Esta misma semana estuvo en el puerto de Acapulco para asumir la responsabilidad de vicepresidente de la Federación Nacional de Municipios de México, cosa que debe ser una distinción, porque hay más de dos mil 400 munícipes en el país, además de diversa procedencia política y ser el segundo no es nada fácil.
Pero el hombre ha tenido que emplearse a fondo aún como alcalde electo, porque más vale comenzar a dar pasos hacia la búsqueda de soluciones ya que el asunto no está como para echarse a dormir, la casa está patas arriba, hay que ir a fondo para recuperarla, no es sólo el cúmulo de deudas y compromisos por todos lados. La ciudad está abandonada, se trata de un enfermo que requiere cirugía mayor y eso cuesta y mucho dinero.
Por todo lo que ha pasado en esta capital, podemos decir que ninguno de los restantes 32 ediles electos tienen que andar ya buscando apoyos en donde se pueda, aquellos seguramente sí han podido echarse un rato a retozar en espera de la unción, pero a Morales, como dice el dicho, “le tocó bailar con la más fea”.
En otros tiempos ganar la presidencia municipal de Cuernavaca era para festejarlo en grande, seguramente hacer planes personales y comprometer apoyos a cientos o miles de personas, porque no es un platillo menor, pero hoy las cosas son distintas. Para poder disfrutar del ejercicio del poder, el ixtleco va a tener que sudar la gota gorda, e incluso apelar a la conciencia de sus gobernados para que le tengan tolerancia y le den oportunidad de demostrar que es capaz de devolverles un estado estructural y funcional de acuerdo a las necesidades.
Tenemos entendido que ha logrado hacer contacto con personajes de élite, tanto de su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), como de gente muy cercana al presidente electo de la República, Enrique Peña Nieto, y hay la posibilidad de que le apoyen en forma más o menos importante.
No hace mucho acudió a audiencias con Manlio Fabio Beltrónes, líder de la bancada tricolor en la Cámara de diputados federales y con Emilio Gamboa Patrón, coordinador parlamentario del PRI en el Senado de la República, ellos pueden tranquilamente coadyuvar para orientar fondos adicionales o emergentes a la comuna cuernavacense, o en su defecto, ser puentes para gestionar ayuda en las diversas dependencias federales.
Ahora bien, si además de eso ya cuenta con enlaces directos hacia la figura del próximo mandatario del país, entonces las cosas pudieran cambiarle, porque con el presupuesto normal y los recursos que llegan de programas federales, no sale del rezago en que se encuentra.
Independientemente de reclamos de obra pública y dotación de servicios colectivos en diversas colonias de Cuernavaca, es imperante orientar una importante inversión al rescate de la vialidad interna, ya que calles y avenidas están casi intransitables. Para vergüenza y asombro de propios y extraños, volvemos a ser “la ciudad de la eterna brincadera”.
Esto tiene sus consecuencias: una posible disminución del turismo, que son ingresos propios y sobre todo para el sector comercio y de prestación de servicios. Pero Jorge Morales deberá también acompañar sus acciones con un freno al comercio ambulante.
Los sitios públicos están otra vez inundados, proliferan los vendedores de todo tipo de chácharas en plazas públicas, calles, banquetas. En especial, han convertido el Centro Histórico en un gran tianguis de muy mal gusto.
Y no es que estemos en contra de que algunas familias busquen en eso ingresos para subsistir económicamente, pero debe haber una norma y un límite, los lugares que ocupan generalmente son públicos y nos pertenecen a todos como ciudadanos, nadie tiene derecho a privarnos de ellos.
Otro inconveniente, que además de un proceso legal no concluido con la empresa Promotora Ambiental de la Laguna (PASA) por el contrato que le retiraron en la recolección de la basura, la ciudad luce sucia y de mal aspecto por donde usted la quiera ver. Las bolsas de desechos sólidos pululan por doquier y esa no es la cara que nuestros visitantes conocen, habrá que recuperar el control.
Es decir, que desde nuestro punto de vista, hay tres aspectos fundamentales a resolver en esta capital: primero, la vialidad destrozada e intransitable, el comercio ambulante desbordado y una eficiente recolección de basura, con eso el próximo edil estaría del otro lado y seguramente con un reconocimiento popular.
Ahora bien, si a lo anterior le agrega una pronta solución al aspecto financiero, atacando los pasivos y las enormes deudas, entonces estaría del otro lado e incluso, con posibilidades sólidas de aspirar a otro cargo de elección popular de mayor rango. Se dice fácil, pero hay que hacerlo y de ello depende que su ejercicio como presidente municipal pueda convertirse en una plataforma de lanzamiento electoral o lo lleve a la tumba política.
El hombre tiene lo suyo, ya fue gobernador, ha pasado por la titularidad de secretarías de importancia en la administración pública estatal, como la de Gobierno y Desarrollo Agropecuario, tiene un doctorado y sabe el compromiso que lleva a cuestas, así que dispone de lo fundamental para salir adelante.
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Hey
Esperamos muchos ciudadanos que vivimos en la capital que JMB imprima a… Compartelo!