Este viernes pasado, Malala Yousafzai, la activista más joven en ganar el premio Nobel de la Paz y en ser reconocida como Mensajera de la Paz de la ONU, anunció en una conocida red social que había terminado la “escuela secundaria” en Londres (equivalente a la preparatoria) y abierto su cuenta de Twitter: @Malala.
En un par de tuits posteriores, anotó que estaba "emocionada por mi futuro, pero sé que millones de niñas alrededor del mundo no van a la escuela y es posible que nunca tengan la oportunidad de terminar su educación”, además de apuntar que la próxima semana estará de vuelta en su gira “Girl Power Trip” (“Viaje del poder de las niñas”) en Medio Oriente, África y América Latina.
En alguna ocasión y con el título “La pluma, ¿más poderosa que la espada?”, compartíamos con usted, estimado lector, en este espacio, el discurso de la ganadora del Premio Nobel de la Paz, Malala Yousafzai.
Comentábamos que el 12 de julio del 2013, en la sede de Naciones Unidas, se celebró un foro juvenil en el que participó Malala, quien ese día cumplía 16 años y que alcanzó renombre mundial por el activismo en su país a favor del acceso de las niñas a la educación, y por el atentado que sufrió a manos del Talibán en octubre de 2012, por su defensa de esos principios.
Durante la sesión, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, felicitó a Malala y enfatizó que cincuenta y siete millones de niños no van a la escuela; también recordó las muertes de estudiantes y maestros en las escuelas, e instó a los gobiernos del mundo a impedir la ocurrencia de esos actos: el ejemplo de Malala, subrayó, insta a todos los líderes mundiales a mantener sus promesas de invertir en los jóvenes y hacer de la educación un tema prioritario
Esta es la transcripción de algunos extractos del discurso que Malala Yousafzai dio en las Naciones Unidas (ONU) en la fecha de su dieciseisavo cumpleaños, el “Día de Malala”:
"El Día de Malala no es mi día. Hoy es el día de cada mujer, cada niño y cada niña que han levantado su voz por sus derechos. Hay cientos de activistas a favor de los derechos humanos y trabajadores sociales que no sólo están hablando de sus derechos, sino que están luchando para lograr su objetivo de Paz, Educación e Igualdad. Miles de personas han sido asesinadas por los terroristas y millones han resultado heridos. Yo sólo soy una de ellas. Así que aquí me presento. Así que aquí estoy, una niña, entre otras muchas.
(…)
Nos damos cuenta de la importancia de la luz cuando vemos oscuridad. Nos damos cuenta de la importancia de nuestra voz cuando somos silenciados. De la misma manera, cuando estábamos en Swat, al norte de Pakistán, nos dimos cuenta de la importancia de las plumas y libros cuando vimos las armas. El sabio refrán "La pluma es más poderosa que la espada" es cierto. Los extremistas tienen miedo de libros y bolígrafos. El poder de la educación les da miedo.
Esta es la razón por la cual mataron a 14 estudiantes inocentes en el reciente ataque en Quetta. Y es por ello que matan a maestras mujeres. Es por ello que estallan y arruinan escuelas todos los días, porque ellos estaban y están con miedo al cambio y miedo a la igualdad que nosotras traeremos a nuestra sociedad. Y recuerdo que había un chico en nuestra escuela a quien un periodista le preguntó "¿por qué los talibanes están en contra de la educación? Él respondió de manera muy simple a la vez que apuntaba hacia su libro, dijo: "un talibán no sabe lo que está escrito en el interior de este libro".
(…)
Hacemos un llamamiento a todos los gobiernos para luchar contra el terrorismo y la violencia. Para proteger a los niños de la brutalidad y el daño.Hacemos un llamado a los países desarrollados para apoyar la expansión de oportunidades de educación para las niñas en un mundo en desarrollo".
Cabe destacar que el 10 de diciembre de 2014, Malala Yousafzai fue condecorada con el Premio Nobel de la Paz, en una ceremonia en la que también recibió dicha distinción el activista indio Kailash Satyarthi, de 60 años y a quien se le atribuye haber salvado a ochenta mil niños del trabajo en condiciones de esclavitud.
En su momento, la joven activista también ha destacado lo siguiente: “Yo no hablo por mí, sino por aquellos con una voz que no puede ser escuchada. Aquellos que han luchado por sus derechos. Su derecho a vivir en paz. Su derecho a ser tratado con dignidad. Su derecho a la igualdad de oportunidades. Su derecho a ser educados”. Coincidimos.