Estamos de acuerdo en que por muchos años, se violaron los derechos políticos de las mujeres al coartarles su participación en la lucha por la disputa de cargos de elección popular, hoy día la equidad de género obliga a los partidos a distribuir posiciones de manera más razonable y algunas féminas han podido ascender a responsabilidades interesantes, sin embargo también se tiene que tener en cuenta la formación y capacidad de quienes pretenden ejercer poder.
Vemos con tristeza un mediocre desempeño de dos alcaldesas, en particular Silvia Salazar en Jiutepec y Hortencia Figueroa en Jojutla, el escenario que muestran ambos ayuntamientos es desafortunado. En el primer caso, la opinión pública es ya totalmente adversa, sobre todo porque no se ve transparencia en el ejercicio del erario público; en lo que corresponde al municipio de la zona sur, la inseguridad continúa poniendo en tela de juicio el trabajo tanto del Mando Único como el de la propia comuna.
Como decíamos, no hay inversión de trascendencia, el rezago es ya impresionante en esa materia, la infraestructura urbana enfrenta serios problemas por falta de mantenimiento, de los servicios públicos no se diga, aquello es una verdadera anarquía que ya genera descontento social porque el ciudadano es visto con desprecio e indiferencia.
Para acabar pronto, tanto a Silvia Salazar como a Hortencia Figueroa les quedó grande la silla, la decepción colectiva advierte de un duro castigo por la vía electoral a esos personajes de baja estatura y rentabilidad política para el proceso del 2015, sin embargo todavía consideran que pueden ser retribuidas con otra responsabilidad pública, ya sea la diputación local que ambas han ostentado o incluso una federal.
Desde luego, insistimos, no estamos en contra de la equidad de género en política, pero hay que cuidar mucho la formación, vocación de servicio y compromiso de quienes aspiren a esos cargos, finalmente son los gobernados los que acaban pagando las facturas de la improvisación y ausencia de ideas, porque en mucho es eso lo que se requiere para resolver los problemas de la gente.
CTM-NGS, EL DUOPOLIO
Por otra parte, ya queda muy claro que a nivel estado, la administración pública ha decidido fortalecer al duopolio representado en las organizaciones Nuevo Grupo Sindical (NGS) y Federación de Trabajadores de Morelos (FTM), filial de la CTM, el caso de la construcción de la autopista Siglo XXI lo refleja claramente, no hay espacio para nadie más, aquellos que se atreven a exigir participación, pueden incluso ser objeto de agresiones.
Particularmente al NGS se le ha venido consintiendo y favoreciendo de manera abierta, los recientes gobiernos estatales vienen usando sus siglas para fomentar la anarquía, el desorden, las violaciones flagrantes a los derechos de terceros, como en el caso de los ambulantes que han invadido casi todos los espacios del primer cuadro de la ciudad de Cuernavaca.
Pero además, son instrumentos para golpear políticamente a los adversarios, una especie de mercenarismo que lógicamente es retribuido con creces, pues se les da manga ancha para que hagan negocios al gusto, una buena forma de pagar esos favores es entregarles contratos cuantiosos de los que pueden obtener millones de pesos sin el mayor esfuerzo.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción (Sinatrec) está pidiendo participar en los contratos de obra de construcción de la autopista Siglo XXI, han tenido que instalar una huelga de hambre sólo para ser escuchados, hasta el momento ni eso han logrado, menos que se les incluya en el beneficio de la cuantiosa inversión cercana a cuatro mil millones de pesos.
José Luis López, secretario general del organismo sindical en la entidad, decía ayer: “nosotros no queremos que se nos dé otra cosa que no sean empleos para la gente, contamos con una base laboral de unos siete mil 500 trabajadores, por ello reclamamos el cien por ciento de la mano de obra, que los demás se queden con el acarreo de donde los sindicatos se llevan muy buena tajada, pero no se nos quiere escuchar”.
La resistencia y la protesta parece ir en aumento, ayer aparecieron representaciones de diversas entidades cercanas a Morelos, entre ellas de Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y del Estado de México, el propio dirigente nacional de la Coordinadora Nacional de Productividad, Eduardo Santillán Carpinteiro, estuvo aquí para dar su respaldo a los inconformes.
Ya las cinco mujeres que se encuentran en huelga de hambre muestran signos de debilidad, su salud va en detrimento, ¿en verdad las van a dejar morir de hambre? Eso sería bastante peligroso políticamente, lo mejor es reflexionar y retroceder en la decisión de favorecer sólo a dos frentes: cetemistas y nuevo grupo, finalmente esas organizaciones bailan al son que les toque el gobierno del estado, están comprometidas hasta los huesos y si desde la administración estatal se les ordena ceder parte del pastel, lo harán sin mayores problemas porque no pueden patear el pesebre.
A los del Sinatrec los vemos muy decididos, no será nada fácil hacerlos cambiar de opinión, por lo visto están dispuestos a dar la pelea a sus adversarios y en el terreno que sea. En estas condiciones no descartamos incluso que lleguen al terreno de las agresiones y ya ve usted que NGS y FTM han enseñado armas en ese sentido, cuentan con grupos de choque para amedrentar a los que se dejan, pero aquí pudieran encontrar un hueso duro de roer, es decir está frente a la horma de su zapato, por lo tanto lo más prudente es que se busque un punto de conciliación para evitarse contratiempos.
Radiografia del Poder
Jojutla, territorio de nadie
CTM-NGS, un duopolio
No es novedad, en la mayoría de los ayuntamientos hay ausencia total de obra pública, un delicado desajuste en el manejo financiero y un derroche que no encuentra freno, a pesar de la insuficiencia de recursos para poder hacerle frente a las necesidades ciudadanas, sin embargo hay espacios en donde las cosas se aprecian aún más delicadas.
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