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Presidenta de Aliados de Morelos toma represalias contra chofer que enfermó de covid-19
María Teresa Ordoñez castigó al operador por hacer público su estado de salud.
Jonathan Ortiz Gutiérrez trabajaba como chofer del transporte público en la empresa “Aliados de Morelos”, pero después de que se contagió con covid-19, afirma, la empresa le impuso una multa de cinco mil pesos por conceder una entrevista sobre su estado de salud y, al no pagar dicha cantidad, fue despedido.
El afectado por la arbitraria decisión narra que empezó con los síntomas del coronavirus -dolor de huesos y fiebre- el pasado 6 de mayo cuando llegó a casa después de su jornada laboral. Alrededor de las 23:00 horas de ese mismo día presentó problemas para respirar. Inmediatamente se comunicó con su patrón para exponerle la situación y al otro día buscó un chofer y le entregó la combi.
El 8 de mayo acudió a un centro de salud en Cuernavaca para que le realizaran la prueba y el 17 de ese mes le avisaron vía telefónica que dio positivo al Covid-19. Desde que empezó con los síntomas, Jonathan estuvo en aislamiento domiciliario para evitar contagiar a su esposa e hijos.
A mediados de junio, personal de la Secretaría de Salud, que lleva el seguimiento de pacientes contagiados, le informó que se recuperó del virus y podía regresar a sus actividades normales.
Sin embargo, cuando Jonathan se presentó a su trabajo, la presidenta de la organización, María Teresa Ordoñez, le informó que para regresar a laborar debía pagar una multa de cinco mil pesos porque concedió una entrevista sobre su estado de salud en la que mencionó el nombre de la empresa.
“Yo le dije que la entrevista fue de manera personal y nada en contra de la empresa y me respondió que la Secretaría de Movilidad y Transportes (SMyT) está al pendiente de que no regrese a trabajar en este sector; eso me dijo por teléfono y por eso tenía que pagar cinco mil pesos, y como di positivo al coronavirus, menos podré regresar a trabajar; yo creo que me está discriminando porque me dejó sin empleo y no me dieron ningún tipo de apoyo”.
El entrevistado refiere que mientras estuvo en aislamiento la empresa lo dejó a su suerte y la única ayuda que recibió fue de sus compañeros, que hicieron una cooperación para apoyarlo con la alimentación para su familia.
Jonathan no pagó la multa que le impuso la empresa y fue despedido. Aunque pensó en proceder de manera legal, no lo hizo para no afectar el trabajo de su esposa, Alondra Campos Carreto, quien se encargaba de checar el tiempo de salida de cada operador desde la base Chamilpa.
Sin embargo, Alondra cree que por el caso de Jonathan su patrona busca la manera para que ella renuncie, pues le aviso que solo le podía dar trabajo dos días por semana.
“Me redujo a dos días el trabajo, sin explicarme por qué. Ella sabe que estamos pasando una situación difícil porque despidió a mi esposo y tenemos dos hijos; no se me hace justo que me haga esto porque yo siempre mostré disponibilidad para desempeñar mi trabajo, estuve trabajando meses sin un solo día de descanso y ahora me dice que solo me puede dar dos días de trabajo”.
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Transportistas recibirán vales de gasolina por pandemia
Pero serán a préstamo.
Zona sur.- Transportistas de todo el estado de Morelos recibirán vales de gasolina, pero como préstamo, de parte de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT), para paliar un poco la situación que viven por el covid-19, aseguró el presidente de “Rutas Unidas de la Región Sur”, Leopoldo Odriosola Reyes.
El dirigente explicó que al principio no veían la situación tan difícil porque había movilización de personas, pero poco a poco empezó a reducirse y las autoridades comenzaron a cerrar negocios, lo que complicó su situación económicamente.
Por ello solicitaron apoyo al titular de la SMyT, quien, en respuesta, los canalizó a Fondo Morelos, pero en éste era mucha la demanda y les estaban dando prioridad a las empresas, por lo que regresaron con secretario y dijo que buscaría como apoyarlos con fondos de la propia dependencia.
“La semana pasada ya nos respondió, y nos dijo que hay un fondo que tiene la Secretaría de Movilidad y nos van a prestar, sin intereses, a pagar en tres, cuatro meses, vales de gasolina solamente”, explicó.
Odriosola Reyes dijo que la cantidad se determinará de acuerdo con las solicitudes que haya, pues la intención es repartir el recurso entre los 30 mil transportistas registrados en el estado, así que si todos lo piden, la cantidad será menor.
“Se habla de que sean, cuando menos, cinco mil pesos por cada permisionario del transporte colectivo. Es poco, pero así como estamos pasando la situación, nos alcanzaría por lo menos para sufragar una semana los gastos del combustible”, comentó.
Al respecto, el líder transportista destacó que ya están preocupados porque aunque al inicio de la pandemia la gasolina bajó hasta 15 pesos, ahora ya está en 17 y subiendo.
Dijo que de las 750 unidades que integran “Rutas Unidas”, solamente alrededor de 400 se registraron para recibir el préstamo.
“Nos dijeron que esta semana nos podrían llamar para liberar ya los vales”, finalizó.
Piden anular concesiones de taxis involucrados en delitos
Varias unidades de taxi han sido identificadas e implicadas en denuncias penales: Rueda Moncalián.
El Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia pidió a la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) cancelar inmediatamente las concesiones a los propietarios de unidades de taxi implicados en delitos.
Rafael Rueda Moncalian, presidente de la citada organización, señaló que varias unidades de taxi han sido identificadas e implicadas en las denuncias penales promovidas por la víctimas, pero a pesar de que son usadas para cometer delitos siguen circulando impunemente.
Pidió al secretario de Movilidad y Transportes implementar medidas que permitan sacar de circulación a todas las unidades que son utilizadas para perpetrar ilícitos.
“Nosotros ya giramos un oficio a la Secretaría de Movilidad y Transportes, estamos apegándonos al artículo 71 de la Ley de Transportes en donde dice que cualquier unidad que haga uso indebido de su concesión le podrá ser retirada…” explicó.
Dijo que hay casos concretos de unidades de taxi identificadas por las placas y números económicos, pero a pesar de que hay denuncias penales y pruebas irrefutables de que los delincuentes las usaron para asaltar y huir, siguen en circulación y con ellas se cometen más delitos.
Hace unos días, Rueda Moncalian dio a conocer que hay por lo menos cuatro taxis (con matrículas A890LTG, A805LTR, A453LTF y A132LTL) que son utilizados para asaltar.
Incluso, narró que en un asalto reciente se logró la detención de los delincuentes, el aseguramiento del taxi con matrícula A132LTL y el arma de fuego con el que se perpetró violentamente el delito, pero extrañamente y contra todas las pruebas, tanto los criminales como la unidad fueron liberados por una juez.
Se incrementa el pasaje en “rutas”
Pero la afluencia de pasajeros aún no es suficiente como para incrementar el número de unidades, confirma líder de Rutas Unidas.
El presidente de la agrupación Rutas Unidas, Aurelio Carmona Sandoval, afirmó que desde el lunes se registró un incremento del 10 por ciento en el número de pasajeros, sin embargo -aseguró- eso no justifica incrementar el número de unidades, por lo que se mantienen con un 40 por ciento del parque vehicular en circulación.
A pesar de que Morelos amaneció con el semáforo epidemiológico en color rojo, al inicio de la semana se observó un repunte en la movilidad por parte de la ciudadanía y un 10 por ciento de más pasajeros en el transporte público.
“Hasta el momento no hemos visto que este repunte tenga gran beneficio para los operadores porque tenemos un 60 por ciento de las unidades paradas; no hemos podido sacar más carros a las calles”.
De acuerdo con Carmona Sandoval, en cuanto se vea un aumento del 30 o 40 por ciento en la movilidad poblacional, los concesionarios podrán poner en circulación otras unidades que actualmente se encuentran paradas en la base por la pandemia del covid-19.
El líder transportista también dio a conocer que esta semana sostendrán reuniones con el titular de la Secretaría de Movilidad y Transportes (SMyT para definir las bases para la entrega de vales de gasolina a los operadores de rutas, para hacer frente a la emergencia sanitaria.
De igual manera, confirmó que las 900 rutas afiliadas a esta agrupación reciben sanitización todos los días, para ayudar a combatir el virus, y los operadores tienen la indicación de utilizar cubrebocas y gel antibacterial, porque de lo contrario pueden ser acreedores a sanciones económicas por parte de la SMyT.
A la fecha, dijo, siete operadores han sido sancionados por no usar cubrebocas.
Ruteros de la zona sur aseguran que sí cumplen con medidas sanitarias
Un representante del sector señala que trabajan en coordinación con los municipios a fin de reducir el riesgo de contagios de covid-19.
Zona sur.- Transportistas del servicio colectivo de esta región aseguraron que mantienen acciones para garantizar la aplicación de medidas preventivas entre los usuarios con la finalidad de reducir el riesgo de contagios de covid-19.
Leopoldo Odriozola Reyes, presidente de Rutas Unidas de la región sur, aseguró que como transportistas han tratado de cumplir con las medidas preventivas; sin embargo, aseguró que se requiere del apoyo del usuario para proteger su salud.
“Nosotros estamos trabajando, pidiendo a los usuarios y los choferes del transporte público que usen el tapabocas al abordar las unidades, tener gel, contenedores para basura, sanitización de las unidades… En fin, estamos trabajando para adaptarnos a las medidas y dar un buen servicio a la ciudadanía”, dijo.
Agregó que trabajan de manera coordinada con autoridades de los municipios de Jojutla, Zacatepec, Tlaquiltenango y Tlaltizapán para atender las medidas ante la emergencia de salud.
“En algunos municipios se ha apoyado a los conductores, checadores y postureros con despensas, gel antibacterial y sanitización; en otros, con operativos para vigilar que se cumplan con las medidas y en el caso de Zacatepec, tenemos mesas de trabajo con las autoridades para dar seguimiento a las medidas de prevención del covid-19, a fin de resguardar la seguridad de la salud, tanto de usuarios como de operadores, acotó.
Capacitan a choferes de la Ruta 7 sobre el covid-19
El dirigente de la organización señala que varios operadores creían que era una enfermedad que afectaba a los ancianos.
Personal de la Dirección de Salud de Jiutepec llevó a cabo pláticas sobre las medidas de higiene básicas para evitar posibles contagios por covid-19 en el sector transporte, ya que algunos operadores de la Ruta 7 se negaban a creer en la existencia del virus.
El presidente de la Ruta 7, Noé Ramírez Salazar, informó que solicitó apoyo al municipio de Jiutepec porque algunos choferes creían que esta nueva enfermedad atacaba únicamente a los adultos mayores.
Refirió que las pláticas se realizaron en las instalaciones de la Ruta 7 durante dos días y con grupos de máximo 10 personas cuidando las medidas de la Jornada de Sana Distancia.
Ramírez Salazar aseguró que con estas conferencias los choferes hicieron conciencia sobre la facilidad que tiene el virus para entrar en el cuerpo, por lo que empezaron cumplir con las medidas de higiene, como el uso del cubrebocas. Sn embargo, admitió que hay quienes se lo quitan al salir de la base para cumplir con su itinerario.
Por lo anterior, afirmó que en caso de descubrir que alguno de los operadores no usa el tapaboca, se le niega la salida del siguiente recorrido y de ser sorprendido por las autoridades de la Secretaría de Movilidad y Transportes (SMyT) será acreedor a una infracción.
Hasta la fecha solo uno de los choferes ha sido infraccionado y ninguno ha manifestado tener síntomas de covid-19.
El presidente de esta organización dijo que hasta el momento no han visto el incremento en el servicio de transporte de pasajeros, pero se espera un aumento para la próxima semana con la posible reapertura de otros negocios.
La Ruta 7 tiene un parque vehicular de 87 unidades y por la contingencia sanitaria solo 30 están en circulación.
Rutero gana cien pesos al día
Debe juntar 400 de cuenta y otro tanto para gasolina.
Alfonso Cabrera Espinoza, chofer de la Ruta 17, afirma que en plena contingencia sanitaria por el Covid-19, las autoridades han dejado a colegas “a su suerte”, pues, hasta el momento no han recibido apoyos económicos o en especie.
En su caso, asegura, hay días que no obtiene ingresos ya que difícilmente logra reunir 400 pesos de cuenta y una cantidad similar para el combustible, pero agradece que su patrón es comprensible y acepta cuotas de 300 pesos para que el chofer tenga al menos 100 pesos para comer.
Alfonso empezó a trabajar como operador del transporte público en 1993 y hasta donde recuerda es la primera vez que un problema de salud pega tan fuerte a la economía, tanto que obligó a los concesionarios a detener sus unidades.
La Ruta 17, donde trabaja Alfonso, tiene un parque vehicular de 78 unidades pero todos los días once carros se quedan guardados en la base porque la demanda de pasajeros bajó en más del 70 por ciento.
Al cumplir con su itinerario, dice Alfonso, se ha percatado que las calles están vacías, pero él no puede dejar de prestar el servicio porque siempre hay una persona que necesita llegar a su destino.
Aseguró que la mayoría de los operadores tienen ingresos menores a 100 pesos diarios ypor eso necesitan de apoyos.
“Estamos sobreviviendo como podemos… lo que es un hecho es que nos traen bien cuidados (en el cumplimiento) con el uso del cubrebocas y ofrecer gel antibacterial a los usuarios, pero no hablan de apoyos”.
Sin opciones laborales, sigue de rutero
José Federico, quien actualmente trabaja como chofer de la Ruta 6, tiene una experiencia de 30 años en el sector transporte y -al igual que el resto del gremio- afirma que por la pandemia del covid-19 sus ingresos diarios disminuyeron y apenas le alcanzan para comer.
A pesar de la crisis económica que enfrenta, José Federico Covarrubias Ramírez se mantiene frente al volante porque cree que a sus 43 años no encontraría otro empleo. Además sabe que en contingencia sanitaria nadie contrata personal?
Cuenta que la demanda del servicio en el transporte público bajó a más de la mitad y los operadores pasaron de entregar 600 pesos de cuenta a 100 pesos diario.
“Hay horas muertas que van de las 11 de la mañana a las 3 de la tarde. Por ejemplo, hay días que de Subida a Chalma bajamos al centro con dos pasajeros y uno más para el poblado de Acapantzingo; esta situación está fea tanto para el patrón como para el chofer”.
Para Federico la situación económica está crítica, pues, en ocasiones se va a casa con 100 pesos y además, tiene que pagar 30 pesos diario por la tarjeta con la cual los checadores cuentan el tiempo que lleva un operador del otro.
El entrevistado señala que algunos días de plano no les conviene salir a trabajar, como el miércoles, cuando trabajó una vuelta completa y otra a la mitad, y ni así reunió el dinero para el combustible. Al final de su jornada tuvo que poner 50 pesos de su bolsa para el combustible y no entregó la cuenta.
Sobre el pago de la tarjeta, reconoce que el dinero que se junta entra a una caja de ahorro que sirve para cubrir accidentes viales y para el aguinaldo de fin de año, por lo que la debe pagar.
Sin embargo, eso reduce sus ingresos al mínimo, pero debe resistir, porque no hay otro trabajo.
El dinero es poco, pero el trabajo es seguro: Francisco
Aunque con menos recorridos, en OMSA Chapultepec todos los operadores tienen oportunidad de trabajar.
Al ver que sus ingresos económicos disminuyeron, Francisco pensó como primera opción dejar el volante del autobús de la empresa “OMSA Chapultepec”. Sin embargo, admite que en tiempos de pandemia difícilmente encontraría otro empleo.
Por eso se mantiene como chofer porque, dice, aunque el dinero es poco el trabajo es seguro.
Francisco Mayren Rodríguez es operador en los autobuses OMSA Chapultepec, organización mejor conocida como “Chapulines”.
Lleva 30 años dedicados al transporte público. Empezó en 1990, lavando vehículos, hasta que agarró el gusto por el volante y tuvo la oportunidad de empezar a manejar.
Cuenta que por la contingencia sanitaria del covid-19, de las 60 unidades con las que cuenta la empresa donde labora solo 30 están en circulación, y los operadores trabajan cada tercer día, para que todos lleven dinero a casa.
A pesar de que realizan cuatro vueltas diario, desde las 5:30 de la mañana hasta las nueve de la noche, hay recorridos en los que solo suben entre tres y cinco pasajeros.
Por cada vuelta los operadores reciben 90 pesos, es decir, por cuatro vueltas ganan 360 pesos.
La cuenta que entregan depende del conteo en el sistema de barras, pero en promedio entregan entre 250 y 300 pesos.
Francisco afirma que el dinero ya no alcanza y hay días que quisiera “estirarlo” porque se gasta rápido, principalmente en las comidas. Por suerte, dice, sus hijos ya no dependen económicamente de él y solo trabaja para los gastos de la casa, como el pago de servicios de agua y luz.
“Es triste ver la situación en la que nos encontramos porque cada día hay menos pasaje, hace años ingresábamos más dinero y hoy por la contingencia, aunque salimos de madrugada, no es lo mismo porque llevamos máximo cinco personas desde la colonia Robles hasta la Ruiz Cortinez”.
Durante su jornada laboral Francisco se protege del virus haciendo uso del cubrebocas y del gel antibacterial. Lamenta que los pasajeros no adopten las medidas de higiene, aunque dice que no puede negarles el servicio.
En la base desinfectan las unidades y limpian el pasamanos y los vidrios, porque su vehículo debe circular limpio.
De su trabajo como chofer recalca que además de enfrentarse a un posible contagio por el covid-19, está expuestos a los asaltos, principalmente en las colonias Carolina y Altavista en Cuernavaca.
“Hay gente que se sube para asaltarnos, pero no podemos denunciarlos y no queda de otra que darles el dinero”.
“Ruteros” de la región oriente registran pérdidas de hasta el 90 %
En la Ruta 13 de Oaxtepec únicamente circulan 16 de las 70 unidades de esa línea, a causa de la emergencia sanitaria por el covid-19.
Cuautla.- Derivado de la pandemia por covid-19, “ruteros” de la región oriente continúan siendo afectados por la poca afluencia de usuarios, precisando que se han visto afectados en al menos un 90 por ciento.
De acuerdo con Rodolfo Tiscareño Martínez, presidente de la Ruta 13 de Oaxtepec, esa situación ha permeado en la economía de los transportistas, quienes viven al día, por lo que destacó que es necesario que las autoridades implementen acciones que permitan una reactivación económica inmediata.
Precisó que a pesar de que el gobierno estatal se había comprometido a otorgarles apoyos para hacer frente a la pandemia, no han tenido acercamiento alguno con las autoridades, por lo que han tenido que hacer frente a la situación con los pocos ingresos económicos que perciben por el servicio de transporte público que aún se encuentran prestando.
“De las 70 unidades del transporte público que me digno a presidir, solamente tenemos trabajando alrededor de 16, ya que no tiene caso que pongamos a trabajar todas nuestras unidades si el pasaje sigue estando bajo, y el hacerlo sólo generaría gastos innecesarios al realizar los recorridos con pocas personas”, añadió.
Destacó que las grandes afectaciones económicas que ha dejado la emergencia sanitaria en el municipio de Cuautla no sólo han afectado a los comerciantes, sino a todos los sectores productivos del municipio. Por lo que recalcó la importancia de reactivar la economía a la brevedad.
Finalmente, Tiscareño Martínez refirió que al momento no se reactivará al 100 por ciento el servicio de transporte público, al menos en la ruta que encabeza, además de resaltar que no se descartaba la posibilidad de poder manifestarse, tal como lo hicieron comerciantes ambulantes, la tarde del lunes.
Aprovecha la pandemia para trabajar como chofer de “ruta”
Iba a entrar a la universidad cuando la contingencia sanitaria paralizó las actividades académicas.
Alfonso Esaú Cabrera Torres trabaja como chofer en la Ruta 17 pero su propósito no es dedicarse al transporte público, sino que piensa continuar con sus estudios universitarios hasta ser un profesional de la computación.
Hace seis meses agarró el volante de una unidad de la Ruta 17. Allí trabaja desde hace 25 años su progenitor, quien le contó por experiencia que el trabajo de chofer es estresante y demandante.
Sin embargo, Alfonso considera que es un ambiente agradable, por la convivencia que tiene con sus compañeros, aunque también ha conocido a pasajeros poco amigables.
“La onda es acostumbrarse al volante y que te guste el trabajo, porque algunos están (solo) por necesidad y por eso son groseros con la gente. También es mucha responsabilidad porque llevamos en nuestras manos la vida de los pasajeros”.
El entrevistado tiene 19 años de edad y cuenta que cuando estaba en el proceso de tramitar su ingreso a la universidad llegó la pandemia del covid-19, por lo que decidió aprovechar estos días para trabajar y apoyar con los gastos del hogar a su familia.
“Desde chico andaba con mi papá y me empezó a gustar el ambiente, después me enseñó a manejar y cuando cumplí la mayoría de edad empecé a trabajar, primero en la Ruta 11 y luego me cambié a la 17”.
En su camino se ha encontrado con personas amables pero también con otras que son prepotentes y que -dice- hacen enojar al chofer.
Entre sus anécdotas cuenta que hace tiempo un señor abordó la ruta en el municipio de Emiliano Zapata y pagó con un billete de 50 pesos; el chofer no tenía cambio por lo que le dijo que se lo entregaría antes de llegar a su destino.
Cuando la ruta llegó al zócalo de Jiutepec, el pasajero de manera prepotente pidió su cambio y entonces el chofer preguntó ¿de cuánto fue el billete?, la respuesta del usuario fue: “no te fijaste o qué”.
Alfonso se considera una persona amable con los pasajeros, por eso cuando sale de su casa da gracias a Dios y le pide regresar con bien porque, dice, algunos empiezan enojados y no se concentran en su trabajo.
En la actualidad por la pandemia del covid-19 el servicio de transporte público bajó en un 70 por ciento, aunque la organización para la que trabaja tiene en circulación 68 de los 78 carros con los que cuenta.
Los choferes trabajan cuatro días y descansan tres, para que todos puedan llevarse al menos 200 pesos a su bolsa.
Alfonso empezó a trabajar como chofer del transporte público antes que llegara la pandemia, pero solo en sus ratos libres y fines de semana; en ese entonces entregaba mil 400 pesos de cuenta y hoy ésta llega a 400 pesos.
Agradece que su patrón es comprensible con la situación y busca la manera de que ambos se vean beneficiados, debido a que, afirma, otros concesionarios de plano ordenaron detener los vehículos, por los altos gastos que genera el mantenimiento.
“El jueves de la semana pasada estuvo fatal y con trabajos salió (dinero) para el diésel; no me llevé nada ni entregué cuenta pero mi patrón es comprensible y pues mejor le pusimos diésel al carro, porque tiene que circular para tratar de reponer lo de la cuota”.
Los operadores de la Ruta 17 realizan tres vueltas (recorridos completos por el trayecto concesionado) y algunos empiezan a trabajar a las 5:10 de la mañana y así cada cinco minutos; la mayoría ofrece el último servicio a las 8 de la noche.
Preocupa a los ruteros aumento de contagios
Dagoberto Rivera culpa al descuido de los usuarios que choferes y concesionarios hayan enfermado.
El presidente de la Federación Auténtica del Transporte (FAT), Dagoberto Rivera Jaimes, manifestó su preocupación por el incremento de contagios de covid-19 entre chóferes y concesionarios que operan en la zona metropolitana del estado.
El líder transportista aseguró que desde el inicio de la contingencia se reforzaron las medidas sanitarias para evitar contagios en el servicio público.
Sin embargo, dijo que lamentablemente son los usuarios los que no respetan estas medidas y han causado un repunte de casos en los operadores de las "rutas" y en los concesionarios del servicio público.
"La gente no respeta el uso de cubrebocas, hay gente que no cree, los operadores no creían que existía, que era puro cuento de gobierno para matarnos de hambre y ahora sí se han dado cuenta que existe, pero en la gente se sigue sin respetar", aseveró el presidente de la FAT.
El Comité Municipal de Contingencia de Covid-19 de Cuernavaca confirmó hasta el viernes pasado 17 casos de choferes infectados. Tan sólo en la Federación Auténtica del Transporte se han registrado cinco casos, pero también se han notificado en Rutas Unidas y la empresa Aliados de Morelos.
Por otro lado, Dagoberto Rivera Jaimes informó que se mantendrá reducido el número de unidades que operan en la zona conurbada de Cuernavaca, a pesar que algunas empresas reactivarán labores este lunes.
Explicó que el servicio público se normalizará conforme el resto de los sectores se integren a la "nueva realidad".
Solo por una falla mecánica pudo descansar
El conductor reconoce que a veces solo trabaja para pagar la gasolina.
En plena contingencia sanitaria por el covid-19, gracias a que la combi de la Ruta Aliados de Morelos que maneja sufrió una descompostura que la mandó al taller José López, pudo quedarse en su casa una semana.
El chofer asegura que aprovechó para hacer las tareas del hogar como lavar su ropa y hacer comida, y aunque no pudo ahorrar dinero porque no contaba con este imprevisto, agradece contar con el apoyo de sus hijos, quienes le enviaron dinero para su alimentación.
José trabaja de seis de la mañana a las diez de la noche y señala que por la contingencia hay días que le ha tocado poner dinero de su bolsa para el combustible, para lo cual necesita 450 pesos. De cuenta entrega 350 pesos todos los días.
“Hay ocasiones que nos toca como a las gallinas, ‘salimos poniendo’, pero no hay de otra tenemos que apretarnos el cinturón porque la situación está difícil tanto para el patrón como para los operadores”.
El chofer vive solo en su casa y para no verse afectado en su economía trabaja ocho días y descansa dos. Cuando le va bien, puede reunir hasta 150 pesos en cinco vueltas completas que realiza al día, pero en caso contrario trabaja solo para la gasolina.
José tiene 63 años de edad y afirma que su estado de salud está estable y hasta la fecha no ha presentado ningún malestar, además, dice no puede dejar el trabajo porque es su única fuente de ingresos y, además porque varios choferes dejaron el carro por lo que a la fecha, de las 24 combis de la organización en la que trabaja solo 13 están en circulación.
De acuerdo con José, en la última semana han visto más movimiento en las calles pero no en el transporte público, por lo que no espera una mejoría en sus ingresos.
La Ruta 20 ya solo opera con 60 unidades
Los ingresos bajaron por la contingencia pero los choferes tienen el sueldo asegurado por cada viaje redondo que realizan.
El presidente de la Ruta 20, Martín Hernández García, solicitó a las autoridades estatales apoyos económicos debido a que por la pandemia del covid-19 se vieron en la necesidad de paralizar alrededor de 46 unidades, ya que la demanda del servicio bajó en más del 40 por ciento.
La organización cuenta con 150 operadores, sin embargo, por la contingencia sanitaria a raíz del covid-19, los choferes trabajan entre tres y cuatro días, pues solo 60 unidades están en circulación.
Por cada vuelta los operadores reciben 100 pesos.
A decir de Martín Hernández, todos los conductores tienen su salario asegurado y el que madruga tiene la oportunidad de realizar cinco vueltas para ganarse unos pesos más. En la actualidad la primera salida es a las cinco de la mañana y la última a las nueve de la noche.
“Al parar unidades y trabajar con menos, los choferes tienen la oportunidad de llevar hasta 400 o 500 pesos, a ellos no se les paga menos porque su salario está garantizado por cada vuelta”.
Martín, quien es presidente de la Ruta 20 desde hace ocho años, señaló que por la contingencia todos los operadores están obligados a usar cubrebocas y gel antibacterial, pero en caso de descubrir que no hacen uso de las medidas de higiene son acreedores a castigos, como tres días de descanso.
En este sentido, afirmó que se han aplicado por lo menos 20 castigos a los choferes, porque en plena contingencia son ellos los que deben poner el ejemplo. Además, cuando los pasajeros abordan la unidad desde la base, en Tezoyuca, y se detecta que no llevan puesto el cubrebocas se les proporciona uno para evitar posibles contagios.
En la actualidad, dijo Martín, sale más barato detener las unidades que sacarlas a trabajar debido a que el mantenimiento que requieren los carros es costoso y cada 35 días deben revisar que estén en buen estado y si es necesario hacer cambio de aceite y balatas.
Martín empezó a trabajar en la Ruta 20, hace 20 años, y recuerda que la demanda en el servicio disminuyó desde que llegó la influenza y cuando empezaban a componerse la situación económica los maestros tomaron el zócalo de Cuernavaca.
A raíz de estos eventos el sector transporte registró afectaciones, porque las ganancias no eran las mismas y además se presentó un incremento en el precio del combustible.
“Nos podría salir más barato parar todas las unidades, que seguir trabajando, pero no podemos dejar de dar un servicio que es de primera necesidad, aunque hasta el momento no hemos recibido ningún tipo de apoyo, nosotros nos mantenemos al frente porque hay personas que lo necesitan”.
Los salarios de los ruteros se redujeron a la mitad
Sus jornadas laborales también son menores, ante la caída de más del 60 por ciento de la afluencia de pasaje en las organizaciones del transporte.
Operadores del transporte colectivo también han tenido que enfrentar la crisis sanitaria, que ha reducido sus ingresos semanales a la mitad.
En la zona metropolitana de Cuernavaca, cerca de cuatro mil choferes trabajan para las 20 organizaciones del transporte (conocidas genéricamente como “Rutas”) y las ocho empresas que prestan el servicio.
Ninguno se quedó sin empleo, pero sus salarios se redujeron al 50 por ciento, al igual que sus jornadas de trabajo.
Los mismos líderes de las rutas admitieron que tuvieron que llegar a un acuerdo con los choferes para que pudieran darles trabajo durante la emergencia, en la que se redujo en más de un 60 por ciento la afluencia de pasajeros.
"Inevitablemente también se vieron afectados, porque al estar paradas cerca de un 50 por ciento de las unidades no todos pueden trabajar. En algunas rutas trabajan un día y al otro descansan y en otros casos sólo trabajan medio día", explicó Dagoberto Rivera Jaimes, presidente de la Federación Auténtica del Transporte.
El líder transportista sostuvo que la grave situación financiera no sólo impacto a los empresarios, sino también al sector que representa y que tan sólo en Cuernavaca y la zona conurbada genera cerca de seis mil empleos, pues además de choferes, laboran checadores y administrativos de cada línea del transporte.
Rivera Jaimes manifestó su confianza en que para el mes de junio aumente la afluencia de pasajeros, con la reactivación de empresas consideradas de actividad esencial; de lo contrario, no descartó que pudieran empezar los despidos de choferes, por la poca movilidad del transporte público.
Rampa de frenado debió ser construida hace años: transportistas
Concesionarios y choferes de diversas rutas de la región oriente participaron en una caravana para exigir que se ponga en marcha el proyecto y así evitar más decesos.
Yecapixtla.- Luego de que a lo largo de varios años se han registrado accidentes automovilísticos derivados de tráileres que se quedan sin frenos en la autopista México-Cuautla, en los municipios de Atlatlahucan y Cuautla, que han causado la muerte de varias personas, este martes, transportistas de las rutas 15 y 16 de Atlatlahucan y Yecapixtla, así como de Tetela del Volcán, Ocuituco y Totolapan, encabezaron una caravana para exigir a las autoridades federales y estatales la construcción inmediata de una rampa de frenado de emergencia, que estaría ubicada en el kilómetro 88 de la autopista en mención.
En este sentido, J. Inés Martínez López, presidente de Grupos Organizados en Seguridad de la región oriente, señaló que ante la omisión y falta de responsabilidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para darle viabilidad al proyecto de construcción de dicha rampa, darán un tiempo para que éstas atiendan su solicitud; de lo contrario, procederán a realizar un bloqueo definitivo de la vía de comunicación en su totalidad, hasta que haya una respuesta y se garantice la seguridad de quienes transitan diariamente por la carretera mencionada.
“Desde que se construyó la autopista Chalco-Cuautla debió haber sido considerada la construcción de la rampa de frenado y no debió ponerse a trabajar si no se contaba con las medidas de seguridad necesarias para garantizar la seguridad de la población; esta carretera ya ha cobrado muchas vidas, no solamente en integrantes del sector transportista, sino de varios ciudadanos que circulan por la zona. Éste es un tema de conciencia social, no es hacer política ni radicalizarnos y ponernos a bloquear la autopista. Lo que se trata es que no se olvide el gobierno de las necesidades que se tienen”, señaló.
Martínez López resaltó que es de suma importancia que las autoridades competentes eviten continuar siendo negligentes y omisas en la construcción de la rampa de frenado de emergencia, por lo que subrayó que si las autoridades continúan manteniendo dicha postura, tomarán acciones más radicales como el bloqueo indefinido de la vía de comunicación.
Tras recorrer en caravana desde el crucero del municipio de Yecapixtla, al menos 80 unidades del transporte público, representantes de las diversas rutas y ciudadanos en general, los manifestantes arribaron a las inmediaciones del cuartel de la Policía Federal, en donde concluyó la misma.
Posterior a dicho acto, un grupo de personas del movimiento se trasladaría a Cuernavaca, a las instalaciones de la SCT, para realizar la entrega del pliego petitorio a las autoridades y se atiendan sus exigencias de manera inmediata.
Exigen acelerar construcción de rampa de frenado
Habitantes de comunidades de los Altos de Morelos realizan protesta en la SCT Morelos.
Transportistas y habitantes de comunidades de los Altos de Morelos protestaron en la Dirección Central de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) Morelos para exigir la construcción de una rampa de frenado en la carretera Ameca-Cuautla, a la altura del municipio de Atlatlahucan, luego de los múltiples accidentes vehiculares que se han registrado en la zona.
Los grupos de ciudadanos organizados de seguridad y los transportistas llegaron en caravana a la delegación federal de la SCT ubicada en Cuernavaca, y exigieron una fecha para la construcción de la rampa o de lo contrario llevarán a cabo bloqueos carreteros y toma de casetas.
"La instancia que nos queda a nosotros como sociedad es hacernos escuchar por la fuerza, aunque a nadie conviene y aunque a nadie gusta los bloqueos, pero es el último recurso que vamos a utilizar", manifestó José Inés Martínez López, representante de los grupos organizados de seguridad.
Tras una reunión con autoridades de la SCT, los ciudadanos informaron que la dependencia federal dispuso un presupuesto de 25 millones de pesos para construir la rampa de frenado, pero el gobierno del estado no ha expropiado el predio donde se llevará a cabo el proyecto.
Los pobladores señalaron que se reunirán con el secretario de Gobierno Pablo Ojeda Cárdenas, ayer, para que les informara del proceso de expropiación, pero reiteraron que si no hay una respuesta positiva pronta, radicalizarán sus protestas.
Ser operador ya no es redituable: Daniel
Por la emergencia sanitaria si acaso salen 150 pesos al día, expone el trabajador de la Ruta Interescolar.
Como chofer del transporte público, Daniel García apenas puede ganar hasta 150 pesos al día, trabajando de las cinco de la mañana a las 10 de la noche en plena contingencia sanitaria por el Covid-19.
Afirma que en la actualidad ser operador ya no es redituable, porque están expuestos a cualquier situación de violencia.
El operador cuenta que hace casi dos años -mientras circulaba por la colonia Vista Hermosa de Jiutepec- fue víctima de asalto a punta de pistola y salió herido de bala, por lo que tuvo que solicitar un préstamo para pagar la operación quirúrgica que requería, ya que el seguro de su unidad es válido solo en accidentes viales pero no en hechos violentos.
Del crédito que pidió realizaba abonos pequeños y cuando estaba a punto de liquidar la deuda llegó la pandemia, lo que ocasionó que se atrasara con los pagos.
“Dejé de trabajar más de un año porque en el asalto me dieron tres balazos, estoy vivo de milagro, pero sigo pagando la deuda; vemos que está muy difícil la situación y este trabajo cada día es más inseguro y estresante”.
Daniel García Dávila estudió una carrera técnica en biotecnología y ejerció por un año en una empresa dermatológica ubicada en Jiutepec, pero dejó ese empleo por el volante de una unidad de la Ruta Interescolar, porque las ganancias eran buenas.
Su experiencia como operador del transporte público es de 20 años. Afirma que en los últimos años la demanda en el servicio se ha ido a la baja, y con la pandemia el dinero apenas alcanza para comprar productos de la canasta básica como arroz, frijoles, huevo y tortillas.
Para compensar su situación económica, en sus días libres realiza trabajos de electricidad con sus conocidos. Aunque ha pensado en dejar el trabajo como chofer, admite que en esta situación se le complicaría encontrar otro empleo.
La Ruta Interescolar tiene un parque vehicular de 70 unidades, de las cuales solo la mitad están en circulación porque, asegura, no es costeable el mantenimiento mensual, pues tan solo para el combustible destinan de mil 300 a mil 500 pesos diarios.
“Hay algunos compañeros que no entregan cuenta porque solo sacan para el diésel y en ocasiones no nos llevamos ni un peso a la bolsa, sin embargo, aquí estamos batallando porque tenemos que llevar alimento a la familia”.
Rutero con coronavirus no creía en la enfermedad
Ayer le confirmaron que estaba contagiado; se alejó de la familia para evitar enfermar a más personas.
Jonathan es chofer del transporte público desde hace nueve años pero hace unas tres semanas dejó el volante porque tenía dificultad para respirar, por lo que acudió a un centro de salud para realizarse la prueba del covid-19 y ayer le confirmaron que dio positivo.
El miércoles 6 de mayo fue su último día de trabajo en la combi de la Ruta Aliados de Morelos. Ese día, después de su jornada, cuando llegó a casa empezó a sentir dolor de huesos y fiebre, y alrededor de las 11 de la noche presentó problemas para respirar.
De inmediato se comunicó con su patrón para exponerle la situación y al otro día buscó un chofer y le entregó la combi.
El 8 de mayo acudió a un centro de salud en Cuernavaca para que le realizaran la prueba de detección del covid-19. Ahí le informaron que el resultado se lo darían vía telefónica y estaría en un lapso de 72 horas, por lo que al cumplirse el plazo en varias ocasiones estuvo marcando a la línea telefónica de los Servicios de Salud de Morelos (SSM) aunque no tuvo éxito.
Fue hasta ayer domingo cuando recibió una llamada en la que le avisaron del resultado.
Para evitar posibles contagios, sus hijos se mudaron a la casa de un familiar y su esposa lo frecuenta solo para llevarle las comidas, pues, apenas ayer le confirmaron que dio positivo al virus.
Agradece que ninguno de sus cercanos ha presentado los síntomas y que su estado de salud ha mejorado, no obstante, debe seguir en aislamiento domiciliario porque en ocasiones regresan los dolores de cabeza, para lo cual le recetaron tomar pastillas de paracetamol.
Jonathan -quien cumplirá nueve años como operador del transporte público- cree que el virus lo pudo contraer mientras trabajaba en la ruta, porque ninguno de sus familiares ha sido diagnosticado como portador del covid-19.
¿Creías en el contagio del virus?
-No. Tomaba las medidas necesarias de seguridad pero no creía muy bien.
“Cuando empecé con los síntomas, creí, y esa misma noche le llamé a mi patrón para decirle que me sentía mal. No me creyó porque pensó que estaba bromeando y le dije: ‘como crees que te voy a molestar a esta hora y con cosas de gravedad’. Entonces me dijo pasa la noche y aíslate de tu familia y mañana no trabajes”.
En su defensa contra el virus, el chofer de 28 años de edad agradece que nunca ha tenido vicios como el cigarro y al contrario siempre ha sido amante de los deportes, en especial del futbol.