Alfredo dice que por el momento su única medida de prevención contra el covid-19 es el uso del cubrebocas y gel antibacterial. Sin embargo, para una mayor protección, cada dos horas desinfecta su taxi, para evitar contagiarse con el virus, porque en su familia ya murieron tres personas y otros veinte se infectaron.
El entrevistado trabaja como chofer de taxi desde hace 15 años y asegura que durante su jornada laboral niega el servicio a las personas que no llevan puesto el tapabocas, porque lo que menos quiere es contagiarse e infectar a su familia en su casa.
“Yo sí creía en el virus. Desde que empezó la pandemia empecé a usar el cubrebocas y por eso no me he contagiado; además, cada dos horas me detengo en la calle para desinfectar el carro, porque uno no sabe a quién lleva o cómo viene la persona que pide el servicio”.
Su jornada es de trece horas todos los días y en ocasiones trabaja aún más tiempo, porque dice que sus ingresos económicos son de apenas 200 pesos diarios, los cuales alcanzan para pagar servicios en su casa, pero no para comprar gasolina y realizar los pagos de su vehículo, que adquirió hace cuatro años en una agencia.
Por la crisis económica el año pasado solicitó tres préstamos, pero no los ha podido liquidar; incluso, se atrasó con sus pagos tres meses. Sin embargo, no pierde la esperanza de que pronto la situación mejorará.