De no haber cedido la fuerza pública, el alcalde estaría nuevamente en el comentario de la mayor parte de los capitalinos y no precisamente para elogiarlo, pero la verdad es que el señor viene observando los toros desde la barrera: Lo ocurrido con el catedrático Alejandro Chao ya no es responsabilidad suya. Por eso vemos a Jesús Alberto Capella y a Jorge Messeguer, Secretario de Gobierno, en medio de la vorágine.
Y no sólo por este caso en particular, ya tampoco le tocó “bailar con la más fea” cuando asesinaron a la abogada a una cuadra de Palacio de Gobierno. Son dos o tres casos bastante sonados en los que se encuentra fuera de la línea de fuego, por eso es de considerar que dentro de los muchos inconvenientes que tenía el haber entregado la parcela, algo bueno le viene resultando.
El tema de la seguridad lo persiguió duramente durante más de un año, Morales venía recibiendo mucha crítica por ese concepto, era un rubro que nunca logró vencer y por el contrario, enfrentó situaciones complicadas, que aunadas al problema de insuficiencia presupuestal y posteriormente a reacciones colectivas derivadas de la miscelánea fiscal, le significaban un considerable desgaste.
Claro, el tema del presupuesto lo va a seguir acosando, son muchos los compromisos y poco el dinero a ejercer. También siguen algunas quejas por el asunto del cobro de impuestos, pero analizando el ambiente que priva en torno a la presidencia municipal de Cuernavaca en las semanas recientes, Morales Barud se la viene llevando más tranquila.
Todo ese escabroso caso del asesinato del catedrático ha orientado los reflectores hacia otras esferas, sobre todo, al gobierno del estado, y es ahí a donde se dirigen los cuestionamientos. El alcalde puede al fin respirar más tranquilo y, ya sin tanta presión, debe estar reorientando las políticas de gobierno municipal y sobre todo, ejerciendo los pocos recursos de que dispone, porque los conflictos distraen y eso le venía ocurriendo al edil. No le daban tregua, lo traían de golpe en golpe y muchos de ellos venían de la casa de enfrente.
Ahora son éstos los que quisieran la puerta de escape, las descalificaciones están a la orden del día y diós no quiera que sigan ocurriendo más delitos de alto impacto, porque le complicarán la vida a más de un personaje que incluso aspira a cargos de elección popular para el proceso electoral que se avecina.
El tema universitario y el de los abogados está candente. Por lo que apreciamos en la marcha, ambos se unieron, porque los profesionales del derecho se sumaron a los contingentes y a los reclamos públicos, y todo eso tiene consecuencias y repercusiones. Morales debe estar contento de haber entregado las armas, ya que son otros los que tienen que dar cuenta de todo lo que en materia de seguridad ocurra en la eterna primavera.
Pero insistimos: ya reclamaba una tregua, lo traían de esquina a esquina, era el culpable de todo y hasta se insistía que Cuernavaca registraba el 80 por ciento de los delitos que acontecían en Morelos, porque lo que se buscaba era obligarlo a sumarse al Mando Único. Consiguieron el objetivo, pero el juguete les está resultando de alto riesgo, pués han comenzado a pagar las facturas y consideramos que no tenían previsto que esto fuera de esa manera.
De haberle tocado enfrentar el conflicto universitario, la estaría pasando muy mal, porque la resonancia no se dio sólo en el estado, sino que tomó alcances nacionales. Tanto, que algunos rotativos importantes le dieron la primera plana y resaltaron el número de participantes, por arriba de los 20 mil.
Como quiera que sea, el gobierno de un estado tiene más recursos para enfrentar un golpeteo de ese nivel y estatura, pero una presidencia municipal es otra cosa y en las condiciones en las que se encuentra JMB, habría sido catastrófico. Pero no ha sido así, la campana lo salvó de uno de los más escandalosos delitos.
Y eso no terminará aquí sólo porque en verdad esclarezcan el asesinato y atrapando a los verdaderos responsables. El resentimiento de la comunidad universitaria va a continuar, porque la vida del profesor y la de su esposa no tienen reparación, la exigencia continuará en el sentido de que el estado tiene la responsabilidad constitucional de prevenir y asegurar la integridad física de los morelenses. Detener a los delincuentes una vez que han cometido sus tropelías, no remedia nada.
Desafortunadamente, como que de unos días a la fecha ha tenido un repunte el índice delictivo. Un día antes del asesinato del sicólogo se cometieron otros actos graves, se robaron tres autos y se menciona un secuestro, incluso se estaría investigando qué tuvieron que ver algunos que marcharon con Antorcha Campesina, porque se sospecha de ellos.
Se viene refiriendo que venían intercaladas las filas, una de mujeres y una de hombres, pero que éstos curiosamente portaban todos una especie de cangurera grande en la que pareciera, traían objetos sospechosos.
Pudiera ser sólo una casualidad, pero fue ese día, ya por la tarde, cuando se robaron las unidades vehiculares. Pero casos como ese están aconteciendo de manera cotidiana, no hay realmente una tendencia visible de baja en la delincuencia, más bien son estrategias de manejo informativo para intentar cambiar la percepción colectiva de que seguimos igual o peor. Pero por encima de todo eso, es real que Jorge Morales hizo bien en ceder a las presiones que traía para que doblara las manos. La papa caliente está en otras manos.
Radiografia del Poder
JMB, los toros desde la barrera
De los males el menor
Mucho se ha cuestionado el que Jorge Morales Barud, presidente municipal de Cuernavaca, aceptara ceder las corporaciones policiacas para sumarlas al Mando Único, incluyendo la Policía de Tránsito. Particularmente algunos priistas desde el Congreso y el partido lo calificaron como un signo de debilidad; sin embargo, dado el ambiente en el que nos encontramos, pareciera que fue un acierto.
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