En la semana que concluye se conmemoró el primer #DíaNaranja del año 2019, para alzar la voz en contra de la violencia de género: el día 25 de cada mes es denominado "Día Naranja", una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para generar conciencia y prevenir la violencia contra mujeres y niñas.
La fecha del “Día Naranja” fue elegida por la ONU para recordar a las hermanas Mirabal, tres activistas políticas que fueron brutalmente asesinadas en 1960 por orden del gobernante dominicano Rafael Trujillo. Las hermanas Mirabal -Minerva, Patria y María Teresa- eran llamadas 'Las Mariposas', por su activismo, y fueron ahorcadas, apaleadas y lanzadas al barranco dentro de un vehículo para simular un accidente de tránsito; tal crimen alarmó a los habitantes de República Dominicana y marcó un cambio en la historia ya que fue “la gota que derramó el vaso” de una serie de atropellos que se daban en un régimen autoritario.
Desde 1981, las militantes en favor del derecho de la mujer observaron el 25 de noviembre como el día contra la violencia, mismo en el que se nos invita a llevar alguna prenda naranja o a colocar un listón de ese color para resaltar el llamamiento a erradicar la violencia contra la mujer: sin reservas, equívocos o demora.
Cada 25 de noviembre se conmemoraba el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer; actualmente, este movimiento para visibilizar la violencia que sufren las mujeres alrededor del planeta se celebra no sólo en dicha fecha sino cada 25 de mes, como parte de una "Campaña Naranja ÚNETE", la cual fue puesta en marcha por la ONU con el fin de apoyar el activismo intenso contra la violencia basada en el género y como una oportunidad para movilizarse y generar conciencia en todo el mundo.
También esta semana la Comisión Independiente de Derechos Humanos (CIDH) en Morelos presentó su informe acerca de la "Geografía del feminicidio 2018" en la entidad, con información recabada durante el tercer año de la declaratoria de la Alerta de Violencia de Género (AVG) en municipios del estado, y en el que refiere que registró un total de 88 feminicidios.
Cabe recordar que la AVG fue declarada el 15 de Agosto del 2015, para ocho municipios de Morelos, entre los que se cuentan Cuernavaca, Cuautla, Emiliano Zapata, Jiutepec, Puente de Ixtla, Temixco, Xochitepec y Yautepec; según datos recabados por la CIDH, el total de feminicidios durante la AVG suman 286, siendo 27 municipios de la entidad morelense los que forman parte del mapa del feminicidio.
En el panorama internacional, el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismo dependiente de la ONU, informó el año pasado que al menos dos mil 795 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 23 países de América Latina y el Caribe en 2017, de acuerdo con datos proporcionados por organismos públicos de esos países al Observatorio.
Es por ello que la gravedad de lo que ocurre en torno al feminicidio ha obligado a 18 países latinoamericanos a modificar sus leyes para sancionarlo: Costa Rica (2007), Guatemala (2008), Chile y El Salvador (2010); Argentina, México y Nicaragua (2012); Bolivia, Honduras, Panamá y Perú (2013), Ecuador, República Dominicana y Venezuela (2014), Brasil y Colombia (2015), Paraguay (2016) y Uruguay (2017), según datos del Observatorio.
La violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos y es consecuencia de la discriminación que sufre, tanto en leyes como en la práctica, y la persistencia de desigualdades por razón de género; dichas agresiones también afectan e impiden el avance en muchas áreas, incluidas la erradicación de la pobreza, la lucha contra el VIH/SIDA y la procuración de la paz y la seguridad; no se puede pasar por alto que también entre 500 mil y 2 millones de personas se calcula son víctimas cada año de trata, lo que las lleva a la prostitución, a realizar trabajos forzados, a la esclavitud o a la servidumbre: las mujeres y las niñas representan alrededor del 80% de esas víctimas.
Muchos países han incorporado leyes para prohibir, penalizar y prevenir la violencia contra las mujeres, pero su aplicación y cumplimiento no son adecuados: los índices de denuncia de casos de violencia siguen siendo bajos y la impunidad de los agresores, muy alta; la violencia continúa siendo una pandemia global, pero la violencia contra las mujeres y las niñas se podría evitar: la prevención es esencial, recordemos que debemos actuar y ser agentes de cambio, día a día.