José Federico, quien actualmente trabaja como chofer de la Ruta 6, tiene una experiencia de 30 años en el sector transporte y -al igual que el resto del gremio- afirma que por la pandemia del covid-19 sus ingresos diarios disminuyeron y apenas le alcanzan para comer.
A pesar de la crisis económica que enfrenta, José Federico Covarrubias Ramírez se mantiene frente al volante porque cree que a sus 43 años no encontraría otro empleo. Además sabe que en contingencia sanitaria nadie contrata personal?
Cuenta que la demanda del servicio en el transporte público bajó a más de la mitad y los operadores pasaron de entregar 600 pesos de cuenta a 100 pesos diario.
“Hay horas muertas que van de las 11 de la mañana a las 3 de la tarde. Por ejemplo, hay días que de Subida a Chalma bajamos al centro con dos pasajeros y uno más para el poblado de Acapantzingo; esta situación está fea tanto para el patrón como para el chofer”.
Para Federico la situación económica está crítica, pues, en ocasiones se va a casa con 100 pesos y además, tiene que pagar 30 pesos diario por la tarjeta con la cual los checadores cuentan el tiempo que lleva un operador del otro.
El entrevistado señala que algunos días de plano no les conviene salir a trabajar, como el miércoles, cuando trabajó una vuelta completa y otra a la mitad, y ni así reunió el dinero para el combustible. Al final de su jornada tuvo que poner 50 pesos de su bolsa para el combustible y no entregó la cuenta.
Sobre el pago de la tarjeta, reconoce que el dinero que se junta entra a una caja de ahorro que sirve para cubrir accidentes viales y para el aguinaldo de fin de año, por lo que la debe pagar.
Sin embargo, eso reduce sus ingresos al mínimo, pero debe resistir, porque no hay otro trabajo.