Ayer fue un ejemplo más de ello, el Centro Histórico de la capital del estado resultó ya insuficiente para dar cabida a las manifestaciones de descontento popular y de grupos organizados, de tal manera que algunos movimientos, como el de los maestros jubilados debió irse a la periferia de Cuernavaca, dado que el centro ya estaba ocupado.
El resultado terminó en dos mega bloqueos a las vías internas de circulación vehicular, uno en el primer cuadro efectuado por el Nuevo Grupo Sindical (NGS) encabezado por Bulmaro Hernández Juárez y el otro, que hizo lo propio en tres puntos, avenida Morelos norte y sur, así como avenida Plan de Ayala, a la altura del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
¿Las consecuencias?, ya las podrá usted imaginar, la metrópoli prácticamente secuestrada e inaccesible, hacia el sur, sólo se podía salir o entrar por avenida Palmira, si se quería ir hacia el oriente, tenía dos caminos angostos, por el lado del par vial con rumbo a Jiutepec, o por la avenida Río Mayo, con tendencia a Galerías y hacia el norte, el libramiento, Jiquilpan y párele de contar.
Pero, a pesar de que todo el flujo vehicular por esos accesos resultaba insuficiente, la cosa se puso por demás terrible y de lo último que nos enteramos, es que algún representante del gobernador electo Graco Ramírez y uno del actual, Marco Adame, más que dialogar, discutían en un conocido hotel restaurante ubicado en la colonia Las Palmas con representantes de los jubilados y pensionados.
Pero a los que bloquearon el centro, nadie les hacía caso y cientos de camiones de volteo se estacionaron en las calles que circundan Palacio de Gobierno; acá la cosa se antoja igual de difícil de resolver que en el caso de los maestros, porque no es un asunto, son dos o tres y bastante preocupantes.
Hernández Juárez habló de varios temas, pero particularmente se centró en tres que exige a las autoridades atenderlos, primero, la presencia de los camiones obedeció a que desde hace mucho tiempo se les prometió la entrega de placas de unidades de carga, sin embargo hasta ahora vienen trabajando con reiterados permisos, y cuando salen a carreteras federales, los agentes de tránsito no reconocen y les aplican sendas infracciones.
El segundo está relacionado con el traslado de empleados del Hospital del Niño Morelense (HNM) de su sede en Cuernavaca, a Emiliano Zapata, donde ya fueron inauguradas las instalaciones. La queja acá es porque no les avisaron con tiempo y la otra, que de acuerdo a normas de la Organización Mundial de la Salud, ninguna institución médica debe estar cerca de una subestación eléctrica, en Emiliano Zapata están prácticamente una frente a la otra.
Y tres, una agrupación de taxis afiliada al NGS afirma que la Dirección General del Transporte (DGT) ya liberó más de 600 permisos para la prestación de servicio de transporte sin itinerario fijo, además de haber regularizado cientos más y reclaman al titular de esa dependencia, Francisco Alva Meraz, cuentas al respecto.
Si hay voluntad oficial, se puede ordenar la entrega de placas para camiones de carga y superar el asunto en esta semana, que lo dudamos, porque lo que se venía argumentando es que no se contaba con el metal; en lo referente al HNM, los quejosos dicen que por lo menos les deben entregar un estudio en el que se garantice que trabajadores y pacientes del nosocomio no sufrirán consecuencias por tener la subestación eléctrica a unos metros, y en lo que tiene que ver con la entrega de placas para taxis, eso sí se nos antoja irreversible.
Si hubo algún espacio de la actividad de gobierno donde apestaba a corrupción, fue en la DGT, Alva Meraz fue insistentemente señalado de “vendido y componendas”, la Contraloría debió aplicar una auditoría a partir de la cual cesó a algunos funcionarios de esa dirección, pero el director nunca fue tocado.
Pero si lo anterior pareciera poco, derivado del enojo obrero por la impulsada reforma laboral a nivel federal, trabajadores del Sindicato Democrático de la empresa automotriz Nissan Mexicana, realizaron una manifestación frente a las instalaciones del Congreso local.
Con sólo cuatro días hábiles para atender pendientes de hace meses o años, difícilmente el régimen saliente podrá resolverlos, más que algunos tienen que ver con dinero, como el de los jubilados, ellos piden hoy 25 millones de pesos de un total de 50, donde se supone que la otra mitad la entregará el nuevo gobierno.
Bueno, la dirigencia estatal del SNTE ha advertido que llamará a un paro general de clases a nivel estatal y la toma del edificio del IEBEM a partir de hoy si no se le cumple a sus maestros jubilados y mire que son bastantes, basta recordar que en el 2008 pusieron a la entidad de cabeza por rechazo a la Alianza por la Calidad Educativa (ACE) y por casi tres meses no hubo labores docentes, ahora van en apoyo de sus ex compañeros de aulas y esto se puede poner todavía más escabroso, vamos a ver de dónde saca energías Adame para apaciguar los ánimos.
Es decir, es necesario hacer pactos políticos con partidos, grupos y poderes, porque desde ahí se ve nula crítica hacia el gobierno, pero lo preocupante es el descuido en la atención a los problemas y conflictos sociales, que son los que se están haciendo presentes.