El pasado jueves 26 de mayo, fue inaugurada en dos galerías de ese recinto y en su exterior, una exposición que tiene muchas razones para ser visitada y, por supuesto, disfrutada: México-Mexiac Homenaje Nacional a Adolfo Mexiac.
Desde que el visitante ingresa al histórico edificio de ladrillos rojos, en donde el general Emiliano Zapata se tomó una fotografía que quedó para la posteridad, se da cuenta que además de esa inapagable presencia, el ambiente está inmerso de las huellas de Mexiac, esto es, de la representación por todos lados, del nacionalismo que lo mueve, del amor por México y su pueblo, que han sido motor en su obra.
En estos tiempos de traición continua y creciente, desde los tres niveles del gobierno, a la historia de este país, la obra de Mexiac recuerda la necesidad de reavivar esos valores entre el único sujeto con posibilidades de llevar a cabo un cambio: el propio pueblo mexicano consciente de una realidad que ya no resiste más felonías.
La presencia gráfica de personajes como José María Morelos, Benito Juárez y Emiliano Zapata, así como las representaciones de algunas de las luchas que ha llevado a cabo la sociedad mexicana a lo largo de su devenir, son realmente inspiradoras.
Anuncian que no todo está perdido y que aún hay rescoldos para reavivar la aspiración de tiempos mejores, de tiempos más luminosos, después de tanta penumbra.
Dentro de la exposición, en el interior de una vitrina, se muestran además, cuáles han sido las “armas” que ha blandido Adolfo Mexiac en sus batallas permanentes en contra de la abulia social, así como un ejemplar original del libro Calendario escolar -Instituto Nacional Indigenista, 1957-, en donde aparece por primera vez el grabado Tierra y libertad, que es recuperado por el espacio de exhibición y presentado por primera vez “como una pieza autónoma e impresa para museo”.
Por si fuera poco – y además de que presenta piezas de arte múltiple, nunca antes vistas de Adolfo Mexiac- el espacio cultural que alberga la muestra, también obtiene un logro memorable: la exhibición de la obra más reciente de este infatigable creador, realizada en 2016, en torno a la más célebre novela de Mariano Azuela. “Aquí estuvo Zapata” la da a conocer por primera vez.
En el pequeño texto de sala que acompaña a tan singular muestra, se resalta: “A un poco más de cien años de que se publicó Los de abajo, esta novela cumbre de la literatura mexicana encuentra al fin en la obra de Mexiac una traducción gráfica a la medida”.
“Esta serie muestra la capacidad de expresión de un artista incansable e invencible que con certera puntería arranca a las piezas vírgenes del linóleum, los jirones que dan paso a las cientos de hendiduras que, como ríos, confluyen en imágenes mar, océanos que retumban como las portentosas palabras de un gran poema”.
Estas son sólo algunas de las razones por las cuales hay que visitar la exposición México-Mexiac en el Centro Cultural “Aquí estuvo Zapata”. Las otras, le quedan descubrirlas al visitante.