Sin muchos recursos ni respaldo popular, quizás esperanzados en que la irritación popular en contra de los partidos y sus cuadros tradicionales haga a los electores tomar otras opciones, hay una creciente lista de aspirantes independientes a cargos de elección en todas las posiciones a disputar.
Sólo para la gubernatura, hasta ayer había siete inscritos, más los que se acumulen en los días siguientes y lo que referíamos recientemente, todo esto ya parece una locura. Pero desde luego que una cosa es haberse inscrito como posibles aspirantes y otra diferente es cumplir con las reglas y requisitos que en materia establecen las instituciones electorales.
Hay que reunir el número suficiente de firmas para dar el primer paso y se antoja que la mayoría de ellos se quedarán en el camino; pero de cualquier forma, hay sobrado interés de una suma importante de ciudadanos que quieren tirarle, no sólo a posiciones menores, también a la primera magistratura.
En lo que se refiere a la gubernatura, aparecen Mario Rojas Alba, quien fuera legislador federal tras aquella polémica elección del 6 de julio de 1988; Luis Sergio Hernández Coronado, del que poco se sabe; José Antonio Sandoval, sacerdote con licencia; el ex perredista, por un rato morenista y finalmente independiente, el senador Fidel Demédicis Hidalgo, con una trayectoria cuestionable desde sus orígenes de maestro de educación básica; Ariosto Genel García, quien fuera parte del gabinete en el gobierno de Jorge Carrillo Olea. Parece un hombre culto y con formación académica, Edgar Francisco Flores, del que igualmente no se tienen datos para describir su perfil; y quien fuera magistrada, Yolanda Gutiérrez Neri.
De todos los anteriores, podríamos considerar los que no están maleados y traen un perfil muy cercano a los ciudadanos, son Rojas Alba y Genel García; de dos o tres no hay indicios de que anduvieran en la política y los demás como que ya son cartuchos quemados que militaron en algunos partidos y al final se quedaron en medio, ni de un lado ni de otro, como el senador Demédicis.
Pero a los ayuntamientos y distritos locales también hay muchos apuntados. En el caso de Jiutepec, van ya dos registros por la comuna, Carlos Mujica Avilés y Miriam Yolanda Guadarrama. Bueno, para Cuernavaca ahí está José Luis Urióstegui Salgado y Modesto Reyes Álvarez.
En lo tocante a diputaciones locales, por el distrito uno está José Luis Rabadán Beltrán, en el dos viene Cristian Iván Torres, por el tercero Carlos Sebastián Díaz y Marisol Solano Miranda; en el IV, Gerardo Amado Loera y Yesica Cinto López; mientras que en el V, se inscribió Miriam Dolores Martínez.
Y así nos podemos ir alargando la lista con cada uno de los distritos locales y ayuntamientos, porque en cada uno de ellos hay dos o tres que ya acudieron a inscribirse en el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), para tener el aval a fin de iniciar la recolección de firmas para tal efecto.
Algunos traen algo de idea de lo que quieren; también equipo de trabajo que en mucho se reduce a vecinos, familiares y amigos que van apoyando con contactos y haciendo una labor altruista, pero sin muchos recursos económicos, que es una de las desventajas a enfrentar con los que tienen siglas detrás.
En lo que se refiere a ayuntamientos, consideraríamos que una muy buena fórmula y que seguramente conseguirá los votos exigidos para ser palomeada y que además ya en la contienda pudiera poner en aprietos a más de uno, es la que encabeza Urióstegui Salgado, que va por la presidencia municipal capitalina como independiente.
Trae a un exlegislador local, Carlos de la Rosa Segura; a César Salgado Castañeda, hermano del notario dos Hugo Salgado. Ellos tres ya han desempeñado cargos públicos o de representación. Lo decíamos, de la Rosa fue diputado local en la legislatura anterior, Salgado Castañeda fue funcionario de la alcaldía capitalina y el propietario Urióstegui pasó por la Procuraduría General de Justicia, la Secretaría de Seguridad Pública de Cuernavaca, la Consejería Jurídica de gobierno estatal y tiene prestigio como abogado, por eso es de pensar que por lo menos lucharán con dignidad.
El que como contendiente a la gubernatura puede arrebatar algunos votos de perfil campesino es Fidel; como senador emprendió un duro esfuerzo en la mayoría de los municipios, bajando recursos para apoyar la producción del campo y seguramente que en algo será retribuido en lo que toca a las urnas, pero de ahí a que considere ganar, hay un abismo.
Así como van las cosas, aparecerán en las boletas el día de la elección unos ocho o diez candidatos por la gubernatura; van a pulverizar el sufragio y quien gane lo hará con un menor número que en el reciente pasado, a pesar de que ahora hay más electores, algo así como un millón 200 mil votantes.
Lo mismo acontecerá en el resto de las candidaturas en disputa, pero salvo dos o tres casos que pudieran representar alguna sorpresa, los análisis llevan a que serán contendientes apoyados por sus respectivos partidos políticos, los que se lleven el 98% de las posiciones en lucha.
Es cierto que la inconformidad popular contra partidos e instituciones es alta y que ello puede favorecer a los que irán pidiendo el voto sin colores, pero una vez que se suelten las amarras y comience la batalla campal, esas organizaciones y sus cuadros borrarán del mapa a los otros.
Los primeros irán calle por calle y casa por casa; que también es buena estrategia para comprometer al votante, pero difícilmente podrán acceder al universo de población que les corresponde; mientras que los que traen plataforma utilizarán todos los medios posibles para hacerse notar, a saber, sports en radio y televisión, publicidad en los medios escritos y el sistema estatal del transporte público, espectaculares por todas partes. Donde quizás exista más equidad, será en lo correspondiente a redes sociales.
Pero más allá de eso, no van a ser competentes y como que todavía queda algo de cultura añeja en los sectores sociales más avanzados de edad y esos se moverán seguramente a partir de los métodos de antaño, de ahí que para vencer a esos partidos, el poder que representan y a sus candidatos, no será cosa de niños.