Es cierto que hemos recibido mucha lluvia este año: casi todos los días desde principios de junio ha llovido en alguna parte del estado, sino es que en todas. Ésta es una muy buena noticia porque tendremos suficiente agua para abastecernos en la temporada de sequía. Sin embargo, es también una mala noticia porque ha causado mucha destrucción.

Estuve platicando con unas amigas el otro día, quienes llevamos nuestras propias bolsas al supermercado cada vez que vamos, y llegamos a la conclusión que estamos todavía en la minoría en cuanto al rechazo de las bolsas de plástico. Los propios supermercados propician el uso de bolsas reutilizables pero no en términos tajantes, lo cual francamente no es suficiente. Hoy, te voy a insistir que tomes en cuenta la importancia del rechazo al plástico, en todas sus formas pero en particular las bolsas, de una buena vez.

Ésta es la semana del Bicentenario, y es imposible que esta columna no haga referencia a tales celebraciones tan importantes. Es inevitable que desde el punto de vista ecológico yo escriba sobre el México de tiempo atrás, y hoy quisiera contemplar el país de hace 100 años y todos los avances que hemos conocido durante este periodo.

Tuve la oportunidad de visitar a familiares y amigos en la Gran Bretaña estas últimas dos semanas y es por ello que esta columna no apareció la semana pasada. Como siempre, regreso con sentimientos encontrados. Es muy difícil no caer en la tentación de comparar los dos países, sobre todo desde el punto de vista ecológico.