Mientras que Acapulco tuvo que sufrir las consecuencias del huracán Beatriz, nosotros en Cuernavaca sonreímos cuando la lluvia empezó a caer y las altas temperaturas bajaron. Sabemos que hubo inundaciones y daños en el bello puerto y lo sentimos mucho por los acapulqueños, pero para nosotros el mismo huracán nos trajo vida y esperanza. Ojalá que sigan las lluvias… ¿o tendremos que esperar más huracanes para recibir más lluvia?

Somos todos animales de costumbres. Nos levantamos todos los días a la misma hora y empezamos a hacer nuestra rutina sin mayor preocupación, en automático y sin asumir mucha conciencia. Sólo cuando algo nos perturba nos damos cuenta de qué estamos haciendo, qué momento es y si vamos bien o no.

Siento un cierto grado de satisfacción al escribir esta nota, que es la número 200 desde que empecé con esta columna, Ecología en Tus Manos.  Esto equivale a cuatro años de vida durante los cuales he escrito sobre muchísimos temas ecológicos en un intento de informar sobre nuestro planeta Tierra y cómo somos nosotros quienes tenemos la culpa por el calentamiento global y el cambio climático.

No cabe duda que estamos viviendo días de mucho calor. No estamos acostumbrados a tan fuertes calores y casi todos estamos sufriendo noches donde dormir es difícil, casi imposible, sin un ventilador. Está haciendo calor en Europa también, antes de las fechas normales: en Inglaterra todo el mes de abril hizo sol tantos días que establecieron un nuevo record.