Por eso no es nada fácil encontrar una solución que satisfaga a todos los involucrados y en ello no se conceden treguas ni espacios, se pelea palmo a palmo y en todos los niveles y en el caso que nos ocupa, el conflicto parece que acabará en manos de dependencias del gobierno federal, con la mediación de las dos cámaras, la de diputados federales y la de senadores.
Podríamos incluso atribuir a esa batalla, el que el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong decidiera cancelar su asistencia a la inauguración del encuentro de autoridades municipales del país, cuya sede fue un salón de eventos de Jiutepec.
Pero no sólo eso, como que la agenda gubernamental viene omitiendo asuntos de suma trascendencia, que tienen que ver con la atención de problemas sociales, a fin de concentrarse en el tema del Frente Amplio Morelense. Nos referimos a afectaciones por lluvias en Tlaquiltenango, donde un puente vehicular fue derribado y no aparecía nadie de gobierno para atender el caso, no obstante que había incomunicación de muchos pobladores.
A diferencia de marchas y manifestaciones anteriores, la del pasado 16 de agosto sí alcanzó otras latitudes que han obligado a funcionarios de primera línea a emplearse a fondo a fin de sortear la tormenta, pero política, que parece mucho más intensa que la que derribó el puente.
Bueno, incluso se convocó a los 33 presidentes municipales a un encuentro, al que por cierto no acudieron ni Cuauhtémoc Blanco Bravo de Cuernavaca ni el edil de Yecapixtla. Esto, el pasado 17 del presente mes, en donde se les expuso –bajo la óptica oficial- cuales son los motivos que animan a los inconformes.
Algunos de los alcaldes confiaron al reportero que se les dejó ver que irían por tres personajes, dos del transporte, uno de éstos Dagoberto Rivera Jaimes, que porque tienen antecedentes penales, y desde luego por el rector Alejandro Vera Jiménez.
Incluso uno de ellos, perredista por cierto, comentó que de cumplirse esas advertencias, las cosas se pondrán mucho más tensas y estimó que en Palacio están muy mal asesorados, considerando que el camino a seguir es la reconciliación y el entendimiento. No obstante y de acuerdo a lo que pudieron apreciar en la reunión, coincidieron en que sí hay preocupación.
Por lo menos en la marcha, muchos de los organizadores buscaron impedir la participación de los partidos políticos a fin de no contaminar el movimiento, aunque se les coló Acción Nacional. Pero en este momento ya el escenario es muy distinto, surgen voces por todos lados, sobre todo de diputados y senadores que llaman al diálogo.
Hay ciertas luces en el camino, ya gobierno estatal envió ayer un comunicado en el que urge a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) a dialogar y en lo referente al sistema estatal del transporte, también informa que el Morebús sólo está pensado para Cuernavaca. Es decir, ya se intenta por lo menos dejar a un lado la intención de usar la fuerza para controlar el ambiente.
No obstante, por otros canales informativos se sigue apreciando la intención de conseguir el respaldo del poder central para someter a la figura del rector, la diputada federal priista Rosalina Mazari Espín dijo ayer a La Unión de Morelos, que “ya fueron con el titular de la Auditoría Superior de Fiscalización a pedirle que haga público un supuesto desvío de más de 400 millones de pesos en la UAEM y pareciera que el funcionario federal se está prestando al juego”.
Pero advirtió que “algunos compañeros legisladores estamos muy pendientes de eso, porque no vamos a permitir que se cometa alguna injusticia en contra de Vera Jiménez, podremos tener diferencias ideológicas o de pensamiento con él, pero eso no significa que lo dejemos solo si le quieren hacer daño”.
Luego agregó que en lo referente a las auditorías, se debe seguir un procedimiento, existen reglas y etapas a desarrollar y no vemos que las hayan presentado. Y mencionó tener información, en el sentido de que buscan llevar el asunto a la Procuraduría General de la República (PGR).
Por ahora, los efectos de las protestas son de carácter político, ahí es a donde se pretende ir, sí por lo menos en lo que se refiere a los manifestantes y pudiera asegurarse que esos propósitos se han cumplido con creces, porque lograron llevar el mensaje mucho más allá de Morelos, logró buenos espacios informativos nacionales.
Es lógico que se espere una reacción de la contraparte, sin embargo, como decíamos líneas arriba, a juicios de ediles, pretender llevar ante tribunales a algunos de los líderes morales, sería un error que abonaría en el desgaste político e imagen de las autoridades.
En todo esto hay pesos y contrapesos, si bien el gobierno federal pareciera estar apoyando al régimen del estado, las Cámaras alta y baja comienzan a colocarse del otro lado y entonces la pelea se pone pareja. Por eso lo más aconsejable es bajarse del ring y sentarse a platicar para evitar más heridas en las dos trincheras, de otra manera, el desenlace es incierto y la balanza se puede inclinar a cualquiera de los lados, nadie la tiene segura.
Del lado de aquellos que se mantienen en plantón hay pueblo, no cabe duda, en la otra trinchera se ejerce poder y se dispone de dinero, sin embargo, tampoco parece estarse utilizando inteligentemente y eso demerita los resultados, llevando a la tentación de optar por la fuerza, que suele ser el último recurso y muy peligroso.
Y como se mantiene presencia de los inconformes en el resto de los poderes públicos, se decía ayer que la sesión permanente del Congreso local debió llevarse a cabo en la cabecera municipal de Tetecala, eso muestra que el orden establecido se encuentra alterado. Palacio de Gobierno si bien no está tomado, la sola presencia de los activistas limita los accesos y la actividad es mínima, los funcionarios han tenido que buscar sedes alternas.