Decimos esto porque ya en la mayoría de los ayuntamientos priva la certeza que desde el Gobierno estatal, se promueve la idea de quitarles el control en el manejo de los sistemas operativos de agua potable, el cobro del impuesto predial, luego de que ya les quitaron el mando de los cuerpos policiacos de prevención del delito.
Con el propósito de fortalecer las finanzas de las alcaldías, en su oportunidad se desarrolló un proyecto de descentralización, es decir el cobro del impuesto predial se les fue cediendo a los presidentes municipales, que debieron capacitar cuadros y montar espacios expresamente para tal responsabilidad y con ello se incrementó el ingreso propio.
Pero lo que algunos ediles sostienen es que ahora no sólo se intenta devolverle esa facultad al Gobierno estatal, sino también el control de los sistemas de agua potable, que en buena medida los administran organismos descentralizados. Para acabar pronto, la queja va en el sentido de que se les pretende despojar de algunas de sus facultades para que se conviertan en simples instancias recaudadoras de algunos impuestos.
Sin embargo, se indica que el propósito fundamental del estado es el sometimiento absoluto de los ayuntamientos, limitarlos financieramente para restarles maniobrabilidad y acción, en lugar de fomentar su desarrollo. Hay aquí un conflicto en ciernes, porque a decir de algunos, ya se tiene preparada la propuesta de reforma que será enviada al Congreso local para su respectivo análisis y posible aprobación.
Son experimentos que en la mayoría de las ocasiones no ayudan, más bien afectan la capacidad de maniobra de las alcaldías frente a sus gobernados. Si consideramos que el haberles cedido el cobro del impuesto predial llevó a una mejora financiera de la mayoría de las comunas, retirarles esas facultades no se antoja correcto, pero advertimos que ello será objeto de una confrontación de poderes, algunos ediles no van a quedarse con las manos cruzadas, defenderán sus intereses.
Y se antoja menos prudente en estos momentos, en los que necesitan las presidencias municipales mayores ingresos, no obstante, reiteramos, son acciones que venimos observando desde hace décadas, desarrolladas de acuerdo al criterio de los gobiernos en turno, decisiones coyunturales en buena medida, derivadas de intereses políticos, no precisamente pensadas para generar bien común, ni éxito gubernamental. Pues esa, se afirma, es la tendencia hoy día, aspecto que ya es motivo de reacciones entre algunos ediles que no lo estiman nada conveniente.
SINDICATO CAPITALINO, VÍCTIMA DEL ENFRENTAMIENTO
Por otra parte, es prácticamente un hecho que el comité directivo del Sindicato Democrático de Trabajadores y empleados del Ayuntamiento de Cuernavaca, encabezado por Camilo Aguilar Vargas, quedará fuera de la nómina de la comuna capitalina, son en promedio 25, que se habrían prestado a un manoseo político que seguramente fue producto de una buena retribución económica, pero que nunca consideraron ser despedidos.
Se menciona que desde alguna oficina de Palacio de Gobierno estatal se planeó sabotear el cobro de beneficios fiscales ciudadanos el último día de ese programa, es decir el 31 de julio. Se buscó la complicidad de uno de los cinco sindicatos de la comuna, el “democrático”, que debió acceder a la perversa propuesta.
La estrategia era pegar doble, por un lado, que un sindicato de la misma comuna tomara las instalaciones y oficinas de cobros fiscales; y por el otro, con apoyo de elementos de la Policía del Mando Único agravar las cosas, porque ellos se ofrecieron a resguardar el edificio respectivo y cuando se presentó el conflicto se llevaron detenido a Camilo y a cinco de sus compañeros, para acusar al presidente municipal Jorge Morales Barud de violador los derechos y las garantías de sus trabajadores.
De hecho, por ahí se le intentó dar fuerza al tema, sin embargo en esta ocasión el alcalde se puso la pilas, vio con mucha claridad cuáles habían sido las intenciones de sus detractores y actuó de inmediato, iniciando procedimientos legales en contra de quienes se prestaron a tales argucias, para ponerlos fuera de la nómina.
Desde luego que en el escenario de Camilo y sus pupilos no estaba el de ser despedidos, seguramente que ya están lamentando el haberse dejado llevar por ayudas coyunturales que seguramente los beneficiaron, pero que de ninguna manera compensa el hecho de quedarse sin chamba en momentos tan críticos como los actuales.
Los policías actuaron por propio arbitrio, es decir jamás pidieron a alguna autoridad municipal superior la venia para arrestar a los rijosos, menos a Morales, simplemente procedieron porque ya traían esa instrucción de otras esferas gubernamentales; al final los resultados fueron desastrosos para quienes cayeron en la tentación, son víctimas de un enfrentamiento y lucha de grupos y entes de poder, en una batalla proyectada con el fin de asegurar hegemonía en las elecciones del 2015.
Bueno, pues ahora que ésos 25 pidan refugio en el despacho de Gobierno estatal, ya que los echó a caminar para que actuaran en contra de sus propios jefes. El resto de los agremiados a ese sindicato parece que no tendrán ningún problema, ya están siendo absorbidos por los otros cuatro sindicatos con los que cuenta la comuna y por lo tanto no se verán afectados en sus intereses. Es el líder y aquellos que cayeron en la trampa los que ya están, en la práctica, siendo despedidos. Se ve pues que en esta ocasión los enemigos políticos de Morales calcularon mal, no pensaron que fuera a reaccionar de inmediato, como ocurre en otros escenarios, y al final se les revirtió la acción.