Se estima que unas tres mil millones de personas alrededor del mundo vieron la transmisión del evento. Una oportunidad sin duda increíble para compartir la angustia y la preocupación por el Planeta Tierra. La página oficial de los juegos www.rio2016.com describe el evento así, sin modestia: “La cultura, la música y la naturaleza de Brasil quedaron expuestas en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos 2016, tal vez una de las mejores ceremonias de apertura de la historia. Río 2016 deslumbró con las bellezas naturales del país, la evolución del continente y una muestra acabada de efectos especiales que iluminaron el cielo de Río de Janeiro”.
Cada equipo nacional de atletas al entrar al Estadio Maracaná durante la inauguración fue liderado por un pequeño brasileño, cargando un arbolito. A su vez, cada atleta sembró una semilla en macetas listas, ubicadas en el estadio, para ser plantadas después en lo que se llamará el Bosque de los Atletas. En total 12 mil semillas serán sembradas de 208 diferentes especies, representando los 208 países que participan en Río 2016. Veremos si este nuevo bosque realmente será mantenido y protegido. Las soluciones al problema de la deforestación son mayores a este esfuerzo, sin duda alguna.
Brasil, como un país donde la pobreza es una constante y los daños al ambiente a la vista de cualquier visitante o habitante, tiene mucho que hacer para contrarrestar esta situación. Por ejemplo, la Bahía de Guanabara, sede de los eventos de vela, canoa, kayak, etcétera, no ha cumplido con los requisitos necesarios en cuanto a la limpieza del agua. Los atletas que participan en los eventos de vela están preocupados y con mucha razón. El agua de la bahía huele muy mal porque está llena de aguas negras. La recomendación para los atletas es cubrirse cualquier corte o rasguño y pasar el menor tiempo posible en el agua. Y si terminan en el agua sin querer, lo importante para ellos es no tragar ese líquido, pues la consecuencia sería un malestar terrible y hasta una probable fuerte infección estomacal. Para los brasileños que viven en la zona, es difícil entender que es sólo debido a un evento mundial de tal importancia, por fin el problema de higiene de la bahía reciba la atención de las autoridades…
Tengo un profundo respeto por todos los atletas. Los Juegos Olímpicos representan sobre todo la oportunidad para los mejores atletas del mundo de mostrar su fuerza, condición y dedicación; algunos cantarán victoria, muchos otros no. También el evento es sin duda un momento de patriotismo total. Sin embargo, estos acontecimientos son hoy en día totalmente comerciales y su costo exorbitante; la producción de enormes cantidades de residuos, que seguramente terminarán en rellenos sanitarios, así como el alto nivel de emisiones de carbono, entre muchas otras cosas, convierten este suceso en uno no tan ecológico, no importando los mensajes ambientalistas. Dejará una gran huella ecológica, desafortunadamente. Esto es lo que cuesta el evento de mayor trascendencia en el calendario de cualquier deportista. Río 2016 es y será testigo de triunfos y llantos deportivos y estaremos viviendo cada momento con ellos a través de las televisoras. Yo los acompañaré, pero estaré también preocupada por los daños ambientales…