cuales descuenta 150 pesos para el combustible.

 

 

 

Lunes, 15 Marzo 2021 04:38

“Lo importante es tener salud”

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Gilberto afirma que esperará su turno para vacunarse contra el covid-19.

Gilberto Aranda trabajó por más de 20 años como chofer de taxi y hace poco más de un año dejó esa forma del oficio y se registró como conductor de plataformas, porque consideró que era necesario, ya que como taxista había pocos clientes y sus ingresos económicos eran mínimos.

Optimista, dijo que a pesar de la crisis que ha dejado la emergencia sanitaria no le va tan mal porque tiene salud, nadie de su familia se ha contagiado y sus ingresos económicos alcanzan para comprar lo necesario para la alimentación.

“Tengo muchos años en el sector transporte, empecé como chofer de taxi y después me registré en la plataforma de Uber porque creo que tenemos que adaptarnos a las cosas nuevas y buscar mejores formas de generar economía porque de esto tiene que salir el dinero para comer”.

En cuanto a su trabajo, explicó que al principio de la pandemia los viajes disminuyeron más de la mitad, porque la gente entró en pánico y no salía de su domicilio, pero poco a poco va recuperando a sus clientes, pues cada vez hay más gente en las calles que utiliza el servicio de transporte que se ofrece por medio de una aplicación de teléfono.

Gilberto señaló que además de la pandemia otro problema al que se enfrentan los conductores de plataformas es la inseguridad, porque los asaltos están a la orden del día.

Sobre la aplicación de la vacuna para inmunizar a las personas contra el covid-19, refirió que en cuanto le toque acudirá a vacunarse para seguir trabajando y disfrutar la vida junto a su familia.

 

 

 

Domingo, 14 Marzo 2021 04:39

Piden vacunas para taxistas

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Los trabajadores del volante han sido víctimas recurrentes de covid-19 y varios han fallecido, exponen; piden ser incluidos en grupos prioritarios en la vacunación contra la enfermedad 

César Bravo, quien trabaja como chofer de taxi desde hace 15 años en Morelos, pidió a las autoridades de Salud se dé prioridad a este sector en la aplicación de la vacuna contra el covid-19, porque afirmó que varios transportistas se han contagiado y otros ya fallecieron.

Entrevistado en el zócalo de Cuernavaca, dijo que afortunadamente él no se ha infectado con el virus, sin embargo, algunos de sus compañeros taxistas y otros del transporte colectivo (rutas) tuvieron que resguardarse en su domicilio porque se enfermaron.

Al respecto, señaló que en agosto pasado trasladó a tres personas de la colonia Alta Vista al hospital general José G. Parres, en Cuernavaca, porque uno de ellos estaba tan enfermo que apenas podía respirar, y aunque agradece que no se contagió, sí vivió momentos de angustia.

“Ese día me dio mucho miedo y anduve paranoico varios días, porque de las tres personas que llevé al hospital, el señor estaba muy enfermo, apenas podía respirar, y además ocupó el asiento del copiloto. Yo no sabía qué decirle, pero cuando terminé el servicio me fui a mi casa a bañarme y a lavar el carro”.

Por la emergencia sanitaria -dijo- niega el servicio a las personas que no llevan puesto el tapabocas, para no contagiarse, aunque por esta decisión ha recibido malos comentarios de los clientes y con palabras altisonantes le han recordado a su mamá.

En cuanto a su trabajo, refirió que hay días en los que con mucho esfuerzo logra reunir el dinero para entregar la cuenta a su patrón. Además, por la crisis económica tuvo que solicitar un préstamo para pagar una infracción que le pusieron por no llevar puesto el cinturón de seguridad.  

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Afirma que por la pandemia y la falta de ingresos económicos tuvo que solicitar cuatro préstamos.

José Julián está consciente de que al estar en con contacto con la gente podría contagiarse con covid-19, pero asegura que no puede ser estricto con sus clientes sobre el uso del cubrebocas, porque la situación económica está difícil y hay días en los que con mucho esfuerzo apenas logra reunir el dinero para entregar la cuenta a su patrón. 

Dijo que en sus 20 años como chofer de taxi es la primera vez que su economía se ve tan afectada, al grado que tuvo que solicitar cuatro préstamos para solventar los gastos en su casa, porque sus ingresos son mínimos.

Refirió que su jornada laboral es de seis de la mañana a diez de la noche, pero en ese lapso apenas realiza unos 20 viajes porque la principal afectación al sector transporte es la suspensión de clases presenciales, de tal manera que sus ingresos van apenas entre 150 y 200 pesos diarios.

En cuanto a la pandemia, dijo que trata de cuidarse lo más que puede para no contagiarse y de manera constante desinfecta su vehículo, pero aún en plena pandemia no puede ponerse exigente, ya que lo que más necesita es dinero.

“Yo no soy estricto, partiendo de que si no acepto a una persona sin cubrebocas es un cliente que voy a perder. Por eso lo dejo al criterio de cada persona. Agarro parejo porque yo salgo afectado de manera económica. Tengo miedo de contagiarme, pero es el riesgo que corremos aquí en el sector transporte”.

El entrevistado aseguró que varios de sus compañeros taxistas se contagiaron con el virus y unos cinco perdieron la vida.

  

 

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Ha rechazado viajes con más de tres personas, para evitar contagiarse.

Juan Víctor Aguilar trabaja como conductor de Uber y revela que a pesar de la emergencia sanitaria la gente no deja de salir a divertirse. Afirma que el mayor número de servicios que realiza son de personas que salen de los bares, restaurantes y hasta de centros comerciales.

Además de las afectaciones económicas que registran por la pandemia, señaló que otro de los problemas a los que se enfrentan los conductores de plataformas, es la mala actitud de los usuarios cuando se les pide usar cubrebocas para poder iniciar el viaje, pero también se molestan cuando el conductor cancela el servicio porque el usuario que lo solicitó pretende que en el vehículo viajen hasta seis personas.

“Ese sí es un problema, porque hasta la fecha se quieren subir hasta seis personas en un vehículo y quieren ocupar el asiento del copiloto, por mi seguridad les digo que no se puede y por eso he cancelado hasta dos viajes diarios de clientes que no usan cubrebocas y en otros casos porque son grupos los que quieren viajar en un solo carro”.

Para evitar recibir malos comentarios de los clientes, Juan colocó un anuncio en la parte trasera del asiento del copiloto el cual dice “uso obligatorio de cubrebocas por tu salud y por la mía, evítame la pena de cancelar tu viaje”.

El entrevistado indicó que por la pandemia tiene que trabajar hasta catorce horas todos los días para obtener al menos 600 pesos, además del costo de combustible y la cuenta, para poder solventar los gastos de su casa, ya que actualmente hay muy poca gente que solicita el servicio de Uber y además las tarifas son económicas.

 

 

 

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Por la inseguridad evita ingresar a colonias alejadas de Temixco, Cuernavaca, Jiutepec y Emiliano Zapata.

Francisco dice que el trabajo como conductor de plataformas es bueno porque labora en las horas y días que puede, pero lo lamentable es que la empresa no pone tantos filtros a los usuarios, de tal manera que cualquiera se puede registrar, incluso con perfiles falsos para utilizar su cuenta con otros fines.

Al respecto, contó que hace tiempo aceptó un viaje a Lomas del Carril en Temixco porque nunca se imaginó que sería víctima de asalto por sus propios clientes, quienes le robaron dinero en efectivo y su teléfono celular.

Para evitar otra situación de violencia evita ingresar a las colonias que están alejadas del centro de municipios como Cuernavaca, Temixco, Jiutepec y Emiliano Zapata, porque los asaltos están a la orden del día y a cualquier hora, dijo.

En lo que respecta a su trabajo como conductor de Uber, señaló que la emergencia sanitaria ha dejado grandes afectaciones, ya que por el confinamiento obligado hay pocos clientes y las tarifas que pone la plataforma son muy económicas, aunado a que los supermercados habilitaron el servicio a domicilio, lo cual les quita más clientes.

“En los últimos meses el servicio bajó y la gasolina aumentó en estos últimos días, pero tenemos que seguir. Sabemos que estamos en riesgo de un contagio, por eso desinfecto el carro de manera constante y traigo una botella de gel para los clientes, porque no puedo saber si los pasajeros vienen enfermos, ya que cuando estornudan, me dicen que solo es una gripe. Sin embargo, no sabemos la realidad”.

Afirmó que entre sus compañeros conductores se han registrado varios contagios y por lo menos cinco defunciones. 

 

 

 

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Por la emergencia sanitaria hay días en que sólo hace cuatro servicios.

Benjamín Orihuela, quien trabaja como chofer de taxi, señaló que por la afectación económica que ha dejado la pandemia hay muy pocos clientes, pero lo más lamentable es que en plena crisis los policías viales busquen infraccionar a los transportistas por cualquier motivo.

Dice que su experiencia como chofer de taxi es de 45 años y nunca pensó que una enfermedad podría afectar tanto a la economía del país, ya que el dinero apenas alcanza para comer.

Por ejemplo, afirmó, todos los días se despierta a las tres de la mañana porque a las cuatro debe salir de su casa para agarrar pasaje, pero ni madrugando obtiene los mismos ingresos económicos que tenía hace dos años.

Refiere que por la emergencia sanitaria y el llamado reiterado de las autoridades de salud a quedar en casa, hay muy pocos clientes y al día con mucho esfuerzo realiza entre tres y cuatro viajes, por lo que sus ingresos son de apenas 300 pesos y en ocasiones hasta menos, como hace unas semanas, cuando llegó a su casa con 60 pesos porque pagó 240 pesos de una infracción por circular con una luz fundida de la parte trasera de su taxi.

“Todos tenemos gastos en la casa, tenemos que ahorrar para la gasolina y, además, las infracciones están a la orden del día. Hace unas semanas me detuvo la policía vial porque tenía ‘un falso’ en la luz trasera de mi carro. Traté de dialogar con ellos, pero no se pudo y tuve que pagar”.

En cuanto a la pandemia, afirmó que para evitar contagiarse ofrece alcohol a sus clientes para desinfectar sus manos y además de manera constante limpia su unidad. Agradece que hasta el momento no se ha infectado, a pesar de que en dos ocasiones sus clientes fueron sinceros y le dijeron que estaban enfermos

“En Alta Vista (Cuernavaca), donde vivo, hay hasta cinco contagios cada semana. A mi alrededor hay mucha gente que conocí que se contagiaron y algunos fallecieron. Por eso le digo a los clientes que debemos cuidarnos entre nosotros y avisar cuando alguno está enfermo”.

 

 

 

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En los trabajos de oficina, las mujeres sufren discriminación y agresiones verbales por parte de los choferes, afirma Kina.

Kina trabaja desde hace 25 años en el área de administración de una organización de transporte (Ruta) cuyas unidades circulan en la zona metropolitana de Cuernavaca y aunque las actividades que desempeña son fáciles, dice que no es lo mismo cuando se trabaja con hombres porque todavía hay quienes se niegan a recibir órdenes de una mujer. 

“Es un poco difícil para las mujeres que estamos en esta área, sobre todo porque los hombres consideran que no es un trabajo para mujeres y que el desempeño puede ser menor por ser un trabajo de hombres. Por eso quienes estamos en el sector transporte nos enfrentamos a la discriminación, groserías de los señores y malas expresiones hacia nuestro género”.

Por esta situación de violencia -afirma- pensó en renunciar a su trabajo, porque afectaba el bienestar de su familia y sus hijos -al ver el estado de ánimo con el que llegaba a su casa- le decían que era mejor buscar otro empleo, porque hacía muchos corajes.  

Sin embargo, refiere Kina, tras divorciarse tuvo que agarrar valor y hacer frente a este tipo de agresiones verbales. Hubo quien la llamó “vieja inútil”, pero aprendió que no iba a arreglarlo haciendo corajes y entendió que difícilmente se puede educar a un adulto.

Entonces se propuso cumplir con su trabajo con o sin la aprobación de los operadores, quienes -dice- se molestan porque les impone sanciones o llamadas de atención por quejas de los usuarios del transporte público.

“Es difícil tratar con hombres porque no se puede educar a los adultos y ellos se unen para rebelarse. A veces hay que imponer sanciones y es ahí cuando empiezan a insultar a las mujeres de forma despectiva”. 

 

 

 

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No se presentan denuncias porque no hay manera de comprobar los robos, sostiene el líder de ruteros 

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Sus ingresos como checador de rutas son de máximo 120 pesos diarios.

Por la contingencia sanitaria, Edgardo Báez -quien trabaja como checador de rutas- dice que para no complicar su estado de salud tuvo que resguardarse en su casa, pues desde hace años padece hipertensión.

Sin embargo, hace unas semanas regresó a su labor -que consiste en registrar el tiempo de diferencia que hay entre los operadores del transporte público- porque necesita mayores ingresos económicos para solventar los gastos en su casa.

Entrevistado en la calle Galeana del Centro de Cuernavaca, contó que mientras estuvo en confinamiento aprovechó para vender frutas y verduras en su domicilio porque, aunque tenía un poco de dinero ahorrado, sabía que en algún momento se acabaría.

Regresó a su trabajo como checador voluntario de rutas, pero sigue vendiendo verduras en su casa, ya que sus ingresos en el sector del transporte apenas son de entre cien y ciento veinte pesos diarios.

“Por la pandemia tuve que dejar de trabajar porque soy hipertenso y también he sufrido para encontrar mis medicamentos desde hace seis meses. Yo tenía ahorros, por eso me fui, pero cuando se acabaron tuve que salir. Ahorita vemos que tampoco hay gente y nosotros dependemos de los pesos que nos den los operadores, por eso sigo vendiendo verduras y algo de fruta”. 

Además, señaló que trabaja como sonidero en fiestas familiares, pero los contratos también han disminuido por la emergencia sanitaria y a la fecha le han cancelado16 eventos que ya estaban apartados con la mitad del costo pagado, pero tuvo que devolver el dinero.

 

 

 

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Sus ingresos son mínimos porque hay pocos clientes y las tarifas son reducidas.

Ernesto -conductor de la plataforma Didi- platica orgulloso que tuvo la oportunidad de estudiar en otro país la licenciatura en Publicidad. Sin embargo, dice que por la emergencia sanitaria que se vive a nivel mundial se le ha dificultado encontrar un empleo relacionado a su carrera, por lo que se tiene que dedicar al transporte.

Afirmó que su trabajo como conductor de esta plataforma es provisional porque, aunque le gusta manejar su vehículo, la desventaja es que los ingresos son mínimos pues los viajes deben cobrarse a precios reducidos.

Asegura que cuando la situación económica mejore buscará empleo en agencias de publicidad u otras empresas afines.

En cuanto a las tarifas que la plataforma Didi cobra a sus usuarios, señaló que el domingo pasado realizó un viaje a la comunidad de Tres Marías, en el municipio de Huitzilac, por el cual la aplicación fijo una tarifa de cien pesos, de los cuales Didi se quedó con 60 y de los 40 pesos que le corresponden gastó 35 en combustible.

“La principal afectación que tenemos es porque los viajes son muy baratos, pero también nos pega mucho que la plataforma nos descuente el 60 por ciento de cada viaje cuando el cliente paga con tarjeta, porque no consideran que nosotros pagamos la gasolina y en ocasiones, nos quedamos con diez pesos de un viaje”.

Por esa situación, dijo, y para generar mayores, ingresos trabaja todos los días alrededor de ocho horas.

 

 

 

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Rutero pide operativos en varios puntos de Cuernavaca.

Los asaltos al transporte público se dispararon desde que empezó la emergencia sanitaria. Según el testimonio de un chofer, estos ocurren principalmente en cuatro puntos de Cuernavaca.

Juan Manuel, quien trabaja como operador de rutas desde hace seis años, afirmó que detectaron como puntos inseguros la avenida Domingo Diez frente a un supermercado y el tramo de El Vergel a Plaza Cuernavaca, así como del puente de Tizoc al parque Alameda Solidaridad, y de La Luna a la Selva.

Por lo anterior, refirió que han solicitado a las autoridades de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) que se vigilen estos puntos. Sin embargo, no han sido escuchados.

“Los asaltos no paran, todo sigue igual; lo que sé es que los patrones se reúnen y mandan sus escritos a las autoridades para que se implementen operativos por lo menos en las zonas más inseguras, donde los asaltos ocurren casi a diario, pero no hay respuesta”.

Uno de los casos más recientes -dijo- ocurrió una semana después de que el conductor de una unidad y los pasajeros golpearon a un sujeto que presuntamente los asaltó, en la colonia El Empleado. De acuerdo con Juan Manuel el último asalto lo cometieron dos hombres, que se fueron directamente contra el chofer de la ruta.

 

 

 

Domingo, 28 Febrero 2021 07:54

Batallan choferes de Uber contra inseguridad

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Conductores lidian también con la falta de clientes y las tarifas económicas que ofrece la empresa en algunos servicios  

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 Aunque asegura que como ciudadano no estría de acuerdo en que suba el pasaje.

Aunque como ciudadano dice estar en contra de que aumente la tarifa del transporte colectivo, como chofer está de acuerdo, porque al menos él ha batallado mucho en esta emergencia sanitaria y no ha recibido ningún apoyo económico, asegura César desde hace años trabaja como operador del transporte público en Morelos.

Por ejemplo, refirió que la semana pasada se descompuso la unidad que maneja y tuvo que solicitar un préstamo de nueve mil pesos para la reparación, debido a que por la pandemia sus ingresos económicos son insuficientes para costear las fallas que presenta la unidad y cubrir los gastos de su casa.

“Como ciudadano diría que no se vale aumentar el pasaje porque todas las familias enfrentamos una situación difícil por la pandemia, pero soy chofer desde hace varios años y me consta que las refacciones de las unidades subieron mucho; además, el precio de la gasolina incrementó y las rutas necesitan 85 litros de combustible todos los días”.

Señaló que sus ingresos diarios son de máximo mil 400 pesos, de los cuales descuenta alrededor de mil 100 pesos para el combustible y de los 300 pesos que le quedan debe ahorrar un poco para la renta de la casa donde vive y también necesita dinero para pagar otros servicios.

Cuestionado sobre el estado físico de las rutas, dijo que algunos operadores hacen un gran esfuerzo por mantener limpias las unidades, sin embargo, los pasajeros no ayudan y dejan basura y hasta rompen los asientos.

 

 

Viernes, 26 Febrero 2021 05:10

Niega el servicio a clientes sin cubrebocas

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Por esa decisión ha recibido malos comentarios.

Alejandro -quien trabaja como chofer de taxi desde hace un año- es otro más del gremio que por la emergencia sanitaria tomó la decisión de negar el servicio a personas que no llevan puesto el cubrebocas, pues considera que lo más importante es su salud y la de su familia.

Reconoce que esa determinación afecta sus ingresos económicos, porque al día con mucho esfuerzo realiza entre seis y siete viajes, trabajando de seis de la mañana a seis de la tarde, con algunas horas de descanso.

Asegura que sus ingresos son de entre 250 y 500 pesos, pero de este total descuenta 100 pesos para la cuenta a su patrón y otro tanto para el combustible. 

Contó que por su decisión de no llevar a los clientes sin tapabocas ha recibido malos comentarios como: “tienes trabajo gracias a nosotros” y “así no tendrás dinero”. Sin embargo, señaló que prefiere dejar pasar unos viajes para no contagiarse con el virus y luego infectar a su familia.

“Yo lo hago por salud, porque en la casa me espera mi familia y no estaría bien que yo llegue con la enfermedad”.

En lo que respecta a su trabajo como chofer de taxi, afirmó que la pandemia lo ha afectado porque la gente desconfía de los taxistas y, aunque hay muchas personas en las calles, la mayoría sale en vehículo particular.

Agradece que hasta la fecha ningún integrante de su familia se haya contagiado con covid-19, pero sí conoce personas que se infectaron. Por eso, en cuanto se baja un pasajero desinfecta los asientos, para garantía de él y de su clientela

 

 

 

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Por la pandemia, la clientela bajó hasta un 60 por ciento.

La crisis económica que ha dejado la pandemia obligó a Roberto a vender su lavadora, su televisión y un estéreo, para solventar los gastos de su casa porque -dijo- sus ingresos como chofer de taxi son insuficientes; incluso, se le ha dificultado entregar la cuenta a tiempo a su patrón.

En cuanto a su trabajo, contó que por la contingencia sanitaria la clientela bajó hasta un 60 por ciento y al día con mucho esfuerzo realiza entre ocho y diez viajes, por lo que sus ingresos son de apenas 100 pesos diarios.

Por eso, dijo, tuvo que empeñar algunos aparatos que tenía en su hogar, pensando en que la situación económica iba a mejorar y después podría recuperarlos, lo cual no ocurrió.

“La situación económica está muy difícil porque hay gente en la calle, pero son pocos los que usan el taxi. Además, subió el precio de la gasolina desde hace dos meses y el patrón también quiere su cuenta, pero luego no hay dinero y tengo que decirle que me espere; él es comprensivo y me espera hasta una semana”.

Su experiencia frente al volante es de cinco años y afirma que por la pandemia, durante su jornada laboral se protege con el cubrebocas y desinfecta su unidad de manera constante para evitar contagiarse con el virus, porque al menos tres de sus conocidos fallecieron.

“Yo no me quito el tapabocas porque uno no sabe si los pasajeros están enfermos o van a hospitales, pero también he negado el servicio a los que no llevan puesto el tapabocas, por temor a un contagio y transmitir el virus a mi familia”.

 

 

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Taxistas son afectados por la pandemia, inseguridad y el servicio de plataformas.

Juan, quien lleva más de 30 años trabajando como chofer de taxi, lamenta que en los últimos meses la clientela haya bajado hasta en un 50 por ciento por la crisis económica derivada de la emergencia sanitaria y también porque -afirma- cada día hay más conductores que ofrecen el servicio por medio de aplicaciones de teléfono.

Dice que agarró el volante cuando cumplió 18 años porque en ese entonces los ingresos eran buenos, pues trabajaba casi todo el día porque no se percibía tanto la situación de violencia. Sin embargo, en los últimos años tuvo que reducir su jornada laboral y optó por no salir ni tan temprano ni tan tarde.

Agradece que a la fecha no ha sido víctima de asaltos, pero uno de sus compañeros le dijo que hace unas semanas una pareja lo abordó en la colonia Tres de Mayo, en Emiliano Zapata, y cuando dejó a la señora en su casa, el hombre pidió al taxista llevarlo a otra dirección, pero más adelante junto con otros sujetos lo asaltaron a punto de pistola.

Por esa situación, dijo que empieza a trabajar alrededor de las ocho de la mañana y termina a las cinco de la tarde, para evitar algún atraco, ya que, de por sí la pandemia dificulta reunir el dinero de la cuenta, porque con mucho esfuerzo realiza entre seis y ocho viajes.

“Yo me protejo con el cubrebocas, pero no puedo negar el servicio porque la situación está muy complicada. Además, si no me llevo al cliente alguien más se lo llevará y ahorita lo que hace falta es el dinero”.

 

 

 

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Sus ingresos diarios son de unos 600 pesos, pero trabaja más de diez horas.

Isaac labora como conductor de Didi, un servicio de transporte que se ofrece a través de una aplicación de teléfono, y dice que por la situación de inseguridad el sábado canceló ocho viajes, porque detectó que las cuentas de donde le pidieron el servicio eran de reciente creación y otras pedían traslados a colonias peligrosas.

Al respecto, contó que hace unos meses realizó un viaje a la colonia La Esmeralda en Jiutepec y cuando concluyó el viaje, tres sujetos armados se acercaron a su vehículo para advertirle que debía retirarse porque esa zona es peligrosa.

“El sábado cancelé como ocho viajes porque eran usuarios nuevos y otros que iban a lugares extraños y retirados, como la colonia La Esmeralda, donde hace tiempo tuve una mala experiencia. Una vez realicé un viaje ahí y cuando regresaba se me acercaron tres chavos con pistolas para decirme que me fuera y me salí rápido”.

Para evitar ser víctima de un asalto, dijo, antes de aceptar ofrecer el servicio verifica la zona, porque algunas personas crean cuentas en la aplicación con el fin de cometer ilícitos, ya que la empresa no exige mayores requisitos al usuario; incluso algunos cambian su nombre por un seudónimo como “El Chilaquil”.

Isaac realiza entre 25 y 30 viajes diarios trabajando más de diez horas, pero sus ingresos son de unos 200 pesos porque las tarifas son muy reducidas. Por ejemplo, dijo, en una ocasión realizó un viaje de Xochitepec a Ecatepec, Estado de México, por el cual la aplicación puso una tarifa de 600 pesos, pero no consideró que el conductor gastó 300 pesos de combustible.

 

 

 

Domingo, 21 Febrero 2021 05:09

Impunidad en asaltos, queja de ruteros

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Asaltantes de unidades del transporte en la colonia El Empleado de Cuernavaca están identificados, pero operan con libertad, denuncian choferes; presunto delincuente golpeado por pasajeros está libre 

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Por la inseguridad evita colonias peligrosas de Cuernavaca.

Enrique Villalobos estudia la carrera de ingeniería en mantenimiento industrial y por la mañana trabaja como repartidor de comida por medio de la plataforma de Didi, para solventar sus gastos personales.

Dice que sus papás lo apoyan con lo que requiere para sus estudios, pero trabaja en el reparto de alimentos para no pedirles dinero para comprar ropa, zapatos y otras cosas que necesita. Además, porque tiene que terminar de pagar la motocicleta que compró a crédito.

En cuanto a su trabajo, platica que se registró en la aplicación hace una semana y le dedica solo medio tiempo para poder llegar a su casa a tomar sus clases en línea.

Los fines de semana labora casi todo el día, pero a las seis de la tarde realiza el último servicio, para evitar ser víctima de un asalto.

Señala que sus ingresos son de 100 pesos diarios porque con mucho esfuerzo realiza entre tres y cuatro viajes y aunque estos se incrementan los fines de semana, la plataforma le descuenta la comisión por el servicio, por lo que apenas ahorra para el combustible de la moto y el internet de su teléfono celular.

Por la situación de inseguridad dice que evita algunas colonias de Cuernavaca como la Lagunilla, Sacatierra y Alta Vista.

“Así como veo la situación de violencia sí me da miedo salir, por eso los fines de semana dejo de trabajar después de las seis de la tarde y en algunas ocasiones he rechazado varios pedidos por temor a que me vaya a pasar algo”.

 

 

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En lo que va del año, los repartidores han registrado nueve asaltos y tres robos de motocicleta.

Alejandro trabaja como repartidor de comida por medio de la aplicación de teléfono de Didi, pero por la situación de inseguridad tambié evita algunas colonias de Temixco, Jiutepec y Cuernavaca. Además, realiza los últimos servicios a las cinco de la tarde, porque según le dijeron sus compañeros, los asaltos se han incrementado durante la noche.

Contó que los repartidores de comida han sufrido asaltos en colonias como la Lagunilla, Antonio Barona y Alta Vista en Cuernavaca. En este último punto -dijo- que hay callejones muy reducidos que se convierten en zonas de oportunidad para que los amantes de lo ajeno asalten a los transeúntes sin ser detenidos.

Alejandro también evita otras colonias peligrosas, como Lomas del Carril en Temixco y algunas de la cabecera municipal de Jiutepec.

“A mí gracias a Dios no me ha pasado nada sobre la violencia, pero algunos compañeros dicen que los han asaltado después de la doce de la noche. Por eso yo prefiero empezar a trabajar temprano y no exponerme en la noche, porque los rateros no se tientan el corazón, se llevan todo”.

Al respecto, señaló que en lo que va de este año han registrado por lo menos nueve asaltos en colonias de Jiutepec y el robo de tres motocicletas en Ciudad Chapultepec.

En lo que se refiere a su trabajo como repartidor de alimentos, dijo que por la emergencia sanitaria al día apenas realiza entre cinco y diez viajes, de tal manera que sus ingresos son de entre 200 y 250 pesos diarios.

 

 

 

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Afirma que varios de sus compañeros y algunos de sus vecinos fallecieron por covid-19.

Por la emergencia sanitaria, Antonio Padilla dice que todos los días lleva en su vehículo un desinfectante de superficies, el cual rocía cuando termina cada viaje, para evitar contagiarse. Asegura que desde que empezó la pandemia ha trasladado a por lo menos 25 personas enfermas a hospitales covid.

Admite que tiene miedo de infectarse, pero no puede negar el servicio porque necesita el dinero y porque de cualquier manera alguien de sus compañeros realizará ese viaje. Sin embargo, como una medida de prevención desinfecta el taxi cada vez que un cliente desciende del vehículo y durante el trayecto ofrece gel antibacterial.

“Me da miedo el virus porque seis de mis compañeros en el radiotaxi fallecieron y también algunos de mis vecinos murieron y otros están contagiados. Por eso tenemos que cuidarnos mucho. Tampoco podemos dejar de trabajar, porque nadie nos apoya y la familia tiene que comer”.

Antonio tiene una experiencia de 17 años frente al volante y asegura es la primera vez que su economía se ve afectada por un problema de salud y que al día con mucho esfuerzo puede realizar entre cuatro y cinco servicios.

Dice que la crisis económica está tan fuerte que desde hace tres semanas no ha podido entregar la cuenta a su patrón porque el dinero apenas alcanza para comer y para comprar el combustible.

Sus ingresos económicos varían, pero por lo regular obtiene entre 100 y 200 pesos diarios.

 

 

 

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El conductor de plataforma evita colonias de Emiliano Zapata, Temixco y Xochitepec.

Antes de aceptar brindar el servicio de transporte de Uber o Didi que se ofrece por medio de una aplicación de teléfono, René verifica la zona de donde el cliente pidió el viaje, porque dice que algunos conductores han sufrido asaltos y robo de vehículos en municipios como Emiliano Zapata, Temixco y Xochitepec.

Refiere que cuando recibe en su teléfono celular una notificación sobre un viaje verifica si el servicio se pidió desde un lugar público, una plaza, domicilio o con dirección a alguna empresa, a fin de evitar ser víctima de un asalto.

“En el caso de los clientes, cuando estoy en el lugar, checo si salen de su domicilio, de las plazas, si van en familia o piden el servicio para ir a su trabajo. También me fijo si traen uniforme que los identifique como trabajadores de alguna empresa, porque en algunos casos se suben para asaltar. Por eso hay que pensar en todo y protegernos”.

Dijo que una medida de prevención que le ha funcionado durante su jornada laboral es la de rechazar el servicio de personas que lo contactan desde colonias poco transitadas e inseguras y alejadas. Por eso solo trabaja en los municipios de Cuernavaca y Jiutepec.

Al día ha rechazado entre ocho y diez viajes por situaciones de inseguridad o porque los clientes están en estado de ebriedad.

En lo que respecta a su trabajo, contó que al día realiza alrededor de veinte servicios en un horario de ocho de la mañana a cinco de la tarde y sus ingresos varían entre 300 y 400 pesos, los cuales alcanzan -dijo- para solventar los gastos en su casa.

 

 

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Ayer realizaron un paro de labores.

Omar Ayala trabaja como conductor de Uber -un servicio de transporte que se ofrece por medio de una aplicación de teléfono- y ayer se sumó al paro de labores que realizaron sus compañeros para exigir a la empresa un ajuste en las tarifas y mejores condiciones de seguridad.

Como parte de su protesta, algunos conductores, aunque no trabajaron, circularon por las avenidas principales de la ciudad y para manifestar su inconformidad escribieron un mensaje en la parte trasera de su vehículo el cual decía: “un día sin Apps, no te conectes”. 

El paro de labores se realizó de ocho de la mañana a ocho de la noche y este generó que los precios por el servicio se elevaran porque había pocos conductores disponibles.

De acuerdo con Omar, la causa de la protesta es   que la plataforma de Uber maneja tarifas muy económicas. Por ejemplo, cobra 30 pesos por un viaje de más de diez kilómetros.

También contó que hace un tiempo realizó un viaje al aeropuerto en la Ciudad de México y la aplicación puso una tarifa de 500 pesos, la cual se debe respetar, pero la empresa no consideró que el conductor gastó 400 pesos en combustible por ese viaje y 230 pesos por las casetas (entrada y salida), y todavía le descontó 250 pesos de comisión por el servicio, por lo que -dijo- al final salió perdiendo porque puso dinero de su bolsa.    

En cuanto a la situación de inseguridad, afirmó que algunos de sus compañeros han sido víctimas de asaltos y en ocasiones hasta resultaron lesionados por resistirse. 

“Todos los días salimos con miedo y preocupación por la situación de inseguridad, pero no podemos dejar de trabajar porque necesitamos el dinero”.

 

 

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David trabaja como repartidor de comida por medio de plataformas.

Hace cuatro meses David empezó a trabajar como repartidor de comida por medio de la plataforma de Rappi para ahorrar dinero y continuar con sus estudios de universidad, que suspendió porque –dice- no le entiende a las clases en línea.

Antes trabajaba como chofer de un abogado que también es su vecino, sin embargo, por la contingencia sanitaria su expatrón decidió trabajar desde su casa y prescindió de sus servicios, por lo que tuvo que buscar otra fuente de ingresos.

Afirma que buscó empleo en otras empresas, pero no encontró porque en la mayoría le pidieron diferentes requisitos, como la constancia del último grado de estudios, los cuales no tiene a la mano porque están en servicios escolares de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), donde ingresó como estudiante de la licenciatura en Derecho y abandonó dos meses después porque las clases son a distancia.

“Las clases en línea no me gustan porque no le entiendo nada, no explican bien como en una clase presencial; estuve dos meses, pero mejor lo dejé y me puse a trabajar de tiempo completo, y espero que pronto podamos regresar a las aulas”.

En cuanto a su trabajo como repartidor de alimentos, refiere que realiza entre cinco y quince servicios al día trabajando de las ocho de la mañana a las once de la noche, porque diario entrega 150 pesos de cuenta por la motocicleta.

 

 

Sábado, 13 Febrero 2021 05:13

No rechaza a ningún pasajero

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“La economía está difícil como para escoger a los clientes”, dice taxista.

Ángel dice que está consciente de que por su trabajo puede contagiarse con el virus del covid-19, sin embargo, afirma que por la crisis económica no puede elegir a quién dar el servicio de taxi, porque de cualquier manera alguien de sus compañeros tomará ese pasaje.

Lo que sí puede hacer es protegerse con un cubrebocas y gel antibacterial y desinfectar su vehículo de manera constante, porque dice que en ocasiones ha tenido que trasladar a clientes que acudieron a aplicarse la prueba de detección del covid-19.

“Llevé a una pareja a hacerse la prueba, los esperé hasta que salieron y me dijeron que su resultado fue positivo. A los cuatro días, otra vez me pidieron el servicio y esta vez fue negativo”.

¿No tiene miedo de contagiarse?

“Sí me da miedo, pero la situación no está como para escoger a los clientes, porque si yo no los llevo alguien más se llevará ese pasaje, y yo necesito dinero para comer con la familia”.

En lo que respecta a su labor, contó que trabaja todos los días desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche, porque a diario debe entregar 240 pesos de cuenta y también debe ahorrar una cantidad para comprar el combustible.

Durante su jornada, Ángel evita algunas zonas peligrosas y afirma que después de las siete de la noche ya no realiza viajes a colonias de Temixco y algunas de Jiutepec.

 

 

 

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Piden apoyo para que las autoridades de seguridad ordenen rondines policiacos en colonias peligrosas.

Para evitar ser víctima de un asalto, Ana Lilia -quien trabaja desde hace dos años como repartidora de comida por medio de las plataformas de Rappi y Uber Eats- todos los días sale acompañada de su pareja, Iván.

Juntos entregan pedidos de alimentos a diferentes colonias, incluso, a las catalogadas peligrosas, como Alta Vista, Lagunilla y la Carolina de Cuernavaca.

Entrevistada en el centro de Cuernavaca, Ana Lilia platica que por la situación de inseguridad trabaja acompañada de su pareja, porque no cuenta con el apoyo de la empresa y tampoco hay rondines policiacos en las colonias inseguras.

“Las plataformas nos mandan a lugares peligrosos. Por eso trabajamos juntos porque estamos expuestos a los asaltos, principalmente en la noche. Nosotros vamos a todos los lugares, sin embargo, en ocasiones evitamos ciertos lugares o vamos a dejar los pedidos pero enviamos la ubicación a los compañeros, para cuidarnos entre nosotros”.

La pareja agradeció que hasta el momento no han sufrido alguna situación de violencia, pero sí han sido víctimas de accidentes viales.

Asegura que solicitaron el apoyo de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) para que implemente rondines policiacos, luego de que algunos de sus compañeros han sido víctimas de asaltos y hasta resultaron lesionados con arma de fuego por resistirse.

En lo que se refiere al reparto aseguran que trabajan doce horas al día para tener mejores ingresos, porque cada semana deben pagar 700 pesos de renta por la motocicleta, además de que la aplicación les descuenta un porcentaje por cada servicio que prestan. 

 

 

 

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Por la inseguridad envía su ubicación en tiempo real a sus familiares.

Diego trabajaba en un taller de reparación de bicicletas en Temixco, pero cuando por la emergencia sanitaria los dueños cerraron el negocio, para no quedarse sin dinero se registró como repartidor de comida por medio de la plataforma de Rappi.

Al día realiza entre tres y cuatro entregas de alimentos porque reparte en una bicicleta, pero no pierde la esperanza de encontrar un trabajo mejor pagado con el cual pueda solventar sus gastos personales y pagar sus estudios de preparatoria abierta. 

Como repartidor de alimentos a través de la aplicación de teléfono, afirma, no le va tan mal porque los clientes le dan buenas propinas, por lo que reúne entre 150 y 200 pesos diarios y los fines de semana -si trabaja todo el día- obtiene hasta 500 pesos en una jornada.

Sin embargo, dice que su desventaja es que no cuenta con prestaciones y tampoco con el respaldo de la empresa en caso de sufrir algún accidente vial o un asalto. Los fines de semana trabaja tiempo completo, pero no acepta servicios después de las diez de la noche y para mayor seguridad envía su ubicación en tiempo real a sus familiares. 

Entre semana, Diego trabaja por la mañana y por la tarde estudia la preparatoria abierta.

 

 

 

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En Morelos tres mil profesores realizaron examen en agosto pasado, pero hasta la fecha no tienen plaza.

Docentes de nuevo ingreso hicieron un llamado a los diputados federales por Morelos para que se modifique la Ley General del Sistema para la Carrera de Maestros debido a que -afirmaron- esta no da facilidad para que los egresados de escuelas normales particulares o para quienes son licenciados en Educación puedan ingresar a impartir clases en escuelas del sistema público.

Ayer en el centro de Cuernavaca, Abraham Escalada Aceves, vocero de los docentes de nuevo ingreso, detalló que son alrededor de tres mil profesores los que realizaron su examen desde agosto del año pasado y, a la fecha, la Unidad del sistema para la carrera de las maestras y maestros (Usicamm) no les ha dado respuesta para su plaza, además de que existe la preocupación porque se acerca otro proceso de evaluación y quedarán rezagados.

“Estamos con la misma situación de compañeros que están adscritos al proceso de admisión para obtener una plaza docente del ciclo escolar 2020-2021. son egresados de universidades privadas y de escuelas normales particulares, sin embargo, siguen esperando a que avance la asignación de plazas porque hasta la fecha no nos dan respuesta”, dijo en entrevista.

Escalada Aceves lamentó que la Secretaría de Educación excluyó a los egresados de escuelas particulares y sólo asignó plazas a los egresados de universidades y normales públicas en lista, a pesar de tener el mismo puntaje.

 

 

 

Miércoles, 10 Febrero 2021 05:19

Cuestionan cifras de López Gatell

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El secretario de Gobierno descarta que se endurezca el confinamiento y señala las cifras de ocupación hospitalaria.

El secretario de Gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas, afirmó que los datos de la Federación respecto a que en Morelos tiene una tendencia preocupante al alza en el número de contagios de covid-19 -lo que podría generar saturación hospitalaria- están desfasados y no corresponden a la entidad, porque en el estado se han tomado diferentes acciones para mitigar los efectos de la movilidad, lo que descarta que se tomen nuevas medidas de confinamiento.

“Los datos de la Federación se encuentran desfasados y también, con el cumulo de información de otros estados, pueden tener datos que no correspondan a la realidad, pero conforme lo ha instruido el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, seguiremos trabajando y aplicando todas las medidas que sean necesarias para atacar esta crisis sanitaria”, indicó Ojeda Cárdenas.

Ayer durante una conferencia de prensa virtual, el encargado de la política interna reiteró que la saturación hospitalaria de la que habla el gobierno federal no corresponde a la realidad porque en Morelos hay capacidad hospitalaria. En ese sentido, negó que el estado esté enviando pacientes contagiados a otras entidades y, por el contrario, dijo, se han atendido a más de 200 pacientes de otras entidades en hospitales de Morelos.

El funcionario también mencionó que no habrá nuevo confinamiento en la entidad.

En su intervención, el secretario de Salud, Marco Antonio Cantú Cuevas, explicó que la ocupación de camas covid  en el sector se encuentra a un 72.15 y en un 75.86 por ciento en lo que se refiere a pacientes en terapia intensiva.

Detalló que hasta el corte del 8 de febrero, en los tres hospitales covid de los Servicios de Salud de Morelos (SSM) se cuenta con 120 camas de las cuales la ocupación de camas covid es del 46.67 por ciento y 87.5 por ciento en camas de terapia intensiva, mientras que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con 252 camas y de estas la ocupación de camas covid es del 84.13 por ciento y del 80 por ciento en terapia intensiva.

En los dos hospitales del ISSSTE se destinaron 93 camas y la ocupación de camas covid es del 67.92 por ciento y 100 por ciento de camas de terapia intensiva. Agregó que en los dos regimientos y un hospital de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se destinaron 75 camas y la ocupación de camas covid es del 78.67 por ciento y 60.71 por ciento de terapia intensiva. 

Cantú Cuevas reconoció que Morelos atraviesa por un momento difícil por la alta movilidad, pero afirmó que están trabajando para poder lograr una disminución, aunque, no es fácil porque cada semana llegan personas de la Ciudad de México a sus casas en la entidad. Sin embargo, enfatizó que continuarán con los operativos y el cierre de establecimientos que incumplen con las medidas sanitarias.

Recordó que a la fecha se han realizado dos mil 853 operativos para contener movilidad, se han desplegado mil 436 brigadas en campo y se han cerrado más de 200 establecimientos que no respetan las medidas sanitarias.

 

 

 

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El IEBEM invita a los padres de familia a registrar a sus hijos en el sistema público.

El director general del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), Eliacin Salgado de la Paz, informó que -por la emergencia sanitaria- alrededor de 60 escuelas particulares cerraron sus puertas, sin embargo, durante ese periodo también se abrieron quince nuevos planteles educativos.

Indicó que hay un promedio de 60 directores de los planteles educativos de todos los niveles que plantearon una situación complicada por la pandemia, pero la mayoría seguirá ofreciendo sus servicios educativos.

El funcionario dijo que las nuevas escuelas particulares que abrieron en el ciclo escolar 2020-2021 corresponden principalmente al nivel inicial, ya sea guarderías o planteles de preescolar.

Salgado de la Paz también afirmó que todos los niños que suspendieron sus clases en las escuelas privadas tienen un lugar asegurado en el sistema público, porque hay capacidad para todos.

En este sentido, hizo una invitación a los padres de familia para que se acerquen al IEBEM para inscribir a sus hijos y recordó que el proceso de inscripción en línea para el ciclo escolar 2021-2022 está abierto hasta el próximo 16 de marzo en la página electrónica del instituto.

“Tenemos todas las condiciones para que todos aquellos niños o adolescentes que hayan suspendido sus estudios en una escuela particular puedan ingresar a una escuela pública. Lo hacemos de la mejor manera y serán bienvenidos porque existe el compromiso del magisterio morelense en beneficio de los niños”, refirió el director del IEBEM.

 

 

 

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Ha negado quince viajes desde que empezó la pandemia.

Cuando empezó la emergencia sanitaria, Pedro se negaba a creer en la existencia del covid-19, pero cuando se enteró que los familiares de sus amigos se contagiaron y fallecieron, empezó a protegerse con el cubrebocas y a desinfectar los billetes y monedas que recibe de sus clientes. 

Para mayor protección contra el virus tomó la decisión de negar el servicio de taxi a las personas que no llevaran puesto el tapabocas, para evitar contagiarse. Sin embargo, por esa determinación recibió agresiones verbales de los pasajeros; incluso, algunos clientes le cancelaron el viaje.

“Es difícil lidiar con los clientes porque algunos no lo quieren usar y cuando les digo que no los puedo llevar sin cubrebocas, se molestan y se bajan del carro. Otros responden con groserías fuertes. Yo les digo que me pueden multar y ellos no lo entienden”. 

Pedro afirma que hasta el momento ha negado al menos quince viajes, aunque en los últimos meses la gente ha hecho conciencia y lleva el cubrebocas en la bolsa de su pantalón o bolsa de mano, en el caso de las mujeres, y se lo coloca cuando aborda la unidad. 

Trabaja de seis de la mañana a las once de la noche y con mucho esfuerzo reúne entre 200 y 300 pesos, libres de cuenta y combustible, porque dice que en tiempos de pandemia la gente que sale utiliza el transporte colectivo porque es económico. 

Además, señala que por la inseguridad evita viajes a colonias como la Carolina y la Estación en Cuernavaca, y la Josefa Ortiz en Jiutepec porque, según le dijeron sus compañeros, han registrado asaltos en esas zonas. 

“La inseguridad también está fuerte y uno sube a cualquier tipo de gente porque no estamos para escoger a los clientes. No hay de otras más que arriesgarse”.

 

 

 

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Por la pandemia sus ingresos diarios son de máximo 300 pesos

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Desde la primera semana de octubre de 2020 Bogar fue despedido de su trabajo de burócrata que desempeñaba desde hacía quince años y ante la falta de ingresos económicos para solventar los gastos en su casa tuvo que buscar empleo en otras empresas, sin embargo, por su edad (50 años) no encontró.

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También recibirán capacitación para impartir clases en plataformas  

Viernes, 05 Febrero 2021 05:17

Suspendió sus estudios para trabajar

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Labora en un centro de servicio telefónico y reparte comida en Didi

Jueves, 04 Febrero 2021 07:18

Desinfecta su taxi cada dos horas

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En su familia 20 personas se contagiaron y tres murieron

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La mayoría de las empresas exige experiencia

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Secretario de Educación afirma que se atiende la solicitud, pero el semáforo no lo permite

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*Valoran acciones jurídicas*

El presidente del Foro Morelense de Abogados, Pedro Martínez Bello, se pronunció para que se suspenda la verificación vehicular ante la emergencia sanitaria por covid-19; de lo contrario, dijo, se están valorando acciones jurídicas.

En entrevista, el litigante hizo un llamado a las autoridades estatales para suspender la verificación vehicular a fin de evitar aglomeraciones y con ello un aumento en los contagios.

"Quisiéramos que el gobierno entendiera la situación por la que atraviesan los morelenses, sin necesidad de que ellos tuvieran que promover acciones legales", dijo.

Martínez Bello lamentó que a pesar de que Morelos se encuentra en semáforo rojo, el gobierno considera más importante mantener abiertos los centros de verificación.

En este sentido, el abogado señaló que la verificación no debe considerarse una actividad escencial y ésta puede esperar hasta que el semáforo lo permita.

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Pandemia e inseguridad, las principales afectaciones para su economía

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Se realizan las gestiones para su reactivación, dicen autoridades educativas

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Lo que obtiene apenas alcanza para comprar frijoles.

Ante la falta de recursos económicos para solventar los gastos en su casa, Alfredo tuvo que vender dos teléfonos celulares y una bocina, porque los ingresos que obtiene como chofer de taxi son insuficientes.

A pesar de que su experiencia frente al volante es de 20 años, dice que por la emergencia sanitaria tiene muy pocos clientes y al día con mucho esfuerzo realiza entre diez y doce viajes; la mayoría son de trayectos cortos, por lo que cobra entre 30 y 35 pesos.

El entrevistado hace base en las inmediaciones del mercado Adolfo López Mateos (ALM) porque este centro comercial es el punto de reunión de las amas de casa que acuden todos los días a realizar sus compras.

Sin embargo, afirma que los clientes bajaron hasta en un 60 por ciento. Aunque ha pensado en dejar el taxi, cree que por su edad (45 años) será difícil encontrar otro empleo.

“Hasta la fecha nadie nos ha apoyado, ni siquiera con una despensa y por eso uno tiene que salir a la calle a trabajar. Yo, por ejemplo, tengo que mantener a mi familia; tenemos que comer, aunque sea frijoles, porque en estos tiempos comer carne ya es un lujo”.

Señala que sus ingresos son de 300 pesos diarios, pero apenas alcanzan para comprar lo más básico para la comida y ya no para darse lujos como comprar ropa, zapatos o salir de viaje.

 

 

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En Morelos hay más de 35 mil docentes, entre activos y jubilados.

Alejandro Trujillo González, vocero del Movimiento Magisterial de Bases (MMB), señaló que alrededor de cien trabajadores de la educación han fallecido a consecuencia del coronavirus.

Indicó que el mayor número de defunciones, alrededor de 60, corresponde a trabajadores activos de diferentes escuelas de Morelos y los demás son profesores en retiro.

Agregó que hasta hace dos semanas había un promedio de 60 docentes, entre activos y jubilados, que perdieron la vida al contagiarse con covid-19, pero la cifra aumentó en últimos días por lo que a la fecha sumarían al menos cien defunciones en el sector educativo de Morelos.

Trujillo González refirió que en la región sur del Estado han fallecido al menos cuatro maestros y aunque dijo desconocer el total de casos positivos en los trabajadores de la educación, reconoció que la cifra va en aumento, porque no se ha logrado reducir la movilidad de personas que ayude a frenar los contagios.

De acuerdo con lo manifestado por el vocero del MMB, en la entidad hay más de 35 mil docentes entre activos y jubilados, y de educación básica son por lo menos 18 mil profesores.

 

 

Domingo, 31 Enero 2021 05:55

Llaman a jóvenes a frenar movilidad

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Autoridades estatales reafirman que sólo con corresponsabilidad ciudadana se avanzará al cambio de color en el semáforo sanitario y se reducirán contagios de covid19; enfatizan invitación a jóvenes para evitar reuniones

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Sus ingresos son de 200 a 250 pesos al día

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Aplicarán encuestas en las comunidades, para conocer los motivos.

La directora general del Instituto Estatal de Educación para los Adultos (Ineea), Grethel Streber Ramírez, informó que desde que empezó la emergencia sanitaria registraron gran porcentaje de deserción, principalmente adultos mayores que tomaban clases de alfabetización, por lo que realizarán encuestas para conocer los motivos del abandono.

Al respecto, indicó que el Ineea Morelos atendía a 10 mil 406 personas pero hasta el corte de diciembre pasado la cifra bajó a 709 estudiantes, de los cuales 223 son de nuevo ingreso. Puntualizó que aunque se desconocen las causas del abandono, el principal motivo podría ser la falta de acceso al internet en las comunidades o porque no cuentan con computadoras u otros medios digitales.

Destacó que la deserción también se registró porque en algunos casos, como las clases de alfabetización, es obligatorio que los adultos acudan de manera presencial, ya que al no saber leer ni escribir es complicado utilizar los dispositivos.

“Las personas que estudian en el Ineea son de bajos recursos y viven en localidades donde no tienen acceso a las escuelas. Por eso estamos buscando la forma de que se puedan atender si no de manera virtual, si poder darles seguimiento a través del teléfono, sin necesidad de internet, y que sea por medio de llamadas telefónicas”, afirmó Streber Ramírez.

Agregó que el abandono de estudiantes ocurrió en personas mayores de 15 años.

 

 

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Por la pandemia, se endeudó con 10 mil pesos.

Para hacer frente a la crisis económica que ha dejado la emergencia sanitaria, Jorge, quien trabaja como chofer de taxi, acordó con uno de sus amigos que vende alimento para mascotas trabajar juntos.

Jorge ofrece sus servicios para entregar la comida de las mascotas hasta el domicilio del cliente porque, dijo, necesita generar otros ingresos económicos, ya que -por la pandemia- con mucho esfuerzo reúne entre 150 y 200 pesos al día, los cuales apenas alcanzan para solventar los gastos en su casa.

“Trabajo como taxista y también le ayudo a un amigo a repartir croquetas para gatos y perros, porque tengo que buscar una solución para llevar el sustento a la casa. Normalmente, traigo en la cajuela del carro tres bultos de croqueta: dos de adulto y uno de cachorro, y así cuando los clientes hacen su pedido, mi amigo me habla por teléfono para darme la dirección, lo entrego y me paga por el viaje”.

El entrevistado dijo que su experiencia frente al volante es de 15 años y es la primera vez que los clientes disminuyen tanto, que el dinero apenas alcanza para comer.

Además, señaló que para enfrentar el pago de los servicios que utiliza en su hogar tuvo que solicitar un préstamo de 10 mil pesos, el cual no ha terminado de pagar porque también debe entregar 250 pesos de cuenta diaria a su patrón.

El chofer de taxi afirmó que durante su jornada laboral se protege con el cubrebocas para no contagiarse con el virus.

 

 

 

 

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Invita el IEBEM a revisar la convocatoria que se publicará en la página del instituto.

El martes 2 de febrero iniciará el proceso de preinscripciones en línea para el ciclo escolar 2021-2022, por lo que el Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) invitó a los padres de familia y tutores a revisar la convocatoria que se publicará en la página del instituto y en redes sociales, para conocer la fecha exacta en la que los paterfamilias podrán prematricular a sus hijos e hijas.

El director del instituto, Eliacin Salgado de la Paz, informó que se espera la preinscripción de unos 80 mil estudiantes de entre 6 y 12 años de edad provenientes no sólo del estado de Morelos sino también de otras entidades como Oaxaca, Guerrero, Ciudad de México y Puebla.

Destacó que este proceso es totalmente gratis y para llevarlo a cabo los padres de familia deberán ingresar a la dirección electrónica del IEBEM, para que de esa manera puedan prematricular a sus hijos en alguna de las mil 800 escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria en todo el estado.

Indicó que las preinscripciones se llevarán a cabo en un horario de nueve de la mañana a ocho de la noche y es indispensable tener a la mano la CURP del aspirante a ingreso, el nombre y la clave de la escuela de su preferencia.

Salgado de la Paz detalló que el periodo de apertura del sitio web para nivel preescolar será del 2 al 15 de febrero, mientras que para primaria será del 16 de febrero al 1 de marzo; en tanto que para secundaria el periodo va del 2 al 16 de marzo.

El proceso de preinscripciones es aplicable para quienes ingresan por primera vez la educación preescolar, primer grado de primaria o primero de secundaria, ya que los estudiantes que actualmente cursan algún grado de educación básica son inscritos al siguiente ciclo escolar de manera automática.

 

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En conferencia de prensa virtual, autoridades de Salud informaron este viernes que a la fecha en Morelos se han confirmado 18 mil 197 con coronavirus covid-19; dos mil 642 están activos, descartado 30 mil 714 y están como sospechosos mil 646; se han registrado mil 916 defunciones.

De acuerdo con el reporte diario, en las últimas 24 horas aumentaron 435 contagios y 18 fallecimientos en Morelos; en el sector salud suman mil 943 contagios, mil 691 recuperados estimados y 54 defunciones.

Del total de los casos confirmados, 67 por ciento de los pacientes ya está recuperado, 18 está en aislamiento domiciliario y otro cuatro en hospitalización, mientras que un 11 por ciento lamentablemente ha perdido la vida; se han estudiado 50 mil 557 personas.

Sobre el simulador del semáforo epidemiológico, la autoridad estatal subrayó hoy que en Morelos la mayoría de los indicadores (siete de 10) se encuentran en rojo, mientras que los tres restantes están por alcanzar dicho color.

Al respecto detalló que la suma de dichos indicadores es de 35 puntos, siendo el límite de 40 puntos, lo que indica que "estamos muy cerca de llegar a ese tope"; destacó que hay "riesgo epidémico grave", por lo que hizo un llamado urgente a la población a resguardarse y disminuir la movilidad.

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Antonio trabaja en un laboratorio durante la semana.

Antonio Padilla trabaja como promotor en un laboratorio y todos sus días laborables visita farmacias de autoservicio y de cadena en Morelos. Sin embargo, para generar otros ingresos ocupa su día descanso para repartir comida por medio de la plataforma de Uber Eats.

Ayer, entrevistado afuera de un restaurante de la ciudad, contó que su día de descanso es el domingo, pero la empresa donde labora desde hace dos años le dio vacaciones de una semana, las cuales aprovechó para trabajar repartiendo comida, porque en su opinión no es momento de descansar.

“No es momento de descansar, pienso que llegará el día en que descanse todos los días. Además, ahorita necesito dinero porque tengo un hijo y él necesita comer”.

El entrevistado señaló que su trabajo en el laboratorio consiste en visitar a los encargados de las farmacias, en las cuales revisa precios y existencia de los productos, pasa ese reporte a sus superiores y otra área se encarga de surtir la mercancía a los establecimientos.

Su jornada laboral en el laboratorio es de ocho de la mañana a las cinco de la tarde de lunes a sábado.

Los domingos trabaja desde temprano en el reparto de comida para obtener al menos 700 pesos de ingresos extras.

Asegura que le va bien como repartidor de alimentos por medio de la aplicación de teléfono, aunque reconoció que es un trabajo agotador, porque para obtener más de mil pesos diarios necesitan trabajar jornadas superiores a las catorce horas.

“Me registré en la aplicación por curiosidad, porque pensé que estaba desperdiciando tiempo. También porque me dijeron que los ingresos son buenos, pero he visto que es desgastante porque tenemos que estar todo el día en la calle”.

 

 

 

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La FGE es omisa en el esclarecimiento de los hechos: deudos.

A cuatro meses de la masacre ocurrida el pasado 1 de septiembre en la colonia Antonio Barona de Cuernavaca, donde diez jóvenes perdieron la vida y otras personas resultaron lesionadas, los familiares de las víctimas denunciaron que la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha entregado avances en la investigación, a pesar de que estaba programada una reunión para los primeros días del mes.

Daniel Jiménez Figueroa, padre de Daniel Jiménez López, una de las víctimas, denunció que los familiares de los diez jóvenes asesinados por un comando armado cuando velaban el cuerpo de uno de sus amigos -que perdió la vida en un accidente vial- están prácticamente olvidados, porque hasta la fecha nadie les da respuestas. 

“Yo creo que están buscando la manera de echarlo al olvido. Desafortunadamente, las mismas condiciones que se han suscitado en el estado, con violencia y otros casos similares, se van destapando uno y otro, pero nosotros seguimos en la misma situación; prácticamente nos olvidaron porque no se han pronunciado para nada, ni siquiera para darnos alguna hipótesis o el mínimo avance de la investigación”, dijo Daniel en entrevista.

Sobre el caso, casi a finales de septiembre, el fiscal general Uriel Carmona Gándara afirmó que en breve habría detenciones, pero dijo que los asuntos toman su tiempo. Sin embargo, a decir de Daniel Jiménez, a cuatro meses de la masacre no hay avances y parece que la Fiscalía pretende olvidar el caso. 

Agregó que por los hechos violentos todavía hay seis personas heridas que necesitan cirugías, por lo que hizo un llamado a las autoridades de la FGE para que se pronuncien al respecto y realicen su trabajo para esclarecer los hechos, porque los jóvenes merecen justicia.

 

  

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Cuernavaca reportó aumento de casos de covid-19 en este sector de la población.

El director del Instituto Morelense de las Personas Adolescentes y Jóvenes (Impajoven), Diego Alcázar Pérez, hizo un llamado a la población joven a ser responsables en el cumplimiento de las medidas de higiene básicas para frenar los contagios del covid-19, luego de que el Comité Municipal de Contingencia en Cuernavaca alertó sobre un aumento de casos entre los jóvenes.

Alcázar Pérez pidió al sector de la población que representa evitar en lo posible salir a las calles y realizar fiestas o cualquier actividad que congregue personas, porque Morelos no ha logrado salir del color rojo en el semáforo epidemiológico.

El titular del Impajoven hizo el exhorto porque el Comité Municipal de Contingencia reveló que el de los jóvenes ha sido uno de los sectores con altos índices de contagios, ya que tan solo en los últimos 15 días, el 35 por ciento de los infectados fue en el sector de población de entre cero a 17 años y de 17 a 29.

En este sentido, Alcázar Pérez señaló que no es momento de bajar la guardia, porque la recta final puede ser la más difícil.

“Es importante tener mucho cuidado y que seamos responsables. Los jóvenes somos el sector menos vulnerable y eso da una responsabilidad extra y lo hemos cumplido, pero es necesario no bajar la guardia y usar las medidas sanitarias”, dijo.

 

 

 

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Durante la pandemia trabajan más de 14 horas para obtener buenos ingresos.

Juan Carlos, quien trabaja como conductor de Didi -un servicio de transporte privado que se ofrece por medio de una aplicación de teléfono- señaló que además de la crisis económica que enfrentan por la pandemia del covid-19, otros factores que les afectan son la inseguridad y los impuestos que deben pagar por cada viaje que realizan.

Dijo que los viajes disminuyeron porque aumentó la oferta de vehículos, y aunque la empresa apoyó a los conductores con equipo de protección contra el virus, en los últimos meses se han visto afectados porque sus ingresos económicos se redujeron debido a que la aplicación descuenta el 25 por ciento de cada viaje y ahora el SAT les retiene el 13 por ciento por concepto de Impuesto Sobre la Renta (ISR).

El entrevistado señaló que se registró como conductor de Didi hace tres años porque vio la oportunidad de ser su propio patrón.

Explica que inscribió en esta modalidad de servicio los tres vehículos que tenía en su domicilio.

Sin embargo, a raíz de la emergencia sanitaria, el pasaje ha disminuido y los conductores ahora deben trabajar jornadas superiores a las catorce horas para obtener al menos mil pesos de ingresos. 

Sobre su rutina laboral, contó que trabaja desde las cinco de la mañana, pero a las cinco de la tarde se retira, para prevenir que lo asalten.

“La inseguridad afecta mucho porque la delincuencia también se actualiza, hay casos donde nos piden el servicio y cuando llegamos al sitio nos llevamos la sorpresa de que es un delincuente. Yo, por ejemplo, antes de llegar veo si la persona sale de una casa o está esperando en la calle. Analizo el perfil y decido si tomo el servicio o lo cancelo”.

Lo anterior, porque -dijo- que la empresa Didi pone muchos obstáculos para apoyar a los conductores en estos casos, ya que pide muchos datos, como videos con el cual se pueda demostrar que el conductor fue víctima de un asalto.

 

 

 

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Hay déficit de elementos policiales en el estado porque alcaldes no apoyan en reclutamiento, afirma el dirigente del PES.

Ulises Bravo Molina, dirigente del Partido Encuentro Solidario (PES) criticó que los alcaldes pretendan deslindarse de su responsabilidad en materia de seguridad en sus municipios y señaló que deben tener conocimiento sobre los puntos de conflicto, los lugares donde se vende droga y si es que existe alta incidencia delictiva.

Cuestionado sobre la presunta infiltración del crimen organizado en la corporación policial en Yautepec, tras el secuestro de un empresario y su hijo a mediados del mes, Bravo Molina dijo que no tiene información al respecto, pero reconoció que hay déficit de policías porque los ayuntamientos no han apoyado en el reclutamiento.

Respecto al caso de Yautepec, refirió que el actuar del edil Agustín Alonso Gutiérrez ha sido señalarse como víctima cuando es autoridad y más allá de la empatía que tenga con la gente es autoridad, por lo tanto, es corresponsable de lo que ocurre en su municipio, aseguró.

En ese sentido dijo que debe haber corresponsabilidad en el tema de la seguridad, pero lamentó que los alcaldes pretendan deslindarse de la responsabilidad que establece el modelo policial de Mando Coordinado; incluso, dijo que no están obligados a participar en este convenio, pero ha servido para mejorar las condiciones laborales de los elementos.

“He visto, en datos, que cuando menos hay un déficit de elementos en todo el estado y los alcaldes no han ayudado mucho en reclutar a policías. Se ha hecho por parte del gobierno del estado un esfuerzo importante en mejorar las condiciones salariales de los elementos como uno de los elementos importantes”.

 

 

 

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En conferencia de prensa virtual, autoridades de Salud informaron este miércoles que a la fecha en Morelos se han confirmado 17 mil 206 casos de covid-19, dos mil 511 están activos, descartado 29 mil 86 y están como sospechosos mil 616; se han registrado mil 878 defunciones.

De acuerdo con el reporte diario, en las últimas 24 horas aumentaron 392 contagios y 16 fallecimientos en Morelos; en el sector salud suman mil 896 contagios, mil 650 recuperados estimados y 54 defunciones.

Del total de los casos confirmados, 69 por ciento de los pacientes ya está recuperado, 16 está en aislamiento domiciliario y otro cuatro en hospitalización, mientras que un 11 por ciento lamentablemente ha perdido la vida; se han estudiado 47 mil 908 personas.

En otro tema se informó que se han realizado dos mil 185 pruebas del programa "Pruebas en tu Comunidad", de las cuales 150 obtuvieron resultado positivo en diferentes municipios.

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Por la crisis económica se endeudó, porque sus ingresos son de 100 pesos al día.

Roberto Zárate, quien trabaja como chofer de taxi desde hace cinco años, contó que cuando empezó la pandemia del covid-19 se negaba a creer en la existencia del virus, hasta que varios de sus conocidos fallecieron. Desde entonces, al terminar cada viaje limpia sus manos con el gel antibacterial que lleva en su unidad.

Entrevistado al terminar un servicio en el centro de Cuernavaca, el chofer señaló que todos los días se protege durante su jornada laboral. Además, niega el servicio a personas que no llevan puesto el tapabocas, porque lo que menos quiere es contagiarse o pagar una multa si los clientes no cumplen con las medidas de higiene.

“Cuando me piden el servicio y veo que la persona no lleva puesto el cubrebocas no lo subo, porque hay muchos operativos de las autoridades. Prefiero que se molesten por no llevarlos a pagar una multa de 800 pesos por un viaje de 30 pesos”.

De su trabajo como chofer de taxi, dijo que la clientela ha disminuido en gran porcentaje, por lo que al día con mucho esfuerzo realiza diez viajes, en un horario de cinco de la mañana a diez de la noche, por lo que sus ingresos son de máximo 100 pesos, ya que entrega 200 de cuenta a su patrón y debe reunir otro porcentaje para el combustible.

Asegura que para solventar los gastos de su casa solicitó dos préstamos porque, dijo, hay días en los que le va mal y no entrega la cuenta completa a su patrón.

 

 

 

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Se aplazó el llamado a las asesorías hasta contar con la certeza de pago: IEBEM.

Luego de que en las instalaciones de algunas escuelas de Morelos, padres de familia y docentes colocaron lonas para exigir la reanudación de las clases de inglés como parte del derecho de los niños a una educación universal, el director general del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), Eliacin Salgado de la Paz, reiteró que en la entidad se aplazó el llamado a las asesorías hasta contar con la certeza de su pago.

Las lonas que colocaron los paterfamilias se encuentran en varios planteles, como en la escuela primaria federal “Vicente Guerrero”, de la colonia Satélite en Cuernavaca, en la cual se menciona que todos los niños tienen derecho a una educación universal e inclusiva porque así lo dicen las organizaciones internacionales.

“Inglés ya viene en las boletas es parte del currículo escolar. No al retroceso, por una educación universal, justa e inclusiva; el derecho es de todos los niños”, se lee en las lonas.

Al respecto, Salgado de la Paz señaló que es una situación lamentable que afecta al sector magisterial a nivel nacional, pero afirmó que en Morelos los 330 maestros de inglés del programa estatal continúan con sus clases de manera regular en el nivel preescolar y primaria, siguiendo el programa de estudios y atienden a cerca del 90 por ciento de la población escolar.

Indicó que desde el pasado 11 de enero los maestros de educación básica retomaron las actividades escolares en apego al calendario escolar del ciclo 2020-2021 emitido por la Secretaría de Educación Pública (SEP). Sin embargo, detalló que en el estado están a la espera de la definición de la operatividad y aplicación de recursos del programa nacional de inglés (Proni) por parte de las autoridades federales.

En ese sentido, dijo que en Morelos se decidió aplazar el inicio de la labor de los 110 asesores externos adscritos a este programa, hasta contar con la certeza de su pago. Mientras tanto, se mantienen las gestiones ante las autoridades federales, porque los recursos con los que cuenta el IEBEM son limitados y se necesitan más de 11 millones de pesos para hacer frente al ese pago de los 110 docentes.

 

 

 

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Labora hasta de madrugada para obtener 400 pesos de ingresos.

Jorge trabajó por muchos años como chofer de taxi, pero hace más de un año se registró como conductor de Didi, un servicio de transporte privado que se ofrece por medio de una aplicación de teléfono, porque quería cambiar de empleo. Sin embargo, no imaginó que tendría que trabajar hasta en la madrugada para obtener al menos 400 pesos al día.

Contó que el trabajo en la plataforma tiene ventajas porque puede obtener mucha clientela, sin embargo, al ser viajes que se cobran a bajo precio tiene que trabajar desde muy temprano y hasta en la madrugada para reunir dinero suficiente para solventar los gastos de su casa.

Asegura que la mayoría de los pasajeros cumple con las medidas de higiene básicas, como el uso del cubrebocas y cuando alguno no lo lleva puesto, antes de empezar el viaje lo invita a ponerse el tapabocas. Si se molestan les informa que entonces no podrá llevarlos.

Además de la crisis económica a la que se enfrentan por la pandemia del covid-19, dijo que los conductores de Didi han sido víctimas de asaltos y hasta sufren el robo de sus vehículos. Por eso evitan ingresar a colonias donde las calles son de terracería, como la Josefa Ortiz de Domínguez y Vicente Guerrero en Jiutepec, así como en la Antonio Barona de Cuernavaca.

El entrevistado también refirió que al inicio de año el precio del combustible aumentó, por lo que el dinero solo alcanza para comprar gasolina  conforme se va acabando y no para llenar el tanque de una sola vez.

 

 

 

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Consejo Ciudadano de Seguridad hace llamado a denunciar

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Los servicios de alimentos para llevar disminuyeron en los últimos meses

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Por la pandemia del covid-19 perdió su empleo.

Marco Antonio tenía un trabajo estable en el área de mantenimiento de una escuela de música, pero cuando llegó la pandemia del covid-19 lo suspendieron de manera temporal, por lo que tuvo que buscar otro empleo para poder hacer frente a los gastos en su casa.

El único empleo que encontró fue como repartidor de comida por medio de la aplicación de teléfono de Rappi y desde hace seis meses recorre varios municipios de la zona metropolitana entregando alimentos.

Cuando empezó la emergencia sanitaria, dijo, sus ingresos económicos eran buenos, pero desde que Morelos retrocedió al color rojo en el semáforo epidemiológico los pedidos de la clientela bajaron en un 50 por ciento, tanto, que al día con mucho esfuerzo realiza diez viajes.

Actualmente sus ingresos económicos son de unos 250 pesos, los cuales debe hacer rendir para comprar lo necesario para la alimentación de su familia y pagar servicios como agua y luz, además del combustible para su motocicleta.

También contó que por la situación de inseguridad solo trabaja de ocho de la mañana hasta las ocho de la noche y evita entregar pedidos en colonias como La Lagunilla y Alta Vista en Cuernavaca, así como en Vista Hermosa de Jiutepec, donde sus compañeros han sido asaltados.

“Hace dos días a un compañero lo asaltaron afuera de Plaza Cuernavaca, le quitaron el teléfono y meses atrás a otro repartidor le quitaron la moto y le dieron unos balazos. Por eso no entramos a ciertos lugares, porque los rateros sacan el arma, nos quitan el teléfono y en ocasiones hasta la moto”.

Dijo que a la semana registran unos cuatro asaltos, pero la plataforma no los apoya en estos casos ni siquiera cuando sufren accidentes viales.

 

 

 

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Estela perdió a diez integrantes de su familia por el covid-19.

En el puente del dragón del mercado Adolfo López Mateos (ALM), un pequeño negocio llama la atención de las personas. Se distingue de los demás porque está repleto de figuras del niño dios, entre las que destacan tres, por su vestimenta blanca, una leyenda que dice doctor, su cubrebocas y una careta.

Estela Garduño ofrece variedad de ropa y accesorios para la tradición de vestir al niño dios, previo a la celebración del Día de la Candelaria, el 2 de febrero.

Afirma que en los últimos días el niño más vendido es el que lleva puesto un tapabocas y su careta, porque la gente deposita su confianza en él para librar un contagio.

Confiesa que al principio no creía en la existencia del covid-19. Incluso pensó que era un invento de los chinos o un tema político, pero su voz se quiebra cuando recuerda que el virus le arrebató la vida a diez integrantes de su familia.

“Como fueron pasando los meses y con el cambio de semáforo empezamos a ver que se fueron muriendo familiares muy queridos y eso nos hace creer que sí existe. Se siente horrible, por eso nos tenemos que cuidar mucho y tener fe en que pronto vamos a salir, y que dios nos salve de esto, porque el virus sí existe”, dice al borde del llanto.

Señala que por la crisis económica que ha dejado la pandemia las ventas cayeron un 50 por ciento. Sin embargo, tiene la esperanza de que en los próximos días se incrementarán.

 

 

 

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Piden a las Naciones Unidas su intervención para retomar trabajos.

La vocera del colectivo “Regresando a Casa Morelos”, Angélica Rodríguez Monroy, informó que interpusieron una queja ante el Comité de Desapariciones Forzadas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que se haga un llamado al gobierno federal y al estatal en el cual se solicite retomar los trabajos para la identificación de los cuerpos exhumados en las fosas de Jojutla.

Rodríguez Monroy indicó que la queja se presentó en días pasados para que la ONU haga un llamado los gobiernos federal y estatal sobre las irregularidades de las exhumaciones de cuerpos en las fosas de Jojutla.

Además, solicitaron que se retomen de manera urgente los trabajos con las autoridades involucradas en el tema para la identificación de los 84 perfiles que se tomaron.

En este sentido, dijo que los familiares de desaparecidos mantienen su exigencia para que se priorice la identificación de cuerpos antes de volver a abrir la fosa común de Jojutla, así como los resultados de la identificación de las personas que fueron recuperadas en la primera fase del panteón de ese mismo lugar, ya que de los 85 cuerpos ninguno ha sido regresado a casa.

Los integrantes del colectivo también demandan la elaboración y publicación de un plan de exhumación que incluya los mapas de todas las fosas comunes de Morelos, acuerdos institucionales que garanticen la participación plena de las familias en los procesos y que asegure los recursos financieros, humanos y materiales necesarios.

 

 

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En conferencia de prensa virtual, autoridades de Salud informaron este viernes que a la fecha en Morelos se han confirmado 15 mil 576 personas con coronavirus covid-19 -11 mil 131 con prueba PCR (reacción en cadena de la polimerasa, en sus siglas en inglés) y cuatro mil 445 por antígeno-, dos mil 26 casos están activos, se han descartado 24 mil 801 y están como sospechosos mil 456; se han registrado mil 827 defunciones.

De acuerdo con el reporte diario, en las últimas 24 horas aumentaron 360 contagios y seis fallecimientos en Morelos; en el sector salud suman mil 814 contagios, mil 514 recuperados estimados y 54 defunciones.

Del total de los casos confirmados, 65 por ciento de los pacientes ya está recuperado, 19 está en aislamiento domiciliario y otro cuatro en hospitalización, mientras que un 12 por ciento lamentablemente ha perdido la vida; se han estudiado 41 mil 833 personas.

En otro tema se informó que durante la pandemia se han atendido a las personas que se encuentran en las 51 casas de retiro en Morelos; el grupo más afectado por covid-19 son personas de entre 60 y 80 años y los síntomas más recurrentes son tos y fiebre: en estos casos, se observó que del 100 por ciento de contagios, el 73 por ciento requiere hospitalización y las principales comorbilidades son diabetes e hipertensión.

Morelos actualmente está en color rojo en el semáforo de riesgo epidémico por covid-19.

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Alejandro estudia Biología en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), pero en sus ratos libres trabaja como repartidor de comida a través de la aplicación de teléfono de Rappi, para apoyar con los gastos económicos a su abuela.

A diferencia de otros repartidores de alimentos, que realizan su trabajo con una motocicleta, Alejandro recorre las calles de varias colonias de Cuernavaca en una bicicleta porque no cuenta con una moto, pero si con las ganas de trabajar para apoyar con los gastos.

“Vivo con mis papás, pero yo me hago más responsable de mi abuela. Además, me gustó este trabajo porque hay facilidad de trabajar en el horario que uno quiera”.

El entrevistado, dijo que dedica entre cinco y seis horas al día a su trabajo como repartidor de comida, tiempo en el cual puede reunir entre 100 y 150 pesos. Sin embargo, al no contar con una motocicleta la aplicación le asigna pocos servicios, de tal manera que con mucho esfuerzo realiza de cuatro a seis entregas de alimentos durante su jornada laboral.

Dice que la ventaja que tiene es que la bicicleta no necesita combustible y también que los clientes le dan propina de hasta 20 pesos, porque lo ven cansado al repartir alimentos con su bici, aunque la desventaja es que su calzado se desgasta más rápido o incluso se le rompe, como le ocurrió hace unas semanas, cuando se dirigía a entregar un pedido.

Además de la crisis económica por la pandemia del covid-19, sus compañeros le comentaron que la inseguridad está muy fuerte en varias colonias que no cuentan con alumbrado público, donde les han robado las motocicletas.

“Me han comentado que tenga cuidado. No me ha pasado nada, gracias a Dios, pero si me han dicho que la situación está muy fea, porque a varios les han quitado su moto; en ocasiones los pedidos los hacen los maleantes para asaltarlos”.

 

 

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Sus ingresos diarios son de mil 300 pesos, menos 750 del combustible.

César, quien trabaja como operador del transporte público, contó que por la pandemia del covid-19 su situación económica está muy difícil, ya que la demanda de transporte bajó más del 60 por ciento. Para colmo, ante la falta de mantenimiento constante su vehículo ha presentado varias fallas, por lo que se vio obligado a solicitar con sus familiares dinero prestado.

Para salir de la crisis económica también se registró en tandas grupales que ofrecen algunos bancos, donde solicitó 20 mil pesos para comprar las piezas y reparar su unidad. De este préstamo, dijo que cada semana debe abonar mil 500 pesos. 

“A mi cuñada le debo como 14 mil pesos y a mi cuñado también le debo como 10 mil. Estoy esperando que me entreguen dinero de un préstamo para pagarle un poco a mi cuñada y disminuir mi cuenta. La situación está muy complicada. Por eso hay días en los que ya quiero tirar la toalla, pero después pienso que si me quedo sin trabajo ¿qué voy a hacer?”.

El entrevistado dijo que la unidad que maneja desde hace seis años, presentó fallas mecánicas y hasta la ponchadura de sus llantas, por lo que tuvo que comprar otras, usadas, porque el dinero no alcanza para piezas nuevas.

Indicó que hay días en los que sus ingresos son de mil 300 pesos de los cuales debe descontar 750 pesos para el combustible, por lo que le quedan 550 pesos diarios.

 

 

 

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Negocios que no acatan medidas sanitarias son sancionados.

A pesar del llamado insistente de las autoridades de Salud para reducir la movilidad a fin de evitar un aumento en los contagios de covid-19, la ciudadanía hace caso omiso; incluso, durante los operativos en establecimientos para vigilar que se cumplan con las medidas de higiene, los elementos de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC) han recibido agresiones verbales.

El titular de la CEPC Enrique Clement Gallardo señaló que ha sido difícil lidiar con los apercibimientos a las personas para que hagan uso del cubrebocas en la vía pública y dentro de los establecimientos, porque en algunos casos “nos recuerdan a la mamá”. 

“Ha sido complicado porque nos llegan a recordar a la mamá. Nos han tocado episodios de violencia donde nos dicen: ‘a mí no me vas a venir a decir qué hacer’ y otras cosas. Por eso hemos endurecido las medidas, como el cierre de algunos establecimientos, porque nos damos cuenta de que no cumplen con las medidas sanitarias”, refirió Clement Gallardo.

Dijo que en un evento pueden recibir desde dos hasta 20 agresiones verbales, como lo que ocurrió el fin de semana en un negocio ubicado en Tres Marías, donde, aseguró, varias personas insultaron a los elementos que realizan los operativos. 

Clement Gallardo dijo que desde que Morelos regresó al color rojo en el semáforo sanitario ha sido difícil reducir la movilidad, por lo que en una medición del uno al diez, la movilidad disminuyó en un seis.

Aseguró que se reforzarán los operativos de vigilancia y perifoneo para hacer el llamado a la población a salir de su domicilio solo si es necesario. De lo contrario deben permanecer en confinamiento para evitar una cadena de contagios.

 

 

   

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En esta semana también inició el proceso para promoción.

El titular del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (SICAMM), Humberto Santana Santana, informó que inició la entrega de las primeras plazas, lo mismo definitivas que interinas, a docentes de Morelos.

Tan solo en lo que va de la semana se entregaron 15 plazas definitivas y 117 interinas.

En entrevista, puntualizó que esta semana también inició el arranque para promoción, pero en marzo saldrá la convocatoria oficial, bajo la que se podrá concursar para una promoción definitiva, de las cuales hay disponibles, así como para los cargos de subdirector, director y jefe de enseñanza.

Afirmó que en la convocatoria oficial se podrá concursar para una promoción definitiva, pero los aspirantes deben cumplir con todos los criterios específicos, como la antigüedad.

Las plazas definitivas son 15 entre los niveles de primaria y secundarias, y se entregarán en escuelas donde los maestros se jubilaron, mientras que las interinas serán para docentes donde sus homólogos solicitaron permiso, temporal, por gravidez, enfermedad u otro tipo.

Agregó que las plazas interinas son para escuelas secundarias generales de materias como matemáticas, español, ciencias, preescolar; educación especial, educación indígena, telesecundaria y secundarias técnicas.

 

 

 

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*Mil 661 casos activos*

En conferencia de prensa virtual, autoridades de Salud informaron este miércoles que a la fecha en Morelos se han confirmado 14 mil 912 personas con coronavirus covid-19 -11 mil 16 con prueba PCR (reacción en cadena de la polimerasa, en sus siglas en inglés) y tres mil 896 por antígeno-, mil 661 casos están activos, se han descartado 22 mil 86 y están como sospechosos mil 458; se han registrado mil 810 defunciones.

De acuerdo con el reporte diario, Morelos sumó 468 casos de covid-19 y once defunciones; en el sector salud son mil 763 contagios, mil 495 recuperados y 54 defunciones.

Del total de los casos confirmados, 65 por ciento ya está recuperado, 19 está en aislamiento domiciliario y otro cuatro en hospitalización, mientras que un 12 por ciento lamentablemente ha perdido la vida; se han estudiado 38 mil 456 personas.

También se dio a conocer una tabla detallada de los contagios de covid-19, de lo cual se informó que el 24 por ciento de los contagios se registró en el trabajo, seguido de personas que se dedican al hogar.

La representante del ISSSTE, Verónica Itzel Solano Flores, indicó que a la fecha se han presentado 75 eventos presuntamente asociados a la vacunación contra el covid-19, tales como dolor de cabeza y vértigo, de los cuales sólo dos fueron graves pero el personal fue dado de alta; refirió que los 75 casos representan el uno por ciento de las más de nueve mil dosis de vacunas que arribaron a la entidad.

Morelos actualmente está en color rojo en el semáforo de riesgo epidémico por covid-19.

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Se registró como conductor de Didi para obtener ingresos.

Eder Ramírez lamenta que por la pandemia del covid-19 tuvo que cerrar su negocio de peluquería, que con mucho esfuerzo abrió hace dos años. Por esa situación y ante la falta de ingresos económicos se registró como conductor de Didi, un servicio de transporte que se ofrece por medio de una aplicación de teléfono.

Tener su propio negocio le costó dos años de trabajo para poder ahorrar dinero y comprar su herramienta de peluquería. Sin embargo, en marzo pasado, cuando se registraron los primeros contagios de covid-19 en el estado, las autoridades lo obligaron a cerrar, porque no se encontraba en el catálogo de productos esenciales.

Para no dejar a su familia sin sustento económico se registró como conductor de Didi, porque tiene dos hijos pequeños que necesitan dinero para sus estudios.

Además, por la pandemia y la implementación de las clases virtuales tuvo que comprar dos teléfonos celulares, con los cuales sus pequeños pueden tomar sus materias.

Eder compartió que tras el cierre de su negocio lo primero que pensó fue en vender su herramienta de peluquería para tener dinero, pero ahora dice que fue afortunado porque encontró un empleo y todavía cuenta con su negocio, aunque por la emergencia sanitaria está cerrado.

De su trabajo como conductor de Didi, dijo que algunos días le va bien y sus ingresos son de hasta 600 pesos al día, de los cuales la plataforma le descuenta 150 pesos y 250 los utiliza para el combustible, de tal manera que al día le quedan 200 pesos libres.

El entrevistado señaló que además de la crisis económica que enfrentan por la pandemia, la inseguridad también les ha pegado fuerte.

Por eso trabaja de seis de la mañana a seis de la tarde y durante el día evita realizar servicios a colonias como Antonio Barona, Milpillas y El Universo, en Cuernavaca, porque sus compañeros le dijeron que son zonas inseguras.

 

 

 

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Solicitan el pago de pensiones, porque la mayoría son adultos mayores.

Edgar Castro Zapata, bisnieto del General Emiliano Zapata Salazar y presidente del Instituto Pro Veteranos de la Revolución del Sur en Morelos, solicitó una reunión con autoridades del gobierno estatal para analizar la urgencia de hacer entrega de los recursos económicos para los descendientes zapatistas, porque la mayoría son adultos mayores que necesitan este ingreso.

Al respecto, indicó que hasta el 2013 la lista era de 310 beneficiarios, pero probablemente en los últimos años aumentó, por lo que solicitaron una reunión con funcionarios del Ejecutivo estatal, porque si bien vivimos una emergencia sanitaria, debe haber congruencia porque Morelos fue la cuna del jefe zapatismo, dijo.

En este contexto de la pandemia por el covid-19, agregó, no se ha podido llevar a cabo la reunión, sin embargo, consideró que el gobierno debe ser sensible sobre el tema, porque la mayoría de los beneficiarios son personas de la tercera edad y la pensión es su único ingreso.

“Sabemos que tienen conocimiento de esta decisión que lleva muchos años, que los descendientes deben recibir su pensión, por eso el gobierno debe ser sensible. En febrero nos vamos a reunir con las autoridades para la prontitud del tema, que sí es de emergencia, porque la mayoría de los que se van a beneficiar son mayores”, puntualizó Castro Zapata.

Además, pidió que en esa reunión esté presente el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo para exponerle la prontitud de la emergencia, finalizó.

 

 

 

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Necesario, implementar nuevas estrategias de motivación para los alumnos, dice profesor de primaria.

Francisco Sotelo trabaja desde hace seis años como profesor de educación primaria en Morelos y dice que por la pandemia del covid-19 es necesario implementar diferentes estrategias de motivación para los alumnos porque, en algunos casos, no se están logrando los resultados esperados en el nivel de aprendizaje.

El joven profesor contó que ante la emergencia sanitaria por la que atraviesa el mundo los docentes de todos los niveles tuvieron que adaptarse a nuevas tecnologías y a la educación a distancia la cual, desde su punto de vista, es un reto difícil, porque las condiciones sociales son diferentes a nivel nacional y estatal.

El profesional de la educación dijo que para los docentes hay dificultades en adaptarse a esta nueva normalidad y también para los padres, que a diario manifiestan su sufrimiento, porque sus hijos no cuentan con los medios necesarios para desarrollar sus actividades escolares.

 “Nos estamos adaptando a eso, creando estrategias. Por ejemplo, trabajando con las redes sociales, cuadernillos, audiocuentos y hasta videos grabados con los celulares; estamos haciendo circo, maroma y teatro para podernos adaptar a estas condiciones”.

Compartió que una estrategia importante, porque le ha funcionado en su trabajo, es comunicarse con sus alumnos y compañeros por medio de las redes sociales, donde sube el contenido del programa “Aprende en casa”, de donde los profesores lo retoman y lo replican a nivel nacional. Además, dijo, es de gran ayuda porque aprenden de los conocimientos de sus colegas de otros estados.

 

 

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Por la inseguridad trabaja hasta las siete de la noche.

Julio César tiene un negocio familiar de transporte de carga, pero con la pandemia del covid-19 la clientela para ese servicio disminuyó casi en un 70 por ciento, por lo que para no endeudarse con créditos que no podrá pagar, mejor se registró como repartidor de comida por medio de la plataforma de Didi, para obtener ingresos extras.

Mientras espera que le surtan un pedido afuera de una taquería en el centro de Cuernavaca, platica que en este trabajo la demanda también bajó hasta en un 50 por ciento, por lo que al día con mucho esfuerzo realiza diez entregas en una jornada de ocho horas.

Sus ingresos económicos diarios como repartidor de comida son de 500 pesos, de los cuales un porcentaje es para la comisión que cobra la plataforma, otro tanto para la gasolina de su moto y lo demás para comprar lo necesario para la alimentación de su familia.

“Yo tengo un negocio que presta servicio de transporte. Por ejemplo, entregamos medicamento a las farmacias, puertas eléctricas a los hoteles y más, pero con la emergencia sanitaria todo se detuvo; no hay trabajo y necesitamos dinero”.

De su trabajo en Didi señaló que por la situación de inseguridad labora solo hasta las siete de la noche y además evita entrar a colonias como Lagunilla y la Carolina, en Cuernavaca, donde le dijeron que se ha registrado un alto número de asaltos a repartidores de comida.

 

 

 

Domingo, 17 Enero 2021 01:12

Batallan repartidores contra inseguridad

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Trabajadores de entrega de comida tienen identificadas zonas de riesgo en Cuernavaca y municipios conurbados y las evitan, así como horarios de mayor peligro

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Sus ingresos diarios son de máximo 500 pesos.

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Xochitepec y Emiliano Zapata implementaron acciones en un intento de levantar la AVG en esos municipios.

El presidente de la Comisión Independiente de Derechos Humanos (CIDH), José Martínez Cruz, señaló que los presidentes municipales deberían realizar campañas de difusión y atención permanente para disminuir los índices de violencia hacia las mujeres, porque en lo que va del año se han registrado al menos tres feminicidios.

Denunció que los alcaldes no están cumpliendo con las medidas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia, que contempla la Alerta de Violencia de Género (AVG) decretada en ocho municipios morelenses desde agosto del 2015, y reveló que apenas dos municipios, Xochitepec y Emiliano Zapata, implementaron campañas informativas, en un intento de querer salir de la alerta.

Además, dijo que los feminicidios también muestran la indiferencia social, lo cual -a su consideración- implica un incremento en la violencia, porque se convierte en comunitaria.

"¿Cómo es posible que a la gente se le vea así, abandonada, sin que haya respuesta de la ciudadanía? eso es inaceptable, es decir elevar el nivel de conciencia social es fundamental, pero también debemos exigir a las autoridades que cumplan sus tareas, responsabilidades y las acciones mandatadas, porque son parte de la política de respeto a la Ley general de Acceso a las mujeres a una vida libre de violencia", dijo en entrevista.

Martínez Cruz puntualizó que desde el año pasado presentaron un estudio a los municipios y al gobierno, donde se señala que no se están cumpliendo todas las medidas de la AVG y hasta la fecha siguen sin atenderse por lo que, dijo, no se trata de que las autoridades informen que van a trabajar para salir de la AVG, sino de garantizar los derechos a las mujeres y que los casos no queden impunes.

 

 

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Se les adeuda la segunda parte del aguinaldo y el bono de Día de Reyes.

El secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, Gil Magadán Salazar, advirtió que el próximo lunes podrían suspender labores en áreas no covid, porque el gobierno estatal adeuda alrededor de 90 millones de pesos correspondiente a las prestaciones de fin de año de cuatro mil 500 empleados.

Detalló que no se ha pagado la segunda parte del aguinaldo y se les adeuda el bono de día de Reyes y en otros casos la quincena, por lo que la suma total es de 90 millones de pesos.

Al respecto, indicó que por la limitación presupuestal el acuerdo con las autoridades estatales fue que algunos apoyos se pagarían en los primeros 15 días del mes, lo cual no ha ocurrido, por lo que se lanzó la advertencia de suspender labores a primera hora del próximo lunes.

El líder sindical afirmó que la petición a las autoridades de Salud es a continuar con las gestiones necesarias ante la Secretaría de Hacienda, porque la promesa fue cumplir con estos pagos a principios de año con la ministración federal, y ahora el argumento es que no hay recursos.

Magadan Salazar manifestó que los trabajadores están molestos porque han trabajado durante la pandemia, incluso arriesgando su vida y no es justo que no reciban sus pagos en tiempo y forma.

"La población no tiene la culpa, pero estamos sosteniendo esta situación crítica y no hay pago, por eso la inquietud de los compañeros, que están trabajando con compromiso ", argumentó.

 

 

Viernes, 15 Enero 2021 05:15

En su taxi lleva gel antibacterial

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Dos de sus conocidos se contagiaron y fallecieron.

Saúl Rosas se negaba a creer en la existencia del covid-19. Sin embargo, meses después de que se registraron los primeros casos en Morelos, dos de sus conocidos se contagiaron y fallecieron y desde ese día cada semana ahorra 90 pesos para comprar un litro de gel antibacterial para sus clientes y evitar que el virus entre a su cuerpo.

Saúl trabaja como chofer de taxi desde hace 15 años y dice que es la primera vez que una contingencia sanitaria golpea tan fuerte en su economía.

También explica que al día con mucho esfuerzo realiza entre diez y doces viajes, trabajando desde las seis de la mañana.

Sobre la pandemia del covid-19, dijo que al principio no creía que un virus pudiera causar la muerte de millones de personas en el mundo, hasta que lo vivió de cerca, cuando dos de sus conocidos fallecieron y después supo que otras personas que también conocía se contagiaron.  

“Al principio no creía, pero después me di cuenta de que el virus existe y desde entonces me cuido con el cubrebocas. Cada semana compro una botella de gel antibacterial y lo pongo en el respaldo del asiento delantero del taxi para que los clientes lo usen. Así nos cuidamos entre todos”.

Además, para evitar posibles contagios todos los días desinfecta su unidad. 

De su trabajo, señaló que hasta la fecha no ha recibido ningún apoyo económico ni en especie, por eso trabaja casi todo el día para reunir el dinero necesario para la alimentación de su familia y entregar la cuenta de 250 pesos a su patrón.

 

 

 

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Por la pandemia trabajan desde casa, afirma Secretaria de Administración.

La Secretaria de Administración Mirna Zavala Zúñiga confirmó que desde que empezó la pandemia del covid-19 se han registrado 250 contagios y 39 fallecimientos entre los trabajadores del Poder Ejecutivo, principalmente de las áreas vulnerables.

Recordó que desde el pasado 8 de enero se publicó el decreto en el cual se estableció que ante el retroceso del color naranja al rojo, solo trabajarán durante la emergencia áreas esenciales como la Coordinación Estatal de Protección Civil, la Comisión Estatal de Seguridad (CES) y la Secretaría de Salud, cumpliendo con todas las medidas de higiene, como el uso del cubrebocas.  

“En el decreto que fue publicado se instruye a los trabajadores a que realicen sus labores desde casa con la finalidad de prevenir contagios de covid-19, ya que en los últimos meses se han incrementado en la entidad”, dijo la funcionaria estatal.

Afirmó que las labores se mantienen desde casa porque la emergencia sanitaria no impide la continuidad de la operatividad de cada una de las áreas para ofrecer todos los servicios a la población, por lo que, además, se ha dado prioridad a las plataformas digitales y el trabajo por correo electrónico.

En ese sentido, dijo que el llamado a la población es que tramite citas por medio de la plataforma del gobierno del estado, la cual permite dar la atención para disminuir los riesgos.

Aclaró que por la emergencia sanitaria únicamente se llevan a cabo trabajos esenciales, es decir, trámites administrativos y solamente se admite vía correo, ya que no se permite el acceso ni la presencia física en las oficinas.  

“El llamado que hacemos al usuario, que en su mayoría son trabajadores y jubilados, es que por el momento todo trabajo se hará por medio del correo electrónico, incluyendo las constancias a través de firmas electrónicas”, puntualizó Zavala Zúñiga.

 

 

 

Jueves, 14 Enero 2021 05:13

“La inseguridad está terrible”

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Conductores de Didi desconfían hasta de los usuarios, confiesa Jesús.

Jesús Omar Martínez, quien trabaja como conductor de Didi, contó que por la situación de inseguridad que se vive en el estado, ofrece sus servicios de transporte privado solo hasta las ocho de la noche y que la mayoría de sus compañeros andan “con el Jesús en la boca”, es decir, con la preocupación, al saber que les puede pasar algo durante el viaje.

El entrevistado dijo que tiene una experiencia como conductor de Didi de casi dos años y agradece que hasta la fecha no ha sufrido asaltos, pero según le dijeron sus compañeros, se ha detectado que algunas personas se registraron en la aplicación de teléfono como usuarios, pero con intenciones de asaltar a los conductores.

“La inseguridad está terrible, andamos con el Jesús en la boca porque en cualquier lugar de Morelos hay mucha inseguridad; debemos cuidarnos porque, se escucha feo, tenemos que cuidarnos hasta de los usuarios porque se sabe que se conectan para asaltar; a los conductores los golpean y les quitan los carros”.

Refirió que durante el día realiza los servicios a cualquier colonia, pero en la noche evita algunos lugares que carecen de alumbrado público, porque en estas zonas son blanco de la delincuencia.

De su trabajo, dijo que por la pandemia del covid-19 los servicios han disminuido y en ocasiones espera hasta 15 minutos para realizar un viaje, pero tiene que seguir en este empleo porque tiene la responsabilidad económica en su casa y además debe entregar una renta semanal por el vehículo.

 

 

 

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Confirma el secretario de Gobierno exhorto al ombudsman para proponer a un notario para la primera demarcación.

El secretario de Gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas, afirmó que el exhorto que se hizo al presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHM), Israel Hernández Cruz, para que proponga a un notario de la primera demarcación no es ninguna presión ni tiene que ver con la función que desempeña como presidente.

Lo anterior, en respuesta a las declaraciones que emitió el ombudsman morelense, quien afirmó ser víctima de hostigamiento y acoso para que se deje de ser presidente de la CDHM y se reincorpore en su cargo en la Notaría número 13.

“Lo que hicimos fue exhortar al presidente de la Comisión de Derechos Humanos a que propusiera un notario de la primera demarcación para que lo pudiera suplir y eso no es ninguna presión ni tiene que ver con la función que desempeña como presidente de la Comisión”, afirmó Ojeda Cárdenas.

Reconoció que la acusación que hizo Hernández Cruz pudiera tener como trasfondo la cercanía del proceso electoral porque, afirmó, el proceso jurídico lo conoce muy bien, ya que fue director general jurídico en la administración de Graco Ramírez y le tocó supervisar la función notarial, por lo tanto, conoce que el procedimiento que hace es legal.

En este sentido, Ojeda Cárdenas señaló que es peligroso politizar a instituciones tan importantes como la Comisión de Derechos Humanos. “Entiendo la cercanía que tiene con algunos actores políticos relevantes, pero debería de abstenerse de hacerlo político”, dijo.

 

 

 

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*898 casos activos*

En conferencia de prensa virtual, autoridades de Salud informaron este miércoles que en Morelos se han confirmado 12 mil 150 casos de coronavirus covid-19, de los cuales 10 mil 630 lo han sido por prueba PCR y mil 520 por prueba antigénica que se aplican en los diferentes módulos.

Señalaron que se han registrado mil 440 casos sospechosos, 898 activos y 15 mil 997 casos negativos, así como mil 748 defunciones, de las 29 mil 587 personas estudiadas; de acuerdo con el reporte diario, Morelos sumó 460 nuevos contagios de covid-19 y siete defunciones.

Del total de los casos confirmados, 68 por ciento ya está recuperado, 13 está en aislamiento domiciliario y otro cinco en hospitalización, mientras que un 14 por ciento lamentablemente ha perdido la vida.

También se dio a conocer que se han realizado mil 900 pruebas PCR del programa “Pruebas en tu Comunidad”, de las cuales 114 arrojaron resultado positivo; además, hoy se informó que dos personas se han negado a recibir la vacuna contra coronavirus covid-19 en la entidad.

Morelos actualmente está en color rojo en el semáforo de riesgo epidémico por covid-19.

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El gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo encabezó el arranque de vacunación contra el covid-19 al personal de salud en el estado de Morelos, la mañana del miércoles; pidió a la población no confiarse, porque la aplicación de la vacuna no significa que la emergencia sanitaria esté superada.

En el acto oficial, el mandatario estatal señaló que la aplicación de la vacuna marca una fecha histórica en medio de la emergencia de salud porque hoy comienza la fase de vacunación, un día esperado por la población.

Sin embargo, reiteró el llamado a la población a no confiarse porque la aplicación no significa que la emergencia esté superada.

Recordó que en diciembre, Morelos estuvo en picos elevados de contagios por covid-19, por lo que exhortó al sector salud y a las instituciones a privilegiar el orden y trato humano a la población.

También aprovechó para hacer un reconocimiento al personal de salud por su trabajo arduo porque, dijo, “dejan a sus familias en casa para cuidarnos”.

Blanco Bravo puntualizó que una vez que se termine de vacunar al personal de todos los hospitales, la vacunación continuará con los grupos de alto riesgo para proteger a toda la población.

Pidió no entrar en desesperación, porque todos recibirán la vacuna, pero además no confiarse porque la pandemia sigue y es necesario reforzar las medidas que contempla el escudo de la salud, como el uso del cubrebocas y lavado constante de manos.

En su intervención, el secretario de Salud, Marco Antonio Cantú Cuevas, informó que en el primer lote de vacunas llegaron nueve mil 765 dosis, con lo cual se podrá inmunizar al 100 por ciento de los trabajadores del sector salud, quienes recibirán una aplicación hoy y la próxima dentro de 21 días.

Dijo que la vacunación en Morelos representa la esperanza y el inicio de una nueva etapa de la lucha contra esta pandemia, pero también debe inspirarnos a no bajar la guardia porque el estado está en alerta máxima de contagio.

Cantú Cuevas reconoció el trabajo que realiza el personal de salud de los doce hospitales covid porque, anotó, es justo que la vacunación contempla inmunizar a los que están en la primera línea de batalla, como una forma de cuidar a quienes nos cuidan.

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Evitan entregar pedidos en colonias como Altavista, Carolina y Sacatierra.

Josué Duarte, quien trabaja desde hace más de un año como repartidor de comida por medio de la plataforma de Rappi, señaló que por la pandemia del covid-19 los servicios de entrega de alimentos a domicilio han aumentado porque la gente dejó de salir, pero también se incrementaron los asaltos y robo de motocicletas, principalmente en los estacionamientos de las tiendas de autoservicio.

De acuerdo con el entrevistado, el retroceso en el color del semáforo sanitario y el cierre de varias plazas benefició a los repartidores de comida que ofrecen el servicio por medio de aplicaciones de teléfono, porque los establecimientos que permanecen abiertos habilitaron el servicio a domicilio.  

Sin embargo, lamentó que en los últimos meses varios de sus compañeros han sufrido asaltos, porque los amantes de lo ajeno buscan a las personas que están en constante movimiento, al suponer que llevan grandes cantidades de dinero por los servicios que realizan.

Por la situación de inseguridad, Josué evita entregar pedidos en colonias como Altavista, La Carolina y Zacatierra de Cuernavaca. De su trabajo, dijo que sus ingresos económicos varían entre 600 y 700 pesos diarios y realiza de 15 a 20 entregas.

Sobre la emergencia sanitaria por el covid-19, refirió que desconoce si alguno de sus compañeros se ha contagiado con el virus. Sin embargo, cada uno hace aplica las medidas de higiene básicas, como el uso del cubrebocas y gel antibacterial para la desinfección de manos.

 

 

 

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En diciembre pasado robaron seis unidades a la organización en la que trabaja.

Antonio Bautista tiene una experiencia de 15 años como chofer de taxi, por lo que evita ingresar a colonias alejadas y con poco alumbrado público, porque en el tiempo que lleva laborando ha sido víctima de seis asaltos e incluso en uno de los casos le robaron el vehículo.

Contó que por la situación de inseguridad realiza los últimos servicios de taxi a más tardar a las diez de la noche, pero empieza a trabajar desde las ocho de la mañana para reunir el dinero necesario para la alimentación de su familia y para pagar servicios como el agua, luz e internet, porque sus hijos toman clases en línea.

El entrevistado señaló que solo en diciembre pasado, los amantes de lo ajeno asaltaron a seis conductores de la agrupación de taxis en la que trabaja desde hace cinco años y robaron seis vehículos, de los cuales solo dos se lograron recuperar con las investigaciones que inició la Fiscalía General del Estado (FGE).

Para Antonio algunas colonias inseguras para los taxistas son Los Pinos y Progreso en Jiutepec, así como Loma Bonita en Temixco.

“En los 15 años que llevo trabajando como taxista me han asaltado en seis ocasiones, una vez se llevaron el carro; se presentaron las denuncias ante las autoridades, pero no hubo respuesta y lo único que queda es empezar de cero y buscar otro trabajo”.

Sobre la pandemia del covid-19 refirió que los trabajadores del volante han registrado la disminución en la demanda y en sus ingresos económicos, porque con el retroceso en el color del semáforo sanitario las personas dejaron de salir tras el cierre de algunos negocios no esenciales en plazas comerciales.

Antes de la emergencia sanitaria sus ingresos eran de 800 a mil pesos diarios pero actualmente apenas reúne entre 300 y 400 pesos.

 

 

 

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Humberto pide a los clientes usar cubrebocas, para evitar multas

Humberto Carreto trabaja como chofer de taxi desde hace 18 años y dice que está consciente de que por la pandemia del covid-19 debería resguardarse en su domicilio, para evitar un posible contagio del virus, pero debe salir porque tiene la responsabilidad económica de su familia.

Para su cuidado personal usa cubrebocas, lleva gel antibacterial en su unidad para los clientes y, además, les pide usar el tapabocas para, de alguna manera, disminuir los contagios y también para no ser multado por las autoridades, que han intensificado los operativos en el transporte público.

El entrevistado narró que durante su jornada laboral se ha encontrado con personas que no llevan puesto el cubrebocas, a quienes les hace la invitación de ponérselo por lo menos durante el viaje, porque en su familia hay personas vulnerables. 

“En mi familia hay personas vulnerables y sé que yo tendría que quedarme en la casa, pero no puedo porque llevo el sustento económico y tengo dos hijos que dependen de mí”.

De su trabajo como chofer de taxi contó que la emergencia sanitaria afectó en su economía, porque los servicios disminuyeron, y aunque trabaja casi todo el día con mucho esfuerzo obtiene entre 100 y 150 pesos diarios.

Además, dijo que la inseguridad es otro factor que afecta la economía, porque cualquier municipio es peligroso, cuando antes solo evitaban los servicios en colonias como Antonio Barona y Alta Vista, en Cuernavaca. También ha aumentado el robo de vehículos.

 


 

 

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Afirma que sus ingresos económicos son de hasta 800 pesos diarios.

Brandon Quintero estudió la carrera de Ingeniería Industrial, pero se le ha complicado encontrar un trabajo relacionado con su carrera profesional -sobre todo desde que llegó la pandemia- por lo que desde hace año y medio se registró como repartidor de comida en la plataforma de Uber Eats.

Entrevistado mientras esperaba pedidos de alimentos en el centro de Cuernavaca, narró que como repartidor de comida sus ingresos económicos son buenos, incluso, mejores que en otros empleos, además de que tiene la oportunidad de trabajar de lunes a viernes en un horario de ocho de la mañana a nueve de la noche, jornada en la cual puede reunir hasta 800 pesos.

De su vida laboral, dijo, que antes trabajó en una cafetería, donde le pagaban mil 100 pesos a la semana, pero lo dejó porque le dijeron que en las plataformas los ingresos son superiores.

“Aquí nos va bien por el dinero, la única desventaja es que no cotizamos en el IMSS para tener Infonavit, aunque yo tengo seguro por parte del banco como conductor de la moto siempre hacen falta las prestaciones”. 

Sin embargo, se dijo contento en este empleo porque es dueño de su tiempo, no está sujeto a las órdenes de un patrón y porque puede realizar hasta 27 servicios al día. También agradeció que hasta el momento no ha sufrido situaciones violentas, como otros de sus compañeros, quienes -le dijeron-han sufrido intentos de asaltos en algunas colonias de la ciudad.

Por cuestiones de seguridad, dijo el entrevistado, a partir de las siete de la noche evita entrar a colonias como la Lagunilla y Alta Vista en Cuernavaca y cuando recibe un pedido para esa zona lo cancela.

 

 

Viernes, 08 Enero 2021 05:07

“Subió la gasolina”

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Por la pandemia sus ingresos como chofer de taxi son de 300 pesos diarios.

Moisés Hernández, quien trabaja como chofer de taxi, asegura que en los últimos días el precio del litro de gasolina subió un peso y en algunas estaciones de servicio ubicadas en Cuernavaca, se vende hasta en 17 pesos. Sin embargo, en lugares de la zona oriente del estado como Cuautla el combustible se elevó hasta en 22 pesos el litro de la premium.

El entrevistado dijo que desde el primero de enero aumentó el precio de la gasolina, aunque éste varía dependiendo de la zona, pero él la ha comprado en 17 pesos el litro. 

Además, dijo que también subieron algunos precios de los productos de la canasta básica; por eso su familia realiza sus compras en el mercado Adolfo López Mateos (ALM) porque es más económico.

De su trabajo como chofer de taxi, contó que a raíz de la emergencia sanitaria los servicios clientes disminuyeron casi en un 50 por ciento, por lo que sus ingresos económicos varían entre 200 y 300 pesos al día.

Por la crisis sanitaria, dijo, en el sitio de taxi en el que labora espera hasta tres horas por un viaje;  por eso sale a las calles a buscar pasajeros, porque todos los días debe entregar 200 pesos de cuenta a su patrón.

“Por la pandemia hay pocos servicios de taxi, al día realizo unos ocho viajes de calle porque en el sitio de taxi esperamos horas para que pidan un servicio. Lo bueno es que el patrón nos deja levantar clientes en la calle y así compensamos un poco la situación”.

Su jornada laboral es de doce horas de lunes a jueves, ya que para hacer frente a la crisis económica que ha dejado la pandemia el resto de la semana trabaja como jardinero.

 

 

 

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Conductor de Didi trabaja más de 15 horas para comprar alimentos para su familia.

La emergencia sanitaria provocada por la pandemia del covid-19 ha dejado grandes afectaciones en la economía de las familias, por lo que José Antonio Pantaleón trabaja más de 15 horas al día como conductor de Didi -el servicio de transporte que se ofrece por una aplicación de teléfono- para poder comprar lo necesario para la alimentación de su familia.

Hace un año empezó a trabajar en la plataforma de Uber y después se registró en Didi para aumentar sus ingresos económicos, pero cuando llegó la pandemia del covid-19 los servicios bajaron a más de la mitad al igual que sus ingresos.

“El trabajo está muy escaso y mal pagado, pero en meses anteriores los ingresos estaban para llorar, porque solo alcanzaba para comprar comida y gasolina. Nos enfrentamos a una crisis muy fuerte porque trabajamos todo el día y solo con las dos aplicaciones podemos llevarnos un poquito más de dinero”.

El entrevistado refirió que su jornada laboral empieza a las seis de la mañana y termina a las once de la noche, y solo descansa para tomar sus alimentos, porque tiene tres hijas, las que toman clases virtuales y él necesita dinero para pagar servicios como luz e internet. 

“Afortunadamente en la casa tenemos una computadora en la casa y ahí toman sus clases las niñas, pero, por ejemplo, yo tenía contemplado gastar cierta cantidad de dinero cada semana y ahora con la pandemia gasto más porque mis hijas usan el internet y comen en la casa; antes estaban en escuelas de tiempo completo y una que va en el kínder le daban de almorzar y ahorita todo es diferente”.

Sobre la situación de inseguridad, dijo que evita ingresar a colonias como Antonio Barona y Lagunilla en Cuernavaca, para no ser víctima de asaltos.

A veces brinda el servicio en ese rumbo, pero deja al cliente sobre la avenida y les informa que por seguridad no puede ingresar a privadas.

 

 

Miércoles, 06 Enero 2021 05:01

Canceló un viaje por temor a ser asaltado

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Pandemia e inseguridad, lo que más afecta a conductores de Didi.

Carlos Manuel tenía un trabajo estable en una empresa desde hace cinco años, pero cuando llegó la pandemia del covid-19 fue despedido y por varios meses estuvo buscando empleo, pero solo encontró colocación como conductor de Didi, un servicio de transporte que se ofrece por medio de una aplicación de teléfono.

En esa labor, el entrevistado narra que hay días en los que le va bien y sus ingresos económicos son de hasta 300 pesos trabajando desde las cinco de la mañana hasta las siete de la noche. Sin embargo, lamentó que por la pandemia la plataforma aumentó del 15 al 20 por ciento la comisión que deben entregar los socios y disminuyó las tarifas para los clientes.

“Por la pandemia los ingresos han disminuido hasta en un 50 por ciento, pero no hay de otra, tenemos que seguir. En este trabajo no siempre conviene porque las tarifas son económicas y además hay pocos servicios porque varios lugares cerraron sus puertas”.

El entrevistado señaló que además de la crisis económica por la pandemia del covid-19, también están expuestos a la inseguridad. Por eso en algunas ocasiones tuvo que cancelar servicios para evitar ser asaltado.

Un caso reciente, refirió, ocurrió hace unos días cuando un cliente le solicitó un viaje, pero cuando llegó al lugar observó una camioneta gris con tres hombres, que parecían tener otras intenciones, por lo que canceló el viaje.

Por lo anterior evita realizar servicios en colonias como Pueblo Viejo, Lomas del Carril y La Azteca en Temixco así como La Prohogar en Emiliano Zapata y Alta Vista y Antonio Barona en Cuernavaca, porque según le dijeron sus compañeros, se han registrado varios asaltos, e incluso, han documentado al menos ocho robos de unidades a la semana.

 

 

 

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El dirigente del organismo empresarial dice que la medida puede provocar el cierre de establecimientos, debido a los daños que ha causado la pandemia.

Antonio Sánchez Purón, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Cuernavaca (Canaco-Servytur) señaló que el aumento al salario mínimo que aprobó la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) llegó en el peor momento, porque los empresarios enfrentan una crisis económica originada por la pandemia del covid-19, por lo que uno de los factores negativos sería el cierre de negocios y que no haya incremento de empleos.

Indicó que la determinación de aumentar en 15 por ciento el salario mínimo va a generar una mayor presión para la firma de contratos colectivos a nivel sindical, además de una presión grande hacia una situación inflacionaria porque de una u otra forma el sector patronal tendrá que buscar recursos para hacer frente a este incremento.

“En otro momento de la economía no lo veo mal, el hecho de que la gente tenga mayor cantidad adquisitiva (sic) pero el recurso tiene que salir de los empresarios y ahorita no estamos en el mejor momento para hacer frente a un incremento salarial. Esto tuvo que analizarse a fondo, sin embargo, ya está, pero uno de los factores podría ser el cierre de negocios y que no haya incremento de empleos”, afirmó el líder camaral.

Sanchéz Purón también puntualizó que hasta el momento y de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) por la pandemia del covid-19 en Morelos 25 de cada 100 negocios cerraron sus puertas de manera permanente. Sin embargo, la cifra podría incrementarse a entre 35 y 40 de cada 100 negocios. 

En entrevista, el empresario afirmó que hasta el momento no hay una cifra exacta del cierre de negocios, pero durante la emergencia sanitaria los más afectados son los que ofrecen servicios, como restaurantes y fondas, al igual que los dedicados al turismo, por las restricciones que acarrea el cambio de color en el semáforo.

 

 

 

Domingo, 03 Enero 2021 07:28

Prevén aumento en la pieza del pan

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Por la pandemia del covid-19 algunos productores dejaron de elaborar pan

 El presidente de los productores de pan artesanal en Cuernavaca, Jorge Hernández García, confirmó que en los próximos días se prevé un aumento del 10 por ciento en el precio del pan, porque los insumos para la elaboración, como harina, azúcar y huevo, también subieron.

Señaló que este año ha sido difícil para los productores porque no se realizaron eventos culturales y tampoco la exposición de pan artesanal, donde pueden ofrecer y vender sus productos; incluso, en la temporada del Día de Muertos sus ventas bajaron hasta un 70 por ciento.

Por lo anterior, dijo que en febrero próximo llevarán a cabo una asamblea junto con los productores de pan para discutir el aumento al precio de este producto, el cual sería del 10 por ciento, en el caso del pan dulce, es decir, subirá de cinco a seis pesos, mientras que el salado subirá 50 centavos.

Hernández García afirmó que derivado de la crisis económica que ha dejado la pandemia del covid-19, algunos productores de pan dejaron este oficio para buscar otra fuente de ingresos, como conducir un taxi, porque en estos tiempos las panaderías ya no son costeables.

“Fue un año difícil para este sector, principalmente por la falta de espacios para poder vender el producto. Este año se vio mucha dificultad para obtener los insumos básicos. Los proveedores dijeron que también subirán los precios. Por esta situación algunos estamos tratando de sobrevivir, aunque no se vean las ganancias”.

En ese sentido, hizo un llamado a la población para consumir productos locales, y a los funcionarios que pretendan regalar rosca de reyes, el próximo seis de enero, a adquirir sus productos con este sector.

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Los municipios más inseguros son Cuernavaca y Jiutepec

Manuel, quien trabaja como conductor de Didi -un servicio de transporte que se ofrece por medio de una aplicación de teléfono- señaló que además de la crisis económica por la que atraviesan a consecuencia de la pandemia del covid-19, se enfrentan a la inseguridad, y principalmente al robo de vehículos.

El entrevistado contó que entre sus compañeros han documentado al menos dos robos de vehículos al día. Los asaltos ocurren principalmente en colonias con poco alumbrado y calles sin pavimentar que se ubican en Cuernavaca y Jiutepec.

De su trabajo dijo que por la emergencia sanitaria hay pocos servicios, y al día con mucho esfuerzo realiza unos 14 viajes con tarifa mínima de 30 pesos, de tal manera que sus ingresos económicos varían entre 200 y 300 pesos diarios.   

“La situación está muy difícil, pero no hay de otra, hay que aprender a vivir con el virus y con lo que tenemos, porque sabemos que el covid-19 llegó para quedarse. Aunque también debemos cuidarnos entre nosotros porque la inseguridad está fuerte. Sabemos que al día se roban hasta dos carros de los conductores de Didi”.

Ante la situación de violencia, el entrevistado aseguró que en algunas ocasiones ha cancelado los servicios cuando “a simple vista” se ve que los pasajeros tienen otras intenciones, porque, en su opinión, “no se ven bien”.

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Entrevistado afirma que la inseguridad y la pandemia son otros factores de afectación económica.

La contingencia sanitaria por el covid-19, la inseguridad y el servicio de transporte privado que se ofrece por medio de aplicaciones de teléfono son los principales factores de la crisis económica, que han registrado los conductores de taxi en los últimos años.

David Rodríguez, quien trabaja como chofer de taxi desde hace 20 años, señaló que por la pandemia del covid-19 sus ingresos económicos disminuyeron en más de la mitad y al día con mucho esfuerzo logra reunir 200 pesos, los cuales deben alcanzar para comprar lo necesario para la alimentación de su familia.

Aunado a la crisis económica ocasionada por la emergencia sanitaria, este sector también ha sido blanco de violencia por lo que aseguró evita realizar servicios a colonias como Alta Vista en Cuernavaca porque en esta zona varios de sus compañeros han sido víctimas de asaltos, principalmente de robo de unidades.

“En estos 20 años que llevo trabajando como taxista no me ha pasado nada violento, pero a mis compañeros les han robado sus carros en algunas colonias que son muy inseguras, como Alta Vista”.

El entrevistado refirió que en los últimos tres años también ha registrado afectaciones económicas y disminución de hasta un 40 por ciento en los servicios por la competencia que tienen con los conductores de Uber y Didi, que ofrecen servicios de transporte privado por medio de aplicaciones de teléfono.

De su labor, dijo que en las últimas semanas tuvo que negar el servicio de taxi a algunas personas porque no llevaban puesto el cubrebocas, el cual es una obligación para disminuir contagios del covid-19.

 

 

 

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Los operadores del transporte público abandonaron su trabajo por la crisis económica y para evitar contagios.

El presidente de la Federación Auténtica del Transporte (FAT), Dagoberto Rivera Jaimes, señaló que por la crisis económica que ha dejado la pandemia del covid-19, pero también para evitar posibles contagios, al menos 300 operadores del transporte público abandonaron su trabajo y emigraron a otros estados.

Puntualizó que la FAT agrupa 900 unidades de diferentes organizaciones y derivado de la emergencia sanitaria, el 30 por ciento de los operadores del transporte colectivo manifestó su deseo de dejar el trabajo y buscar otras opciones de empleo en otros estados o intentar emprender un negocio familiar.  

“Algunos operadores han empezado a buscar otras vías de trabajo. Hay quien dice que buscará otro trabajo porque esto del volante es muy estresante y otros tantos porque dicen que es riesgoso andar arriba de las unidades por cuestiones de salud”, afirmó el líder transportista.

Rivera Jaimes también dio a conocer que por la crisis sanitaria del covid-19, el sector transporte no ha logrado recuperarse, por lo que actualmente solo trabajan con el 50 por ciento del total del parque vehicular, pues considera que no es rentable poner en circulación todas las unidades cuando no hay clases presenciales.

Dijo que los concesionarios del transporte público no han visto mejoría en sus ingresos económicos. Antes de la pandemia los choferes entregaban entre 800 y mil pesos diarios por concepto de “cuenta”, pero ahora con mucho esfuerzo reúnen entre 500 y 600 pesos, aunque tienen garantizado su salario de 300 pesos al día.

 

 

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