Al respecto, debo señalar que ingresó a prestar sus servicios en la Junta Especial Número Uno de la Local de Conciliación y Arbitraje en el Estado de Morelos con residencia en esta ciudad de Cuernavaca, Morelos, en el mes de febrero del año 2006, y sí efectivamente era el responsable de la sección de amparos de ese tribunal laboral. Sin pretender inmiscuirme en la conducta por la que fue sancionado, resulta interesante conocer un tanto de los antecedentes y condiciones laborales en los que se desempeñan diversos funcionarios que ahí laboran. Por principio de cuentas debo señalar que a pesar de la encomienda que tenía, ello no se reflejaba en el salario con el que era retribuido ya que recibía la cantidad de mil sesenta pesos quincenales, esto en razón de que fue dado de alta en el servicio con la categoría de secretaria mecanógrafa. Así las cosas, el grado de responsabilidad no es correlativo al pago del salario. Sin embargo, eso no importa y esto no quiere decir que deban tolerarse ciertas conductas en razón a lo que se gana, sino que el acto general de la investigación practicada por la Secretaría de la Contraloría Estatal debió abarcar también el hecho de conocer quién autoriza la prestación de un servicio que implica un cierto grado de responsabilidad en condiciones que no son acordes a la categoría y el salario. Por lo tanto, la supuesta sanción parece ser más un acto de justificación por parte del órgano sancionador que una verdadera investigación. Esto porque en este momento cuantas quejas o denuncias existen en contra de los titulares de esos tribunales de administración de justicia laboral y se encuentran durmiendo el sueño de los justos sin que nada pase. Lo anterior se señala porque en este mismo momento existe un buen número de personas que realizan su trabajo en condiciones distintas a las establecidas en sus nombramientos y sin cumplir con los requisitos de ley, y el día de mañana serán sujetas de responsabilidad tal y como lo fue Héctor Darío Vega Camero. Ya que la consigna no es que la pague quien la deba, sino quien sea.