A algunas alcaldías, entre ellas Cuernavaca, eso les redujo el margen de maniobra casi a cero, de ahí que algunos ediles, entre ellos la alcaldesa de Jiutepec, recurriera a una controversia para impedir que se le siga descontando por ahora lo referente a la deuda con la administración pública estatal y el resultado fue positivo, se ordenó la suspensión de las deducciones.
Pero como la absoluta mayoría de los alcaldes padece del mismo problema, se advierte que habrá una cascada de acciones en dicho sentido, finalmente van a la segura y por lo visto la disposición legal en la materia es que la suspensión en los pagos puede ser por varios años, o sea que los actuales presidentes municipales pudieran incluso concluir su mandato sin cubrir ni un centavo de ese débito.
Por supuesto que no es la solución al tema, sólo se estaría posponiendo el compromiso y en todo caso volverían a ser ediles a futuro quienes carguen con la responsabilidad de pagar, pero mientras tanto los actuales ayuntamientos pueden por lo menos usar ese dinero en otras necesidades, aunque tampoco les alcanzará para mucho.
Los alcaldes se quejan de que debió haber algún trato de cortesía en esto del cobro de adeudos, porque no les dijeron “ni agua va”, cuando vieron ya venían los recortes de las entregas mensuales, eso puso a la mayoría contra la pared, no tenían considerado una disminución del recurso y por eso se calentó la cosa.
Como dijeran los barzonistas: “Debo no niego, pago lo justo”, esa era la postura de los presidentes, pero no contaban con que los madrugarían. El caso es que Jiutepec se aventuró a interponer un recurso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y tuvo éxito, otras comunas ya están poniendo a consideración de sus respectivos Cabildos hacer lo mismo, particularmente Cuernavaca, ya que es la que más afectada ha resultado.
Pero lo anterior, es ya una muestra clara de que las buenas relaciones entre las alcaldías y el gobierno estatal pueden quedar atrás, no públicamente, pero sí en corto. Los ediles consideran que fueron usados para apoyar la petición en paquete de créditos a través del Congreso local, al final sólo el de gobierno estatal por dos mil 831 millones salió sin mayores problemas, pero los paquetes de los municipios se quedaron atorados, a partir de ahí comenzó a darse cierto resentimiento.
No obstante, esto de aplicarles la reducción a sus entregas mensuales para recuperar el adelanto de participaciones, complica todavía más esa relación que aparentemente era buena, claro, con el resto de los ayuntamientos, porque con Cuernavaca la declaración de guerra lleva muchos meses y va para largo. Aquí en territorio capitalino el conflicto es ya por el control del territorio hacia las elecciones del 2015.
CONGRESO, HUBO ARREGLO
Y en el tema del jaloneo entre fracciones por el control de la mesa directiva en el Congreso local, finalmente y como era de esperarse, hubo arreglo y éste se dio entre las bancadas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el de la Revolución Democrática (PRD) que son las mayoritarias en el recinto legislativo.
Lucía Meza se queda al frente de la dichosa mesa directiva en esta primera mitad del año legislativo; la segunda parte será encabezada por los priistas, pero además el diputado Manuel Agüero Tovar asume la titularidad de la Comisión de Hacienda, una responsabilidad muy significativa, ya que tiene que ver con todo el manejo de los recursos económicos al interior del recinto.
Es decir, que a lo largo de las negociaciones, el bloque de izquierda simuló acercamiento con el grupo del Partido Acción Nacional (PAN), tal vez con la idea de sentar a los priistas a definir posiciones, pero era claro que a los amarillos les convenía más mantener el trato con los del Revolucionario Institucional.
Por muchos motivos, ni al gobierno ni al PRD les conviene romper con ellos, seguramente van a tomar distancia entre sí a medida que se acerque el proceso de elección del año venidero, pero por ahora, lo más prudente es que caminen juntos por un rato más. Un enfrentamiento entre ambos pudiera resultar más riesgoso para el partido en el poder. El mismo gobernador Graco Ramírez viene cuidando mucho el buen trato y entendimiento con el Gobierno federal, de ahí depende en mucho el éxito y progreso de proyectos de desarrollo en infraestructura para Morelos. Para acabar pronto, no se puede pelear con el dueño del dinero que es el presidente de la república Enrique Peña Nieto.
Por eso cuando se señalaba que quizás por encima de lo que pensaran los diputados del PRI en el Congreso, el PRD impondría mayoría para colocar a Lucía Meza en la mesa directiva, nosotros anticipamos que el propio Ramírez Garrido podría mediar a fin de que la sangre no llegara al río con los tricolores, porque es sustancial para su gobierno no entrar en problemas con ellos.
Todo indica que por ahí salieron las cosas, la diputada queda como presidenta, pero a cambio cede lo que los otros pedían desde el principio, si mal no recordamos, esa era la postura de los priistas, quedarse con el control de la mesa en la segunda parte. Había resistencia, señales de rompimiento, pero al final se llegó a lo mismo, lo mejor habría sido evitarse ese desgaste, sin embargo al panismo debieron darle lo suyo, tampoco lo pueden dejar al margen, son la tercera fuerza al interior del Congreso.