Y si bien, a nivel de resultados ante sus gobernados el 2016 para nada ha sido bondadoso, el 2017 se advierte aún más crítico, porque más de la mitad de las alcaldías no sólo no han amortiguado sus pasivos heredados por los antecesores, por el contrario, han incrementado más las deudas e incluso despedido injustamente a buena parte del personal.
Por eso hay ya preocupación de muchos ediles, que no saben cómo van a enfrentar el fin de año, cuando por ley deberán pagar prestaciones como el aguinaldo, con arcas vacías y sin manera de conseguir dinero adicional, debido a que en los demás niveles de gobierno tampoco las cosas andan bien.
Frente a dichas circunstancias, la capacidad de gestión de algunos munícipes es lo que viene haciendo la diferencia y habrá que reconocer que en ello han tenido sustancial intervención algunos diputados federales de los distintos partidos, que aprovechando su posición les han traído recursos, no a todos, pero sí a la mayoría.
Mucho se ha insistido en que la falta de oficio de los presidentes municipales posibilita que la absoluta mayoría de los fondos económicos concursables de la Federación no se utilizan. Son muy pocos los alcaldes que le ponen interés a este asunto y contratan personal especializado, a fin de que les elabore proyectos para ser enviados a esas instancias gubernamentales en busca de apoyos.
Hasta ahora, por lo que se advierte, es la alcaldesa de Puente de Ixtla, Dulce Margarita Medina Quintanilla, la que tiene amarrada una acción significativa en ese sentido, algo así como 30 millones de pesos para el desarrollo de una obra en la que se descentralizarán buena parte de los servicios que presta el Ayuntamiento, además de que dispondrá de un área de usos múltiples en materia de cultura, deporte y hasta auditorio, gimnasio o guardería.
Con recursos a fondo perdido, se adquirió una superficie arriba de cinco mil metros que ofrecerá esos servicios a Xoxocotla, San José Vista Hermosa y Ahuehuetzingo, es decir, a la mitad de los 70 mil habitantes que tiene la municipalidad, pero que además ya era necesario, ya que esa presidencia municipal actualmente carece de espacios de estacionamiento para aquellos ciudadanos que buscan resolver alguna necesidad con la comuna.
Lo menos que se dice es que hay que dejar la unidad vehicular a decenas de cuadras de distancia por inexistencia de estacionamientos, acá habrá algo así como dos mil metros para ello. Fuera de eso, parece que Miacatlán va por un paquete más o menos parecido con Francisco León y Vélez, pero pensado en una unidad deportiva multimodal, igualmente a las afueras de la cabecera municipal para evitar congestionamiento vehicular.
El asunto es que se aplique, tanto en Puente como en Miacatlán, y que no ocurra lo que en otras alcaldías en años pasados, como en el caso de Temixco, donde el entonces presidente municipal Miguel Ángel Colín Nava se fue recio con recursos igualmente logrados vía diputados federales.
Sólo la ex alcaldesa Gisela Mota Ocampo, siendo legisladora federal, le gestionó más de 200 millones de pesos para obras, las que en su último informe dio por concluidas, pero cuando se fueron a revisar no se había colocado ni la primera piedra, se los bailó todos. Por eso habrá que cuidar que aquí si se ejecuten cabalmente.
Bueno, la diputada federal Rosalina Mazari Espín ha venido igualmente abonando a favor de algunos ediles. Al de Xochitepec, Alberto Sánchez Ortega, le consiguió dinero para una unidad deportiva y dos aulas en una escuela primaria en Alpuyeca, con eso la van librando.
En términos generales, a dos meses de terminar el año, ya muchos ayuntamientos muestran incertidumbre en materia financiera, han dejado de cumplir con el pago puntual de salarios al personal y tampoco resuelven necesidades urgentes de los ciudadanos, lo que lleva a considerar que no llegarán a la segunda quincena de diciembre en condiciones de pagar las prestaciones laborales de rigor.
Ahora bien, tampoco crea que las adversas condiciones le quitan el sueño a los presidentes municipales, ellos, salvo algunas excepciones, andan en lo suyo, para nada muestran limitaciones en sus gastos de representación y continúan dándose el derroche como si no estuviera pasando nada.
Prefieren dejar sin ingresos a los empleados de servicios generales, de limpia o alumbrado, es decir, trabajadores cuyo salario es fundamental para poder atender necesidades básicas de la familia, que sacrificar lo suyo. Tanto edil como Cabildo son los que primeros que cobran y son los que más ganan y por lo tanto tienen menos urgencias; pero así es esto de la política en todos los niveles.
Sólo que el rezago se sigue acumulando, cuando hay una bolsa de miles de millones de pesos en la Federación a disposición de las alcaldías en el país para acciones a favor del deporte, la cultura, el fomento a las actividades productivas y sobre todo de la mujer, pero que sólo se otorgan cuando los proyectos ejecutivos son viables.
Y para tal efecto hay que cumplir una serie de reglas y requisitos, de otra manera cualquiera podría conseguir el objetivo. Es decir, para la elaboración de los proyectos se requiere de profesionales en la materia, despachos que ya conocen el camino, las normas, y saben cómo hacerlos llegar y prosperar.
Sin embargo, el nivel de formación y relación política de los presidentes suele ser mínima, muchos no alcanzan a comprender la trascendencia de echar mano de gestores de tal envergadura y dejan escapar oportunidades que sólo son para aquellos que conocen y que desean efectivamente dejar huella, hacer un esfuerzo extra por su pueblo, por encima de intereses y necesidades propias o de familia.
Por todo lo anterior, es que ya se advierte un ambiente bastante complicado este fin de año, con descontento desde el interior de las comunas, porque no habrá dinero en la mayor parte de las tesorerías a fin de pagar los salarios devengados de las nóminas y todo indica que el gobierno estatal tampoco se hará cargo como en otros años.