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La Ruta 18 busca apoyos económicos
Juan Manuel Jaime Trelles, concesionario de la Ruta 18, señaló que hasta el momento no han recibido apoyos económicos para hacer frente a la contingencia por el covid-19, a pesar de que la reducción de sus ingresos llega de hasta un 90 por ciento.
El expresidente de la Ruta 18 dijo que “estamos en quiebra porque el servicio bajó en un 90 por ciento… nosotros no hemos parado de trabajar, seguimos prestando el servicio, aunque pocas unidades pero aquí estamos”.
La Ruta 18 cuenta con un parque vehicular de 90 unidades pero por la contingencia sanitaria solo 50 están en circulación, pues las ganancias del día son pocas y en ocasiones apenas alcanza para el diésel para lo cual necesitan mil 500 pesos todos los días, aunado al mantenimiento que deben recibir los carros.
Agregó que las reparaciones de las unidades son costosas. Por ejemplo, una llanta puede costar hasta siete mil pesos para las rutas y cuatro mil para las combis. Por eso, afirmó, la situación es desesperante al no recibir apoyos.
De los créditos que anunció la Secretaría de Economía, dijo, les prometieron apoyos de hasta 25 mil pesos pero a la fecha no hay claridad de cómo acceder a estos préstamos y aunque les proporcionaron un número telefónico para comunicarse y pedir información, al hacerlo nadie contesta.
“… con lo poco que vamos ganando en el servicio tratamos de sostener las unidades pero no es suficiente porque también necesitan mantenimiento”.
Ante esa situación, consideró que no hay otra salida más que mantener la esperanza y confianza de que en algún momento llegarán los apoyos y que el gobierno no se olvidará del sector transporte.
Por la contingencia las unidades de la Ruta 18 realizan tres vueltas y salen cada 15 o 20 minutos.
Más de la mitad del parque vehicular de la Ruta 7 está parado
La demanda de servicio disminuyó hasta en un 90 por ciento debido a la pandemia.
Por la contingencia sanitaria a raíz del Covid-19, en la actualidad de las 87 unidades con las que cuenta la Ruta 7 solo 30 están en funcionamiento, afirmó el presidente de esta organización, Noé Ramírez Salazar.
La demanda en el servicio del transporte público, dijo, disminuyó hasta en un 90 por ciento debido a que la ciudadanía dejó de realizar sus actividades desde hace un mes y esta situación repercutió de manera negativa tanto en los operadores como en los concesionarios.
En el caso de los choferes, por la emergencia sanitaria su sueldo bajó de 450 a 350 o 300 pesos al día, según las horas trabajadas.
Ramírez Salazar es presidente de la organización desde hace seis años y también representa a 68 unidades de la Ruta 7. En entrevista afirmó que la plantilla laboral ha atendido las recomendaciones que han hecho las autoridades de la Secretaría de Salud para la limpieza y desinfección de las unidades.
En el caso de la Ruta 7, los camiones salen cada 20 minutos.
En ocasiones durante todo el trayecto apenas suben a unas 10 personas o hasta menos.
Durante su jornada laboral, los choferes deben reunir mil 30 pesos para el diésel.
Por lo mismo, actualmente hay unidades paradas en la base porque a los operadores no les conviene seguir laborando, señaló Ramírez Salazar.
Parte de su trabajo como presidente de la Ruta 7 es vigilar que todas las unidades presten el servicio en los horarios establecidos y también estar al pendiente de las quejas que hacen los pasajeros por el mal comportamiento de los choferes.
En este caso, abundó, los integrantes de la Comisión de Honor y Justicia de la Ruta 7 se reúne todos los miércoles para analizar la gravedad de la situación y cuando las faltas son menores los operadores son acreedores a sanciones como descansos hasta por dos días. En un escenario mayor se pide a los usuarios remitir sus quejas a la Secretaría de Movilidad y Transportes (SMyT) para que allí se determine lo conducente.
“En el sector transporte hubo años donde fue de abundancia pero se ha venido en decadencia y puedo decir que nunca vimos tan poca demanda ni en temporada vacacional; espero que esto pase pronto aunque desafortunadamente los datos que nos dan las autoridades de la Secretaría de Salud no son halagadores; vamos a esperar, a ver qué pasa; ojalá regresemos pronto a la normalidad”.
“Hay que salir adelante por la familia”
Gerardo trabaja 15 horas al día para llevar el sustento a su hogar.
Gerardo Villegas trabaja como chofer del transporte público y todos los días aprovecha hasta la última vuelta con la esperanza de encontrar pasaje, ya que en ocasiones apenas sube a 40 o 50 personas al día y algunas con descuentos del 50 por ciento porque presentan sus credenciales del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam).
Por la contingencia sanitaria a raíz del covid-19 el número de pasajeros bajó en más del 80 por ciento, por lo que en un intento de recuperarse en su economía decidió trabajar hasta 15 horas al día en una combi de la Ruta 6, porque tiene la responsabilidad de cubrir los gastos de su hogar.
En una buena jornada puede reunir hasta 150 pesos, sin embargo, en ocasiones apenas junta 70, de los cuales debe destinar un porcentaje para pagar los servicios de agua, luz y renta.
“Yo trabajo los siete días de la semana para poder llevar dinero a la casa, hay días que uno gana 150 pesos y en otros días podemos ganar 70 pesos; hay que juntar para pagar los servicios porque esos nadie los perdona”.
Gerardo es padre de dos menores y el sustento económico en su familia y por eso se ve en la necesidad de seguir frente al volante. Aunque en los últimos días ha pensado en dejar el trabajo, dice, no tendría opciones de empleo ni ganancias para hacer frente a la pandemia.
Su experiencia como operador del transporte público es de un año, por lo que, afirma, si la contingencia sanitaria se pone más crítica posiblemente deje el trabajo pero mientras tanto se protege con un cubrebocas y desinfecta sus manos con alcohol gel, ya que están en contacto con personas todo el día.
Además, realiza limpieza constate a su vehículo con cloro y agua para evitar posibles contagios del virus.
En su equivocada opinión, la pandemia de covid-19 es como cualquier otra enfermedad pero la población está muy asustada y por eso dejó de realizar sus actividades, lo cual afecta en lo económico, pero, considera, “hay que salir adelante por la familia”.
Ingresos de la Ruta 11 cayeron en un 95 por ciento
De más de 80 unidades de la organización, sólo operan 35.
Por la contingencia sanitaria a raíz del covid-19, los ingresos de la Ruta 11 disminuyeron en un 95 por ciento y de las 83 unidades con las que cuenta esta organización, actualmente solo 35 están en funcionamiento.
Tranquilina, la encargada de la administración, informó que las corridas de redujeron a tres y en algunos casos los choferes solo realizan una vuelta porque que es más el desgaste de la unidad que el dinero ganado y en esta época no alcanza ni para el mantenimiento mensual de los carros, para el cual destinan aproximadamente dos mil 500 pesos.
Además, para las reparaciones mayores, como la caja de velocidades el costo oscila entre 18 y 25 mil pesos. Por eso los dueños no se arriesgan a desgastar las unidades, puesto que ya de por sí solo para combustible necesitan unos 432 pesos para llenar de 21 a 27 litros todos los días.
“Esta situación nos afecta mucho, en el caso de los choferes hay días que ponen de su bolsa para el combustible y entregan 200 pesos de cuenta; prácticamente estamos en quiebra y las unidades están paradas por el costo que representa sacarlas a trabajar cuando no hay pasajeros”, explicó.
La experiencia de Tranquilina en la administración del transporte colectivo es de 24 años, sin embargo, no recuerda una situación económica tan crítica como la que enfrenta este sector por la pandemia del covid-19.
Expuso que las temporadas bajas, a las cuales están acostumbrados, son durante los recesos escolares, como en Semana Santa, en temporada decembrina y en las vacaciones de verano, pero no se comparan con la situación actual.
La entrevistada empezó a trabajar en la administración de la Ruta 11 hace cinco años y en el último mes fue testigo del desempleo que se generó en la organización porque, dijo, la falta de pasajeros los obligó a detener las unidades, pues no alcanza el dinero ni para el mantenimiento satelital.
A decir de Tranquilina, fueron informados sobre los créditos que ofrece la Secretaría de Economía y del Trabajo, pero depende de las condiciones de cada permisionario pues el proyecto está sujeto a aprobación.
Sobre este financiamiento les dijeron que podrían solicitar desde 30 hasta 50 mil pesos, sin intereses y pagarían hasta el cuarto mes y después les informaron que únicamente les podrían hacer préstamos de dos mil 500 pesos, de los cuales dejarían en caja 400 pesos, por lo que optaron por no tomar los créditos.
Protestan choferes de Ruta 4 por reducción de salarios
Sólo está en operación la mitad del parque vehicular de esa línea del transporte.
Este lunes, operadores de la Ruta 4 de Cuernavaca pararon labores por algunas horas, en protesta por la reducción de sus salarios debido a la emergencia sanitaria.
Los choferes denunciaron que los concesionarios determinaron bajarles su sueldo diario, que era de 360 a 260 pesos, con la justificación de que no reciben ingresos ni para pagar el combustible, ante la disminución de la afluencia de pasajeros.
Además, los conductores se quejaron porque sólo trabajan cuatro o tres días a la semana, porque de 76 unidades que opera la Ruta 4 sólo la mitad circula.
Al respecto, Virgilio Bahena Bahena, presidente de la Ruta 4, aseguró que llegaron a un acuerdo con los trabajadores del volante y el servicio que se presta en Cuernavaca y la zona conurbada no será suspendido.
"Estamos de la patada. El viernes pasado un compañero quedó a deber 350 pesos de sus carros trabajados y no es posible que ellos (los operadores) se estén llevando su sueldo íntegro de 360 pesos y echan cuatro vueltas en lugar de cinco. Entonces, llegamos a un arreglo con ellos, porque estamos pagando por trabajar como concesionarios", dijo Bahena Bahena.
El presidente de la Ruta 4 refirió que insistirán al gobierno del estado para que puedan acceder a los apoyos que se anunciaron para el pago de combustible y los insumos de las unidades en esta emergencia, ya que hasta el momento no han recibido ninguna ayuda.
"Muchos concesionarios decidieron parar sus unidades porque ganan más que trabajándolas. A los compañeros que se les descompone su ruta prefieren dejarla sin arreglar porque no tienen recursos para hacerlo", refirió.
Su fe lo lleva a seguir detrás del volante
El chofer de la Ruta 6 narra su esperanza de que las cosas mejoren.
Aunque por la pandemia, varios choferes de la Ruta 6 dejaron la combi, Chalino se mantiene al volante porque se hizo la promesa de construirle una casa a Candelaria, su mamá, a quien describe como una madre amorosa, responsable y encantadora.
Su jornada laboral es de 15 horas al día, pero ayer solo trabajó un rato, para poder festejar el Día de las Madres con su familia. A su progenitora le obsequió un arreglo floral y unos chocolates.
“A mi mamá siempre la llevo en mi corazón por todo el esfuerzo que hizo para sacarme adelante. Ella es mi todo, porque recuerdo que cuando era niño las láminas de la casa estaban rotas y se podían ver las estrellas; ella me decía que nadie tenía esa vista tan hermosa como nosotros. Después entendí que lo decía para consolarme”.
El entrevistado es operador del transporte público desde hace nueve años y hace unos meses estaba a punto de solicitar un crédito para construir la casa de su mamá y dejar la casa de cartón, pero entonces llegó la pandemia del covid-19 y la situación económica se complicó.
“Estaba por cazar un préstamo para hacerle una parte de la casa para que ya no se moje en estas lluvias y ya no se pudo por lo de la pandemia, pero por algo pasan las cosas. Espero que esto pase pronto (la pandemia), porque quiero que pase el resto de su vida bien, sin mojarse ni estar barriendo el agua que entra en la casa”, expresó Chalino.
Dice que el volante es una gran responsabilidad porque además del cuidado propio tiene en sus manos la vida de los pasajeros.
Por eso, afirma, ser chofer no es cualquier cosa y aunque no se necesitan grandes estudios para ser operador de este rango sí deberían ser reconocidos porque cuidan a la gente.
Chalino no terminó una carrera universitaria porque en su familia había muy poco dinero, que apenas alcanzaba para comer, pero le hubiera gustado estudiar una profesión enfocada en la electricidad.
Hace nueve años llegó a la Ruta 6 y desde entonces sus compañeros le apodaron “Chalino” porque, dice, tenía gran parecido con otro chofer al que no conoció. Hoy expresa con tristeza la situación a la que se enfrentan los trabajadores del volante que no reciben apoyos; por eso algunos dejan el carro, porque son más las vueltas que dan en la calle que el dinero ganado.
Además, porque el servicio bajó en más del 70 por ciento y si bien le va en un día puede reunir 150 pesos y en el peor de los casos se llevan a la bolsa entre 40 y 80 pesos.
“No hay empleo, la gente no sale y por lo mismo nosotros no tenemos ingresos; yo pago renta y subió la luz; tengo que hacer los pagos del banco puntuales porque no dan tolerancia y si nos pasamos suben los intereses”.
En su trabajo adopta las medidas de higiene, como el uso de cubrebocas y alcohol gel, aunque dice que no hay más protección para ellos que la bendición de Dios.
Por la contingencia pensó en viajar a Tijuana, como lo hicieron varios de sus compañeros, en busca de mejor vida, pero Chalino piensa aguantar lo más que pueda, porque está difícil cambiar de trabajo sin conocer a nadie.
“Para ahorrar hago almuerzo y comida juntos pero algunos compañeros compran un pan y una coca para aguantar la jornada”.
Prefirió la salud a seguir en el trabajo
Asegura que los ingresos eran demasiado bajos y el horario de labores muy largo.
Ramiro Escobar dejó su trabajo como chofer de la Ruta 7 debido a que por la contingencia sanitaria a raíz del covid-19, el servicio bajó a más de la mitad y había días que apenas alcanzaba para entregar la cuenta y otro porcentaje para el combustible.
Hoy busca alternativas de empleo, porque el dinero que tenía guardado se acabó y su esposa dará a luz en tres meses. Ha pensado buscar trabajo en Tijuana, porque le dijeron allá se gana bien, pero no quiere dejar sola a la madre de su futuro hijo.
Ramiro Escobar Reina empezó a trabajar como chofer cuando cumplió la mayoría de edad, pero desde que tenía 15 años era chalán del chofer. Estudió hasta la secundaria y nunca pensó en una profesión, ya que el dinero en su familia era escaso y casi no había para comprar útiles escolares.
“No me gustaba la escuela y pues vi el lado de trabajar y cuando vi que en la ruta se gana bien, me gustó porque en días buenos nos llevábamos hasta 500 pesos”.
La última vez que Ramiro trabajó, en tres días reunió 500 pesos y entregó 600 pesos de cuenta. Actualmente se dedica a cuidar de su esposa y en su casa se apoyan con los gasto,s porque como dice el dicho “donde come uno comen dos y donde comen dos, comen tres”.
“La última vez trabajé solo para el diésel y era desde las seis de la mañana hasta las ocho de la noche, además me dio miedo seguir trabajando porque mi esposa está embarazada y no quería llegar a la casa y contagiarla”.
Unos días después de que dejó el trabajo, su patrón detuvo el camión y hace una semana encontró chofer, por lo que lo puso a trabajar.
La Ruta 7 tiene 87 unidades de las que al día de hoy solo trabaja la mitad.
Ramiro disfruta estar con su familia pero también necesita trabajar para llevar dinero a la casa, pues hasta el momento no han recibido ningún tipo de apoyos, ni económicos ni en despensas.
En estos días vive con el dinero que tenía ahorrado y para compensar la situación económica su esposa prepara bolis de sabores y los vende entre sus vecinos. Con ese dinero compran artículos de la canasta básica.
Vigilarán cumplimiento de medidas sanitarias en rutas
Los operadores deberán proporcionar gratuitamente el servicio al personal de salud y negar el ascenso a los usuarios que no porten tapabocas.
Los operadores del transporte público deberán proporcionar gratuitamente el servicio al personal de salud y negar el ascenso a los usuarios que no porten tapabocas, como parte de las medidas dictadas por la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) para enfrentar la fase 3 de la pandemia del covid-19.
Tras su publicación en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad”, entró en vigor el “Acuerdo por el que se establecen una serie de medidas de seguridad extraordinarias para atender la emergencia sanitaria generadas por el virus SARS- Co V2, en el transporte público de pasajeros en el estado de Morelos, ante el ingreso de México a la fase 3 de contingencia sanitaria generada por la enfermedad COVID-19”.
De esta forma, se estableció la coadyuvancia con el transporte público de pasajeros con itinerario fijo para la gratuidad del servicio a los trabajadores instituciones públicas federales y estatales del sector salud, quienes recibirán el beneficio con solo mostrar su credencial que acredite que laboran para los Servicios de Salud de Morelos, el IMSS e ISSSTE.
Otras medidas importantes son: los conductores de las rutas y taxis deberán usar mascarillas y no deberán permitir el ascenso a personas que no porten cubrebocas; respetar la jornada nacional de sana distancia, manteniendo el 50% de capacidad de usuarios a bordo de la unidad; portar a la vista y alcance de los usuarios cualquier solución desinfectante; realizar contantemente labores de limpieza de las unidades en tubos, pasamanos, puertas, timbres; y mantener el ascenso y descenso solamente por la puerta delantera de la unidad, con la finalidad de aplicar gel antibacterial.
La Dirección General de Transporte Público, Privado y Particular de la SMyT tendrá que implementar operativos de vigilancia para cerciorarse de que se cumplan las disposiciones, que estarán vigentes hasta el 31 de mayo.
“Los más afectados somos los choferes"
Operativos contra rutas piratas seguirá
Funcionario de la SMyT señala que actualmente el mayor esfuerzo es para revisar que se cumplan las medidas sanitarias.
La Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) mantiene los operativos de supervisión para garantizar que las unidades que prestan servicio público cumplan con las medidas sanitarias para prevenir el contagio por covid-19. También vigilan para prevenir el el "pirataje".
"No hay tregua" en contra del transporte irregular, afirmó el director general de Transporte Público y Privado, Javier Ríos Enríquez, pese a la emergencia sanitaria que se vive en todo el país.
El funcionario estatal admitió que se han enfocado en verificar que las "rutas" y taxis cumplan con las medidas establecidas por la autoridad para evitar contagios por el coronavirus, así como para evitar abusos en el cobro de las tarifas.
“Sí se han detenido los operativos para detener unidades que ofrecen el servicio de manera irregular, pero seguirán, ahorita lo que estamos haciendo es intensificando los operativos para sanitizar rutas y verificar que las unidades del servicio público cumplan con las medidas de higiene”, explicó.
El funcionario estatal afirmó que el combate al "pirataje" es uno de los principales problemas que debe atender la SMyT, por lo que insistió en que las acciones de supervisión y detención no se detendrán en todo el año, aún y con la contingencia.
“Ahorita estamos enfocados a cuestiones de salud, pero cuando hacemos los operativos contra unidades irregulares lo hacemos con elementos de la Estatal de Seguridad (CES) y de la Guardia Nacional”, reiteró el director de Transporte, quien apuntó que la zona oriente del estado es donde se registra el mayor número de unidades que operan de forma ilegal.
Temen transportistas incremento en robos a unidades
La crisis económica por la emergencia sanitaria podría derivar en asaltos a las unidades, señala representante de la Ruta 12.
Cuautla.- Transportistas de la región oriente de Morelos manifestaron su temor de que los asaltos a sus unidades repunten durante la emergencia sanitaria por el coronavirus, debido a la falta de ingresos económicos por el cierre de las fuentes de empleo.
A las 06:30 de este jueves, en la colonia El Chirimoyo, una unidad del transporte colectivo fue asaltada por un individuo, quien se llevó menos de 100 pesos, que es lo que los operadores llevan de cambio al iniciar su jornada laboral, informó Angurio Ayala Toledo, presidente de la Ruta 12.
“Por la hora y por la forma de actuar, deducimos que se trata de un sujeto desesperado sin experiencia para robar o que iba bajo los efectos de alguna droga. Porque es sabido que a esa hora las camionetas no llevan dinero, lo que nos lleva a pensar que la crisis económica ya está causando estragos en las familias, lo que puede ser más grave”, señaló.
Manifestó que a estas alturas de la emergencia sanitaria por el coronavirus, el transporte se ha reducido hasta en un 80 por ciento debido a que la mayor parte de personas se ha confinado en su casa desde la suspensión de clases en todas las escuelas.
“Ahorita estamos trabajando las unidades únicamente por seguir dando el servicio a los ciudadanos que tienen la necesidad de trasladarse, pero ya no está saliendo más que para que el chofer se lleve algo a su casa. No hay posibilidades de ingresos para los concesionarios ni para el mantenimiento de las unidades”, aseguró.
Aun con las adversidades, Ayala Toledo manifestó que los transportistas están conscientes de que la lucha contra el coronavirus es responsabilidad de todos, de ahí que se seguirán sumando a las acciones preventivas que dicten los gobiernos en materia sanitaria.
Ruteros se hacen taxistas para tratar de sobrevivir
En el taxi se gana un poco más, comparte Juan.
La contingencia sanitaria implementada por el covid-19 ha dejado un impacto negativo en la economía, por lo que en el sector del transporte los choferes cambiaron la ruta por el taxi, debido a que las ganancias no son como antes y en ocasiones apenas alcanza para la cuenta y el combustible.
Juan, chofer de la Ruta 13, cuenta que desde hace un mes la demanda en el servicio bajó a menos de la mitad, por lo que muchos de sus compañeros dejaron el camión y buscaron empleo en un taxi porque, según dijeron, se gana un poco más; ellos tendrán la oportunidad de regresar porque su relación laboral quedó en buenos términos.
El entrevistado cuenta que su experiencia frente al volante es de 13 años y la convivencia con su familia es poca porque su horario de trabajo empieza desde las 5 de la mañana y concluye hasta las 10 de la noche. Sin embargo, asegura que la pandemia por el coronavirus han reforzado la unión familiar.
Actualmente trabaja de dos a tres días a la semana y ocupa su tiempo libre para hacer la tarea y jugar con sus hijos; también se dan tiempo para hacer aseo en casa y hasta para ver un rato la televisión.
Tiene cuatro hijos, entre ellos, un bebé de apenas dos meses y aunque la situación económica está difícil porque en la semana gana apenas mil 500 pesos, no pierde la fe y señala que todos estamos en las manos de Dios.
Juan comparte el tiempo con sus pequeños porque quiere ser un ejemplo a seguir, por eso les pide aprovechar sus estudios, ya que sin preparación no es fácil encontrar trabajo.
Los días de cuarentena le sirven para descansar y entre familia preparar el almuerzo, aunque por el momento que vive, su alimentación consiste en un licuado de plátano por la mañana y más tarde un platillo de arroz, frijoles y salchichas y agua de limón con pepino.
“Decía mi abuela: primero la casa y luego la panza, para comer y sentarse en un lugar limpio”.
Por el momento piensa aguantar un poco más pero de ser necesario se acercará a alguna financiera para solicitar un crédito y hacer frente a la contingencia porque en algún momento se acabará el dinero.
Juan es hijo de un chofer del transporte público, su padre trabajó por más de 24 años frente al volante y hace cinco años se retiró y en la actualidad vende comida corrida.
Chofer de la Ruta 2 gana solo 200 pesos al día
La familia de César se mudó para evitar que él los contagie de covid-19.
César Ávila no puede entrar en cuarentena porque tiene la responsabilidad de mantener a su familia, por lo que decidió separarse de ellos mientras pasa la contingencia sanitaria implementada a causa del covid-19.
Desde hace casi un mes su esposa y sus dos hijos se mudaron a la casa de un familiar en el Estado de México, debido a que César por su trabajo está en contacto con personas casi todo el día.
Mientras lava el vehículo que maneja, cuenta que extraña a sus hijos y al mismo tiempo asegura que es mejor estar lejos para evitar contagios, ya que en su familia están viviendo “en carne propia el covid-19”, pues hace unos días su primo que vive en Canadá dio positivo al virus.
César es chofer de la Ruta 2 desde hace seis años y afirma que es la primera vez que la situación económica se pone crítica y que el servicio del pasaje baja hasta en un 60 por ciento. Trabaja de las cinco de la mañana hasta las ocho de la noche y al día apenas logra juntar 200 pesos.
Lo invade la soledad porque su familia no está con él y también se siente desprotegido.
Por la pandemia, de los 56 choferes que tiene la Ruta 2 solo trabajan 23, la mayoría en combis porque hay poco trabajo.
Ante este escenario epidemiológico, los operadores de esa organización tienen la opción de trabajar o descansar y si descansan no habrá sueldo.
“Muchos piensan que el transporte es un gran negocio pero ya no, cada día vemos la situación más difícil, si el patrón y yo nos llevamos 200 pesos ya fue mucho. Además, el patrón paga 150 pesos por cada tarjeta (para registrar los recorridos) y si los carros necesitan mantenimiento es otro gasto; esto ya no sale pero tenemos que aguantar”.
César aconseja a sus hijos continuar sus estudios para mejorar su calidad de vida, porque el trabajo de un rutero es cansado, demandante y sin prestaciones, nivacaciones y menos cuentan con seguro social.
Rutero dice no temer al covid-19
"Los mexicanos somos valientes y aguantamos todo", dice José.
"Los mexicanos somos valientes y aguantamos todo", dice un chofer de la Ruta 5 que afirma no tener miedo de un posible contagio por el covid-19.
José Sotelo Díaz es operador del transporte público desde hace 13 años; durante su jornada no usa cubrebocas ni guantes y tampoco teme al contagio. Sin embargo aplica medidas de protección en su vehículo y todos los días desinfecta los asientos y pasamanos, para evitar la propagación del virus.
Por la contingencia sanitaria la demanda en el servicio bajó en un 50 por ciento en el caso de la Ruta 5, aunque en otras rutas la caída va hasta en el 70 por ciento y actualmente solo circula la mitad del parque vehicular en el estado.
El chofer de la Ruta 5 cuenta que de ganar 400 pesos o más diario, hoy lleva 80 pesos a casa porque al estar casi todo el día en la calle tiene que comprar comida en la cual gasta entre 100 y 120 pesos al día.
Tiene cuatro hijos pero no recibe apoyo económico de ellos porque cada uno formó su familia y tiene sus propios gastos, aunque dice que en el pedir está el dar.
En la empresa le dieron cubrebocas y guantes pero no los usa de manera constante porque es incómodo.
"El gobierno da pero no gratis, hay que pensarlo bien para pedirle; mientras hay que aguantar porque nos tocó vivir esta situación y nos tocó trabajar aquí, hay que aguantar".
El chofer de 58 años no tiene miedo al contagio pues no ha conocido algún caso de infectados y solo ha escuchado lo que se dice en los medios de comunicación y porque, considera, los mexicanos somos valientes.
Se mantendrá la operación del transporte público: SMyT
El secretario del ramo señala que aún en la fase tres de la contingencia las “rutas” seguirán operando.
En Morelos está garantizado el servicio público de transporte colectivo, ante la emergencia sanitaria por la propagación del covid-19. Así lo aseguró el secretario de Movilidad y Transporte, Víctor Mercado Salgado.
Ante los rumores de que las organizaciones de "rutas" que operan en la zona metropolitana dejarían de prestar su servicio hasta mayo próximo ante la entrada de la fase tres de la pandemia, el funcionario estatal sostuvo que se trata de información falsa.
"No podemos dejar a la ciudadanía sin servicio. El transporte seguirá operando", manifestó el secretario de Movilidad y Transporte, quien adelantó que sólo se reforzarán las medidas sanitarias en las unidades, como el uso obligatorio de cubrebocas para los pasajeros y el chofer.
Al respecto, el funcionario afirmó que continuarán los operativos de supervisión para verificar que las unidades del transporte público cumplan con las medidas sanitarias establecidas por la Secretaría de Salud.
De igual forma, dijo que se busca prevenir abusos en el cobro de la tarifa.
De acuerdo con el director general del Transporte Público y Privado de la Secretaría de Movilidad y Transporte, Javier Ríos Enríquez, sólo un 40 por ciento (mil 600 unidades) de las aproximadamente cuatro mil rutas que existen, prestan el servicio público, derivado de la baja afluencia de pasajeros por la contingencia.
Señaló que existe un acuerdo con las organizaciones del transporte público para que se mantenga el mismo porcentaje de vehículos circulando en la zona conurbada de Cuernavaca, para que los ciudadanos que necesariamente deben salir de sus casas puedan trasladarse.
Sufren choferes de Ruta 13 por reducción de ingresos
Sin embargo, en esa agrupación reciben un salario y no deben batallar para reunir “la cuenta”.
Ante la contingencia sanitaria implementada por el covid-19, los choferes de la ruta 13 señalaron que enfrentan una situación difícil, pues su salario disminuyó en un 40 por ciento.
Mario, chofer desde hace 20 años, contó que desde que llegó la pandemia al estado su sueldo bajó y además desde hace unas semanas trabajan solo entre tres y cuatro días a la semana.
“Aquí trabajamos un día sí y otro no, en ocasiones a algunos les toca trabajar tres días, pero como tenemos barras checadoras en los carros pues nuestro salario está asegurado, (pero) sí nos afecta esta situación porque no nos pagan lo mismo que ganábamos antes”, contó Mario.
Consideró que la situación está más difícil para otros compañeros porque a algunos, según le dijeron, no les sale ni para la cuenta y su jefe no las perdona, aunado a que deben pagar el combustible y las tarjetas. Por eso la mayoría de las unidades están paradas.
Señaló que de las 90 unidades con las que cuenta esta agrupación de transports solo 35 están en operación debido a que bajó la demanda en el servicio y hay horas en las que no hay pasajeros, y en las vueltas suben apenas unas cinco o siete personas.
Uno de sus compañero -que al momento de la entrevista estaba en su día libre- afirmó que su trabajo es fácil porque tiene experiencia de más de 23 años frente al volante, pero aunque hasta la fecha ha librado golpes al vehículo, no ha podido ser así con el golpe económico.
Él reconoce que la situación no es la mejor pero agradece a Dios que tiene trabajo ya que, dice, algunas personas fueron despedidas de su empleo por falta de recursos para el pago de nómina.
Se dice orgulloso porque lo poco que gana al día le ha servido para llevar alimentación a su familia.
Otorgarán transportistas de Cuautla viajes gratuitos a médicos y enfermeras
Aseguran que mantienen medidas sanitarias en sus unidades.
Cuautla.- Al considerar que el problema de la pandemia por coronavirus es problema de todos, los transportistas de esta ciudad están dispuestos a brindar el servicio de transporte gratuito para médicos y enfermeras que a diario salen a combatir esta enfermedad y a cuidar la salud de todos, señaló Rodolfo Tiscareño Martínez, representante de la Ruta 13.
“Estamos conscientes del problema que tenemos en el municipio, el estado y el país; es un problema enorme, es un problema de todos; nosotros aplicamos desde el inicio cinco acciones dentro de las unidades para la prevención”, indicó.
Dijo que aunque las autoridades de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) no se han acercado a ellos, como sí lo han hecho con otras empresas transportistas, están dispuestos a otorgar el transporte para los trabajadores de la salud de manera gratuita.
“El gobierno no se ha acercado con nosotros; si se llega y se acerca a través de la SMyT, podríamos apoyar a las enfermeras y a los doctores por su gran labor a favor de la población”, indicó.
Tiscareño Martínez destacó que, por iniciativa propia, las rutas que representa implementaron un sistema de desinfección continua de las unidades para lavarlas en su totalidad después de cada recorrido; el uso de gel antibacterial, tanto para los pasajeros como para el conductor, además de no permitir que los choferes con síntomas de gripe se presenten a trabajar.
Manifestó que el combate del Covid-19 no es tarea solo de las autoridades, sino de todos los sectores de la sociedad y de la población en general, de ahí que en cuanto sea necesario, empezarán a realizar viajes gratuitos para los médicos y enfermeras de los hospitales durante la emergencia sanitaria.
Verifican que ruteros no cometan abusos
Realizan operativos para verificar medidas higiénicas y respeto a tarifas en unidades del transporte.
La Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) implementó operativos de supervisión en la zona metropolitana del estado para evitar abusos en el cobro del pasaje y verificar que los operadores cumplan con las medidas sanitarias para evitar contagios por el Covid-19.
Este lunes, trabajadores de la Dirección General de Supervisión de la SMyT se movilizaron a las avenidas Domingo Diez y Plan de Ayala de Cuernavaca y al boulevard Cuauhnáhuac de Jiutepec, a fin de verificar que no se cometieran abusos en el servicio público.
Desde la semana pasada, usuarios del transporte se quejaron por los abusos cometidos por los choferes de las rutas en plena contingencia sanitaria, tales como el incremento de la tarifa hasta en 18 pesos, cuando la mínima es de ocho, o que no se respetaron los descuentos a los adultos mayores.
Al respecto, Francisco Arce, director general de Supervisión de la SMyT, advirtió que se sancionará a los operadores y a los concesionarios de las unidades en las que se detecten violaciones al reglamento del transporte del estado de Morelos.
"Son operativos sorpresas para detectar cualquier abuso... verificamos que lleven su gel antibacterial, que no haya alza en el pasaje y que se respete la tarifa a los adultos mayores, así como se respete la distancia (para evitar contagios) y que no vaya gente parada", explicó.
Los operativos implementados por la SMyT continuarán durante los días que dure la contingencia, pues a pesar que se ha reducido en más de un 50 por ciento la circulación de unidades del transporte, el servicio no será suspendido, para atender la demanda de los ciudadanos que están obligados a salir de sus hogares para trabajar o atender sus necesidades primarias.
Líderes de ruteros piden a usuarios denunciar abusos
En algunos tramos los choferes establecieron sus propias tarifas.
En plena emergencia sanitaria por la propagación del Covid-19, operadores de rutas incrementaron sin autorización el costo del pasaje.
En redes sociales, proliferan las quejas de ciudadanos por el aumento a la tarifa mínima de ocho pesos en la zona metropolitana. La justificación que los choferes les dan es que deben recuperar gastos ante la poca afluencia de pasajeros por la cuarentena.
Respecto a dichos aumentos, diversos afectados explicaron que, por ejemplo en la ruta 7, el incremento que aplican es de entre dos y tres pesos.
Asimismo, los usuarios denuncian que existe muy poco servicio de transporte y deben esperar por más de dos horas para trasladarse a sus destinos.
De estas quejas, los líderes transportistas se deslindaron y pidieron a los ciudadanos denunciar antes las autoridades que controlan al gremio.
Dagoberto Rivera Jaimes, presidente de la Federación Auténtica del Transporte (FAT), pidió a los ciudadanos presentar su queja, pues reconoció que no existe justificación para que los choferes aumenten la tarifa.
Aurelio Carmona Sandoval, presidente de Rutas Unidas, aseguró que no ha autorizado ningún aumento, pero admitió que la flotilla de unidades que prestan servicio público se redujo a un 10 por ciento, razón por la que los usuarios deben esperar horas para subir a una unidad.