Con los ánimos cimbrados por el portentoso recorrido de géneros y temas musicales de nueve países de habla hispana y de diversas regiones de la República Mexicana –lo cual incluyó hasta a singulares instrumentos tradicionales-, los asistentes al concierto por los 50 años de aniversario de Los Folkloristas, se conmocionaron cuando los artistas alzaron la voz para hacer un “enérgico pronunciamiento” social y político.
Casi al final de su presentación en Cuernavaca y ante el anuncio de una pieza del canto nuevo, composición de Silvio Rodríguez –“El necio”-, los intérpretes dijeron que tenía como dedicatoria: “a que no queremos más estudiantes ni más maestros muertos”, en obvia alusión a los acontecimientos que han indignado a la sociedad mexicana en los últimos meses.
Antes de que, en el escenario del Teatro Ocampo, su voz entonara la canción de protesta, que a la letra dice: “Me vienen a convidar a arrepentirme,/ me vienen a convidar a que no pierda,/ mi vienen a convidar a indefinirme,/ me vienen a convidar a tanta mierda”, los integrantes de la agrupación añadieron que el tema que cantarían era en solidaridad con la Normal Rural isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero.
Al mediodía del pasado domingo 10 de julio y luego de más de hora y media del concierto musical, recordaron que esa institución educativa albergó en la década de los 70 a luchadores sociales como Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas.
“Levantamos nuestro más enérgico pronunciamiento. Desde Acteal hasta Ayotzinapa”, finalizaron en su inesperada intervención, para empezar a entonar la canción que como estribillo repite: “yo me muero como viví, yo me muero como viví.”
*UN TIANGUIS QUE EN REALIDAD ERA UN COFRE
El escenario en el que se presentaron los Folkloristas para celebrar, en la capital de Morelos, su medio siglo de existencia, era realmente impactante.
En plan de broma, uno de los artistas dijo que parecía un “tianguis”, por la amplia cantidad de instrumentos musicales acomodados en ese espacio, aunque más bien se trató del cofre de un tesoro cultural invaluable.
Con ayuda de esas herramientas de su oficio, los músicos llevaron a los asistentes a un gozoso viaje auditivo por América Latina, que incluyó sonoridades y canciones de Bolivia, Venezuela, Perú, México, Ecuador, Cuba, Panamá, Colombia y Chile, además de composiciones de varias zonas de la República Mexicana.
Durante el imponente festejo, los siete artistas –ellos, con ponchos rojos y naranja; y ellas, con faldas negras y blusas blancas-, incluso le dieron su lugar a la música interpretada con instrumentos prehispánicos.
Antes del intermedio, tocaron el tema “Raíz viva”, y dijeron que con los 20 instrumentos que emplearían, lo que buscaban era “recrear el mundo sonoro de los antiguos mexicanos.
De esa manera, “Raíz viva” fue ejecutada entre los sonidos del huéhuetl y el teponaxtle, el tambor de agua, la ocarina doble, el caparazón de tortuga o instrumentos tan particulares como el cinturón de pezuñas de venado, las flautas zoomorfas – una de ellas, réplica del original que data de hace más de 1500 años de antigüedad- y el tenabaris, compuesto con capullos de mariposas, entre muchos otros.
Durante su presentación, anunciaron que el concierto para cerrar las fiestas por los 50 años de su surgimiento, concluiría en el Palacio de Bellas Artes, el 10 de septiembre, “será un concierto diferente, con cambio de repertorio e invitados espaciales”, adelantaron.
Otro de los momentos más emotivos de su recital, fue cuando interpretaron “un clásico de Los Folkloristas y de la cultura popular mexicana: ‘Tierra mestiza’”, composición con música de Gerardo Tamez, que ejecutaron los cinco músicos del conjunto.
“Se cumplen 40 años de su estreno en el Palacio de Bellas Artes –rememoraron los artistas-, y desde entonces siempre ha estado en el repertorio de Los Folkloristas y de otros grupos”.
Y ante el anuncio de que entre el público estaba su autor y miembro fundador del grupo, el auditorio pidió que el aludido se pusiera de pie para que recibiera el aplauso colectivo.
*LOS PUEBLOS INDÍGENAS NOS SIGUEN DANDO LA MAGIA
De las regiones de México, los músicos hicieron un recorrido que comenzó en Michoacán, “lamentablemente en este estado no estás pasando cosas hermosas, pero su música lo es”, dijeron antes de que las dos voces femeninas cantara a capela, en purépecha y español.
Posteriormente, y antes de cantar “El caimán”, con jarana, violín y guitarra, dijeron que era un “huapango para bailadores y bailadoras”.
Destacaron ante el micrófono, que en su agrupación “siempre hemos intentado que en todos los productos discográficos se incluya música indígena” y dieron paso a música de San Luis Potosí, que en realidad es una “danza hecha para pedir por una buena cosecha de maíz”, aseveraron.
Antes de la interpretación de tres sones indígenas, sostuvieron que los pueblos originarios de México, “nos siguen dando la magia de creer que el país puede cambiar”.
Otros temas que incluyeron en el programa fueron “La renca”, que relata con humor una historia de una mujer que no camina bien con una de sus extremidades y quien, al descubrir la traición de su enamorado –lamenta en la letra éste último-, “me chingó a patadas y ni falta le hizo el pie”.
Los dos últimos temas nacionales fueron, como representante del género “caramba” de Nuevo León, “Malhaya la cocina” –también interpretado a capela por las dos mujeres- y el jarochito “El coco”, a manera de despedida.
El aplauso y las aclamaciones del numeroso público que asistió a su festejo, hizo que Los Folkloristas interpretarán una canción más: “Bueno, pero conste que no somos fáciles”, dijeron al retornar.
Y aunque señalaron que la despedida la darían con un estreno mundial, el trote chileno titulado “La Paloma” –“símbolo de paz y esperanza que tanta falta hace en nuestro país”, se les olvidó que esa composición ya la habían tocado en un concierto por su 45º aniversario. Y si no, ahí está Youtube que los desmiente.