Los HFC se encuentran principalmente en los aires acondicionados de los autos, las oficinas y las casas, además de los refrigeradores y los aerosoles. Son muy dañinos y nocivos para el medio ambiente, aún más que el CO² emitido por los vehículos de consumo de combustibles. Por eso el acuerdo es tan importante.
En la ciudad de Kigali, capital de Ruanda, firmaron casi 200 naciones la semana pasada para disminuir la emisión de HFC de manera permanente. El acuerdo, que forma parte del Protocolo de Montreal, confirma la reducción en un 85% de la producción de gases de efecto invernadero para 2036.
La importancia de este acuerdo recae en la posible y probable reducción en un 0.5°C del calentamiento global de aquí a 2100. Los HFC son utilizados desde los años 1990s en sustitución de los clorofluorocarburos (CFC), sustancias que provocaron la destrucción parcial de la capa de ozono. Fue maravilloso en su momento cuando se prohibió el uso de CFC; recuerdo muy bien cuando se prohibieron. Fueron remplazados por HFC que no dañan el ozono, pero que desafortunadamente han resultado desastrosos para el clima. Desde 2009, en Montreal, un gran esfuerzo por suprimir los HFC ha ultimadamente llegado a un final feliz. La mayoría de los países están dispuestos a congelar la producción y la utilización de los HFC para el año 2021, ya que existen alternativas viables mucho menos dañinas e igualmente efectivas.
Para la próxima cumbre sobre el cambio climático organizada por Naciones Unidas –la COP22 que tendrá lugar en Marrakech, Marruecos, en noviembre– este acuerdo constituye una señal muy positiva. Es más importante que nunca convencer a los países desarrollados de revisar sus ambiciones y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en el horizonte de 2020. Se espera la participación de al menos 20,000 personas en dicha cumbre, de las cuales al menos 8,000 representarán a la sociedad civil. Es una clara muestra de la preocupación del público en general a nivel global.
Marruecos es un caso interesante, ya que tiene como objetivo el desarrollo de energías verdes para lograr para 2030 una cuota del 52% de energías renovables. Marruecos no sólo está invirtiendo con mucho éxito en plantas de energía solar, sino también en plantas eólicas y centrales hidroeléctricas. Tendremos que estar muy pendientes de los acuerdos de la COP22 a principios del mes de noviembre. Ojalá se logren más acuerdos como éste de la prohibición de los HFCs. Mantendré los dedos cruzados para compartirles más buenas noticias en un futuro cercano.