El hombre es parte del conflicto que viven dos bloques en el municipio de Villa de Ayala, a cuya rivalidad se atribuye incluso el asesinato del luchador social Gustavo Salgado Delgado. En su oportunidad, cuando las cosas se pusieron difíciles, debió salir a dar la cara y a rechazar acusaciones que lugareños le hacían en relación a esos acontecimientos.
Es decir, su situación como que lo hacía vulnerable y proclive a cualquier tipo de presiones, ojalá no haya sido ése el origen de su determinación de abandonar a los azules. Lo cierto es que sólo dio algunos indicios sobre sus razones, como aquello de que ha decidido ir a abonar en el esfuerzo por la reconciliación, los acuerdos y el diálogo, en referencia al conflicto del gobierno con el Frente Amplio Morelense (FAM).
Esa referencia nos lleva a pensar que sumará activos con el sector oficial, sin embargo consideramos que no era necesario renunciar a Acción Nacional para poder desarrollar esas tareas, es acaso una excusa para justificar la salida.
Por lo pronto, el blanquiazul se ve reducido en su número de representantes en el Congreso local y pudiéramos considerar igualmente, que es parte del ajuste de cuentas que viene sufriendo de la parte gubernamental por haberse opuesto a la reformas legales a fin de validar los matrimonios igualitarios, por haber votado en contra del nuevo crédito y a favor del juicio político.
Sin duda, por todos esos antecedentes, el grupo parlamentario en referencia ha sido sacrificado en algunos de sus intereses que tenía en la Cámara. Y es algo curioso, mientras como institución político-electoral parecen venir en ascenso, acá se están achicando, aunque eso pudiera ser coyuntural, porque aún lo de Tablas Pimentel, si lo saben capitalizar, puede ser un factor que les beneficie en el futuro inmediato.
Ciertamente que han sido sacrificados en posiciones internas del recinto legislativo, pero como que desde el exterior se les considera víctimas y eso suele convertirse electoralmente en mayor respaldo ciudadano. Por ahí les vemos las posibilidades de compensación, en un futuro nada lejano, es decir las elecciones del 2018.
Como lo hizo hace unas semanas el legislador Julio Espín Navarrete, Tablas –es casi un hecho- se agregará a los acuerdos y decisiones de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y eso de “independiente” es sólo una expresión bastante recurrente en casos como ese.
Espín Navarrete llegó como jefe al grupo de los amarillos, ese fue el acuerdo pactado con el partido de izquierda, como que Tablas no logró cotizarse a tan alto nivel, sin embargo, como decíamos al principio, igual y se vio obligado por las circunstancias en relación al caso Gustavo Salgado.
SIGUE EL REACOMODO
Ese tipo de transferencias suelen ser muy recurrentes cuando se aproxima una elección, es así como los partidos políticos buscan enviar el mensaje hacia afuera de fortaleza y liderazgo, mostrando el poderío, tanto en lo que se refiere al ejercicio del poder, como al ámbito económico.
Se intenta ir inclinando la balanza de su lado, pensando que esos sucesos pueden generar inercia de electores a su favor, sin embargo como que aún es muy temprano para pensar en ello, además de que si hay alguna institución partidista que trae esa inercia positiva, pareciera ser precisamente el PAN, luego del resultado en la reciente elección de 12 gubernaturas.
Por lo menos aquí en Morelos, se antoja que el panismo ya tiene encarrilado a uno de sus aspirantes al gobierno estatal, en la figura del diputado federal Javier Bolaños Aguilar, quien como presidente de la mesa directiva en el Congreso de la Unión a partir del primero de septiembre, le toca recibir el cuarto informa del presidente de la república Enrique Peña Nieto.
Y electoralmente, son los panistas quienes han intentado tomar ciertas distancias respecto a la posición del resto de los legisladores, en temas cruciales que son hoy materia de debate público en lo local y ello les va a ayudar bastante en lo que viene.
Ya lo decíamos recientemente, los priistas parecen ausentes de la vida pública del estado, no han aprovechado coyunturas ideales en esa materia para oxigenarse y buscar ir metiéndose en el ánimo de la gente. Ni una opinión en relación al conflicto del Frente Amplio Morelense con el sector oficial.
Claro, entendemos la actitud, no es su bandera, seguramente piensan que al sacar la mano estarían haciéndole el caldo gordo a otros actores que igual, pueden ser adversarios a la hora de la verdad en la lucha por el sufragio en la justa del 2018, pero el silencio tampoco es una posición muy rentable.
Visto de esa manera, como que el PRI se viene rezagando. Es como las carreras de resistencia, los participantes tienen que saber administrarte para llegar a la meta deseada, pero no es aconsejable quedarse muy rezagado, porque ya cuando quieran apretar, no alcanzarán al puntero, de ahí que ya los veamos bastante atrás y sin posibilidades de pelear la gubernatura.
Algo similar acontece con el partido en el poder, lo que viene sucediendo, en el caso del FAM y la reacción social en torno al gasoducto y la termoeléctrica en la zona oriente, está calando mucho en todo el territorio. No vemos de qué manera puedan mantener el control del poder más allá del 2018 y entonces estaríamos pronosticando una cerrada batalla entre el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) –claro, si ésta vez sí sabe elegir a sus cuadros- y Acción Nacional, que viene dispuesto a todo.
Claro, aún pueden suceder muchas cosas en el ámbito sociopolítico, vivimos en un entorno cambiante, en el que, sostienen algunos políticos, lo que pasó ayer se olvida porque la sociedad tiene poca memoria, rápidamente le da vuelta a la página. Igual y llegamos a la hora de la verdad en otras circunstancias, pero en este momento, los escenarios parecen ser como los planteamos líneas arriba. Sin embargo, habrá que ver el beneficio de la izquierda al haber sumado un activo más al grupo perredista en el recinto local.