Ya he escrito antes, muchas veces, sobre lo que nos está sucediendo a nivel global en términos de acontecimientos climáticos fuertes, inesperados y destructivos. También he dicho que no hay gobierno alguno que tome suficientemente en serio el tema del cambio climático. Los políticos son buenos para declarar que sí están trabajando para mitigar las consecuencias del cambio climático, pero vemos que eso no es cierto. ¿Qué más prueba necesitamos? Es una debilidad de cualquier político ambicioso no prever algo hasta verlo ocurrir. ¿Qué político ganaría votos proponiendo gastar dinero en algo que todavía no ha ocurrido? Es sólo cuando sucede algo fuerte, desastroso y lejos de nuestra imaginación, que de repente los gobiernos empiezan a reaccionar. Demasiado tarde, me queda claro.
Ése es el caso de la Gran Bretaña donde nunca en la historia han recibido tanta lluvia. Aunque este país isleño sea famoso por sus lluvias constantes, los récords de precipitación han sido rotos una y otra vez en lo que va del año –y apenas estamos en febrero. A la vez, la erosión de las costas en el suroeste ha sido considerable por los feroces y fuertes oleajes. Para entender el poder de estas olas extraordinarias, los surfistas que normalmente buscan las altas ondas de Hawái llegaron a Gran Bretaña para surfear en oleajes enormes, nunca antes vistos.
Qué tristeza es tener que esperar que alguien muera; qué cinismo de parte de la élite política que no sienta la obligación de hacer algo hasta no ver llegar el mar a las casas; qué frustración es ver a los ciudadanos tratar de rescatar una u otra de sus pertenencias para finalmente perderlo todo en sus casas, hasta el mismo hogar. En los Estados Unidos ya han muerto varias personas por el intenso frío y ellos también están aguantando una situación a todas luces francamente inaceptable. Ese país norteamericano tiene una trayectoria lamentable en cuanto a las políticas diseñadas para proteger el medio ambiente y, está claro, esas extraordinarias tormentas son lo que pueden esperar a partir de ahora. De hecho, los científicos en todas partes están buscando con urgencia una explicación. Al parecer una teoría, que tiene bastante peso, es la actividad inusual de las corrientes más cálidas del agua de los océanos, que afectan tanto a Estados Unidos y a Canadá como a Gran Bretaña. Este invierno la corriente principal conocida como el “Jet Stream” se ha desviado de su camino normal, afectando como consecuencia al clima. La conclusión más probable es entonces que la llegada de tantas tormentas fuertes se deba a este nuevo comportamiento de tan importante corriente marítima. Su desviación se debe, a su vez, al calentamiento de los océanos y al derretimiento del hielo en el Ártico. Sin lugar a dudas, el clima de estos tres países será irregular de ahora en adelante.
Sin embargo no es para nada sorprendente lo que está pasando, lamento mucho decirlo. Los científicos nos advirtieron repetidas veces de los posibles acontecimientos climáticos tan intensos y desastrosos, pero lo malo es que ningún gobierno haya tomado en serio sus consejos y recomendaciones. Por eso la extracción de petróleo de mares profundos, la extracción hidráulica (fracking) de gas natural y la perforación del hielo del Ártico son acciones totalmente inaceptables así como terriblemente irresponsables.
El cambio climático no es un tema nuevo: desde hace 100 años, aproximadamente, ha estado sobre la mesa. No sólo los científicos han estado trabajando en esta área sino que hay novelas sobre este tema, hay películas sobre el fin del mundo, hay canciones que hablan de nuestra autodestrucción. ¿Qué más prueba necesitamos? ¿Cuántos de nosotros tendremos que morir de sed, inundación, frío, calor o hambre para que se entienda la situación? Y yo me pregunto: ¿qué nos espera aquí en México con la próxima temporada de lluvia? ¿Caerá lluvia en Morelos? ¿La sequía seguirá en los estados norteños? Los estados vecinos de California y Arizona sufren actualmente una terrible sequía que impacta no sólo en sus reservas de agua potable sino además en la agricultura y en la economía general de esos estados de la Unión Americana.
No importa dónde estemos, ésta es ya nuestra realidad. Hay que hacer algo, ahora o nunca. ¿O no será ya demasiado tarde?
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Mientras que los atletas que participan en Sochi 2014 están experimentando temperaturas más bien templadas que frías, la nieve está otra vez atormentando a los Estados Unidos y Canadá. En Gran Bretaña, que está sufriendo tormenta tras tormenta desde fines de diciembre del año pasado, los habitantes están padeciendo serias inundaciones en gran parte de sus condados sureños como resultado.
Publicado en
Ecología En Tus Manos
+De Rosalind Pearson
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