Uno de los asistentes inquirió sobre su metodología para hacer cartones, a lo que Barajas contestó que el primer paso era entender lo que está pasando en el mundo, “comprender las lógicas que mueven al mundo”.
Añadió que todos los días lee el periódico, analiza la información y jerarquiza lo realmente importante, porque “hay temas que van a durar”.
Sin embargo, a la hora de entrar en acción, se sinceró: “tienes un tema y estás frente a un pinche papel. Es un oficio que es muy latoso. No hay día en que no lamente no haber sido carpintero”, expresó para hacer reír a sus escuchas, pues dijo que sólo en el cartón trabajaba tres horas o más, y en pensarlo cinco o más horas, aunque aclaró: “Es una friega, pero es la mejor profesión del mundo”.
También se le expresó que era considerado como un caricaturista políticamente incómodo y le preguntaron si se sentía seguro o había recibido amenazas por parte de alguien.
“Nadie en este pinche país está seguro: el índice de criminalidad es altísimo”, comentó y agregó que ni los políticos ni los grupos de poder quieren a los que como él ejercen ese oficio.
Recordó que durante su desempeño “hemos tenido sustos y amenazas” y que durante la segunda época de la revista El Chamuco, los integrantes de ese equipo recibieron narco amenazas, a pesar de que no habían publicado nada de gravedad al respecto, por lo que concluyeron que quien estaba detrás era un político al que habían tocado con sus cartones.
El inicio de la exposición de El Fisgón fue para referirse con gratitud a Rius y su labor concientizadora con la gente.
“Todos los moneros de mi generación le tenemos una deuda enorme a Rius, y yo creo que también todos los mexicanos en general. Debo confesar que me empecé a interesar en la política por culpa de él; es algo que no le perdono, no saben el daño que me ha hecho”, señaló con humor.
Añadió que Rius “ha sido una suerte de institución educativa fundamental para nuestro país, ha sido de los primeros alfabetizadores políticos que hemos tenido”.
Y dijo haber seguido en su trabajo las pautas que ha marcado Rius de hacer historieta didáctica, “porque estoy convencido de que una de las formas más eficaces de difundir ideas es mediante historietas que sean lúdicas, divertidas y didácticas. Y debo confesarles algo: yo también, al hacer esas historietas, aprendo mucho, porque antes de hacer la historieta yo soy el que tiene que investigar cómo está el tema. Y si me lo puedo explicar a mí, entonces se lo puedo explicar a los demás. Soy un discípulo directo de Rius y estoy muy agradecido”, finalizó. (JAGD)