La dificultad de entender la obra del historiador francés Francois Furet
(París, Francia, 1927- Toulouse, 1997), no tiene que ver con su lejanía, sino con su extrema proximidad. El pensamiento histórico de Furet no se refiere a lo remoto, sino a lo más inmediato, se ubica en un punto clave del pensamiento moderno: la Revolución Francesa y sus consecuencias. Reflexión sobre la construcción del Estado moderno, fundación y renovación de las instituciones. Marx y la Revolución Francesa (Fondo de Cultura Económica, 1998) es, como el mismo título lo anuncia, un libro de historia en dicho sentido.
Y si al volumen le hicieran falta adjetivos, podríamos añadir como el mismo Furet decía, que es un libro de filosofía pura, probablemente en el único sentido en el que la pureza conserva todavía un cierto interés; esto es, como una posición contrapuesta a la impureza interdisciplinaria, de la disolución de los géneros y quizá también de otras delicuescencias análogas.
Francois Furet, fue uno de los grandes historiadores europeos del siglo XX, dirigió la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de Francia. En 1954 obtuvo la licenciatura en Historia. En 1956 accedió al CNRS (Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia) como investigador sobre la Revolución francesa, trabajo que compaginó con la labor periodística.
Pero lo esencial de su carrera comenzó en 1960, al ingresar en la École des Hautes Études en Sciences Sociales, donde permanecerá hasta 1985, y donde realizó una lectura liberal de la revolución, alejada de los postulados comunistas dominantes en la época.
A partir de 1985 profesó en la Universidad de Chicago. Entre sus obras principales destaca El pasado de una ilusión. Ensayo sobre la idea comunista en el siglo XX, Premio Europeo Amalfi de Ciencias Sociales 1996, Premio Chautebriand y Premio Gobert de la Academia Francesa.
Otras obras importantes: Pensar la Revolución francesa (1978) y Dictionnaire critique de la Révolution française (junto a Mona Ozouf, 1993). En 1997 fue elegido para la Academia Francesa, puesto que no llegó a ocupar al morir ese mismo año.
En Marx y la Revolución Francesa, se reúne un material inédito de Furet sobre las transformaciones francesas a partir de su proceso revolucionario, y la construcción de un nuevo país. La primera parte del libro contiene un riguroso ensayo sobre la evolución y relación del pensamiento de Marx alrededor de este punto. La segunda parte se concentra en una edición crítica de los textos de Marx sobre la Revolución Francesa, seleccionados por Lucien Calvié y presentados en orden cronológico, precedidos de una introducción que sitúa el periodo en que fueron escritos y publicados. Fruto de esta reconstrucción es un libro realmente fascinante.
Ensayo en el cual Furet interroga los textos de Carlos Marx, unidos históricamente a las fundamentaciones sobre la vida intelectual y la evolución del pensamiento del autor de El capital. El diálogo claro está, requiere la adecuada comprensión de la causa marxista, si lo que se pretende es dilucidar dos aspectos de su interpretación "revolucionaria" que todavía interpelan a nuestro presente. La pretensión tiene su origen: entender la sociedad contemporánea. El texto se convierte así en un soberbio esfuerzo por actualizar al concepto "Revolución" que cambió, prácticamente la historia moderna mundial: evolución o revolución, de un mundo que se negaba a cambiar, en los procesos mismos que marcaba la modernidad.