Un largo y efusivo aplauso de pie, por parte de los numerosos asistentes, selló el discurso que ofreció el Doctor Adalberto Ríos Szalay, dentro del homenaje que le brindó la máxima casa de estudios de la entidad, en el Museo de Arte Indígena Contemporáneo (MAIC).
Durante su intervención, los sociólogos Rodolfo Stavenhagen y Leonel Durán, así como la secretaria general de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Patricia Castillo España y el director general del Patronato Universitario, Mario Caballero Luna, coincidieron en exaltar la obra y trayectoria del fotógrafo morelense.
Asimismo, la tarde del pasado jueves 8 de septiembre, fue inaugurada, en el mismo recinto, la exposición de imágenes titulada Acercamientos al arte pluricultural de México, con obra fotográfica realizada por el homenajeado.
Como testigo de su tiempo, pero también como conocedor del pasado mexicano, Ríos Szalay dijo que el acervo fotográfico compartido con la UAEM, “es un registro de creaciones, ejemplos de sapiencia y dignidad de nuestras comunidades, tarea a redoblar en momentos tan graves”.
Sostuvo tener la certeza de que “las patologías que nos agobian son hechos dolorosos, pero circunstanciales, que no prevalecerán, dado que México es una potencia cultural y sólo la cultura devolverá el diálogo con los corazones y reconocerá, como lo decían los ancestros, a los hombres de rostro verdadero”, afirmó.
La trascendencia de México está fuera de toda duda, continuó, “quizás ya no me toque verla recuperada y por eso agradezco poder seguir trabajando en el ámbito que, por definición, debe estar al servicio de las mejores causas: la universidad”, enfatizó.
Con humor y al tratar de evitar la personalización inevitable que todo reconocimiento trae consigo, Ríos Szalay aseguró al comenzar, que durante días mantuvo una lucha para acotar el acto.
“Me preocupa que se hable de reconocimientos personales, porque estos normalmente son de cuerpo presente o post mortem, así que, en busca de un conveniente pudor y porque las selfies no son lo mío, preciso: el motivo que nos reúne es reconocer, a través de sus artistas, al México Pluricultural, y a la misión que la UAEM ha materializado en este joven museo”, destacó.
Con la representación del rector de la UAEM, Alejandro Vera Jiménez, la secretaria General de la institución, Patricia Castillo España, expresó “el honor” de entregar un reconocimiento a Ríos, que ha dedicado su vida a la academia y a la difusión de los valores de Morelos, México, América Latina y otros países.
“Y quien, junto a sus hijos, ha decidido compartir su acervo fotográfico con la UAEM, creando un centro promovido por la Facultad de Arquitectura al servicio de la universidad y la comunidad”, apuntó.
Por su parte, el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Leonel Durán Solís, destacó una “peculiaridad” que tiene Adalberto Ríos, “un pasaporte único que le ha permitido ir a lo largo de éste y otros continentes”, y resaltó que en la exposición se puede apreciar cómo “jugó como quiso con sus propias imágenes”.
Asimismo, hizo hincapié en la labor del espacio en donde se llevó a cabo el homenaje, “el nombre es destino”, dijo y mencionó que “este museo tiene una tarea muy larga por hacer, no sólo en la entidad sino en el país”.
En su oportunidad, Rodolfo Stavenhagen mencionó que conocía a Ríos y a Durán, desde hace 38 años, cuando surgió la Dirección de Culturas Populares, “aventura” en la que coincidieron desde entonces.
Expresó sentirse feliz por “la gran obra” realizada por Ríos, con imágenes vinculadas a una concepción de nuestra cultura nacional multidiversa.
“Son magníficas las imágenes que nos presenta el artista”, añadió y señaló que la exposición era “una muestra de lo que nos enseña Adalberto Ríos”.
*UNA PREGUNTA EN EL CENTRO
Como parte central de su discurso, Ríos Szalay planteó y respondió una pregunta, al rememorar como anécdota lo sucedido en 2013, cuando la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos lo invitó, junto con el Doctor Miguel León Portilla y Enrique Krauze, a unas jornadas dedicadas a México, a partir de que su director, el Dr. James Billington, conoció su libro México Visto y Andado.
“Cuando me tocó intervenir me preguntaron: ¿quién está atrás de esto? -No entiendo, contesté. –Sí, ¿quién ha hecho posible que hayan trabajado desde los glaciares de Alaska a los de la Patagonia y cubierto tantas facetas de su país y América Latina? Hoy es buena ocasión para responderlo ante ustedes”, consideró Ríos.
“Todo empezó hace 48 años al utilizar la fotografía como apoyo a la enseñanza, tanto en la UAEM como en la UNAM y cuando el Dr. Rodolfo Becerril Straffon, morelense, Presidente del Colegio Nacional de Economistas y director del FONART me invitó a realizar reportajes sobre grandes maestros artesanos”, rememoró.
“Pensé que ir al encuentro de esos artistas, era una oportunidad para escucharlos y conocer su sentir, anhelos, inspiraciones y la visión crítica de mujeres y hombres, capaces de crear belleza, muchas veces superando la penuria, hecho para mí más importante que mostrar piezas aisladas, como si fueran productos asépticos, fruto de ocurrencias geniales”.
“Recibí lecciones magistrales al encontrarme con el pueblo al que pertenezco –añadió-; vivencias que orientaron mi vida, como le sucedió posteriormente a Carlos Montemayor”, y después, “fui invitado a continuar el mismo tipo de trabajo con Leonel Durán, director de Culturas Populares y con Guillermo Bonfil; ¡que privilegio! Abrevar de sus ejemplos, obras y de las de Rodolfo Stavenhagen; por ellos me dedico a esto”, admitió.
Después mencionó que “cuando los raquíticos presupuestos fueron languideciendo, AeroMéxico y Mexicana nos invitaron a unir imágenes y testimonios para promover a México, esto nos facilitó el viajar”.
Mencionó que, posteriormente, su trabajo se internacionalizó al recorrer varias naciones del continente y cuando “la OEA nos pidió adiestrar a jóvenes de distintos rumbos del continente”, afirmó Ríos.
“Mis hijos, quizás el logro más importante de mi vida –enfatizó el homenajeado- se unieron por decisión propia y me obligaron a estudiar el posgrado en antropología, cada uno avanzó en su propio campo y fuimos ampliando la posibilidad de seguir “traviajando”. Lo importante es que no solo acumulamos imágenes, sino desarrollamos un sistema de información alrededor. Así comenzó a crecer nuestro archivo, que se multiplicó con la era digital”.
*TENÍAMOS QUE INTENTARLO PRIMERO CON LA UAEM
Después habló de la donación de un millón de fotografías, y de toda la información que las respalda, a la UAEM y reveló que la universidad de Texas y la de California se interesaron en ese acervo, “pero pensamos que teníamos que intentarlo primero en nuestra tierra; solicitamos una reunión con el Rector Vera, quién de inmediato se interesó”.
En buena parte de su participación, Ríos Szalay destacó la labor que miembros de la universidad realizaron en el pasado, así como la que llevan a cabo, hoy en día, las nuevas generaciones y los logros realizados por la institución.
Pidió honrar “a quienes han forjado una identidad que suma, desde la impronta de honda raíz dejada por Modesta Lavana de Hueyapan”, hasta “la figura de Guillermo Helbling, morelense de Rosario, Argentina, que nos legó sus investigaciones y libros que literalmente abrieron un cofre de maravillas”.
Consideró que dos salas del MAIC, “bien podrían llevar el nombre de tales personajes que entregaron su amor y talento a Morelos”.
*MI ESFUERZO ES TESTIMONIAL
“El privilegio de viajar por mi país por casi 50 años y por más de 40 naciones, me estimula a registrar, para su difusión, preservación y desarrollo cualidades y potencialidades, para ello encontré herramientas sin igual en la cámara fotográfica y en la cibernética, gracias a que mis hijos dominan nuevas tecnologías”, comentó.
En la parte final de su participación, Ríos Szalay definió su trabajo fotográfico, “mi esfuerzo es testimonial, no busco generar propuestas artísticas, sino reflejar de la mejor manera aspectos en los que me parece vale la pena reparar.
“Desde luego intento hacer bien mi trabajo y por ello, cuando lo logro, puede tener ciertas cualidades plásticas, subordinadas siempre al objetivo esencial de difundir valores”, afirmó.
Concluyó su exposición al responder el cuestionamiento de inicio, “como boomerang regreso a la pregunta que me hicieron en la Biblioteca del Congreso de EEUU: ¿Quién está atrás de esto? Ahora celebro que podamos decir, orgullosamente: este proyecto forma parte de las acciones de la UAEM y de los morelenses”, finalizó.