En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) los aspirantes a la gubernatura siguen velando armas, porque el CEN aún no suelta el nombre de quién abanderará al tricolor en busca de recuperar el gobierno de Morelos, y eso los mantiene inquietos y además nerviosos, ya que la moneda sigue estando en el aire. Incluso, a diferencia de otros finales de año, los que están interesados en disputar la plaza se mantienen al pendiente y no salieron de vacaciones.
Son al menos cinco los que la buscan, entre ellos el ya ex candidato perdedor Amado Orihuela Trejo, el delegado de la Secretaría de Desarrollo Social Jorge Meade Ocaranza; y la diputada federal Rosalina Mazari Espín, quien aclara que “desde luego que la estoy buscando” y se quejó de que “algunos de los opositores internos han intentando hacerme a un lado con una serie de falsos rumores, como aquello de que voy en la fórmula al Senado de la República”.
Luego agregó que “además una de esas posiciones ya está negociada desde la dirigencia nacional, es para el Partido Nueva Alianza porque forma parte de las concesiones comprometidas por nuestro partido en la firma de la alianza electoral”.
Incluso agregó que de las cinco candidaturas a diputaciones federales que componen la entidad, sólo en dos el PRI pondrá candidatos, las otras tres son para el Panal y el Partido Verde. Pero en lo que tiene que ver con las posiciones al Senado, ya vienen negociadas.
A decir de la legisladora federal, desde el centro se ha venido haciendo una medición de tendencias entre todos los que han levantado la mano para participar por la candidatura al gobierno morelense. “Por lo que he podido ver, no estoy muy mal ubicada y por eso mis compañeros andan algo nerviosos”.
Se considera que la decisión vendrá durante la primera quincena de enero, pero independientemente de a quién favorezca, Mazari Espín se perfila como la única mujer que estaría buscando tan ansiada nominación y tiene muchas posibilidades porque políticamente es uno de los cuadros más rentables de ese partido.
Ha participado en tres elecciones recientes y todas las ha ganado por amplio margen; sin duda, es una figura difícil de vencer, particularmente en la región surponiente de la entidad, porque ella es originaria de Puente de Ixtla. Su imagen es muy buena, puede que en lo referente a popularidad y a nivel estado alguno de sus oponentes le saque ventaja, pero con toda certeza, será la que menos negativos tiene porque ha hecho una carrera con base en el trabajo, la honestidad y el cumplimiento, algo que ya no es muy común entre los políticos actuales.
Y luego de haber dado una reseña obligada de ella, porque aquí también nos habíamos ido con la finta de que no buscaba la gubernatura, continuaremos intentando revisar los escenarios a futuro, que siguen complicados debido a que aún no tenemos completo al cartel que irá a la contienda desde las diversas plataformas.
Y si en el tricolor la cúpula continúa deshojando la margarita en lo que toca al candidato, algo similar ocurre en el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), porque pareciera que efectivamente la encuesta para asignar a su gallo se realizará entre tres: el senador Rabindranath Salazar Solorio, el edil capitalino Cuauhtémoc Blanco Bravo y el ex edil de Cuernavaca Manuel Martínez Garrigós.
Éste último sostiene que el acuerdo ya viene amarrado en la alianza Morena-PES-PT y que incluso ya hay cifras y estadísticas que comienzan a dar señales respecto hacia dónde se inclinará la balanza y en lo particular, insiste, en que le viene dando la pelea al oriundo de Tepito de la Ciudad de México.
Claro, es en el Partido Acción Nacional (PAN) donde tampoco se ha dado luz verde en lo referente al contendiente, pero las cosas se mantienen igual que hace buen rato; quien la tiene casi amarrada si la desea es el diputado federal Javier Bolaños Aguilar, pero como que es él quien no se ha definido.
Entonces pues seguimos esperando a conocer a los actores que irán por cada plataforma para empezar a valorarlos uno por uno; por ahora, sólo el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha resuelto ir con el ex líder del CDE, Rodrigo Gayosso Cepeda.
En Morena, se venía dando por hecho que la traía en la bolsa el senador Salazar Solorio, pero con el acuerdo de alianza con el PES y el PT, cada uno de los incluidos en dicho frente ha decidido enviar su gallo. Morena sigue con Rabín; el PES ha lanzado a Blanco Bravo y todo indica que le dieron entrada a la propuesta del Partido del Trabajo con Manuel Martínez Garrigós y la cosa sigue enredada.
En el caso de los priistas, se daba por descontado que Rosalina buscaría meterse a la pelea, pero aclara que siempre ha sido así y que más bien le han venido jugando chueco sus propios “compañeros”, de tal forma que la cosa se pone bastante interesante, porque en una de esas les toma ventaja a todos los demás.
Aquellos que la disputan desde el PRI, PRD y PAN, saben perfectamente que la decisión vendrá desde la dirigencia nacional y que sus respectivos partidos en la entidad poco o nada pueden hacer para tomar ventaja. Se ha insistido en que Morelos es de poco interés para la contienda nacional, sin embargo, a pesar de que así sea, en Acción Nacional decidirá el aspirante presidencial Ricardo Anaya, conjuntamente con el CEN de ese instituto; en Morena, finalmente y de forma unilateral, será Andrés Manuel López Obrador y en el PRI es José Antonio Meade virtual candidato presidencial y Enrique Ochoa, presidente nacional del mismo, no hay más.
Por lo tanto, para tomar algunas ventajas, se tienen que tocar aquellas puertas y a esos personajes, porque ya vemos como ejemplo lo ocurrido en Veracruz. Otro de la familia Yunes, muy cercano a Meade Kuribreña y a Luis Videgaray, es quien va como candidato priista en aquella entidad, por eso reiteramos que para poder lograr la unción en Morelos, debe contarse con la bendición directa de los aspirantes presidenciales de cada uno de los institutos y del dirigente nacional en turno o simplemente se quedarán en el camino y a seguir esperando mejores tiempos, así es en política, se deben aprovechar las coyunturas.
