Esta vez trajeron a más participantes, aunque con el propósito de hacer ver su fuerza, estuvieron ofreciendo 200 pesos a quien quisiera unirse al contingente, bueno, a uno de nuestros compañeros reporteros, a quien seguramente confundieron, lo quisieron convencer de que recibiera el dinero y con ello, una banderola, sin embargo, rechazó la oferta, faltaba más.
Es decir, vienen exigiendo a las autoridades todo tipo de prebendas con el argumento de que no tienen dónde vivir, qué comer, servicios en las colonias que ya fundaron, pero sí tienen para comprar participantes en este tipo de expresiones públicas que desquician a la ciudad y que provocan muchos inconvenientes, entre éstos, la pérdida al comercio establecido porque sus ventas son mínimas, tendría que haber más mano dura para ese tipo de marchas. Claro, en todo esto los realmente beneficiados son los que encabezan la agrupación y tienen una estructura muy pensada, algunos de los cabecillas no son ni de Morelos, vienen del vecino estado de Puebla y a decir de algunos que han optado por salirse de Antorcha Campesina, llegan a poseer bienes inmuebles en diversas partes del estado, porque además se reservan los mejores espacios una vez que les entregan terrenos.
En la medida de las posibilidades buscan hacer negocio con la tierra, una vez que se les distribuye, comienzan a vender los predios, así ocurrió en Ocotepec, donde en tiempos del gobierno de Jorge Morales Barud, les habían cedido una considerable extensión, pero los lugareños los corrieron cuando vieron que la querían para la reventa.
En el caso de Alpuyeca, también comenzaron a comercializar, acá con la complacencia de Juan Arañegui Cosme, quien inicialmente promovió un grupo de oposición a su llegada, pero sólo para sacar ventaja, los panistas lo “convencieron” con tres millones de pesos y cerca de 400 lotes que se distribuyó entre familiares y amigos. Es decir, a donde van, los antorchistas generan conflicto porque viven a expensas de la sociedad, a partir de que con nuestros impuestos las autoridades les facilitan todo, no son una organización como muchas otras, entre ellas campesinas, dedicadas a la gestión, pero para la obtención de apoyos a fin de iniciar una serie de proyectos productivos, eso se justifica, pero pedir sólo porque se es pobre, es cuestionable, más si no tienen esa vocación por el trabajo y el esfuerzo que dignifican al ser humano.
Martín Curiel, liderazgo en Capufe
Por otra parte, diremos que lograr un liderazgo sindical en estos tiempos es muy difícil, se necesita mucho trabajo para poder mantener la confianza de los agremiados, sobre todo a través de mejoras salariales y prestaciones, sin ello, es incluso posible que antes de que se concluya un período sindical, obliguen al comité a la dimisión.
Pero en el sindicato de Caminos y Puentes Federales (Capufe), ya por varios años, se ha mantenido como dirigente Martín Curiel Gallegos, está ahí desde hace una década y media y al frente de más de cinco mil trabajadores, ciertamente que es una hazaña, son muy pocos casos así. Hasta donde tenemos entendido, llevan además una buena relación con el director general de Capufe, Neme Sastré, con quien habrían hecho una especie de acuerdo, buscar la perfección laboral a fin de lograr la máxima transparencia en el manejo de los recursos vía la recaudación.
Este es un punto fundamental en Capufe, durante muchos años se habló de un auténtico saqueo de recursos, particularmente a partir de dos fuentes, las tiendas sindicales y el cobro de casetas; el sindicato capitalizaba la ausencia de controles en ambos espacios y era posible que un simple trabajador lograra mejorar económicamente en unos cuantos años, eran millones de pesos los que se perdían por esos conductos.
La situación actual es otra, prácticamente todas las plazas de cobro cuentan con sistemas electrónicos de conteo en el peaje, además de videocámaras que dan fe de los ingresos diarios por el paso de vehículos, no se puede ni debe enajenar esos fondos para beneficio de particulares.
También en las tiendas existe un mayor control y vigilancia, y ese es el compromiso de la dirigencia gremial con la institución, en aras de conservar la fuente de empleo, que además es una de las mejor pagadas, conjuntamente con los trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) y del Sindicato Mexicano de Electricidad (SME).
En esa evolución y transparencia, tenemos entendido que ha sido precisamente Curiel Gallegos quien acordó con la dirección general, establecer una serie de candados para ir restringiendo los actos de corrupción que mantenían permanentemente en la crítica al sindicato, cosa que inicialmente provocó reacciones en contra de quienes salían beneficiados, pero que a largo y mediano plazo entendieron que no podía ser de otra manera.
El caso es que se trata de un liderazgo casi inédito, porque hablamos de una organización que practica la democracia y estatutariamente está obligada a ir a elecciones cada fin de período sindical, lograr mantenerse en esa responsabilidad es ciertamente de reconocimiento y el señor lo ha logrado.
Algunos grupos reclaman falta de democracia, sin embargo, en la práctica no han logrado revertir el apoyo a Curiel Gallegos durante diversas intentonas y es que su principal estrategia ha sido la mejora laboral continua de sus agremiados, esa ha sido la base del éxito y todo indica que va para largo, no hay por ahora algún movimiento interno con la fuerza suficiente como para lograr sustituirlo, sólo pequeñas expresiones que además son necesarias para mantener la pluralidad.