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“Revisitado” o la poesía de las cosas, de Ernesto Marenco
Ciudad de México. En el Museo de la Cancillería, ubicado en República del Salvador número 47, en el Centro, se encuentra la colección denominada “Revisitado” de Ernesto Marenco.
Se trata de setenta objetos cotidianos o usuales, pero que han sido alterados o modificados o intervenidos.
Según Santiago Espinosa de los Monteros la existencia de estos objetos: “nos deja en jaque reacomodando las cómodas referencias ya aprobadas. Alteran incluso las leyes de la física más elemental. Lo contradictorio ahora es lógico. La vocación de las cosas sigue presente; un cepillo sigue siéndolo, un martillo también y hasta una cuerda para saltar conserva su razón de ser y su utilidad. Las pequeñas alteraciones y sustituciones que han sufrido están, sin embargo, en total consonancia con algunas de las semillas que en su momento fueron las simientes del surrealismo.”
Explica que Marenco ha sabido seleccionar cada uno de los objetos con los que ha trabajado. Se trata de piezas sin tiempo, con vigencia total y atadas a su origen primigenio. De ahí que nuestra relación con ellas sea inmediata, aunque nuestra permanencia en cambio resulte una batalla por contrastar las funciones originales del objeto contra las nuevas atribuciones que le han otorgado.
En su oportunidad, el escritor Guillermo Samperio dijo sobre la obra de Marenco (Adriana García, El Universal Lunes 28 de agosto de 2000): “enuncia el contrasentido al evadir funciones. El mundo al que pertenecen los objetos insólitos presentados sólo puede ser habitados por seres inauditos cuyas acciones son representaciones hechas de los sueños. Una de las estrategias del artista es traspasar las características de un usuario supuesto como el ejemplo fantástico de ‘Inmaculada resortera del Santo niño de Atocha, que en vez de liga tiene un rosario. La obra revela la poética de los objetos, proceso similar a la metáfora. Encontrar las formas comunicantes de procedimientos análogos entre diferentes campos es un misterio, del cual percibimos un destello al ver la obra de Ernesto Marenco y conectarla con su título”.
Más allá del objeto
Ernesto Marenco interviene cosas para provocar emociones a veces desconocidas.
Zapatos, martillos, cuerdas, cepillos o brochas aparecen ante nosotros como objetos dentados o cosas que se burlan de nuestras preconcepciones.
La naturaleza de las cosas es servir para algo y por un tiempo determinado; cumplida la tarea y el tiempo se van a la basura o son destruidos, sin embargo, cuando Marenco las modifica prolonga su existencia: siguen siendo objetos, pero su naturaleza es otra: la vuelve un tercer objeto, las ancla en la memoria o en las emociones o sensaciones. Incluso, las vuelve “contraobjetos”, como es el caso de un cepillo para “masajear” con filosísimas puntas, denominado “Cepillo para desintoxicar el cuerpo”.
El interior de las construcciones marenqueanas es muy similar al mecanismo blando y vivo de los grandes versos barrocos: Si Quevedo (“A Roma sepultada en ruinas”) endecasilábicamente ordena: “¡Oh Roma en tu grandeza, en tu hermosura,/ huyó lo que era firme y solamente/ lo fugitivo permanece y dura!” Marenco construye “La casa del poeta” (2013), un laberinto escheriano de color negro habitado por un huevo.
“Algunas son imágenes que me llegan, otras surgen de la poesía. El arte total es la poesía. Yo soy un poeta, pero que en lugar de escribir poesía la materializo, escribo con cosas”, aseguró durante la inauguración de Revisitado.
Desde el año 2000, la obra de Marenco no había regresado a México. Ahora se le puede visitar en el Museo de la Cancillería desde el 31 de mayo al 1 de julio de 2018; luego las “cosas en fuga” irán a Querétaro, el 6 de julio con el título: Ernesto Marenco: La verdadera historia de los objetos.
Marenco en síntesis
En una reseña, José Antonio Calderón escrito una breve ficha de Ernesto Marenco en donde se lee:
Ernesto Marenco nace en la Ciudad de México en 1960. En 1980 ingresa al periódico Unomásuno y es miembro fundador del semanario Tiempo Libre, donde permanece como reportero de cultura hasta 1990, mudándose posteriormente a la ciudad de Cuernavaca.
En 1982 se recibe como museógrafo por la Escuela Nacional de Conservación y Museología del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). En 1990 es miembro de la International Council of Museums (ICOM).
De 1991 a 2001 fue director de Artes Visuales y Museografía en el Museo Jardín Borda/Casa del Emperador Maximiliano de Austria del Instituto de Cultura del Estado de Morelos en Cuernavaca. Y en la misma ciudad, en 1994, fundó el Centro de Expresión Cultural (CEC) y la primera galería de arte contemporáneo Anima-Lote.
En 2002, traslada su residencia a Estados Unidos, radicando en Chicago y permanentemente en Houston, Texas, donde establece se propio espacio de producción artística y de Restauración y Conservación de Arte.
Desde la década del 80 ha realizado portadas para diferentes casas editoriales: Joaquín Mortiz, Planeta, CONACULTA, INBA, así como para diversas universidades: UNAM, UAM y UDG. Cuatro publicaciones destacan su obra personal: Reliquias de lo Nuevo/ Instituto Cultural Cabañas (FONCA). Guadalajara, Jalisco, México. El objeto no es inocente/ Galería de Arte Mexicano (GAM). CDMX, México. Donde se origina el arte/ El Aire, Centro de Arte/ Origina. CDMX, México, y Ernesto Marenco (Libro Retrospectivo), Objetos/Objects, 33 Contemporary Gallery. Chicago, Illinois, USA, vista en América, Europa y Asia.
“En los años ochenta armé la primera generación de artistas contemporáneos y de arte joven, ya que en aquella época sólo existía el paisajismo imperante por la escuela de Jorge Cázares Campos, el mediocre nivel del Instituto Regional de Bellas Artes o artistas modernos, con abstraccionismos y geometrismos tibios de los sesenta y setenta retirados a Morelos. En esta primera generación de artistas contemporáneos destacaron Arturo Valencia, Morgan Santander y Ernesto Ríos, quienes optaron por irse al extranjero a desarrollar su carrera; u otros, como Cisco Jiménez, se quedó en Cuernavaca. De la segunda generación es un orgullo destacar el trabajo internacional cinematográfico de Hatuey Viveros o el trabajo fotográfico de Jano Mejía, quien radica en Nueva York hace años. Y también el trabajo fotográfico de René Torres Escoto, a quien apoyé para exponer en Chicago su nueva serie Los Nuevos Reinos”, puntualizo Ernesto Marenco.
Preparan mojigangas para la fiesta de San Antón
Para celebrar 493 años de la fundación del pueblo de San Antón Analco, Jairo Alarcón Tovar construye al dios de la muerte.
Este muchacho de 24 años, estudiante de criminalística, explicó que llevará cráneos, respaldo como un trono, porque se trata de Mictlantecutli (en náhuatl: mictlanteuctli, 'señor del mictlán' o 'señor del lugar de los muertos''; mictlān, Mictlán o lugar de los muertos, desde miquitl, muerto; teuctli o tecuhtli, señor').
Aunque apenas tiene el esqueleto, confía en que acabará a tiempo para sacarlo a “bailar” por la avenida Jesús H. Preciado, pues lo están ayudando cuatro amigos.
La mojiganga, cuyo término tiene su origen en la boxiganga o compañías de bojiganga del teatro ambulante de los siglos XVI y XVII, llegó a México con la conquista española, aunque algunos que saben dicen que en sus notas de viajero por Oriente Marco Polo las menciona y asegura que las vio en China y la India.
En Morelos, las mojigangas son muñecos grotescos –o máscaras– que hacen su aparición en algunas fiestas populares y acompañan procesiones.
En San Antón los fabrican de carrizos, hilo (del que usan los albañiles) con chapopote, engrudo, papel o tela, y pintura; pueden tomar formas de dibujos animados de moda o como en el caso del que realiza Jairo, referirse a la mitología azteca.
Mictlantecutli medirá cuatro metros de altura y pesará más de 20 kilos, se llevará aproximadamente tres meses de trabajo, 50 carrizos cortados a orilla del río, varios kilos de hilo; unos 30 costales, 12 latas de pintura, entre otras cosas, que tienen un costo total aproximado de cuatro mil pesos.
“Empezamos desde abril y vamos por los carrizos a la barranca, los traemos y una vez que estén listos los cortamos, salen cuatro tiras, vamos sacando las medidas, los hombros, las piernas, y con el carrizo más flexible vamos haciendo los aros para las diferentes partes del cuerpo. Comenzamos de abajo, metemos las tiras del carrizo dentro de los aros porque si van afuera se rompen, ya nos pasó; y los aros se van armando desde los más grandes a los más chicos, así para pierna y brazos. Al principio queda como una choza india y después vamos abriendo y amarrando, a cierta altura ponemos la parrilla, donde ponemos una serie de carrizos, allí van la cabeza, los brazos, porque es lo que va a soportar la mayor parte del peso, así vamos amarrando. Una vez armado procedemos al empapelado y después a poner la base, al último vienen los detalles, que son los que se llevan más tiempo”, explica Jairo.
Alarcón Tovar nació en la Ciudad de México, pero desde niño vive en El Salto (en donde se ha ido perdiendo esta tradición de elaborar estas estructuras) y disfruta de las tradiciones; además, desde hace diez años elabora mojigangas para bailarlas en la feria de San Antón. Aprendió solo, viendo y trabajando con sus amigos nativos de San Antón. El año pasado hizo, junto con su amigo David, al Guerrero Lobo-Jaguar.
“La primera fue un marcianito, después un chinelo verde, después chinelos, hice también personajes de videojuegos. He hecho chinelos de calavera, me robaron ese, chinelo esqueleto, el Guerrero”, relató.
Jairo asegura que las fiestas de San Antón sin las mojigangas serían menos alegres, porque éstas le imprimen alegría, además de que es una diversión para los niños y muchachos.
También afirmó que él va a continuar haciendo mojigangas y le enseñará a sus hijos porque es una tradición muy bonita y muy divertida.
En San Antón se espera que salgan a bailar entre 15 y 20 mojigangas.
El comité para los festejos de la Feria de San Antón 2018 dio a conocer que el día domingo 10 de junio se cerrará la avenida Jesús H. Preciado desde el puente Solidaridad 2000 hasta la calle Chulavista, por motivo de la celebración de aniversario del santo patrono del Pueblo: San Antonio.
De acuerdo con el ayudante municipal de San Antón, Amado Durán García, el día martes 12 de junio se realizará el corte del listón que da por iniciada formalmente la fiesta grande y se espera una asistencia de más de 20 mil visitantes de toda Cuernavaca y de otros municipios de Morelos.
La calle principal quedará cerrada a la circulación vehicular hasta el lunes 18 de junio.
San Antón forma parte de los 11 pueblos del Señorío de Cuauhnáhuac. Fue fundado el 23 de mayo de 1427, época en que era conocido como Analco, que significa “al otro lado del río o barranca”; sin embargo, fue hasta 1525 cuando su nombre cambió a San Antón, debido a la llegada de los franciscanos que trajeron consigo a San Antonio de Padua, santo que se convertiría en el patrón del poblado, a quien se le celebra con una gran fiesta el 13 de junio.
Leonardo Martínez, El León corridista de Tlaquiltenango
Tlaquiltenango. Mientras se cambia una playera por una camisa negra, con líneas leves blancas, de manga larga, Leonardo Martínez, El León del acordeón, relata que hace algunos años fue a tocar a Guadalajara con un grupo:
–Nos recogieron en un lugar, llegó una camioneta y nos dijeron que entráramos y así lo hicimos, ya adentro salimos a las afueras de la ciudad y nos dijeron que nos podrían una bolsa en la cabeza y así lo hicieron, nosotros no pudimos hacer nada, porque esa gente iba armada. Así nos fuimos hasta que llegamos a una casa, adentro nos quitaron las bolsas y ya pudimos ver. Nos bajamos y esperamos amontonados junto a la camioneta. A los pocos minutos llego el patrón de todos ellos y con una sonrisa nos dio la bienvenida, nos preguntó si se habían portado mal con nosotros y pidió disculpas porque sus “muchachos” nos habían llevado con los ojos tapados: “Yo les dije que no, que los trajeran así nomás, que sólo venían a tocar, a alegrarnos, pero ellos insisten que es por seguridad. Adelante muchachos”, nos dijo, y nosotros pasamos a tocar a esa casa muy grande y muy lujosa.
Profesional con pocos recursos
Después de las 7:30 de la mañana, habíamos salido del Oxxo de la avenida Morelos, rumbo al mirador de Tlaqui, en un coche y en una camioneta en donde llevaban la batería y el bajo, también la vestimenta para la grabación. En el auto pequeño iba el bajo sexto.
El viaje duró poco más de 15 minutos. Apenas comenzó el tiempo de lluvia y en aquel espacio de extensiones de tierra donde en tiempo de seca todo es café o gris ahora las franjas verdes de los sembradíos alegraban la mirada.
Al pie del mirador, los músicos subieron su vestimenta y los instrumentos: batería Alfonso Rosas, bajo sexto Martín Piña y bajo eléctrico Tino Barrios. En un estuche como de muñeco de ventrílocuo Leonardo, o El Chino, como le dicen en el barrio a este hombre de 37 años, llevaba su acordeón marca Giovanni.
El León del Acordeón mide un poco más de 1.60, es robusto, moreno, su pelo es negro, ensortijado, y lo trae largo, con unas patillas al estilo de Ramón Ayala, acordeonista a quien admira y de quien ha aprendido mucho, tanto como de los acordeonistas Juan Villareal, Amador Lozano, el Centavito:
–Yo no estudié música, lo aprendí de mi familia. Desde que tenía yo siete años, comencé en la música, primero con el bajo sexto, el bajo, el tololoche. Como a los diecisiete comencé a tocar el acordeón, y con este instrumento me siento bien, me gusta, además de que no hay mucho acordeonista por esta región.
Durante el trayecto hacia el mirador, relató que había compuesto cuarenta corridos y que lleva en su haber más de ocho videoclips bien producidos. También dijo que no hacía guiones, que todo lo llevaba en su cabeza, la historia lo da la propia letra del corrido y él se encarga de ilústrarlo con imágenes que le van surgiendo dentro de su cabeza.
La banda se instala al centro del lugar. Hay una pequeña barda y atrás se pueden observar un verde que se extravía más allá de los cerros, el centro de Jojutla, el estadio de futbol Agustín “Coruco” Díaz, que se levanta como una corona verde para la reina cañera que luce ahora triste, porque el sismo convirtió al ingenio en un eunuco.
En una bocina inalámbrica conectada con su celular Leonardo pone la música. Los primeros acordes del acordeón suenan y los cuatro músicos comienzan a pulsar sus instrumentos como si en verdad tocaran el “Corrido a Enrique Alonso”:
“Me di cuenta por el feis/ y me dio mucha tristeza. / Aprehendieron al amigo Enrique Alonso Plascencia/ que se encuentras tras las rejas/ así lo dijo la prensa...”
Leonardo interrumpe de vez en cuando y da instrucciones a Marco Antonio Rivera, quien se encarga del levantamiento de la imagen: le indica las clases de toma, los encuadres, los planos. De lo general a lo particular; de abajo hacia arriba, de arriba abajo…
En menos de veinte minutos la filmación acaba.
Sorprende que resuelven sus necesidades con los pocos recursos que tienen, con toda la seriedad que amerita el trabajo. Dirige como si estuviera en una superproducción y trata a los muchachos con mucho respeto, como actores profesionales.
Leonardo ya tiene los otros fragmentos de imágenes y el corrido bien grabado para que el editor “le eche los kilos” y el video se suba “a la de ya”.
Los músicos vuelven ponerse su ropa de calle y bajamos al centro de Tlaquiltenango. Ellos se vuelven pueblo cuando se meten al mercado a comer unas gorditas.
Aragón y León: la calle que vive
I
La mujer joven, delgada, morena, entra primero y sube las escaleras hasta la recepción del hotel donde pide un cuarto. El hombre –adulto mayor de sombrero y morral– la sigue a cinco pasos. Una cuadra arriba, en calle Agustín Aragón y León, se pusieron de acuerdo sobre el tipo de servicio y el precio.
Quince minutos después, sale ella de prisa y baja hacia No Reelección, detrás pero ya no siguiéndola, va el hombre, fajándose el pantalón todavía.
La calle con cintura de muchacha flaca donde abundan fondas y puestos de tacos, los recibe con su barullo y sus olores mezclados.
II
La calle Agustín Aragón y León, localizada en el primer cuadro de la ciudad de Cuernavaca, Morelos, es una de las más vivas. Comienza en avenida Morelos, se corta en Mariano Matamoros y muere en No Reelección. Consta de tan solo dos cuadras cortas. Hay negocios de comida y hoteles de paso, cocinas económicas y algunas tiendas, principalmente.
De las 9:00 horas en adelante la calle se comienza a llenar de gente que va a trabajar o a hacer compras o trámites a la ciudad, los negocios se abren al público y Aragón y León sirve como una vía para llegar de un lugar a otro, caminando o en algún vehículo; esto es de lunes a viernes, los sábados y los domingos, la calle no es tan transitada porque algunas personas no tienen que ir al centro.
Después de las 22:00 horas hay mucho silencio y oscuridad, sólo permanecen encendidas la luz de amapola de la calle de los hoteles y pensiones, a los que entra una que otra pareja a tratar asuntos relacionados con el sexo, aunque en temporadas altas las habitaciones se llegan a ocupar totalmente.
De las 12 de la noche hasta antes que la luz del día inunde la calle, ésta es silenciosa. No falta el grito de algún beodo o el alarido de algún asaltado que caiga y descienda la angosta calle.
A los turistas y a los lugareños distraídos esta vía no muestra sus misterios.
III
Elena trabajó muchos años ofreciendo servicios sexuales en esa calle que llegó a conocer “metro a metro”. Ahora vende ropita tejida para bebé. No dejó el oficio porque estuviera muy vieja o fea, sino porque sus nietos comenzaron a crecer: le daría mucha pena que sus nietos la sorprendieran “puteando” en la calle frente a una de esas casas de huéspedes u hoteles económicos. Por eso decidió cambiar de giro. Ahora gana poco, pero la falta de dinero la compensa el cariño de los hijos de sus hijos.
IV
Hay, en todas las esquinas del mundo, ese instante en que la luz va revelando objetos amados que alguna vez ocuparon sitios íntimos: excusados rotos, sillones desvencijados, colchones inservibles, zapatos enfermos ya de neumonía, pantaletas rotas.
Y la resaca de la noche arroja a la línea de luz uno que otro cadáver.
V
El viernes 2 de marzo de este año, ocurrió una “desgracia” en una de las habitaciones del hotel La Paz.
Cerca de las 12:15 horas, personal de seguridad del palacio de gobierno recibió el reporte de que había una persona muerta en el referido hotel. Minutos después, agentes de la Policía Morelos llegaron al sitio a bordo de dos patrullas.
El encargado del establecimiento les dijo a los uniformados que la víctima estaba en la habitación 10.
Al entrar, los agentes vieron a un hombre ensangrentado, tirado junto a la cama. Tenía una pistola en una mano. En la habitación no había desorden.
Media hora después llegaron los peritos de la Fiscalía General del Estado para iniciar las investigaciones del caso, y a eso de 13:30 horas, personal del Servicios Médico Forense realizó el levantamiento del cuerpo de quien aún no había sido identificado.
Un empleado del hotel dijo que el individuo, un hombre joven, llegó la tarde del jueves y solicitó una habitación. Al día siguiente, una de las recamareras tocó la puerta para realizar el aseo, pero cómo nadie le contestó, ingresó y al entrar halló el cuerpo tirado entre las dos camas.
“El muchacho dijo que esperaba a una mujer”, afirmó una empleada del hotel, por lo que se presume que se quitó la vida por una decepción amorosa, aunque la autoridad no descarta que se trate de un homicidio.
VI
Víctor Cinta Flores escribió sobre la calle Agustín Aragón y León que allá por los años sesenta fue albergue de “prostitutas y suripantas”:
“Dada la instalación de casas de huéspedes paupérrimas, que se veían abarrotadas de trabajadores humildes por los bajos costos de las habitaciones y del tiempo establecido con las damas concurrentes en esos tugurios:
–Ven chaparrito no te va a doler y si te duele te va a gustar –citó la dama de minúscula falda y pronunciado escote.
–¿Cuánto? –pronunció tan sólo el que parecía tenía el oficio de albañil, pues todavía traía la cuchara al cinto.
–Cincuenta varos, pero tú pagas el cuarto –advirtió la señora.
–¿En qué hotel? –interrogó el alarife.
–¡Pues en la Fronteriza!, no te hagas güey manito –sentenció por fin la (h)etaira.”
VII
Cinta también explica que Agustín Aragón y León nació el 28 de agosto de 1870 en la villa de Jonacatepec, de Morelos. Sus padres fueron José H. Aragón, del rancho cercano de Amasongo, y Victoriana León, de Chilpancingo. Fue educado realmente en el hogar hasta que cumplió 13 años, época en que lo trasladaron a la metrópoli (enero de 1884) donde ingresó en la Escuela Nacional Preparatoria. A fines de 1889 concluyó en ésta sus cursos que fueron los de todas sus asignaturas para ingeniería, medicina, arquitectura, farmacias y jurisprudencia, y por eso pudo ser alumno numerario de las escuelas de Medicina y de Ingenieros. En la preparatoria se distinguió como conferenciante público. Estudió para ser ingeniero topógrafo e hidrógrafo e ingeniero geógrafo y otras asignaturas de ingeniería de minas. El ingeniero Agustín Aragón y León se consagró al profesorado. Enseñó en la escuela de Ingenieros, Economía Política y Matemáticas superiores en la Agricultura, Historia Natural agrícola del ganado mayor y menor y Meteorología en el Colegio Militar. Así mismo en las dos Normales, fue examinador con honores en Geodesia y Astronomía práctica; de Cosmografía y Geografía y de Economía política y Derecho Constitucional. En 1888 empezó a estudiar el positivismo en su aspecto filosófico y en los siguientes años en el social, político y religioso. Funda en 1901 la Revista Positiva que edita a sus expensas y escribe más de 4 tomos de los 14 que lo forman. De 1896 a 1900 trabajó en la Secretaría de Fomento. En 1891 y 1892 trazó el paralelo de 31° 47’ de latitud norte entre México y los Estados Unidos. En 1907, en el mes de enero, se divorció de la enseñanza oficial y desde entonces y de lleno da su vida a la enseñanza positivista gratuita popular. De 1900 a 1910 fue diputado al Congreso de la Unión, y allí pronunció tres resonantes discursos; dos en defensa del Senador Lic. José López Portillo y Rojas en el Gran jurado de éste en noviembre de 1909 y otro a discutir el dictamen sobre la nacionalización de los ferrocarriles. Sus obras están en la Revista Positiva, en decenas de folletos en páginas inéditas en revistas extranjeras y nacionales de sociedades científicas. No tiene palmas académicas ni condecoraciones; es humilde escritor y apóstol de la religión de la humanidad.
Agustín Aragón y León falleció en la Ciudad de México, el 30 de marzo de 1954, en el antiguo Hospital Inglés. Sus restos fueron velados en su casa de la calle del Pino número 215 en la colonia Santa María la Ribera. Fue sepultado por decreto presidencial del Lic. Adolfo Ruiz Cortines, con todos los honores correspondientes, en la rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Civil de Dolores, en la Ciudad de México, el 31 de marzo.
Erwin: una vida rota
Para Delia Delgado Estrada el tiempo no es un remedio que todo lo cura. Hace más de un año mataron a Erwin y su dolor no cede.
“Exijo justicia, quiero que los responsables del asesinato de mi hijo paguen, ellos lo mataron, esto no me lo va a devolver, pero va a aliviar un poco mi dolor y mi coraje”, dice mientras pone sobre la mesa dos carpetas con el expediente de estos hechos.
De acuerdo con los documentos que Delia tiene en su poder y que obran en los autos, en el informe del Servicio Médico Forense SEMEFO 118/17-02, de fecha 28 de febrero de 2017, realizado por el perito anatomopatólogo Ramiro Calva Calva, el cadáver de Erwin Itzel Salgado Altamirano, tenía más de 20 lesiones internas y externas: “las heridas, hematomas, equimosis y excoriaciones mencionadas en el cuerpo del dictamen son huellas de lesión por contusión donde un objeto romo sin punta ni filo, de consistencia dura, con movimiento o sin movimiento entra en contacto con el cuerpo de la víctima”, se consigna en las conclusiones del dictamen.
Sin embargo, en la conclusión médico legal del examen histopatológico del 25 de abril de 2017, emitido por el doctor Celso Rodríguez Jiménez, en el Expediente Semefo 2972/17-04, carpeta de investigación: SC01/2064/2017, éste concluye: “Se determina como causa de muerte del C. ERWIN ITZEL DELGADO ALTAMIRANO, la de infarto agudo del miocardio”.
En el análisis, el médico legista expone que “el ahora occiso, sin lugar a dudas, sufrió una muerte súbita, ya que fue una muerte de aparición, repentina e inesperada en una persona aparénteme sana”.
La madre de Erwin no está de acuerdo con estas conclusiones y dice que va a continuar insistiendo en que los hechos se aclaren y se haga justicia. En el expediente están todas las pruebas que involucran a los culpables de la muerte de su hijo y en los noticiarios, periódicos y portales de noticias de diferentes fechas también constan las declaraciones del comisionado de Seguridad en Morelos, Jesús Alberto Capella Ibarra y del ex fiscal general del estado, Javier Pérez Durón, entre otros, que encubrieron a los autores materiales del asesinato.
El último día de febrero y el de Erwin
En la carpeta de investigación consta que el martes 28 de febrero de 2017, por la tarde, Erwin transitaban por la avenida Paseo del Conquistador, de Cuernavaca, y los policías de la patrulla 1740 le marcaron el alto, pero no hizo caso y se resistió al arresto, por lo que los elementos del Mando Único lo sometieron y lo subieron a la batea de la unidad. Según el informe policiaco al muchacho se le encontró un cigarro de marihuana (tres envoltorios, refiere otra versión) y una pantalla de televisión pequeña que los policías reportan (sin comprobarlo), se había robado. De allí lo llevaron a los separos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en Buenavista, localizada al norte de la ciudad, cerca del distribuidor vial.
Algunas versiones aseguran que los policías lo golpearon y se desvaneció en la batea de la patrulla, de allí no volvió en sí.
Uno de los testigos de la detención de Erwin refiere que el día de los hechos, como a las 3:55 de la tarde se percató que tres policías estaban forcejeando con un sujeto y lo hacían en una de las jardineras del fraccionamiento residencial Las Flores ubicado en la calle Pedro de Alvarado, colonia Lomas de Cortés, percatándose que lo esposaron, pero antes de hacer esto los policías lo golpearon. Después que fue asegurada la persona, el policía encontró una bolsa al parecer de color la cual tenía una pantalla chica de las que entregó Sedesol y misma que se observó cuando lo subieron a la patrulla. También logró ver cuando la persona detenida se encontraba arriba de la batea de la patrulla y uno de los policías ponía su pie sobre la persona detenida a la cual no podía ver si se encontraba boca arriba o boca abajo, fue que escuchó que el policía le dijo a su compañero que pisaba al detenido: “Oye ya no se mueve creo que ya está muerto”.
La madre de Erwin relata que el 2 de noviembre de 2016 (poco más de tres meses antes de que mataran a Erwin), por la noche, un amigo de su hijo le platicó que policías municipales los habían detenido, golpeado y atracado, en la autopista, a la altura del puente que une Cuernavaca con Ocotepec, y los fueron a abandonar a la colonia Maravillas.
“Erwin no me dijo nada para no preocuparme, y yo no tengo la seguridad que estos mismos policías fueran los que lo mataron el 28 de febrero”.
Fotoperiodistas captan el cadáver de Erwin
Varios reporteros y fotoperiodistas acudieron a las oficinas de la SSC (la “Metropolitana” llaman a esas oficinas) a documentar los hechos y esta casa editorial tienen una serie de tres fotografías de una persona (Erwin) que va siendo trasladada de los separos hacia una camioneta del Servicios Médico Forense. El personal del Semefo (a cargo de Samuel Nava Vázquez. coordinador Central de Servicios Periciales) lleva trajes tipo tibek blancos, y el cadáver no va cubierto con ninguna bolsa o manta de las que se deben utilizar, por reglamento, para el caso. Esto ocurrió a las 18:00 horas.
Una testigo por accidente
La existencia del cuerpo (sin vida) de Erwin la corroboró de manera accidental Jessica, una joven de 25 años, detenida con un familiar suyo ese mismo día por policías en Cuernavaca, al parecer por llevar en su vehículo cervezas. La reportera Leticia Villaseñor entrevistó a la chica (y lo consignó en un portal de noticias local), quien le dijo que una vez que los policías los trasladaron a los separos y después, antes de las seis de la tarde, los condujeron con el médico para que los examinara, y allí Jessica relató que desde donde estaba podía ver a Juan Rodrigo Montelongo Guilbert (su primo) aún en la patrulla 035. “Salí del ‘consultorio’ y entonces vi a un hombre muerto, estaba tirado en el pasillo con los ojos abiertos”.
La autoridad al rescate
El comisionado de Seguridad Pública del estado, Jesús Alberto Capella Ibarra “subió” a las redes sociales un video, alrededor de las 18:00 horas de ese día, para deslindar de toda responsabilidad a la Comisión Estatal de Seguridad Pública. Aseguró que, según el informe oficial, al momento de ser aprehendido Erwin “genera cierta actitud de resistencia y de violencia en contra de los elementos aprehensores, por lo cual (éstos) solicitan apoyo a otros dos compañeros, quienes llegan de forma inmediata para apoyar en esta detención. Al momento de llegar a las instalaciones de la Secretaría esta persona empieza a convulsionarse y pierde la vida”.
Después de que el funcionario saliera a dar estas declaraciones algunos medios de circulación nacional, como Grupo Milenio, informaron, violando la presunción de inocencia: “Muere presunto ladrón durante traslado en Morelos”.
Días después el ex fiscal general del Estado, Javier Pérez Durón exoneraría a los cinco elementos acusados de dar muerte al joven, ya que de acuerdo con los resultados forenses el muchacho había muerto “por causa de una úlcera”.
Jueza regaña a fiscal
En Morelos nunca había ocurrido un hecho similar al que sucedió el 3 de marzo de 2017 durante la audiencia de formulación de imputación y vinculación a proceso:
El día 3 de marzo, la juez Nancy Aguilar Tovar ordenó a la Fiscalía General del Estado (FGE) reponer el procedimiento de investigación contra cinco policías preventivos del Mando Único que detuvieron y golpearon a Erwin Altamirano; debido a que el Agente del Ministerio Público no pudo acreditar la causa de la muerte de este joven. En esa audiencia, incluso, se dio lectura al resultado de la necropsia en el que se especificaron 20 lesiones en la víctima, por lo que la juez sugirió a la FGE solicitar el apoyo de un médico legisla de la Procuraduría General de la República (PGR) para esclarecer las causas de la muerte de Erwin y dar vista a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) por actos de tortura.
“Estamos ante un asunto, donde una vez más, lo digo con todas sus letras, la Procuraduría del Estado de Morelos deja de asumir su responsabilidad, y pretende que sea este tribunal a través de esta juzgadora, quienes asuman las consecuencias sociales en relación a la resolución que en este momento se va a dictar. En primer lugar para poder dictar un auto de vinculación a proceso se debe estar al hecho materia de formulación de imputación, tal y como lo establece el artículo 316 del código nacional de procedimiento penales vigente en esta entidad federativa, a esta juzgadora le esta vedado cambiar los hechos materia de formulación de imputación, ´pueda cambiar la calificación jurídica cuantas veces sea necesario, pero el ejercicio de formular imputación es una facultad d exclusiva del agente del Ministerio Público, en términos del artículo 21 constitucional. En el presente asunto ni siquiera tengo las bases para entrar al fondo del estudio, toda vez que existe una formulación incongruente, se supone que estoy frente a agentes del ministerio Público, que son peritos en derecho, que son técnicos en derecho, que están obligados a actuar en todo momento con total objetividad, con total lealtad en el proceso, no obstante la formulación de imputación y aquí lo más lastimoso sería pensar que se está frente a una formulación ya no sé si por ignorancia, porque en verdad ya no sé cómo calificarla, o si es adrede esa falta de pericia, en la formulación de imputación… No puedo ser partícipe de lo que pretende la Procuraduría: vincularlos con una formulación de imputación con notorias deficiencias. Ello daría a la postre una libertad lisa y llana”.
Un muchacho muy generoso
En la carpeta de investigación SC1/2064/2017 para el SEMEFO Erwin es o fue un “cadáver de sexo masculino, de veinte a veinticinco años de edad, estatura de ciento setenta centímetros y perímetro cefálico de cincuenta y cuatro centímetros, de complexión delgado, color de piel moreno, pelo negro, frente amplia, cejas pobladas, ojos color café, nariz recta, boca mediana, labios regulares, mentón oval, m bigote sin rasurar corto y barba sin rasurar…”
Delia Delgado Estrada asevera que su hijo no era ninguna “perita en dulce”, lo había enseñado a defenderse, pero tampoco era un delincuente como lo quieren hacer aparecer las autoridades.
El muchacho fue rebelde siempre, le gustaba cuestionar las cosas, no se conformaba, le gustaba aprender y comprender las cosas, no aceptaba las cosas por órdenes nada más, cuestionaba, hiperactivo, muchacho guapo, estudiante muy bueno, muy hábil, él era el más pequeño de sus dos hermanos, estaba estudiando mercadotecnia en una universidad particular, y dejó huérfana a su hija que va a cumplir cuatro años el 11 de mayo. Le gustaban las enmoladas con mucho queso, cebolla; le gustaban los relojes, sus gorras y su trabajo de mantenimiento, sus herramientas, asegura Delia.
“Es una historia de vida, siempre ayudando a los demás, siempre metiéndose en problema por los demás, mucha bondad, mucha generosidad. Adoraba a su abuela. Desde el 2003 a 2017 vivió con la abuela en la colonia San Cristóbal, en la calle Gobernadores”.
Insiste en que el asunto de su hijo es uno de los ejemplos más evidente de corrupción en Morelos: a pesar de las constancias que existen en el expediente no se ha procedido en contra de los autores materiales de la muerte de su hijo, ni de los funcionarios que encubrieron el asesinato:
“No voy a descansar hasta que este asunto se aclare. Estoy sola se puede decir, frente a todos ellos, los que tienen el poder, son autoridades, que quieren dar carpetazo y tratar este asunto como eso, un expediente más, una cifra más, pero se trata de mi hijo, un muchacho al que le quedaba mucho por vivir”.
Pinche Erwin
En el panteón San José, de la colonia Ampliación Chipitlán, a la orilla de Cuernavaca, en la última hilera que da a la barranca seca hay una cripta que se distingue de todas, es de cemento de colores azul y blanco y está al pie de un árbol frondoso. Tiene un florero, un quinqué y algunas cactáceas, varios corazones rojos pintados y un pequeño duende.
Labradas sobre la piedra, se pueden leer estas frases, que definieron la vida rota del muchacho nacido el 19 de octubre de 1987:
“Piche Erwin, tan alegre, tan generoso, tan humano. Te extrañamos. Te amamos. Descansa en paz”.
Celebra Tetelpa al tecuán con invitados de otras entidades
Tetelpa. Las calles de esta comunidad localizada en Zacatepec se llenaron de sones, rugidos, chillidos, sonidos de tambor y bulla el sábado 7 de abril.
A eso de las 11 de la mañana inició el Segundo Encuentro Nacional de Tecuanes, con grupos de danzantes que partieron de la primaria “Vicente Guerrero”, con la participación de agrupaciones de San Nicolás Huamuxtitlán y Zitlala, Guerrero; de Acatlán de Osorio, Puebla, y de Ocotepec, Alpuyeca y Tepalcingo y Tetelpa.
En cada esquina, los danzantes realizaban exhibiciones para visitantes y lugareños que salieron de sus casas para observar el espectáculo: los aplausos se confundían con los sones que emanaban de los tambores y flautas de los piteros.
El calor brutal no venció las ganas de los danzantes de realizar su mejor interpretación en las calles del pueblo, ni de los turistas y pobladores; éstos regalaban agua a quienes desearan refrescarse.
La danza de los Tecuanes en el pueblo indígena de Tetelpa, gira en torno a la caza de un jaguar, tigre o coyote -de acuerdo a la región del país-, que acechaba el ganado de un hacendado, por lo que pide ayuda a su caporal para cazar a la bestia.
En la danza participan al menos 10 personajes. Esta danza va acompañada por sones que interpreta un “pitero”, que toca una flauta de carrizo y un tambor sencillo.
Con variantes, este argumento es similar en los demás pueblos en los que la danza también se practica.
Zenón Ortiz Anonales, ayudante municipal, dijo que esta danza es muy importante para el pueblo porque los vincula con sus raíces: “nuestro pueblo tiene más de seiscientos años porque ha conservado su cultura, no queremos perder nuestra tradiciones, y estos encuentros ayudan a que se difundan”.
En esta segunda edición del encuentro se realizó una pequeña muestra de objetos relacionados con la danza de los Tecuanes en Tetelpa y fotografías de esa danza desde 1946, propiedad de Florentino Sorela Severiano, nombrado como Tesoro Humano Vivo por su difusión y preservación de la danza en 2011 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Emanuel Espín, difusor cultural, lamentó que los grupos de danza representantes de Veracruz y Tlaxcala, que participaron el año pasado, no hayan podido participar por falta de recursos económicos.
Afectados por el sismo, “a medio construir” por falta de recursos del Fonden
Tetela del Volcán.- Afectados por el sismo del 19 de septiembre, en Hueyapan, tienen suspendida la construcción de sus viviendas porque no les llegan recursos para terminarlas.
Félix Amaro Flores es uno de los beneficiarios del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), cuyos documentos originales fueron encontrados en un paquete en una calle de Santa María Ahuacatitlán, en el municipio de Cuernavaca, el 8 de marzo de este año (número de folio original es 155300), y en la actualidad sus documentos se encuentran en poder del ministerio público, debido a la denuncia que se presentó el 9 de marzo contra quien resulte responsable.
Él vive en la calle Morelos, número 4, del centro de Hueyapan, tuvo pérdida total y ha tenido que suspender la construcción porque desde hace más de dos meses no recibe recursos para continuar.
El 27 de marzo, no se encontraba en su casa, había salido a trabajar, por lo que la entrevista se realizó con su esposa Floriela Rendón Soberanes, quien explicó que sí habían recibido recursos del Fonden por la cantidad de 25 mil pesos, pero que éstos se habían acabado y por esa razón la construcción estaba a medias:
“Desde hace meses no ha recibido más recursos, ha dejado de construir porque no tienen dinero. Mi esposo se dedica al campo, cultivamos huertas, milpas, cuando no hay trabajo se va de peón, lo invitan a trabajar y se va. Somos cinco personas, él, yo y tres niños chiquitos”.
También afirmó que están esperando más fondos para continuar la construcción y que esperan les lleguen pronto porque se acerca la temporada de lluvias.
Margarita Hernández Juárez es otra de las afectadas cuyos documentos originales se encuentran en poder del ministerio público, debido a la denuncia que se presentó el 9 de marzo contra quien resulte responsable porque sus documentos (folio 73648) se encontraron en un paquete en una calle de Santa María Ahuacatitlán, en el municipio de Cuernavaca.
El 27 de marzo ella tampoco se encontraba en su casa (localizada a un lado de la ayudantía municipal), pero atendió una persona que dijo llamarse Juan; él dijo que sí había recibido los recursos del Fonden (25 mil pesos) y que faltan recurso de gobierno del estado: “ella sí ha seguido construyendo, pero con recursos propios”, explicó.
Otros afectados por el sismo también reportaron que la mayoría de las construcciones se encuentran a la mitad porque desde hace más de sesenta días no ha habido dinero para comprar materiales y pagar a los albañiles para seguir construyendo y que esperan que se les entreguen los recursos prometidos a la brevedad porque se acerca el tiempo de aguas y no tienen un lugar seguro para protegerse de las inclemencias del tiempo.
Así lo dieron a conocer vecinos de barrios cercanos al centro de ese pueblo, entre ellos José Enrique Aragón Galicia, panadero y guardia civil; Juana Pérez Gutiérrez, ama de casa con domicilio en la calle Centenario, Ausencio Lavín Balcázar con domicilio en la calle Zaragoza, de oficio agricultor, y Ema Ariza Flores, ama de casa y con domicilio en la calle Emiliano Zapata número 3.
No hay albañiles
Ema Ariza Flores dio a conocer que en ese pueblo había de por sí pocos albañiles y en la actualidad éstos no se dan abasto con todas las construcciones, por lo que algunos trabajan una o dos semanas en unas casas y después dejan éstas sin acabar y se van a otras a continuar las edificaciones.
Algunos muchachos que se dedicaban a la agricultura ahora andan de peones porque es el trabajo que hay y que mejor se pagan en el pueblo.
Temen quedar incomunicados
José Enrique Aragón Galicia pidió ayuda a las autoridades federales, estatales y municipales, ya que en temporada de lluvias el acceso al pueblo es complicado y el sismo dejó los caminos y puentes en muy mal estado:
“Se entra o se sale por puentes y caminos que están muy mal y en peligro de colapsar, nosotros los seguimos usando porque no hay de otra, pero deben repararse. Ni las autoridades federales, ni las estatales, menos las municipales han reparado las vías de comunicación y ni siquiera nos han dado material para que el pueblo haga las preparaciones que pueda; por eso les pedimos que nos ayuden, se acerca la temporada de lluvia y tememos quedar incomunicados por el olvido en que nos tienen”.
Cada quien construye como puede
Ausencio Lavín Balcázar dijo que las personas que recibieron la ayuda del Fonden están construyendo por sentido común o según como les alcanza para los materiales, ya que no recibieron asesoría de nadie y el recurso que les entregó el gobierno es muy poco.
“Sabemos que estamos en una zona sísmica y que se necesita una construcción con características especiales, pero nosotros no sabemos eso y nadie nos ha asesorado, pero tenemos la urgencia de parar nuestras casas”, explicó,
Las cifras
De acuerdo con Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), el gobierno federal, por medio del Fonden, aportaría a los damnificados por el sismo del 19 de septiembre, en caso de daño total 120 mil pesos por vivienda y por daño parcial 15 mil pesos; de estas cantidades sólo ha aportado 90 por ciento; al gobierno del Estado de Morelos, en su caso le correspondería aportar 25 por ciento de la totalidad de las cantidades por pérdida total y parcial, citadas (que de acuerdo a información oficial fue depositada el pasado 16).
Tal y como se acordó con las autoridades federales y los damnificados por el sismo del 19 de septiembre, ese día el gobierno de Morelos entregó vía Bansefi los 280.5 millones de pesos que corresponden al 25 por ciento de los recursos que dará el Fondo Nacional de Desastres (Fonden) a las familias cuyas viviendas fueron calificadas con daño total.
De acuerdo con el boletín B-13607, del 15 de marzo de este año, emitido por el gobierno del estado, éste entregó por medio de Bansefi “los 280.5 millones de pesos que corresponden al 25 por ciento de los recursos que dará el Fondo Nacional de Desastres (FONDEN) a las familias cuyas viviendas fueron calificadas con daño total.”
A finales del año pasado, la alcaldesa de Tetela del Volcán, Ana Bertha Haro Sánchez, denunció que este municipio estaba en situación de abandono por las autoridades estatales y federales y que de acuerdo con el levantamiento de datos del Fonden hubo mil 850 viviendas dañadas a nivel municipal, entre ellas muchas con pérdida total y otras con fracturas severas, a las que se suman 300 hogares perjudicados que desafortunadamente no entraron en el fondo”.
Invaden diablos calles de Cuernavaca
Empleados del Ayuntamiento de Cuernavaca cuelgan en la calle Rayón, con alambres, monigotes de diablos llamados “Judas”, en el marco de las celebraciones de Semana Santa.
Los muñecos de papel llamados “Judas” se elaboran con carrizo, alambre, cartón y pintura y tienen forma de diablos, que a su vez representan la maldad de Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús.
El sábado de Gloria se quema al Judas. En Morelos, esta tradición se practica en los pueblos de los diferentes municipios.
Según los historiadores, la quema de Judas se relaciona con “Las Fallas de Valencia”, una costumbre de origen turco que se fomentó en la Península Ibérica y que llegó a tierras mexicanas luego de la conquista, aunque otra corriente afirma que la tradición nació en el siglo VII como parodia de las ejecuciones que hacía el Santo Oficio de la Inquisición.
El amate amarillo: Carlos y José
Tepoztlán.- A Carlos y a José les gusta trepar a los cerros de Tepoztlán. En las partes más altas buscan una buena piedra para divisar todo y se sientan a observar cómo se pierden las líneas de verde al fondo y el follaje es cortado por la autopista, las líneas de autos y los tráileres que van y viene como hormigas por la carretera La Pera-Cuautla. Son las 11:30 de la mañana.
También observan a los minúsculos obreros con sus chalecos y sus cascos dando paso con banderas a los automotores.
Más allá, dos máquinas arrasan con la vegetación, otras raspan los costados de los cerros para abrir paso al asfalto.
Los trabajos de ampliación de La Pera-Cuautla se realizan en terrenos de régimen comunal y ejidal de Tepoztlán, que forman parte del Área Natural Protegida Parque Nacional “El Tepozteco”, de competencia federal. Mediante resolutivo S.G.P.A./D.G.I.R.A./D.G./5887 de fecha 4 de agosto de 2011, la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Semarnat autorizó la construcción de la ampliación,
José y Carlos ya atravesaron por esa zona cargando su bicicleta. Se dieron cuenta de que los obreros no guardan las debidas precauciones con la señalización de la obra en construcción y cuando cierran o dan el paso a los autos y camiones pesados que durante el día y la noche pasan y pasan por la autopista. Eso de las medidas de seguridad lo escucharon de un grupo de cinco personas que fueron a hacer una revisión al lugar donde se amplía la autopista: Larisa del Orbe, Jaime Lagunes, Nanci Arispe, Lety Villaseñor y un fotógrafo.
También oyeron que algunas veces las enormes piedras ruedan hacia la autopista y ponen en peligro a los conductores. Incluso ya hubo un accidente de fatales consecuencias. Los visitantes documentarían cómo la vegetación cambia en las áreas en las que los obreros metidos en las máquinas van abriendo la tierra y llevándose matorrales y árboles jóvenes, adultos y viejos a la orilla de la carretera que va de la Ciudad de México hacia Cuautla.
Cerca de ahí está zona arqueológica de Tlaxomolco, que en 2014 prácticamente fue arrasada por la empresa Tradeco, con permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia por considerarla un “basurero”: Según Jaime Lagunes, Tlaxomolco es más antigua que Teotihuacán, tiene más de tres mil años y es patrimonio de la humanidad y, si no estaba en un proyecto de rescate, no la hubieran destruido.
Sentados en una piedra en lo alto de un cerro, con su mochila al hombro y ropa deportiva, los niños platican de los pleitos que hay en la primaria o de las muchachitas bonitas o de los profesores que aburren y se descuidan para que los chamacos se vayan “de pinta”. La mayor parte del tiempo sólo miran: la carretera entra por sus miradas, con todo y los colores verdes y los morados de las flores de los árboles que están urgidos de los tiempos de lluvia, con los follajes que palpitan y esperan la llegada de la primavera.
A lo lejos, un trascabo rompe enormes rocas con su broca, como un pájaro carpintero de metal y diésel.
Carlos y José bajan de la piedra, se incorporan al grupo de adultos que llevan cámaras y grabadoras, y que ahora descienden por el cerro. Les platican que sus maestros no les informan sobre las obras en la carretera, que ya lleva varios años; alguna vez el director de su primaria comentó algo sobre la ampliación de la autopista La Pera-Cuautla en una junta de padres de familia, pero no se ha vuelto a tocar el tema, aunque ellos se dan cuenta cómo se ha ido destruyendo el paisaje: lo ven como algo extraño, aunque no saben las consecuencias que esto acarreará. Les gusta ver la maquinaria pesada y los tráileres salchicha desde la parte más alta de los cerros.
Hay un amate como un enorme arácnido oriental que ha hundido sus raíces a una parte del cerro. A los niños les preocupa que en cualquier momento las máquinas que lo destruyen todo vayan a matar a este gigantesco árbol amarillo que destaca por entre la vegetación marchita.
Una de las personas que lleva una cámara fotográfica les dice que no cree que eso suceda, porque hace dos o tres años los pobladores de Tepoztlán y autoridades federales convinieron en respetar ese árbol y la enorme roca a la que se encuentra asido.
Los chamacos son muy preguntones, quieren saber para qué van a servir esos túneles que están haciendo debajo de la carretera. Una adulta del grupo contesta que son paso de fauna, para que los animales atraviesen la carretera sin peligro de que los vayan a matar.
Una vez que el grupo de siete desciende hacia donde más obreros trabajan, los niños se despiden. Atraviesan la carretera por el túnel del paso para la fauna, cargando la bicicleta como a otro miembro del grupo; son ya las doce y media.
Antes de llegar al otro extremo miran hacia atrás, los visitantes están platicando con un obrero que tiene un chaleco verde con rótulo de la empresa Grupo Constructor Jalapa; ya no alcanzan a escuchar lo que dicen: en un agujero que abrieron en la tierra están depositando la mezcla sobrante y otros desechos que se generan en la obra.
Desde finales de 2011, una gran parte los tepoztecos y de otras comunidades, que después se organizaron en los Frentes Unidos en Defensa de Tepoztlán, han hecho que a lo largo de varios periodos se suspenda dicha obra por atentar contra la flora, la y fauna, los mantos friáticos, los vestigios arqueológicos y los pobladores de esa comunidad.
Sucio y abandonado, el módulo de vigilancia del barrio de Las Calaveras, en Jojutla
Jojutla. Ni dos segundos podría duran dentro del módulo de seguridad quien no estuviera un respirador o cubrebocas: el hedor a excremento humano es insoportable y la visión de la taza del excusado rebosante de inmundicia es una imagen insoportable. Ni siquiera lo atenúa la pestilencia que en época de secas despide el río Apatlaco, que yace enfermo a los pies de esta construcción.
Sucio y abandonado se encuentra este cuarto de vigilancia localizado en la calle Francisco Sosa casi esquina con Zayas Enríquez, en el barrio de Las Calaveras de Jojutla.
La edificación está pintada de blanco, arriba tiene un bastidor con un anuncio de letras negras: “Mando único”, abajo y el escudo de la Comisión Estatal de Seguridad Pública, y al lado, un logotipo con una leyenda: “Construyendo el nuevo Jojutla. Gobierno 2016-2018”, y un teléfono de emergencia: 911 y 3420835.
Consta de dos espacios: en el principal -donde se supone que debiera estar un policía vigilando- hay un montón de arena para construcción, zapatos dispares, telas, una mochila desgastada y pedazos de papel, y en el otro espacio está la regadera y la visión infernal del excusado.
Afuera, en una de las esquinas, hay un nicho con una veladoras (según Google Maps, el año pasado había una cruz, señal de que ahí perdió la vida alguien) y se ubica al pie de un puente peatonal que conecta ese barrio con la comunidad de Panchimalco.
Al bajar o subir el puente los pobladores perciben estos malos olores y aseguran que un indigente usa el módulo como lugar para hacer sus necesidades fisiológicas.
Los vecinos solicitaron la revisión del puente de metal y de cemento, ya que con los últimos sismos han notado que la estructura se mueve cuando la gente transita por él, además de pedir seguridad, puesto que no hay presencia policíaca a pesar de la existencia de la construcción para vigilancia.
Algunos pobladores de Jojutla reportaron que hay más módulos en el abandono, por ejemplo el de la colonia Ricardo Soto, en lo que se conoce como “el corredor de la muerte”, por los índices delictivos en los últimos años; el de Tequesquitengo, un lugar con vocación turística, y el de la gasolinera Apatlaco, ubicado en una de las entradas principales a Jojutla:
“Nunca han funcionado, sólo los pintan conforme cambian las administraciones municipales. Los únicos que sí funcionan son el de la Cruz Roja en donde está la base de la dirección de Tránsito y otro en el pueblo de Tehuixtla, ubicado como a media hora de la cabecera municipal”.
Jojutla es un de los municipios de Morelos que tiene alto índice de delincuencia. Según la Comisión Estatal de Seguridad Pública, la Fiscalía General del Estado y de datos recabados por La Unión de Morelos, en 2017, en Morelos se denunciaron al menos 550 muertes violentas, 23 de éstas ocurrieron en Jojutla.
Los vochos de Jojutla
Desde el día 20 de septiembre del año pasado hemos caminado las calles de varios municipios de la zona sur como Zacatepec, Jojutla, Tlaltizapán y Tlaquiltenango y documentamos los efectos desbastadores del terremoto del 19 de septiembre. Ésta es una muestra de los “vochos” que hemos fotografiado en la cabecera municipal de Jojutla, Morelos, México.
El miércoles 20 de septiembre de 2017 a las 16:41 horas, en la calle Ignacio Allende 111, dos hombres trataban de abrir un portón de un domicilio: el terremoto destruyó parte de la casa y una de las columnas se venció y era prácticamente imposible abrir el portón para sacar de adentro un Volkswagen sedán, color azul.
El domingo 22 de octubre del año pasado volvimos a pasar por esa calle y varias casas habían sido demolidas, los dueños de la 111 habían sido reubicados en un espacio vacío dentro de unas casitas chinas azules. Frente a la casita estaba un “vocho” azul. Una mujer estaba frente a la casita y le preguntamos si era el mismo auto que se había quedado encerrado y nos respondió que sí:
–De lo poco que resistió y que pudimos salvar fue el “vochito”, ahora es el único patrimonio con el que contamos...
De manera ocasional y principalmente en Jojutla hemos tomado algunas fotos de autos Volkswagen sedán, conocidos como “vochos” o “vochitos”, que “aparecen” a nuestro paso por las calles, como escarabajos empolvados, y nos recuerdan las películas sobre la segunda guerra mundial en donde estos autos se pueden observar transitando por las calles bombardeadas.
El Volkswagen fue producido entre los años 1938 y 1978 en Alemania, y después se siguió fabricando en México hasta 2003.
A este modelo de automóvil se lo denominó KdF-Wagen o Kraft durch Freude Wagen, en alemán, “El coche de la fuerza mediante la alegría”.
A lo largo de diferentes países y lenguas se le atribuyeron los nombres populares de Volkswagen o Käfer (literalmente, en alemán, 'coche del pueblo' y 'escarabajo'), Beetle (literalmente, en inglés, 'escarabajo'), Coccinelle (en francés, literalmente 'mariquita') etcétera En los países hispanohablantes se lo denomina de diferentes maneras, Volkswagen vocho, Volkswagen Sedán, Pichirilo, Escarabajo, Peta, Sapo, Poncho, etcétera.
El 30 de julio de 2003, salió de la línea de producción el último vocho, que fue inmediatamente enviado al museo de Volkswagen localizado en Autostadt ubicado en Wolfsburg y el penúltimo construido (Número 2.999 de la última edición) se encuentra en el Museo & Club del Automóvil de la ciudad de Puebla, México.
El espíritu zapatista
Tlaltizapán.- El sábado 27 de enero se inauguró el mural El espíritu zapatista, en los muros que dan a la calle de la casa ubicada entre Allende y Zaragoza, barrio San Marcos.
El mural fue dirigido por Artemio Aguilar López y en él participaron varios pintores y gente de barrio.
Fue presentado por gente del pueblo y por personas que llegaron de otros municipios, interesados en la cultura zapatista, entre los que destacan el poeta del pueblo Alejandro Machuca, César Alvear, y la maestra Margarita Alvear.
Allí integran elementos propios de Tlaltizapán como su iglesia de San Miguel Arcángel y el corral de toros. "Era usado para unir a las personas, para que se divirtieran en los días de fiesta".
Destaca la figura de Zapata con una carabina en las enormes y un caballo, apostados en la entrada de un tecorral, una heloderma y pájaro llamado charretero, un río y el loquito del pueblo, entre otros símbolos.
De acuerdo con Félix Aguilar Lozano, El espíritu zapatista tiene como objetivo fortalecer la lucha zapatista y la permanencia del caudillo del sur en Tlatizapán; y el rechazo a Porfirio Díaz, “a quien el neoliberalismo ha tratado en estos tiempos como un héroe, pero que en realidad fue un tirano y vendió a México”.
En la parte izquierda de la pared frontal está Porfirio Díaz y debajo de él una mujer rubia y semidesnuda. Porfirio Díaz metió las vías del ferrocarril aquí no porque fuéramos grandes productores de granos, sino para facilitar el viaje de la Ciudad de México a este lugar para ver a esta nalgona”, afirmó uno de los presentadores.
Para la elaboración del mural no se pidió ni dinero ni permiso, y lo quisieron plasmar en una casa del emblemático corral de toros, para que la gente sepa que más allá de lo turístico, unos muchachos que no pasan de los treinta años edad están contando una historia que no se olvida de Zapara ni de sus raíces ni de su lucha.