Los trabajadores del volante han sido víctimas recurrentes de covid-19 y varios han fallecido, exponen; piden ser incluidos en grupos prioritarios en la vacunación contra la enfermedad
César Bravo, quien trabaja como chofer de taxi desde hace 15 años en Morelos, pidió a las autoridades de Salud se dé prioridad a este sector en la aplicación de la vacuna contra el covid-19, porque afirmó que varios transportistas se han contagiado y otros ya fallecieron.
Entrevistado en el zócalo de Cuernavaca, dijo que afortunadamente él no se ha infectado con el virus, sin embargo, algunos de sus compañeros taxistas y otros del transporte colectivo (rutas) tuvieron que resguardarse en su domicilio porque se enfermaron.
Al respecto, señaló que en agosto pasado trasladó a tres personas de la colonia Alta Vista al hospital general José G. Parres, en Cuernavaca, porque uno de ellos estaba tan enfermo que apenas podía respirar, y aunque agradece que no se contagió, sí vivió momentos de angustia.
“Ese día me dio mucho miedo y anduve paranoico varios días, porque de las tres personas que llevé al hospital, el señor estaba muy enfermo, apenas podía respirar, y además ocupó el asiento del copiloto. Yo no sabía qué decirle, pero cuando terminé el servicio me fui a mi casa a bañarme y a lavar el carro”.
Por la emergencia sanitaria -dijo- niega el servicio a las personas que no llevan puesto el tapabocas, para no contagiarse, aunque por esta decisión ha recibido malos comentarios de los clientes y con palabras altisonantes le han recordado a su mamá.
En cuanto a su trabajo, refirió que hay días en los que con mucho esfuerzo logra reunir el dinero para entregar la cuenta a su patrón. Además, por la crisis económica tuvo que solicitar un préstamo para pagar una infracción que le pusieron por no llevar puesto el cinturón de seguridad.