Ayer le confirmaron que estaba contagiado; se alejó de la familia para evitar enfermar a más personas.
Jonathan es chofer del transporte público desde hace nueve años pero hace unas tres semanas dejó el volante porque tenía dificultad para respirar, por lo que acudió a un centro de salud para realizarse la prueba del covid-19 y ayer le confirmaron que dio positivo.
El miércoles 6 de mayo fue su último día de trabajo en la combi de la Ruta Aliados de Morelos. Ese día, después de su jornada, cuando llegó a casa empezó a sentir dolor de huesos y fiebre, y alrededor de las 11 de la noche presentó problemas para respirar.
De inmediato se comunicó con su patrón para exponerle la situación y al otro día buscó un chofer y le entregó la combi.
El 8 de mayo acudió a un centro de salud en Cuernavaca para que le realizaran la prueba de detección del covid-19. Ahí le informaron que el resultado se lo darían vía telefónica y estaría en un lapso de 72 horas, por lo que al cumplirse el plazo en varias ocasiones estuvo marcando a la línea telefónica de los Servicios de Salud de Morelos (SSM) aunque no tuvo éxito.
Fue hasta ayer domingo cuando recibió una llamada en la que le avisaron del resultado.
Para evitar posibles contagios, sus hijos se mudaron a la casa de un familiar y su esposa lo frecuenta solo para llevarle las comidas, pues, apenas ayer le confirmaron que dio positivo al virus.
Agradece que ninguno de sus cercanos ha presentado los síntomas y que su estado de salud ha mejorado, no obstante, debe seguir en aislamiento domiciliario porque en ocasiones regresan los dolores de cabeza, para lo cual le recetaron tomar pastillas de paracetamol.
Jonathan -quien cumplirá nueve años como operador del transporte público- cree que el virus lo pudo contraer mientras trabajaba en la ruta, porque ninguno de sus familiares ha sido diagnosticado como portador del covid-19.
¿Creías en el contagio del virus?
-No. Tomaba las medidas necesarias de seguridad pero no creía muy bien.
“Cuando empecé con los síntomas, creí, y esa misma noche le llamé a mi patrón para decirle que me sentía mal. No me creyó porque pensó que estaba bromeando y le dije: ‘como crees que te voy a molestar a esta hora y con cosas de gravedad’. Entonces me dijo pasa la noche y aíslate de tu familia y mañana no trabajes”.
En su defensa contra el virus, el chofer de 28 años de edad agradece que nunca ha tenido vicios como el cigarro y al contrario siempre ha sido amante de los deportes, en especial del futbol.