Para el trienio en proceso se esperaba una administración municipal de avanzada, sin embargo, la delincuencia organizada, coludida con la de cuello blanco, se encargaron de eliminar a quien sólo gobernó durante un día, Gisela Mota Ocampo. A partir de aquel desafortunado hecho, lo único que se garantizaba era el desorden, la anarquía y el desgobierno, porque evidentemente, quien la sustituyó en el mando, Irma Camacho García, no estaba preparada para eso.
Claro, las condiciones bajo las cuales tomó protesta como alcaldesa tampoco fueron las ideales, debió ceder cerca del 75% de los espacios de la comuna para quienes acompañaron en el proyecto electoral a Gisela, a fin de lograr sentarse en la silla, pero a un año y tres meses de gestión, se viene probando que la señora sigue sin saber en dónde está parada.
No se falta a la verdad cuando se advierte que recibió un ayuntamiento no sólo en quiebra, sino controlado por la maña, a la que su antecesor Miguel Ángel Colín Nava le permitió entrar hasta la cocina, sin embargo, la falta de experiencia de la presidenta es factor fundamental para que esa alcaldía se encuentre en situaciones deplorables.
Un funcionario de la comuna decía a La Unión de Morelos que son seis o siete corrientes las que comparten responsabilidades en la presidencia. La dominante, lo decíamos, es la heredera de Mota Ocampo, pero Camacho García acaso controla el 25% de las posiciones.
Incluso decía que hay tal distanciamiento entre esos grupos que no se prestan un lápiz entre sí; cada quien jala por su lado y la ingobernabilidad lleva a la generación de vacíos en el ejercicio del poder, que se traducen en parálisis y los paganos son los habitantes de ese sufrido municipio que no la ve llegar desde hace muchos años.
Dadas las circunstancias, en Temixco no hay rumbo ni destino, en lo que se refiere al gobierno en turno. En medio de ese ambiente ya los partidos y algunos valores políticos locales comienzan a moverse con miras a buscar contender por la candidatura a la presidencia municipal.
Debido a un desgaste permanente de cuadros de toda procedencia y militancia, no son muchos, acaso tres o cuatro con trabajo y presencia como para aspirar al cargo. Más aún, algunos de ellos incluso no tienen definido por cuál de las distintas vías que hay estarían buscando la comuna.
A distancia observamos a dos con cierto liderazgo y presencia territorial que seguramente la van a buscar: Andrés Huicochea Santaolaya, que ya contendió por la alcaldía en el 2015, precisamente contra Gisela; y Miguel Ángel Tovar Martínez, ex síndico y ex regidor y que pareciera ir por enésima ocasión en busca de ser presidente municipal. El primero es hijo de quien ya ocupara la presidencia en tiempos de Lauro Ortega Martínez, Cecilio Huicochea, hombre de amplia experiencia en asuntos políticos.
Otro que buscó siempre ser tomado en cuenta por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para ir por la alcaldía era Dante González Lagunas, pero falleció hace ya un buen tiempo, de ahí que no se dispone de muchos contendientes a una posición de riesgo, porque así como va a entregar Camacho García la estafeta, quien la releve deberá hacer un esfuerzo titánico a fin de enderezar el rumbo.
El senador Fidel Demédicis Hidalgo controló buena parte de la parcela política en este territorio durante algunos años. Fue el “padrino político” de Colín Nava, a fin de que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) le diera la candidatura que finalmente ganó en el 2012, pero a estas alturas el legislador pareciera haber perdido la brújula, no tiene un proyecto electoral definido, porque en breve anunciará su renuncia a la camiseta amarilla, buscando adherirse al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sin embargo, este partido no le ha corrido la invitación y entonces su futuro está tambaleándose.
Habrá que ver cómo se mueve en el futuro inmediato, porque venía anunciando que promovería a su hijo Teratochi Demédicis para que contendiera por la alcaldía, a pesar que había prometido a su sobrina Mariela lo mismo. Su hija Gabriela Leyco es regidora y otro de sus hijos tesorero en la dirigencia del partido municipal. Es decir, quería adueñarse de todas las posiciones, pero así como le vienen las cosas, pudiera quedarse “chiflando en la loma”.
Sumidos en el retroceso, a los temixquenses les urge que el gobierno “comandado” por Irma Camacho vea su fin. Tal vez dándole vuelta a la página se logren encontrar posibilidades de iniciar la recuperación añejamente esperada, aunque decíamos, no será para nada fácil, aquello está de cabeza.
E igual que en el resto del estado, los viejos partidos advierten que a la hora de la verdad, la lucha se dará contra los candidatos de Morena, por el peso que traerá su aspirante presidencial Andrés Manuel López Obrador y aquí es posible que priistas, perredistas y panistas, de última hora, soliciten ingresar a dicha trinchera, fortaleciendo al nuevo partido.
Ya ve que en lo referente a Jiutepec, quien contendiera por la presidencia en el 2015 de parte del Revolucionario Institucional, Rafael Reyes Reyes, ya se afilió a Morena y es el virtual candidato. Las tendencias indican que si hoy fueran las elecciones ganaría con el 70% del voto. Por eso le decimos que no habrá que perder de vista a los morenos, porque en Morelos amenazan con hacer de las suyas.
Estamos aún a más de medio año de que arranque formalmente el proceso electoral hacia el 2018, pero ya es posible apreciar hacia dónde se puede inclinar la balanza y sobre todo ver quiénes están en condiciones de reclamar candidaturas a alcaldías, diputaciones federales, locales o a la propia gubernatura´
Como se ha dicho, previas justas anteriores, la del 2018 promete ser inédita. En esta ocasión se antoja posible que llegue a la presidencia de la república alguien que cambie el rumbo y las políticas públicas vigentes desde hace décadas, de ahí la trascendencia del proceso en puerta. Pero regresando al asunto de Temixco, en verdad que la población paga las consecuencias del mal gobierno.