“Hay cuatro mexicanos que han hecho de la India su segundo hogar y que tienen un lugar en la escena actual de la música clásica hindostani. Nathalie es una de ellas —refirió Abril Gómez, directora de la muestra—. La Bansuri es un instrumento muy especial en el corazón de la India, sobre todo en el de los hinduistas, porque es el instrumento de Krishna, el dios que es del color de las nubes de lluvia.
“Escuchar la flauta y apreciar su música es una cualidad en el pensamiento de la antigua India tan apreciable como la bondad o el decir la verdad”, expresó.
Después de una breve introducción a la composición de la música hindostani y al uso de la bansuri y la tabla, Ramírez y Bringas se sentaron sobre el escenario y exhalaron por una hora los hipnóticos sonidos característicos del enigmático oriente medio.
La flauta transversal de bambú utilizada por Nathalie Ramírez durante el concierto, llamada Bansuri en la música clásica hindostani o del norte de la India, es conocida por la dulzura y atracción hacia el corazón de los escuchas.
Las melodías son improvisaciones o canciones tradicionales presentadas en “raagas”, las cuales pudieran ser descritas como una suerte de patrón melódico o modo, pero son mucho más que eso: incluyen los acentos, los adornos a las notas y también son el color y sabor de determinados sonidos que se conectan a la naturaleza, a determinadas deidades, a las horas del día o a las estaciones del año.
Nathalie Ramírez es egresada de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, especializada en flauta transversa. Actualmente continúa sus estudios en flauta y canto en Nueva Delhi, y a la par promueve la música de la India en México y la riqueza cultural de México en la India.