Como es recurrente, los hechos sólo se supieron a partir de que el visitador de dicha comisión pudo confirmar un rumor que tomaba fuerza, pero que desde luego las autoridades del penal esperaban que no trascendiera porque es así como logran mantener una imagen de aparente tranquilidad que no es real.
Las quejosas exigían la destitución de la subdirectora del área femenil Eva Juárez Marquina, ya que señalan que reciben pésima alimentación, son hostigadas de manera permanente de parte del personal de custodia y viven en medio de presiones y explotaciones. Por lo pronto, ya se interpuso la queja número 13/2014-VEAP ante la Comisión de Derechos Humanos.
La cosa estaba candente hasta ayer por la tarde, las autoridades penitenciarias habían llamado a una reunión urgente, en la que participaron algunas de las rebeldes y el mismo visitador, se esperaba que se tomaran decisiones para apagar el fuego, sin embargo lo anterior es sólo una pequeña muestra de lo que sucede detrás de esos enormes muros, donde purgan sentencia o simplemente se encuentran privadas de su libertad cientos de mujeres acusadas de algún delito.
Lo que las internas señalan es acaso parte de las causas de su sufrimiento, porque a pesar de que es un derecho histórico, de un tiempo a la fecha comenzaron a restringirles las visitas, sin embargo algunas son objeto de comercialización y explotación sexual porque se aprovecha el grado de indefensión en que se encuentran, además no tienen más remedio que aceptar cualquier propuesta, así sea indecorosa, de otra manera son sometidas a cualquier clase de agresiones.
Pero insistimos, todo habría quedado detrás de esos muros si no fuera porque la CDHEM cuenta con un visitador en las instalaciones del penal, desde ahí es más fácil enterarse de cosas que de otra manera sería casi imposible porque ya conocemos cómo se manejan al interior del reclusorio.
Y mire que el área femenil suele ser mucho más tranquila, pero en la varonil es otro mundo, ahí las vivencias llegan a extremos, conviven consumados delincuentes con muchos presos que llegan a consecuencia de errores en los procedimientos legales y de aplicación de la ley, sobra decir que en un buen número se trata de “chivos expiatorios”, delincuentes fabricados por las fuerzas policiacas para mostrar ante la ciudadanía eficiencia en la investigación de delitos.
Quienes caen por errores de esa impartición de justicia, pueden con el tiempo convertirse en profesionales de la delincuencia porque para tal efecto disponen ahí de expertos provenientes de distintas ramas y modalidades del delito.
CONGRESO, LUCHA POR LA MESA DIRECTIVA
Y en otro escenario, tras un prolongado intento por lograr consensos en la asignación de algunos espacios en el Congreso local, las cosas se polarizaron más y continúa la lucha por el control de la Mesa Directiva, de entrada se ha integrado un bloque que amenaza con dejar fuera de toda oportunidad al grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Inusitadamente, la bancada panista, que preside Javier Bolaños Aguilar, sumó fuerzas -por lo menos hasta ayer así era- con el Partido de la Revolución Democrática con la amenaza de imponer a Lucía Meza como responsable de la mesa por vía del mayoriteo, para ello se requieren 21 votos, sumados todos los grupos, a excepción del tricolor, los estarían alcanzando.
A ello, el líder de la bancada priista Isaac Pimentel advirtió que si se llega a tal grado, se pondría en riesgo la gobernabilidad del estado de Morelos, para acabar pronto, como que el mensaje tomó otras dimensiones, es decir los tricolores estarían reaccionando a otro nivel, rompiendo tal vez algunos acuerdos y pactos de civilidad y asumiendo una posición crítica frente a las instituciones de Gobierno.
O sea que de cumplirse esos indefinidos escenarios, se estaría involucrando en el conflicto al propio gobernador, entonces es previsible que tenga que adelantarse a los hechos y busque algunos canales de conciliación antes de que el asunto haga crisis, esto tampoco es nuevo, ha ocurrido en muchos ocasiones anteriores, cuando la lucha por el control del poder obliga a las partes en disputa a recurrir a cualquier estrategia para defender territorio.
Desde luego que al gobernador Graco Ramírez no le conviene entrar en un ambiente de esa naturaleza, hay que considerar que los priistas han venido mostrando una actitud de cierto respeto y hasta de colaboración con las instituciones locales, permitiendo que el Ejecutivo desarrolle sus tareas sin mayores contratiempos o contrapesos.
Un rompimiento llevaría al clásico golpeteo, críticas, cuestionamientos y hasta procedimientos legales entre los bloques, algo que no favorece la paz, ni la armonía por la que se viene luchando denodadamente desde hace mucho tiempo, de ahí que consideremos que lo menos que haría Ramírez Garrido sería apaciguar los ánimos y llamar a la cordura a todos, incluyendo a las huestes de su partido.
La pregunta sería ¿tiene el PRI la fuerza suficiente como para poder empujar a una inestabilidad política? Igual y sí, sobre todo si para ello se ven apoyados por figuras del priismo nacional, finalmente a nivel de la república son los que ejercen el poder, sólo que el mandatario estatal ha dado muestras de que tiene muy buenos contactos con los priistas de primer plano. Cuando se ha requerido, lo ha usado como instrumento para controlar movimientos en su contra de los tricolores. El asunto es que se pone candente la cosa en el Poder Legislativo, se complica el trato entre fracciones por la mesa directiva.