Cada árbol debería tener un letrero que diga: “Déjame en paz”. Un árbol es un mundo de actividad, de vida, y es casa de animales, pájaros e insectos sin fin. Si fuera posible ver al interior de un árbol estaríamos estupefactos. Demos una visita a uno de ellos para ver su historia, su encanto, su secreto, su misterio…

Las vacaciones de verano se acercan. Muchas familias están pensando en cómo entretener a sus hijos durante el periodo vacacional y seguramente muchos padres mandarán a sus hijos a campamentos de verano. También habrá salidas a la playa. En general, es ocasión para toda la familia de tomarse un tiempo para relajarse y divertirse. Durante las vacaciones es importante recordar las prácticas ecológicas y aprender otras nuevas, involucrando a todos los miembros de la familia, por supuesto.

No puedo dejar de maravillarme y disfrutar de la naturaleza. Cada año cuando empieza a llover me renueva la energía, me hace sonreír y me da mucha felicidad. Ver el campo cambiar de color café a un verde fresco y sorprendente, casi de inmediato, es algo extraordinario y digno de nuestra apreciación y agradecimiento.

Han sido tres años de contemplación, indignación, preocupación, concientización, comunicación, descubrimiento, lectura y composición. Tres años de sorpresas, acontecimientos, desastres, cambios radicales y un sentido de tiempo limitado... Me refiero por supuesto a esta columna que hoy, con esta nota, cumple ya tres años de existir.