Se ha definido a la onomatopeya como el vocablo o grupo de palabras que intenta imitar el sonido de aquello que describe; etimológicamente procede del sustantivo griego ‘onoma’ (nombre) y del verbo ‘poeio’ (hacer), con lo cual se alude al resultado de formar nombres por imitación de un sonido. De ahí que el título del espacio dominical de este día se complete con la onomatopeya ‘pas pas pas’: ¿la sonoridad del mecanismo de disparo en acción simple de un revólver?
Y es que durante la semana que concluye, en diversos medios se hizo referencia a los resultados del Índice de Paz México (IPM) para el año 2015, elaborado por el ‘Instituto para la Economía y la Paz’ (IEP, por sus siglas en inglés de ‘Institute for Economics and Peace’). Por cierto, un indicador que “sufrió un importante deterioro en los últimos dos años”, fue el de la tasa de delitos cometidos con arma de fuego, la cual aumentó en un 11 por ciento.
Cabe destacar que la totalidad de los datos que se incluyen en el documento fueron anunciados desde el día 19 de marzo, ofreciendo “una evaluación integral del nivel de paz en México” y detallada para cada uno de los 31 estados de la República y el Distrito Federal, durante los últimos once años.
¿Qué es el Instituto para la Economía y la Paz? Mediante un comunicado, el IEP se describe como “un grupo de reflexión independiente, apartidista, sin fines de lucro, dedicado a promover un mejor entendimiento de los factores sociales y económicos que desarrollan una sociedad más pacífica”. A su vez, el Índice de Paz México se basa “en una metodología semejante a la de los índices anteriores realizados por el IEP, entre ellos el Índice de Paz Estados Unidos y el Índice de Paz Reino Unido; sin embargo, se incluyeron medidas adicionales para reflejar mejor el contexto cultural y nacional mexicano”.
¿Cuáles son, entonces, los siete indicadores que se utilizaron para analizar en específico el nivel de paz en México, y así establecer índices desde el 2003 hasta el 2014? La respuesta: tasa de homicidios, delitos con violencia, delitos cometidos con armas de fuego, encarcelamiento, financiamiento a las fuerzas policiales, incidencia de delitos de delincuencia organizada y eficiencia del sistema judicial. También se evalúan los costos relacionados con la violencia, y los factores socioeconómicos vinculados con la paz.
El comunicado agrega que en el estudio participaron expertos representantes de instituciones como el CIDE, México Evalúa, INEGI y Jurimetría; muy importante, se especifica que el Índice de Paz México 2015 utiliza datos facilitados por el Gobierno Federal, a través de INEGI y de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Haciendo memoria, la columna titulada “Valores… ¿perdidos?” y publicada el primer domingo de este 2015 en “Panóptico Rojo”, iniciaba con un párrafo que apuntaba un breve comentario sobre el tema del terrorismo, “derivado de lo que el Instituto para la Economía y la Paz (Institute for Economics and Peace) publicó en el ‘Índice de Terrorismo Global’ para el año 2014, con datos actualizados hasta el 2013”.
Según reportes contenidos en dicho “Índice”, México es uno de los trece países (integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE) en los que podría incrementarse sustancialmente la actividad terrorista, junto a Angola, Bangladesh, Burundi, República Central Africana, Costa de Marfil, Etiopía, Irán, Israel, Malí, Myanmar, Sri Lanka y Uganda.
Pero no se preocupe, estimado lector. Ahora, el Índice de Paz México (IPM) para el año 2015 del Instituto para la Economía y la Paz expone de manera optimista que ha habido una mejora de 16% en el nivel de paz de México desde 2011; sin embargo, en 2014 la mejora fue solamente del 0.7%, aunque “es pronto aún, para determinar si se trata de una nueva tendencia”.
Sin pasar por alto el dato del IEP que anota que en los últimos dos años, la mayor reducción en violencia es respecto a la tasa de homicidios, la cual bajó prácticamente un 30%, mientras que el nivel de la delincuencia organizada se redujo en un 25%. La disminución de homicidios se debió en gran medida a la reducción de homicidios vinculados al crimen organizado, “considerando que los mayores descensos se registraron en los estados con alta actividad de los cárteles de la droga”.
Otros datos que destaca el comunicado del IEP son los siguientes: los estados más pacíficos son Hidalgo, Yucatán, Querétaro, Campeche, Tlaxcala y Chiapas, mientras que los menos pacíficos son Guerrero, Morelos, Sinaloa, Michoacán y Guanajuato. Sobre Morelos, en el apartado específico, se señala que para el IEP el estado estaba en el lugar 16 de 32 en el 2007, mientras que en el 2012 y en el 2013 fue el estado menos pacífico en México; en lo que toca a la cuestión geográfica y junto con Guanajuato, Morelos es uno de sólo dos estados entre los cinco menos pacíficos que no tiene costa.
Respecto a Cuernavaca, el Índice de Paz Metropolitano -incluido en el Índice de Paz México y que toma en cuenta los datos respecto a homicidios y delitos con violencia como indicadores- en el periodo 2011-2013 sitúa a la ciudad en el lugar 70 de 76 con alto nivel de violencia, por debajo únicamente de Culiacán, Chilpancingo, Tecomán, La Laguna, Acapulco y Chihuahua.
Debo admitir que del comunicado de prensa emitido con fecha 19 de marzo del presente año por el Institute for Economics & Peace, el primer párrafo de la segunda hoja es el que tuve que releer en varias ocasiones y lo transcribo, para la reflexión: “El aumento registrado en el nivel de paz fue generalizado. Desde 2012, 26 de los 32 estados experimentaron mejoras, en tanto que en 23 estados se redujo la tasa de homicidios. Las mejoras más notorias ocurrieron en los estados menos pacíficos; a la inversa de la tendencia general, los estados más pacíficos se volvieron ligeramente menos pacíficos. Estas tendencias divergentes generaron una reducción importante de la brecha entre los estados menos pacíficos y los más pacíficos”.
Como contrapunteo de los datos aportados por el IEP, cabría incluir los resultados de la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), que muestra que el 67.2% de la población modificó sus hábitos por temor a sufrir algún delito, el 64.8% no dejó que sus hijos menores salieran de casa solos y el 50.9% cambió de rutinas.
Y es que aunque el valor de la investigación presentada por el IEP “brinda la base de evidencias y los datos para un debate más amplio de políticas públicas sobre cómo reducir la violencia en México”, también es necesario señalar que utiliza cifras oficiales disponibles para calcular la incidencia delictiva, además de encuestas para complementar la información y conocer la llamada “cifra negra”. Pero la percepción de la seguridad entre la población muestra contradicción con el aumento en el grado de paz estimado por el organismo.
Se dice que la paz es algo más que la ausencia de violencia… y quienes lean el reporte del IEP (mismo que puede consultarse en http://www.visionofhumanity.org/#/page/our-mpi-findings) seguramente lo harán con cierto escepticismo. Lo que es importante y debe resaltarse, es el enfoque positivo respecto al uso de datos para buscar soluciones y que la PAZ sea una realidad asentada en hechos, no únicamente en cifras y estadísticas.
INDICTUM
“Si queremos gozar la paz, debemos velar bien las armas; si deponemos las armas no tendremos jamás paz”. – Cicerón. Escritor, orador y político romano.
“Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: la paz”. - Albert Einstein. Científico alemán nacionalizado estadounidense.