Tiene 82 años de edad y en su memoria guarda hechos significativos para la historia de México, que le fueron relatados de manera oral por sus parientes y conocidos que vivieron en la época en que Emiliano Zapata tuvo campamento militar en este pueblo.
“Todas las historias que narro son historias orales de personas que sobrevivieron a la Revolución. Como yo conocí a muchos sobrevivientes y señoras… yo los conocí desde niña. Como mi padre Lázaro López Zúñiga, conocido como ‘el amigo de Zapata’, que fue revolucionario y se murió de más de 100 años, en 1967, aquí en el pueblo”.
Mencionó que aun cuando muchas autoridades no están interesadas en conservar y difundir la historia del pueblo y de los protagonistas de la Revolución Mexicana, ella sí considera importante transmitir todo ese conocimiento a las nuevas generaciones “para que no se muera, para que quede en la mente, en la memoria, en el corazón de la gente”.