Y en efecto, en reiteradas ocasiones, los vimos juntos ofrecer conferencias de prensa sobre asuntos en los que sumaban fuerzas para el impulso de desarrollo de proyectos, como el de la termoeléctrica y se apreciaba un trato suficientemente cercano entre ambos.
Sin embargo, algo ha venido ocurriendo en el transcurso del trabajo de entrega-recepción, de tal forma que hoy observamos dos puntos específicos de desencuentro que tomarán fuerza a medida que se acerca el fin del mandato de Adame y se aproxima el inicio del de Graco.
A través de declaraciones hechas por Jorge Messeguer Guillén, quien coordina las comisiones de recepción del nuevo régimen y seguramente ocupará la Secretaría de Gobierno, se muestran diferencias en lo que tiene que ver con la renuncia de funcionarios en las estructuras gubernamentales, exigen llegar mucho más allá de secretarios y subsecretarios.
Especialmente desean fuera a todo aquel que se identifique con el Partido Acción Nacional, no quieren que les pase lo que a Sergio Estrada Cajigal en el arranque sexenal del dos mil, donde a los dos o tres meses, funcionarios menores filtraron información que buscó desacreditar al mandatario en turno, uno de esos temas fue el referente al cobro de bonos por parte de algunos de sus colaboradores más cercanos, incluyendo al propio jefe del Poder Ejecutivo.
Más vale limpiar la casa a tiempo que arriesgarse a posibles fugas informativas por parte del personal con compromisos heredados y se antoja que desde Palacio no se les está haciendo mucho caso.
Al respecto, el secretario de Gestión e Innovación Gubernamental, Rey David Olguín Rosas, señaló que “en lo que tiene que ver con los funcionarios de primer y segundo nivel, es decir, secretarios y subsecretarios, todos hemos firmado las renuncias respectivas, de ahí hacia abajo desconozco quiénes más, esa información la maneja el secretario de Gobierno”.
Otro secretario dijo al reportero que “tenemos entendido que el acuerdo entre MAC y GRG era en el sentido de que los primeros mandos de arriba hacia abajo se irían de inmediato y que el resto, la presentaría en enero, es decir, que la petición iría en el sentido de que se les dejara cobrar el aguinaldo completo”.
El caso es que desde la trinchera de enfrente de manera reiterada demandan que antes de este primero de octubre, todos aquellos servidores públicos, con rango de cierto nivel, se separen de sus respectivos cargos para evitar con ello, además, posibles conflictos de carácter laboral.
Y el otro punto de conflicto, es a partir de manifestaciones y reclamos de organizaciones y grupos sociales que se dicen inconformes por compromisos no cumplidos, uno de ellos, el de los maestros jubilados a quienes se les dijo que no hay recursos para pagarles las prestaciones solicitadas.
La posición del gobierno entrante es que se finiquiten esos saldos y por lo que observamos hasta este momento, algunos otros pudieran salir, como en lo referente a la entrega de placas para unas 600 unidades de carga de filiales del Nuevo Grupo Sindical, pero lo de los maestros, está en chino.
Habrá que ver si en el futuro cercano, esos dos temas no se convierten en el punto de partida de cuestionamientos y descalificaciones de la administración pasada, finalmente aquellos que llegan requieren de argumentos de legitimación y para ello hay que proceder sin consideraciones.
DGT: El punto crítico
Por otra parte y como lo hemos dicho reiteradamente, como observamos las cosas a tres días del fin del sexenio, la Dirección General del Transporte (DGT) parece convertirse en el punto crítico y más endeble del gobierno de Marco Adame Castillo, si las autoridades entrantes quieren “buscarle mangas al chaleco”, seguramente van a encontrar bastante tela de donde cortar en esa dependencia.
El responsable de la misma, Francisco Alva Meraz con todo cinismo ha respondido a sus críticos que “no es ninguna novedad lo de las protestas, que en ese sector es muy natural”, y que en todo caso, la situación está como él la encontró hace unos dos años, es decir, que nadó de a muertito, no resolvió nada y solo buscó beneficiarse.
Aquí, más que en ningún otro lado, se obtienen incalculables beneficios mediante la comercialización de todo tipo de permisos y concesiones para la prestación del servicio de transporte en sus distintas modalidades, ya no digamos lo que pueden representar las “mordidas” y extorsiones continuas por parte de los inspectores de tránsito a los concesionarios.
Abrir nuevos derroteros no es cosa fácil, mucho menos gratuita y se han dado muchos, el mismo fenómeno del “pirataje” es una mina de oro para el que quiere llevarse una buena lana, en lugar de combatirlo para eliminarlo, se le tolera con la inevitable “mochada”, es por eso que lejos de reducir sus índices, cada vez hay más unidades trabajando al margen de la Ley y no pasa nada.
Claro, Alva Meraz no se maneja por la libre, necesariamente debe estar agarrado y muy bien de un soporte superior y de todo el negocio que fluya, debe pasarse “corriente”, así que el señor director general solo estaría siendo un conducto para “lavar dinero” y no en cantidades despreciables, ahí sí hay de donde agarrar.