Durante este mes, hay la posibilidad de admirar algunos de esos trabajos en el Palacio de Cortés, pues se presenta como “Pieza del mes”, a seis piezas de diferentes formatos de la coraza de esa especie.
De esa manera, el Museo Cuauhnáhuac continúa con la exhibición del tesoro histórico, cultural y artístico que le fue cedida a la Delegación Morelos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el año 2009: la colección privada de piezas prehispánicas más importante del país, conocida ahora como colección Leof-Vinot-INAH.
Aunque en el texto que acompaña a las piezas, no se informa nada sobre su origen, la Doctora Lourdes Suárez Diez, investigadora del Instituto, señala en uno de sus trabajos* que en Mesoamérica se emplearon varias técnicas para lograr las decoraciones sobre esos materiales.
En primer lugar menciona el esgrafiado, el acanalado y el calado. El primero, dice, consiste en herir las paredes de la concha con un instrumento punzante para realizar diseños geométricos, zoomorfos, fitomórficos o simbólicos sobre la pieza, como es el caso de algunos de los caracoles que se exhiben en este mes en el museo.
En cuanto al segundo procedimiento, explica que consiste en incisiones sobre la superficie de la concha con un instrumento cortante. Por último, apunta que el calado es un corte hecho por percusión o desgaste que atraviesa las paredes de la pieza, de lado a lado, con fines decorativos.
Además de estas técnicas, también menciona la incrustación, la pintura y el grabado, pero acota que éste último, sólo fue usado por los pueblos aridoamericanos del norte de México y del sur de Estados Unidos.
Esta investigadora ha profundizado en el tema de esos moluscos y por ello, ha presentado desde hace años la exposición fotográfica Conchas y caracoles, ese universo maravilloso y es la autora de un libro del mismo nombre.
Al respecto, el INAH ha informado que “por su belleza, variabilidad, abundancia y lugar de origen, las conchas y caracoles han sido y son altamente estimados por el hombre. Estos materiales jugaron un notable papel en la religión y la ideología de los pueblos precolombinos, debido a que su procedencia (el agua, líquido vital en el desarrollo de la vida humana) y su asociación con el mar les significaron valores mágicos y sobrenaturales derivados de su imagen.”
Así como que es posible apreciar “el sentido mítico y sagrado que los pueblos prehispánicos le otorgaron a estos moluscos, desde Aridoamérica hasta Mesoamérica”, en los trabajos registrados por la Doctora Suárez Diez.
*Arqueología Mexicana, núm., 35, vol. VI., pág. 46.