Luego de haber sido nombrada presidenta del comité del régimen administrativo del recinto, así como secretaria de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública, habló incluso del tema, para decir que la corrupción quedaba atrás, porque el compromiso era orientar los recursos a los esfuerzos legislativo y, en general, a buscar el bien común.
Pero al paso del tiempo las cosas han venido cambiando, hay una serie de señalamientos y quejas por presuntos malos manejos en ese control administrativo, y lo menos que se menciona, es que se queda con el 20% de las gestiones orientadas a diversas acciones, entre ellas obras de beneficio público.
Ella viene de encabezar una de las agrupaciones o sectores del Revolucionario Institucional, el Organismo Nacional de Mujeres Priistas (ONMPRI), plataforma que le posibilitó negociar un espacio en el Poder Legislativo y llegó sosteniendo que dejaría huella por la honestidad con la que se conduciría. Pareciera hoy que sólo fue un discurso más, como suele pasar siempre.
El asunto es que la “mochada” que viene aplicando –debe ser en complicidad de algunos actores más- ya es motivo de inquietudes y molestia entre la mayoría de sus compañeros del honorable Congreso y eso deberá corregirse antes de que cobre mayor relevancia.
Por cierto, Vicera Alatriste se vio envuelta hace unos meses en un escándalo, del que aunque no fue parte fundamental, la llevó a ser mencionada en espacios nacionales de información. El gravísimo suceso en el que su escolta Noé Adán Rosales dio muerte a tres mujeres, con las que él tenía familiaridad política, en el municipio de Jiutepec.
Fue en la primera quincena de marzo, tras una discusión, se llegó a decir que por disputa de herencias, el tipo debió huir de la entidad y hasta la fecha no se sabe nada más, porque parece haber sido otro hecho que como la absoluta mayoría, quedó impune.
Debe haber existido una buena relación del asesino con la diputada, porque tras los sucesos, ella se ausentó cerca de dos meses de los trabajos legislativos. Aunque lo aclaramos, aquello fue asunto de su elemento de seguridad, no de ella, pero de todos modos, había comenzado con el pie izquierdo.
Por la delicadeza del tema, no podemos revelar nuestras fuentes informativas, sólo diremos que sí es la mayoría de diputados quienes dicen saber de los malos manejos en lo referente a la aplicación de proyectos y es a partir de ahí que se comienza a hacer público.
Lo que faltaba, decíamos que el tricolor está llegando en muy malas condiciones al inicio del periodo preelectoral hacia las elecciones del 2018. Son muy escasas las figuras que sobreviven en alguna representación o cargo público en la entidad y algunos de quienes tienen ese privilegio, lo vienen desperdiciando.
Claro, hay quienes, conscientes de que quizás sea la última oportunidad que se les presenta, quieren aprovecharla al máximo, despachándose con cuchara grande, pero eso necesariamente tiene costos, aquí comienzan a aparecer.
La corrupción es un cáncer que viene consumiendo al país y al estado, ha cobrado fuerza en las instituciones gubernamentales y en los tres poderes. A nivel país, las estimaciones señalan que el hurto al erario público y acciones colaterales representan una pérdida de un billón y medio de pesos anuales. Algo así como el 10% del Producto Interno Bruto (PIB).
Morelos para nada escapa a lo anterior.
TARDÍAMENTE, PERO REACCIONA EL PRI
Finalmente y al cuatro para las doce, la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional decidió reaccionar ante el escenario por el que atraviesa la entidad y pidió cordura a las partes. El presidente del CDE, Rodolfo Becerril Straffon, se deslindó incluso de lo que andan haciendo algunos de sus legisladores locales y conjuntamente con el líder tricolor en Cuernavaca, Iván Saucedo Tapia, sumaron activos a quienes se han integrado en un bloque de corte ciudadano, a fin de repeler las violaciones cotidianas a los derechos humanos en la entidad.
Ya lo veníamos diciendo, se nos hacía un grave error no tomar partido, sobre todo porque el movimiento en referencia ha estado escalando espacios a nivel de opinión pública y su presencia se encuentra en todos los rincones de la entidad.
Hace mucho que no veíamos un bloque de la magnitud y alcance del Frente Amplio Morelense (FAM), que sin el apoyo de partidos, logró abrir las puertas de la Secretaría de Gobernación (Segob) en la Federación para que atendieran sus exigencias y por lo menos los escucharan.
Por lo que sabemos de esos encuentros, los funcionarios que los han atendido, sobre todo en aquella reunión tras la caravana, se sorprendieron de la representatividad de los líderes de los grupos convergentes, porque ellos tenían una información totalmente diferente. Algo así como que se trataba de unos cuantos facinerosos, sin oficio ni beneficio, que lo que buscaban era fastidiar.
Una vez que apreciaron el alcance y dimensión de la protesta, entendieron que lo más prudente era abrirles las puertas y empezar un diálogo que nadie sabe aún hasta donde terminará. Pero el PRI se había mantenido en silencio, ni por error se refería al tema y eso lo ponía en desventaja, porque parece que no, pero lo que vemos en estos días respecto al conflicto, tendrá fuertes repercusiones en los resultados de las elecciones del 2018.
Nos ha tocado vivir sucesos similares y la experiencia nos indica que todo eso será un factor de peso en esa justa, ya lo veremos. Algo parecido se dio en aquel 2008, cuando el Acuerdo por la Calidad de la Educación (ACE) llevó al magisterio estatal a un paro de cerca de tres meses.