Es importante tratar el tema de formas más limpias de transportación, dadas las circunstancias que estamos sufriendo actualmente al descubrir que nuestro ambiente está mucho más envenenado y tóxico de lo que habíamos imaginado, en detrimento de nuestra salud y del medio ambiente.
En la ciudad de México ha aumentado el número de motociclistas en un 54% en un año, según el periódico Reforma. De igual modo vemos mucha más gente utilizando las ecobicis de la ciudad moviéndose por los carriles reservados para ellos. La bicicleta es, sin duda alguna, el mejor tipo de transporte porque no genera ningún tipo de emisión. Además, es una forma de ejercicio, lo cual aporta grandes beneficios a la salud. La motocicleta sí contamina porque la impulsa un motor de cuatro tiempos que consume gasolina. Sin embargo, lanza una tercera parte menos de emisiones de carbono que cualquiera de los 4.5 millones de automóviles que circulan a diario en el DF (fuente: Reforma). Es posible, sabiendo lo que ha hecho la empresa Volkswagen con las emisiones de sus vehículos de diésel, que sea mucho menos que una tercera parte… Es más, la motocicleta es rápida, eficiente y ahorra tiempo y dinero. El punto vital aquí es que la moto es una buena alternativa por mientras, pero será aún mejor cuando sea posible adquirir motos eléctricas, que son silenciosas, limpias y mucho más eficientes.
Para las personas que están contemplando la compra de una motocicleta es muy importante saberla conducir con seguridad y confianza; sería recomendable tomar clases de manejo. Sobre todo, utilizar un casco adecuado, es la primera regla porque la cabeza tiene que estar siempre bien protegida; además, es la ley. Para muchas otras personas que jamás andarían en bici o en moto, es importante utilizar el auto lo menos posible, dejándolo en casa por lo menos un día o dos días completos. Con un poco de organización sería posible no tener que salir todos los días en el auto, con lo cual bajaría la cantidad de emisiones que éste genera.
El tema del transporte alternativo que contamina menos es más importante que nunca, sobre todo por el escándalo de los autos fabricados por Volkswagen, como lo escribí la semana pasada. Sigue en las noticias, por supuesto, porque se trata de una cuestión de engaño empresarial que afecta no sólo a la compañía y a sus empleados, sino también la salud del planeta entero. Lo que es de esperarse, desde el punto de vista cínico, es que otros fabricantes de vehículos sean igual de culpables. Ya empezaron a nombrar otros como Renault, Nissan, Hyundai, Citroën, Fiat y Volvo, entre otros, todas marcas conocidas aquí en México. Si éste es el caso, lo cual es muy probable, los niveles ilegales de NO² en el ambiente de ciudades alrededor del mundo, incluyendo Cuernavaca, Jiutepec, Zapata y Temixco, han causado un efecto enorme: somos nosotros quienes involuntariamente hemos contribuido al problema del calentamiento global, el cambio climático, además de malgastar nuestro propio dinero y, sobre todo, causar la muerte de miles por haber ido contaminando con las emisiones tóxicas que producimos y lanzamos al manejar nuestros autos.
De una buena vez dejemos el petróleo en la profundidad de la Tierra, ya no lo saquemos más. Quitémonos nuestra dependencia de ese combustible fósil tan dañino y busquemos las mejores alternativas para transportarnos sin contaminar más el ambiente. Tenemos que exigir este cambio sobre todo porque nos encontramos en un momento crítico, justo cuando el gobierno está otorgando contratos para extraer más hidrocarburos de tierras y mares mexicanos…
Demos la bienvenida a las nuevas formas de transporte, tanto las motos como los automóviles eléctricos. Es la única manera.