Jojutla. Ni dos segundos podría duran dentro del módulo de seguridad quien no estuviera un respirador o cubrebocas: el hedor a excremento humano es insoportable y la visión de la taza del excusado rebosante de inmundicia es una imagen insoportable. Ni siquiera lo atenúa la pestilencia que en época de secas despide el río Apatlaco, que yace enfermo a los pies de esta construcción.
Sucio y abandonado se encuentra este cuarto de vigilancia localizado en la calle Francisco Sosa casi esquina con Zayas Enríquez, en el barrio de Las Calaveras de Jojutla.
La edificación está pintada de blanco, arriba tiene un bastidor con un anuncio de letras negras: “Mando único”, abajo y el escudo de la Comisión Estatal de Seguridad Pública, y al lado, un logotipo con una leyenda: “Construyendo el nuevo Jojutla. Gobierno 2016-2018”, y un teléfono de emergencia: 911 y 3420835.
Consta de dos espacios: en el principal -donde se supone que debiera estar un policía vigilando- hay un montón de arena para construcción, zapatos dispares, telas, una mochila desgastada y pedazos de papel, y en el otro espacio está la regadera y la visión infernal del excusado.
Afuera, en una de las esquinas, hay un nicho con una veladoras (según Google Maps, el año pasado había una cruz, señal de que ahí perdió la vida alguien) y se ubica al pie de un puente peatonal que conecta ese barrio con la comunidad de Panchimalco.
Al bajar o subir el puente los pobladores perciben estos malos olores y aseguran que un indigente usa el módulo como lugar para hacer sus necesidades fisiológicas.
Los vecinos solicitaron la revisión del puente de metal y de cemento, ya que con los últimos sismos han notado que la estructura se mueve cuando la gente transita por él, además de pedir seguridad, puesto que no hay presencia policíaca a pesar de la existencia de la construcción para vigilancia.
Algunos pobladores de Jojutla reportaron que hay más módulos en el abandono, por ejemplo el de la colonia Ricardo Soto, en lo que se conoce como “el corredor de la muerte”, por los índices delictivos en los últimos años; el de Tequesquitengo, un lugar con vocación turística, y el de la gasolinera Apatlaco, ubicado en una de las entradas principales a Jojutla:
“Nunca han funcionado, sólo los pintan conforme cambian las administraciones municipales. Los únicos que sí funcionan son el de la Cruz Roja en donde está la base de la dirección de Tránsito y otro en el pueblo de Tehuixtla, ubicado como a media hora de la cabecera municipal”.
Jojutla es un de los municipios de Morelos que tiene alto índice de delincuencia. Según la Comisión Estatal de Seguridad Pública, la Fiscalía General del Estado y de datos recabados por La Unión de Morelos, en 2017, en Morelos se denunciaron al menos 550 muertes violentas, 23 de éstas ocurrieron en Jojutla.