Es importante saber cómo utilizar mejor el tiempo y así beneficiarnos de cada momento al máximo. Las ventajas incluirán más espacios para uno mismo y menos uso de gasolina y transporte, lo cual es parte del objetivo de desarrollar una conciencia ecológica. Con una buena planeación serás más eficiente en todo lo que hagas y el resultado será lograr más tiempo para hacer tareas, atender a la familia, hacer ejercicio, disfrutar una comida o una cena, relajarte y reducir tus niveles de estrés. Es más, pasarás menos horas manejando o en el transporte, tendrás más energía, serás más productivo y te sentirás más saludable.
Para disponer del tiempo de la mejor manera, necesitamos planear qué hacer y cómo. Por ejemplo, ir al supermercado o al mercado una sola vez a la semana es lo recomendable. Mientras estemos en la misma zona podremos hacer otros mandados que queden cerca. La idea es utilizar el automóvil lo menos posible, con el fin de no gastar tanta gasolina y así generar menos emisiones de carbono. Y tenemos una motivación extra: el precio de la gasolina que sigue aumentando cada mes.
Uno de los pretextos más comunes que escuchamos es: “no tengo tiempo para…” y con estas palabras las personas se cierran a muchísimas cosas y viven con un alto nivel de estrés. Si creemos que no tenemos tiempo para hacer algo, es importante preguntarnos por qué. Si sufrimos de estrés, insatisfacción o de problemas continuos, puede ser que no sepamos manejar el tiempo de la mejor manera. Tenemos que reconocer en nosotros esa debilidad, aceptarla y contemplar cómo corregirla. Si sabemos aprovechar el tiempo, nos ayudará a tomar las decisiones adecuadas, además de lograr distribuir nuestro tiempo en las diferentes áreas de nuestras vidas.
Ciertas personas creen que aplicar prácticas ecológicas en su vida implicará la inversión de mucho tiempo. Esta creencia es equivocada. “No tengo tiempo para separar la basura/hacer una composta/preparar comida/regar los árboles”, es un refrán popular, lo cual me parece muy triste. Si tenemos una hora o más para quedarnos tirados en un sillón frente a la televisión o jugando en la computadora o sencillamente estar mandando mensajes a través del teléfono celular, entonces sí tenemos tiempo sobrante para dedicarlo a las prácticas ecológicas. Si fuéramos al supermercado una sola vez a la semana, en lugar de tres veces, nos sobraría tiempo para pensar en el medio ambiente y pasar más tiempo con la familia.
Un ejemplo del buen manejo de cada segundo, fue visto en el evento de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno Sochi 2014. El domingo pasado los rusos nos ofrecieron un viaje cultural a través de la música, el ballet, la literatura y el circo y todo fluyó con una precisión perfecta. Lo mismo pasará muy pronto en Río de Janeiro cuando dé inicio la Copa Mundial: veremos tiempos respetados no sólo en los eventos de apertura y de clausura, sino en cada partido, por supuesto. ¿Quién puede imaginar un partido de futbol que se extienda más allá del tiempo asignado? Claro, es imposible. Pues de la misma manera quisiera sugerirles que hay un tiempo limitado para toda actividad: para dormir, trabajar, viajar, comer, crecer... Estamos todos en un camino predestinado; algunos de nosotros viviremos más años que otros, así es la vida. Por eso es importante que vivamos hoy en día con ganas, siempre en el presente, con propósitos positivos, con paz y tranquilidad y verán que tendremos entonces el tiempo necesario para lograr nuestras ambiciones.
Preguntémonos si manejamos bien el tiempo o no, a fin de determinar si nos alcanza para hacer lo que realmente queremos hacer. Aprovechemos el tiempo lo más que nos sea posible. Yo les pido que no dejen de incluir prácticas ecológicas en esa nueva distribución inteligente del tiempo que estarán emprendiendo. Habrá suficiente tiempo para todo: ya verán que sí.