Espero que 2011 sea un año exitoso, tranquilo y alegre. Ojalá que marque también el momento definitivo en que emprendas ideas y nuevas prácticas ecológicas: siempre hay algo nuevo que podemos hacer.

Algo nuevo sería cómo nos trasladamos. Acabo de leer en el periódico Reforma (del 27 de diciembre) que los habitantes de la Ciudad de México sufren una pérdida de cinco años de su vida transportándose.

En los próximos días estaremos festejando la Navidad. Es la época del año en que comemos cosas especiales, muchas de ellas en cantidades exageradas, y nos tomamos el tiempo de disfrutar a la familia y descansar un poco de las tareas diarias.

En el periodo previo a la COP 15 que tuvo lugar en la ciudad de Copenhague hace un año, la expectativa de lograr acuerdos importantes para enfrentar el cambio climático fue extraordinaria. Sin embargo, los resultados fueron muy decepcionantes. En cambio, la propaganda para la COP 16 que empezó la semana pasada en Cancún fue muy discreta, más que nada porque la expectativa es casi nula.

Se me ocurrió recientemente llevar a cabo un ejercicio interesante. Mandé un correo electrónico a 41 personas al azar, entre amigos, compañeros y conocidos, solicitándoles su participación para compartirme una lista de 10 cosas que NO estimaran necesarias para vivir. No debería haber sido una tarea tan difícil, pero tal vez sí lo fue.