El 19 de octubre de 2014, con el título “Grietas digitales” comentamos en este espacio la desaparición en Tamaulipas de una usuaria de redes sociales, quien utilizaba la cuenta @Miut3 en Twitter; a casi tres años, retomamos el artículo publicado en esa fecha.
Marshall McLuhan, profesor e intelectual, predijo -a principios de los años sesenta- cambios intensos en la forma en que la gente pensaría y se comunicaría; una de sus ideas, era que entraríamos en un mundo de conectividad al cual bautizó como la “aldea global”. Muchas de las predicciones se hicieron realidad en la era de internet.
El semiólogo Umberto Eco ha expuesto por su parte que “si McLuhan hubiera vivido unos años más, habría tenido que admitir que, aun en un mundo evidentemente dominado por la imagen, estaba surgiendo toda una nueva cultura alfabética: con las computadoras personales no podemos llegar muy lejos a menos que sepamos leer y escribir”.
Eco, en su artículo “Religiosidad y tecnología”, también subraya que las eras hipertecnológicas “como la nuestra, corresponden al fin de las grandes ideologías, a períodos de extrema disolución moral”: en los tiempos que nos ha tocado vivir, existen muchos ciudadanos que deciden utilizar las redes sociales y -tecleando tuits o posts- proveen información mediante la cual buscan evitar situaciones de riesgo para los que consulten dichos medios digitales, en tiempo real.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señaló en su documento “Libertad de expresión en internet”, publicado en diciembre del 2013, que “la libertad de pensamiento y expresión es la piedra angular de cualquier sociedad democrática”, y que el sistema interamericano de derechos humanos, en particular, le da un alcance muy amplio.
De igual modo, el artículo 13 de la Convención Americana garantiza el derecho de toda persona a la libertad de expresión, y precisa que este derecho comprende “la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección”.
¿Cuál es la circunstancia que motiva estos comentarios? El pasado 16 de octubre, a través de la cuenta de Facebook “Valor por Tamaulipas” -medio administrado anónimamente por personas que comparten novedades ciudadanas en materia de seguridad pública-, se reportó la ejecución de “una de sus colaboradoras”, quien utilizaba la cuenta @Miut3 en Twitter y a quien en la red social se le conocía como “Felina”, utilizando el hashtag #ReynosaFollow para compartir información.
Desde esa cuenta en Twitter, con el arroba @Miut3 y que contaba con 8 mil 887 “seguidores”, se difundieron imágenes en las que presuntamente aparece asesinada su titular, además de enviarse mensajes como “Encontré la muerte a cambio de nada (…) Están más cerca de nosotros de lo que creen” y “Cierren sus cuentas, no arriesguen a sus familias como lo hice yo”.
Al respecto, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Tamaulipas, mediante un comunicado con fecha del 16 de octubre del año en curso, precisó que “se presentó una denuncia en la delegación de la PGJE en el municipio de Reynosa, por la desaparición de la doctora María del Rosario Fuentes Rubio”.
Además, que “la denuncia presentada por un familiar, asienta que la profesionista fue presumiblemente privada de su libertad el miércoles 15 de octubre, poco antes de las 12:00 horas, por personas armadas no identificadas que la habrían interceptado afuera de una empresa de esa ciudad fronteriza”.
El comunicado finaliza estableciendo que dicha Procuraduría lleva a cabo “las investigaciones del caso para establecer el motivo de la desaparición”, así como “verificar versiones que dejan entrever que Fuentes Rubio también fue privada de la vida”.
El periodista Óscar Balderas realizó una entrevista a la tuitera @Miut3, en el mes de abril del año pasado, misma que comenzaba con esta descripción: “De día y de noche, ‘armado’ con su computadora y conexión a internet, mantiene ojos y oídos muy abiertos para ubicar las amenazas del crimen organizado en Tamaulipas. Cuando las tiene identificadas, suelta alertas en 140 caracteres para salvar la vida de extraños”.
En la descripción de la cuenta de “Felina” -misma que ya ha sido desactivada- se leía que reportaba “situaciones de riesgo” (#SDR) y que su ubicación está “en tu mente”; en la entrevista refiere que su anonimato “es el arma más fuerte que tengo para cuidarme” y que lo más importante al tuitear una #SDR es “no dar ubicación de nuestras fuerzas armadas” ya que la intención principal es “informar a la población para que eviten la zona y así cuidar su integridad física”.
En la entrevista que llevó a cabo Balderas, @Miut3 expresaba que abrió su cuenta en enero de 2010 ya que “por su trabajo”, se daba cuenta de varios eventos en Tamaulipas: quería evitar que a un ser querido “le tocara un fuego cruzado” y creía “que la verdad de lo que realmente pasa está en las redes sociales”.
Cabe en este momento hacer un poco de memoria, ya que el caso de “Felina” no es el primero en su tipo: el sábado 24 de septiembre de 2011, el cuerpo decapitado de la tuitera María Elizabeth Macías Castro, de 39 años y también tamaulipeca, fue localizado en el monumento a Cristóbal Colón, en Nuevo Laredo.
En el sitio también fueron dejados dos teclados de computadora, un reproductor de discos y un mensaje alusivo. El “Comité para la Protección de los Periodistas” señaló en su momento que el caso de Elizabeth era el primero que había sido documentado “respecto de una persona privada de la vida por informar a través de las redes sociales”.
“La violencia generada contra la prensa en Tamaulipas y la falta de garantías para proteger la libertad de expresión por parte de las autoridades mexicanas, ha generado vacíos informativos en temas relacionados con seguridad pública, por lo cual las redes sociales se han convertido en una herramienta ciudadana eficaz para informar libremente de esos hechos”, ha expresado Darío Ramírez, director general de Article 19, oficina para México y Centroamérica, organización independiente que promueve el derecho a la libertad de expresión.
La imagen utilizada en su cuenta por @Miut3 -Felina- era el rostro de la antiheroína que ayuda a Batman a combatir al delito, en la representación que hizo Michelle Pfeiffer para la película “Batman Regresa"; hasta el momento, el caso no ha sido aclarado, pero admite diversas interpretaciones: ¿un mensaje? Una sola persona no representa un problema y es débil, pero unida a muchos es poderosa.
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En una entrevista de Rodrigo Rodríguez, para el medio global Vice, que realiza al administrador de la página de Valor por Tamaulipas (VxT), él señala que Miut3 “era una compañera (…) una persona que tenía mi estima y respeto”. Y se agrega en la entrevista: "Las únicas personas que hicieron un movimiento público de activismo social aquí son parte de la burocracia", dice el Administrador, cuando discutimos sobre las protestas generadas tras la desaparición de los 43 estudiantes en el estado de Guerrero, el año pasado (...) Al rato añade: "Me da coraje pensar que Miut3 muriera en medio de esta estrategia de controlar las redes".
En cuentas de redes sociales aún se publican mensajes en los que se anota “Seguimos Recordándote”, “Seguimos Esperándote”, “Te extrañamos”, “en todo #Tamaulipas y todo México” y “no te olvidamos”; en la cuenta @LaAlamedaMor también se “postean” tuits como “#NoOlvidamos @Miut3, tu asesinato impune y tu cuerpo sin localizar. #Verdad y #Justicia para ti y los tuyos. #Tamaulipas @CIDH”.
Comentaba el escritor Arturo Pérez-Reverte que “Sin Historia no hay posibilidad de acometer el presente”, además de que “la cuestión es darte todas las herramientas para poder sobrevivir en la fase en que te ha tocado vivir. Y si tienes hijos o gente a la que ames, darles herramientas para que se estén defendiendo cuando llegue el turno. Y todo pasa por la biblioteca. Antes había élites cultas que, al menos, nos transmitían su análisis de lo que estaba ocurriendo. En este siglo están desapareciendo, por lo cual no habrá una transmisión a la posteridad de las circunstancias de esta decadencia”. Coincidimos.